Llegado el final
de este episodio me preguntaba “¿Qué
pasó?”. Creo que lo único memorable para mí fue el despido de Turner. Es increíble
que en un capítulo de My Brilliant Friend pasen cuatro cosas
trascendentales y aquí ni media. Faltan dos semanas para que acabe la primera
temporada ¿y qué sucederá? Tal vez la próxima semana sepamos el secreto de Peggy.
Tal vez en el capítulo final arresten a George arruinando la presentación en
sociedad de Gladys, ¿pero de eso se trató esta serie? Podrían haberse ahorrado tiempo y actores. Me gusta,
pero en términos de narrativa ha dejado mucho que desear
Los Niños
Russell
Comenzamos con
los Niños Russell porque siguen ocupando espacio. Entremedio de su cuitas
legales, George inaugura su maqueta de la nueva estación de tren en presencia
de amigos, colegas y familia. La gracia de la maqueta es que tiene luz
eléctrica, una novedad para la época, cortesía de Thomas Alva Edison. George le
cuenta a su cara mitad que Edison lo ha invitado a un gran evento: la
iluminación del edificio que alberga el New York Times. A Bertha se le
ocurre organizar una fiesta para ese día y agasajar a Ward McCallister.
Larry, apoyado
por Stanford White, le anuncia a su padre que quiere ser arquitecto. A pesar de
que White intenta dorarle la píldora, George, indignado ante lo que ve como una traición, no quiere ni oír de un cambio de profesión de
su hijo. Larry debe trabajar en las empresas familiares. Me dio risa que George
dijo que no debió haber dejado tanto tiempo a Larry con el arquitecto. (“Esto
se venía venir”) como si Stamford White hubiese manoseado al joven Russell.
Mas adelante,
Larry vuelve a la carga. Esta vez trae mejores argumentos. No quiere vivir a la
sombra de su famoso padre. Quiere brillar con luz propia. “Eres persuasivo
”reconoce George que promete pensarlo
Nota: Gracias a
la Gatita Francisca Lis me entero de que esa maqueta (que representa Grand
Central Station) contiene bóvedas diseñada por el valenciano Rafael Guastavino.
Me da vergüenza no conocer a este importante constructor de La Edad Dorada al
que seguimos recordando por sus azulejos (Guastavino Tiles) que cubren bóvedas
de muchos edificios importantes neoyorquinos.
Su creador
Gladys y Carrie
Astor siguen su Gossip Girl bonding. Están en el salón de baile de La Mansión
Russell comentando como serían las cuadrillas en ese espacio en el evento que Gladys
tuviera su debut. La Niña Russel comienza a decir que eso no ocurrirá nunca,
cuando su madre (que ha estado escuchando tras la puerta) entra y anuncia que Gladys
solo tiene que escoger una fecha y mandar las invitaciones. Le solicita a
Carrie que le recomiende un maestro de baile y una lista de sus amistades a
quienes invitar.
Esa noche, George
llega muy alterado. Dixon, el maleante que provocó el accidente ferroviario, tiene en su poder una carta en la que su patrón
le insta a comprar chatarra para la construcción del tren. George no recuerda
haber escrito tal carta, pero si el juez le cree a Dixon habrá juicio. George
puede ir a la cárcel. A Bertha le choca que su marido sea tan aguafiestas
hablando de juicios y cárcel que pueden arruinar su amistad con el Señor McCallister.
George vuelve a acusarla de egoísta. A Mrs. Russell le da una pataleta y sale
del salón, milagrosamente sin patear los
muebles.
Despedida de Turner
Al otro lado de
la calle, Ada intenta calmar a su hermana que está muy alterada al descubrir que
su hijo es tan democrático (así lo calificó Marian) que se acuesta con criadas.
¿Acaso Agnes preferiría que se enredara con actrices y prostitutas? Es lo que
dice Ada con lo que consigue sulfurar más a Mrs. Van Rhijn. “Los hombres son
así” argumenta filosóficamente la virginal solterona y Agnes ni debería
mencionar el asunto a su pequeño. Por supuesto no le hace caso.
Mrs. Van Rhijn ha
decidido perdonar a Bannister, pero no se lo hace saber. En cambio, goza torturándolo
con la Ley del Hielo y diciendo cosas como que Jack sirve una mesa mejor que el
mayordomo. Bannister quiere saber quién lo delató. Llega Oscar y tiene una mega escena con su madre,
pero…¡No nos la muestran! ¡Fue editada! Esta serie está empeñada en cortar todo
lo que puede ser interesante. Solo vemos a Oscar salir de casa de su madre muy
acalorado y a los criados cuchichear en la cocina.
La ira de Agnes
no se detiene en una trifulca con el hijo. Quiere que Bertha despida a Turner,
para eso recluta a su sobrina. Marian no quiere hacer lo que su tía se lo
ordena. “Tú la conoces” (a Bertha) dice Agnes agregando “ te gusta meter tu
nariz en los asuntos ajenos”. Touche Marian! Cría fama de metiche y
échate a dormir.
Muy avergonzada y
con torpeza, Miss Brooks expone el pedido de su tía, ante tazas de té, en el boudoir
de Bertha. La Señora Russell, mujer de mundo, no se inmuta y dice que no cree que vaya a
despedir a su doncella. Tiene otra preocupación y quiere pedirle permiso a
Marian. Esta se esponja esperando algún otro paseo gratis a costa de los
Russell. Bertha está planeando para la Noche Edison algo que hoy llamaríamos un
tailgate picnic, solo que como no había automóviles entonces, será en
carruaje. La Russell planea contratar dos carrozas para ella, sus hijos e
invitados entre los que cuenta, por
supuesto, Ward McCallister.
En una carroza irán
los Russell, los Fane y Ward. En la otra Russell juniors, pero a McCallister se le ha ocurrido traer
a Cissie Bingham (la que pasaba por ‘sobrina’ pero en realidad era hija
ilegitima del Robber Baron Henry Morrison Fogler). Bertha quiere el permiso de Marian
para invitar al Licenciado Raikes (fíjense como ya todos lo creen novio de la Niña
Brooks). Lo malo, es que Raikes iría como escolta de Cissie y no hay espacio
para su “novia” en los carruajes.
Marian esta
desolada, pero como es muy impávida, no sabemos si se ha dado cuenta de que a)
El Licenciado Raikes se ha convertido en soltero cotizado y b) Bertha la ha
usado y ahora que Miss Brooks no les útil, la ha descartado , con la misma facilidad con
la que descartará a Turner (¿tendrá nombre esa arpía?)
Tras ver a Turner
riéndose con Larry, Bertha cambia de opinión sobre su doncella. Le cuenta a
George que va a despedirla y lo hace. Cuando Turner está arreglándola, le dice
así de fresca, que no la necesita porque ya no se llevan como antes. (WTF?).
Turner, en vez de hacer como seguramente
lo haría Mrs. Armstrong. O sea, ponerse a llorar, suplicar, jurar su amor y
devoción por La Russell, simplemente dice que “él tono lo pone” el ama. “A eso
me refería ”salta Bertha feliz de tener una excusa para deshacerse de la criada,
y sin tener la franqueza de dar el verdadero motivo.
Turner vuelve a
meterse en la recamara de George (vestida) y le pregunta si él hizo que la
botaran. George lo niega y agrega que le pidió a su mujer que le diese una
buena referencia. Con gesto dramático, Turner lo acusa de depreciar un amor devoto
por el condicional de Bertha. Le asegura que volverán a verse. Él lo duda.
En el parque, George
la entera de los verdaderos motivos detrás de su despido. Turner le cuenta que Gladys
por fin debutara en sociedad. El joven va Rhijn esta gozoso. Con Gladys en
sociedad, él puede verla cuando quiera sin tener que besarles las patas a los
Russell. Mas tarde, le dirá a un descontento John que ya no necesita a Turner y
que le ha venido bien este mini escandalo porque le da fama de mujeriego y de
heterosexual.
Antes de dejar chez
Russell, Turner le envía una carta a Bannister contándole quien lo delató.
Marian y
Raikes y muchos bostezos
Cuando Marian se
retira de la Mansión Russell, casi se tropieza con su abogadito que esta de
Stalker. Para evitar que los vean y detener a Raikes que, si no se la va a
pasar agazapado en los umbrales ajenos, Marian se lo lleva chez Chamberlain. Una miradita y Silvia lo cacha como un tipo no muy confiable. Les da un pequeño
sermón sobre las consecuencias de ofender a una sociedad. Les pide que estén
seguro de su amor antes de cometer actos de los que puedan arrepentirse.
Raikes, a solas,
dice estar seguro de su amor, pero cuando interroga a Marian sobre sus
sentimientos esta permanece impávida. Le gustan los besos de Raikes, pero…Le
dice que no quiere escándalos. Raikes en cambio alucina y habla en
consecuencia. En la ama, pero Nueva York le ofrece “tantas distracciones. Él
quiere ser fuerte, pero…pero Marian no quiere arriesgarse. Sobre todo, porque
ya lleva dos capítulos haciéndole ojitos a Larry Russell.
En la modista, Agnes
le confiesa a Ada que aun si Marian se casa con Raikes ella no a abandonar,
pero no quiere que su sobrina lo sepa. Ada comenta que a Marian no le importa
si Mrs. Astor no la invita. Su astuta hermana comenta que al abogado si le
importa.
Los Russell y
la Luz
Llega la famosa
noche de la iluminación del periódico. De hecho, esta tuvo lugar a las tres de
la tarde, pero la serie para mayor efecto la convirtió en un espectáculo
nocturno. ¡Todos van, hasta Peggy! T. Fortune la ha comisionado para que juntos
entrevisten al populacho y sepan su opinión. La pobre Marian se convierte en
Cenicienta, obligada oír los ronquidos de tía Agnes, mientras los demás van a
la fiesta.
Tía Ada está
equivocada. Su sobrina si quiere ir al baile de Mrs. Astor. Se engarfió como
garrapata al codo de Bertha y le quedó gustando esto de andar en el centro de
la burbuja social (Me recuerda a la Jenny de Gossip Girl). Capaz que se
case con Raikes solo porque él ahora es el invitado de moda.
En su carroza,
Bertha recibe una invitación de Ward de ir a Newport. En la suya, Raikes
coquetea con Cissie, ante la mirada triste de Aurora Fane que está pensando que
esto no le va a gustar a su primita Marian.
Contenido
Violento o Gory: Cero
Contenido
Sexual: ¿En esta serie?
Beso apasionado de Raikes que deja a Marian con lengua tiesa. Mr. Fortune le
puso la mano a Miss Scott entre la cintura y el polizón. Además de ser casado, Fortune
parece manilargo con las empleadas.
Contenido Feminista: ¿Que se puede decir de un episodio donde
tres mujeres le quitaron el empleo a Turner y Bertha dejó caer a Marian como si
fuese un guante viejo?
Factor
Diversidad: Mr. Edison no
le dio crédito a Lewis Howard Latimer por inventar los filamentos que vemos en
el interior de la bombilla eléctrica, pero Los Gatos Seriefilos si se lo damos,
y también por otro gran invento. Mr. Latimer es a quien debemos agradecer el
aire acondicionado sin el cual los neoyorquinos no soportaríamos el verano. La
verdadera razón no es por racismo (como implica la serie) sino porque Latimer
en ese entonces todavía no trabajaba para Edison sino para la rival del gran
inventor, La U.S. Electric Lighting Company. Seria en 1884 que Latimer pasaría a
ser parte del equipo Édison (Edison Electric Light Company).
The lighting of the station definitely was pretty to watch, the snobbish picnic in the coaches included LOL But the highlight for me was how quickly Bertha fired Turner, she really did not waste mucho tempora, did she? And the way she did it was classy. Sadly, I do not think we have seen the last of Turner.
ResponderEliminarPS why do you make photos medium in your posts? There is an option to make them large and uber large too, when you click on them in your dashboard while making the post.
Did not Edison steal something from our Tesla too?
Let’s not even start with poor Tesla. He was robbed, he was maligned, he was forced into oblivion.
EliminarI don’t like Turner, but a) I don’t like the firing of people specially of women (in those days) under flimsy pretext. B) I don’t like the way Bertha discards people. Once Turner was her pet, and so was Marian, and now it’s like “I don’t need you. I don’t care about you anymore.”
Bertha wasn’t planning to fire turner. She didn’t care who her maid frolicked with, until she thought Turner was going at Little Larry…. Imagine if Larry gets involved with Marian? Bertha won’t like it at all.
Sorry about the pictures, but the larger they are (and since I include so many) the heavier and harder is to unload page.
What do you mean flimsy pretext? She saw her cavorting and flirting with her son, no moma would allow something like that! Turner is lucky she wasn't kicked out of the window LOL
EliminarI still think Oscar should marry Larry not his sister LOL
Oh, don’t be such a Prudish Kitten, they weren’t cavorting, but…yes, you have a point. It dawned on Bertha that Turner didn’t know her place in society, and she could compromise Larry.
EliminarAbout “no mama would allow” …. In fact, the norm was the opposite. AS Aunt Ada said, it was common for young men to learn about sex with servants. Sometimes it was rape, and the rapists’ mothers would turn a blind eye.
So, you don’t like poor John Adams?
Me pareció un poco extraño que el anterior capítulo terminara con Mr. Russell recibiendo una noticia bastante mala y que al principio de este apareciera de nuevo como protagonista exitoso
ResponderEliminarA mí también me pareció re wtf que no mostraran la confrontación entre Agnes y su hijo. Tampoco me parece un motivo para pedir echar a la miss Turner, era bien normal que pasara eso y no vivían en la misma casa. En fin.
Creo que Marian no se da ni cuenta del rechazo de Bertha jejej ojalá que en el capítulo 9 abra los ojos por primera vez. Parece ausente en su propia historia jaja
Me gustó el "picnic en carruaje" y la escena final del edificio encendiéndose fue bonita.
Es lo que se quejan los críticos. los Russell siempre caen parados, sus conflictos se solucionan muy rápido, no hay obstáculos, ni personajes que les hagan sombra y los dominen. EN DA , ricos y pobres tenían problemas que tomaba temporadas solucionar (Ej. El romance Mary-Matthew; La hija de Edith, todos los problemas del Señor Bates y de Mr. Moseley, etc..)
EliminarLa serie está sufriendo de unas ediciones muy poco acertadas. Hay muchas escenas que les han tijereteado. Supongo que por falta de tiempo. Betha nunca planeó echar a Turner, pero cuando la vio coqueteándole al pánfilo de su hijo, fie que decidió que había que sacar a esa mujer peligrosa de su casa. La estupidez de Marian la hace arrogante. No se ha dado cuenta que Bertha la usó y botó como un kleenex. No se da cuenta que si es importante es por las mismas tías que desprecia y traiciona.