El nombre “Praga”
ya evoca misterios, sean el Golem o las
pesadillas kafkianas, pero si le creemos a esta series es “La Gran Praga”, la
zona que circuncidaba la capital de Checoeslovaquia la que rebozaba de
secretos, delincuentes y crímenes. Esos son los que debe investigar el Inspector
Hynke Budik (Jaroslav Plesi de An Innocent Man) mientras se defiende de sospechas gubernamental,
colegas traidores e intrigas familiares.
Estamos en Praga
en 1922. La Republica de Checoslovaquia tiene apenas un año de vida y sufre
embates de derecha e izquierda: Nacionalistas, Legionarios recién regresados
de la Unión Soviética, y la sombra de los que todavía sueñan con el regreso del
Emperador. Hynke Budik ha sido un policía leal al imperio (todavía conserva una
fotografía de Francisco José en su escritorio) y no se da cuenta que esa
lealtad lo hace sospechoso a sus superiores. casi tanto como el estar casado
con una condesa húngara.
Cuando lo llama Mazaryk,
el presidente de la república, Budik cree que, para honrar sus años de servicio, le darán el mando de la policía urbana. Ante
su horror, oye que lo han nombrado jefe de “La Gran Praga”. Así se llamó a la
zona aledaña a la capital. Zona de granjas, aldeas, bosques y fábricas. ¿Qué
crimen importante puede ocurrir ahí?
Tragándose la ira
y humillación, Hynek debe oír de su ex jefe que originalmente se pretendió
despedirlo y que debe agradecer el puesto. Budik regresa a su casa donde lo
aguarda Ilona, su mujer, que lo empapela con reproches por haber aceptado ese
puesto mediocre. Budik se enoja, son ella y sus amistades monárquicas las que
lo han puesto en esta situación.
En la mesa de la cena, Ilona esta triste al saber que ya no podrá recibir a sus amigos. Sissi, hijastra de Budik que nunca ha perdonado a su madre el haberse casado con un policía, fuma, se niega a rezar e insulta al padrastro. La única que lo recibe con cariño es Julie, la hija adolescente de los Budik.
Budik comienza a
organizar su nuevo empleo. Consigue que le permitan agregar a su equipo a Rudolf
“Rudla” Havlik. Amigo de la botella, parrandero y muy mujeriego, Havlik es
conocedor del bajo mundo y tiene a las prostitutas de aliadas e informantes. También
consigue Budik que le consigan un dibujante y fotógrafo, el joven y atolondrado
Novacek. Budik es un poco abusivo con el novato, lo regaña y humilla
constantemente, descargando en Novacek la frustración de este nuevo cargo.
Y sus princesas. ¿A cuál elegirá?
El trabajo es
mucho más desagradable de lo que esperaba el inspector. La “sociedad “dé ese
mundo rural está compuesta de granjeros millonarios, pero rudos e insulares que
desconfían de esa autoridad citadina. Budik es un hombre mundano que ha viajado
y habla tres idiomas. El gusta de buena ropa, buen brandi, pertenece a un
exclusivo club de caballeros, y se codea
con la alta sociedad. En una ocasión que lo hacen venir en su día de asueto,
llega de un cumpleaños de una aristócrata con chistera, frac y flor en el ojal.
Para el policía,
el tratar con estos seres silenciosos y supersticiosos es no solo incomodo sino
también incomprensible. En una ocasión se esfuerza en aclarar un crimen que fue
suicidio, sin percatarse que para gente ultra religiosa quitarse la vida es
peor que ser asesinado. El pobre Budik casi es linchado por los deudos.
Las noticias del
día, y que para nosotros son detalles históricos, se manifiestan en cada caso.
Se habla de revolucionarios y anarquistas pululando en las dos Pragas.
Descubrimos que más de una década antes que Hitler los usase como excusa para
la invasión, los alemanes de las Sudeten ya se llevaban mal con la población
eslava, y cuando Julie encuentra a su
padre afiebrado teme que se trate de otro caso de Gripe Española. O sea, la
pandemia duró hasta el 1922.
Los casos pasan de lo simple a lo mundano, muchos
crímenes pasionales incluyendo uno lésbico. Otros casos más siniestros como el
asesinato y violación de un colegial hacen aflorar recuerdos de épocas en que Budik
servía en Viena.
Budik comienza a
internalizar cada caso hasta enfermarse. Entremedio, descuida a quien más lo
necesita, su Julie. La colegiala al no poder confiar en el padre es presa fácil
de….¡Novacek! Si, con esa carita de roedor, el muchachito se las trae. Enamora
a Julie, y tras hacerle jurar que su padre no se enterará, la mete en la cama. Para
coronar el acto, tiene el mal gusto de, al ver la sangre virginal en los muslos de la
muchacha, exclamar “¡Deberías tener
sangre azul!”.
Aunque pareciera
que este romance (sobre todo la torpeza de Novacek en manejarlo), fuera un relleno cómico, no lo
puedo ver con ternura. Yo solo noto un abuso de confianza que preocupa a Julie,
pero sorpresivamente no a su madre que toma el romance (supuestamente clandestino)
con ligereza.
Julie, en cambio,
se siente incomoda mintiéndole a su Tatinku (Papito) y nota que Novacek
después de desflorarla presta más atención a su trabajo que a su joven amante. ¿Estará
cambiando Julie un padre ausente por una pareja ausente? Digamos que esta
subtrama fue recreada con más drama y romanticismo en la prosaica y moderna Los
Hombres de Paco.
Para romances
cómicos y conmovedores mejor enfoquémonos en las cuitas de Rudla Havlic. Este Casanova
ha adoptado a Pavlinka, su sobrinita, algo que mantiene en secreto. Al comienzo
se cree que la niña sufre de tuberculosis, por suerte es solo asma, pero Pavlinka
necesita cuidados. Las únicas que pueden dárselo son las damas de la noche que
frecuenta el policía. Se establece un lazo emocional entre su hijita y una de
ellas, Toni. Rudla comienza a preguntarse si será tan malo casarse con una prostituta.
Aunque los crímenes
son interesantes y variados, lo que atrapa la atención son los problemas
domésticos de los investigadores. ¿Podrán Toni y Rudla ser felices a pesar de
sus mutuos pasados? ¿Qué hará Budik cuando descubra que Novacek le ha jugado chueco?
Budik me fascina.
Nunca había visto un policía tan abrumado por sus casos. Estos lo devoran psicológicamente
y no tiene con quien discutirlos ni con sus superiores, ni con su familia. Eso
que le dice su esposa “no traigas el trabajo a casa” lo he oído mucho, pero no
sirve y es egoísta.
En casa, todos
los días laborales de mi hermano le doy un tiempo para escuchar su día, tal
como hacia con mi padre cuando él trabajaba. Además, Ilona lleva una vida
privilegiada, podría pensar un poco en la carga emocional que arrastra el
marido. Por eso me conmovió tanto cuando Budik le encargó su problema con Julie
a Novacek. Pobrecito, pero no se le pide al zorro que cuide de las gallinas.
Todo eso lleva a
entender un episodio enigmático, pero soberbio en que vemos a Budik reaccionar
como hombre dominado por hormonas. Es el quinto episodio, que se ha convertido en mi favorito. un
veterano de guerra, cansado de ser ninguneado por todos , mata a su patrón al
saberlo amante de su esposa. Luego se atrinchera en su casa, con su mujer de rehén,
y suficiente dinamita para volar toda la
cité donde vive.
El trio de
policías logra hablar con el asesino y ven que mantiene a Eugenia, la esposa,
amarrada como a un perro. Hubiese deseado que pusieran una actriz más guapa, ya
que no entiendo que Novacek y Rudla se deslumbren ante la belleza de la rehén. Budik
se queda callado, pero es evidente que lo ha impactado.
La situación es
intolerable, el loco tiene un arsenal de bengalas, bombas incendiarias y revólveres
montados que disparan ante cualquier movimiento de los posibles rescatistas. El ejercito quiere quitarle el caso de las
manos a la policía. Budik sabe que los soldados solo provocaran una masacre. Una
de las demandas del loco es que le traigan un piquete de periodistas a
entrevistarlos. Budik se lo concede a cabio de que suelte a Eugenia.
Budik se lleva a
la mujer a un hotel donde después que ella se baña le tiene un cuarto preparado
con comida y licor. Mas parece una cita romántica que un interrogatorio. La pobre mujer está demasiado traumatizada
para actuar de manera seductora, pero su presencia envuelta en una toalla
sacude al policía. Él quiere usarla de señuelo aprovechando la pasión que Eugenia
ejerce sobre su esposo. Sin embargo, en la voz de Budik se nota que no es
inmune a esa fascinación.
Hay un corte. Para cuando llega Novacek algo ha cambiado en
la relación victima-policía. Eugenia esta vestida, pero Budik esta descalzo y
ahora se llaman por el nombre de pila . Llegan al departamento de noche y se
suceden momentos de tensión erótica en la pareja que no se separa. Cuando
encienden sus cigarrillos con la misma vela, cuando Eugenia suplica a “Hynke” que
no la deje sola, cuando el—asiéndola por los hombros—confiesa
estar tan asustado como ella. No les cuento el final porque se trata de un capítulo
imperdible, pero es la primera señal de que a Budik le falta algo en su vida: romance,
ternura, ¿alguien a quien proteger y que desea ser protegida?
La Condesa Ilona será
muy sexy y apasionada, pero no le brinda a su marido ni respeto por la ardua
labor que el ejecuta ni un hogar armónico y eso afecta a su familia y el
desempeño de Budik. Yo diría que eso es lo que hace, aparte del ambiente y la época,
diferente a Los Misterios de Praga de otros whodunnit históricos
Contenido
Violento: Aunque los crímenes son sangrientos y
brutales, rara vez vemos los cadáveres. Lo más fuerte es una mujer degollada
cuya sangre cae sobre patitos vivos que circulan a sus pies.
Contenido Sexual: Julie y su Novacek en la cama, muchos
gemidos y sacudidas de colchón, pero ni una gota de erotismo. Lo único erótico
es el capítulo que ya mencioné. Además, es una serie ‘Profiláctica”. Aparte de acabar
presa, Sissi se consigue por sexo poco higiénico una infección vaginal y Rudla,
por infiel, contrae gonorrea.
Contenido
Feminista: Las mujeres en
esta obra se dividen, como en los Noirs,
en víctimas o femme fatales que instigan
en los hombres el amor al crimen, eso cuando no perpetran crímenes ellas. Es
curioso que en una república nueva con ínfulas de revolución no encontremos
mujeres profesionales o activas en política. Lo más cercano es la manipulada Sissi
que tras perder a su padre biológico gracias a una bomba anarquista, se lía con un anarquista.
El retrato más
triste de esta historia son las mujeres de la familia Budik. Sissi es una
ingrata que después que Budik le salva la vida se pasa a vida depreciándolo.
Julie tiene la excusa de ser una niña que es manipulada por quien cree es su
gran amor. ¿Qué excusa tiene la condesa más que su frivolidad, su pasividad que
la lleva a descuidar a sus hijas, y una relación matrimonial que solo parece
estar vinculada al sexo? Cuando estallan las crisis, Ilona solo sabe culpar a Budik
y es ella quien ha solapado relaciones y comportamientos que traen desdichas a sus hijas y a su familia.
Factor
Diversidad: La antigua Checoeslovaquia
era un reino de muchas etnias. Vemos que ya en Los 20, los alemanes de las Sudeten
se consideraban superiores a los checos y que a los judíos no los querían
mucho. incluso el jefe de Budik se altera al saber que un judío es sospechoso
en el asesinato. “no queremos otro caso Hilsner”.
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Mysteries puede comprarse
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