A pesar de un libreto
mal construido, que en algunos instantes
parecía sacarse soluciones Deus ex Machina de la manga , hubo momentos
conmovedores y otros muy reveladores en este final de la primera, y muy vista y comentada, temporada. Peggy descubrió que tenía un hijo, Marian descubrió que no tenía novio, y Lord Fellowes volvió a crear algo que hace
muy bien, las relaciones entre madre e
hija, incluso las entre personajes femenino y figuras maternas.
“Mi Bebé Está
Vivo”
La semana pasada nos enterábamos de que Peggy había perdido un hijo. Una semana más tarde nos enteramos de que el nene vive en Pensilvania. Un poquito jalado de los pelos. ¿No? En fin, estas cosas pasan en telenovelas y esta es una telenovela. Peggy contrató los servicios del Licenciado Raikes para encontrar a la mujer que atendió su parto y él no dio con ella. Aunque después de las evidencias que señalan que Raikes es un embustero….capaz y nunca buscó a nadie.
Limpiando los bolsillos del marido, antes de enviar su traje a la tintorería, Dorothy encuentra una nota de la comadrona fantasma asegurándole a Arthur Scott que “el niño” está bien. Dorothy y Peggy hacen sus cuentas y se dan cuenta que el Señor Scott regaló a su propio nieto. Peggy está horrorizada ante el comportamiento tan inhumano de su padre. Dorothy no puede creer a su marido capaz de tanta vileza. Se pasa al bando de su hija y la apoya incondicionalmente.
Muy temprano, a
la hora en que Marian retorna del baile de Los Russell, Las Scott están
acabando de empacar para ir a Filadelfia en busca de la partera. En eso llega Arthur
que, al ser enfrentado por las mujeres de su familia, admite con gran desfachatez que dio a su nieto
en adopción. No solo se niega a arrepentirse, también se niega a revelarles la
dirección de la comadrona o la de los padres adoptivos del hijo de Peggy.
Indignadas, Dorothy y su hija se marchan dejándolo bufar solo.
La Boda que
Nunca Sucedió
Marian y Tom
hacen planes para casarse el viernes, el mismo día del debut de Gladys en
sociedad. Marian comienza a acumular un séquito de cómplices. Será desde la
casa de Mrs. Chamberlain desde donde la pareja partirá a la estación para
casarse, no se sabe adónde tal como
tampoco se sabe dónde vivirán. Marian es extraordinariamente poco precavida, deja todas las decisiones en manos de su
futuro marido.
Marian le da a
Larry Russell un par de cartas para sus tías y le pide que se las entregue a
las 7 de la tarde en punto. Peggy viene
en busca de su equipaje y Marian le encaja el suyo pidiéndole que lo lleve a
casa de Mrs. Chamberlain. Sylvia Chamberlain debe estar de plácemes. Ha estado
muy visitada.
Ada ve a Peggy
con la maleta de su sobrina, y como Marian ha estado muy extraña últimamente,
sospecha lo peor. Marian es incapaz de mentirle. Ada culpa a Raikes de este desvarió.
Le pide a su sobrina que hable con Agnes, que no le rompa el corazón.
Aquejada de una
súbita prisa (serán las hormonas) Marian dice que lo de Tía Agnes no es corazón
sino orgullo. Es injusta. En la mesa, vemos como Oscar finalmente hace que su
madre admita que esta triste por la partida de Peggy.
Por otro lado,
sabemos que Marian no ama a Tom. Nunca se lo ha dicho. La razón para casarse, y
se la dijo a Peggy, es para no oír más gente que duda de su relación. ¿No es
eso orgullo? Y la verdadera razón es que se aburre con las tías y quiere salir
con todas las noches con su marido. No se le ocurre que Raikes no tiene para
comprarle vestidos ni carruaje, ni siquiera una casa. Marian es totalmente
idiota.
Esa noche, en una
representación de Norma, Aurora Fane nota que en el palco de al lado, Tom
Raikes está muy amartelado con Cissie Bingham (¿Estará celebrando su despedida
de soltero?) .Al día siguiente va a casa de sus tías a advertir a Marian. Está ya
se ha ido, pero Ada envía a Aurora a casa de Mrs. Chamberlain a buscar a la
fugitiva.
Aurora se traga sus
resquemores, y se aparece en la casa de la Chamberlain, para encontrarse a Silvia,
Marian y Peggy esperando al novio que lleva horas de atraso. Marian se niega
creer en las insinuaciones de su prima. Explica el atraso de Tom con un “¡debe
estar herido!”. Finalmente, Peggy la convence de ir juntas a la oficina del
Licenciado Raikes.
Me ha conmovido
muchísimo esta red de apoyo femenino que amortigua el duro golpe que sufre Marian,
aunque sea a su dignidad. Al llegar al bufete se encuentra al Licenciado Raikes
muy sentándote ocupado en escribirle una carta explicándole porque va a darle
un plantón. “Somos pobretones forasteros” le explica. La ama, pero el amor sin dinero…no sirve en
Nueva York.
A mí lo que me da
ira es porque no le escribió antes. ¿Por qué dejarla pasar un bochorno tan
grande? Fuera de la oficina, Marian se echa
a llorar. Peggy la sube al carruaje de Mrs.. Chamberlain y la envía de regreso
a casa. Súbitamente, Marian recuerda las cartas que le pasó a Larry. Alcanza a
llegar a tiempo para quitárselas. Larry solo le exige un vals como pago por su
discreción, porque…¡Ohhh sorpresa! Las Brooks van al baile de su vecina. Para
entender lo que ocurrió hay que hacer un rewind total.
El Baile que Casi
no Fue
Tal como
predijimos muchos, Bertha se salió con la suya usando el mismo truco con el que
Ava Vanderbilt torció el brazo de Lina Astor, solo que el método Fellowes le inyectó
más dramatismo a la extorsión.
Antes de entrar
en las mecánicas mafiosas de Los Russel para cumplirle el sueño a Bertita, saquemos
del camino el secreto de Monsieur Boudin. Nos enteramos de que la mujer con la
que el chef Ratatouille discutía en plena calle era su esposa. Pero no se trata
de Madame Boudin. Es Mrs. Josh Borden. Boudin no es francés, Boudin no se llama
Boudin, Boudin es de Wichita, Kansas, ¡Boudin es un fraude! A pesar de eso, su
mujer busca una reconciliación y como es costumbre en esta serie, recurre al
chantaje. O vuelve con ella o grita en la plaza pública que los Russell tienen
un cocinero del Medio Oeste.
Boudin va a confesarse con El Patrón. Noten
una cosa, es Bertha quien contrata y despide al servicio, pero el cocinero va
con George, posiblemente porque lo crea más justo. Efectivamente a George no le
va ni le viene de donde venga el cocinero siempre y cuando la comida sea
sabrosa. En cambio, Bertha cae en uno de sus comunes ataques de histeria . En
un “¿qué dirán de mí?” cuando
todo lo que ha hecho, hace y planea hacer, le ha otorgado una reputación de abominable
nueva rica.
En vez de
esperarse hasta después del baile, Bertha le da con su botín en el trasero al
cocinero, no escucha razones y manda que le envíen de la agencia un chef
francés, como si tal cosa la vendieran en las esquinas. George trata de
convencerla de no ser tan impulsiva y lo hace callar.
Resulta que el
nuevo chef es un diletante alcohólico que la noche del baile duerme la mona en
un mesón en vez de cocinar. Por suerte, Boudin ha dejado su dirección y Church
manda buscarlo.
Después del
baile, Bertha se entera y esta punto de montar otro berrinche, cuando su marido
(debe cansar eso de ser mandilón las 24 horas del día) interviene. Felicita a
Church por su buen juicio, recontrata a Boudin y solo exige que use su verdadero
nombre. Bertha, como cada vez que su
marido alza la voz, se hace chiquitita. Algo que los Bertha fan no entienden es
que todo su poder nacer del dinero y poder de su marido y que, si este se cansa
de cumplirle los caprichitos, ella es NADA.
Por suerte para
Bertha, George está totalmente de su lado. Tanto que a punta de chantajes—su modus
operandi favorito— consigue que Julius Kruype, un ricachón, cuya esposa ejerce más influencia social que
Lina Astor, venga a la fiesta. Bertha
también ha sido clara con Mrs. Astor, debe invitar a todas sus amigas,
incluyendo a Agnes y a Ada.
Agnes no da
crédito al recibir una carta de Lina exigiendo, en nombre de su amistad, que vaya
a rendirle pleitesía a la vecina. Ada la calma recordándole que lo hacen por su
sobrina. Marian está tan bonita, hay que lucirla. Nos damos cuenta de que para
ambas mujeres Marian es la hija que no tuvieron. Si Agnes piensa que en eta fiesta
encontraran el Príncipe Azul para Marian, Ada agradece que no ha perdido a su hija
a manos de un villano.
El baile es toda
una sensación, a pesar de que Bertha insiste en esperar a la llegada de Las
Astor para iniciarlo. La famosa cuadrilla, resulta ser Gladys y sus amigas
disfrazadas de María Antonieta trotando con chicos disfrazados de caballos
(WTF?) Bueno, es mejor workout que dejar que les crezcan las llantas
mirando videos de TikTok.
Como Lina Astor
no hace las cosas en chiquitas, ha venido Le Tout New York, incluyendo Flora
McNeil que casi se tropieza con (quien ya creemos es su padre) el lacayo Watson
que está ahí recogiendo capas y abrigos. Otra aparición desagradable es el Licenciado
Raikes que llega colgado del brazo de Cissie Bingham.
Me encantó como
Ada y Aurora corrieron a flanquear a su parienta, lanzándole miradas asesinas
al tinterillo. Pero cuando notaron que Marian quería hablar a solas con su ex,
se retiraron prudentemente. Esta nueva demostración de solidaridad femenina
(junto con el Frente Unido Scott) han hecho de este el episodio más feminista
de la temporada.
Raikes
estúpidamente le dice a Marian que vino porque creyó que ella no estaría. “Si
no, no hubiese venido”. ¡Te vamos a creer, rufián! ¿Acaso pensaba que Marian
iba ir a esconderse a llorar en la perrera de Pumpkin? Vanidoso. Efectivamente,
Marian se echa a llorar en un rincón de donde la saca Larry para bailar con él.
Otro que quiere
sacarle el brillo a la pista es Oscar, pero Gladys lo obliga a esperarla con un
“ya no haré más lo que me ordenen otros”. (¡pobre ilusa!) Mas tarde la vemos flotando en los brazos del
joven van Rhijn. Agnes lo nota y lanza un respingo equino. Las Hermanas Brooke
se retiran temprano, pero dejan que la sobrina siga disfrutando de la fiesta.
Ya de madrugada,
Marian regresa escoltada por Larry a quien le ha contado su triste aventura. Él
le ofrece todo su apoyo. Ma tarde, Ada , en bata de levantarse, entra al cuarto
de Marian a ver como está. Le dice que puede dormir hasta el mediodía y le
recuerda que ese es su hogar, que siempre
podrá contar con ella. Tía Ada es una mamá tan maravillosa. Yo quisiera que
Gladys tuviese una madre así. Yo creo que hasta Armstrong quisiese una madre
así.
Mi Problema
con Bertha
Hay gente que
dice que yo soy injusta con Bertha, que exijo demasiado de ella como personaje,
¿que acaso no me gustan algunos villanos? ¿Y acaso Bertha no hizo lo mismo que
Mrs. Vanderbilt? Me gustan algunos villanos siempre sean divertidos y tengan
cualidades redimibles, pero Bertha no es villana y el que carezca de cualidades
me la hace confusa y moralmente ambigua. Concuerdo con este excelente artículo
de Lili Loufbourow en Salón donde dicen que, si supiésemos más de Berta, de su pasado y personalidad la comprenderíamos
mejor.
Loufbourow nota
que Bertha, a pesar de los berrinches que arma, no enfrenta grandes problemas.
En general, los grandes conflictos los tiene George y se solucionan rapidísimo
lo que no nos permite ver a los Russell sino como una Power Couple agresiva e
inescrupulosa que siempre se sale con la suya, aunque sea aplastando al más
débil. Ya parecen el Zar Vlad.
Ava Vanderbilt
consiguió amigarse con Lina Astor usando las mismas reglas que su rival había
creado. Ni siquiera tengo claro si hubo chantaje. Para 1883, Ava y su familia
ya eran parte de la alta sociedad neoyorquina, a pesar de que las puertas de los
Astor seguían cerradas para ella. Carrie Astor fue la única chica de sociedad
en no recibir una invitación al que se rumoraba iba ser el “Baile del siglo”.
Esto fue
considerado como una humillación por Lina quien decidió solucionar el asunto.
La excusa de Ava era que al no haber nunca visitado o recibido a la madre de
Carrie “no conocía su dirección”(¡!!). Mrs. Astor solucionó el asunto yendo a
la casa de su rival para dejar una tarjeta con sus datos . Ni siquiera tuvieron que hablar o tomar té
juntas.
La fiesta
Vanderbilt era un baile de disfraces no una presentación de sociedad de nadie. Eso
es lo que hace más dramático el juego de Bertha de cancelarla. ¿Qué hubiese
sucedido si Mrs. Astor no hubiese dado su brazo a torcer? ¿Hubiese Bertha
pospuesto la presentación de Gladys hasta que esta tuviese cincuenta años? Es
la poca consideración que tiene por su hija lo que me descoloca.
Cuando Carrie le
dice a su madre que Bertha es más poderosa que ella, se refiere a que Lina ama a
su hija y está dispuesta a todo por ella. En cambio, para Bertha, Gladys es solo una herramienta para cumplir
sus ambiciones. Incluso el modo cariñoso en que trata a Carrie es un modo de
agrandar la pelea de la nena y su madre, de debilitar a Lina quedando como víctima
ante los ojos de la hija de Mrs. Astor.
Esta dicotomía
queda en evidencia después de la tregua firmada entre Russell y Astor. Vemos a
Lina contarle a su hija que podrá ir a trotar en su cuadrilla con el hombre que
ama. El cariño que hay en los rostros de madre e hija contrasta con una escena
parecida en chez Russell.
Gladys entra en
el boudoir y su madre le suelta “vas a tener baile, pueden venir tus amigas”. Transportada
de felicidad, Gladys abraza a su madre. Bertha primero pone cara de “qué bueno
que seas agradecida, mocosa”, pero luego
cambia la sonrisa por una expresión de hastío/desilusión Su rostro ahora dice “que hija
tan tonta y débil parí. Cree que todo se arregla con arrumacos”.
Otra escena donde
se pone en evidencia el poder de expresión facial de Carrie Coon (debería ganar
un Emmy) es esta. Su marido le está hablando y ella no le responde inmersa en
algo que escribe con esa mirada de loca obsesiva. No quiere que nada la
distraiga y no escucha a quien debería ser lo más importante en su mundo. No ha
querido compartir su plan con George. Eso para quienes dicen que George y
Bertha son tan compenetrados, cómplices en todo.
Bertha es
Presentada en Sociedad
Un error de Fellowes,
ha sido meter lo de la cuadrilla. Una debutante no tendría tiempo ni espacio
para andar ensayando monerías. Aunque la madre u otra parienta mayor serían las
anfitrionas, la presentación de sociedad exigía que la debutante atendiese a
todos sus invitados. El baile era su rito de pasaje y era totalmente de ella.
Al hablar se referiría a “mi baile” y sus padres dirían “el baile de Fulana”.
Nada de eso ocurre en el final de La Edad Dorada.
El protocolo exigía
que Gladys acompañada de su madre recibiese a cada invitado y seria Bertha
quien le presentase a su hija las personas que venían entrando. Aquí hubo un
desorden total. Nunca vimos como Gladys le fue presentada a Agnes y a Ada, por
ejemplo. Probablemente porque era Bertha la figura central de la fiesta.
Otro olvido fue la
costumbre de que cada invitado enviase flores a la debutante y esta las
agradeciese personalmente. Era permitido que la debutante recibiese a sus
invitados en compañía de sus mejores amigas. Hubiese sido normal que Carrie, al
llegar, se uniese a Gladys en la línea de presentaciones. En cambio, es Lina
quien se une a Bertha, y Gladys
desaparece en un rincón como un paragüero, algo útil, pero que no debe ser
ostentoso.
Por último, se ha
hablado mucho del vestido de Bertha. De lejos, yo la miope, creí que venía disfrazada
de perro dálmata. Contrasta con el sencillísimo vestido de su hija. Es obvio
que Berta gasta mas en ella que en Gladys.
¿Que esperar
de la próxima temporada?
Pues, obviamente
veremos a La Scott buscando al bebé perdido. Luego la lucha de Peggy por
recuperarlo, que espero no le tome años como a Lady Edith. Sobre Los Russell, veo a Berta ahora
intentando bloquear a entrada de los nuevos ricos a a Alta Sociedad. ¿Se aliará
con Lina Astor para ello? Se aliará con
Agnes para impedir un enlace van Rhijn-Russell.
¿Tendrá Silvia
Chamberlain una participación más importante en esta segunda temporada? ¿Descubriremos
el lazo entre Flora y Watson? ¿Regresará Turner a vengarse? ¿Encontrará Bertha
un marido digno para su hija? Pero mi
mayor expectativa es como tomará Mrs. Russell el romance Marian-Larry..
Well, the ball was such a ball LOL
ResponderEliminarI love how Bertha handled everything and how sure she was that everything will work her way. I also loved how beautiful she is with her hair down.
I love how Raiked ditched Mariane, it was so lovely LOL I hated how that nasty parasite has immediately leeched into poor Larry. Da eff would he be with such a vile woman? She would use him like there is no tomorrow.
Notice how Astor wore that big crown like she is a queen, that woman is so full of herself.
The whole Peggy storyline is boring to me and I think we are forced to watch it just for the sake of woke rules.
What are we watching after this? I cannot decide between Last Kingdom and Sanditon. Sanditon makes me wanna puke, but I must watch for my Tom Weston whom I adore beyond anyone else.
You are right I didn’t realize Lina was wearing a royal tiara, twice the size of Bertha’s. Now that Bertha has achieved her longtime dream, what is there for her to do?
EliminarI don’t mind Peggy’s arch. In fact, I’m quite invested in it, but I resent that, due to the segregated woke rules, her life has to move in a parallel word, away from white folks. it’s why I liked this episode so much, because she was in the thick of it., being such a terrific friend to a white girl that doesn’t deserve her.
I loved the first episodes of Sanditon. Charlotte has become a more serious character. Your Tom Weston is quite good, in fact too good to be true. I fear our Colonel is going to turn up to be a mixture of Raikes and Wickham. I could never get beyond the first episode of Last Kingdom.
I truly hope Charlotte or what is her name does not get my Colonel Weston Jones LOL I hope he ditches her like Sydney did in the first season. That ending was so delightful when the leech does not get the rich guy whom she does not deserve in the first place.
EliminarWe must also watch Julia this week, I think it will air in episodes not the whole season at once.
The Colonel appears to be a dubious character. Once a week seems to be the standard policy in HBO. I guess Julia will become our Thursday's guilty pleasure.
EliminarEstas segura que no la haz escrito tu a esa obra?😀
ResponderEliminarQue reseñaza 👏👏👏hace rato que no veo algo tan completo.
Felicitaciones y me pondré con ella.
Muchas gracias, no, si la hubiera escrito yo, sería muy diferente. Me alegro de que te guste porque siempre trató de poner la mayor cantidad de información que pueda recaudar, para hacerlas diferentes a otras reseñas.
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