En un año en que
hemos tenido tres visiones del cuento de Sisi Emperatriz, ya no se vale
determinar si The Empress es buena ( no lo es) o mejor que versiones
anteriores (tampoco lo es). Lo que importa es qué novedades, por locochonas que
sean, se han embutido en la historia de otra de esas “perpetuas víctimas del
patriarcado”: Isabel de Baviera, alias
Sisi.
Ese es el primer
cambio. Sisi quiere que la llamen “Elisabeth”. No hay ninguna fuente histórica
que diga que exigió ese cambio de nombre al convertirse en emperatriz. Un estúpido
artículo de Elle dice que “detestaba” el apodo. ¿De dónde sacaron
eso? ¿Saben por qué es mentira? Porque
“Sisi” es una invención de la Sisimania. A Elisabeth en famille se
la llamaba “Lisi”
Es una más de las invenciones de este relato escrito por una semi novata de 39 años llamada Katherina Eyssen, cuyo currículo incluye un poco de experiencia actoral, algunos cortos y el haber escrito un par de episodios de series policiales como Tartot. Hija de la directora Vivian Naeffe y del libretista Remy Eyssen, más conocido por sus novelas de detective, Kati tiene buenos contactos. En dos ocasiones ha colaborado con su madre en proyectos que Vivian ha dirigido.
{NOTA: Andan
diciendo que está basada en una novela de Gigi Griffis. Si miran la página de Amazon verán que
la novela fue publicada apenas dos días antes de salir el show al aire. ¿Que
vino primero, entonces? ¿Novela o libreto?}
Cambiando la
Historia de “Lisi”
El Equipo Eyssen
conserva lo básico del suceso histórico. Francisco José, imperator de un
vasto imperio, que va desde Lombardía
hasta Polonia, está por casarse con su prima Helena “Nene” von Wittelsbach,
pero al ver a la hermana pequeña de la novia se encapricha con Sisi y acaba casándose
con ella. Desde el primer instante, Sisi
tiene problemas con el protocolo real y con sus estrictas mentoras: la Condesa
Esterhazy y su suegra, Sophie. La rebelión de Sisi consiste en escaparse de
noche, treparse a los árboles a fumar; regalarle sus zapatos a una obrera y
andar descalza por el lodo. Cuando la molestan ocorre a esconderse o se quita
la ropa en las escaleras del Palacio de Schonbrunn.
Ahora vienen los
cambios. Franzi es un idealista lleno de ideas de progreso. Quiere pacificar a
su pueblo a punta de traerles modernidad, como trenes. No quiere guerra, quiere
a todos felices. No se entiende entonces por que todo su pueblo lo odia, al
punto que el hoi polloi se saluda con un ”Revolución” que huele a “Heil
Hitler” (recordamos que los Nazis eran revolucionarios socialistas
anti-monarquía y anti-elites).
El más descontento
es Maximiliano, el envidioso hermano del emperador, quien quiere el trono para
convertirse en un tirano déspota que gobernará apoyado por la iglesia y la aristocracia.
Cuando no está seduciendo mujeres (incluso le hace la corte a Sisi que le sigue
el juego peligrosamente), Maxi anda complotando en contra de su hermano.
Este envidioso, consigue
boicotear los esfuerzos de Franzi de evitar la Guerra de Crimea (que ya llevaba
un año en curso para cuando el emperador se casó) . Todos culpan a Sisi que no encuentra nada
mejor que irse de juega con Maxi, pero cuando la revolución llega al palacio
ella se porta como una heroína marcha entre el pueblo y, a punta de contarles que está preñada, los envía a todos a su casa. Creo que WTF es
muy poco para definir este Deus Ex Machina.
La única excusa—aparte
de que es de Netflix— es que The Empress es creada por gente sin
más experiencia que cortos y series policiacas. Nadie en el equipo de Kati
Eyssen ha escrito un drama de época o serie importante. Además de acumular los clichés
de lo que ya debemos llamar “La Fórmula de Las Reinas, este libreto consiste en copiar de otras sagas
de la desdichada emperatriz, pero prohibición absoluta de seguir algún detalle
realmente histórico.
¿Qué les
parecería si les contara que a verdadera Sisi sufría de una timidez patológica?
¿Qué odiaba las ocasiones sociales y que
a su joven edad pasaba por periodos de gran melancolía? La razón por la cual su
madre la llevó al cumpleaños del Emperador en Bad Ischl, fue precisamente para obligarla
a relacionarse con otra gente y superar su depresión. También se esperaba un
reencuentro de Lisi con el Archiduque Carlos (invisible en The Empress)
que realmente estaba enamorado de la primita pequeña.
Aunque con el
tiempo, Sisi despreciaría las exigencias de la vida cortesana y abrazaría
algunos ideales republicanos, nunca fue amiga del pueblo. Las multitudes que se
aglomeraban afuera del Schonbrunn para verla, la asustaban y sofocaban.
Sisi de la serie, frívola y borracha
El Culto a La
Fealdad
No quiero parecer
superficial, pero la serie me ha resultado un asalto a la vista. La oscuridad, que en Netflix es el nuevo sepia, domina todo este
drama de época. Mejor, así no vemos ni
el mobiliario antiestético, ni el horrible vestuario, ni las caracterizaciones
de un elenco que parece estar reflejado en espejos cóncavos de feria. ¿Quién
hizo esta serie? ¿Valle Inclán? Todo en The Empress es un esperpento
coronado por la Sisi más fea que he visto en mi historia de Sisifreak.
Turquía se ufana
de tener actrices hermosísimas, pues se han traído el equivalente a la pinche
de cocina de las bellas. Devrim Lingnau es tosca, mal encarada y posee una
mirada tan dura que a ratos parece turnia. No es buena actriz, no proyecta simpatía. Si
la subimos al estrado con Romy, La Capotondi y Dominique Devenport va a
aparecer como la repartidora que vino a dejar un paquete. Se tenía que decir y
se dijo.
Lo singular es que el elenco la acompaña
en su fealdad , como si hubiesen querido hacerle un sequito de espantapájaros.
Solo se salva el Philippe Froissant que tiene aspecto humano. {Otra burrada que
Begoña Alonso ha dicho en Elle es que Philippe Froissant interpreta a Sophie. “También está bajo la presión de su madre, Sophia (Philip
Froissan)” ¡Señora, el transgénero aquí es
Luzi! A Sophie la interpreta la actriz persa Melika Foroutan}.
Tanta fealdad hace que Elisa “Ojos saltones” Schlott se vea la más guapa. Mis Gatos Seriefilos saben que he tenido mi guerra con Fraulein Schlott. La odié en Nuestros Años Milagrosos y creo que la voy a odiar más en la segunda temporada de esa serie, pero la amé en la tercera temporada de Das Boot. Me entristece pensar que prefirió quedarse en este bodrio y no retornar al cuento del submarino.
Elisa Schlott también
tiene el triste honor de ser el único personaje con semblanza de humanidad en este
cuento parra adolescentes. Es mi personaje preferido, en términos de que no me
molesta que esté en escena. Los demás me repelen. Eso me deja con otro
personaje que me caería bien, al menos tiene buenos diálogos-pero es feíto por
dentro y por fuera. Me refiero a Maxi de Habsburgo.
Lo bueno es que
no lo han puesto gay. Un rumor sin base que, me decía un profe de historia mexicano hace
unos días, fue pura calumnia de los juaristas y que sigue siendo repetida por
un segmento de la población del país azteca que no saben que Maximiliano fue un
rey muy progresista y liberal. Aquí el liberal es Franzi que en la vida real
era ultraconservador y a sus 23 años ya actuaba como un viejito
Volviendo a Maxi,
lo ponen como un garañón que preña dos hermanas de un tiro y le planta un chupón
en el cogote a una dama de Sisi que la deja más marcas que un mordisco de Lestat.
No hay necesidad de ponerlo gay, aunque llegue a sus fiestas con los ojos con más
mascara que la que usaba el Floki de Vikingos, y que los marineros que
sirven el absintio en dichas fiestas anden disfrazados de camareros de bar gay
de Marsella. Ya en su comportamiento nos muestra que es un pobre niño tico que
se aburre y busca sensaciones extremas. Eso nos lo hace muy contemporáneo.
En Elle
han dicho que The Empress es más Bridgerton que The Crown.
Con eso quiere decir que es poco seria y tiene mucho sexo. Pero las fiestas de
Maxi me hicieron recordar a otra serie. Llegué a la conclusión de que Netflix
le encargó a Kati Eyssen darle un vuelco “coppoliano” a su SisiSaga. Hacer lo
que Sophia logró con la ya clásica Marie Antoinette. Tomar un episodio
histórico y convertirlo en un retrato de disipación y angst adolescente
(léase adolescentes del siglo 21) .
Lo logrado fue
una especie de Gossip Girl. Lo noté en el intercambio de Las Chicas
Wittelsbach con el non sequitur de Sisi “te has vuelto nuestra madre”. ¡Guau!
Serena van der Woodsen no lo pudo decir mejor y la pobre Nene quedó tan corrida
como mi amada Blair Waldorf. Pero cuando Nené fue a rescatar a su hermana
escondida bajo una mesa me recordó la reconciliación de Blair y Serena en Central
Park bajo la lluvia. Bueno si ya tenemos alter egos de la It Girl y de
la María Antonieta de Manhattan, nos queda aceptar que Maxi es Chuck Bass. ¡Ya
espero oírle decir “Soy Max de Habsburgo!”
Vale recordar que
Blair vivió un año como Princesa de Mónaco, que era buena para huirle a lo que
la asustaba (recordemos la escapada de su boda principesca ) y que tuvo
problemas de etiqueta y otras cosa con su suegra. Hey! la suegra se llamaba
Sophie también.
Los peligros de tener una suegra llamada Sophie
Blair huyendo de su boda
Un Vestuario Estrambótico
En donde no hay
comparación con la elegancia sartorial de Reina Cotilla, es el vestuario
de esta serie. ¿Por dónde comenzar? ¿Los colores? Sisi en blusa naranja y falda
morada. ¡Ayyy, mis ojos! Sisi yendo a su baile de compromiso en un traje color…¿caca?
¿Nos atrevemos a hablar de las telas? Las Wittelsbach eran pobres, pero llegaron
al palacio todas andrajosas. Parecían vestidas con retazos de disfraces de
Halloween, cretonas de cortina y hasta tapices de alfombra.
Ese color, ese color y ese escote anacrónico
¿ En que tianguis compraron esos hárapos?Si creiamos que Blair exageró con su vestido del prom...
¿Qué les parece el look "alfombrado"de Sisi?
Lo más estrafalario que los diseñadores siguen una versión New Look con colores ochenteros y faldas con crinolinas. Todas parecen estar desfilando por una pasarela envueltas en parodias de modelos Dior para la noche. El vestido con el que la Emperatriz Sofía recibe a su futura nuera pudiese haber sido diseñado por El Maestro Balenciaga…¡pero después de una noche de copas!
Un cencerro con cascabeles y el New Look de 1854
Ni hablar de las joyas. Sofia tiene en el pescuezo una especie de cencerro de vaca con cascabeles. Casi tan grotesca como la corona de vidrio y cartón que luce su nuera en su baile de esponsales En cuanto a las transparencias del vestido de novia de Sisi, dejémoselas a Las Kardashian, pero no a la futura emperatriz.Sisi y su coronita de cartón
¿Y de dónde sacaron esa burrada que Leontine le
cuenta a Egon que las damas de la corte no usan ropa interior? Lo vemos cuando
Sisi (tan fina ella) se pone de cuclillas en el empedrado y se mete la mano en
la entrepierna para descubrir que le ha llegado el periodo.
Hasta en el modo
en que Lisi se relacionaba con la ropa inventan cosas. Como en Sisi, la
muestran incomoda con los corses. En la vida real (algo que si incluyen en The
Corsage) la emperatriz se obsesionaría con lucir una figura muy espigada.
La costumbre en la corte vienesa era que la emperatriz solo debía usar zapatos
una vez. Una de las rebeldías de Sisi fue ir contra esa norma. Ella quiso
conservar su calzado. Así que esa escena extravagante en que Sisi regala sus
zapatos a una mendiga y luego chapotea descalza en el fango, es el colmo de lo
improbable.
Para Reírnos
un Poco
A diferencia de The
Serpent Queen, The Empress no pretende ser una sátira, pero a mí me ha
sacado risas accidentales precisamente cuando quiere ser más seria. Esa amenaza
de Ludovika de meter a Sisi en un manicomio es impagable. ¡Si toda la Familia
Wittelsbach era más demente que Los Targaryen! Hubieran tenido que construir un asilo para
ellos solos.
Ha valido la pena
aguantarse este bodrio solo por ver a Jordis Triebel embutida en una crinolina.
¿La Dra. Stalina de Babylon Berlin la madre bestia de Dark
convertida en una duquesa? Eso es más
cómico que Dave Chapelle y Chris Rock juntos. Más cómico que el peinadito que
le hicieron al pobre Johann Strauss Jr.
El episodio de Strauss,
con el desprecio de Sisi al gran compositor (y pensar que en las Sisiliteratura
ella es su protectora) denota esnobismo de parte de Katerina Eyssen. Strauss es visto solo como el Manzanero del
Imperio: un señor que hace músicas para viejos. Diferente el caso de Liszt que
lo muestran como el Bad Bunny de la época.
Conclusión, la
realidad de la Emperatriz Isabel es tan prosaica e inexplicable para Millenials
y Zeta (me dicen que son el nuevo público de Netflix) que hay que inventarle
locuras que la acerquen a esas generaciones. Mas divertido es ver a Sisi toqueteando
al pueblo a lo Diana, o matando jabalíes o cayéndose al suelo de borracha, que presentarnos con la verdadera emperatriz
cuyo mayor pecado fue aceptar un empleo que le quedó grande y huir de sus obligaciones
laborales. Eso sí gozando de un excelente sueldo para cumplirse todos sus
caprichos.
Lo Inexplicable: El baile de esponsales. En medio de un vals los bailarines se ponen a interpretar una combinación de mambo, ballet de Dhiagilev, y una volta isabelina. Casi tan inexplicable como el corte de pelo de Nene (¿que ganó con esa peluca de Velaryon? ) o ese postizo que Esterhazy pidió prestado a Gary Oldman que lo usó (en plateado) en Drácula.
Un corte de pelo incoherente como todo en la serie¡Qué rico el mambo!
Contenido Violento
y Gore: Un par de palos que la policía les da a
los facciosos. Francamente, si todos son como el Egon se merecen palizas. Ser revolucionario
y dispuesto a cometer magnicidio no necesariamente significa ser buena persona
o perseguir una causa justa.
Desnudos y Situaciones
Sexuales. Muchos y bastantes
gratuitos, pero esto me lleva a un par de clichés falsos, sobre todo en la
Viena de 1854 que ya había adquirido el puritanismo burgués de un siglo victoriano.
Me refiero a todo lo que rodea al comportamiento sexual de los soberanos.
Para comenzar el
absurdo del “sagrado ritual”. No he encontrado pruebas históricas de que esa
“prueba de virginidad” haya sido practicada en Europa, ni siquiera en la medieval. Se sabe que se
practica en países africanos, entre los gitanos, y es una condición a la que
deben someterse la candidatas a ser policías en Indonesia, pero no ha sido un ceremonia
de la realeza ni ayer ni hoy.
Solía utilizarse
para demostrar que un matrimonio no había sido consumado o si había dudas sobre
la virtud de la novia (lo vimos en Velikaya ), o como ocurriese con Juana
de Arco que fue solicitado para demostrar que no era una mujerzuela que venía a
estafar al rey. Sin embargo, se ha vuelto un faux cliché de muchas series de
época: Ekaterina, Versalles, The
Great, La Reina Serpiente y ahora The Empress.
Ningún biógrafo
de la emperatriz jamás ha mencionado tal acto. La ironía es que, en María Teresa,
también hecha por la televisión austriaca y que tiene lugar cien años antes de
la boda de Sisi, ni hay sagrado ritual ni reglas para la copula matrimonial .
Tampoco tuvimos
lo del sagrado ritual en La María Antonieta de Coppola, ni en Victoria,
ni en Reign. ¿Se imaginan que de problemas se hubiese evitado con lo del
divorcio de Enrique VIII si hubiese existido el sagrado ritual? Este invento woke que acaba siendo un proceso
invasivo y una forma de violencia sexual en The Empress, sirve también
para degradar a la iglesia con Monseñor Rauscher presente y orquestando todo el
proceso.
Toda esa
acelerada clase de Esterhazy sobre etiqueta sexual también estuvo fuera de
lugar. Casi tanto como la bata de esclava tártara que debía usar Sisi durante
la consumación. En realidad, acompañaron al tálamo nupcial a la real pareja
solo Ludovica y Sophie. Ambas se retiraron discretamente. Sisi solo fue desflorada
en su tercera noche y parió a su primera
hija diez meses después. No creo que la hayan temido a punta de huevos crudos
por mucho tiempo.
Contenido Feminista: ¿Quién es poderosa en este cuento? ¿Leontine, la revolucionaria? ¿Sophie, la tirana? ¿Sisi que es egoísta, maleducada, antipática y
más encima tan boba que anda creyéndole el cuento al conspirador Maxi? Ni
siquiera le sienta el rotulo de víctima.
Factor Diversidad: Esterhazy es lesbiana y no es un personaje positivo. Luzi es gay y transgénero (¿cómo saberlo a los seis años?) Mas encima caen en un cliche homofobo, Luzi es gay porque juega con muñecas (WTF?)
Los rusos son malos. Interesante la reunión de Franzi con los banqueros judíos (El Barón von Eskeles) y griegos fanariotas (Los Barones von Sina). El primero le niega un préstamo para construir un ferrocarril. Los segundos le retiran el apoyo económico luego que fracasan los esfuerzos de Franzi por evitar una guerra con Rusia. La aparición de estos personajes evidencia la diversidad étnica (y la movilidad social dentro de ella) en el Imperio.
I am totally shocked by the costumes, I did like the wedding gown but it was too modern. But the rest of the gowns, the avantgarde style, what is up with that??? Those fugly asymmetric cuts around the shoulders and big pieces of fabric stretching around them, who allowed for such fugliness, it burns my eyes... and you know I am fashion sensitive. And Nene's hideous new hairdo, and Franzie says you look beautiful, like what the what? That is like the ugliest hairdo, looks like a bank teller not a princess. And Franzie trashing Russians while it was them Austrians who stopped Russians from conquering Turkey and thus changing the bloody history that came afterwards in which us Balkan people lost millions in the hands of Muslims.
ResponderEliminarAnd Sisi drinking and going to Maxi's party just did not make any sense. I still have three or four episodes. It is watchable, but not at all like Sisi. And did we need to see lesbian moments between the keiserin Sophie and cuntess Esternazzi? LOL And why does Esternazzi look like the bride of Frenkenstein all the time?
And yes I hate darkness with passion, Boundless or Sin Limites is also effing dark all the effing time.
In an interview with German Vogue, Gabriela Rumer, the guilty party in this sartorial mess, said something like she had to change the fashions otherwise they wouldn’t “work”. She implied the public would not be comfortable with 1850s dresses. Really? Then why not have Cleopatra wearing leggings? Every time I read an interview with someone from The Empress, I hear such braying; I cannot believe humans could be such asses.
EliminarI’m also fashion conscious, but this is an assault in good taste, and the jewelry. Bells and glass diamonds? I also felt bad about their treatment of tAzer Alexander and especially of his wife who was ten times more useful to her people than Sisi ever was.
Besides the whole hunting party was an idiocy. The Crimean war had begun a year before Franz got married and he had already switched sides against Russia. They couldn't avert a war in progress.
Esterhazy looks like a dyed-up Dracula (Coppola’s Gary Oldman)