martes, 28 de enero de 2025

La Triste Vida Privada de los Espías: The Agency en Paramount +

 


En todas las estaciones del año, intento desligarme un poco de mi obsesión con el drama de época y busco algo contemporáneo como los thrillers de espionaje. Este invierno mi elección ha caído en The Agency en Paramount +. Esta adaptación del éxito de la televisión francesa Les Bureau des Legendes, presenta los conflictos y actividades de la oficina de la CIA en Londres y es una no muy acertada combinación de espionaje, un romance prohibido, y el lado humano de los agentes de la central de inteligencia más grande del mundo.

Sonaba estruendosamente apetitosa: un elenco encabezado por Michael Fassbender y Richard Gere; un equipo de productores que incluía a George Clooney y bajo la dirección del legendario Joe Wright de Orgullo y prejuicio y Atonement. Sin embargo, me pasé el primer episodio tratando de no quedarme dormida, tal como me pasé el segundo tratando de entender quė ocurría, porque de lentitud latiguda pasamos a una actividad tan vertiginosa que, a ratos, era confusa.

Un Marciano, Un Coyote y Una Española

Para guiarlos por este laberinto les aviso que hay tres historias: el reintegro de “Marciano” , nombre código de Fassbender,  a la CIA en Londres, después de seis años en Etiopia; el ingreso a la CIA de Daniela Acosta (interpretada por la anglo-española Saura Lighting-León); y un caos que ha ocurrido tras el arresto de Coyote, un agente clave en Bielorrusia.

                                 Dani en Teheran

Mas allá de este trio argumental, existe un leitmotiv, una moraleja, una verdad que Naomi (Katherine Waterston)  le expresa a Daniela cuando ella ingresa a la agencia. Para ser una agente se debe estar dispuesta a pagar un precio: perder su identidad real; adoptar una falsa y poco duradera, y descubrir al final que siempre va a estar sola.

La serie inicia en Addis Abeba, Samia (Jodie Turner-Smith, la Ana Bolena de ébano) , una catedrática de historia de origen sudanés, llega al departamento de Paul Lewis (Fassbender), su amante, y lo encuentra con las maletas empacadas listo para abandonarla. Samia es maravillosa, dulce, sumisa al acatar la decisión de Paul. Se nota que viene de otra cultura y, aun así, ha infringido la Sharía al cometer adulterio. Conmueve su personaje sobre todo cuando al hacer el amor por última vez le agradece al amante no haberle avisado de su partida antes puesto que le ha evitado días de sufrimiento.

Paul retorna a la oficina de la CIA (la “agencia”) en Londres. Debe convertirse en Brandon Cunningham, debe reconectarse con sus colegas, con su hija, con todo lo que abandonó hace seis años. Más fuerte aún,  debe desechar a Paul, debe desconectarse de las amistades que hizo mientras usó ese alias, borrar sus cuentas telefónicas, sus correos electrónicos, etc. Marciano es incapaz de cortar lazos con Samia, y la llama por última vez. Descubre que la mujer está en Londres y se arriesga a seguir su affaire, a pesar de que lo vigilan, de que hay micrófonos en su piso, de que lo siguen a todos lados.



Henry (Jeffrey Wright de Boardwalk Empire y Westworld), el superior inmediato de Marciano, sabe que oculta algo. Le comenta que los agentes que deben cambiar su identidad sufren de un síndrome, que algunos hasta enloquecen incapaces de separar su antiguo yo de la personalidad que han adoptado recientemente. Quiere que lo vea la nueva siquiatra de la agencia, pero quien va a necesitar de un psiquiatra es la Doctora Blake (Harriet Samson-Harris, la Eleanor Roosevelt de Atlantic Crossing) que llegada a “la agencia”, es involucrada en un caos laboral que provee la mejory más activaparte de la trama. 

Un Pato de Madera

El agente Coyote ha sido arrestado en Minsk. Se teme que su arresto esté vinculado al descubrimiento de sus actividades de espía, lo que pondría en peligro a varias operaciones en la zona incluyendo  e Ucrania. La razón por la cual Coyote fue arrestado es que se emborrachó. Se interroga a su handler (Alex Jennings, el Duque de Windsor de The Crown) que ha ocultado que Coyote es un alcohólico en rehabilitación. Esto se debe a que el mismo Foster pertenece a Alcohólicos Anónimos.



La CIA revisa la lista de contactos de Coyote para ver que conexiones tiene con otras operaciones que ahora peligran en caso que el gobierno de Lukashenko haya descubierto que hay un agente infiltrado o que dicho agente haya traicionado a sus empleadores. Encuentran un punto débil en Alexei, un camionero, que se aterroriza al saber que Coyote está desaparecido. Toma la peor medida, intenta huir del país lo que es una declaración de culpabilidad. La Agencia consigue desviarlo hacia Polonia.

Marciano y la psiquiatra viajan a la antigua Danzig a convencer al hermano de Alexei de fingirse enfermo, e internarse en un hospital para convencer a quienes vigilan al camionero de que el viaje se debe a razones familiares. Todo en vano, un grupo de encapuchados secuestra a Alexei lo encierran en un subterráneo y lo torturan. Quieren saber si es un doble agente. El pobre camionero no sabe si es la KGB, la CIA, u otros, quienes lo golpean e interrogan.

Todo esto es observado por los agentes de la CIA+ la psiquiatra, desde un cómodo salón de conferencias en Londres. Ya solo falta que coman palomitas. Le explican a la aterrorizada Doctora Blake que quieren saber si Alexei es un “pato de madera”. No importa cuánto lo aprieten no dirá “ ¡Quak!”. En cambio, sí parpa (en serio, así se llama el sonido que emite el pato) todas las operaciones conectadas a Coyote peligrarán.



Pues en un momento el pobre camionero comienza a parpar. Se acusa de ser un doble agente y da nombres de altos funcionarios de la KGB. Esto dura interminablemente (la serie juega con el tiempo haciendo la trama más confusa) hasta que un exasperado Marciano se pone un pasamontaña,  irrumpe en la sala de tortura e interpela a gritos al camionero. Este acepta (obvio que no ha leído La guerra y la paz) que Natasha Rostova, Nikolái Bolkonski y Piotr Beshujov son miembros de su escuadra de agentes traidores.

Marciano sale y anuncia a la galería de espectadores que Alexei es un pato de madera, no un traidor. La que podría ser la mejor escena de los primeros tres episodios cae en simplezas sofomóricas al tener que informar a una audiencia a través de la Dra.  Blake contándole a Bosko que Marciano ha usado la obra de Tolstoi para exonerar a Alexei. Este prurito didáctico arruina el efecto de lo sucedido.

Aun así, se han abortado todas las operaciones en la zona menos ‘Félix”. Como le explica el Gran Jefe (Dominic West) a Boskocon quien se comunica en secreto y por zoom, Félix es demasiado importante. Debido a que la narrativa es fragmentada y nos pasamos más en charlas de agencia o con la vida personal de Marciano , solo a veces el guion recuerda lo que ocurre en la Europa del Este. Nos toma tres capítulos descubrir que Félix es un joven enfermero en Ucrania que al recibir noticia de que su operación peligra se interna con tres compañeros en el Donbast hasta tropezarse con las tropas rusas.



Todos Mienten

Para ayudar a disminuir la confusión les cuento que Félix es el cuñado de Henry. Él es el famoso Charlie al que aluden Henry y su mujer desde el primer episodio. El guion intenta crear interés con secretos pueriles, dándonos información con cuentagotas y entrecruzando tramas de manera inconexa y borrosa. Es como cuando vemos a un sudanés espiando a Samia, creemos que se trata del marido engañado, en realidad es un enviado del marido.

Si Samia me cayó bien al comienzo, pronto se nos presenta como una mujer de secretos que puede ser agresiva verbalmente. Cuando Marciano la interroga sobre sus mentiras, Samia habla a gritos en medio de la calle, da explicaciones imposibles y se refugia en un rol de victima mitutera, quejándose de todo lo que ha visto y sufrido en Sudan, Darfur o la Cochinchina, acabando con un “Ya tengo un marido celoso, ¡no necesito de otro!” Típico que crea que para “Paul” es una amante traidora cuando en realidad el agente la ve como alguien que lo está investigando.



No hay manera de empatizar con Paul/Marciano. Se hace la victima con Henry, a quien miente tanto como a Samia (que también miente) quejándose que la agencia le ha robado su posibilidad de llevar una existencia normal. A ver si quieres una existencia normal no te enredas con una mujer casada que proviene de una cultura donde lapidan a las adúlteras. De todos modos, cuando el agente se encuentra con Samia la trata como la mier…, se guarda sus cuitas de enamorado para recitarlas ante su handler. Inconsistente el espía.

Tampoco me gusta como trata a la hija. No se lleva a una adolescente a la que no ha visto en seis años y se la deja sola todo el día en un piso con ordenes de no salir y espera que se quede tranquilita durmiendo en el sofá como un gato. Poppy se pone a registrar la casa y encuentra los documentos de la otra identidad de su padre que Marciano debía destruir. Anuncia a su padre que, así como lo encontró ella lo puede encontrar la KGB. Marciano se pone histérico y la agrede física y verbalmente. Poppy se aterroriza, pero como buena Z consumista, exige que, para perdonar al padre, este le compre una lista de cosas caras.



No entiendo y no me agrada el personaje de Fassbender. Me quedo con lo que le dice a la psiquiatra que todos los agentes de la CIA son desequilibrados mentales y él es el más loco. Yo diría también el menos precavido, el más inmaduro, el más irresponsable, etc. Samia, de quien nunca estoy muy segura, también peca de los mismos defectos. Aunque sea una catedrática reconocida, aunque haya iniciado los trámites de divorcio, no puede ser tan ingenua para creer que está libre de las trampas de toda mujer musulmana aunque esté en Londres.



Osman pasa a ser el guardaespaldas de Samia. En realidad, es su cerbero. Cuando descubre que su presa tiene un amante,  la obliga con violencia a revelar el nombre de este. Ahora, Marciano tendrá que retomar su identidad de Paul Lewis para proteger a Samia. Este cuento que debería conmovernos, me deja fría. A partir del capítulo 2, la pareja se vuelve tan antipática que no me importa si Osman los achicharra.

Agentes Inútiles

Para colmo, no nos dejan olvidarnos de Coyote y Operación Félix, pero como se les menciona de manera esporádica ya a uno le cuesta engancharse con sus historias . Y para el episodio 4, reaparece Daniela a la que su handler le presta menos atención que los vampiros de True Blood a sus progenies. Tanto que la chica es lanzada, sin preparación,  a una peligrosa infiltración que la expone a ser descubierta o ser atacada sexualmente.

El problema es que Dani está muy mal preparada, desconoce técnicas de Mata Hari, ni siquiera sabe depilarse las piernas. Hasta ponerse un vestido e ir a un baile (donde debe presentar una ponencia sobre un tema del que sabe cero) es una catástrofe para ella. Aun así, no atrapa mi interés ni mi compasión. eso se debe a un mal libreto, a una inserción torpe de las subtramas que no nos hacen invertir atención en ninguna de ellas.

     Dani se consiguió un vestido, pero no se puede memorizar lo que no sabe.

Los personajes están mal delineados y sus comportamientos no son lo que asociaríamos con agentes de la CIA. Aquí no hay tragedias familiares como en The Good Shepherd,  o un buen vistazo a las políticas de oficina de The Company. No tenemos el dramatismo de ver agentes en tareas azarosas en espacios exóticos como en Homeland.  Me doy cuenta que Joe Wright, tan cacareado como director,  suele hacer cosas pesadas como Atonement o Anna Karenina que nos tienen revolviéndonos en la butaca del cine. Solo Hannah, me resultó interesante.

 A ratos,  la serie se siente fragmentada, casi mal editada. Los personajes parecen funcionar en base a información que no hemos visto que se les proporcione, como el que Marciano insista en conservar la identidad falsa para ayudar a Samia, a pesar de que ella aun no le haya revelado el chantaje de Osman. Para crear una atmosfera de Film Noir, a ratos Paul/Brandon/Marciano se vuelve un narrador en off, para luego llevarnos a un cuarto de hospital done el agente herido confiesa todo lo que ha hecho a espalda de sus superiores. Es  un recurso innecesario, rebuscado y mal usado.



Otros personajes simplemente toman decisiones inexplicablemente torpes. Owen es un agente administrativo, casi no sabe usar un arma. Lo envían a Minsk a ver qué pasó con Coyote. Allá se encuentra que en el departamento del espía desaparecido están viviendo la secretaria de Coyote y un gato. A Owen no se le ocurre nada mejor que acostarse con la secretaria. Al día siguiente lo llama Bosko, le dice que es posible que esté en peligro y que no deje entrar a nadie. Owen no le cuenta de la secretaria, pero la encierra en un armario. Lo rescatan, pero tienen que llevársela a ella también. Cuando vuelve a Londres, sus superiores le reprochan como si fuera un nene de primaria que cometió una travesura.

                    Lo que Owen encontró en Minsk



Otro caso es Dani. En medio de su débil campaña de seducir, sin entregar nada, a su profesor-jefe, es secuestrada por un desconocido. Ese la mantiene por dos días maniatada, sin comida, la veja, la golpea, la amenaza con violencia sexual. La acusa de ser espía de Irán. La muchacha resiste todo ese calvario. Finalmente, el interrogador revela que esto fue una prueba no anunciada, exigida por Marciano, y que Dani ha pasado el examen. En vez de darle una pateadura, la española busca a este mismo torturador, más tarde, y se acuesta con él (WTF?). Definitivamente, no puedo recomendar una serie tan disparatada.

Contenido Violento y Gory: Las sesiones de tortura, tanto de Alexei, el camionero, como la de Dani.

Contenido Sexual y Desnudos: Un par de escenas de cama de Samia y Marciano, nada impresionante ni gráfico. Lo mismo con Dani y su torturador. Un par de vistas de nalgas masculinas-un mercenario ruso y el noviecito de la hija de Marciano.

Factor Feminista: Sinceramente, es una desilusión el trato de los personajes femeninos. Se supone que Samia es una mujer empoderada, que ha superado, gracias a erudición e independencia, las barreras sexistas de su cultura, pero en Londres es tan vulnerable como si fuese la quinta esposa de un jeque petrolero o de un jefe tribal de Darfur.



El personaje de Dani me es incomprensible. Actúa como si fuera una novata universitaria que necesita pasar por hazing para ingresar en una fraternidad. No se entiende como la CIA la coloca dentro de una importante operación si ni sabe que debe incluir el guardarropa de una espía infiltrada,  y el vello corporal se convierte en su mayor obstáculo. Poco importa que sea una experta tiradora. Pongámoslo así, en La Era de la Ausencia de Criterio, Dani y Owen representan espías descriteriados.

A diferencia de las series de espionaje inglesas, la CIA parece no tener féminas en cargos importantes, pero los ejemplos más empoderados son precisamente mujeres que deben limpiar la basura de los agentes. Esos son los casos de Naomi y de la Dra. Rachel Blake.

Factor Diversidad: chinos, eslavos, Dani la española inglesa . Samia y Osman son sudaneses y Henry es afro-americano. No hay gays, ni minusválidos ni judíos. Al parecer la CIA no es muy inclusiva.

martes, 21 de enero de 2025

Black Doves: Keira no es una blanca paloma en este relato navideño.

 


Para quienes se escandalizan de que Die Hard sea ahora vista como un filme de Navidad, Netflix les ha traído una serie navideña  casi tan violenta como el clásico de Bruce Willis. Mrs. Helen Webb (Keira Knightley) todo lo hace bien. Es la esposa optima de un político, madre ideal y una gran ama de casa, pero estos días que preceden a Navidad no se las va a pasar haciendo adornos del arbolito o comprando regalos. Va a estar ocupada rastreando al asesino de su amante para vengar esa muerte.

Ante todos Helen Webb es la esposa perfecta del Ministro de Defensa del Reino Unido y la madre perfecta de un par de gemelitos malcriados. Guapa, elegante, y refinada es excelente para organizar eventos de caridad. En uno navideño recibe una visita sorpresa, Julia Child con peluca platinada, Sorry, obvio que me refiero a Sarah Lancashire que aquí parece ser una invitada de piedra.  Los Webb no la conocen, pero en realidad es la jefa de Helen y la directora de una organización de espionaje privado llamada Black Doves (Palomas Negras).

                                    Los felices Esposos Webb

Sucede que Mrs. Webb es una espía profesional, que hace una década que Reed (la jefa) la infiltró en el sistema de gobierno para recolectar información, que su matrimonio y hasta sus hijos han sido parte de un plan laboral para irla subiendo a espacios donde pueda recaudar más información. Lo extraordinario es que el bobalicón del marido ( Andrew Buchan de The Great Fire of London y El hundimiento del Laconia) ni se entera, pero Helen ha cometido un grave error. Se ha enamorado de Jason(Andrew Koiji de Warrior) un empleado de un ministerio al que conoció casualmente.



Reed ha llegado a la fiesta a regañar a su espía estrella por echarse un amante sin permiso, pero también a avisarle que Jason ha sido asesinado y que es posible que este crimen esté conectado con Helen y con su organización. Helen no la está escuchando (pedazo de actuación de Keira). No le interesa que se descubra su identidad o que vuelen las palomas negras, solo sabe que el hombre que ama ha muerto y que debe vengarlo. Amenaza a Reed, si le impide investigar o intenta algo agresivole muestra un cuchillola mata.



Reed tiene un problema. Los Webb van camino a Downing Street. Wallace puede llegar a ser Primer Ministro. Helen es demasiado valiosa para matarla,  pero tampoco puede dejar que interfiera en la investigación o ponga en peligro a las Black Doves. Para eso desempolva a un antiguo, pero eficaz, sicario, que estaba pastando en Roma. Sam (Ben Wishaw de Fargo temporada 4 y The Hour), además de buen asesino a sueldo, tiene dos ventajas: está en deuda con Helen y Mrs. Webb confía plenamente en él.

Helen está feliz de saberse bajo la protección de Sam, a quien parece querer mucho, pero él está en un dilema. ¿Cómo poder protegerla y proteger los intereses de las Black Dove cuando ambas misiones chocan? Y a nivel personal, regresar a Londres lo ha obligado a reconectarse con un círculo de amigos gays y por extensión con Michael, su ex amante.

Existe paralelamente una pistola de Chejov que se dispara al final del primer episodio. Wallace Webb y su ministerio enfrentan una crisis diplomática. El Embajador de la China ha muerto de una sobredosis. Los chinos dicen que fue asesinado. Para colmo su hija, Kim Ming, una Party Girl londinense, ha desaparecido. Helen va al piso de Jason y descubre un disco duro que contiene las ultimas llamadas que el difunto efectuó. Cinco fueron hechas a Kim Ming.



Todo esto ocurre en un movidísimo primer episodio donde vemos a Keira alternar roles entre ser una gran dama, madre de familia, furia vengadora y experta en combate cuerpo a cuerpo. Yo diría que ella es el núcleo de esta historia y a la vez es su mayor debilidad. La Knightley es un tipo de actriz que nunca provoca indiferencia: o la odias o la amas. Yo he pasado por todos los matices y ahora es mi actriz favorita…en period drama. Este rol es una faceta nueva para mí, aunque a ratos me recuerda a la Keira de Domino.

También combina esa doble vida de Jamie Lee Curtis en True Lies, Angelina en Mr. and Mrs. Smith con toques de Sandra Oh en Killing Eve. Aunque aquí no es el marido una pieza importante en el desarrollo del personaje sino Sam. A medida que se suceden los capítulos vemos las dimensiones de su amistad y también los peligros de esta

Yo diría que el poder de este relato está en la relación de Helen con Sam, su sinergia es una combinación de la de Maxwell Smart y la 99 con la de The Scarecrow y Mrs. King. La diferencia es que, aunque intensa, nunca es romántica y esa es la novedad que aporta. Curiosamente, la fortaleza del cuento es la pareja Sam-Helen, pero una debilidad es Sam solo. Como que no me atrapan los habitantes del mundo que abandonó y que son quienes aportan el humor negro a la historia.



Sin embargo, el guion entrelaza ambas historias. La antigua jefa de Sam ha quedado descontenta con un asesinato que él no quiso cometer. Ahora le exige que mate a Héctor Newman a menos que quiera que ella mate a Michael. Héctor Newman, un vendedor de drogas es quien tiene secuestrada a Kim Ming, al parecer una de sus clientes. De esa forma, la trama se va enredando y desmadejando.

                    Sam tiene una deuda con su ex jefa

Hay quienes se han quejado de que esa trama es inverosímil, de que es imposible que el esposo no haya notado que su mujer llevaba una doble vida. Primero que el marido es bastante bobo, tal vez no tanto como el marido de Nadine (Juno Temple)  en la Quinta Temporada de Fargo, pero ese espectáculo de ver a Helen luchando por su vida con un sicario que amenaza a su familia, mientras Wallace ronca pacíficamente en el piso alto,  los deja al mismo nivel.

Muchos espectadores han criticado el comportamiento de Helen que pone en peligro a sus mellizos, pero aparte de haber criado un par de diablillos maleducados y exigentes, no es muy diferente al de Nadine en Fargo que desesperadamente busca proteger a su familia sin que estos se enteren de que lo hace. Quizás esa falta de verosimilitud,  acoplada a un humor caustico, es lo que define a Fargo y Black Doves como comedias negras.

Yo recomiendo a la serie a pesar de que a ratos se desnivela cuando nos alejamos de Helen, o cuando hay cosas que suspenden nuestra capacidad de creernos lo increíble, pero en general es entretenida, está bien actuada y los protagonistas caen bien. Keira esta maravillosa, por algo la nominaron a un Globo de Oro y un Critic’s Choice. A ratos se nota su madurez como actriz y mujer. En otros se ve casi tan juvenil como en Bend it LIke Beckham-su primer éxito- y me recuerda a una joven Winona Ryder. Aunque nunca vi a Winona en una escena como la de Helen, a fines de su embarazo, que llega a salvarles la vida a Sam y a Michael, revolver en mano. ¡Soberbia!




El tema diálogos es un aparte. Cuando trata el libretista de hacerlos muy ingeniosos, fracasa. En cambio, es capaz de usar pocas palabras para una comunicación que sea emotiva y precisa a la vez. Aun así, se trata de una serie erudita o al menos salpicada de alusiones culturales. Cuando Sam dice que el último libro que leyó era Wolf Hall, Helen se ríe consiente de que un asesino a sueldo no leería ficción histórica.

Cuando Miss Reed le dice a Helen que, si abandona a Wallace, él se buscará a otra, dice “él no es Miss Havisham” evocando a la vengativa solterona de Grandes esperanzas de Dickens. Y me encantó que Reed y Helen tengan un meeting en un cine semi vacío con un filme que solo oímos. A lo mejor no consiguieron permiso para mostrar escenas , pero se trata de un clásico del romance adúltero, Brief Encounter de Sir David Lean

En el capítulo 3 es cuando nos llevamos las mayores sorpresas desde por qué Sam está en deuda con Mrs. Webb hasta las razones por las que no mató a Hector Newman (un dejo del Señor Ávila). Aún más fuerte, la identidad de su primera víctima. No, es que hay que verla para creerla.



El episodio final es un poco descabellado debido a la necesidad de dejarlo abierto para la segunda temporada, pero es un noir/thriller que generalmente funciona bien, sobre todo en sus saltos de las altas esferas políticas al mundo del hampa, del conflicto diplomático a la  armonía cotidiana de la casa Webb, y no me olvido de la banda sonora que incluye todo tipo de canciones navideñas desde “El Tamborilero” (en inglés y en voz de Johnny Cash) hasta la maravillosa “Fairytale in New York” de The Pogues.



Contenido Violento y Gory: Aunque en cada episodio nos encontramos a los protagonistas bañados en sangre, la violencia no es tan perturbadora como los motivos que llevan a ella. La peor escena es cuando Helen presencia en su celular la tortura y asesinato de un colega de su esposo y amigo de la familia.



Contenido Sexual y Desnudos: Keira es fiel a su promesa de no enseñar más su cuerpo de mujer madura y madre. Sus escenas con Andrew son sorprendentemente discretas y por ende más románticas. Los desnudos quedan a cargo de Whishaw quien ya en el primer episodio tiene una escena grafica de sexo gay.

Factor Feminista: Una serie en que un ama de casa mata a un asaltante y esconde el cadáver en un galpón en el patio; que casi al final de su embarazo rescata a tiros a su mejor amigo; que sabe deshacerse de un inoportuno guardia de seguridad en un elevador y que por una década ha ocultado su verdadera identidad a su marido, es un ejemplo para toda mujer que quiere sentirse empoderada. 



El hecho de que tanto Helen como Sam tengan patronas, una directora de un servicio de espionaje, la otra una líder del hampa; el que la gran villana (Tracey Ullman) sea una matriarca de la mafia londinense y que Sam y Kim Ming sean rescatados por unas alocadas sicarias hípsters ya lo dice todo. Los personajes femeninos son fantásticos y no hay ni un discurso woke.

Tracey Ullman es una poderosa matriarca de la mafia
Williams es una hampona peligrosa

               Mrs. Reed maneja una agencia de espías. 

Factor Diversidad: Muchos chinos y Sam tiene un círculo gay de amistades que vuelve a abrazarlo. Michael es anglo-africano, y el primer ministro es de origen indio, como lo era hasta hace poco Rishi Sunak.

martes, 14 de enero de 2025

El Silencio de las Hermanas Price: Say Nothing en Hulu

 


“ The Troubles”  solía ser el apodo de la Guerra de Independencia de Irlanda. Hoy también se usa para describir la guerrilla urbana que asoló el Norte de Irlanda en la segunda mitad del Siglo XX. Basándose en el libro de Patrick Radden Keefe , Hulu y FX han construido una visión a ratos trágica y a ratos cómica de la lucha armada en contra del ocupante inglés. A diferencia de otras obras sobre el tema nos muestra los daños colaterales que provoca el terrorismo y el modo en que lentamente va destruyendo al mismo guerrillero.

Los Infortunios de Irlanda

Si vamos a hablar de historias sangrientas, de reinos robados, de ocupaciones ilegales, y de pueblos oprimidos,  basta ver el ultimo milenio de la historia de Irlanda. En la Antigüedad, la isla estaba lo suficientemente lejana para que no la afectaran invasiones de griegos y romanos y para crear una sólida civilización de reinos o clanes tribales unidos por la herencia celta.

La cosa cambió en el medievo cuando Irlanda fue presa de invasiones vikingas y normandas. Para el siglo XV era vasalla de Los Tudor. Mas o menos se estableció un modus vivendis en el que los reinos seguían siendo semi autónomos, pero el cisma de Enrique VIII al imponer el anglicanismo destrozó toda oportunidad de armonía entre Inglaterra y la Isla Esmeralda.



Irlanda había sido una vez fervientemente pagana para convertirse en ferviente católica y no iba a cambiar. A los ojos de la corona británica, esto era rebeldía y sedición y a la isla le esperaban siglos de represión. Una de las mayores ocurrió en días de la dictadura de Oliver Cromwell quien implantaría el sistema de plantaciones, la importación de ingleses protestantes a Irlanda donde se convertirían en la nueva clase de terratenientes que subyugarían a la población católica.

Para La Hambruna de 1848, los irlandeses (y no solo católicos) se habían levantado en armas en contra del invasor en muchas ocasiones. Todas las revueltas habían fracasado. Entonces se constituyó el primer grupo de guerrilleros urbanos, Los Fenianos. The Fenian Brotherhood se dedicó a la lucha clandestina llegando a expandirse hasta Estados Unidos desde donde realizarían ataques al Canadá. Su especialidad, a fines de siglo, eran los asesinatos y bombas que hicieron estallar en ciudades inglesas como Manchester y Londres.

A comienzos del Siglo XX, la lucha irlandesa por la autonomía se batía en dos frentes: el político en el Parlamento de Londres y el frente del terrorismo ahora continuado por la Fraternidad Revolucionaria Irlandesa que tomaría parte en el Alzamiento de Pascua en plena Gran Guerra. La última gran batalla, que tendría lugar entre 1920 y 1922,  se conocería por el nombre coloquial de “Troubles” (problemas).  En ese entonces la Fraternidad cambió de nombre pasando a ser el Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army o IRA. ERI en español).



Esta guerra de guerrillas, cruel y colmada de atrocidades por parte de ambos bandos, obtendría la ansiada autonomía. En 1923 nacía el Estado Libre de Irlanda, pero con un precio: seguirían en manos británicas un par de provincias del Norte que incluían las ciudades de Belfast y Londonderry (Derry). Esto se debía a que eran habitadas por una mayoría protestante. El ERI no aceptó esos términos llevando a Eamon De Valera (el primer presidente de Irlanda) a proscribirlo.

El ERI trasladó sus cuarteles y guerra a Irlanda del Norte. Aunque estuvieron activos antes de la Segunda Guerra Mundial, su periodo más agresivo fue durante los segundos “Troubles” que cubrirían casi tres décadas de lucha y que son el trasfondo de No digas nada. Esta guerra clandestina se amparó en los tres principios que han gobernado la lucha armada en contra de Inglaterra por siglos: el apoyo masivo de la población civil; la ejecución de traidores y delatores (los “tout”) y la obligación de los miembros de no revelar nunca información sobre la organización, aun bajo tortura. De eso se trata Say Nothing.



Las Price: ¿Heroínas o Terroristas?

Comenzamos en Belfast en 1972. Una madre de familia es secuestrada delante de sus hijos por un grupo que incluye una mujer. De ahí saltamos a fines del Siglo XX. Otra mujer (Maxime Peake) cuenta su historia a un entrevistador que graba lo narrado. Es un proyecto de la Universidad de Boston y solo saldrá a la luz, cuando la mujer, cuyo nombre es Dolours Price, haya muerto.





De ahí pasamos a un flashback de Dolours en 1969. Es hija de un matrimonio Republicano que ha participado en la guerra perpetua contra el invasor inglés. La tía de Dolours perdió las manos y la vista por estar manejando bombas. Dolours desprecia esa violencia, cree en la resistencia pacífica tipo Gandhi,  y se la inculca a Marian, su hermana menor.

Antes de partir a estudiar en una academia de arte, Dolours y su hermana participan en una marcha multitudinaria de protesta (La Marcha del Puente de Burntollet). Camino a Derry,  son interceptadas por bandas de rufianes protestantes que las agreden. Fieles a su credo, los marchantes no responden a la violencia, pero entran en pánico cuando ven que la policía no detiene a sus agresores. Las Price intentan huir, pero son atrapadas por los protestantes que las golpean salvajemente. Es ahí que Dolours toma conciencia de que la lucha armada es el único camino para una Irlanda Unida.


                   Las Price son atacadas en una marcha pacifica

Para eso, y siempre con su hermana a la zaga, Dolours busca al líder de la lucha armada en Belfast y a su lugarteniente “Dark” apodo de Brendan Hughes (quien también participa en el proyecto de entrevistas). Se sorprende al descubrir que el líder es Gerry Adams a quien conoce como un chico tranquilo y de bajo perfil. la ironía es que cada episodio de Say Nothing acaba con un disclaimer sobre Gerry Adamsex presidente del Sinn Feinnque siempre ha negado haber sido parte del ERI.




Después de una entrevista con Adams, Dolours lo convence de reclutarlas a ella y a Marian. Hasta entonces el ERI usaba a las mujeres como enfermeras, protectoras, mensajeras, y recolectoras de información, pero no como guerrilleras. Las Hermanas Price se hacen famosas por su capacidad de disfrazarse y por un cómico, pero efectivo, asalto a un banco en el que ambas van vestidas de monjas.



Luego que participa en el rescate de un camarada, Dolours pierde el miedo a las armas, pero su promoción no la complace. Debe “escoltar” a gente que está condenada a ser ejecutada. Como Caronte, Dolours los lleva en su barca (en este caso un automóvil) al sitio de ejecución. A veces tendrá que hacerlo con amigos o se verá involucrada en el secuestro de algún Tout como fue el caso de Jean McConville. Aunque no la vemos cometer crímenes de sangre, Dolours se siente culpable. “íNo estoy en esto para matar católicos!” le dice a su hermana que sigue secundándola en todo.

Entretanto, ha llegado a Belfast un nuevo comandante, Frank Kitson (Rory Kinnear) que trae experiencia de combatir a los Mau Mau de Kenia. Esa experiencia consigue hacer mella en la sociedad clandestina del ERI, tanto en sus miembros como en la población que los asiste. A Dolours se le ocurre una idea un poco loca, trasladar las operaciones a Londres, darles a los ingleses donde más les duela.

A Adams le gusta la idea y pone a las Hermanas Price a cargo de la operación. El error consiste en proporcionarles un equipo de chicos casi adolescentes y sin entrenamiento, entre ellos una joven asustadiza y llena de escrúpulos. Aun así Las Price consiguen sobrellevar todos los obstáculos y situar bombas en sitios como Scotland Yard y el tribunal de Old Bailey. El error es dar aviso a la policía, para evacuar los edificios, con mucho adelanto.



La policía tiene tiempo de desmontar varias bombas, solo dos estallan y el grupo de terroristas novatos es arrestado en el aeropuerto. Me detengo ahí. Esto ocurre en el quinto episodio, pero hay mucho que no he contado y los siguientes cinco están llenos de sorpresas y vivencias trágicas y no tanto de Las Hermanas Price.

Familia, Religión y el Espíritu Celta

Aunque se han hecho filmes sobre estos “Troubles” de Irlanda del Norte, ninguno cubre con tato detalle la estructura, acciones y experiencia del ERI y de sus miembros. En esta serie quedan claros los vínculos que han mantenido unidas estas organizaciones o “hermandades”. El ERI es una gran familia, pero el sentido de familia que siempre ha marcado al irlandés, sea en su terruño o en la diáspora, también es evidente.

Gerry Adams arriesga su pellejo, y es arrestado, cuando visita a su esposa ( Megan Cusack de Call the Midwife). El mayor sufrimiento de sus víctimas, los McConville es perder a su madre y ser separados . Donde más patente es el sentido de clan es con Las Price. Ellas vienen de una familia que por cien años ha luchado por la libertad de Irlanda. Son una familia unida por ese vínculo, aunque cada miembro lo viva de manera diferente,  como la madre que no deseaba que sus hijas siguiesen el camino de su hermana horriblemente mutilada por una bomba.



Sin embargo, cuando Dolours y Marian son arrestadas, y aun sufriendo de cáncer, la madre lucha como leona yendo a los medios a exigir que sus hijas sean llevadas a una prisión de mujeres y en Irlanda (“donde han estado todas las mujeres de nuestra familia”). Con ese sentido de tradición se entiende lo unidas que son las Price. La Tía Bidie le inculca a Dolours desde pequeña que siempre debe tratar bien a su hermanita “porque nunca sabes cuando la vas a necesitar”. Y a través de la serie vemos a Las Price apoyarse mutuamente, aun en los peores momentos.

                    Las Price son arrestadas

Curioso es que otros elementos que solemos asociar con la lucha de los irlandeses por su libertad no están tan presentes. Solo vemos dos circunstancias en que se habla el gaélico. Durante el asalto al banco, Dolours nota que la cajera oculta unos billetes. La chica le explica en gaélico que son billetes marcados que pondrían a la asaltante en peligro. En el quinto episodio, Marian sintiéndose al borde de la muerte debido a una huelga de hambre, reza el rosario “in the Irish”.

He leído que los Price no eran muy religiosos y, en general, el catolicismo no forma parte de esta historia. Al parecer esta ola de terrorismo se basó más en nacionalismo que en su fe, pero hay detalles de que la iglesia sigue siendo parte de su ethos. Vemos que las ejecuciones de los touts son acompañadas de un sacerdote que les da la extremaunción. Vemos a Dolours, antes del bombardeo de Londres, diciendo un “ Salve Regina” en la ducha,  y cuando Marian es interrogada por la policía londinense se pone su crucecita en la boca como sacralizando su silencio.

        Dolours reza antes de ir a lanzar bombas

Los irlandeses, que  han contribuido tanto a las letras británicas como a su teatro y cine, son histriones natos, pero este ensemble es magnífico.  Yo no conocía ni a Lola Petticrew y ni a Hazel Doupe,  pero su interpretación de Las Price es “priceless” , no me imagino a las verdaderas sino con sus rostros. Anthony Boyle me venció y convenció. En esta, su tercera actuación este año después de Masters of the Air, Manhunt y Shardlake, ha demostrado tremenda versatilidad.Su retrato de “Dark” Donovan combina humor, un sex appeal pedestre, y mucha humanidad. 




Hasta Rory Kinnear (Penny Dreadful, Ridley Road), como siempre, esta excelente en su rol de Sir Frank Kitson que se revela no como un sádico fanático sino un hombre competente y sensato. Por algo eventualmente se convirtió en el comandante de las fuerzas terrestres del Reino Unido y luego, ayudante de campo de Su Majestad Isabel II. (NOTA: Me acabo de enterar que Sir Frank tenía mamá judía y sefardita lo que puede explicar su creatividad pragmática y sagacidad).



Digna de mencionar la maravillosa dirección de Michael Lennox (Derry Girls) en incluso en dos capítulos más emotivos de Mary Nighy, a la que siempre recordarė como la Princesa de Lamballe de María Antonieta de Coppola. Para el final he dejado a Joshua Zetumer, el creador y escritor de No digas nada. Extraordinario trabajo de alguien que no es ni católico ni irlandés (es judío) y que demuestra el puntilloso trabajo de investigación que Josh  hizo para recrear este mundo donde la violencia se comía con el desayuno.

No es una Apología del Terrorismo

A pesar de lo cautivante de la historia y de los personajes, los críticos temen que Say Nothing pueda acabar siendo un elogió al terrorismo. “¿Sabe Disney lo horribles que eran estas personas (los miembros del ERI)?” pregunta Camilla Long en el Times británico.

En general, la perspectiva es crítica para ambos bandos. El enfocarse en Las Price podría glamurizar el terrorismo, pero Zetumer ha incluido en su argumento periódicas interrupciones a las vidas de las protagonistas con lo que ocurre con la familia de Jean McConville dejó atrás. Si la serie inicia con el secuestro de la madre de familia,  también hay flashbacks a los actos que la convirtieron en sospechosa para el ERI.




Primero, se niega a ocultar armas pertenecientes a los terroristas, no por razones ideológicas sino para no poner en peligro a su familia. Con esa negativa se distancia de sus vecinos. Luego socorre a un soldado ingles herido.  Tras el secuestro y ejecución de la señora McConvilel, el ERI hizo circular el rumor (nunca probado) de que ella era una Tout.

Angustiosas son las escenas de Los McConville después de la desaparición de su madre, como intentan buscar ayuda en su comunidad que los rechaza por ser hijos de una delatora. Llegan los trabajadores sociales que separan a los hermanitos y los envían a orfanatos. Sabemos que esos sitios,  en Irlanda, eran antros de horror. Uno de los chicos McConville declararía años más tarde que fue sistemáticamente abusado física y sexualmente en el orfanato.

Helen, la hija mayor, al llegar a edad adulta,  inició una investigación que es el centro del libro de Patrick Radden Keefe. Tenemos amplia cobertura de las desventuras de Helen (Laura Donnelly de Outlander y The Nevers)en la serie y que junto con el encarcelamiento de Las Price sirve para ilustrar los daños colaterales del terrorismo que ya no es una causa justa cuando afecta a inocentes y a los mismos terroristas.

                 Helen McConville, una vida buscando a su madre

Esta serie me ha encantado porque muestra el lado humano del ERI a la vez que señala la intransigencia británica que nunca ha sabido manejar el problema irlandés. Sin embargo, hoy en día en que el terrorismo sigue causando miedo y dolor en todo el mundo, es bueno observar como este tipo de violencia daña a inocentes y como no se debe idealizar una causa que, más que luchar por la libertad, acaba criminalizando a sus miembros.

La crítica se ha enamorado de la serie,  hasta en Espinoff se la ha alabado. Tiene altos ratings de audiencias (en los 90s) en Rotten Tomatoes e IMDB. La incógnita es porque se la ha despreciado en las nominaciones a premios televisivos. ¿Será porque el wokismo imperante en los medios idolatra el terrorismo y esta serie muestra un rostro poco heroico y muy destructivo de esa lacra?



Lo certifica, como siempre, la crítica de un reino del woke como lo es Salon, donde una Melanie  McFarland, un poco desviada de la realidad,  identifica a Say Nothing como una antítesis de odas al imperialismo tales como Bridgerton y The Crown. Acaba con un mega WTF? al preguntarse si los estadounidenses tendrán el valor de ver esta serie después de haber re-elegido a Donald Trump. ¿Qué tendrá que ver Trump con los Troubles de Belfast?

Contenido violento y Gory: Tenemos tantas y tan tristes imágenes de violencia, desde las pobres Price apaleadas por fuerzas que no respetan su pacifismo hasta la imagen de un hombre que agita un muñón donde antes hubo un brazo cercenado durante los bombardeos de Londres. Sin embargo, lo más sobrecogedor para mi es el episodio en el que Las Price inician una huelga de hambre y son alimentadas a la fuerza. Las huelgas de hambre han sido utilizadas como un arma por los revolucionarios irlandeses a través del siglo XX y muchos mártires de su causa murieron de inanición, pero Las Price fueron las primeras irlandesas en negarse a comer.

                      Ya se había usado esta tortura contra las sufragistas

Mas allá de mi repudio por el terrorismo y por los actos del ERI, el forzar a una persona a comer utilizando la fuerza y la violencia es tortura. En 1975, el Convenio de Tokio la declaró como tal. El equipo médico que por semanas forzó tubos dentro del aparato gástrico de las prisioneras, finalmente se negó a seguir con una práctica que iba en contra de su ética profesional. Vale recordar que Las Price eran jovencitas, Marian solo tenía 19 años. No estaban exigiendo nada imposible de conceder. Únicamente que las sacasen de una prisión de hombres en suelo inglés para llevarlas a una cárcel de mujeres en Irlanda, un derecho que se le concede a cualquier criminal.

                   Dolours rechaza todo alimento

Habían alcanzado a ayunar tres semanas cuando las sometieron a la alimentación forzada por 165 días, Aun después que los médicos se negaron a seguir con el proceso, continuaron su ayuno por casi tres semanas más,  antes de ser trasladada a Belfast. La ordalía no solo las volvió mártires, pero les dejó secuelas físicas y emocionales que las marcarían de por vida. Fueron esas secuelas las que consiguieron, después de siete años de encarcelamiento, que Las Price fueran puestas en libertad en 1980.

                  Dolours y Marian cercanas a la muerte debido a su ayuno.

Ambas sufrían de anorexia nerviosa, lesiones bucales e intestinales más supresión de sus reglas. Fue un milagro que pudiesen tener hijos más tarde. Dolours se casó con el actor Stephen Rea que se hizo famoso como el guerrillero del ERI afligido por remordimientos en la galardonada The Crying Game.

Además, Dolours sufrió de problemas psicológicos, depresión constante, y remordimientos. La rabia que sentía por el curso que habían tomado los arreglos entre el ERI y los ingleses la empujaron al alcoholismo. Acabó su vida con una sobredosis de medicamentos, todos recetados por los médicos. ¿Suicidio o muerte accidental? Nunca se sabrá.



NOTA:  Lo que he contado no califica como Spoiler. Es lo que se puede encontrar en la biografía de Dolours Price en la Wikipedia. La serie incluye datos que no están ahí, algunos cambios basados en interpretaciones del equipo y del libro, entre ellas, la mayor sorpresa de la serie y que está relacionada con el asesinato de Jean McConville.

Contenido Sexual y Desnudos: Un mínimo. A Gerry Adams lo arrestan cuando está en cama con su esposa, y le vemos las nalgas. Lola Petticrew protagoniza una sola escena desnuda, y es necesaria, cuando Dolours se niega a ponerse el uniforme de presidiaria argumentando que es una presa política.



Factor Feminista. Es innegable que la serie es un homenaje a la fortaleza de la mujer irlandesa, sea la que se involucra en la lucha armada (aunque no comparte todos sus métodos) como Las Price hasta la que quiere resguardar,  en vano, a su familia de este clima de violencia como Jean McConville. Existe en todas estas mujeres un sentido de deber, una obligación matriarcal que impresiona. Tal como impresiona la valentía, la determinación y el patriotismo de Dolours y Marian. Solo que nos gustaría que hubiesen utilizado esas admirables virtudes para un esfuerzo más constructivo que andar matando gente.



Factor Diversidad:  El mundo de los primeros episodios de No digas nada está dividido entre irlandeses e ingleses blancos. Se pone más diverso al trasladarse a Londres con un policía negro y el Dr. Mansir, de origen árabe, a cargo de la alimentación forzada de Las Price.