En este invierno
que dejamos atrás, abandoné el paisaje desolado de las Dakotas en Fargo
y me adentré en la larga noche de la recóndita Alaska en la cuarta temporada de
True Detective. También me encontré con una extraña experiencia. Comencé a
ver dos series de televisión que no pude seguir. Ya para el segundo episodio
las encontré insufribles y me fui a otra plataforma. ¿Estoy llegando al grado
que no soporto la mediocridad imperante?
True Detective
Cuarta Temporada
La serie de Cari
Joji Fukunaga siempre me inspira sentimientos ambiguos: excelente reparto y dirección
se tropiezan con personajes insufribles y tramas desagradables. La primera, y más
admirada, temporada me resultó vomitiva, apenas aceptable gracias a la
excelente interpretación de Matthew McConaughy. La segunda ni me molesté en
verla. Todo cambio en la tercera entrega con ese conmovedor relato de un
policía (Maharshalah Ali)que, antes que
lo devore el Alzheimer, insiste en esclarecer un antiguo y muy cerrado caso.
A pesar de que
Fukunaga se fue a dirigir Masters of the Air, había cuatro motivos para
ver esta temporada de True Detective. Por primera vez tendría como
protagonistas a dos mujeres policías; las interpretarían la galardonada Jodie
Foster y la ex campeona de box Kali Reis; y tendría lugar en un espacio exótico, un pueblecito
de Alaska durante la larga noche, el periodo invernal en que por meses no hay
luz solar, no hay día. El cuarto motivo es que es dirigida y escrita por una
latina, la mexicana Issa López (Niñas Mal, Casi Divas, Vuelven).
Acabado de ver el
primer episodio, mi hermano y yo estábamos de acuerdo de que, aunque era un
apetitoso misterio, no había personaje simpático en la historia, y los peores correspondían
a las protagonistas. Ya para el tercer episodio, estábamos totalmente
enganchados con el relato y conscientes de que Danvers y Navarro eran tan
complejas que nos interesaba lo que les pasara.
Una breve
sinopsis. La acción tiene lugar en el pueblecito de Ennis que usa las largas
noches invernales para ocultar muchos secretos. Un espacio misterioso es la
estación Tsalal donde un grupo internacional de científicos está inmerso en una
investigación de la que se sabe poco. Los científicos apenas tienen contacto
con el pueblo así es que es una sorpresa cuando Liz Danvers (J. Foster), la
jefa de la policía local es llamada a la estación. Ahí se encuentra que los
científicos han desaparecido dejando rastros de violencia detrás.
Entre esos
rastros hay una lengua humana. Danvers la identifica. Pertenece a Annie Kowtok,
una comadrona militante que fue asesinada hace unos años. Aparece en la escena Evangeline
Navarro (K. Reis), la policía que investigó, junto con Danvers, el asesinato. Annie protestaba en contra de la
mina que da empleo a más de la mitad de Ennis. La comadrona creía que la mina
estaba contaminando el agua potable. A pesar de que es un hecho de que la
calidad del agua es infame, nadie quiere que cierren la mina. El caso fue clausurado
por presiones “de arriba”. Navarro nunca quedó satisfecha con ese encubrimiento
y desde entonces culpa a Danvers.
La situación se
agrava cuando encuentran los cadáveres de los científicos en medio de la tundra.
Están congelados, desnudos y con
expresiones de terror en el rostro. Sus ropas, dobladas de manera prolija,
están cerca de los cuerpos. De ese encuentro surge una nueva investigación que Navarro
insiste está vinculada al asesinato de Annie. Uno del grupo todavía tiene vida
para susurrar “Ella despertó. Ella está afuera”. ¿Habla del fantasma? ¿Fue
asesinada por estos hombres?
Las interrogantes
se acumulan y todo indica que lo sucedido solo puede ser explicado aceptando lo
paranormal. Eso es anatema para Danvers que no cree en fantasmas y es un dilema
para Navarro que si cree en ellos.
True Detective en el 2024 ofrece una variación del cliché
de misterio en el que el detective blanco se ve obligado a entrar en los
recovecos de una zona étnica. Aquí es todo un pueblo en conflicto. Evangeline
cree que a Annie la mataron ‘hombres blancos”. Eso la lleva a reconsiderar su
mezcla racial siendo hija de un afro bostoniano y de una madre que abandonó sus
raíces inuit y acabó en un manicomio. Ahora es la hermana de Navarro la que es
atormentada por espíritus. ¿Ha heredado el mal de su madre o realmente puede
comunicarse con el más allá? ¿Y qué
sucede cuando Navarro también comienza a tener visiones?
Esto recuerda un poco a la protagonista de Sleepy Hollow, tal como Danvers que también tiene conflictos con su hijastra lesbiana a ratos recuerda, en su torpeza y porfía de mujer blanca, a Mare of Eastown. Por ejemplo, a Danvers no le molesta que su hija explore su sexualidad, pero se opone a que Leah busque su identidad étnica entre los inuit.
Aunque la serie
puede recordarnos a muchas otras historias de detectives, yo le voy al ángulo
GOT. Me encanta este paisaje que recuerda al otro lado del Muro, con esa larga
noche que enloquece a los mortales que la viven, donde los Inuit son los
Wildlings y donde fuerzas sobrenaturales construyen esculturas de hielo con
cadáveres.
Fargo Quinta
Temporada
No me canso de
quejarme que a pesar de estar nominados ni Juno Temple ni John Hamm hayan
ganado ni un Emmy ni un Golden Globe. ¡No es culpa de ellos ser blancos! Fuera
chistes, sus actuaciones han aumentado
los méritos de esta antología, mezcla de crímenes y comedia negra, que los Hermanos Coen han trasladado desde su icónica
y premiada película hasta la pantalla chica
Nunca vi las dos
primeras temporadas. Me encantó la tercera, con un merecidamente premiado Ewan
McGregor en el rol de mellizos y me conmovió hasta las lágrimas la cuarta en que,
desligándose del arco del Noroeste de los Estado Unidos, se trasladaron a la St.
Louis de posguerra con una trágica rivalidad entre gánsteres.
En esta quinta
temporada regresan al desolado y nevado paisaje de la frontera canadiense. En
una pequeña ciudad de Minnesota, Dorothy (Juno Temple) está contenta con su rol
de devota madre y esposa. Un día, en una trifulca de una reunión de padres y apoderados,
ataca accidentalmente a un policía. Dot va presa y aunque sale bajo fianza, sus
datos y huellas dactilares aparecen en websites policiales de todo el país.
Ahí la descube el
Sheriff Mills (John Hamm), cacique, mandamás y jefe de secta de una comunidad
rural de Dakota. Mills reconoce a Dorothy. Se trata de Nadine, una de sus
esposas que huyó antes de que él pudiese matarla. Ha pasado una década y, con
el tiempo, el rencor de Mills se ha hecho más intenso.
Envía hombres a
secuestrar a Nadine. Estos son su hijo mayor el brutal, pero bruto Gator, y el enigmático
Münch, una especie de Highlander que jura tener mil años, se pasea por la zona en un kilt, y reconoce
que Dorothy/Nadine no es una mujer sino un tigre. Es que esta ama de casa los
evade a todos. Antes les da sus buenas palizas.
Nadine consigue
extraños aliados: un patrullero negro; una policía hindú agobiada por las
deudas y un mal marido; y hasta su
suegra (Jennifer Jason Leigh), una millonaria a la que no le agrada que
maltraten a la madre de su nieta. El relato fluye dinámicamente alternando
suspenso, terror y mucho humor, con personajes muy humanos y toques fantásticos
como el misterioso Münch, y un sueño de Nadine
en el que se ve atrapada en una comunidad de esposas maltratadas.
El final es un
poco absurdo, y a ratos salen los
obligados mensajes sobre lo malos que son los ricos, pero nos queda claro que el verdadero terror
que amenaza al mundo no es Jennifer Jason Leigh y su negocio de comprar deudas
ajenas. La serie reconoce el poder de hombres blancos que, a punta de violencia,
construyen ejércitos (el suegro de Mills es el jefe de la milicia local) y que dominan a una población débil e
ignorante aprovechando esos amplios espacios casi deshabitados de la región del
Noroeste.
Vemos que Mills
compra o arrasa con todo. Es capaz de enfrentarse a las fuerzas de la ley y el
orden imponiendo su propia idea de lo que deben ser esas fuerzas. Otro
componente que aprovecha es el machismo infantil de sus súbditos al convertirlos
en amos de sus mujeres. Es una ironía que sean las mujeres las que lo venzan al
final.
¿Por qué Funny
Woman no es Mrs. Maisel?
Mientras veía el
primer episodio de Funny Woman, pensaba que hace tiempo que las series
más caras de la BBC ya no se venden en el extranjero (América Latina es un
ejemplo) y que esto se debe a la mediocridad de estas historias que, a pesar de
su wokismo, no atraen a nadie. Ese es el
caso de la adaptación de la novela de Nick Hornby que, aunque trata de la lucha
de una joven por abrirse paso en el difícil mundo de la comedia, no tiene nada que ver con otra serie sobre el
mismo tema.
Se suponía que Funny
Woman era la historia de una chica de provincia que llega a Londres con la esperanza
de ser comediante y los obstáculos que se le presentan. A pesar de que las protagonistas
no se parecen en nada, la idea de una mujer triunfando en el mundo masculino de
la comedia de principios de Los 60, si recuerda a La Maravillosa Señora Maisel. Bueno, no tanto.
Barbara Parker (Gemma
Arterton) vive en la ciudad costera de Blackpool. Aunque de clase media, tiene una vida privilegiada. Trabaja en la fábrica
de caramelos de su padre, es novia del “carnicero más guapo de Blackpool” y ni
siquiera tiene que ver con los quehaceres domésticos puesto que, desde que su madre abandonó a la familia, la
casa la lleva su tía Marie.
Según Marie,
Barbara se siente superior a los demás. Lo normal es que quien se sienta
superior actúe de manera más refinada y tenga un sueño de lo que ambiciona para
poder salir de la mediocridad que la rodea. Bárbara no hace nada de eso (a lo
mejor en la novela). Parece estar contenta con lo que tiene y aunque guapa, es bastante vulgar.
Cuando su padre
la inscribe en un concurso de belleza, Bárbara cree que no tiene posibilidades
de ganar. Su sorpresa es grande cuando la nombran “Miss Blackpool” y se le
abren las puertas a otro mundo, pero Barbara se siente un objeto sin voz. El
mismo día en que gana, abandona el concurso, abandona a su novio, abandona a su
familia y se marcha a Londres para “ser alguien”.
Este viaje me
recordó al de la protagonista de Ridley Road. Me imagino que debe ser un tropo en la
literatura inglesa hoy en día estas fugas de provincianas que llegan a la gran
ciudad llenas de esperanza y se encuentran con realidades peligrosas. Pero al
menos en Ridley Road la protagonista no quería al novio y se sentía
sofocada por el provincialismo. Además, tenía la dirección de su tío en
Londres.
Nada en la primera
media hora de la serie nos indica que Barbara sea infeliz o que tenga ambiciones.
Y yo que me quejaba de las pataletas de Mrs. Maisel tengo que reconocer que
tenían más causas que la de Barbara que deja todo atrás, inclusive la
oportunidad de “ser alguien “, solo porque un periodista no le permitió hablar.
En Londres, Barbara
comienza con el pie derecho. Llega a una pensión, consigue un buen empleo en la
sección de sombreros de una gran tienda departamentos, y descubre que su sueño es ser la Lucille Ball
británica. El problema es que el humor de Bárbara se manifiesta en comentarios
maliciosos sobre el aspecto físico de las clientas, y morisquetas detrás de la espalda de su
supervisora.
En la tienda,
Barbara hace amistad con Marge de la zapatería y ambas unen sus miserias
convirtiéndose en compañeras de cuarto. Barbara comparte su sueño con su roommate
y a Marge se le ocurre una sola manera de que lo cumpla. Para entrar en la
farándula debe conocer a una figura importante del show business.
El plan de Marge
es descabellado y patético como todo en la vida de Barbarita. Barbara debe ir a
algún concierto u obra de algún famoso, encontrarlo entre bambalinas y pedir su
padrinazgo. Si ya esto suena imposible, peor es la manera en que Bárbara, que
no tiene ni para pagar la renta, llegará
a ese teatro.
Según Marge, las más
envidiadas en la tienda donde trabajan son las de perfumería porque sus clientes
siempre las llevan a espectáculos teatrales o musicales. Barbara consigue
reemplazar a una de esas vendedoras y atraer la atención de Valentine, un distinguido cliente que la invita a un
concierto de Matt Monro.
Marge se roba un
vestido de la tienda y Barbara, luciendo
ultra glamorosa, va a su cita. Están en
los cocteles cuando se aparece una pareja, amiga de Valentine, peor aún, amigos de la esposa de Valentine. La mujer confunde
a Barbera con una prostituta y la chica se ofende. ¿Me van a decir que por muy
virgen que sea Barbara no se le iba a ocurrir que Valentine era casado? ¿O que
la iba a llevar a cenar y a un show solo porque es generoso?
A Barbara le
viene un ataque de ira, insulta a Valentine, insulta a sus amigos y se marcha.
En el guardarropa se tropieza con un estrambótico individuo. Aunque yo también
me asustaría al ver a Rupert Everett en su aspecto más siniestro, el hombre es
respetuoso y viene acompañado de su mujer. La alterada Barbara cree que es otro
hombre que pretende seducirla. Lo insulta, aun así, él le pasa su tarjeta, es un agente
teatral.
Antes de dejar el
local, Barbara va al baño. Valentine la sigue e intenta violarla, pero es
rescatada por la chica del guardarropa.
Aunque consigue retornar virgo intacta a su cuartucho, el vestido está más rasgado que su himen. Lo
que acaba perdiendo Bárbara es su empleo por lo que recurre a la tarjeta que
recibiera esa noche.
Realmente, admiro
a Stephen (R. Everett), uno de los muchos hombres que lucharán por colocar a
Barbara en el sitio que quiere alcanzar, pero hay que tenerle paciencia.
Stephen le da un nombre artístico “Sophie Straw” pero no consigue colocarla. En
ese entonces no existían puestos para comediantes. Lo más que puede aspirar Barbara/Sophie
es un rol de actriz y se las arregla para perder los que le ofrecen. Por un lado,
exhibe una superioridad inexplicable que la hace menospreciar todos los
trabajos, por otro está su obsesión de burlarse de todos y todo.
Finalmente acaba
en burlesque y aun así se las arregla para que la despidan. Pero ahí, sucede un
milagro. Una vez “Sophie”, a espaldas de
su agente, se infiltró en una audición para el rol de Cicely en un radioteatro.
Aunque era obvio que el papel de una dama refinada le era imposible a Barbara,
impresionó al equipo (todos varones) principalmente al director, el anglo-indio
Dennis Mohindra.
Cundo “Sophie” es
despedida del burlesque, Stephen le tiene una buena noticia. El equipo de Dennis
quiere que vuelva a audicionar para el rol de Cecily. Aun sabiendo que es su
gran oportunidad, Barbara es incapaz de prepararse. Llega tarde y da una
interpretación patética, poco prolija, y
que parece estar optando para el rol de Curly de Los Tres Chiflados, en vez de Cecily.
Es una escena
triste e irritante. Triste porque es obvio que Dennis y sus chicos quieren
trabajar con ella. Irritante porque Barbara no es cómica. Yo a Gemma Arterton
la he visto en varios sitios. Me encantó en los filmes de St. Trinians y en la menospreciada,
Their Finest. Nunca la había visto trabajar ta mal como en este rol. Parece
llorar cuando está contenta, pone cara de fuchi cuando debe verse cariacontecida,
y el cliché de entrar al cuarto de las escobas
confundiéndolo con la salida, le quedó tan mal que ya daban ganas de darle
escobazos a ella.
En el colmo de la
irrealidad, el grupo insiste en darle una tercera oportunidad. Se entiende que
están infatuados con su belleza marilinesca, que Denis se haya enamorado de la
comediante, que serán amantes a pesar de ser él casado. ¿Dónde se fueron los
escrúpulos de Barbara?
Es cierto que Mrs.
Maisel era atolondrada, y al final, vivía autosaboteándose, pero era una dama
de sociedad que, bajo el shock de haber sido abandonada por el marido, se
emborrachó e hizo un show impromptu que fue un éxito. Eso es muy importante.
Midge nunca abandona a su familia, nunca quiso ser comediante y le encanta
competir en concursos de belleza.
Miriam Maisel tiene
un vasto caudal de experiencia que va más allá de su gracejo natural, lleva años
escribiéndole rutinas y chistes al marido, sus estudios universitarios la han
puesto en contacto con muchos escritores satíricos, descubre que lo que hace
reír es contar sus propias vivencias, especialmente las de una esposa
abandonada. Incluso en su subida al estrellato, escucha grabaciones de otros
comediantes. Busca inspiración en algunos de ellos como el gran Lenny Bruce y
su Némesis, Sophie Lennon.
Antes de decidir
que la comedia es su vida, Midge también trabaja en la sección de cosméticos de
una gran tienda de departamentos. A diferencia de Barbara, aunque se lleva mal
con la encargada que la degrada a telefonista y hasta la pone en el guardarropa,
la Señora Maisel lo hace todo tan bien que incluso cuando se retira la siguen
llamando para hacer reemplazos. En resumen, Funny Woman no le llega ni al
zapato a Mrs. Maisel y no la recomiendo.
Sam Spade en
Provenza
Yo siempre tuve
la impresión de que Brigid O’Shaughnessy (Mary Astor) habría terminado en el
cadalso en 1941, el año en que John Huston filmó El Halcón Maltes.
Parece que la Femme Fatale de ese Noir clásico sobrevivió y tuvo una hija que
acaba siendo adoptada por Sam Spade, una de las más famosas interpretaciones de
Humphrey Bogart. Ahora interpretado por Clive Owen, Sam Spade debe viajar a
Provenza a entregar a la niña a su verdadero padre, pero ese es solo el primero
de sus problemas…
Brigid y Spade. Los buenos tiempos
Scott Frank ,
creador de joyas televisivas (y en Netflix) como Godless y Gambito de Dama, ha sido el encargado de resucitar al personaje
que Dashiell Hammeth convertiría en el prototipo del detective privado. Me temo
que Mr. Frank ha empezado con el pie izquierdo, porque el primer episodio, de
hora y media de duración, es una gama de
saltos de tiempo, flashbacks, introducción de personajes y que carece de
coherencia. La serie se vuelve meandering y a ratos aburre. Solo los últimos
veinte minutos llegan tan cargados de acción que impidieron que apagase a
Ruhami.
Comenzamos en
1955, Brigid O’Shaugnessy ha acabado su carrera delictiva en un descarrilamiento
ferroviario. Antes de morir le ha encargado a su hijita, Teresa de ocho años, a su némesis y ex amante Sam Spade. El encargo
consiste en llevar a la niña a un pueblecito de Provenza donde vive su supuesto
padre, Philip de Sainte-Andre.
El tal Philip es
el maleante local, nadie quiere saber nada de él ni de su hija. La supuesta
abuela de la niña niega ese parentesco. El dilema de Spade acaba cuando conoce
a Gabrielle, la mujer más rica del pueblo. Ella está dispuesta a ayudarlo a
cambio de que la libre de Sainte-Andre que la está extorsionando.
Pasan ocho años.
Sam consiguió exiliar a Philippe en Argelia; Gabrielle ha muerto hace dos años,
antes ella y el detective se casaron, Teresa estudia en un convento cercano.
Todo esto nos lo cuentan en fragmentos de conversación y flashbacks ocasionales
que hacen la narrativa un poco confusa.
Sam ha heredado
la fortuna de su esposa. Eso le ha permitido establecer una sociedad con Marguerite,
la dueña del bar/night-club del pueblo. Al celoso marido de Marguerite no le
gusta esa sociedad. De pronto los Sainte- Andre comienzan a mostrar intereses
en la huraña Teresa. Sobre todo, Philippe que ha regresado junto con muchos
otros pied noirs de Argelia. Como le explica Sam a la madre superiora
del convento, cuando cumpla 18 años, Teresa heredará la fortuna de Brigid, por
eso sus parientes pretenden ahora ganarse su cariño.
Una noche, Teresa
se aparece llorando, y con la ropa manchada de sangre, en casa de Sam. Dice que
su padre ha sido baleado por “hombres malos”. Uno de ellos es un monje
franciscano que Sam ha visto mendigando por el pueblo. Según Teresa, el monje
golpeó a la Madre Superiora lo que precipitó la huida de la chica.
Sam deja a Teresa
pegada a una botella de coñac y parte al convento. Descubre que Teresa tomó la
precaución, antes de huir, de encerrar a sus compañeritas en el sótano. Las
religiosas no tuvieron tanta suerte. El detective las encuentra arrodilladas en
un círculo ante el altar. Aunque parecen inmersas en oración, han sido
asesinadas.
Este macabro crimen
está vinculado a misterios ancestrales, a un niño con poderes al que busca
incluso El Vaticano. Lo más sorprendente de esta trama tipo Código Da Vinci
es que se hayan demorado más de una hora en hacerla despegar hasta el punto de
que parecen historias diferentes. Si les cuento esto es para que no lleguen a
la conclusión que llegó mi hermano que, antes del episodio en el convento, estaba dispuesto
a no seguirla viendo.
Es imposible que
un primer capítulo, aun mas si son 90 minutos, se la pase más de la mitad en
una narrativa latiguda, aburrida y que nadie entiende. Mi hermano y yo hemos
tomado cursos de cine y concordamos que la trama estaba mal narrada y
ciertamente no parece obra de Scott Frank.
La tesis de mi
hermano es que el libretista escribe una historia que cabe en cinco episodios,
pero la plataforma programa la miniserie para seis. Entonces hay que estirar el
argumento para llenar una hora. Esto lo vemos en muchas series, por buenas que
sean. Hay veces que el comienzo es un desastre, en otras se trata de un final disparatado. Esto
lo hemos visto en la soberbia Temporada 5 de Fargo en que la media hora
final parece haber sido escrita por un alumno de primaria.
Este preámbulo ha
sido para explicar el desorden inicial y para recomendar que sigan la serie a
pesar del lento y soporífero inicio. En último caso, pásense sesenta minutos admirando el paisaje.
Se ha vuelto costumbre enganchar televidentes con soberbias vistas. Ahí lo
consiguieron con Hotel Portofino y Provenza es un gancho ideal. De ahí esa
antología del crimen Murders in Provence, o el enviar a Julia Child en
la segunda temporada de su biopia a la campiña provenzal.
¿Cuáles de estas
series han visto? ¿Cuáles les gustaría ver?
Have not see any of these, Funny Woman looked unfunny to me in the trailers LOL so I gave it a wide berth, surprised it is getting a new season. I did start New Look last night at thought it was terrible and sleep inducing, no dynamics, nobody is likeable in it, Mendelsohn is a rather terrible and wooden actor. They depict Balenciaga as opposed to Nazis even though he made dresses for them and was criticised for it. Hope it gets better, I tuned in for the fashion, not to watch his sister fighting the WW2 lol
ResponderEliminarI also started Death Comes to Pemberley last week, it is quite nice, took me ages to find it. Nice cast, lovely visuals.
I think they didn’t include everything from Hornby’s books thus they have enough material for Funny Woman 2. Although, the BBC doesn’t need excuses. They made second seasons of series that sucked big time like World on Fire, Around the World and that garbage about Brits in Australia. Their TV is mediocre, their press is mediocre, their politics are mediocre, they are becoming a mediocre environment.
ResponderEliminarI’m watching about ten series, the only ones that I don’t do fast forwarding, because they really gripped me, are Masters of the Air, Shogun, Feud, and the New Look. Curiously, TNL is not good, it’s extremely dark, has horrid acting headed by a sleepwalking Mendelsohn. I think only Binoche is doing some real acting, and her Chanel is grotesque. My favorite character is Lelong, you’ll see, he is so sweet. Balenciaga is grotesque, the actor looks like an aging bullfighter, and Cristobal such a gentleman of luxury who hobnobbed with royalty, aristocracy and the Franco Family would spend his nights at the corner bar hanging out with tailors?
And the Resistance has been put to shame. Catherine’s group operated in the south of France. Their specialty was gathering intelligence, not killing German soldiers. And the series don’t even tell us about German reprisals. 10 French hostages for each soldier killed by the freedom fighters.
What I love about the show is that it’s so kitsch and grotesque that I end up laughing. But it gets you interested in the period, it poses questions, and I’m enjoying my research.
Ohh I'm also watching Pemberley. Seeing Matthew G. playing Wickham is so delightful
Funny Woman is not BBC but Sky. But speaking of BBC I am shocked they did not include any blacks in King and Conqueror, are they over diversity rule or did they find funds somewhere else I wonder, cause UK government won't give them funds without blacks in the cast. Could be because they are doing it with CBS studios.
EliminarBBC, ITV, Sky they are all the same, British Bloody Caca. And this comes from a lifelong Anglophile.
EliminarNo, CBS would be adamant about forced inclusiveness. I guess the producers realized what an atrocious mistake is to have white historical figures portrayed by actors of color. In this series they could have Saracen merchants or envoys of Sultan of Morocco visiting the French Court. No problem with that, but major characters should be played by Caucasian actors or those that can pass as such.
What really surprised me was the all-white cast of The New Look. France in the Forties was a colonial empire. Paris was filled with subjects from Africa, Asia, The Caribbean, the Pacific. And yet everybody in the series is white and Aryan. The only two Jews that appear are the Wertheimer Brothers.
And they are presented as evil so poor lil Coco has to ask the Nazis nicely to destroy them. She really was a nasty biyach judging by New Look and Balenciaga series. New Belgravia also did not have blacks, maybe they are finally done with it. I know that everything ITV did with blacks in period set programmes has been a flop in recent years.
EliminarThank you for noticing. Because Jew-bashing is fashionable now, critics are turning a blind eye. The series is also ant-communist and has toned down Dior's homosexuality. I smell some conservative force putting money in it Series that had Blacks portraying white people (Cleopatra and Anne Boleyn ) were total flops. could you remember another one?
EliminarWinter King, Sanditon was a flop in UK too, everything BBC did from historical drama in recent five years after Poldark etc.
EliminarYes, notice how the most vilified nations currently are the three nations that saved the world from the Nazis and were their biggest victims - Jews, Serbs and Ruskies. Isn't that peculiar? Suddenly the biggest historical victims of genocide are the biggest genocide monsters... One would almost believe it if one was ignorant and knew nothing about history.
Some countries want to quit Eurosong this year because of Israel and I hope Israel wins as they have a beautiful, really stunning song, will vote for the holy land. Meanwhile, Nazi Croats will probably win with some shitty tune that is offensively idiotic. Not Israel or Serbia which has a song about ramonda, our holy flower that symbolizes are our losses in WW1.
I woke up with a severe panic attack at five am. Check my cell phone and learn about the Moscow massacre. Humanity is bent into killing each other and cancelling each other. Countries/nations/races have been vilified forever. They are typecast as victims in one century, play villain in the next. The difference today is the damn media and social media that distorts truth to the point that nobody knows who is good or bad. Eurovision is a joke and good people should shun it for this ridiculous political game. I just realized that Muslim extremists have a thing against concerts. October 7 happened mainly at a Supernova concert, and now this.
EliminarMeanwhile, Israelis, at war and under constant bombarding, are still working on medical and technological new inventions that make our lives more comfortable. That is what the world should think.
Talking about media, I’m appalled at how British media has hounded and pounded Princess Kate to the point that the poor woman has had to beg for some privacy. But I told you it’s part of the UK’s rampant mediocrity. Just like with television programming, choosing politics over quality is never a good game to play.
Keep safe and healthy Gattocito.
And have you noticed how most of Western media is not really covering the terrorist attack in Moscow even though if it was in any other country with hundreds of injured and dead they would be writing about it for weeks and months. Deadline usually covers such mass massacres and now not even a singel article, like it did not even happen, but if it was Ukraine they would write about it for months. Because the terrorists are Muslim and Muslims are currently poor lil victims not the terrorists...
EliminarI think US media has hounded Kate much more than the Brits, they still do it even after the cancer, the story about her giving birth to a lover to William having an affair and other shit it all comes from US. I can confirm that Deadline never published a positive comment on Kate and especially not on Charles.
I was about to say that Spanish and English media have covered (on first page) the Moscow attack. But you have a point, they don’t stress the religion and origin of the terrorists. My cousin was baffled “I thought Putin was close to the Arabs.” It’s hard to explain (not to her, a smart woman) that being Syria and Iran’s ally does not make you a friend of the Arabs or Muslim world. Neither Arabs, Muslims nor the Middle East are monolithic.
EliminarOh, when I say media, I mean the whole infernal apparatus, regardless of country or language. However, American media has embraced, in it wokeism, the idea that monarchy is and evil institution and contrary to American values, therefore its members should be vilified, even if it’s a cancer stricken mother of three.
Don’t rely so much on Deadline. After all it is an entertainment publication.
Vi el primer capitulo de Funny Woman hace unos meses y quería que me gustara, mas que nada por el setting, la moda, peinados, etc. Tu sabes que estoy enamorada de esa época, pero tampoco me atrajo mucho, no lo suficiente para seguirla viendo. Casi me desmayo al ver a Rupert Everett tan gordo y viejo. Será maquillaje o así de acabado está el pobre? La protagonista es linda pero como dices, el personaje no es atractivo. Me parece que tu has atinado al porque, es una extraña mezcla de feminismo con inocencia que no resulta creíble.
ResponderEliminarOkay, le voy a echar un vistazo a Palm Royale. Gracias por el dato!
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