martes, 19 de marzo de 2024

Invierno de 2024: Lo que vi y no tuve tiempo de comentar.

 



En este invierno que dejamos atrás, abandoné el paisaje desolado de las Dakotas en Fargo y me adentré en la larga noche de la recóndita Alaska en la cuarta temporada de True Detective. También me encontré con una extraña experiencia. Comencé a ver dos series de televisión que no pude seguir. Ya para el segundo episodio las encontré insufribles y me fui a otra plataforma. ¿Estoy llegando al grado que no soporto la mediocridad imperante?

True Detective Cuarta Temporada

La serie de Cari Joji Fukunaga siempre me inspira sentimientos ambiguos: excelente reparto y dirección se tropiezan con personajes insufribles y tramas desagradables. La primera, y más admirada, temporada me resultó vomitiva, apenas aceptable gracias a la excelente interpretación de Matthew McConaughy. La segunda ni me molesté en verla. Todo cambio en la tercera entrega con ese conmovedor relato de un policía  (Maharshalah Ali)que, antes que lo devore el Alzheimer, insiste en esclarecer un antiguo y muy cerrado caso.

A pesar de que Fukunaga se fue a dirigir Masters of the Air, había cuatro motivos para ver esta temporada de True Detective. Por primera vez tendría como protagonistas a dos mujeres policías; las interpretarían la galardonada Jodie Foster y la ex campeona de box Kali Reis;  y tendría lugar en un espacio exótico, un pueblecito de Alaska durante la larga noche, el periodo invernal en que por meses no hay luz solar, no hay día. El cuarto motivo es que es dirigida y escrita por una latina, la mexicana Issa López (Niñas Mal, Casi Divas, Vuelven).



Acabado de ver el primer episodio, mi hermano y yo estábamos de acuerdo de que, aunque era un apetitoso misterio, no había personaje simpático en la historia, y los peores correspondían a las protagonistas. Ya para el tercer episodio, estábamos totalmente enganchados con el relato y conscientes de que Danvers y Navarro eran tan complejas que nos interesaba lo que les pasara.

Una breve sinopsis. La acción tiene lugar en el pueblecito de Ennis que usa las largas noches invernales para ocultar muchos secretos. Un espacio misterioso es la estación Tsalal donde un grupo internacional de científicos está inmerso en una investigación de la que se sabe poco. Los científicos apenas tienen contacto con el pueblo así es que es una sorpresa cuando Liz Danvers (J. Foster), la jefa de la policía local es llamada a la estación. Ahí se encuentra que los científicos han desaparecido dejando rastros de violencia detrás.



Entre esos rastros hay una lengua humana. Danvers la identifica. Pertenece a Annie Kowtok, una comadrona militante que fue asesinada hace unos años. Aparece en la escena Evangeline Navarro (K. Reis), la policía que investigó, junto con Danvers,  el asesinato. Annie protestaba en contra de la mina que da empleo a más de la mitad de Ennis. La comadrona creía que la mina estaba contaminando el agua potable. A pesar de que es un hecho de que la calidad del agua es infame, nadie quiere que cierren la mina. El caso fue clausurado por presiones “de arriba”. Navarro nunca quedó satisfecha con ese encubrimiento y desde entonces culpa a Danvers.

La situación se agrava cuando encuentran los cadáveres de los científicos en medio de la tundra. Están congelados,  desnudos y con expresiones de terror en el rostro. Sus ropas, dobladas de manera prolija, están cerca de los cuerpos. De ese encuentro surge una nueva investigación que Navarro insiste está vinculada al asesinato de Annie. Uno del grupo todavía tiene vida para susurrar “Ella despertó. Ella está afuera”. ¿Habla del fantasma? ¿Fue asesinada por estos hombres?



Las interrogantes se acumulan y todo indica que lo sucedido solo puede ser explicado aceptando lo paranormal. Eso es anatema para Danvers que no cree en fantasmas y es un dilema para Navarro que si cree en ellos.



True Detective en el 2024 ofrece una variación del cliché de misterio en el que el detective blanco se ve obligado a entrar en los recovecos de una zona étnica. Aquí es todo un pueblo en conflicto. Evangeline cree que a Annie la mataron ‘hombres blancos”. Eso la lleva a reconsiderar su mezcla racial siendo hija de un afro bostoniano y de una madre que abandonó sus raíces inuit y acabó en un manicomio. Ahora es la hermana de Navarro la que es atormentada por espíritus. ¿Ha heredado el mal de su madre o realmente puede comunicarse con el más allá?  ¿Y qué sucede cuando Navarro también comienza a tener visiones?



Esto recuerda un poco a la protagonista de Sleepy Hollow, tal como Danvers que también tiene conflictos con su hijastra lesbiana a ratos recuerda, en su torpeza y porfía de mujer blanca,  a Mare of Eastown. Por ejemplo, a Danvers no le molesta que su hija explore su sexualidad, pero se opone a que Leah busque su identidad étnica entre los inuit.

Aunque la serie puede recordarnos a muchas otras historias de detectives, yo le voy al ángulo GOT. Me encanta este paisaje que recuerda al otro lado del Muro, con esa larga noche que enloquece a los mortales que la viven, donde los Inuit son los Wildlings y donde fuerzas sobrenaturales construyen esculturas de hielo con cadáveres.



Fargo Quinta Temporada

No me canso de quejarme que a pesar de estar nominados ni Juno Temple ni John Hamm hayan ganado ni un Emmy ni un Golden Globe. ¡No es culpa de ellos ser blancos! Fuera chistes,  sus actuaciones han aumentado los méritos de esta antología, mezcla de crímenes y comedia negra,  que los Hermanos Coen han trasladado desde su icónica y premiada película hasta la pantalla chica

Nunca vi las dos primeras temporadas. Me encantó la tercera, con un merecidamente premiado Ewan McGregor en el rol de mellizos y me conmovió hasta las lágrimas la cuarta en que, desligándose del arco del Noroeste de los Estado Unidos, se trasladaron a la St. Louis de posguerra con una trágica rivalidad entre gánsteres.

En esta quinta temporada regresan al desolado y nevado paisaje de la frontera canadiense. En una pequeña ciudad de Minnesota, Dorothy (Juno Temple) está contenta con su rol de devota madre y esposa. Un día, en una trifulca de una reunión de padres y apoderados, ataca accidentalmente a un policía. Dot va presa y aunque sale bajo fianza, sus datos y huellas dactilares aparecen en websites policiales de todo el país.



Ahí la descube el Sheriff Mills (John Hamm), cacique, mandamás y jefe de secta de una comunidad rural de Dakota. Mills reconoce a Dorothy. Se trata de Nadine, una de sus esposas que huyó antes de que él pudiese matarla. Ha pasado una década y, con el tiempo, el rencor de Mills se ha hecho más intenso.



Envía hombres a secuestrar a Nadine. Estos son su hijo mayor el brutal, pero bruto Gator, y el enigmático Münch, una especie de Highlander que jura tener mil años,  se pasea por la zona en un kilt, y reconoce que Dorothy/Nadine no es una mujer sino un tigre. Es que esta ama de casa los evade a todos. Antes les da sus buenas palizas.

                                                    Gator el hijo bruto

Nadine consigue extraños aliados: un patrullero negro; una policía hindú agobiada por las deudas y un mal marido;  y hasta su suegra (Jennifer Jason Leigh), una millonaria a la que no le agrada que maltraten a la madre de su nieta. El relato fluye dinámicamente alternando suspenso, terror y mucho humor, con personajes muy humanos y toques fantásticos como el misterioso Münch,  y un sueño de Nadine en el que se ve atrapada en una comunidad de esposas maltratadas.

                                                     Munch el highlander-sin-eater

El final es un poco absurdo,  y a ratos salen los obligados mensajes sobre lo malos que son los ricos,  pero nos queda claro que el verdadero terror que amenaza al mundo no es Jennifer Jason Leigh y su negocio de comprar deudas ajenas. La serie reconoce el poder de hombres blancos que, a punta de violencia, construyen ejércitos (el suegro de Mills es el jefe de la milicia local)  y que dominan a una población débil e ignorante aprovechando esos amplios espacios casi deshabitados de la región del Noroeste.



Vemos que Mills compra o arrasa con todo. Es capaz de enfrentarse a las fuerzas de la ley y el orden imponiendo su propia idea de lo que deben ser esas fuerzas. Otro componente que aprovecha es el machismo infantil de sus súbditos al convertirlos en amos de sus mujeres. Es una ironía que sean las mujeres las que lo venzan al final.



¿Por qué Funny Woman no es Mrs. Maisel?

Mientras veía el primer episodio de Funny Woman, pensaba que hace tiempo que las series más caras de la BBC ya no se venden en el extranjero (América Latina es un ejemplo) y que esto se debe a la mediocridad de estas historias que, a pesar de su wokismo,  no atraen a nadie. Ese es el caso de la adaptación de la novela de Nick Hornby que, aunque trata de la lucha de una joven por abrirse paso en el difícil mundo de la comedia,  no tiene nada que ver con otra serie sobre el mismo tema.



Se suponía que Funny Woman era la historia de una chica de provincia que llega a Londres con la esperanza de ser comediante y los obstáculos que se le presentan. A pesar de que las protagonistas no se parecen en nada, la idea de una mujer triunfando en el mundo masculino de la comedia de principios de Los 60, si recuerda a La Maravillosa Señora Maisel. Bueno, no tanto.



Barbara Parker (Gemma Arterton) vive en la ciudad costera de Blackpool. Aunque de clase media,  tiene una vida privilegiada. Trabaja en la fábrica de caramelos de su padre, es novia del “carnicero más guapo de Blackpool” y ni siquiera tiene que ver con los quehaceres domésticos puesto que,  desde que su madre abandonó a la familia, la casa la lleva su tía Marie.

Según Marie, Barbara se siente superior a los demás. Lo normal es que quien se sienta superior actúe de manera más refinada y tenga un sueño de lo que ambiciona para poder salir de la mediocridad que la rodea. Bárbara no hace nada de eso (a lo mejor en la novela). Parece estar contenta con lo que tiene y aunque guapa,  es bastante vulgar.

Cuando su padre la inscribe en un concurso de belleza, Bárbara cree que no tiene posibilidades de ganar. Su sorpresa es grande cuando la nombran “Miss Blackpool” y se le abren las puertas a otro mundo, pero Barbara se siente un objeto sin voz. El mismo día en que gana, abandona el concurso, abandona a su novio, abandona a su familia y se marcha a Londres para “ser alguien”.



Este viaje me recordó al de la protagonista de Ridley Road. Me imagino que debe ser un tropo en la literatura inglesa hoy en día estas fugas de provincianas que llegan a la gran ciudad llenas de esperanza y se encuentran con realidades peligrosas. Pero al menos en Ridley Road la protagonista no quería al novio y se sentía sofocada por el provincialismo. Además, tenía la dirección de su tío en Londres.

Nada en la primera media hora de la serie nos indica que Barbara sea infeliz o que tenga ambiciones. Y yo que me quejaba de las pataletas de Mrs. Maisel tengo que reconocer que tenían más causas que la de Barbara que deja todo atrás, inclusive la oportunidad de “ser alguien “, solo porque un periodista no le permitió hablar.



En Londres, Barbara comienza con el pie derecho. Llega a una pensión, consigue un buen empleo en la sección de sombreros de una gran tienda departamentos,  y descubre que su sueño es ser la Lucille Ball británica. El problema es que el humor de Bárbara se manifiesta en comentarios maliciosos sobre el aspecto físico de las clientas,  y morisquetas detrás de la espalda de su supervisora.

En la tienda, Barbara hace amistad con Marge de la zapatería y ambas unen sus miserias convirtiéndose en compañeras de cuarto. Barbara comparte su sueño con su roommate y a Marge se le ocurre una sola manera de que lo cumpla. Para entrar en la farándula debe conocer a una figura importante del show business.



El plan de Marge es descabellado y patético como todo en la vida de Barbarita. Barbara debe ir a algún concierto u obra de algún famoso, encontrarlo entre bambalinas y pedir su padrinazgo. Si ya esto suena imposible, peor es la manera en que Bárbara, que no tiene ni para pagar la renta,  llegará a ese teatro.

Según Marge, las más envidiadas en la tienda donde trabajan son las de perfumería porque sus clientes siempre las llevan a espectáculos teatrales o musicales. Barbara consigue reemplazar a una de esas vendedoras y atraer la atención de Valentine,  un distinguido cliente que la invita a un concierto de Matt Monro.

Marge se roba un vestido de la tienda y Barbara,  luciendo ultra glamorosa,  va a su cita. Están en los cocteles cuando se aparece una pareja,  amiga de Valentine, peor aún,  amigos de la esposa de Valentine. La mujer confunde a Barbera con una prostituta y la chica se ofende. ¿Me van a decir que por muy virgen que sea Barbara no se le iba a ocurrir que Valentine era casado? ¿O que la iba a llevar a cenar y a un show solo porque es generoso?



A Barbara le viene un ataque de ira, insulta a Valentine, insulta a sus amigos y se marcha. En el guardarropa se tropieza con un estrambótico individuo. Aunque yo también me asustaría al ver a Rupert Everett en su aspecto más siniestro, el hombre es respetuoso y viene acompañado de su mujer. La alterada Barbara cree que es otro hombre que pretende seducirla. Lo insulta,  aun así, él le pasa su tarjeta, es un agente teatral.

Antes de dejar el local, Barbara va al baño. Valentine la sigue e intenta violarla, pero es rescatada por la chica del guardarropa.  Aunque consigue retornar virgo intacta a su cuartucho,  el vestido está más rasgado que su himen. Lo que acaba perdiendo Bárbara es su empleo por lo que recurre a la tarjeta que recibiera esa noche.

Realmente, admiro a Stephen (R. Everett), uno de los muchos hombres que lucharán por colocar a Barbara en el sitio que quiere alcanzar, pero hay que tenerle paciencia. Stephen le da un nombre artístico “Sophie Straw” pero no consigue colocarla. En ese entonces no existían puestos para comediantes. Lo más que puede aspirar Barbara/Sophie es un rol de actriz y se las arregla para perder los que le ofrecen. Por un lado, exhibe una superioridad inexplicable que la hace menospreciar todos los trabajos, por otro está su obsesión de burlarse de todos y todo.



Finalmente acaba en burlesque y aun así se las arregla para que la despidan. Pero ahí, sucede un milagro. Una vez “Sophie”,  a espaldas de su agente, se infiltró en una audición para el rol de Cicely en un radioteatro. Aunque era obvio que el papel de una dama refinada le era imposible a Barbara, impresionó al equipo (todos varones) principalmente al director, el anglo-indio Dennis Mohindra.

Cundo “Sophie” es despedida del burlesque, Stephen le tiene una buena noticia. El equipo de Dennis quiere que vuelva a audicionar para el rol de Cecily. Aun sabiendo que es su gran oportunidad, Barbara es incapaz de prepararse. Llega tarde y da una interpretación patética, poco prolija,  y que parece estar optando para el rol de Curly de Los Tres Chiflados, en vez de Cecily.

Es una escena triste e irritante. Triste porque es obvio que Dennis y sus chicos quieren trabajar con ella. Irritante porque Barbara no es cómica. Yo a Gemma Arterton la he visto en varios sitios. Me encantó en los filmes de St. Trinians y en la menospreciada, Their Finest. Nunca la había visto trabajar ta mal como en este rol. Parece llorar cuando está contenta, pone cara de fuchi cuando debe verse cariacontecida,  y el cliché de entrar al cuarto de las escobas confundiéndolo con la salida, le quedó tan mal que ya daban ganas de darle escobazos a ella.



En el colmo de la irrealidad, el grupo insiste en darle una tercera oportunidad. Se entiende que están infatuados con su belleza marilinesca, que Denis se haya enamorado de la comediante, que serán amantes a pesar de ser él casado. ¿Dónde se fueron los escrúpulos de Barbara?

Es cierto que Mrs. Maisel era atolondrada, y al final, vivía autosaboteándose, pero era una dama de sociedad que, bajo el shock de haber sido abandonada por el marido, se emborrachó e hizo un show impromptu que fue un éxito. Eso es muy importante. Midge nunca abandona a su familia, nunca quiso ser comediante y le encanta competir en concursos de belleza.



Miriam Maisel tiene un vasto caudal de experiencia que va más allá de su gracejo natural, lleva años escribiéndole rutinas y chistes al marido, sus estudios universitarios la han puesto en contacto con muchos escritores satíricos, descubre que lo que hace reír es contar sus propias vivencias, especialmente las de una esposa abandonada. Incluso en su subida al estrellato, escucha grabaciones de otros comediantes. Busca inspiración en algunos de ellos como el gran Lenny Bruce y su Némesis, Sophie Lennon.



Antes de decidir que la comedia es su vida, Midge también trabaja en la sección de cosméticos de una gran tienda de departamentos. A diferencia de Barbara, aunque se lleva mal con la encargada que la degrada a telefonista y hasta la pone en el guardarropa, la Señora Maisel lo hace todo tan bien que incluso cuando se retira la siguen llamando para hacer reemplazos. En resumen, Funny Woman no le llega ni al zapato a Mrs. Maisel y no la recomiendo.

Sam Spade en Provenza

Yo siempre tuve la impresión de que Brigid O’Shaughnessy (Mary Astor) habría terminado en el cadalso en 1941, el año en que John Huston filmó El Halcón Maltes. Parece que la Femme Fatale de ese Noir clásico sobrevivió y tuvo una hija que acaba siendo adoptada por Sam Spade, una de las más famosas interpretaciones de Humphrey Bogart. Ahora interpretado por Clive Owen, Sam Spade debe viajar a Provenza a entregar a la niña a su verdadero padre, pero ese es solo el primero de sus problemas…


                                            Brigid y Spade. Los buenos tiempos

Scott Frank , creador de joyas televisivas (y en Netflix) como Godless y Gambito de Dama, ha sido el encargado de resucitar al personaje que Dashiell Hammeth convertiría en el prototipo del detective privado. Me temo que Mr. Frank ha empezado con el pie izquierdo, porque el primer episodio, de hora y media de duración,  es una gama de saltos de tiempo, flashbacks, introducción de personajes y que carece de coherencia. La serie se vuelve meandering y a ratos aburre. Solo los últimos veinte minutos llegan tan cargados de acción que impidieron que apagase a Ruhami.

Comenzamos en 1955, Brigid O’Shaugnessy ha acabado su carrera delictiva en un descarrilamiento ferroviario. Antes de morir le ha encargado a su hijita, Teresa de ocho años,  a su némesis y ex amante Sam Spade. El encargo consiste en llevar a la niña a un pueblecito de Provenza donde vive su supuesto padre, Philip de Sainte-Andre.

El tal Philip es el maleante local, nadie quiere saber nada de él ni de su hija. La supuesta abuela de la niña niega ese parentesco. El dilema de Spade acaba cuando conoce a Gabrielle, la mujer más rica del pueblo. Ella está dispuesta a ayudarlo a cambio de que la libre de Sainte-Andre que la está extorsionando.

                              Gabielle es interpretada por Chara Mastroianni, casi tan bella como sus padres

Pasan ocho años. Sam consiguió exiliar a Philippe en Argelia; Gabrielle ha muerto hace dos años, antes ella y el detective se casaron, Teresa estudia en un convento cercano. Todo esto nos lo cuentan en fragmentos de conversación y flashbacks ocasionales que hacen la narrativa un poco confusa.

Sam ha heredado la fortuna de su esposa. Eso le ha permitido establecer una sociedad con Marguerite, la dueña del bar/night-club del pueblo. Al celoso marido de Marguerite no le gusta esa sociedad. De pronto los Sainte- Andre comienzan a mostrar intereses en la huraña Teresa. Sobre todo, Philippe que ha regresado junto con muchos otros pied noirs de Argelia. Como le explica Sam a la madre superiora del convento, cuando cumpla 18 años, Teresa heredará la fortuna de Brigid, por eso sus parientes pretenden ahora ganarse su cariño.

Una noche, Teresa se aparece llorando, y con la ropa manchada de sangre, en casa de Sam. Dice que su padre ha sido baleado por “hombres malos”. Uno de ellos es un monje franciscano que Sam ha visto mendigando por el pueblo. Según Teresa, el monje golpeó a la Madre Superiora lo que precipitó la huida de la chica.

                                     Sam Spade y su "hija"

Sam deja a Teresa pegada a una botella de coñac y parte al convento. Descubre que Teresa tomó la precaución, antes de huir, de encerrar a sus compañeritas en el sótano. Las religiosas no tuvieron tanta suerte. El detective las encuentra arrodilladas en un círculo ante el altar. Aunque parecen inmersas en oración, han sido asesinadas.

Este macabro crimen está vinculado a misterios ancestrales, a un niño con poderes al que busca incluso El Vaticano. Lo más sorprendente de esta trama tipo Código Da Vinci es que se hayan demorado más de una hora en hacerla despegar hasta el punto de que parecen historias diferentes. Si les cuento esto es para que no lleguen a la conclusión que llegó mi hermano que,  antes del episodio en el convento, estaba dispuesto a no seguirla viendo.



Es imposible que un primer capítulo, aun mas si son 90 minutos, se la pase más de la mitad en una narrativa latiguda, aburrida y que nadie entiende. Mi hermano y yo hemos tomado cursos de cine y concordamos que la trama estaba mal narrada y ciertamente no parece obra de Scott Frank.



La tesis de mi hermano es que el libretista escribe una historia que cabe en cinco episodios, pero la plataforma programa la miniserie para seis. Entonces hay que estirar el argumento para llenar una hora. Esto lo vemos en muchas series, por buenas que sean. Hay veces que el comienzo es un desastre,  en otras se trata de un final disparatado. Esto lo hemos visto en la soberbia Temporada 5 de Fargo en que la media hora final parece haber sido escrita por un alumno de primaria.

Este preámbulo ha sido para explicar el desorden inicial y para recomendar que sigan la serie a pesar del lento y soporífero inicio. En último caso,  pásense sesenta minutos admirando el paisaje. Se ha vuelto costumbre enganchar televidentes con soberbias vistas. Ahí lo consiguieron con Hotel Portofino y Provenza es un gancho ideal. De ahí esa antología del crimen Murders in Provence, o el enviar a Julia Child en la segunda temporada de su biopia a la campiña provenzal.

¿Cuáles de estas series han visto? ¿Cuáles les gustaría ver?

 

 

 

13 comentarios:

  1. Have not see any of these, Funny Woman looked unfunny to me in the trailers LOL so I gave it a wide berth, surprised it is getting a new season. I did start New Look last night at thought it was terrible and sleep inducing, no dynamics, nobody is likeable in it, Mendelsohn is a rather terrible and wooden actor. They depict Balenciaga as opposed to Nazis even though he made dresses for them and was criticised for it. Hope it gets better, I tuned in for the fashion, not to watch his sister fighting the WW2 lol
    I also started Death Comes to Pemberley last week, it is quite nice, took me ages to find it. Nice cast, lovely visuals.

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  2. I think they didn’t include everything from Hornby’s books thus they have enough material for Funny Woman 2. Although, the BBC doesn’t need excuses. They made second seasons of series that sucked big time like World on Fire, Around the World and that garbage about Brits in Australia. Their TV is mediocre, their press is mediocre, their politics are mediocre, they are becoming a mediocre environment.
    I’m watching about ten series, the only ones that I don’t do fast forwarding, because they really gripped me, are Masters of the Air, Shogun, Feud, and the New Look. Curiously, TNL is not good, it’s extremely dark, has horrid acting headed by a sleepwalking Mendelsohn. I think only Binoche is doing some real acting, and her Chanel is grotesque. My favorite character is Lelong, you’ll see, he is so sweet. Balenciaga is grotesque, the actor looks like an aging bullfighter, and Cristobal such a gentleman of luxury who hobnobbed with royalty, aristocracy and the Franco Family would spend his nights at the corner bar hanging out with tailors?
    And the Resistance has been put to shame. Catherine’s group operated in the south of France. Their specialty was gathering intelligence, not killing German soldiers. And the series don’t even tell us about German reprisals. 10 French hostages for each soldier killed by the freedom fighters.
    What I love about the show is that it’s so kitsch and grotesque that I end up laughing. But it gets you interested in the period, it poses questions, and I’m enjoying my research.
    Ohh I'm also watching Pemberley. Seeing Matthew G. playing Wickham is so delightful

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    1. Funny Woman is not BBC but Sky. But speaking of BBC I am shocked they did not include any blacks in King and Conqueror, are they over diversity rule or did they find funds somewhere else I wonder, cause UK government won't give them funds without blacks in the cast. Could be because they are doing it with CBS studios.

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    2. BBC, ITV, Sky they are all the same, British Bloody Caca. And this comes from a lifelong Anglophile.
      No, CBS would be adamant about forced inclusiveness. I guess the producers realized what an atrocious mistake is to have white historical figures portrayed by actors of color. In this series they could have Saracen merchants or envoys of Sultan of Morocco visiting the French Court. No problem with that, but major characters should be played by Caucasian actors or those that can pass as such.
      What really surprised me was the all-white cast of The New Look. France in the Forties was a colonial empire. Paris was filled with subjects from Africa, Asia, The Caribbean, the Pacific. And yet everybody in the series is white and Aryan. The only two Jews that appear are the Wertheimer Brothers.

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    3. And they are presented as evil so poor lil Coco has to ask the Nazis nicely to destroy them. She really was a nasty biyach judging by New Look and Balenciaga series. New Belgravia also did not have blacks, maybe they are finally done with it. I know that everything ITV did with blacks in period set programmes has been a flop in recent years.

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    4. Thank you for noticing. Because Jew-bashing is fashionable now, critics are turning a blind eye. The series is also ant-communist and has toned down Dior's homosexuality. I smell some conservative force putting money in it Series that had Blacks portraying white people (Cleopatra and Anne Boleyn ) were total flops. could you remember another one?

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    5. Winter King, Sanditon was a flop in UK too, everything BBC did from historical drama in recent five years after Poldark etc.
      Yes, notice how the most vilified nations currently are the three nations that saved the world from the Nazis and were their biggest victims - Jews, Serbs and Ruskies. Isn't that peculiar? Suddenly the biggest historical victims of genocide are the biggest genocide monsters... One would almost believe it if one was ignorant and knew nothing about history.
      Some countries want to quit Eurosong this year because of Israel and I hope Israel wins as they have a beautiful, really stunning song, will vote for the holy land. Meanwhile, Nazi Croats will probably win with some shitty tune that is offensively idiotic. Not Israel or Serbia which has a song about ramonda, our holy flower that symbolizes are our losses in WW1.

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    6. I woke up with a severe panic attack at five am. Check my cell phone and learn about the Moscow massacre. Humanity is bent into killing each other and cancelling each other. Countries/nations/races have been vilified forever. They are typecast as victims in one century, play villain in the next. The difference today is the damn media and social media that distorts truth to the point that nobody knows who is good or bad. Eurovision is a joke and good people should shun it for this ridiculous political game. I just realized that Muslim extremists have a thing against concerts. October 7 happened mainly at a Supernova concert, and now this.
      Meanwhile, Israelis, at war and under constant bombarding, are still working on medical and technological new inventions that make our lives more comfortable. That is what the world should think.
      Talking about media, I’m appalled at how British media has hounded and pounded Princess Kate to the point that the poor woman has had to beg for some privacy. But I told you it’s part of the UK’s rampant mediocrity. Just like with television programming, choosing politics over quality is never a good game to play.
      Keep safe and healthy Gattocito.

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    7. And have you noticed how most of Western media is not really covering the terrorist attack in Moscow even though if it was in any other country with hundreds of injured and dead they would be writing about it for weeks and months. Deadline usually covers such mass massacres and now not even a singel article, like it did not even happen, but if it was Ukraine they would write about it for months. Because the terrorists are Muslim and Muslims are currently poor lil victims not the terrorists...
      I think US media has hounded Kate much more than the Brits, they still do it even after the cancer, the story about her giving birth to a lover to William having an affair and other shit it all comes from US. I can confirm that Deadline never published a positive comment on Kate and especially not on Charles.

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    8. I was about to say that Spanish and English media have covered (on first page) the Moscow attack. But you have a point, they don’t stress the religion and origin of the terrorists. My cousin was baffled “I thought Putin was close to the Arabs.” It’s hard to explain (not to her, a smart woman) that being Syria and Iran’s ally does not make you a friend of the Arabs or Muslim world. Neither Arabs, Muslims nor the Middle East are monolithic.
      Oh, when I say media, I mean the whole infernal apparatus, regardless of country or language. However, American media has embraced, in it wokeism, the idea that monarchy is and evil institution and contrary to American values, therefore its members should be vilified, even if it’s a cancer stricken mother of three.
      Don’t rely so much on Deadline. After all it is an entertainment publication.

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  3. Vi el primer capitulo de Funny Woman hace unos meses y quería que me gustara, mas que nada por el setting, la moda, peinados, etc. Tu sabes que estoy enamorada de esa época, pero tampoco me atrajo mucho, no lo suficiente para seguirla viendo. Casi me desmayo al ver a Rupert Everett tan gordo y viejo. Será maquillaje o así de acabado está el pobre? La protagonista es linda pero como dices, el personaje no es atractivo. Me parece que tu has atinado al porque, es una extraña mezcla de feminismo con inocencia que no resulta creíble.


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    1. Cuando decidas si vas a seguir o no con The New Look, te aconsejo ver en Apple, Palm Royale, la protagonista es una ditzy blonde que consigue ser cómica, exasperante, pero a ratos conmovedora y es exactamente lo que Gemma Arterton quería ser y no pudo. Aunque Palm Royale no es sobre comediantes, la prota es muy Mrs. Maisel. Su ambición no es ser artista sino ser una gran dama y es muy habilidosa en su modo de escalar la sociedad de Miami en 1969.Un error de Funny Woman fue (y es el error de la BBC) de ser muy woke y feminista. Palm Royal es diversa, hay cubanos galore y el protagonista masculino (no es galán) es Ricky Martin. En cuanto al feminismo lo tratan genialmente. El personaje de Laura Dern ha encontrado en el feminismo un escape a su soledad y fracaso amoroso. Intenta integrar a Maxime (la prota) a ese mundo, pero la rubia usa lo mejor del feminismo para sus planes y se ríe de lo peor.
      Rupert Everett está viejo y arrugado como todos los actores de su generación (Colin Firth, Hugh Grant), pero no está calvo y su caracterización para Funny Woman requirió mucho maquillaje.

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  4. Okay, le voy a echar un vistazo a Palm Royale. Gracias por el dato!

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