Band of
Brothers me inspiró tamaña
pasión que nunca he podido ver The Pacific. Por la misma razón tenía un
poco de miedo de ver Masters of the Air. No compartan mi temor.
Spielberg y Hanks han sabido navegar La Era del Woke dándole un broche de oro a
su trilogía de la Segunda Guerra Mundial. Los amos del aire combinan esa
dulce nostalgia de viejos filmes bélicos con lo mejor de los efectos especiales
de siglo XXI.
Como Band of
Brothers, está basada en un libro. En
este caso Masters of the Air de Donald L. Miller, y A Wing and a
Prayer de Harry Crosby. Como
Crosby, todos los personajes de la serie son reales. La acción se enfoca en los
quehaceres de las Fortalezas Volantes que pertenecían a la escuadrilla 100th de
bombarderos. Los protagonistas son Gale “Buck” Craven (Austin Butler de Elvis)
y John “Bucky” Egan (Callum Turner de Fantastic Beasts).
Si un eje de BOB era la amistad entre dos hombres tan diferentes como Dick Winters (Damian Lewis), un chico de la zona rural de Pensilvania, y el sofisticado abogado neoyorquino Lew Nixon (Ron Livingston), aquí tenemos algo parecido. El bromance está a cargo del alcohólico, mujeriego, pendenciero y bullicioso Bucky junto a Buck, un universitario serio de Wyoming, con novia formal.
Poco a poco vamos
conociendo a otros miembros del escuadrón. Mi favorito es Crosby (Anthony
Boyle), no porque me guste el actor sino porque es el más vulnerable (con sus vómitos
constantes que interrumpen sus labores de navegador de vuelo). Y ya para el
tercer episodio entra mi otro favorito, Robert “Rosie” Rosenthal (Nate Mann),
el abogado de Brooklyn que sirvió heroicamente cerrando el hocico a Roald Dahl y
a su teoría de que los judíos no podían ser aviadores. Solo lamento que no
podamos seguir la carrera de Rosenthal que, acabada la guerra y recibiendo
condecoraciones de tres países, volvió a su carrera legal y sirvió como fiscal
durante El Juicio de Nuremberg.
Se ha hablado
mucho del aura old-fashioned de la serie que recuerda las épicas de
Hollywood. Ya uno ve que Dana Andrews interpreta a Buck y Robert Mitchum a Bucky,
con John Garfield haciendo de Rosie. La diferencia es que aquí el énfasis es en
tragedia, no en triunfos. Cada misión es
más peligrosa que la anterior. Sin incurrir en spoilers, les cuento que en cada
hora perdemos aviadores, vemos caer aviones, y saltar en paracaídas a algunos
que acaban como prisioneros. Eso hace la serie muy conmovedora.
La razón por la
cual hay tanta mortandad la explican los aviadores de la RAF. Tras cuatro años
de ser bombardeados y ver sus ciudades
destruidas, los ingleses deciden que las misiones de vuelo serán nocturnas. Al
amparo de la noche pueden destruir mejor al enemigo y volver vivos a sus bases.
Eso no les parece justo a los americanos que prefieren bombardear de día para
tener claro que no están destruyendo casas ni sitios que no ayuden al esfuerzo
bélico. Esa ingenuidad y buena intención les costará caro.
Si mi temor era
que las escenas terrestres se reducirían a permisos con bailoteo y sexo con
chicas de paso, me equivoqué. Hay chicas de paso como la viuda polaca que le da
a Bucky una lección sobre los deberes de un aviador aliado, destruir a los
nazis y a Alemania. Hay esposas como Jean, la recién casada, cuyas cartas mantienen alta la moral de Harry
Crosby. Y hay novias formales como Marge (Isabel May) a la que Buck es tan fiel
que prefiere bailar con su perrito Meatball antes que traicionarla, aunque sea en
la pista de baile.
NOTA: Aunque en
la serie nos hacen creer que Buck y Marge se conocieron durante la guerra, eran
novios desde la infancia.
Ver a Buck con
Elsa Dutton en la primera escena, me dio escalofríos. Quería advertirle que
ella es jetta, sus hombres mueren, y la serie jugó con eso haciéndonos creer por
casi tres capítulos que Buck había perecido junto a su avión. Bueno, yo sabía (gracias,
Wikipedia), que Buck volvió a casa, vivo y entero, y se casó con Marge.
Hay un constante
en la trama: los peligros que enfrentan los aviadores— por algo los apodaban The
Bloody 100th— que los lleva a no regresar de sus misiones. Esto
tiñe de duelo y melancolía cada episodio, convierte a Masters of the Air
en una serie ruda y realista, y explica los controversiales bombardeos de Dresden
y Tokio.
La nota optimista
es que muchos aviadores sobreviven, aunque se encuentren en terreno peligroso. Sus
experiencias nos permiten tener una visión de lo que está pasando en tierra, en
la Europa Ocupada. Así conocemos las redes de rescate de aviadores aliados. El
peligroso trabajo de las células resistentes (como la célebre “Cometa”) que
lleva a Quinn desde los campos de Flandes a la frontera española nos da un
retrato más respetuoso y fidedigno de la labor de los movimientos resistentes
europeos que las infames falsedades de The New Look.
También tenemos
otra visión, la de los alemanes y de cómo trataban a los aviadores. Nos
referimos al pueblo llano que no titubeaba en linchar a los Aliados que caían
en sus manos. Mas allá de si estaban enojados por los destrozos y perdidas de
vida provocadas por los ingleses, y estadounidenses, se olvidaban de quienes había
iniciado la guerra y quienes hablan arrasado desde el aire ciudades como Varsovia,
Rotterdam y Coventry.
Otra oportunidad que dan estas caídas en paracaídas de los aviadores es la de incluir personajes femeninos como las valientes chicas belgas que llevan a Quinn de Bélgica a Francia. Una lástima que no hayan dedicado más tiempo a esa misión. En cambio, han preferido embutir el personaje de Sandra que solo ha servido para confundir al público. En su biografía de 1993, Crosby insistió que nunca le faltó a su esposa, pero la serie ha preferido meterlo en la cama con esta misteriosa oficial británica que conoció en Oxford.
Tan confusa fue
la aparición de Sandra que dejó dudas de que labor desempeña en el ejército.
Creo que el episodio 8 nos dejó claro. Sandra es una agente de la OSS que es
enviada a conseguir información crucial en Francia . No sé de dónde algunos espectadores
se han creído que se trata de una espía alemana.
Es extraordinario
lo poco que sabe el público angloparlante sobre el teatro europeo,
especialmente sobre la Operación Overlord. ¿No vieron Band of Brothers? ¿O
alguna de las quinientas películas que se han hecho sobre el desembarco? Ni los recapper saben mucho. Por ahí uno hablaba
de “Operation Overlay”(¡!!) Es una suerte entonces que se hagan series que
informen sobe la mayor guerra del Siglo XX (por suerte todavía no superada). Es
importante saber sobre guerras antiguas ya que es la única manera de entender
las guerras modernas sobre las que todos parecen querer opinar sin siquiera
saber en qué continente se están batiendo.
Por décadas se
creyó que los militares de la Europa Occidental y de USA capturados por los
alemanes eran mejor tratados que los eslavos y que los prisioneros de campos de
concentración. Aunque es verdad que recibían cartas y paquetes de la Cruz Roja
y no estaban obligados a desempeñar trabajos forzados, también estaban
expuestos a peligros. Sobre todo, si
caían en manos de la Gestapo. Recordemos a Lord Richard Attenborough en The
Great Escape y Colin Farrell en Hart’s War.
Bucky y Buck
terminan en Stalag III de donde huyeron Roger Bushell (Attenborough) y sus
compañeros. Ese “gran escape” fue tan bochornoso para los alemanes que, como
nos muestra la serie, el control del campo pasó a mano de las SS lo que se tradujo
en peores condiciones aparte de la orden de que todo prisionero que intentaba
escapar debía ser pasado por las armas.
Para que no se
acuse a la serie de ser únicamente un homenaje a aviadores blancos, el penúltimo
episodio incluye al celebre Escuadrón Tuskegee. Mi único reparo es el poquito
tiempo que les han dado a quienes, por su valentía y destreza, fueron parte de este episodio de las hazañas
de los últimos Caballeros del Aire.
Esa es la queja
que tengo de la serie, el poco tiempo que tenemos para desarrollar eventos y personajes.
Bucky y Buck son héroes de pulp magazine, tenemos poca introspección psicológica
de ellos y poco trasfondo. Peor es el caso de Robert Rosenthal de quien solo
sabemos que es judío, viene de Brooklyn y abogado, ninguno de esos factores
desempeña un rol en su vida de aviador. Es como si hubiesen nacido solo para
pilotear aviones.
SPOILER : Tal
como Buck y Bucky, Rosie tuvo que lanzarse en paracaídas sobre Francia, pero
fue rescatado por la Resistencia y pudo regresar a Inglaterra. Esto ocurrió a fines del ’44. Aparte de ser el
más condecorado del escuadrón, Rosie tuvo el privilegio de ser derribado y
rescatado en dos ocasiones.
En la serie han
cambiado esa historia debido a la cronología. Al no querer relatar las
aventuras de los tres protagonistas como ocurriendo en el mismo espacio de
tiempo, dejaron el paracaidismo de Robert Rosenthal para su segunda escapada en
el ’45, cuando cayó cerca de la frontera
polaca y fue rescatado por los rusos.
Contenido
Violento y Gory: Como en Band
of Brothers, la serie no se abstiene de mostrarnos horribles heridas de
guerra o las situaciones imposibles a las que son expuestos los POW en el
Stalag. Para mí la escena más violenta fue esa caminata a través de una aldea
hostil donde Bucky y otros pilotos quedan a merced de los furiosos alemanes.
Contenido
Sexual y Desnudos: Bucky
y la viuda polaca; Crosby y Sandra, nada muy gráfico y no hay desnudos.
Factor
Feminista: Aunque es
obviamente una serie de varones, se las han arreglado para embutir personajes
femeninos sean como “La chica que dejaron atrás” que se manifiesta por cartas, o las valientes
resistentes y agentes secretas (como Sandra). Sin su ayuda, no se hubiese
ganado la guerra.
Factor
Diversidad: Como muchos, me quejo del poco espacio que se les ha dado a Los Tuskegee. También me quejo
de que el origen judío de Rosenthal no juegue ningún rol ni en el desarrollo de
su personaje ni en su interactuación con sus compañeros. En suma, Masters of the Air sigue el Código
Hays de no dar importancia a lo étnico para evitar críticas de racismo, en vez de seguir El Código Woke de
inclusividad forzosa.
Masters of the
Air puede verse en todo
el mundo via Appletv.
I am downloading it, but it will be very hard for me to make myself watch it because I cannot for the life of me stand Austin Butler, his pathetic acting and his fugly snout. He just represents everything I hate in todays Hollywood. When I finally watch it I will do it for Callum Turner. Will watch the second ep of New Look tonight and not looking forward to it LOL after the dreary boring first one. Maisie Williams is another example of an atrociously bad actress. And Mendelsohn aint any better. Hope it gets better.
ResponderEliminarI like Austin. I had never seen him before. Callum is a great actor, but he looks like a Siamese cat. Lovely as a cat, not as a man. Maisie is wooden, Mendelsohn is sleepwalking. only Binoche is doing a great job. I'll be totally honest. I'm getting to enjoy New Look but as a comedy. I guess it's not supposed to be that. Chanel is like a female Chaplin. Emily Mortimer is such a poor actress that makes a great funny sidekick. The Dior scenes are so dull, I just look at him mugging. Oh and the actor that plays Balenciaga acts like he owns a tavern. El Maestro was so refined. Jokes aside, what is great about TNL is that tells you some truths wrapped in lies. It forces me to research and what i find could be used for two miniseries.
EliminarMortimer truly is atrocious and so is Malkovich, plus Klaes ain't much better either. It seems like they were choosing the worst ones, surprised they did not put Olivia Coleman in it too. I slept through half of the second episode it was that boring. Why did not they call it Coco series when she takes up 90% of it?
EliminarNo, Noo, Olivia Coleman? The horror! The horror! I put up with Malkovich because his Lelong is such a lovely character. Claes Bangs is on the fugly side but cuts such a dashing figure. Almost as perfect as Pierce Brosnan. Yes, the series is all about Chanel, and the not-so-subtle attempt to whitewash her is going to cost me about three articles dealing with her true unsavory self.
EliminarYo escribí poco porque al ser una serie de acción no hay mucho que contar sin spoilear. Eso no quiere decir que no haya mucho que ver y hablar sobre ella. Fue una serie muy cara y por eso se la pasaron a Apple que parece que rebosa de plata para los period pieces. está haciendo muchos y no son malos (gran excepción Las Bucaneras).
ResponderEliminarDebido a la falta de presupuesto, HBO se desligó del proyecto y solo pudieron hacer 9 episodios. Una lástima , pero entonces debieron darnos a Los Tuskegee antes.
En el libro, Crosby describe su relación con Sandra, así como tú la veías. Una amistad romántica, pero platónica y hace hincapié que no fue infiel. Pero cuando escribieron el guion ya tanto Crosby como Jean había muerto. Fueron a preguntarle a la hija (¡imagínate! ¿qué va a saber ella?) Y le dijeron que tal vez su padre mintió porque su mamá estaba viva todavía cuando publicó sus memorias. ¡Que feo! Y la señora dijo “a lo mejor”. Y usaron eso de confirmación.
Querían romance, querían sexo y querían inflar a Crosby que del momento en que se acostó con Sandra como que perdió puntos conmigo. No es que crea que todo soldado en servicio activo puede serle fiel a su mujer, hay todo un subgénero hollywoodense sobe el tema. Es que no cabía en el cuento. Una noche de paso como Bucky con la polaca se entiende, pero Crosby que esta tan pendiente de Jean y Sandra dijo sentirse segura con él al saberlo casado…No tenía sentido. Y luego el que no quiere volver con Jean. ¿Por qué? ¿Por una mujer de la que no sabe nada? A lo mejor también Sandra era casada.
La serie ha dejado de lado a los protas y a Rosie (sabemos poco de sus vidas en Usa), para enfocarse en Crosby y solo porque están inflando a Anthony Boyle. En este momento está en tres period pieces: Masters, Manhunt (también de Apple) y Shardlake de Disney. No sé por qué, no es tan bonito ni trabaja tan bien.
Amiguis, ahora si que te tova ver "Feud" Es diferente y al Coronel no le va a interesar, pero es un must para escritores