martes, 12 de julio de 2022

Las Hermanas Schollack en Los 60: Ku’Damm 63

 


Han pasado más de cuatro años y nos encontramos a Las Shollack en Los Sesenta, entremedio se ha construido el Muro de Berlín y se está preparando el primer juicio contra los SS en suelo alemán. Sin embargo, Monika, Helga y Eva,  siguen sumergidas en líos románticos, conflictos domésticos y enfrentamientos con esa madre tan entrometida.

Monika y Joachim llevan un par de años de casados. Ahora ella se dedica a escribir sus Blues que nadie quiere entonar. Una buena noticia es que por fin Monika vuelve a salir encinta. Eva sigue casada con Jurgen Fassbender, pero hace su vida por su lado. Luce una melena teñida de un rubio albino y maneja una galería de arte. Helga,  cada día más parecida su madre , ahora trata de controlar a su hija menor Fredericke y de gritonear a su pobre marido.



Inicia nuestro cuento en la Navidad de 1962. Toda la familia se reúne en casa de Mamá Shollack. Caterina está molesta porque nieta Dorli ahora tiene dos padres:  Papi Freddy (el biológico) y Papi Joachim (el padrastro),  y no nos olvidemos de Papi Wolfgang (el adoptivo). Helga que está en animo despótico ha querido hacerlo todo, pero se le quema el pavo. A Wolfgang se le cae el árbol navideño. Deciden salir a comer en un restaurante y Mama Shollack acaba arrollada por un bus.

Con su madre en el hospital, Helga se hace cargo de la academia de baile y contrata a Armando,  un argentino que dará lecciones de tango y algo más. Freddy ha puesto un bar nuevo y la víspera de Año Nuevo los Marck van a bailar ahí. En la pista, Monika y el padre de su hija vuelven a su antigua y agitada rutina de rock. En la madrugada del primer día del 63, Monika pierde el bebé.

Al medico se le ocurre consolar a Joachim diciéndole que el embrión era defectuoso y por eso no perseveró en el útero. Al neurótico escritor se le ocurre que él es el defectuoso y cae en una depresión que lo lleva a abandonar sus novelas y retomar la dirección de la fábrica de su padre. Ni él ni Monika me dan mucha lástima, pero si mucha hartera. Lo tienen todo y se quejan



Eva lleva una vida perfecta. A punta de chantajes ha conseguido que su marido le de todo lo que desea: una galería de arte, dinero a raudales y completa libertad. Caterina se entera y lo arruina todo. Intenta chantajear al yerno, el Profesor Fassbender no se deja. Expulsa a Eva de su casa y de su vida. Caterina está feliz creyendo que Eva, al menos, volverá con ella, pero su hija prefiere ser independiente.



El pasado y el presente no quieren dejar vivir a las Shollack. Vemos una Alemania que a dos años del alza del Muro de Berlín ha visto cientos de personas perder la vida tratando de huir de la Alemania del Este. Se acerca el juicio de Frankfurt. La primera ocasión en que Alemania juzgó a los guardias de los campos de concentración. El juicio ha polarizado a la sociedad berlinesa y hay clientes del bar de Freddy que expresan un antisemitismo que no se oía desde la guerra. El músico los expulsa con violencia.

Al día siguiente, Freddy encuentra su local vandalizado y una suástica gigantesca pintada en el piso. Freddy se consigue un revolver, no duerme, está vigilando siempre, casi paranoico, esperando un ataque. Finalmente se marcha a Londres que, a juzgar por lo que vimos en Ridley Road, también es un hervidero de neonazis

Como Alemania, Caterina se siente atrapada entre su pasado y su presente. Cuando se reencuentra en la terapía con el padre de su hija menor, le dice dulcemente “tenemos una nieta”, pero se abstiene de contarle que Dorli es hija de un judío. Ni Caterina ni Fritz han dejado de ser nazis.



Eso se hará más evidente en el encuentro de Mamá Schollak con Hannelore Ley (un velado retrato de Lotte Lenya). La Reina del Kabaret ha vuelto a Berlín y quiere ganar Eurovisión. Cree que Monika puede ayudarla. Caterina, que fue su admiradora en su adolescencia, hace que Monika la traiga a cenar. Otra de esas veladas aparatosamente catastróficas.

Hannelore explica las razone de su exilio. Caterina la acusa de cobardía, de no haber compartido el sufrimiento del pueblo alemán, de haberse paseado por un Berlín en ruinas tras la Capitulación, en un jeep estadounidense (algo que hizo Marlene Dietrich) . Caterina se pone como víctima lo que exaspera a la cantante que abandona la mesa. Monika corre tras de ella, Hannelore le dice “no podemos escoger a nuestros parientes, pero si somos responsables de cómo ello nos influencia”.  


Las Hermanas Schollack están forzadas a ser reflejos de la vigorosa personalidad materna.  Son egoístas como ella, se sienten victimas como ella, son incapaces de enfrentar realidades y terminan alejando a los hombres de sus vidas.

El despertar sexual de Helga la lleva a despreciar al marido y a alejarlo hasta que debe confesar su affaire. Luego de un vergonzoso enfrentamiento a puños con Armando, Wolfgang toma la decisión más sensata y se pone a buscar a Hans que ha desaparecido en la nebulosa que existe más allá del Muro.



El desprecio que Eva siente por su marido la ha hecho arrogante y ciega ante el hecho de que sin el apoyo monetario de Fassbender y la respetabilidad que le otorga ser a esposa de Herr Doktor Professor pasa a ser nada. Fassbender requisa la galería de arte y su pandilla bohemia la abandona. Vuelve a trabajar de enfermera, pero sus ínfulas chocan con colegas y pacientes que ya conocen su historial de prostitución. Consigue empleo de camarera. En su primera noche,  por coquetear con un cliente, no se da cuenta que le ha robado el dinero de propinas y el pago de los clientes. Acaba durmiendo en un banco del parque.

El caso Monika es más complicado. Su lucha por sobresalir en un mundo de compositores machos debe ser postergada. Primero tiene que encontrar una solución a sus líos románticos. Atrapada entre dos hombres,  no acaba de comprender a ninguno. Cuando Freddy le dice que se va a Londres porque Alemania no ha cambiado y se siente igual que en 1933, Monika solo lo ve como un abandono de parte del padre de su hija. Tan oportunista como su madre, Monika retorna a los brazos de Joachim, pero su marido también parte en un viaje del que no se vuelve.



La tragedia colapsará a la menor de las Shollack. Freddy deberá regresar de Londres a hacerse cargo de su hija y ayudar a Monika a reinventarse. Así cerramos 1963 y aunque no hay mención de una secuela, los finales abiertos de las Shollack invitan a un Ku’damm 66 o 68.



En honor a la verdad, se necesita de otra temporada porque esta ha dejado que desear. Los personajes se han debilitado, ha habido retrocesos. Matar a dos personajes importantes no ha hecho madurar mucho a las viudas. Las Shollack parecen mantis,  devoran a sus parejas o los sofocan empujándolos a huir de ellas. Esa no fue la intención detrás de la serie original.



Contenido Violento o Gory: Casi todo ocurre fuera de cámara: la destrucción de la discoteca y un par de suicidios. Lo más violento es la redada de homosexuales que organiza Wolfgang.

Contenido Sexual y Desnudos: Aunque hay muchas escenas eróticas de Helga y Armando no hay desnudos esta temporada.

Contenido feminista: Es triste, pero esta serie que tenía un sesgo definitivamente feminista ha decaído mucho en ese aspecto. Seguimos viendo a Las Shollack como chicas bobas e indefensas. Ahora en el umbral de la treintena siguen haciéndole caso a mami o imitándola. Helga pierde amante y marido, Eva pierde respetabilidad y acaba en la cárcel,  y Monika,  en su búsqueda de una figura materna,  es estafada y acaba haciéndose cargo de una empresa que despreciaba. Es como si todas, a punta de malas decisiones,  renunciasen a su libertad de escoger.

Factor Diversidad: Armando finge ser argentino, pero es italiano. La trama de Freddy nos lleva ver que el antisemitismo nazi sigue muy saludable en 1963. Seguimos viendo la homofobia que existíria en Alemania donde hasta 1968 sería considerada un crimén. 

jueves, 7 de julio de 2022

En el Payis de Traka-Traka: La anti historia dentro de The Beauty Queen of Jerusalem

 




La Reina de Belleza no es bella;   no pertenece al género de ficción histórica porque en ella se omite la historia o se presenta una versión alternativa;  y un cuento en donde los judíos son los malos y los sefarditas son peores,  ya bordea en el antisemitismo. Esta serie no tiene lugar ni en Israel, ni en Palestina, ni en Tierra Santa. Es una fábula sin propósito que transcurre en lo que los antiguos sefarditas llamaban el Payis de Traka-Traka, un lugar tan lejano en el tiempo que es imposible que haya existido.

NOTA: El propósito de esta reseña no es ni recomendar ni impedir que vean la serie. Como siempre intento revisar las fallas en el contenido histórico , dar un poco de trasfondo para que se entienda lo que pasa,  y buscar una explicación cuando el producto es mediocre o negativo. En este caso ambos adjetivos son aplicables.

Me he esperado hasta julio para reseñar una serie cuyos primeros diez capítulos han estado disponible en Netflix desde mayo. Una razón era acercarme a los otros próximos diez episodios que Netflix planea subir en un par de semanas. La otra razón es que no sabía cómo venderla. Me es difícil encontrarle virtudes a una historia que no es histórica, que no presenta personajes judíos positivos y que reafirma el bulo de que las madres y las hijas deben llevarse mal.



Sin embargo, está basada en una novela que ha gustado mucho,  tanto en Israel como en el extranjero donde ya se la ha traducido al inglés, al francés y al italiano. Aun así, hay dos constante en las críticas de lectores: personajes antipáticos (sobre todo la protagonista) y muy buen contenido histórico. Esta última aseveración no se aplica a la serie. Por lo que he leído de la novela de Sarit Yishai-Levy es más apegada a la historia que la adaptación.

La serie ocurre en una Jerusalén de mentiritas, así como fabricada, igualita a las miniaturas que sirven de paisaje puesto que al ser filmada en pandemia no se pudieron utilizar grandes espacios. Las escenas de Jerusalén se filmaron en la ciudad mística de Safed. Es ahí donde Gabriel Ermosa es obligado a casarse con su criada Rosa y ahí donde nace el amor de su vida, su primogénita Luna quien supuestamente viene al mundo en una pacifica noche de 1920.



Sucede que, en 1920, Jerusalén estaba bajo fuego. Los ingleses habían establecido el Mandato de Palestina, que convirtió a Tierra Santa en otra posesión colonial británica. El problema era decidir quién se haría cargo de estas tierras bíblicas. A pesar que la Declaración de Balfour y la de San Remo dictaminaban que Tierra Santa debía ser un Estado Judío, los británicos no querían enajenar a los árabes de la región, pero tampoco a los judíos quesegún una vieja falacia dominaban la opinión pública mundial.

En 1920, bajo el “reinado” de un  comisionado ingles que comandaba las fuerzas militares, la policía y todo un estrato burocrático anglo, se estableció La Agencia Judía de Palestina que era una especie de sub-gobierno judío. La Agencia funcionaba con cierta autonomía en los asuntos del Yishuv (la comunidad judía del Mandato). Esto no sentó bien a los árabes palestinos quienes optaron por la violencia.

El Pogromo de Nebi Musa

En 1920,   la violencia entre los pueblos semitas se traslada desde la frontera con Siria hasta Jerusalén. Lo que inicia como una trifulca callejera dentro de una manifestación religiosa (la peregrinación anual a la tumba de Moisés) de nacionalistas árabes,  acaba en una orgia de muertes, violaciones, saqueos e incendios intencionados.



Los ingleses imponen la ley marcial y un toque de queda en toda Jerusalén.  Los árabes no les hacen caso y los ingleses abandonan el barrio de Mea Shearim donde quedan solo los judíos pobres y ortodoxos que no saben ni pueden protegerse. Es entonces que Zev Jabotinski, el líder del Partido Revisionista ( la derecha sionista),   llega liderando un grupo armado. Los ingleses arrestarán a 19 miembros de ese grupo+Jabotinsky. El resultado final son 5 judíos muertos, 216 heridos; 4 árabes muertos, 93 heridos; 7 policías ingleses heridos. Lo extraordinario es que ninguno de estos sucesos trágicos afecta a los Ermoza,  a pesar de ellos vivir en Jerusalén

No voy a detenerme a comentar todos los actos de violencia que se cometen en contra de la población judía entre 1921 y 1936 en que los árabes protagonizan un levantamiento en contra de los ingleses. Solo voy a mencionar tres hechos puntuales: a partir del incidente de Nabi Musa, Jabotinsky funda una organización paramilitar cuyo mayor propósito es el de proteger a los judíos de la violencia árabe tanto en zonas urbanas como rurales, principalmente en los kibbutzim. Es después de los incidentes de Jaffa de 1921, que la rama izquierda del sionismo crea una organización clandestina parecida conocida como Haganá.  El grupo de Jabotinsky se une a la Haganá e intentan proteger a la población judía de los próximos ataques.

Una ironía es que en Beauty Queen solo se menciona uno de estos ataques, el de 1929. Como siempre la serie no nos provee de contexto, pero en la radio las Ermosa escuchan que lo que provocará la hidrofobia árabe, el saqueo de su casa y la violación de Rosa,   se debe  “a la provocación de los judíos en el Muro de los Lamentos”. WTF?  ¿Quién es dueño de esa radio?  ¿El Muftí?

                             ¿De dónde salieron estos arabes violentos? 

Vamos por parte, El Muro de los Lamentos es la única construcción que permanece en pie del antiguo Templo de Salomón destruido por los romanos en el primer siglo de la Era Cristiana. Desde entonces (aunque no lo llamamos de Los Lamentos sino Kotel o Muro Occidental) los judíos rezan ahí.  Los musulmanes creen que, en su Viaje Nocturno de La Meca a Jerusalén, Mahoma ató a su caballo alado,  Al Buraq,  al muro para luego subir el Monte del Templo y ascender al Cielo. Debido a esa creencia, en el Siglo VII, el Califa Omar construyó en la punta del monte la mezquita Al-Aqsa.

                              Mahoma montado en Al-Buraq

La Masacre de 1929

A pesar de ser parte de un recinto sagrado para el Islam, ningún pueblo que hubiese tenido soberanía sobre Tierra Santa, ni cristiano ni musulmán,  les había negado a los judíos el derecho a rezar ahí. Eso cambió durante este fervor nacionalista que a fines de los Años 20 era azuzado por el Muftí quien incluso propagó el rumor (en octavillas repartidas entre la población árabe) que los sionistas planeaban destruir la Mezquita.

Hay que entender algo. Los sionistas no eran religiosos, los de izquierda eran ateos. Quienes rezaban a diario eran ortodoxos, jasídicos, anti sionistas. Ahí vemos el antisemitismo de esa primera oleada de los que hoy se llaman palestinos. Cuando marchaban en la peregrinación/manifestación de Nebi Musa gritaban “Los judíos (ojo,  no los sionistas) son nuestros perros”.

De esa forma comenzaron a hostigar a los que rezaban en el Kotel. Hacían circular entre ellos burros que defecaban en el paso de los devotos, les lanzaban agua desde las ventanas, hacían que los muecines cercanos hiciesen su invocación a plegarias lo más fuerte posible para ahogar las de los judíos.

A los Revisionistas no les pareció bien que se acosara a pobre gente indefensa y enviaron trecientos militantes a vigilar el área. Los árabes mandaron mil, hubo un enfrentamiento que duró varios días y se trasladó como siempre a los barrios judíos, sobre todo a los de los pobres y religiosos (en Israel siempre han sido sinónimo). Como nos mostró la serie hubo saqueos, incendios y violaciones. La violencia se extendió hasta Hebrón y Safed (hoy Tzfat) convirtiéndose en masacre. Allí estuvo más que nada dirigida en contra de yeshivás y sus estudiantes, nuevamente demostrando que era judeofobia,  no anti sionismo.



Los ingleses se vieron superados, pidieron refuerzos a Jordania (también colonia británica). Al final comenzaron a reclutar a los combatientes judíos porque ya no tenían fuerzas que los defendiesen a ellos. Si no fuera por la Haganá, las cifras hubiesen sido más altas. El conteo de cadáveres fue así:  133 judíos muertos, 116 árabes de los cuales más de 90 fueron abatidos por soldados y policías ingleses.



 Esto es importante para ver la desinformación argumental de la serie. Ni el Irgún  (que se separaría de la Haganá en 1931) ni la Haganá estaban en contra de los ingleses, puesto que todavía se creía que cumplirían con sus promesas. El cambió ocurrirá en la siguiente década y por un doble motivo: la subida al poder de los nazis en Alemania y la subida al poder de Amin Al Husseini quien es nombrado Muftí de Jerusalén. El puesto en manos de este siniestro individuo deja de ser el de un guía espiritual y pasa a ser un cargo político. Como mencioné, aun antes de ser nombrado Muftí,  Amin era quien apañaba todos los grandes brotes de violencia antijudía en Tierra Santa.

                                 El Mufti de Jerusalén

Los ingleses viendo a la población árabe tan galvanizada comenzaron a asustarse. El que en Alemania Hitler creaba leyes antisemitas sin que Europa protestase, les hizo notar que los judíos no eran tan poderosos como pensaban. Esto los hizo prestar un poco más de atención a la peticiones de los lidere árabes, pero no era suficiente. La depresión económica, el auge del nazismo, el antisemitismo de los países del Este de Europa habían provocado una inmigración masiva de judíos a Palestina. Estas bocas extras hacían tambalear la frágil economía del Mandato. Quienes más sufrían eran los árabes,  sobre todo el campesinado.

La Revuelta Árabe de 1936

En 1936, el terreno es fértil para una rebelión provocada por el Muftí apoyado por marcos del Tercer Reich. Se declara una huelga general de trabajadores árabes. Aunque esta acaba pronto, es una señal para una terrible revuelta que devendrá en ataques constantes de parte de la población árabe a ingleses y judíos. La Haganá y el Irgún deponen sus rencillas y ejecutan actos de retaliación a la par de apoyar a los ingleses.

                          Asutada por la violencia de la Revuelta Arabe, una familia judía abandona Jaffa

Los ingleses salen vencedores, tras tres años de actividades terroristas que reprimen con gran crueldad. Todo lo que se ha aprendido a asociar al conflicto israelí-palestino de hoy es inventado en esa época por las fuerzas de ocupación: desde escudos humanos hasta refinadas torturas. Hay actos revanchistas judíos,  y masacres de aldeas perpetradas solamente por las fuerzas británicas que llegan a usar a la Real Fuerza Aérea para bombardear zonas de guerrillas. Incluso los ingleses crean campos de concentración en donde se encerrará a nueve mil disidentes árabes.

               Un tanque inglés se escuda tras prisioneros árabes

La revuelta es apagada en 1939. El Muftí huye a Berlín a beber limonada con el Tío Adolf, pero la sociedad palestina ha quedado resquebrajada, empobrecida y llena de amargura, no solo a nivel del campesinado sino de la clase media, los comerciantes y los intelectuales.

                  Amigable tertulia entre el Mufti y Hitler

Los ingleses reaccionan con la chuecura de siempre. En vez de agradecer el apoyo judío publican en 1939,  el Libro Blanco, un documento que establece una inmensa e inmediata reducción de la inmigración judía, justo en un momento en que una visa es cosa de vida o muerte para los judíos europeos; se estipula un cese de venta de tierras en lo que es hoy Israel a judíos; y se afirma una promesa de acabar el Mandato en diez años dejándolo en manos árabes puesto que son la mayoría.

Nadie queda contento con este documento, ni los árabes. Del Libro Blanco se deriva únicamente una obvia animadversión contra los judíos que había comenzado incluso durante la Revuelta Árabe. En la serie, Victoria (en 1937) le recuerda a la protagonista que los ingleses ejecutan judíos. Una de las muchas falsedades anacrónicas de la obra.

Solo hubo una ejecución que precedió a la Revuelta. En 1936, los ingleses ejecutaron a Mordechai Schwartz,  un judío checo que había matado a un colega policía durante una discusión. El caso no tuvo realmente implicaciones políticas,  y Schwartz hizo un llamado de que no se le considerase un mártir del sionismo puesto que lo hecho era algo personal.

                           El policia Mordechai Schwartz

Sin embargo, en 1938, los ingleses llevaron a la horca a Shmuel ben Yosef, un joven judío ucraniano. Como miembro del Irgún, Shmuel participó en un raid retaliativo en contra de un bus lleno de árabes. Sorprendió la dura sentencia, puesto que no hubo víctimas fatales. La desvergonzada repuesta inglesa fue que al haber recientemente aplicado la pena de muerte a un árabe, debían ahora matar un judío para que vieran al invasor como ‘justo”.

Este comportamiento afectó gravemente las relaciones entre judíos y británicos. El Irgún volvió a convertirse en una fuerza antagónica, a pesar de que hicieron una tregua durante la guerra en que muchos irgunistas se unieron al ejército británico, al igual que casi toda la Haganá. El ala más extremista del Irgún se separó en 1940, convirtiéndose en la Lehi o Stern Gang como la llamaron los ingleses. En 1944, el Irgún volvió a declarar la guerra a la ocupación británica lo que llevó a una serie de ataques terroristas muy violentos e innecesarios que acabarían solo con la partida de los ingleses en 1948.

En una Jerusalén Inventada

La tremenda ironía es que ninguno de estos sucesos, que afectaron a toda la población del Mandato (británicos, judíos, árabes, ect.)  aparece en La Reina de Belleza… No hay mención de la Revuelta Árabe, ni de la situación en Europa. En esta Jerusalén inventada, priman los sefarditas como los Ermosa. Los judíos religiosos están apiñados en Mea Shearin dándole de comer a los mendigos. Como mencioné en otra nota, no hay rastros de la población árabe con la excepción del fiel Mustafá.

              Rochel dándole de comer a los mendigos

La gran ironía es que la judería más visible en la Jerusalén de entonces eran los sionistas askenazis que en esta serie no aparecen sino en una foto de Ben Gurion con Gabriel. Efraín menciona la Histadrut a la que pertenece Gabriel y a la que su cuñado tilda de comunista. La Histadrut,  todavía en existencia,  es la central más antigua de sindicatos obreros de Israel, habiendo sido fundada por el Yishuv central en 1920. ¿Ahora por qué un tendero como Gabriel iba a pertenecer a un colectivo obrero?

No llegamos a saberlo porque de pronto a partir de los últimos capítulos, Gabriel se ha vuelto un ardiente sionista, socialista y admirador de la Haganá. No se entiende, puesto que lo único bueno que parecen hacer los invisibles sionistas es estar en contra del Irgún (WTF?) No se explica este cambio que solo sirve para hacer parecer a los ingleses (un poder colonialista)  más adorables y glamorosos. ¿Quién quiere echarlos?  Solo los descerebrados fanáticos del Irgún como Efraín.  Cuando arrestan a Luna en el capítulo 4, súbitamente a Gabriel se le ocurre gritarle a James: “¡Uds. (los británicos) no tienen nada que hacer aquí!” Este repentino anti-colonialismo no dura mucho como nada en la vida de Gabriel que para ser el protagonista no es más que un fantoche.



Pero más allá de los personajes indefinidos de este relato, están los datos históricos que desmienten las posibilidades de los hechos retratados por la serie de Netflix. Ya no es cuestión de decir esto “no es un documental” o hablar de licencias históricas. Esta Jerusalén no se parece en nada la de 1937 donde el Irgún era aliado y no enemigo de los ocupantes, donde ocupantes británicos y judíos hacían frente común en contra de las guerrillas árabes, y donde los ingleses como gente en pie de guerra no andaba dando fiestecitas donde sus enemigos podían plantarles bombas ( y vaya la de bombas que les plantaron los árabes) .

La Jerusalén que nos describe la serie es la de la insurgencia (1944-1947). Si querían tener de villanos al Irgún y la Lehi bien pudieron cambiar la fecha del nacimiento de Luna para coincidir con el auge de ambos grupos a fines de los 40. No es que yo esté de parte de grupos terroristas. La Lehi principalmente albergaba dementes que en un momento quisieron aliarse con Hitler y en otro con Stalin. Mi ira va dirigida hacia la glorificación de un ejército de ocupación retorcido, deshonesto y brutal. El famoso CID se caracterizó por su crueldad y por sus torturas nefastas.

Me dan ganas de mandarlos a leer el Éxodo de Leon Uris. Ya sé que no es una lectura imparcial con su ángulo partisano pro-judio, pero no miente en los hechos históricos y menos en su detallada cronología. En otro caso pueden leerse Jerusalem Interlude de Bodie Thoene que narra el tristísimo romance-matrimonio entre una chica palestina y un chico judío en el marco de la Revuelta Árabe. Tal vez no parezca objetiva, pero es mucho más fidedigna que ese circo de La Reina.




Dicen que The Beauty Queen ha tenido mucho éxito en Israel. Será porque como dice este articulo de The Jewish Chronicle les recuerda las telenovelas brasileñas. Yo le tengo mucho respeto a las series de época del Brasil. Mi telenovela favorita de todos los tiempos es una de ellas: Xica da Silva. Pero entiendo lo que quiere decir Josh Howie. En Israel el público que ve tele/hace streaming disfruta de historias melodramáticas que son más customer que ficción histórica.

 En Turquía,  Club Estambul  y Pera Palas han sido cuestionadas tanto por público como por críticos por no ser  fieles a hechos reales. Lo mismo en la Republica Checa con Bohema. En Israel, en cambio, prefieren ver versiones rosáceas del pasado donde no hay palestinos, donde todos los males son provocados por una derecha extremista y donde los ingleses son víctimas incidentales. Lo próximo es que veremos una miniserie negacionista donde en Los Treintas, nazis y judíos viven en armonía en Alemania.

Mi mayor desilusión ha sido la calamitosa descripción de una familia sefardita. Aparte de ponernos como unos psicópatas capaces de cometer todo tipo de pecados,  la serie relega nuestra cultura a brujerías (de las que hablaré en otro blog) y a algunas frases en Ladino. ¡Qué poco favor nos hacen! Da vergüenza que series turcas y serbias sean las que rescaten la rica herencia judeoespañola. Una cultura que en gran parte se perdió en el Holocausto y ahora nuevamente perece ahogada por la ignorancia y secularismo que no esperaba viniese de Haaretz Israel.



He preparado una mini bibliografía de lo que pueden consultar para cotejar lo dicho por mi o explorar más los temas. Obvio que me he informado en otras fuentes:  artículos online; Wikipedia, etc., pero busqué algunos libros que fuesen menos partisanos y más amenos,  por si desean consultarlos.

Gilbert, Sir Martin: Israel. 1998. Aunque no tan puntual como su Jerusalem in the Twentieth Century que perdí en mi catástrofe del exilio, es un buen comienzo para la historia de la región. Sir Martin no solo es bastante imparcial, además tiene acceso a todo tipo de fuentes sobre el periodo, tanto judías como británicas y palestinas.



Sebag Montefiore, Simon. Jerusalem, Biography of a City.  2011. Aunque ando enojada con SMS por sus errores culposos en su estudio de los últimos Romanov, decidí incluirlo porque su exploración de la historia de Jerusalén es lectura obligatoria en el tema y porque al menos quería una voz sefardita en este cuento ( desciende  de Sir Moses Montefiore el más grande sefardita de su tiempo,  y también de Los Carvajales de La Nueva España).



Segev, Tom: One Palestine Complete: Es la obra máxima sobre el periodo, la más completa y tal vez la más honesta. Radical de izquierdas, Segev se las arregla para ser objetivo y no caer en partidarismos. Algo que me gusta es que muestra la cultura de lo que hoy se llama palestinos. Las grandes familias árabes que dominaban la escena política hasta la llegada de los ingleses, los nacionalistas reflejados por un personaje, Khalil Al-Sakakini,  cuyas memorias son referidas contantemente en este libro. Benditos quienes lo salvaron de la hecatombe de mi biblioteca.



Sherman A.J. Mandate Days: Otro libro que perdí, pero que ni hermano me ha regalado al verme tan incomoda con el retrato de los oficiales británico que salen en la serie (y no así en la novela). El libro de Sherman es una compilación de fuentes primarias (cartas, diarios de vida, ect,) de ingleses que tuvieron que instalarse en lo que hoy es Israel durante el Mandato. Dos factores sobresalen. El primero es el esfuerzo de tratar a la tierra ocupada como si fuese otra colonia del Imperio (no lo era) y de establecer (como en la India y otras posesiones)  una semblanza de sociedad inglesa y evitar el temido Going Native que era como se describía a los europeos que adoptaban el estilo de vida autóctono.



Para eso, crearon los famosos clubes donde los ingleses (fuesen funcionarios o militares)  y sus esposas no olvidasen costumbres ni moral británicas. Incluso practicaban deportes ingleses como el tenis y las cacerías, persiguiendo chacales en vez de zorros. Las clases más altas solo se codeaban entre ellos. No había amistades con los nativos, menos la gente del Yishuv. Si acaso preferían frecuentar grandes mansiones como la de Katy Antonious, egipcia,  cristiana y viuda de un reconocido intelectual y nacionalista palestino. Katy,  quien sería la anfitriona más famosa del Mandato,  sostuvo un intenso affaire con Sir Evelyn Barker,  el ultimo comandante militar de la Palestina.

                                Katy Antonious

En los Años 20,  antes de su fallecimiento,  una judía la que los ingleses frecuentaban era la inglesa Annie Landau,  directora de la Evelina de Rothschild,  la escuela elite para señoritas judías (donde nunca hubiesen admitido a Luna). Annie ofrecía tés bailables donde lo mejor de la sociedad del Mandato podía reunirse.

                        Annie Landau

Según el material compilado por Sherman, las familias inglesas no tenían ganas de juntarse con “los nativos”. Había cierto respeto por los árabes sobre todo las clases altas e intelectuales, que coincidía  con un  profundo desprecio por los judíos. Eran las memsahibs inglesas quienes más expresaban un antisemitismo propio de su clase y origen.  Incluso los jóvenes soldados,  que en la serie parecen enloquecer por las judías,  expresaban en cartas que encontraban más guapas a las chicas árabes.

Hubo un intento de promover relaciones entre ambos grupos por parte del Yishuv, pero  según los historiadores israelís Tom Segev y Motti Golani,   era para espiar al enemigo. Las chicas eran agentes infiltradas de la Haganá y tenían ordenes de a) no acostarse con los ingleses y b) de sostener relaciones breves.

Obviamente no todas las judías que se acercaban a los ingleses eran agentes sionistas. Hubo romances, hubo incluso hasta un centenar de matrimonios,  y hubo prostitución durante el Mandato. El “club” que muestran en la serie ( no aparece en el libro) es el famoso Casino que además de bar y salón de baile tenía instalada una casa de citas en el segundo piso.

Las relaciones entre ingleses y judías eran muy mal miradas, atraían la deshonra sobre la familia de ellas y el rechazo de la sociedad. En el libro, Gabriel prohíbe a su mujer amistad con Victoria y Matilda Franco no vaya a ser que de un mal ejemplo. Los Franco intentan ocultar el comportamiento de su hija y aunque se cree que Efraín la mató, todo ocurre en un marco de clandestinidad y de vergüenza. Así que todo este episodio de la amistad entre Matilda y Luna, la obsesión de Luna de tener amores con un inglés, y su participación en el atentado del Irgún en contra del club no solo no ocurre en el libro, hubiese sido difícil que hubiese tenido lugar en la realidad.

                          Victoria Franco y su romance con Efraín

Aunque he incluido (e incluiré en notas futuras) enlaces a artículos pertinentes, he querido agregar a la bibliografía dos  que destacan sobre los escritos besaculines y los ni chicha ni limonada con los que han tratado de homenajear una serie que ni Netflix quiere promover.

Fox, Mira. May 10th, 2022. “Can a new Israeli Netflix Historical Drama succeed if it flunks history?”  Forward. 

Mira Fox es una de las pocas columnistas del Forward cuya pluma respeto y disfruto. Vuelve a dar en el blanco con su interrogante puede llamarse drama histórico a algo que reprobó esa asignatura? Se refiere puntualmente a la ausencia de contexto histórico (no hay mención a la persecución nazi, ni a los kibbutzim, ecr.) y al poco desarrollo de los personajes debido a que la trama avanza a una inexplicable velocidad. Mira no notó que esta aceleración argumental se debe a los disparatados malabarismos cronológicos.

Es la Señora Fox quien identifica el problema más grave, el vender la serie como un recuento histórico puede “ser peligroso para una audiencia estadounidense que tiene poco conocimiento de los eventos reales”. Yo añadiría que es extremadamente peligroso en un momento en que el antisemitismo demócrata se disfraza de anti sionismo y que los judíos en suelo americano se sienten divididos en lo que respecta a apoyar o no al estado de Israel.  Me ha gustado mucho el articulo a pesar del aguijón que le clava a  Éxodo en el párrafo final. Con todo su melodramático sionismo, comparada con  The Beauty Queen of Jerusalem, la novela de Leon Uris es una enciclopedia de contenido histórico y político,



Oren,  Michael. 5 de Agosto, 2021.  “The problem with the Beauty Queen of Jerusalem”.  Tablet. Miembro del Knesset (el parlamento israelí)  y ex embajador de Israel en USA, Michael Oren escribió este contundente artículo, cuando la adaptación de la novela de Sarit Yishai-Levy todavía no llegaba a pueblos de ultramar. Después de dar un enjundioso recuento de la historia de Israel que yo he pretendido contar en esta nota, muestra lo peor de la serie ya que como Mira Fox ve el peligro de presentar una historia descontextualizada y distorsionada donde los únicos villanos son los judíos y donde los árabes o son decadentes fumadores de hashish o dóciles muleteros.

Me sorprendió gratamente encontrar un eco de mis ansiedades y quejas tan ben expresadas, pero me alarmó que un señor diplomático y político como el Embajador Oren se diese la molestia de reseñar una serie de televisión. Eso demuestra la gravedad de los errores de un programa que reitero, no ha tenido promoción por parte de Netflix y aun así ha dejado insatisfechos a sus escasos espectadores..

Lo noto en los comentarios de notas que pretenden crear algún tipo de hype alrededor de la serie, la mayoría son lapidarios. De cuatro en Rotten Tomatoes tres son negativos,  de los seis en TellTale TV cinco son quejas y muchos dicen que les resultó tan desagradable que no la pudieron terminar. A ver quienes van a seguir viendo la próxima entrega de diez capítulos. El detalle más significativo fue que a la semana de estar en pantalla en IMD tenía un score de 7,4 muy inferior a Shtisel con su 8,4. Bueno a fines de mayo,  la Reina de Belleza bajó a 7,2. Ahora está en 7,1. Es una lástima que se haya gastado tanto dinero en fabricar un cuento que acaba ofendiendo tanto a la historia como a los personajes que la vivieron.

 

lunes, 4 de julio de 2022

Mal Editada, Mal Narrada, Mal Intencionada: The Beauty Queen of Jerusalem en Netflix

 


Tres factores me atraían de La Reina de Belleza de Jerusalén, que estrenó en Netflix en junio:  el que cubriese un periodo histórico de más de medio siglo de Israel; que sus protagonistas fuesen sefarditas;   y que la heroína fuese una mujer cuya hermosura superase las barreras de género que su época, cultura y religión le imponían. Les aviso que la protagonista no es ni reina ni bella, ni heroína;  que los personajes sefarditas son tan negativos que mi cultura ancestral pasa a quedar tan estigmatizada como la de los Satmar después de Unorthodox;  y en lo que historia se refiere…Tendré que escribir un artículo aparte sobre un relato que en vez de tener lugar en Tierra Santa parece situado en Shanu Traka-Traka (Ladino para describir un tiempo tan lejano que no se parece a ninguno).

Lo único que logra esta adaptación de la novela de Sarit Yishai-Levi es reducir todo el conflicto árabe-israelí a un solo culpable: la derecha israelí. Sin su intrusión, árabes y judíos (albeit socialistas) vivirían felices bajo el yugo inglés. ¡Ni los palestinos creen en tamaña burrada! Lo bueno es que los espectadores (la mayoría israelitas) no saben de historia, no quieren saber o no entienden lo que sucede porque esta malintencionada adaptación está narrada de la manera más irracional posible, con saltos de tiempo, con escaso manejo de emociones, incluso con mala iluminación (es más oscura que Fauda),  y pobre dirección.

Cambios sin Ton ni Son

A lo mejor les gustará a los ingleses. Al menos el Times de Londres dice que Dafna Prenner, culpable de esta mazamorra,  es una amante de los çustomers británicos y quería hacer uno. Pues, que pena, porque no le ha resultado. En una entrevista con Hadassah , Dafna dice que quiso hacer una historia diferente, ”una creación propia”, para ”las legiones de fans” del bestseller de Sarit Yishai-Levi. ¿Entonces para qué ampararse bajo el título de un libro cuyos fans se sentirán estafados con cambios que solo obedecen al capricho egotista de novelistas fracasados?





Veamos cuales son estos cambios. El mayor,  que golpea la vista a partir del segundo capítulo,  son unos saltos de tiempo que cada un cuarto de hora nos hace retroceder o avanzar cronológicamente de una manera totalmente esquizoide. Aunque la novela también juega con los tiempos, ni se le acerca a este desorden que no obedece a ninguna exigencia dramática. El relato ya de por si complicado se vuelve totalmente delirante.

A pesar de que la novela tiene dos protagonistas,  Luna Ermosa y su padre Gabriel (Michael Aloni de Shtisel) , Sarit escogió comenzar el librocomo muchas sagas familiares desde el punto de vista de la más joven de la familia, Gabriela, hija de Luna. En un presente indefinido inicia la narrativa de Gabriela, en primera persona, recordando un incidente de su adolescencia; la muerte de Luna, su madre. A través de los recuerdos de su hija, Luna emerge como una mujer antipática, incluso con sus hijos.

Gabriela encuentra afecto en su abuela Rosa que es la primera narradora de la saga. Tras la muerte de Rosa, Gabriela cae en una depresión que la enajena más de sus padres. Finalmente,  huye a Tel Aviv a casa de su tía Allegra (que no aparece en la serie) que le cuenta más detalles de la vida de su familia y de sus padres. En algún instante de la novela,  la autora deja de lado la narrativa en primera persona y crea un narrador omnisciente que alterna con Gabriela en un cuento que cubre casi 80 años de historia familiar e historia de la tierra de Israel.



¿Como afectan los cambios en la serie a los personajes originales? A Rosa la han puesto más torturada, pero también más dura con su hija;  Gabriel es más irresponsable y machista que en la novela; y Merkada,  de ser una respetable curandera,  ha pasado a ser una fodonga manipuladora que anda consultando brujas. Para colmo, Luna, tan narcisista que llega a ser asexual y tiene problemas para consumar su matrimonio, en la serie se vuelve una zorra que se refriega con cualquiera y pierde su virginidad en el décimo capitulo. ¿Como mejora ese cambio o hace más querible al personaje? ¿Y qué pasó con Gabriela?  Pues hasta ahora no ha aparecido.

                              La Reina en posición semi horizontal, su favorita

¿Rosa , Victima o Villana?

La serie ha preferido comenzar de manera linear en 1917 y usar la perspectiva de Rosa, la madre de Luna. Esta elección no me parece accidental, porque Rosa es la gran víctima,  tanto de sus circunstancias históricas como del egoísmo de los Ermosa. Sin embargo, la serie intenta y logra convencer a muchos de que es la villana del cuento. Ahí se entiende lo que provoca una historieta mal narrada, ¿pero ¿cuál es la intención detrás de este absurdo? Todavía no la encuentro.

                           Rosa a los catorce años

Estamos en Jerusalén, un año antes de acabar la Gran Guerra. Debido a que el Imperio Otomano está en guerra con los Aliados, todos los súbditos de sus provincias deben servir en el ejército. La leva viene a buscar a Rahamin Siton. Sus hermanos, Rosa y Efraín, intentan ocultarlo, pero los turcos se llevan al desertor. Los Siton son huérfanos, Rahamin es su único sostén.

                           La leva turca en pos de un desertor

Rosa y Efraín van a la comisaria a suplicar al comisario turco que les deje ver al hermano.  Con un lujo de sadismo, el policía permite esa última entrevista, pero Rosa se encuentra en un patio donde Rahamin ya ha sido ejecutado. Esta escena horrible de un niño y su hermana de catorce años ante una horca de la que pende el cadáver del hermano ya nos explica el trauma que vivirán tanto Rosa como Efraín,  y que marcará su psiquis,  a pesar de que es solo la primera de sus tragedias.

La próxima escena es en 1919 y necesitamos un poco de datos históricos para poder entenderla. Las tropas inglesas bajo el General Allenby vencieron a las otomanas en la región. Tras la capitulación turca, los ingleses se establecieron como fuerzas de ocupación. Se esperaba que tal ocupación fuese temporal ya que tanto la Declaración Balfour de 1917 como la Resolución de San Remo lograda tras una reunión en esa localidad de la Riviera Italiana en 1920 determinaban que lo que había sido la provincia turca de Palestina seria ahora un estado judío.

                    La Declaración Balfour





El problema es que en la población árabe de las antiguas Judea y Galilea se había despertado un fervor nacionalista que las hacia anhelar una Palestina árabe. Para colmo, y como ejemplo de la duplicidad británica, mientras el Primer Ministro Balfour hacia promesas a los judíos, las autoridades militares prometían a los árabes que si los ayudaban a ganarles a los turcos tendrían países para ellos. En el caso de Palestina, la población árabe apoyó al ejército británico,  todo para descubrir que sus sueños habían sido traicionados.

La serie no nos explica esto. Todo lo simplifica en un los turcos se han ido y ahora reinan los ingleses. La población árabe palestina no es mencionada. Rosa se ha convertido en la protectora de su hermanito. Ha conseguido trabajo con las autoridades británicas. No solo limpia, también cocina y aprende a hacer platillos ingleses como el Kidney Pie. Mas importante,  ha aprendido a hablar inglés.

Aunque Rosa nunca se alfabeticehecho que su simpática hija le echará en cara en este primer capítulo tiene un don para los idiomas. A lo largo de la serie la vemos hablar en hebreo, ladino, turco e inglés. Cabe preguntarse todo lo que Rosa hubiese podido hacer si la hubiesen apreciado. En cambio, permite que tres generaciones de la familia Ermosa la usen y abusen.

Gabriel y su Siniestra Madre

Rosa comete el error de ir a buscar empleo con los Ermosa el mismo día en que el prospero comerciante Rafael Ermosa celebra el compromiso de Gabriel, su único hijo y heredero. Gabriel está poco interesado en la fiesta o en su novia. Acaba de divisar en la calle a una rubia que le ha hecho subir la bilirrubina.

                         La rubia que todos quieren
  pero se interpone La Fea

Sale tras ella, pero se le interpone esta fea que le pide empleo. De milagro que el mozo no le aviente un puntapié. Aparece Merkada, su madre a la que le cae en gracia Rosa, aunque teme que ahuyente a los clientes con su fealdad. “¡Yo tomo las decisiones aquí!” le suelta Gabriel, frustrado en su empeño de encontrar a la rubia. Merkada le responde como respondería mi difunta madre “Tu tomas las decisiones que te dicte tu madre”.

Rosa se convierte en empleada de limpieza. Gabriel sigue buscando a la rubia hasta que la encuentra en Mea Shearim,  el barrio ortodoxo y askenazi de Jerusalén. Se llama Rochel, es de familia jasídica, y atiende una cocinería para pobres. Resulta que Rochel es tan perra en celo como su pretendiente y pronto se están empelotando y manoseando con el almacenero en el almacén de los Ermosa. Pero quien llega a interrumpirlos porque tiene que fregar el piso,  es la pobre Rosa. Gabriel le lanza una mirada que indica que la quiere freír en aceite de oliva. No sé si porque les ha aguado la fiesta o porque le ve cara de delatora.

                          Ups! Vine a fregar el piso, vuelvo más tarde.



Importa poco porque el chismógrafo local , Mordoch, el Kurdo, ya se ha enterado de los malos pasos de Gabriel y corre a contárselo a los Ermosa y a los padre de la prometida que rompen el compromiso. Gabriel les anuncia a sus azorados padres que se casa con una desconocida y más encima “una askenazia”. Los seguidores de Shtisel recordarán que en varias ocasiones los miembros de esa familia han reaccionado negativamente a uniones matrimoniales entre sefarditas y askenazis. Esta serie nos dice que lo mismo ocurría en la comunidad sefardita de Jerusalén, pero como la comunidad judía en toda la región era un 90% askenazi, parece extraño tanto perjuicio de parte de los judíos españoles.

Eso no parece molestar a Gabriel que es cómodo. En vez de casarse con ella, se acuesta con Rochel,  y sigue insistiendo en un compromiso que no llega.  Con tanta rabieta, el pobre don Rafael estira la pata. A Gabriel se le ocurre irse a America (¿a hacer qué?) con Rochel, pero al ir en su busca encuentra otra chica sirviendo caldo a los pobres. La muchacha le exige que deje a Rochel en paz o sino los askenazis (los señala) lo matarán. Vemos viejitos de sombrero negro sentados en sus mesitas. Esos no matan ni una mosca, pero el primer grupo en recibir prensa negativa en este cuento aberrante y racista,  son los pobres jasídicos. ¿Quién escribió esto?  ¿Deborah Feldman?

Merkada le anuncia al hijo que ha recibido en un sueño la visita del difunto Rafael. Gabriel ha de casarse, pero con…¡Rosa, la friega -pisos! El bobalicón acepta, pero como Rosa es taaan fea, no puede hacerle el amor. Tienen que hacerlo “cucharita” para no verse las caras. ¡Yaaaa! El caso es que nueve meses más tarde, nace Luna, la mayor de las hijas de esta pareja. Ya el primer episodio lleva media hora y de pronto pega un salto temporal que nos lleva a 1937.


                  Mejor dejamos a la novia con la carita tapada

Merkada parece haber muerto. Los Ermosa tienen tres hijas. El protagonismo cae en la mayor que es una mocosa impertinente, inútil y más encima… ¡feíta! ¿Esta es la mentada reina de belleza?  ¿Qué pasó con Rochel? ¿Qué pasó con Efraín?  ¿Y por qué lo ingleses siguen ahí?  ¿Y dónde están los palestinos?  Antes de hacer preguntas inapropiadas pasemos al personaje de la Reina.

Luna , Reina de las Insoportables

Además de llevarse pésimo con la madre, Luna anda por la calle, haciendo novillos y en compañía de su vecina,  Matilda Franco,  cuyo mayor atributo es ser la querida de un oficial inglés . La ambición de Luna es ser como Matilda. Su madre se entera que no va la escuela y anda callejeando todo el día. Exige que Gabriel le aplique un correctivo.

                    Luna quiere ser como Matilda

Gabriel se encierra en el cuarto de su hija y finge azotarla con su cinturón. Totalmente ridículo. En una familia sefardita es la madre quien propina castigos corporales (“con la chancleta” como la llaman los mexicanos)  y nunca un hombre golpearía las nalgas de una hija de dieciséis años. Estos castigos de película porno no entran en nuestra cultura y menos con una hija adulta. A lo más, la madre la jalaría de las orejas o le soltaría un sopapo como lo hacía la mía, pero no azotes.

Se necesita de esta burda escena para reafirmar el que Rosa no quiere a su hija y que Gabriel sí. En realidad, muestran que Gabriel es un débil que solo le dice a la hija que no quiere que falte a la escuela. La cínica promete,  y al rato se va de pinta y se escapa de noche para ir a un baile en el club donde un súbdito de su Majestad casi la viola. Es rescatada por Matilda. Luna es tan mamerta que no cree haber sobrevivido un peligro. Ella solo quiere ser amada por un oficial como Matilda es amada por James.

                      Luna y Billy

Matilda intenta explicarle a su amiga que, si ella esta con un inglés es por interés, no por amor. En cambio, Luna tiene un padre rico. Luna no está muy convencida. Va a entrar a su casa cuando oye alaridos del patio vecino. El Tío Efraín y sus secuaces están tratando de quemar a Matilda con brea caliente. Luna la rescata y Matilda le dice que el grupo de Efraín (Irgún o Etzel) quiere que las judías solo se acuesten con judíos ( WTF?) Qué manera tan pueril de definir los ideales del Irgún, un grupo paramilitar formado por representantes del sionismo ultraderechista.

No nos detenemos a pensar mucho en eso porque en el próximo capitulo volvemos a Jerusalén en 1921 donde lo único que importan son los suspiros de Gabriel por su Rochel , las artimañas de Merkada para que su nuera se preñe y el modo en que Rosa es utilizada, humillada y descartada por suegra y marido. Esto toma un cuarto de hora porque de ahí saltamos a 1937.  Luna anda buscando un disfraz para la fiesta de Purim que darán los ingleses. Matilda no quiere ir, pero James pide la ayuda de la Niña Ermosa porque planea pedirle matrimonio a su amante durante la fiesta. Como diría Oprah “What?”



En 1937, los ingleses no hacían fiestas para judíos. El club era un santuario para los británicos. Hubo escasos matrimonios entre ingleses y miembros del Yishuv. Lo más cercano fue la relación entre Shoshana Borochov y Thomas Wilkin del CID (la policía británica). Duró más de una década, pero nunca cristalizó en matrimonio. Aunque se conocieron en Purim, fue en 1933, no en medio de una guerra. Shoshana recibió amenazas del Irgún, pero nunca nadie intentó quemarla con brea.

Este intervalo de quince minutos es interrumpido por un flashback al nacimiento y muerte de Rafaeliko (hijo de Rosa y Gabriel)  en misteriosas circunstancias. Esto sirve para que veamos a Efraín niño que ha venido a estar con su hermana de parto. Es triste ver como Efraín reza por su hermana. En cambio, el pecador Gabriel reza para que nazca un varón,  sin importarle la salud de la madre. De ahí saltamos al presente. Un encuentro con el tío Efraín que demuestra la rabia y desprecio que Luna siente por su madre y la familia de Rosa.

Quince minutos más tarde volvemos al pasado. Mientras Rosa tiene que lidiar sola con el dolor de perder un hijo (a Efraín lo envían a una especie de asilo. Estos Ermosa son tan caritativos), Gabriel encuentra a Rochel, y aun sabiéndola casada, la hace su amante. Será Merkada quien tenga que tomar cartas en el asunto,  alertar al esposo de Rochel,  y empacarlos a ambos a Brooklyn.



Llegamos a los minutos finales. Fiesta de Purim en 1937. Entra un payaso al club (así de fácil) y pone una bomba en un cesto de frutas. Luna reconoce al Tío Efraín, No alcanza a dar la alerta porque el payaso la saca de un ala de la fiesta, salvándola la vida. La explosión mata a Matilda y a varios más y deja tuerto y amargado a James, pero eso lo sabremos en el próximo episodio que inicia en 1922.  Estos saltos cronológicos continuarán a través de la serie y serán una de las mayores causas de crítica del público.



Entre Saltos de Tiempos y Ediciones Forzadas

Antes de que La Reina de Belleza de Jerusalén llegase a Netflix yo había decidido no comprar el libro. Quería ser Niña de Verano y disfrutar de la adaptación sin hacer comparaciones. Lo que si hice fue una survey de comentarios de lectores en Amazon y Goodreads. Me sorprendieron dos queja comunes: saltos de tiempo que confunden al lector,  y lo antipático de los personajes principalmente la protagonista.

Llegué a la serie consciente, entonces, de que los productores y guionistas tenían dos desafíos:  poner cuidado en el uso de los flashback y humanizar y dulcificar a la protagonista.  Sobre los demás personajes... Mal se puede inyectarles cualidades o proporcionarles mayor sustancia si apenas llegamos a conocerlos en un contexto especifico puesto que ya pegamos un brinco para encontrarlos envejecidos quince años más tarde. Mientras luchamos por entender como los ha cambiado la vida cuando…¡Zaz! Que nos hacen retroceder y reencontrarlos en otro espacio que más que explicar,  confunde.

Estas viñetas no nos permiten invertir emocionalmente en los personaje, ni comprender sus circunstancias. El trasfondo histórico y familiar se desarrolla de manera limitada. A ratos uno se pregunta si le editaron escenas, nos sentimos perdidos. Por ejemplo, en 1922, Gabriel le comenta a su madre que vio que compró boletos para Nueva York para él y Rosa y no se los ha dado. ¿Acaso se iban de viaje y no nos enteramos? ¿Si iba en busca de Rochel para qué llevar a su mujer?



Cuando la policía inglesa allana la casa de los Ermosa, Luna empuja a su hermanita Becky por la ventana y le dice que se refugie en casa de los Franco. ¿Como así si hay guerra declarada entre las dos familias? Nunca sabemos que pasó con Becky. Otra cosa que no se entiende. ¿Si Rosa le tiene tanto terror a los crucifijos y Gabriel asegura que todo cristiano está obligado a convertirlos, como envían a su hija a un convento?

Mis dudas encontraron respuesta en este artículo en que dice que Netflix tiene la mala costumbre de recortar series extranjeras. Es el colmo. Encontré la página de Betaseries,  el servicio que pone los subtítulos en inglés. Ahí muestran que la serie original tiene 44 episodios de media hora. Netflix los redujo a 20 episodios de una hora. En los mini resúmenes de cada capítulo descubro cosas que han omitido como que, al comienzo de su matrimonio,  Rosa cocinaba pastelillos que se vendían muy bien en el delicatesen de su marido.  ¿O sea, hasta en eso ha ayudado a esa ingrata familia? También leí que, en los primeros episodios, la zorra de Luna se fuga con Billy  a Jaffa y que los ingleses tienen que ir en su busca.

Una Serie Anti-Sefardita

El libro parece contener más información que la producción no se molestó en incluir. Yo no creo en la apropiación cultural y no me molesta ver actores que no son judíos o latinos interpretándolos. No hago coro a los que se quejan de que no hay sefarditas en La Reina de Belleza, pero no puedo dejar de notar que mi gente es retratada de la peor manera.

La pobre Rosa es una enferma mental,  posiblemente a causa de una vida de tragedias. Los Ermosa son una familia de malvivientes. Gabriel es un pelele que trata mal,  y hace mal a todas las mujeres con las que copula, hasta la bailarina del vientre con la que se acuesta en Beirut. Por un lado, es un bobo que es estafado por un kurdo, por otro,  en conjunto con su madre,  se convierte en el verdugo de Rosa y hasta le da un mal ejemplo a Luna, porque la chica ha heredado los defectos del padre.



Manipuladora, mentirosa, irresponsable, Luna es un espejo de las fallas paternas. Incluso su mala relación con la madre comienza inexplicablemente a los tres años a pesar de que Rosa se desvive por ella. Tal animadversión puede atribuirse al ver como la abuela y el padre constantemente ningunean a Rosa. La misma Luna saca ínfulas clasistas para despreciar a su madre.

Otra cosa que me ha sorprendido de la serie es que, aunque se hace mucho hincapié en el poder económico de los Ermosa, estos viven como mendigos.  ¿Como es que son vecinos y comparten el patio con los Franco a los que miran como indigentes?  ¿Quién limpiaba la casa de los Ermosa antes que llegase Rosa? ¿Por qué Gabriel,  en vez de meterse en negocios absurdos o gastarse la mesada en mujeres y opio,  no le puso una criada su mujer?

Todos dicen que Luna es una Ninya de Kasa Alta, como decían en Club Estambul, pero es muy diferente a la Matilda de esa serie a la que le traían los zapatos de Paris. O la Oshi de Novia Que Te Vea que, aunque su padre tuviese un puesto de ropa en la Lagunilla, vestía a la última moda y tenía mucama de cofia. Es triste decirlo, pero el retrato que Beauty Queen of Jerusalem hace de mi gente es como si los sefarditas fueran unos miserables tanto en su manera de ser como en su estilo de vida.

                          No parece Ninya de Kasa Alta

Contenido Violento o Gory: Maldades de la Irgún, explosión en un club inglés, asesinatos de árabes inocentes; solo en el capítulo diez vemos la violencia de los árabes.

Contenido Sexual: Muchas escenas de cama y desnudos de espalda de Michael Aloni

Contenido Feminista: Mal se puede llamar feminista una historia donde las mujeres, aun las de la misma sangre, son enemigas;   donde los valores del patriarcado los imponen la madre y la suegra: donde Gabriel es un magnífico ejemplo de cómo un hombre puede llevar la vida del oso aprovechándose de la posición importante que le otorgan un par de testículos.

                Hasta las patas le lava Rosa al marido

Me ha sorprendido ver que en el libro toda la comunidad sefardita se hace lenguas de que Gabriel Ermoza tanto ama a Luna que cuando ella era bebé hasta le cambiaba los pañales. En la serie, Rosa es la única que siempre está trabajando como hormiga mientras su suegra,  y luego sus hijas,  viven arranadas. Cuando Rosa ya no aguanta más de tanto trabajar y cuidar a dos crías, vemos a Gabriel drogado en el patio riéndose “si tuviera tetas, te ayudaría”. Primero creí que era una alusión al acto de amamantar. Luego caí que el personaje consideraba que el cuidado de los hijos solo puede hacerlo una mujer.

Rosa comienza a perder la razón. Su soledad, su falta de descanso alargan la depresión postparto que la aqueja. Me dio rabia que en esta reseña tan superficial  se expresara admiración por el modo en que la serie trata ese trastorno. Lo presentan como si fuese culpa de Rosa, como si fuera una manera de manipular a Los Ermoza y obligarlos a aceptar a su hermano Efraín. Será este personaje,  que la serie hasta ahora nos ha mostrado como villano, quien sacará a su cuñado del closet de los machistas.

Gabriel odia a Efraín no por ser alcohólico (mal puede si él ingiere drogas), ni por ser desobligado. Lo que no soporta es que le cante sus verdades, que demuestre que es un mal marido, un abusador, un cómplice de la madre en el martirio de Rosa. Cuando Gabriel juega a ser el hombre honorable que reclama la vergüenza de tener a su cuñado follando (sonoramente) a la vecina, Efraín le recuerda la querida que tiene en el Líbano.

                  La bailarina que Gabriel visita en Beirut

Mi momento favorito de la serie es cuando Merkada enfrenta a Gabriel que habla pestes de Victoria y le recuerda que la vecina no es peor que la “putana” de Rochel. Cuando Gabriel protesta, su madre le enrostra haber seducido una mujer casada y haberse revolcado en la tienda de sus padres a unos pocos metros de donde dormían su esposa e hija. Ahí nos damos cuenta de que Gabriel,  en su hipocresía,   destruyó a Rochel, su reputación y felicidad. Recordemos que este mini atisbo de feminismo ha sido escrito para la serie. No hay romance entre Victoria y Efraín en el libro puesto que el marido de la vecina está vivo

Factor Diversidad: Este es el punto más negro de la serie. El Mandato fue un crisol de razas regido por toda una elite de funcionarios y militares británicos secundados por sus familia. Lo único que nos muestra la serie son cuatro oficiales comandados por James. Es cierto que la fuerza militar no era tan grande como la de otras colonias del imperio, ¿pero no tenía James algún otro lugarteniente para espiar a Luna,  que tenía que él que andar escondiéndose por los callejones?  

La población judía que aumentó en los Treinta con un influjo de refugiados del nazismo es representada por un puñado de sefarditas;  dos o tres jasídicos,  la mayoría menesterosos;  y mucha mención de sionistas askenazis, pero solo los vemos en fotos. El Señor Zacks , patrón de Luna, se identifica como Yekke (término despectivo para los refugiados alemanes), pero ni sabemos cuándo ni cómo llegó a Jerusalén. Acabo de caer en que todos los miembros del Irgún son retratados como sefarditas. ¡Muchas gracias a todos los mamzerin que escribieron esta historia!

                           ¿Un Irgun solo compuesto por judíos sefarditas?

Por último, hablemos de la población autóctona. Aunque libro y serie gustan despreciar a los kurdos (no sé por qué) son los únicos de las poblaciones del Levante que aparecen en el cuento, donde ni se mencionan a los beduinos ni a los drusos en Jerusalén. Los árabes,  que hoy se llaman palestinos, aparecen en tres aspectos: los perezosos que se drogan con Gabriel en el Zouk:  los saqueadores de la casa de Los Ermosa;   y el fiel Mustafa. Este es un criado de Los Ermosa cuya misión parece ser cargar bultos, ser sobornado por su patrón para ocultar los encuentros de Gabriel con Rochel,  y  pasear a Merkada en burro.  Cuando el Irgún decide matar a un pobre palestino inocente como retaliación por la muerte de un judío, le disparan a uno con un burro que resulta ser…¡primo de Mustafá!

El espectador indocto no sabe cómo estos inocentes burreros ,  diez años antes se volvieron bandidos, saqueadores y violadores . No hay mención del Muftí ni de las clases altas que dominaban a la comunidad árabe, ni de la clase media acomodada compuesta por intelectuales y militantes nacionalistas.

Incluso la visión del Medio Oriente se reduce a convertir a Beirut en un burdel donde los sefarditas ricos pueden ir a drogarse y acostarse con prostitutas. Realmente esta serie se las arregla para ofender a todos los involucrados. En mi próxima entrada, intentare ofrecer un poco de la historia y geopolítica de la región y de los tiempos que The Beauty Queen of Jerusalem pretende describir.