jueves, 6 de septiembre de 2018

Boy Browning: El verdadero Maxim de Winter



Los biógrafos de Dame Daphne du Maurier han intentado opacar al hombre de su vida, privilegiando las relaciones románticas que la escritora forjó con otras mujeres. Incluso en el filme “Daphne”,  se la retrata casada con un hombre débil y frágil, indigno de tan interesante mujer. La realidad es que Boy Browning, tal como su esposa,  estaba dotado de una personalidad camaleónica que lo haría ser sucesivamente héroe de guerra, magnifico administrador, Don Juan y un hombre que  dejó que el alcoholismo casi le costara la vida. Este fue el modelo para el seductor Maxim de Winter de Rebecca.

Es triste que para la historia,  el General Frederick Browning haya pasado a ser o el marido de Daphne Du Maurier o el culpable del fracaso de la Operación Market Garden.  Esto último borró su gran trayectoria en la Gran Guerra de la que salió con varias medallas, un record impecable e incluso recibió la Croix de Guerre por parte del gobierno galo. Después tuvo una distinguida carrera como instructor de Sandhurst. Es una lástima que un evento en la Segunda Guerra Mundial haya opacado tan brillante curriculo.

No soy una experta en historia militar pero los que sí lo son todavía no se ponen de acuerdo en el grado de culpabilidad del General Browning, quien estaba a cargo de esta batalla que tuvo lugar en Arnhem, Holanda a finales de la guerra. Lo cierto es que él  siempre se sintió culpable por las pérdidas humanas y eso lo llevó a beber de manera descontrolada en sus ‘últimos años de vida.


Sin embargo,  hay historiadores serioscomenzando con el primer cronista del fracaso, Cornelius Ryanque  concuerdan que Browning no fue ni el único ni el principal responsable. Los fans de “Band of Brothers” sabemos que esta operación fue un esfuerzo por liberar Holanda en 1944. A pesar de que las fuerzas combinadas de paracaidistas y soldados americanos, ingleses y polacos, entraron en territorio holandés y liberaron algunos pueblos, los alemanes reaccionaron rápido y los expulsaron con muchas bajas por parte de los Aliados. Se ha dicho que fue una operación condenada a fracasar desde el principio. Se ha dicho que Boy Browning lo sabia y aceptó dirigirla nada más que para impresionar a su mujer. ¡Yaaa! No hagamos todo about her.

Lo cierto es que el General Browning desoyó vitales informes de los servicios de inteligencia de que había batallones de SS esperándolos a la vuelta de la esquina. También es cierto que era la primera gran batalla en que participarían los paracaidistas. El General Browning es llamado “El  padre de las fuerzas paracaidistas británicas”. A pesar de que estas ya existían, fue él quien,  a partir de 1941,  las restructuró, creó sus  reglas, las preparó para combate y hasta les diseñó el uniforme. Reitero, los “Band of Brothers” frikis sabemos que los Aliados no entendían ni valoraban el poder de las fuerzas aerotransportadas, y eso que los paracaidistas alemanes estaban invadiendo países.

Apoyado por Winston Churchill, Browning se pasa la mitad de la guerra convenciendo al Alto Mando de los méritos de los paracaidistas. incluso viajando a Estados Unidos para convencer a sus colegas americanos. Lamentablemente, Browning es un hombre de su clase y un militar de la vieja escuela. Eso les cae mal a los norteamericanos quienes lo califican como un aristócrata “colonialista”.  Quien particularmente le toma fastidio será el General James Gavin que comandará a los paracaidistas norteamericanos (incluyendo a la Easy Company) en Market Garden.

Gavin confía en las páginas de su diario que ve esta operación como un fracaso total, que desconfía de Browning al que considera un insensato y de los paracaidistas británicos a los que percibe como muy inexpertos. La batalla es un desastre. Browning y sus tropas sufren de problemas con comunicaciones y con malos datos geográficos. Están siempre muy lejos de todo. De ahí su frase épica:  “Nos han  enviado a capturar un puente demasiado lejano” que Cornelius Ryan usará como título de su obra: A Bridge Too Far.

De vuelta en Inglaterra, ni Churchill ni el Alto Mando quieren culpar a Browning conscientes de que se le ha asignado una tarea imposible. Se le envía a la India a servir bajo Dickie Mountbatten, entonces jefe de operaciones en el  Sur de Asia. Browning que tiene buena llegada,  les cae bien a Lord Mountbatten y a Felipe, sobrino de Dickie,  que también sirve en la región.
Dickie Mountbatten y Boy Browning

En 1946, el General Browning regresa a su hogar. Como les ocurre a millares de hombres en todo el mundo, es un desconocido para su familia. En Daphne: Memoria de una hija, Flavia Leng  dirá que su padre es un extraño para ellas. Daphne insiste en cuartos separados. Aunque no ha dejado de amarlo, la asusta su carácter cambiante,  a ratos melancólico, a otros irascibles. Lee escribe a Ferdie (su ex maestra y ex amante) que de noche, ella va en puntillas al cuarto de Boy a verlo dormir.

Hay algo más,  Boy ha vuelto a Inglaterra con una guapa asistente Maureen Luchwitz. A Daphne se le mete en la cabeza que es amante de su marido. Tal vez lo sea, eventualmente Maureen se casará con un piloto de la RAF. Tanto ella como su marido serán totalmente devotos a Boy y muy buenos amigos de Daphne.

Los Browning viven en Menabilly,  la mansión de ensueño que Daphne renta en Cornualles, pero es una casa que se está cayendo a pedazos, necesita reparación constante. El General está incómodo. Se lleva pésimo con Tod, ex institutriz de Daphne y ahora a cargo de sus tres  hijos. Entonces ocurre un incidente que altera a toda la familia.
Sir Frederick, Lady Browning y sus hijos

El invierno es muy helado, con permiso de la madre, Tessa entra a sus mascotas, las traviesas cabritas, Doris y Freddie. Las voraces cabritas ya han causado un problema al comerse el vestido predilecto de Daphne, pero a ella la tiene sin cuidado. Muy distinto el caso cuando los animalitos se zampan un abrigo que le llegó al General Browning su difunto padre. 

Embargado por la ira, Boy , que es un arquero experto, persigue a las cabritas,  arco y flecha en las manos como un Legolas cualquiera. Los niños lloran, los criados están espantados, las cabras huyen. Al final, todos respiran aliviados cuando el General Browning recibe el puesto de secretario del Ministerio de Guerra en Londres.

Boy quien ha sido nombrado caballero en enero de 1946, permanecerá hasta enero de 1948 en el Ministerio. Lady Browning solo lo visitará una vez . En enero, cuando Daphne está en Nueva York atendiendo su juicio por plagio, Sir Frederick tendrá un nuevo empleo, ahora en el Palacio de Buckingham como tesorero y administrador de la Princesa Isabel.

Lord Mountbatten,  quien ha quedado  con muy buna impresión del General Browning en su tiempo juntos en la India,  lo ha recomendado. Para el Duque de Edimburgo, recién casado con Isabel, es un alivio tener una cara conocida entre “los mostachos” que lo humillan e ignoran en la Corte. Sin embargo, según su esposa, Boy ocultará  un secreto, al menos en sus primeros años en su trabajo.

Michael Thornton , amigo de  Daphne Du Maurier, es quien ha revelado supuestas confesiones secretas que la autora le hizo antes de morir. Una de ellas es que todos los problemas de Daphne surgen de una relación incestuosa que mantuvo con su padre en su adolescencia. La otra confesión es que Boy se enamoró de su patrona y futura soberana. Según Daphne, no podían estar en el mismo cuarto sin que el General no se sintiera incómodo. Que eso lo llevó a beber.

Aunque Daphne estará casi un año en Estados Unidos, recibirá cartas de amigos en la Corte que le cuentan de los progresos de; General Browning. ¿Fue alguno de ellos quien la informó de los sentimientos de Boy o fue otra mentirilla de la bromista y fantasiosa escritora?  Lo cierto  es que los biógrafos del General Browning siempre se han referido a ” la adoración” que Boy sentía por su soberana. Isabel siempre lo vio con cariño, lo consideraba su figura paterna y un gran mentor. Felipe también le tenía mucho aprecio.

Ahora toca hablar de esa “leyenda” que coloca a Daphne en la lista de amantes del Duque de Edimburgo. Hay gente (obviamente nadie cercano a la Familia Real) que jura que es verdad, pero si les preguntas de donde sacaron ese chisme dicen “lo leí en Google”. Hacer   un Google con search terms “prince Philip” “Daphne Du Maurier” tiene a varios periódicos y revistas:  Daily Star, Daily Mail, Baltimore Sun, Marie Claire, Town and Country apoyando el rumor. Pero su única fuente es “un nuevo libro” cuyo nombre se les escapa. Las fechas de los artículos van desde 1993 hasta el 2017, ya como que el “nuevo libro”tiuvo tiempo para envejecer.

La verdad es que Daphne no es presentada oficialmente a los patrones de su marido sino hasta 1950 cuando ya ha regresado de Estados Unidos, ya está enamorada de Ellen Doubleday, y ya se ha embarcado en un affaire con Gertrude Lawrence. Daphne le escribirá a Ellen que Felipe es “a real menace”,  (una “amenaza” que en él idioma de los Du Maurier significaba un  hombre atractivo) “pero demasiado paliducho para mi gusto”.

La noche del estreno de la obra de DDM, September Tide,  en Londres, Boy llega al teatro escoltado por dos bellezas, la Princesa Isabel y la Princesa Margarita. Poco después hay una invitación formal para que Los Browning asistan a un baile en el Palacio. Daphne luce esplendida en una túnica lila, sin espalda, que Gertie la ayudó a escoger. Pero está feliz cuando la noche acaba, nunca gustó de fiestas ni de reuniones.
Daphne en 1954

La próxima aparición del Duque es cuando se deja caer,  con muy poco aviso de anticipación en Menabilly,  Felipe viene a pasar un día en Cornualles. Como Boy , el Duque es un loco por las navegación, pero la casa no está preparada para tan ilustre visitante.

Flavia Leng da una magnifica descripción del caos y de lo difícil que fue para ella, a sus trece años, hacerle una reverencia al Príncipe debido a sus pantalones de corduroy. El único juego decente de cubiertos solo tiene cuatro cuchillos en buen estado, uno de los candelabros de la mesa está roto. La casa está derruida, hay ratas y no hay mayordomo. El servicio no ayuda, nadie en toda la familia sabe poner una mesa. Boy se desespera y recurre a la botella de oporto. Por suerte, el valet del Duque se ocupa de todo. Felipe queda encantado y volverá varias veces más, ahora en compañía de su esposa.

En agradecimiento por haber atendido al Duque, la Princesa Isabel extiende otra invitación para que la escritora pase un fin de semana en Balmoral. A pesar de que la Reina Madre es una fanática de las novelas de DDM, y hace un esfuerzo por hacerla sentirse cómoda, Dame Daphne describirá ese viaje como “la semana más larga de su vida” . Definitivamente no le gusta la vida social.
Daphne y sus hijos enfrente de Menabilly

Boy Browning,  en cambio,  goza de su trabajo. Estará junto a la Pareja Real en Kenia cuando Isabel reciba noticias de la muerte de su padre. Daphne asistirá  a la Coronación de la patrona de su marido. A pesar de que Boy deja de ser el tesorero de la, ahora, reina, Felipe le da ese puesto en su casa. El Duque seguirá visitando Menabilly ahora en compañía de la reina. Pronto se acostumbran a las excentricidades de la mansión y de su castellana. La ultima visita será en 1962, tres años antes de la muerte de Boy.

No hay nada en la relación de la escritora y el Duque de Edimburgo que haga presumir que hubo intimidad, ni siquiera amistad entre ellos. Hay cartas de ambos, pero siempre el tema principal será el General Browning. En los 50, el corazón de la escritora estará ocupado por mujeres.
Los Browning en el telefilme "Daphne"

Los hijos de Daphne están creciendo y hasta su adorado Kits parte a un internado. Tessa, la mayor, es quien más resiente la falta de relación con su madre y busca independizarse. Poco después de acabar la escuela, el año de La Coronación, Tessa consigue empleo, algo poco común en una joven de su clase, como encargada de relaciones publicas en un hotel. Años más tarde, cuando se divorcie, Tessa volverá a ese trabajo.

En 1954, Tessa que acaba de cumplir la mayoría de edad, se casa con el Mayor Peter De Zulueta. A pesar de venir de una importante familia anglo-vasca, de su carrera militar, y de estar emparentado con la nobleza española, Peter no es el marido ideal. En su polémico artículo en The Daily Mail, Michael Thornton  revelará que Daphne nunca estuvo de acuerdo con esa boda. Peter eventualmente se convertirá en un alcohólico, un depredador sexual, peor aún,  bisexual. Después del nacimiento de dos hijos, Marie Therese y Paul, Tessa se divorciará.
Tessa y sus padres en el bautizo de su bebé

Su hermana Flavia tampoco tendrá suerte, Se casa con otro oficial,  el Capitán Alastair Tower. Es una paradoja que las hijas de Boy Browning, que nunca tuvieron una buena relación con su padre, se casarán siempre con oficiales como él. Flavia terminará casada con el General Sir Peter Leng, del que ahora es viuda. Tessa volverá casarse, esta vez con el hijo del General Montgomery quien siempre había sido un amigo de la familia. A la muerte de Monty, su hijo heredará su título de Vizconde del Alamein.

Según Michael Thornton, Tessa (con quien el escritor parece ha tenido una pelea) al convertirse en vizcondesa adopta aires de grandeza de los que su madre se burla Sin embargo, será Tessa, tras la muerte de su padre, la que se llevará a Daphne en un crucero por las Islas Griegas consciente de que para la escritora la viudez ha sido un golpe duro.

Boy nunca se recuperará de Market Garden. Intenta ahogar sus remordimientos en alcohol. Aunque es un excelente administrador, y muy querido por su patrón, vive accesos de depresión. Daphne se entera por bocas de otros que,  en varias ocasiones se le encontró revolver en mano dispuesto a darse un tiro. Finalmente colapsa en 1959 y es internado.

Daphne,  demostrando una gran lealtad,  se esmera en ocultar la tragedia del marido. Hasta al Duque le hace creer que se trata de una enfermedad física y que recuperado, el General Browning, se reintegrará al  trabajo. Boy se recuperas, pero vuelve a recaer. Esta vez, Daphne escribe una carta personal al Duque de Edimburgo, explicándole a grandes rasgos las razones por las que su esposo no puede ni debe seguir en el servicio de la Corona. Con tristeza, Felipe tiene que dejarlo partir.

Durante el cuidado y  hospitalización de su marido, DDM se ha trasladado al piso de Boy en Londres. Es ahí donde recibe una sorpresiva llamada de una mujer que asegura ser amante del General Browning. Inclusive, acusa a la autora de “interponerse” entre Sir Frederick y “su verdadero amor”. No solo Daphne constata que no se trata de una broma, ¡en el proceso de su investigación,  descubre que Boy tiene relaciones románticas con otras dos mujeres!

No sabemos qué sintió la escritora. Obviamente no ha de estar contenta. Lo más triste es que después de todos esos años su marido se ha convertido en su padre. Como Sir Gerald, Sir Frederick es  alcohólico, mujeriego y vive sumido en depresión. No se sabe si para hacerlo sentir mejor o por venganza, Daphne revela su propio adulterio al marido infiel. Boy no lo toma bien. Existe unas carta donde Daphne describe los hechos a  Maureen Bunton-Baker (nee Luschtz) , la asistente de Boy.
En esa carta, Daphne aparece aterrorizada. Aparentemente Boy está fuera de sí. Ahora DDM cree que el actuará como Maxime, que la matará con su revólver, que la enterrará en su yate. De pronto Daphne Du Maurier se ha convertido en Rebecca.

Los Browning en la intimidad

Por suerte,  este periodo es breve y el matrimonio, unido ya no por amor, sino por amistad y sentido del deber,  se traslada a Menabilly. Ahí Boy pasará el resto de su vida, con visitas de amigos, involucrado en clubes de yates, con sus nietos. En 1965,  se le presenta un coagulo en la pierna que deviene en gangrena. Hubo que amputársela, pero el coagulo llega al corazón provocándole una embolia fatal.

Su viuda queda destrozada. Solo un crucero por el Mediterráneo la alivia. El resto de su vida lo pasará en Cornualles, solo que no en su amada  Menabilly. En 1965,  no le renuevan el contrato de arriendo. se recupera del golpe consiguiéndose otra propiedad donde recibir amigos y parientes.  Lleva una vida alejada del mundo. Costó mucho convencerla de que aceptase la elevación ofrecida por la Corona. Solo un insulto a la memoria de su difunto esposa la sacaría de su vida de ermitaña

A mediados de los 70, Lord Richard Attemborough consigue los derechos sobre Un Puente Demasiado Lejano, de Cornelius Ryan. En 1975,  la convierte en un filme homónimo con un reparto de lujo. Desde Sir Laurence Olivier hasta Robert Redford participaron en esa película. El rol de Boy Browning recayó en mi amado Sir Dirk Bogarde. Debido a que había dinero americano detrás del filme, la culpa del fracaso bélico recae en el General Browning. Los americanos capitaneados por Ryan O’Neal,  en el rol del General Gavin,  son descritos como víctimas de un individuo fatuo, irresponsable y terco.

Daphne está furiosa. Comienza una cruzada, escribiendo cartas a los periódicos más importantes del país,  acusando al filme de difamar a su difunto esposo. En privado, pero no tanto para que no se esparciera, se queja de la falsedad del retrato y acaba criticando al actor quejándose de que a Boy lo haya retratado un “homo” Si por algo luchó mi Derek en su vida fue por ocultar su homosexualidad. No tiene ninguna gana de que esas alturas de su vida lo saquen del closet.
Dirk Bogarde, en Los Cincuentas,  cuando era el ídolo del cine británico

Dirk Bogarde se siente obligado a hacer declaraciones, hay otra razón que lo empuja. En 1944, él era el Mayor Derek van der Bogaerde, miembro de los servicios de inteligencia del ejercito británico. Como tal, él estaba en Arnhem, vio la batalla de cerca, conoció personalmente al General Browning. Derek hace declaraciones públicas argumentando que como testigo de los hechos él sabe que Boy era inocente y que su feo retrato en el filme era el resultado de un guion que estaba al servicio de intereses estadounidenses.

El mismo Dickie Atembororough corroboró estas declaraciones. Tal vez los historiadores sigan debatiendo la responsabilidad de; General Browning en Market Garden, pero para el público quedó claro que Lady Browning siempre defendería a su marido, tal como en Rebecca, la segunda Mrs. De Winter defiende a su Maxime.


7 comentarios:

  1. El relato prolijo, muy bien documentado que Anthony Beevor hace de Market Garden no deja muy bien parado a Boy Browning, no es el unico, Montgomery y Horrocks lo acompañan, pero indudablemente la reputacion militar del marido de Daphne ha sufrido un varapalo definitivo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Iñigo, bienvenido, gracias por leerme.
      Como historiadora militar soy nula, pero hay voces que se han alzado a favor del General Browning. Por un lado, es cierto que sus tropas no tenían experiencia, por otro que no hizo caso de los informes de inteligencia que recibió, pero no creo que llevase a la muerte a sus hombres por soberbia. Creo que lo orillaron, tenia que cumplir. Lo cierto, es que el siempre se sintió culpable y eso lo llevó al alcoholismo. Pero también siento que no se ha visto bien la responsabilidad de los americanos en esta operación (mas fácil fue echarle la culpa a los polacos). El General Gavin, que era mas playboy que estratega, no le tenía buena a Browning y no hizo fácil la comunicación entre ambos bandos. En lo que si concuerdo es que Market Garden fue una pésima operación destinada a fracasar, y que todos los involucrados pueden ser usados como chivos expiatorios. Monty, que al final termino de consuegro de Boy, es el mayor culpable.
      Respecto a Beevor, yo siempre ando con tiento con él. No he leído su libro sobre Arnhem, pero se que le gustan las soluciones cómodas. Es como su acusaciones al General Laycock en su libro sobre la Batalla de Creta. Ha recibido michas críticas por eso, pero es un muy buen escritor, muy ameno, a la gente le gusta eso.

      Eliminar
    2. Hola, ante todo un placer saludarte y comprobar lo bien documentadas que tienes tus entradas en tu blog.
      Respecto a Market Garden creo que pocos mandos de los que participaron en la operacion se librarian de tener su parte de responsabilidad...probablemente el que menos culpa tuvo en la deblace fue el que mas vilipendiado al comienzo...el general Sosabowski...pero lo de los polacos en la segunda guerra mundial daria para todo un libro..y Gavin..en cuanto pudo a recibir las visitas de la Gellhorn..en fin..me quedo con Laurence Olivier en cualquiera de sus peliculas..( me encanta su trilogia Shakesperiana)
      Un gran saludo y espero leer mas entradas tuyas.

      Eliminar
    3. El placer es mío. Todavía no se ha escrito (al menos en un idioma que yo lea) un libro sobre las Fuerzas Polacas Libres. Pero ya lei un par sobre el Escuadrón Kosckiusko y ya quedé asqueada de como los Aliados traicionaron a esos soldados. Gavin que tenia esposa e hija en USA, no solo andaba con la Gellhorn sino también con Marlene Dietrich. Hace rato que ytengo gana de escribir algo sobre Gellhornm y Hemingway, por favor sigue visitandonos.

      Eliminar
    4. A proposito, Dame Daphne estaba muy contenta con Sir Larry. Encontró que era el Maxim perfecto. Las fotos parecen no hacerle justicia a Boy. Nahum baron, el fotografo amigo del Duque de Edimburgho dijo que el General Browning era el hombre más atractivo que había temido que fotografiar. Igual, yo me quedo con Sir Dirk Bogarde

      Eliminar