Los biógrafos de
Dame Daphne du Maurier han intentado opacar al hombre de su vida, privilegiando
las relaciones románticas que la escritora forjó con otras mujeres. Incluso en
el filme “Daphne”, se la retrata casada con un hombre débil y frágil, indigno de
tan interesante mujer. La realidad es que Boy Browning, tal como su esposa, estaba dotado de una personalidad camaleónica
que lo haría ser sucesivamente héroe de guerra, magnifico administrador, Don
Juan y un hombre que dejó que el
alcoholismo casi le costara la vida. Este fue el modelo para el seductor Maxim
de Winter de Rebecca.
Es triste que
para la historia, el General Frederick
Browning haya pasado a ser o el marido de Daphne Du Maurier o el culpable del
fracaso de la Operación Market Garden. Esto último borró su gran trayectoria en la Gran Guerra de la que salió con varias medallas, un record impecable e incluso recibió la Croix de Guerre por parte del gobierno galo. Después tuvo una distinguida carrera como instructor de Sandhurst. Es una lástima que un evento en la Segunda Guerra Mundial haya opacado tan brillante curriculo.
No soy una experta en historia militar pero los que sí lo son todavía no se ponen de acuerdo en el grado de culpabilidad del General Browning, quien estaba a cargo de esta batalla que tuvo lugar en Arnhem, Holanda a finales de la guerra. Lo cierto es que él siempre se sintió culpable por las pérdidas humanas y eso lo llevó a beber de manera descontrolada en sus ‘últimos años de vida.
No soy una experta en historia militar pero los que sí lo son todavía no se ponen de acuerdo en el grado de culpabilidad del General Browning, quien estaba a cargo de esta batalla que tuvo lugar en Arnhem, Holanda a finales de la guerra. Lo cierto es que él siempre se sintió culpable por las pérdidas humanas y eso lo llevó a beber de manera descontrolada en sus ‘últimos años de vida.
Sin embargo, hay historiadores serios—comenzando con el primer
cronista del fracaso, Cornelius Ryan—que concuerdan que Browning no fue ni el único ni
el principal responsable. Los fans de “Band of Brothers” sabemos que esta
operación fue un esfuerzo por liberar Holanda en 1944. A pesar de que las fuerzas
combinadas de paracaidistas y soldados americanos, ingleses y polacos, entraron en territorio
holandés y liberaron algunos pueblos, los alemanes reaccionaron rápido y los
expulsaron con muchas bajas por parte de los Aliados. Se ha dicho que fue una
operación condenada a fracasar desde el principio. Se ha dicho que Boy Browning
lo sabia y aceptó dirigirla nada más que para impresionar a su mujer. ¡Yaaa! No
hagamos todo about her.
Lo cierto es que
el General Browning desoyó vitales informes de los servicios de inteligencia de
que había batallones de SS esperándolos a la vuelta de la esquina. También es
cierto que era la primera gran batalla en que participarían los paracaidistas.
El General Browning es llamado “El padre
de las fuerzas paracaidistas británicas”. A pesar de que estas ya existían, fue
él quien, a partir de 1941, las restructuró, creó sus reglas, las preparó para combate y hasta les
diseñó el uniforme. Reitero, los “Band of Brothers” frikis sabemos que los Aliados
no entendían ni valoraban el poder de las fuerzas aerotransportadas, y eso que
los paracaidistas alemanes estaban invadiendo países.
Apoyado por
Winston Churchill, Browning se pasa la mitad de la guerra convenciendo al Alto
Mando de los méritos de los paracaidistas. incluso viajando a Estados Unidos
para convencer a sus colegas americanos. Lamentablemente, Browning es un hombre
de su clase y un militar de la vieja escuela. Eso les cae mal a los norteamericanos
quienes lo califican como un aristócrata “colonialista”. Quien particularmente le toma fastidio será el
General James Gavin que comandará a los paracaidistas norteamericanos (incluyendo
a la Easy Company) en Market Garden.
Gavin confía en las
páginas de su diario que ve esta operación como un fracaso total, que desconfía
de Browning al que considera un insensato y de los paracaidistas británicos a
los que percibe como muy inexpertos. La batalla es un desastre. Browning y sus
tropas sufren de problemas con comunicaciones y con malos datos geográficos. Están
siempre muy lejos de todo. De ahí su frase épica: “Nos han enviado a capturar un puente demasiado lejano”
que Cornelius Ryan usará como título de su obra: A Bridge Too Far.
De vuelta en
Inglaterra, ni Churchill ni el Alto Mando quieren culpar a Browning conscientes
de que se le ha asignado una tarea imposible. Se le envía a la India a servir
bajo Dickie Mountbatten, entonces jefe de operaciones en el Sur de Asia. Browning que tiene buena llegada,
les cae bien a Lord Mountbatten y a
Felipe, sobrino de Dickie, que también sirve
en la región.
Dickie Mountbatten y Boy Browning |
En 1946, el
General Browning regresa a su hogar. Como les ocurre a millares de hombres en
todo el mundo, es un desconocido para su familia. En Daphne: Memoria de una hija, Flavia Leng dirá que su padre es un extraño para ellas.
Daphne insiste en cuartos separados. Aunque no ha dejado de amarlo, la asusta
su carácter cambiante, a ratos melancólico,
a otros irascibles. Lee escribe a Ferdie (su ex maestra y ex amante) que de
noche, ella va en puntillas al cuarto de Boy a verlo dormir.
Hay algo más, Boy ha vuelto a Inglaterra con una guapa
asistente Maureen Luchwitz. A Daphne se le mete en la cabeza que es amante de
su marido. Tal vez lo sea, eventualmente Maureen se casará con un piloto de la
RAF. Tanto ella como su marido serán totalmente devotos a Boy y muy buenos
amigos de Daphne.
Los Browning
viven en Menabilly, la mansión de ensueño
que Daphne renta en Cornualles, pero es una casa que se está cayendo a pedazos,
necesita reparación constante. El General está incómodo. Se lleva pésimo con
Tod, ex institutriz de Daphne y ahora a cargo de sus tres hijos. Entonces ocurre un incidente que altera
a toda la familia.
Sir Frederick, Lady Browning y sus hijos |
El invierno es
muy helado, con permiso de la madre, Tessa entra a sus mascotas, las traviesas
cabritas, Doris y Freddie. Las voraces cabritas ya han causado un problema al
comerse el vestido predilecto de Daphne, pero a ella la tiene sin cuidado. Muy
distinto el caso cuando los animalitos se zampan un abrigo que le llegó al
General Browning su difunto padre.
Embargado por la ira, Boy , que es un
arquero experto, persigue a las cabritas, arco y flecha en las manos como un Legolas
cualquiera. Los niños lloran, los criados están espantados, las cabras huyen.
Al final, todos respiran aliviados cuando el General Browning recibe el puesto
de secretario del Ministerio de Guerra en Londres.
Boy quien ha sido
nombrado caballero en enero de 1946, permanecerá hasta enero de 1948 en el Ministerio.
Lady Browning solo lo visitará una vez . En enero, cuando Daphne está en Nueva
York atendiendo su juicio por plagio, Sir Frederick tendrá un nuevo empleo,
ahora en el Palacio de Buckingham como tesorero y administrador de la Princesa
Isabel.
Lord Mountbatten,
quien ha quedado con muy buna impresión del General Browning en
su tiempo juntos en la India, lo ha
recomendado. Para el Duque de Edimburgo, recién casado con Isabel, es un alivio
tener una cara conocida entre “los mostachos” que lo humillan e ignoran en la Corte.
Sin embargo, según su esposa, Boy ocultará un secreto, al menos en sus primeros años en
su trabajo.
Michael Thornton
, amigo de Daphne Du Maurier, es quien
ha revelado supuestas confesiones secretas que la autora le hizo antes de
morir. Una de ellas es que todos los problemas de Daphne surgen de una relación
incestuosa que mantuvo con su padre en su adolescencia. La otra confesión es
que Boy se enamoró de su patrona y futura soberana. Según Daphne, no podían
estar en el mismo cuarto sin que el General no se sintiera incómodo. Que eso lo
llevó a beber.
Aunque Daphne estará
casi un año en Estados Unidos, recibirá cartas de amigos en la Corte que le cuentan
de los progresos de; General Browning. ¿Fue alguno de ellos quien la informó de
los sentimientos de Boy o fue otra mentirilla de la bromista y fantasiosa
escritora? Lo cierto es que los biógrafos del General Browning
siempre se han referido a ” la adoración” que Boy sentía por su soberana.
Isabel siempre lo vio con cariño, lo consideraba su figura paterna y un gran
mentor. Felipe también le tenía mucho aprecio.
Ahora toca hablar
de esa “leyenda” que coloca a Daphne en la lista de amantes del Duque de Edimburgo.
Hay gente (obviamente nadie cercano a la Familia Real) que jura que es verdad,
pero si les preguntas de donde sacaron ese chisme dicen “lo leí en Google”. Hacer
un Google con search terms “prince
Philip” “Daphne Du Maurier” tiene a varios periódicos y revistas: Daily
Star, Daily Mail, Baltimore Sun, Marie Claire, Town and Country apoyando el
rumor. Pero su única fuente es “un nuevo libro” cuyo nombre se les escapa. Las
fechas de los artículos van desde 1993 hasta el 2017, ya como que el “nuevo
libro”tiuvo tiempo para envejecer.
La verdad es que Daphne
no es presentada oficialmente a los patrones de su marido sino hasta 1950
cuando ya ha regresado de Estados Unidos, ya está enamorada de Ellen Doubleday,
y ya se ha embarcado en un affaire con Gertrude Lawrence. Daphne le escribirá a
Ellen que Felipe es “a real menace”, (una “amenaza” que en él idioma de los Du Maurier
significaba un hombre atractivo) “pero
demasiado paliducho para mi gusto”.
La noche del
estreno de la obra de DDM, September Tide,
en Londres, Boy llega al teatro
escoltado por dos bellezas, la Princesa Isabel y la Princesa Margarita. Poco
después hay una invitación formal para que Los Browning asistan a un baile en
el Palacio. Daphne luce esplendida en una túnica lila, sin espalda, que Gertie
la ayudó a escoger. Pero está feliz cuando la noche acaba, nunca gustó de
fiestas ni de reuniones.
Daphne en 1954 |
La próxima
aparición del Duque es cuando se deja caer, con muy poco aviso de anticipación en
Menabilly, Felipe viene a pasar un día en
Cornualles. Como Boy , el Duque es un loco por las navegación, pero la casa no
está preparada para tan ilustre visitante.
Flavia Leng da
una magnifica descripción del caos y de lo difícil que fue para ella, a sus
trece años, hacerle una reverencia al Príncipe debido a sus pantalones de
corduroy. El único juego decente de cubiertos solo tiene cuatro cuchillos en
buen estado, uno de los candelabros de la mesa está roto. La casa está
derruida, hay ratas y no hay mayordomo. El servicio no ayuda, nadie en toda la
familia sabe poner una mesa. Boy se desespera y recurre a la botella de oporto.
Por suerte, el valet del Duque se ocupa de todo. Felipe queda encantado y
volverá varias veces más, ahora en compañía de su esposa.
En agradecimiento
por haber atendido al Duque, la Princesa Isabel extiende otra invitación para
que la escritora pase un fin de semana en Balmoral. A pesar de que la Reina
Madre es una fanática de las novelas de DDM, y hace un esfuerzo por hacerla
sentirse cómoda, Dame Daphne describirá ese viaje como “la semana más larga de
su vida” . Definitivamente no le gusta la vida social.
Daphne y sus hijos enfrente de Menabilly |
Boy Browning, en cambio, goza de su trabajo. Estará junto a la Pareja
Real en Kenia cuando Isabel reciba noticias de la muerte de su padre. Daphne asistirá
a la Coronación de la patrona de su
marido. A pesar de que Boy deja de ser el tesorero de la, ahora, reina, Felipe
le da ese puesto en su casa. El Duque seguirá visitando Menabilly ahora en
compañía de la reina. Pronto se acostumbran a las excentricidades de la mansión
y de su castellana. La ultima visita será en 1962, tres años antes de la muerte
de Boy.
No hay nada en la
relación de la escritora y el Duque de Edimburgo que haga presumir que hubo
intimidad, ni siquiera amistad entre ellos. Hay cartas de ambos, pero siempre
el tema principal será el General Browning. En los 50, el corazón de la
escritora estará ocupado por mujeres.
Los Browning en el telefilme "Daphne" |
Los hijos de
Daphne están creciendo y hasta su adorado Kits parte a un internado. Tessa, la
mayor, es quien más resiente la falta de relación con su madre y busca independizarse.
Poco después de acabar la escuela, el año de La Coronación, Tessa consigue
empleo, algo poco común en una joven de su clase, como encargada de relaciones
publicas en un hotel. Años más tarde, cuando se divorcie, Tessa volverá a ese
trabajo.
En 1954, Tessa
que acaba de cumplir la mayoría de edad, se casa con el Mayor Peter De Zulueta.
A pesar de venir de una importante familia anglo-vasca, de su carrera militar,
y de estar emparentado con la nobleza española, Peter no es el marido ideal. En
su
polémico artículo en The Daily
Mail, Michael Thornton revelará que Daphne
nunca estuvo de acuerdo con esa boda. Peter eventualmente se convertirá en un alcohólico,
un depredador sexual, peor aún, bisexual. Después del nacimiento de dos hijos,
Marie Therese y Paul, Tessa se divorciará.
Tessa y sus padres en el bautizo de su bebé |
Su hermana Flavia
tampoco tendrá suerte, Se casa con otro oficial, el Capitán Alastair Tower. Es una paradoja que
las hijas de Boy Browning, que nunca tuvieron una buena relación con su padre,
se casarán siempre con oficiales como él. Flavia terminará casada con el General
Sir Peter Leng, del que ahora es viuda. Tessa volverá casarse, esta vez con el
hijo del General Montgomery quien siempre había sido un amigo de la familia. A
la muerte de Monty, su hijo heredará su título de Vizconde del Alamein.
Según Michael
Thornton, Tessa (con quien el escritor parece ha tenido una pelea) al convertirse
en vizcondesa adopta aires de grandeza de los que su madre se burla Sin
embargo, será Tessa, tras la muerte de su padre, la que se llevará a Daphne en
un crucero por las Islas Griegas consciente de que para la escritora la viudez
ha sido un golpe duro.
Boy nunca se
recuperará de Market Garden. Intenta ahogar sus remordimientos en alcohol. Aunque
es un excelente administrador, y muy querido por su patrón, vive accesos de
depresión. Daphne se entera por bocas de otros que, en varias ocasiones se le encontró revolver en
mano dispuesto a darse un tiro. Finalmente colapsa en 1959 y es internado.
Daphne, demostrando una gran lealtad, se esmera en ocultar la tragedia del marido. Hasta
al Duque le hace creer que se trata de una enfermedad física y que recuperado, el
General Browning, se reintegrará al trabajo. Boy se recuperas, pero vuelve a
recaer. Esta vez, Daphne escribe una carta personal al Duque de Edimburgo, explicándole
a grandes rasgos las razones por las que su esposo no puede ni debe seguir en
el servicio de la Corona. Con tristeza, Felipe tiene que dejarlo partir.
Durante el
cuidado y hospitalización de su marido,
DDM se ha trasladado al piso de Boy en Londres. Es ahí donde recibe una
sorpresiva llamada de una mujer que asegura ser amante del General Browning.
Inclusive, acusa a la autora de “interponerse” entre Sir Frederick y “su
verdadero amor”. No solo Daphne constata que no se trata de una broma, ¡en el
proceso de su investigación, descubre
que Boy tiene relaciones románticas con otras dos mujeres!
No sabemos qué
sintió la escritora. Obviamente no ha de estar contenta. Lo más triste es que después
de todos esos años su marido se ha convertido en su padre. Como Sir Gerald, Sir
Frederick es alcohólico, mujeriego y vive
sumido en depresión. No se sabe si para hacerlo sentir mejor o por venganza, Daphne
revela su propio adulterio al marido infiel. Boy no lo toma bien. Existe unas carta
donde Daphne describe los hechos a Maureen Bunton-Baker (nee Luschtz) , la asistente de Boy.
En esa carta,
Daphne aparece aterrorizada. Aparentemente Boy está fuera de sí. Ahora DDM cree
que el actuará como Maxime, que la matará con su revólver, que la enterrará en
su yate. De pronto Daphne Du Maurier se ha convertido en Rebecca.
Los Browning en la intimidad |
Por suerte, este periodo es breve y el matrimonio, unido ya
no por amor, sino por amistad y sentido del deber, se traslada a Menabilly. Ahí Boy pasará el
resto de su vida, con visitas de amigos, involucrado en clubes de yates, con
sus nietos. En 1965, se le presenta un
coagulo en la pierna que deviene en gangrena. Hubo que amputársela, pero el coagulo
llega al corazón provocándole una embolia fatal.
Su viuda queda
destrozada. Solo un crucero por el Mediterráneo la alivia. El resto de su vida
lo pasará en Cornualles, solo que no en su amada Menabilly. En 1965, no le renuevan el contrato de arriendo. se
recupera del golpe consiguiéndose otra propiedad donde recibir amigos y
parientes. Lleva una vida alejada del
mundo. Costó mucho convencerla de que aceptase la elevación ofrecida por la
Corona. Solo un insulto a la memoria de su difunto esposa la sacaría de su vida
de ermitaña
A mediados de los
70, Lord Richard Attemborough consigue los derechos sobre Un Puente Demasiado Lejano, de Cornelius Ryan. En 1975, la convierte en un filme homónimo con un
reparto de lujo. Desde Sir Laurence Olivier hasta Robert Redford participaron
en esa película. El rol de Boy Browning recayó en mi amado Sir Dirk Bogarde.
Debido a que había dinero americano detrás del filme, la culpa del fracaso bélico
recae en el General Browning. Los americanos capitaneados por Ryan O’Neal, en el rol del General Gavin, son descritos como víctimas de un individuo
fatuo, irresponsable y terco.
Daphne está
furiosa. Comienza una cruzada, escribiendo cartas a los periódicos más importantes
del país, acusando al filme de difamar a
su difunto esposo. En privado, pero no tanto para que no se esparciera, se queja
de la falsedad del retrato y acaba criticando al actor quejándose de que a Boy
lo haya retratado un “homo” Si por algo luchó mi Derek en su vida fue por
ocultar su homosexualidad. No tiene ninguna gana de que esas alturas de su vida
lo saquen del closet.
Dirk Bogarde se
siente obligado a hacer declaraciones, hay otra razón que lo empuja. En 1944, él
era el Mayor Derek van der Bogaerde, miembro de los servicios de inteligencia
del ejercito británico. Como tal, él estaba en Arnhem, vio la batalla de cerca,
conoció personalmente al General Browning. Derek hace declaraciones públicas
argumentando que como testigo de los hechos él sabe que Boy era inocente y que
su feo retrato en el filme era el resultado de un guion que estaba al servicio
de intereses estadounidenses.
El mismo Dickie Atembororough
corroboró estas declaraciones. Tal vez los historiadores sigan debatiendo la
responsabilidad de; General Browning en Market Garden, pero para el público quedó
claro que Lady Browning siempre defendería a su marido, tal como en Rebecca, la segunda Mrs. De Winter
defiende a su Maxime.
Chapeau!, Malena
ResponderEliminarGracias!
EliminarEl relato prolijo, muy bien documentado que Anthony Beevor hace de Market Garden no deja muy bien parado a Boy Browning, no es el unico, Montgomery y Horrocks lo acompañan, pero indudablemente la reputacion militar del marido de Daphne ha sufrido un varapalo definitivo.
ResponderEliminarHola Iñigo, bienvenido, gracias por leerme.
EliminarComo historiadora militar soy nula, pero hay voces que se han alzado a favor del General Browning. Por un lado, es cierto que sus tropas no tenían experiencia, por otro que no hizo caso de los informes de inteligencia que recibió, pero no creo que llevase a la muerte a sus hombres por soberbia. Creo que lo orillaron, tenia que cumplir. Lo cierto, es que el siempre se sintió culpable y eso lo llevó al alcoholismo. Pero también siento que no se ha visto bien la responsabilidad de los americanos en esta operación (mas fácil fue echarle la culpa a los polacos). El General Gavin, que era mas playboy que estratega, no le tenía buena a Browning y no hizo fácil la comunicación entre ambos bandos. En lo que si concuerdo es que Market Garden fue una pésima operación destinada a fracasar, y que todos los involucrados pueden ser usados como chivos expiatorios. Monty, que al final termino de consuegro de Boy, es el mayor culpable.
Respecto a Beevor, yo siempre ando con tiento con él. No he leído su libro sobre Arnhem, pero se que le gustan las soluciones cómodas. Es como su acusaciones al General Laycock en su libro sobre la Batalla de Creta. Ha recibido michas críticas por eso, pero es un muy buen escritor, muy ameno, a la gente le gusta eso.
Hola, ante todo un placer saludarte y comprobar lo bien documentadas que tienes tus entradas en tu blog.
EliminarRespecto a Market Garden creo que pocos mandos de los que participaron en la operacion se librarian de tener su parte de responsabilidad...probablemente el que menos culpa tuvo en la deblace fue el que mas vilipendiado al comienzo...el general Sosabowski...pero lo de los polacos en la segunda guerra mundial daria para todo un libro..y Gavin..en cuanto pudo a recibir las visitas de la Gellhorn..en fin..me quedo con Laurence Olivier en cualquiera de sus peliculas..( me encanta su trilogia Shakesperiana)
Un gran saludo y espero leer mas entradas tuyas.
El placer es mío. Todavía no se ha escrito (al menos en un idioma que yo lea) un libro sobre las Fuerzas Polacas Libres. Pero ya lei un par sobre el Escuadrón Kosckiusko y ya quedé asqueada de como los Aliados traicionaron a esos soldados. Gavin que tenia esposa e hija en USA, no solo andaba con la Gellhorn sino también con Marlene Dietrich. Hace rato que ytengo gana de escribir algo sobre Gellhornm y Hemingway, por favor sigue visitandonos.
EliminarA proposito, Dame Daphne estaba muy contenta con Sir Larry. Encontró que era el Maxim perfecto. Las fotos parecen no hacerle justicia a Boy. Nahum baron, el fotografo amigo del Duque de Edimburgho dijo que el General Browning era el hombre más atractivo que había temido que fotografiar. Igual, yo me quedo con Sir Dirk Bogarde
Eliminar