lunes, 3 de septiembre de 2018

El Ocaso de una Reina: Tercera Temporada de Isabel



Y llegamos al final y nos duele despedirnos de Michelle Jenner a la que me es imposible imaginarla sin  las tocas de Isabel. En trece capítulos veremos a la reina morir cada día un poquito, con las desgracias que asolarán a su familia, con las traiciones,  incluso las de Colon. La veremos darse el gusto de insultar a un Pacheco por última vez y de despedirse de su Gran Capitán, y cuando  esté enterrada, sentiremos lástima por Fernando.

Isabel tiene su España única y unida, pero las cosas no salen como lo desea a pesar de tener fieles servidores tales como Chacón y Cabrera que siguen al pie del cañón. Se les agregará el Cardenal Cisneros (Eusebio Poncela), el ultimo hombre honrado de España, un personaje importantísimo en la historia,  pero al que hay que comprender dentro de su época, porque a ratos parece fanático.

Lo bueno es que Cisneros no anda olfateado conversos. Se dedica a algo más práctico, la reforma de una iglesia pecadora y hedonista. Se va a inspeccionar monasterios y le echan los perros, porque ningún monje quiere perder la buena vida que lleva.

Tampoco se puede exigir mucho a frailes cuando el Papa es un facineroso que vive rompiendo mandamientos. A mí no me gustó Rodrigo Borja (Jorge Bosch) en la temporada anterior donde andaba como el cardenal de “Águila Roja,” metido en la cama con dos mozas. Ahora ya estará un poco mas respetable en el Vaticano y junto a él veremos a Cesare. ¡Pero ay , estos no son “Los Borgia”! ¡Cómo extraño a Jeremy Irons y a mi François!

Esta etapa en la crónica isabelina corresponde a la invasión francesa de Italia, pero esta no será nuestra única parada esta última temporada. Iremos a la corte francesa en el Castillo de Amboise. Carlos VIII de Francia, al que vimos niño en “Borgoña” y viejo en “Los Borgia”,  ahora estará ahí todo  contrahecho en la piel de Héctor Carvallo y podremos ver a su consorte la gran Ana, ultima Duquesa de Bretaña (Marta Belmonte).

Veremos a Colon clavar su espada en la isla de Guanahani, y volver cargado de nativos y papagayos. El imperio ultramarino comienza a despuntarse a pesar de que Colón regresa de cada expedición cada vez más inflado, más payaso, más lleno de cuentos. Y ya hay gente en España haciendo negocio con los pobres indios.

Isabel y Fernando arreglan uniones dinásticas para sus cinco hijos. Unen el destino de España al de los Habsburgo y envían dos hijas a Portugal y una a Inglaterra, pero los herederos van muriendo uno tras otro,  rompiendo el corazón de la reina.  Es que si ella fue fuerte precisamente por poder elegir a su pareja,  no puede imponerles matrimonios a sus hijos.

Una escena en la que los Reyes Católicos reúnen a toda su prole, incluyendo las más pequeñas de sus hijas,  y les asignan parejas, es casi risible. Si  uno no se quiere reír, dan ganas de llorar. Ahí está la clave de las desdichas familiares de Isabel.

Finalmente España quedará en las manos de la princesa más frágil, Juana (Irene Escolar) a la que la historia llamara ”La Loca”. Irene Escolar va a ser la sombra de Michelle Jenner esta temporada en un rol trágico de una mujer que pierde la cordura por los celos, por un amor desmedido, o tal vez porque heredó el mal de la abuela que, como recordaremos,  no andaba muy bien de la cabeza.

Raúl Mérida será la causa de su pasión. Felipe, el Hermoso es un verdadero diablo encarnado, manipulador,  abusivo,  y un furúnculo en el trasero de Fernando. El mayor problema de Juana es que es muy arrebatada y en cada uno de sus arrebatos ataca a alguien. O araña a la cuñada, o agrede a su hijito, o les lanza chorrera de insultos y babas al rostro a los padres que de milagro no andan a castañazos con ella porque es muy malcriada.

La Gatita Maricarmen dice que Fernando e Isabel son Los Pimpinela medievales y sí que van a darse de gritos otra vez, pero un atentado en Cataluña (¿dónde más sino? ) casi manda a Fernando al Patio de los Callados. Este percance hace recapacitar a Chabela de cuanto lo ama y le da carta blanca para que vaya a ayudar a los Borgia a defenderse de la invasiones galas.


 Para eso manda la mejor espada del reino, a Gonzalo de Córdoba. El pobre caerá en desgracia por ser quien es, un hombre valiente y decente en un mundo indecente.

 Tudormaniacos, veremos a Catalina llegar a tierras inglesas. Natalia Rodríguez es encantadorame recuerda a Vanessa Kirby, pero más dulce en un rol que siempre hemos visto en su madurez. Me pregunto si Charlotte “Myranda” Hope  logrará eclipsar a una española cuando le toque interpretar a esa princesa castellana en “The Constant Princess”. También veremos a Catalina en su triste viudez y su incipiente relación con su cuñadito Enrique.

A final, Isabel se apaga lentamente con tiempo de despedirse de su Gran Capitán y de darse el gusto de quitarle el villorrio de Villena a Diego Pacheco. En realidad, los Pacheco perdieron Villena en 1476, cuando tomaron el partido de la Beltraneja. Diego Pacheco fue leal siervo de la corona y hasta perdió un brazo en la reconquista de Granada. Pero lo importante es ver que Isabel no ha olvidado las humillaciones y traiciones de Juan Pacheco y nunca confiará en sus descendientes. Total badass!



Finalmente nos quedamos con Fernando, un Fernando derrotado, atontado ante la pérdida de su compañera y gran colaboradora. Se ve obligado a ceder la corona y el cetro a una hija demente y a un yerno al que tilda de traidor. Tremenda escena y tremenda actuación de Rodolfo Sancho cuando se marcha bajo la nieve,  como un mendigo en pastorela navideña,  después de jurar lealtad a la nueva reina de Castilla.

Pero tranquilos, que Isabel muera no significa que dejemos de ver a su familia. Ya pronto podrán ver completa la película “La Corona Partida” que narra las desventuras de Juana.  ¿Dónde?  Pues en el mismo sitio donde pueden ahora ver las tres temporadas completas de “Isabel”, en UnivisionNow.

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