“Las cosas como son: nadie está viendo ‘La Otra Mirada’ ” así
comienza un artículo de ABC, que sin embargo, pretende elogiar a la serie de RTVE. Lo que no
dice el artículo es el motivo por el cual una serie tan prometedora, tan
vigente, tan feminista, no tiene
público. Yo, después de este capítulo, he llegado a la conclusión de que LOM, aparte
de sus anacronismos e ignorancias sobre el sistema legal de la España del Siglo
XX, es también una obra mal hecha, que tiene faltas de continuidad, que sufre
de problemas argumentales y que en su estructura de personajes acaba
haciéndolos traicionar sus personalidades hasta el punto de que o caen mal o
confunden.
Ejemplos, la
serie está apuntalada en dos ejes: la violación de Roberta y el crimen del
Embajador. Tras el juicio, todos, incluyendo la susodicha, actúan como si jamás
Roberta hubiese pasado por una prueba tan dura. La semana pasada dejamos a
Angela en un lío imposible de solucionar.
Ahora ahí está muy tranquila. Y faltando cuatro episodios para que acabe este
cuento mal contado, seguimos sin saber nada sobre el asesinato del padre de Teresa.
Para colmo nos meten ahora una total desconocida, a la que apenas conocían las
colegialas, la matan, y su muerte
paraliza a la Academia. ¿Se entiende eso?
Supuestamente, este era un capítulo dedicado a Luisa quien
por fin abre los ojos y ve el reptil que tiene por hijo. Arcadio lleva meses en
su misterioso empleo, no le da dinero a la madre, todos los días estrena
prendas y ahora quiere rentar la casa de sus padres. A Luisa no le parece, esa
casa es todo lo que le queda del marido. Sus amigas la aconsejan hacerlo.
Arcadio es un adulto, ya debe hacer su vida. Luisa debe dejarlo ir.
Pero antes, la
pobre maestra de ciencias comienza a descubrir cosas sobre su nene. Arcadio no
quiere rentar la casa, quiere venderla, no tiene trabajo, está de chulo de
Maria Jesús quien le compra hasta los calzoncillos. Horrorizada, Luisa confronta
a su “nuera”. Maria Jesús reconoce que el novio es un
mentiroso y un holgazán, pero es “porque ha tenido mala suerte”. Ella está dispuesta a mantenerlo “porque lo mío
es suyo” y él es “el hombre de mi vida”. ¡Niñita, tienes del año que te pidan!
Luisa vende la
casa, busca al hijo y le da la mitad del dinero ordenándole que desaparezca de
su vida y de la de Maria Jesús. Arcadio intenta culpar a su madre, pero Luisa
no se lo acepta. Es la más inteligente de esta serie. Tras asegurarse que su
hijo se ha ido, Luisa le cuenta un cuento a Maria Jesús de que Arcadio se ha
ido a cuidar al abuelo enfermo a otra ciudad y la deja con eso. No importa, Maria
Jesús, el mundo está lleno de chulos si quieres mantener a un hombre.
A Ramón se le
ocurre cortejar a Teresa llevándola de paseo por su lugar favorito, un museo.
Antes le pide a Margarita y a Flavia que le den un curso rápido de historia del
arte.. Por una vez Margarita hace algo útil. Convenientemente asesorado, Ramon
escolta a Teresa al museo. Tere es demasiado lista para creerse que Ramon de
pronto sea un experto en arte. Le dice que lo prefiere como es, con ella no
tiene que fingir, pero igual queda la sensación que las diferencias entre
ambos, en este caso los intereses intelectuales, pueden llegar a ser un
obstáculo.
Y ahora viene la
guinda del pastel: el tema principal. Se les ocurrió, a estas alturas y con todos los problemas
argumentales por resolver, dedicar un
episodio al tema de la muerte y del luto. Puedo pensar en quince temas más
relevantes y más a propósito a estas alturas. Sobre todo porque se han tenido
que inventar un personaje que tuvo menos de dos minutos de cámara y todo para
matarla en el próximo episodio.
¿Por qué no usar un personaje ya existente para ejemplarizar su tópico? Por ejemplo matar a un Peralta, o a los padres de Roberta (y ahí descubrir el famoso secreto) o a Doña Manuela, o a David y liberar a Angela, o a Enrique y hacer lo propio con Flavia, o al mismísimo Arcadio. Pero no, se tienen que inventar a la tal Alicia para darle importancia a Candela, que entre el capitulo 9 y este, se ha convertido en un personaje repelente.
¿Por qué no usar un personaje ya existente para ejemplarizar su tópico? Por ejemplo matar a un Peralta, o a los padres de Roberta (y ahí descubrir el famoso secreto) o a Doña Manuela, o a David y liberar a Angela, o a Enrique y hacer lo propio con Flavia, o al mismísimo Arcadio. Pero no, se tienen que inventar a la tal Alicia para darle importancia a Candela, que entre el capitulo 9 y este, se ha convertido en un personaje repelente.
Con esa movida
maestra, los guionistas han pasado a llevar su línea argumental. Se les acaba
el tiempo y no están solucionando problemas sino creando nuevos. Realmente, parecen haber perdido el rumbo. Tenemos a
Angela , Paula y David en un problema que parece no tener solución; una Teresa que todavía no descubre nada; una Manuelita
que tampoco decide que hacer con su vida; y un puñado de alumnas que yo no
pasaría de año. De hecho, las devolvería
al kindergarten.
¿Qué hacen los
guionistas? convierten el luto de
Candela en un suceso de importancia nacional. Perdón, el no-luto, porque todo
gira alrededor de que Cándela se ve muy tranquila cuando otras demuestran mayor
sentimiento ante la muerte de su hermana. Veamos a Margarita, la muy payasa se
pone a llorar y llorar por una desconocida lo que le sirve para arrimarse a
Tomás, que efectivamente se ha convertido en el ayudante de Ramón.
Primero, que
todos los que hemos sufrido pérdidas de seres queridos sabemos que el dolor y
nuestra manifestación del mismo toma tiempo. A veces hasta meses. Lo grotesco no es la actitud de
Candela sino la de Margarita. La misma Teresa, a la que le ha tomado sus buen tiempo procesar
la muerte del padre, podría haber explicado eso. En cambio aprovecha el luto de
Candela para dar una clase sobre el Dia de los Muertos en México. Manuelita
cree ayudar confiando en su alumna sus cuitas matrimoniales. ¿Qué le importará
a Candela? Además que contarle tus
intimidades a la Reina del Cotilleo…no es muy aconsejable, Manuelita.
Las alumnas creen
consolar a la compañera comprado una gran corona funeraria y poniéndola en la
capilla. Todas contribuyen, menos Maria Jesús que se gasta su domingo en
calcetines para el mequetrefe del novio. A Candela no la impresiona mucho el
regalo y se pone a hacer tonterías como apalear el piano, y harto mal que lo
hace, en vez de ir a la clase de Luisa. Bueno, al fin consigue lo que quieren,
llorar, desahogarse. Por favor, estaban
con ella como se ponen las mamás con niños estreñidos.
Creo que querían
hacer un episodio dedicado a las niñas, pero francamente, desde la semana pasada
que esas colegialas me caen de la patada. Añoro a las estudiantes como Rocío Dúrcal
en “Canción de Juventud” o de la serie de Marisol y su Pandilla. Esas al menos
eran mas reales, mas de carne y hueso y no estas moronas egoístas y hedonistas,
peores que las de St. Trinian
Comencemos por Candela.
Al principio era la alegre, la despreocupada , la amiga de todas, la más
sensata, valiente y generosa. Recordemos
el favor que le hizo a Flavia invitando a Tomás al Baile de Otoño. Cuando lo de
Roberta, Candela se portó como buena
amiga, no solo prendió velas para que saliera todo bien en el juicio, presionó
a Flavia para que convenciera al novio que declarara la verdad. “Hasta le hago
un monumento “juró Candela a Flavia. Bueno, Tomás hizo lo que debía, lo echaron
de su casa y nadie le hizo un monumento.
En el Capítulo 9,
aparece Candela, que sigue con malas notas y sin estudiar, con un notición. Ha
visto a Tomás Peralta de fotógrafo ambulante en el parque. ¡Qué escándalo! Porque
Candela habla como si lo hubiera visto sin pantalones. Las alumnas chismean
como si no supieran quien es, como si no recordaran lo que hizo. Peor, si lo recuerdan. Dicen que lo han echado de la
casa. “ ¿Por mí?” pregunta con voz de tonta , Roberta. No, Roberta, por Raquel Meller. Y Maria Jesús con voz avergonzada
dice que anda muy mal vestido “¡Parece Otro!” Claro, Avestruz si no todos son
como tu Arcadas que viven de la novia.
Roberta recobra
un poco la lucidez y dice que hay que ayudarlo, pero hasta ahí llega La Pandilla de Marisol.
Candela le dice que no se meta, que ya otros lo ayudarán. Es todo tan mezquino,
¿cómo pueden ser tan ingratas? Olvidando
lo que Tomas ha hecho por Roberta, por la Academia, por las mujeres, solo se
concentran en lo vergonzoso que es que alguien de su entorno haya caído tan
bajo que tenga que trabajar en la calle. De pronto parecen el círculo de Draco
Malfoy. Y estas son las mismas que querían ir a preguntarle al panadero como
hacen el amor los gays.
Lo más cruel es
que tanto Candela como Roberta saben que Flavia ama a Tomás y hablan así descuidadamente
delante de ella. De Margarita lo espero todo, porque ya se ve que una villana
payasa, pero cuando dijo que Tomás era “raro”
valía la pregunta: ¿Raro por qué, Margarita?
¿Por trabajar? ¿Por no estar suplicando el perdón de su familia? ¿Por haber hecho
lo correcto?
La pobre Flavia
se está portando muy bien, pero la veo muy difícil que su familia acepte a
Tomas ahora. Diferente era ser el hijo del ricachón del pueblo a ser la oveja
negra de Los Peralta. Macarena no interviene, desde lo de Angela, parece no ser
parte del grupo. ¿Pero lo fue? No es amiga de ninguna. Esta ahí para golpear a
Margarita y para causarle problemas a su madre. Otro personaje despilfarrado. Pero
es Roberta la peor.
La serie cifró su
trama en la violación de Roberta. Pasado el juicio, todos actúan como si nada
hubiera pasado. Aunque se aplaude que Roberta tome su rumbo y haga vida normal,
lo cierto es que la sobreviviente de una violación siempre vive bajo traumas,
miedos y el estigma. Si su desgracia es publica, será siempre presa del qué dirán.
Al comienzo, Teresa
le pregunta Roberta cómo está y si la han molestado Pero luego la vemos feliz, cotilleando,
burlándose de los gays, haciendo planes para sus vacaciones. Dice que durante
Semana Santa hará lo imposible para no estar con sus padres. ¡Pero si la semana
pasada estaba desperada porque los padres no le hablaban! ¿Y se puede saber dónde
va a pasársela sino es en la finca de los Luna? ¿Acaso tiene tantas invitaciones? Porque una
cosa es haber ganado el juicio y otra no estar mas en boca de la gente. Y la
sociedad sevillana, el mundo donde se movía Roberta, sigue pagándole tributo a los
Peralta.
Eso también me
desconcierta. Los Peralta han salido del cuento. ¿También los desterraron? Yo
creo que no, que siguen con igual poder y muy enojados por lo ocurrido. La
victima de La Manada ha dicho que ha recibido amenazas. Si eso ocurre hoy día,
donde la identidad de la mujer violada trata de ser escondida, mayor razón que
ocurriera entonces cuando Roberta es archiconocida. Lo normal es que viéramos
las humillaciones, las ofensas, incluso algún intento de venganza por parte del
Papi Peralta en contra de la ex de su hijo o de la misma Academia.
¿A propósito, a quién le pagaron las 300.000 pesetas de
multa? Roberta debería compartirlas con Tomás que no tiene ni para comer. Muy
bonito que le haya dado las gracias y un besito cuando lo vio en la Academia,
pero eso no compensa todo lo que perdió el fotógrafo por ayudarla.
Da un poco de
envidia ver lo fácil que le ha ido a Roberta en comparación con la mayoría de
victimas de violación. No quedó embarazada, no le pegaron una enfermedad
venérea, está perfectamente, ganó el juicio, recibió dinero y sigue siendo la
misma sin que nadie la señale con el dedo o la agreda. Una mujer violada en los
pueblos en esos tiempos era como una madre soltera, recibía insultos y
proposiciones indecentes de a docena al día.
Una serie como “La
Otra Mirada” que no es de acción ni de suspense,
que pretende ser didáctica, tiene que tener personajes bien desarrollados. Pero
en resumen, cuando las maestras son
neuróticas y las alumnas son irresponsables inútiles, es difícil engancharse
con la historia.
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