¿Que segundas
partes nunca fueron buenas? Se equivocó Cervantes, porque esta Segunda Temporada
de “Isabel” viene cargada de emoción, intrigas cortesanas, peleas de enamorados
y grandes batallas, mientras los Reyes Católicos
siguen haciéndole al juego de tronos que los llevará a fundar un imperio.
Y los Tudormaniacos tendremos el placer
de ver venir al mundo a Catalina de Aragón.
A finales de la
Primera Temporada, despedimos a Isabel casada, madre de una hija, y reina
coronada de Castilla. Pero no todos la ven como tal. La reina viuda Juana busca
refugio en la corte de su hermano, Alfonso V de Portugal (Daniel Albadalejo), y se lleva a la pobrecita Beltraneja con ella.
Realmente, me encanta la pequeña Carmen González que en esta temporada se
convierte en rival de Isabel. Es toda una revelación para mí, que, aparte de saber por qué la apodaban “La Beltraneja”,
nunca me interesó su historia.
Los Reyes Católicos
envían al suegro de Don Beltrán a parlamentar con Alfonso, y pedirle que le
devuelva a la niña para que le concierten un matrimonio adecuado. Pero Alfonso
no es tonto. Les dice que muchas gracias a sus primos “Reyes de Sicilia y Príncipes
de Aragón”, pero la Reina de Castilla es
su sobrina, y el será Rey de Castilla cuando se case con ella. De esta parejita
que debería darnos asco (Yikes, Gross, Eek!), pero que me encanta, hablaré en otro momento.
Basta decir que a
pesar de tener Juanita solo trece años,
se casa con el tío, y Portugal irá a la
guerra. Apoyarán a la Beltraneja los intrigantes de siempre, Carrillo que no
aprende, y el nuevo Marques de Villena (Javier Rey) . Se habrá muerto Pacheco,
pero lo reemplaza muy bien su hijo Diego que es muy decidido, muy arrogante, muy
ambicioso y muy chueco, como el padre. Quien apoyará a Isabel con gran valentía,
y se ganará la confianza, de Fernando será Don Beltrán de la Cueva, que se ha afianzado
en Castilla con la familia de su mujer, leales a la corona isabelina.
La pobre Isabel
no se da abasto, guerra afuera del castillo y guerra adentro. Fernando se
siente ninguneado, la acusa de faltarle el respeto y Chabelita implacable sigue machacando
“¡en Castilla mando yo!” También tiene que apurarse en tener un varón, porque
aunque por ley su hija es Princesa de Asturias, ya sabe la reina que a los españoles no les gusta que les dé ordenes
una mujer.
Pero estando
embarazada, a Isabel le caen con pésima noticia. Su marido sigue sembrando
hijos por el mundo. De la impresión le viene un mal parto y se van las
esperanzas del heredero…por ahora. Es fundamental tenerlo.
El suegro anda de malas con Isabel. La culpa de que Fernando se involucre tanto en asuntos castellanos que no preste atención a su Aragón. Hasta dice Don Juan (Jordi Banacolocha, el Felipe IV de “Águila Roja”)que llegado el momento preferirá un bastardo de su hijo antes que su nieta legitima.
El suegro anda de malas con Isabel. La culpa de que Fernando se involucre tanto en asuntos castellanos que no preste atención a su Aragón. Hasta dice Don Juan (Jordi Banacolocha, el Felipe IV de “Águila Roja”)que llegado el momento preferirá un bastardo de su hijo antes que su nieta legitima.
Y vaya que tendrá
nietos bastardos, porque además de Aldonza, la catalana—que molesta más que
Puigdemont al actual Rey de España—Fernando se mete entre sabanas con Beatriz
de Osorio (Sara Rivero). Bueno esta prójima poco tiene que ver con la verdadera
Beatriz de Bobadilla de Osorio (sobrina de la otra Beatriz) que enteraría en la
vida de Fernando mucho más tarde.
Lo que sí es licencia histórica son todas las perradas que hará en la corte, como lo de envenenar a la reina o exponer a la brisa nocturna al principito. Bueno, Juanito siempre fue de salud frágil.
Lo que sí es licencia histórica son todas las perradas que hará en la corte, como lo de envenenar a la reina o exponer a la brisa nocturna al principito. Bueno, Juanito siempre fue de salud frágil.
Pero no se
preocupen, la historia nos ha contado que Isabel tendrá el ansiado varón, más
dos hijas hembras, y que tras sobrevivir un embarazo de alto riesgo, alumbrará
a Catalina de Aragón, la menor de los hijos de los Reyes Católicos. Pero no se
vayan a pensar que esta temporada, Isabel va ser heroína de telenovela, dividiendo su tiempo entre llorar y parir.
La grandeza de
esta serie es que nos presenta una Isabel que ya no es la princesita asustada
de la Primera Temporada. Ahora es una mujer con un propósito y nada la hará
salirse de ese camino. La vemos altiva como cuando se niega a hincarse ante su
confesor Fray Hernando de Talavera (Lluís Soler) o casi inhumana en sus esfuerzos por rendir
por hambre el reino de Granada.
Un aspecto
fascinante de la Segunda Temporada es el retrato del Reino de Granada.
Siguiendo las pautas dejadas por los Tudores, y por supuesto por “Game of
Thrones”, la serie busca mostrarnos nuevos mundos, enseñarnos como se jugaba el
juego de tronos en Portugal y en lo que quedaba del Al-Andalus.
Me encanta este
viaje a la corte granadina y enterarme
de sus intrigas palaciegas. Vemos al Rey de Granada, Muley Hacem
(Roberto Enríquez, mi adorado Marqués de Castro de “La Señora”) entrar en
amores con la cautiva cristiana, Doña Isabel de Solís (Nani Jiménez). Tras
seducirla, se casa con ella y tienen un hijo. Por amor al rey, Isabel se
convierte y adopta el nombre de Zoraida.
Pero este romance
fronterizo tiene sus bemoles. Muley está casado con Aixa (la siempre
insuperable Alicia Borrachero) que no quiere que le quiten el trono a su hijo
Boabdil (Alex Martínez). Ahí ya tenemos un buen brete, porque Aixa es
descendiente del Profeta y eso pesa más que española convertida. Y ahí están
los poderosos Abencerrajes que son una familia que apoyarán a Aixa, mientras
que El Zagal (Javier Mora), hermano de
Muley, que es una especie de bandolero, ayudará al hermano.
Por supuesto que
Los Reyes Católicos se aprovecharán de toda estas debilidades y luchas internas
para conquistar el ultimo enclave musulmán de la península.La intensidad de la
atmosfera histórica de la serie nos hace entender e incluso perdonar las
medidas maquiavélicas que Isabel toma contra sus enemigos los moros, contra su
prima Beltraneja, y contra de los judíos aunque eso le signifique quedarse sin
súbditos y hasta sin doctor.
En esta temporada
llegaremos hasta 1492, una fecha con mucho
significado para los latinoamericanos, pero también para mí como judía
sefardita que soy. Sobre el Edicto de Expulsión y como lo presentan en la
serie, espero hablar en otra entrada. En cuanto al descubrimiento, veremos a Cristóbal
Colón (Julio Manrique)luchando por conseguir patrocinadores para su quimérico
viaje a las Indias.
Primero lo vemos
entrevistarse con Fray Fernando de
Talavera quien le consigue una real audiencia con la reina. Me encanta Isabel
aludiendo a la obra de John Mandeville y
diciendo que lo ha leído “con mucha atención”. Si, yo también leí las paparruchas
del médico belga con mucha atención, pero como Su Majestad, tuve claro que eran fabulosas invenciones . El poder de Isabel fue tenerle fe a Colón y
ver que planeaba un viaje con más fundamento que las aventuras soñadas por Mandeville.
No sé ustedes,
pero esta segunda temporada me ha
parecido superior a la primera (Y conste que ambas me han gustado) y me dejó
con gusto a poco. Traten de verla o de reverla como yo que encuentro mucho que
me perdí la primera vez y no se olviden que por la módica suma de $2,99 al mes,
la pueden hasta bajar a su celular con el servicio de streaming UnivisionNow.
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