jueves, 2 de agosto de 2018

Ser Mujer: La Otra Mirada Capitulo 12



Empieza el conteo final. Parece que no eran Los Peralta, sino Los Luna,  los que despacharon al Embajador. Angela sigue tomando decisiones que afectan a David, a Paula,  sus hijos:  y Manuelita  prefiere a su marido en dosis de cuentagotas. Entretanto, en la Academia, un simple lápiz labial provoca una revolución.

El pobre Ramón debe buscar todos los periódicos de Sevilla con fechas cercanas al asesinato del Embajador. Se turnan con Teresa buscando una noticia que ligue al Embajador con los padres de Roberta. Finalmente encuentran unos negocios que no se llevaron a cabo. Sospechan que el asesinato fue un ajuste de cuentas. Tomasito les cuenta que ese negocio fue muy comentado en su momento, que hasta el viejo Peralta quería meterse, que no se sabe porque no se llevó a cabo y que muchos quedaron defraudados e incluso sin empleo.

Al final del capítulo, Ramón recibe un premio de consuelo, Teresa lo admite en su cama. Tuvieron que ponerlo bien sumiso y útil para que le permitieran ese pequeño premio.

Angela va a buscar a sus hijos a la salida de la escuela. David,  el mayor,  la saluda con un  frio” ¿ Sabe Papá que estás aquí?” Recordemos que él fue testigo de la discusión de sus padres. 

No solo la rechaza. También la acusa con David, que se le aparece a Angela en la escuela.” ¿Creías que no me iba a enterar? ¡No puedes hacer lo que te da la gana! “Está hecho un energúmeno. Angela saca valor y le dice que es un “monstruo”. David la amenaza, si vuelve a acercarse a los niños, él se los lleva de Sevilla. David, está siendo un poco exagerado. Es hora de que hablen como gente y decidan su vida.

Luisa ve a Angela llorado, y se la lleva a una reunión de amigas que deciden irse a merendar, para subirle el ánimo. En el café se encuentran con Martin y Manuelita, muy cocoroca, se va a sentar con él. Ya entendí que Manuelita quiere un novio atento y detallista, no un marido que la ningunee. Me parece muy legítimo.

La merienda en realidad  son cafés y un vino para Tere. La conversación es bastante inútil. En vez de tratar de encontrar una solución al problema de Angela, o al menos de enterarse de por qué está distanciada de su marido, se ponen a cuchichear como colegialas sobre si su directora vuelve o no con el marido. Estas no pasan ningún Bechdel Test.

Teresa, en vez de contarles a sus amigas su verdad (que un día se va a saber y nadie va a encontrar chistoso el ocultamiento), se le ocurre irse a una tasca. ¿A ver, que van a cerrar el café que tienen que irse?   Ese gusto de ir a buscarse problemas. Obvio que un viejo se les sienta en la mesa y se pone insolente. Reconoce a Manuelita y le pregunta si como ya dejó al marido, anda buscando otro. Finalmente entre Teresa y Luisa lo corren.

Porque ya se está la serie acabando que no me quejo, pero ese afán de mostrar mujeres liberadas emborrachándose en público… ¿Qué se gana con esa imagen?  Yo soy de copa de vino nocturna, entre septiembre y mayo (en verano no puedo beber), y si voy a almorzar o cenar, me tomo una copa, pero nunca bebo de más y eso que no conduzco. 

En cambio conozco a mujeres que se van, toman cuatro o cinco cocteles y vuelven manejando a sus casas. Si, claro, están en su derecho. Hay que imitar a los hombres. La cantidad de accidentes, y de delitos cometidos o provocados por gente bajo la influencia del alcohol es algo poco importante que parece que ya no es parte de la educación cívica del Primer Mundo.

Macarena escucha a Angela llorando hablar con Manuelita, y le cuenta a su madre que Angela ya no tiene a sus hijos consigo. Paula se presenta en casa de Angela. Le prepara almuerzo y le recuerda que si están separadas,  es por sus hijos. Es el deber de Angela recuperarlos y para eso debe recuperar a David.

Angela recibe una llamada de la escuela. David Jr. se ha liado a golpes con un compañero y se ha roto el brazo. David está insoportable, típico niño mimado que no le gusta que los padres estén separados. Angela se lo lleva consigo, pero él se insolenta con ella y también con David. Yo no entiendo esos arranques. La mejor época de mi vida fue cuando mis padres estaban separados. ¿Quién quiere oír gritos, ser la piedra del tope o dejar que te jalen cada uno para su lado?

David se invita a cenar con su mujer y su tribu. Ahí Angela se entera que David anda buscando empleo. Claro sin el sueldo de Angela, los niños están a la deriva económicamente. Por eso es por lo que David ha sido exagerado en su castigo.

Manuelita le ofrece empleo a David y bien pagado. El matrimonio se reúne para celebrar el cumpleaños de Los Mellizos (como dijo una fan, los niños de Angela no tienen nombre) y ahí David le dice a Angela que quiere que vuelvan a vivir juntos. La única condición es que no vuelva a ver a Paula. Si yo acepto volver con un marido infiel, lo mínimo que le puedo exigir es que no siga viendo a la amante. Pero  Angela pone cara de desesperación.


¿A ver que quiere Angela? ¿Que David se quede con su madre y que vengan Paula y Macarena a vivir con ella y sus críos? ¿Quién cuidara de los niños, Macarena o Paula?  Ahí habría pelea de gatos todos los días. ¿O quiere Angela irse a vivir con Paula y tener derecho de visita familiar? Con el carácter de Angela no creo que esté para vivir con nadie. Yo lo que creo que quiere es que todo vuelva a ser como antes solo que ahora David le de permiso para ir a acostarse con Paula. Ese arreglo es un poco injusto para David . El hecho es que Angela acepta, pero no sé por cuanto tiempo.

Y ahora nos vamos a lo interesante. Las alumnas en una revista de moda (francesa por supuesto) han descubierto el hechizo del pintalabios (barra de labios, lápiz labial, carmín en el Perú, rouge en Chile). Se han comprado un par de barras y se han pintado la boca. Esto provoca gran alboroto y agitación en el claustro. ¿Por qué? Esto es lo que hacen todas las adolescentes, aún más jóvenes que ellas. Yo comencé a pintarme los ojos y a usar perfume a los diez años. Aunque mi mamá no me dejó pintarme la boca sino hasta los quince, pero antes podía usar brillo de labios.

Me detengo, esa soy yo, pero estas niñas están en una época en que recién se está inventando el concepto publicitario de la mujer maquillada. Aunque en el pasado, cortesanas, actrices y damas de la corte de Versalles o Isabelina usaban afeites, no los usaban en la calle. El puritanismo victoriano definió que la burguesía europea (y la Iglesia) vieran en la pintura una señal de frivolidad y descaro. La prostituta se pintaba, no la dama.

En su Memorias de una joven formal, Simone de Beauvoir ofrece el decálogo de lo que es una dama. Una dama no se pinta, no fuma, no se tumba en un sofá ni abraza al marido en público. Y eso en el Paris de los 20s. Simone cuenta que cuando su prima, una noche, le pone rouge en las mejillas, su madre la abofetea como queriendo exorcizar lo que para ella es la marca del diablo. 

Lo mismo ocurría con el corte de cabello. Recuerden que en “Downton Abbey” es un gran escandalo cuando Mary se corta el cabello y ya es viuda y madre. Simone de Beauvoir, en un acto de rebeldía se corta el cabello, pero su madre no le permite hacerse una permanente.

Por eso Luisa está escandalizada. Ni a Manuelita ni a Angela (ambas se maquillan) les parece tan malo. Teresa se molesta porque no le gusta que las chicas se pinten para atraer hombres. Le disgusta el mensaje publicitario. Aunque concuerdo con ella, me pareció un rasgo de presentismo. La industria de la publicidad estaba en pañales, no se les podía atacar por un mensaje totalmente normal en un mundo en que el 80% de las mujeres hacían una carrera  de atrapar un marido.

Manuelita ordena a las tres maestras que importan en el claustro (las otras son mudas) que impartan clases sobre la poca importancia del maquillaje en la construcción de lo femenino, o algo así. Nunca entendí realmente el mensaje ni por qué tanto escándalo por un labial. En fin.

Angela felicita a las niñas por su maquillaje. Realmente se ven bien guapas, aunque a algunas se les pasó la mano con el colorete en las mejillas, pero ese era el estilo de entonces. Luego les habla de lo que es ser mujer. Su presentación incluye los clichés conocidos que deviene en un elogio de la maternidad que acaba con la maestra llorando y huyendo de la clase. Macarena la sigue , la escucha hablando con Manuelita y ahí se entera que Angela está separada de su familia.


La presentación de Teresa es menos convincente o influyente. No consigue trasmitir su mensaje fin de siglo XX, sobre la mujer objeto, sobre como los medios publicitarios obligan a la mujer a seguir sometida a reglas patriarcales. Tampoco consigue hacerlas entender que el arreglo personal debe ser también una opción no una imposición. Las niñas han descubierto el poder que hay detrás de lucir atractivas. Que eso es parte del poder femenino. De hecho, a las, como yo, que todavía creemos en ese empoderamiento, nos llaman lipstick feminists.

Para las niñas, Teresa solo está criticándolas, y se ponen a la defensiva. Teresa les habla de cosas que no les llegan, porque no coinciden con su visión del mundo. Aquí nuevamente tengo la confirmación de que para ellas, el mundo es amor, un hombre, y el matrimonio.

Tere se mete en lo complicado, les dice que los mensajes subliminales de la publicidad están basados en eslóganes. No se da cuenta que ella misma habla en eslóganes que suenan bonitos pero que no son concretos.  Finalmente es Flavia quien zanja el asunto con una gran verdad. Le dice a Teresa que el burro habla de orejas. ¿Acaso Teresa no sigue la moda parisina?  Y Teresa se tiene que quedar callada.

Las chicas van a ver si Tomás y Ramón les pueden explicar qué buscan los hombres de las mujeres. Con lo que dice Tomás, Margarita se hace ilusiones que ella tiene todo para ser Doña Margarita Peralta.  Macarena se burla de ella y de sus “potingues”. Notamos que Macarena es la única que no se pinta. No lo necesita tampoco, pero de ahí surge un alboroto, porque Margarita tilda a Macarena de “machorra” y se van a las manos.

Luisa se lleva las niñas al salón de clase y les explica que biológicamente son los aparatos reproductivos los que determinan si se es hembra o macho. Candela la interrumpe para mencionar un caso de hermafroditismo. Pregunta en qué sexo cabe un hermafrodita. Y ni yo sé,( si ya sé que el término está en desuso y que se les llama intersexuales ahora). Primero porque son casos muy poco comunes como para tener una clasificación aparte. Lo general son niños que nacen con características físicas de ambos sexos, pero que se les puede corregir quirúrgicamente.

Luisa reacciona como una mujer de los 20 y dice que si el hermafrodita menstrua entonces es hembra. Las niñas entienden por eso que se es mujer debido a la regla y Candela pregunta si una mujer deja de serlo una vez que alcanza el climaterio. Luisa se turba, obviamente ella es post menopaúsica. Entonces como hoy, la menopausia era vista con el mismo recelo, los mismos prejuicios, que hacen que las mujeres jóvenes del siglo 21 le tengan terror a hablar del tema.

Ya en casa, Macarena le pregunta a su madre si cree que ella es “machorra”, si el lesbianismo se hereda. Paula le dice que no ve nada masculino en ella, que su orientación sexual no es hereditaria, pero que si a Macarena algún día le gustan las mujeres, mientras la haga feliz su opción no tiene que ser problema.


Me da un poco de risa que pongan a la más bonita y la que tiene vestidos más lindos como la posible “gay” del grupo. Es cierto que a  Macarena no le interesan los hombres, aunque todavía me recuerdo de  ese interés que desarrolló por David. Tal vez le atraiga un tipo de hombre que no ha conocido.


Ya en mi época se decía de la mujer adulta que era “rarita” si no se pintaba ni interesaba en la moda. Mi mamá estaba histérica porque a los 12 y 13 años no me interesaban los vestidos de su tienda. Nunca se le ocurrió que era la moda la que no me atraía, pero cuando la moda cambió a mediados de los 70, yo me volví trapera total.
He escuchado de muchas adolescentes que han descubierto su orientación sexual precisamente por no interesarse, como Macarena, ni en chicos, ni en ropa, ni en lápiz labial. Una ironía es que LIpstick Lesbian es como se apoda en inglés a una lesbiana ultrafemenina y muy fijada en la ropa y la moda. Así que los prejuicios y la ideas preconcebidas siguen reinando.

Cuando Manuelita se entera del estado de las cosas, decide hacer una charla para toda la escuela (que al final es un solo curso) e invita a Tomasito y a Ramónal que ha sorprendido leyendo Orgullo y prejuicioa participar. La charla de Manuelita gira en torno a la parte que comparto de la ideología de género: el rechazo a parámetros discriminatorios de cómo debe comportarse un hombre o una mujer.

Tomás revela que le teme a las gallinas y Ramon confiesa su adicción a la literatura rosa que de vez en cuando le arranca un lagrimón. Las chicas también comparten las características que poseen y que no caben dentro del patrón de lo que es “ser mujer”.

Después de la charla, Margarita se acerca a Tomás y le dice, modosa, que a ella una vez la picó una gallina Apiadado, Tomas, le dice que él todavía ama a esa misteriosa chica de la que le habló. Margarita llorando se va a la capilla. Flavia la sigue. Trata de consolarla.Magarita no entiende: ni su belleza, ni sus conocimientos, ni sus apellidos consiguen enamorar a Tomás. Flavia debe confesar que ella es el gran amor de Tomás.

Al oír enumerar a toda la gente que esta informada de ese romance, Margarita se siente más abochornada. Le pregunta a Flavia cómo va a casarse si ama a otro. Flavia no sabe que responder. Margarita sabiamente comenta que Tomasito tiene razón de sobra para estar tan confundido.

Para confundirlo más, Flavia va en busca de Tomás y lo besa. Enrique los sorprende. Flavia y su prometido tienen una charla muy reveladora. Enrique no está enamorado de su prometida. Flavia pone cara de desilusión. ¿Pero, niña, qué querías, verlo sufriendo de amor por ti? Qué egoísta.
Enrique dice que se casa por complacer asus padres y que no va a hacer nada para defraudarlos. 

Demostrando ser mas listo de lo que parece, Enrique le dice a Flavia que sabe que ella no tiene el valor de romper su compromiso. Le promete hacerla feliz, pero con una condición, que no se le ocurra serle infiel, porque el no esta dispuesto a ser el cornudo de la comarca. Bueno, Flavia, ya sabes dónde te metes.

Tanta lección adoctrinadora no ha hecho mella en Maria Jesús quien sigue inmersa en su tragedia personal: creerse fea. Cuando Margarita, hablando de las cirugías plásticas, dice que no sirven porque la que es fea no tiene remedio, la pobre Avestruz se siente aludida. Toma una decisión drástica que asusta a sus amigas. Le regala sus afeites y su ropa a Candela que si las puede lucir. “¿Vas a andar en pelotas? ” le pregunta Macarena que es su compañera de cuarto.

Esa noche, Macarena se encuentra la puerta del cuarto cerrada por dentro. Asustada, va en busca de Doña Luisa quien abre con la llave de repuesto. Dentro se encuentran a Maria Jesús acurrucada en el suelo y hecha un mar de lágrimas. A solas, Luisa le dice a la niña que aunque no le crea, algún día se le pasará lo de Arcadio. Maria Jesús dice que Arcadio la trataba bien y que ella solo quería ser importante para alguien.


Cuando Luisa no puede convencerla de que es importante para ella y para sus compañeras, abre la puerta, entran las niñas y abrazan a la compañera. Muy bonito, la Pandilla de Marisol en pleno, pero el problema de Maria Jesús no se arregla con mimos. 

Esta serie nos ha mostrado casos que ya son border (Angela, Maria Jesús, tal vez Teresa) y que necesitan terapia. Pero “La Otra Mirada” acaba (y no es spoiler) sin soluciones realistas. Y aunque hubiera una segunda temporada no creo que viéramos soluciones viables porque tal parece que la serie la escribieran niñas de secundaria.

Bueno, este episodio acaba con otra clase de Angela ahora muy chispeante que vomita eslóganes más publicitarios que la revista gala. En un momento, pensé que iba a poner a bailar, parecía un reclame. Cuando cantaba “Somos espontaneas, somos imprevisibles, somos valientes” yo esperaba que las niñas le corearan “por eso usamos…nos pintamos con… fumamos de… etc.”

Y cuando preguntó “¿por qué no podemos tenerlo todo?” me dio pena. Hace medio siglo que vengo escuchando esa pregunta en telenovelas, spots publicitarios, anuncios comerciales ¿y qué creen? Todavía no he conocido a una mujer que lo tenga todo…al menos no para toda la vida. Lo realista es esperar que solo un par de sueños se cumplan y abocarse a eso. Pero esta serie es menos real que un manga japonés.


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