martes, 11 de marzo de 2014

Miss Fisher´s Murder Mysteries: 01x 10


La mayor relevancia de “Death by Misadventure” es la revelación del lesbianismo de la Dra. Mac, pero también su exposición de las condiciones en las fabricas de Melbourne de los Años 20’s. Dot vuelve a ponerse en peligro en su afán por ayuda a su patrona, y Phryne debe enfrentarse a prejuicios dentro de su propia familia.



El libro: A pesar de que Kerry Greenwood tituló inicialmente Cocaine Blues como Death by Misadventure, el decimo episodio de “Miss Fisher´s Murder Mystery” nada tiene que ver con la saga. Se trata de un guion original de Chris Corbett.
(serialsonline.net)


El Crimen: Una  obrera es triturada por una maquina. Aunque parece tratarse de un accidente, la Dra. Mac está segura que es un crimen y contrata a Phryne para que lo investigue. Todo apunta a que los perpetradores son los antipáticos Hermanos Gaskin, Roderick y Joyce, dueños de la fábrica. Roderick, paciente de Mac, y miembro de la junta directiva del hospital donde trabaja la medico (y de la que también es miembro la Tía Prudence), impide legalmente el acceso de Phryne a su fabrica.
Dot de agente encubierta (pinterest.com)

La detective entonces envía a Dot como agente encubierta. Contratada para servir té a obreros y patrones, Dot investiga poniendo en riesgo su vida, pero hay algo más que obreras abusadas tras el crimen de Daisy Murphy. Algo que es evidente cuando Roderick cae por un ventanal. La autopsia señala que ha muerto a causa de una dosis de lejía ¡que le ha sido inyectada por la mismísima Mac!

Joyce es interrogada (tvrage.com)


Temas: A pesar de que aparentemente los dos temas principales son patrones explotadores y prejuicios en contra de homosexuales, el verdadero tema de la noche es la crueldad de las mujeres con sus congéneres. Roderick Gaskin es un tipejo arbitrario y misógino. Su “bloody women” sonó tan feo como salido de a boca de Brienne de Tarth. Queda claro que su hermana es quien maneja la empresa, pero él la presenta como “mi asistente”. Sin embargo, Joyce no es una perita en dulce. A espaldas de su hermano, tiene amores con un hombre casado y se está haciendo una fortuna propia, gracias a la labor clandestina de sus operarias. Además pone de espía de la clase patronal a una de sus empleadas. Feo eso de hacer que una mujer espíe a otras de su clase y género.

En este episodio tenemos el placer de volver a ver a la Ta Prudence (la que desaparece es Jane), pero el placer es breve ya que en dos ocasiones viene a demostrar oportunismo, prejuicio y falta de caridad por la Dra. Mac. La primera vez regaña a su sobrina por incomodar a Gaskin que ha contribuido monetariamente al hospital. Aprovecha de quejarse de Mac, de su intromisión en la vida de las trabajadoras de la Fabrica Gaskin y de sus “consejos ateos”. Mas tarde descubrimos que estos consejos incluyen métodos de planificación familiar y hasta abortos.

Tía rudence inprudente (Pinterest.com)


En la segunda visita, la agitada Prudence viene a exigir la cabeza de Mac que ya ha sido arrestada. Al final, la Tía Prudence hipócritamente le pide a Mac (ya exonerada) que regrese a su puesto. Yo que fuera la doctora le inyecto lejía ahí mismo.

Es interesante ver como reacciona la gente al descubrir la orientación sexual de la Dra. Mac. Phryne le dice que entre ellas “hay cosas que no tienen que decirse”. Curiosamente, la Tía Prudence toma una actitud parecida: “Lo que haga en privado es cosa entre ella y su Creador”.  Lo que le molesta es que enseñe a otras mujeres a usar anticonceptivos (que por entonces eran bastante rupestres). En cuanto al Inspector Robinson, se pasa de discreto. No dice nada, como si eso fuera cosa de féminas que a él no le atañe.

El único comentario homófobo viene de boca de una empleada de los Gaskin que se refiere a la relación Mac-Daisy como “antinatural”. Irónico, porque quien lo dice es gay, estaba enamorada de Daisy y por eso la mató. Lo que parecía un complot por parte de los Gaskin acaba siendo un crimen pasional provocado por los celos.

(go.sky.com)

Debido a que es Dot la detective, esta semana Phryne tiene poco que hacer. Los guionistas deciden recordarnos que existe Murdoch Foyle. Miss Fisher recibe una carta del asesino de su hermana pidiendo una entrevista. Acude a verlo a la cárcel y el psicópata le hace su oferta: su libertad a cambio de decirle que pasó con Janey. “¡Púdrete en el Infierno! “es la respuesta de la detective. Pero cuando abandona la sala de visita, Phryne oye a Foyle gritar que aunque no lo desee, su "Día de Resurrección” llegará.

(sndages.selectoins.over-blog.com)


Factor Jack Robinson: Aunque esta semana el Inspector merece ir a la perrera por el faux pas de arrestar a Mac, hubo una escena divina al final, que aunque sin contacto físico es uno de los tres momentos que han propiciado el “shiperismo” (¿se dice así?)de Phryne-Jack en tres continentes. La primera fue el beso en “Murder in Montparnasse”, la otra está por verse (yo también agregaría cuando Jack le recita un soneto de Shakespeare a Miss Fisher en “Ruddy Gore).

(tumblr.com)


Al final de sus aventuras, Phryne hace venir al Inspector a su casa. De una forma ultra femenina, Miss Fisher le cuenta lo ocurrido con Foyle (lo que Jack ya sabía porque por algo es inspector) y le pide consejo.  ¿Qué debe hacer?  La respuesta de él es impagable. En vez de aprovechar el momento para ejercer su superioridad masculina, se niega a darle ese consejo. Total “nunca me haces caso”. Y termina con un “Ya sabes lo que tienes que hacer”.





Phryne obediente se inclina y quema la carta en su chimenea. Eso es lo que quiere Jack aunque no lo diga. No estoy segura que sea lo que ella quiere, pero ese es un juego de nosotras las mujeres. Entregar nuestra independencia a un hombre y ver si pasa a prueba y nos la regresa. Lo único que me molestó de esa escena fue tener a Adelaide Hall cantando “Creole Love Call” en el trasfondo. Me encanta Adelaide Hall, pero hay otros temas de Ellington más románticos.

(abc.net.au)



Modelito de la semana: Para su primera visita a la Fabrica Gaskin, Phryne viste un abrigo en jacquard azul claro con un gran cuello de piel. Lo acompaña con guantes en tono celeste y un sombrero con historia. Lo compraron en una tienda de Melbourne. No es una pieza de época. Ni hecho especialmente para la serie. Por eso tuvieron que trabajarle las alas para darle una impresión mas “Locos 20’s”.

(talktalk.co.uk)

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