En medio de una
ola de calor y con guerras y rumores de guerras que me imponen insomnio, les
traigo la primera entrada de la Tercera Temporada de La Edad Dorada. En un artículo que no pude encontrar
anunciaban que esta temporada los personajes cambiarían magistralmente y nos
sorprenderían. Ya en este primer episodio lo notamos. Los criados están más respondones.
Los jóvenes más bobos. Los ricos más agresivos.
Hombres que Trabajan
Comenzamos en un sitio bastante alejado de Park Avenue. George Russell se ha encaramado en una diligencia del Pony Express para viajar a Arizona. Quiere expandir su línea ferrocarrilera hasta Nuestra Señora de Los Ángeles y para eso necesita quitar del camino las minas de cobre de la zona. Los dueños, aunque las minas estas arruinadas, se huelen que el capitán de la industria planea hacerlas resurgir y quieren compartir esa empresa.George está en su peor faceta de Jay Gould hasta que llega un cable de que otro banco neoyorquino se ha ido a pique. Abandona este negocio, dejando a Clay a cargo, y parte a Nueva York
Será George el nuevo Bad Hombre de Arizona?Alla, en medio de
una nevada imprevista en marzo, Larry Russel planea hacerse rico y hacer rico a
Jack, el camarero-inventor. El problema es que Larry no parece haber heredado
ni el sentido común ni la astucia de sus padres. En la cena en casa de Agnes y
Ada―mientras hace manitas con Marian por debajo de la mesa―Larry habla de negocio
con Jack sin percatarse que este anda sirviendo la cena.
Siempre atolondrada, Marian le pide a Ada que le de permiso al lacayo para que acompañe a Larry a reuniones de negocios. Su novio secreto la interrumpe, va a ir a las negociaciones solito. Agnes interrumpe y solicita que dejen a Jack traer la salsa. En la cocina, Mrs. Bauer aconseja a Jack que trate a Larry como su socio y que insista en estar presente en la venta de su reloj mágico. Después de todo él fue quien lo armó.
Jack visita a
Larry en la Mansión Russel y se da cuenta que su socio no está preparado para
hacer una presentación sobre el reloj despertador. Para colmo, un criado no
quiere servirle café y Larry debe ordenarle hacerlo. Cuando Jack se retira se
encuentra con Adelheid, la doncella alemana, que le reprocha haber humillado al
lacayo. Lo acusa de que se le han subido los humos a la cabeza y que Larry lo
maneja. ¡Qué osados son estos criados!
Toca hablar
de uno de mis personajes favoritos: Oscar van Rhijn. Como recordarán, nuestro
gay en residencia perdió toda su fortuna y la de su familia por culpa de una
estafadora. Ahora, tal como Agnes, vive
de la caridad de la Tía Ada quien está dispuesta a proveerlo de casa, ropa y
comida pero nada más. Agnes también insiste en que su hijo se ponga a trabajar
para saldar su deuda, pero Oscar no sabe por dónde comenzar y sufre ya que
desde que perdió su piso debe hacer fila para usar el único baño de la Mansión van
Rhijn.
Ada le pone a su
sobrino el ejemplo de Larry que tan joven y ya es un empresario y le recuerda
que Jay Gould comenzó con un dólar en el bolsillo. Ada peca de ingenua, algo
que hace a través del episodio. Demos gracias al cielo de que Oscar no es un Robber
Baron inescrupuloso. En cuanto a Larry es un hijo de Papi que ,sin quererlo,
se está aprovechando de un invento ajeno que ni entiende.
La Que No Quiere
casarse, La Que No Quiere Divorciarse
La pobre Aurora está
a la espera de su marido para ir a la ópera cuando Charles llega muy alterado y
le lanza una bomba. Hace un rato que tiene una amante y ahora quiere cambiar de
estatus y convertirla en su esposa. Así nos enteramos de la dinámica de los
divorcios entre los knickerbockers.
Debe Aurora
solicitar el divorcio, puesto que la única causal en ese litigio sería el
adulterio del marido. Luego deberá trasladarse a Newport para evitar que el
juicio esté expuesto a la prensa neoyorquina. Más tarde deberá evitar
encuentros cercanos con su ex y la nueva Mrs. Fane. Cuando Aurora se entera por
sus tías que ni ellas podrán recibirla si se divorcia, decide no concederle el divorcio
a su marido.
Parecerá
horrible, pero yo lo vi en casa en los 60s, cuando mis padres se separaron (no existía
divorcio en Chile en ese entonces). Mi madre no era invitada por muchas
familias tradicionales en cambio a mi padre no se le cerró ninguna puerta.
Pasamos a la Mansión
Russell, Bertha corriendo como ardilla preparándolo todo para una visita de su
futuro yerno. Medio Manhattan sabe que La Russell quiere que su hija sea
Duquesa de Buckingham. Gladys lo sabe, pero todos se ríen por lo bajo. Bertha
ignora que Gladys se ha comprometido con un chico de buena familia llamado
Billy Carlton. Mrs. Carlton está tan segura del enlace que le anuncia a Bertha
que pronto brindarán por los novios.
Mrs. Russel logra
evitar un soponcio y, por separado,
intenta convencer a sus hijos de que ser la Duquesa de Buckingham es un nirvana
personal. Sucede que Gladys ya no se traga los cuentos de su madre. Anuncia que
no se casará con el aristócrata, que no hay nada peor que un mal matrimonio ni
le interesa influir sobre moda o política. En realidad quien quisiera ser
duquesa es Bertha. Su hija es consciente de ello. Gladys hace las maletas y se
marcha en una noche nevada.
Ada vs Agnes
En la Mansión van
Rhijn también hay alboroto y rebeldía. Agnes no soporta que sea su hermana
ahora quien lleve las riendas del hogar. Ada está empeñada en usar su herencia para
causas benéficas como la Liga de Temperancia. Agnes encuentra que es una causa
ridícula. Nadie en la familia realmente apoya esta campaña de abstinencia, pero
asisten a una reunión justo el día de la nevada.
Las hermanas
recurren a gestos mezquinos para imponer su poderío . Agnes se niega a prestar
su vajilla para servir a los miembros de la Liga y Ada le niega a su hermana
permio de servirle un coñac a Peggy quien ha cruzado desde Brooklyn en medio de
la tormenta para ayudar en la reunión Quienes más sufren son los del servicio
que ya no saben quién manda en esa casa.
Cuando No Se
Vale el Juramento de Hipócrates
Tal vez Ada debió
permitir que sirviesen un brandy a Peggy. La pobre cogió un frio que se le fue
a los pulmones y de un resfriado pasó a pulmonía. Agnes inmediatamente mandó
llamar a su médico de cabecera. Ante la sorpresa de la parte alta de la casa,
el Dr. Philips muy incómodo se negó a atender a Peggy por ser ella negra. A
pesar de que Ada invocó el Juramento de Hipócrates, el medico se marchó sin escucharla.
Agnes no tuvo más remedio que llamar a los Scott para que trajesen un médico de Brooklyn. Me dio pena la sorpresa y frustración de Agnes, pero me asombró que en la cocina, donde consideran a Peggy como parte de su club, se molestaran ante la ingenuidad de la patrona y su demora en buscar auxilio donde realmente podría encontrarlo.
Me imagino que
alguno de ustedes querrá saber de Larry y Marian. Pues el parcito ya no está
tan ardoroso como los dejamos el año pasado. Ni un beso se dieron. ¿Tendrá
que ver con la reciente salida del closet de Louisa Jacobson? El caso es que Miss
Brooks insiste en mantener el romance en secreto puesto que ya ha fracasado dos
veces en el amor y no quiere hacer las cosas apresuradamente.
El Retrato de
Gladys
Otra manía de
Berta es insistir que Gladys pose para un retrato dizque que para capturar el
momento en que la niña se vuelve mujer (WTF?) Nada pecaminoso, Gladys de blanco
con unos guantes verdes hasta el codo que hacen juego con su cinturón , modela
para John Singer Sargent. Aunque JSS había hecho algunos retratos de damas de
sociedad (Bertha menciona el de la suiza Charlotte Burckhard y yo recuerdo el de mi
compatriota Amelia Urmeneta ,casada con el pintor y diplomático porteño Ramón Subercaseaux)
la fama de Singer Sargent se debía al retrato de Madame X.
Usando como
modelo a la bella creole Madame Gautreau (Virginia Avegno de soltera) Singer
Sargent creo una pintura controversial puesto que se enfoca en una mujer
conocida, ni cortesana ni prostituta, y se las arregla, a punta de vestuario,
maquillaje y actitud, de dotarla de un erotismo oscuro como el vestido que
lleva puesto. Bertha y el pintor comentan el escándalo de lo que hoy conocemos
como “Retrato de Madame X” y como Singer Sargent debió tratar de civilizar el
retrato subiéndole un bretel caído a la modelo, lo que no disminuyó las habladurías
que constituirían una plataforma para el lanzamiento del artista.
Se ha dicho que
Gladys es una “adaptación” de Consuelo
Vanderbilt. A fines del Siglo XIX, Singer Sargent pintó a Consuelo, ahora Duquesa
de Marlborough, junto a toda su familia en un cuadro grupal que le acarreó el
epíteto de un “Van Dyck moderno”.
Temperancia y
Feminismo
En este episodio,
descubrimos que Ada Forte se ha unido a la Temperance League y que comparte sus
ideas de que el alcohol debe prohibirse en los Estados Unidos. Este deseo de
imponer la templanza viene de los puritanos. Las primeras organizaciones en
contra del vil licor nacieron en el siglo XVIII y se esparcieron por el mundo
angloparlante hasta culminar en la Ley Seca de 1921.
Fue un movimiento
semi religioso ya que desde católicos hasta mormones se adherían a una
prohibición nacional de la fabricación, venta y consumo del alcohol. A pesar de
que participaron ambos sexos, fueron las mujeres las más activas comenzando por
las madres del feminismo estadounidense: Susan B. Anthony y Elizabeth Cady
Stanton.
Hay varias razones
por las cuales muchos veían las organizaciones femeninas/feministas con recelo
y no todas eran económicas. Las militantes se portaban como bacantes armando
escándalos, amenazando (lo vemos en este primer capítulo) a los consumidores
con las llamas del infierno. En un discurso antes de ser presidente, Abraham
Lincoln pidió que las damas de la Liga se portasen de manera más comedida y
menos violenta. El peor caso era el de Carrie Nation que entraba a la fuerza en
los bares y la emprendía a hachazos contra las botellas y el mobiliario.
A mitad de este
primer episodio, durante una cena, Marian anuncia que ha conseguido empleo en
una escuela progresista que se adhiere a NAWSA. Todos se sorprenden al saber
que Agnes no solo sabe que esa es la gran sociedad de sufragistas
estadounidenses. Lo más increíble es que las apoya. Ada, incomoda, dice que mas
importante es aliviar el sufrimiento que solicitar el voto para las mujeres.
Esto sonó raro, puesto que ambos objetivos eran parte del canon feminista de la época. La Liga de Temperancia militaba a favor del sufragio para las mujeres, y las sufragistas también estaban en contra del alcohol que como vicio era el eje de la violencia familiar. Como campeonas de los derechos de la mujer, las feministas eran también contrarias al consumo de las bebidas espiritosas.
Factor Moda: Lo más llamativo es el abrigo de brocado
verde agua y blanco que Gladys viste para su cita secreta con Billy en una
calle nevada. Como recordatorio de la ventisca carga un manguito de armiño, que hace juego con su capelina, pero para no
olvidar que es primavera se cubre la cabeza con un cruce entre boater y
sombrero isabelino, orlado de rosas blancas.
El peor vestido
es este. Ya parece que Bertha se colgó una langosta en el hombro.
Fue un capitulo
muy dinámico, lleno de novedades. ¿Les gustó? ¿Qué es lo que esperan de
la próxima entrega de The Gilded Age?