martes, 31 de enero de 2023

Joao y Aracy Los Ángeles de Hamburgo: Passport to Freedom

 


Joao Guimarães Rosa es la luz más potente de las letras brasileñas del Siglo XX. Su mejor novela, Sertao Grande: Veredas, fue dedicada a su segunda esposa: Aracy de Carvalho. Lo que muchos no sabíamos es que Aracy y Joao se conocieron en el consulado de Brasil en Hamburgo, en 1938, y que por cuatro años se dedicaron a rescatar judíos del peligro nazi. Su proeza es el centro de la trama de Passport to Freedom.

Hay dos contrariedades que provoca esta maravilla , hecha por Rede Globo y dirigida por el gran Jayme Monjardim. La primera es que,  a pesar de ser coproducción de SONY y haber sido grabada totalmente en inglés,  no aparezca en ninguna plataforma estadounidense.  La segunda es que viene rodeada de una innecesaria controversia. No puedo hacer nada para cambiar la primera, en cambio sí puedo explicar y destruir cualquier crítica negativa en contra de Los Guimarães Rosa y su hazaña humanitaria.

Una Mujer Excepcional

Aracy de Carvalho nació en 1909,  en la provincia brasileña de Paraná, hija de padre brasileño y y madre alemana. Contrajo nupcias con un alemán,  Johannes Tess,  y se trasladó con su marido a Sao Paulo donde nació su hijo Eduardo. En 1935, consciente de que su matrimonio había acabado, Aracy tomó decisiones audaces para una mujer de su tiempo, clase social y nacionalidad. Como no había divorcio en Brasil, lo consiguió vía México, además de la patria potestad de su hijo. Se trasladó a Alemania, a vivir cerca de los parientes maternos y gracias a sus conocimientos de idiomas obtuvo el puesto de jefa de la sección de pasaportes del consulado en Hamburgo.



En 1938, llegó a la delegación el Dr. Guimarães Rosa. Conocido ya como poeta en su país, Guimarães Rosa venía en calidad de cónsul adjunto. Era un puesto importante ya que en ausencia del cónsul llegaba a hacerse cargo de todo el consulado. Aracy y Joao trabajaron juntos por cuatro años, hasta que el gobierno de Getulio Vargas declaró la guerra a Las Potencias del Eje, y el personal diplomático brasileño fue expulsado del Tercer Reich.

Entre 1938 y 1942, Joao y Aracy vivieron un romance que solo los muy cercanos conocían. La razón para tanta discreción es que Guimarães Rosa, aunque separado, había dejado una esposa y dos hijas en su país.  Ya de vuelta en Brasil hicieron publica su relación. Guimarães Rosa obtuvo un divorcio mexicano y se casaron legalmente. En 1957, Guimarães Rosa publicaba la novela más importante del siglo, en términos de literatura brasileña. Grande Sertao: Veredas lleva como dedicatoria “A Aracy, mi mujer. Este libro es obra suya”. En 1967, cuando su nombre se barajaba para el Premio Nobel, Guimarães Rosa falleció debido a un infarto.

                              Los Guimaraes Rosa y sus mascotas

Aracy nunca se volvió a casar. Fue a fines de Los 70 que Yad Vashem,  el Centro del Holocausto en Jerusalén tuvo noticias de la actividad rescatista de La Señora de Guimarães Rosa. Tras una extensiva investigación,  y entrevistas con los involucrados, en 1982 el centro le dio a Aracy el título de Justa entre las Naciones. Más adelante, Aracy seria honrada por su actividad rescatista por otras entidades dedicadas al estudio y propagación de lo ocurrido durante la Shoah,  tales como el Museo del Holocausto en Washington y la Fundación Raoul Wallenberg.

                                Aracy recibiendo el homenaje de Yad Vashem

¿Cuáles fueron las razones para tanto honor? De acuerdo con los rescatados (mínimo deben ser dos para nombrar a un Justo) Aracy de Carvalho comenzó a ayudar judíos a abandonar Alemania a partir de la Kristalnacht (noviembre 1938). Aprovechando su posición en el consulado, los ayudó a conseguir visas, aun a sabiendas que en algunos casos se trataba de documentos falsos. Se involucró con la resistencia alemana para socorrer judíos, a veces buscándoles refugio incluso en su propio departamento. Se trataba de una labor muy arriesgada, porque Aracy no era considerada parte del cuerpo diplomático,  por lo tanto, no tenía inmunidad ante los nazis.

Quien inició el proceso de reconocimiento de la labor rescatista de la Señora Carvalho fue Margarethe Levy. Mujer de la sociedad hamburguesa,  casada con un médico, ella estuvo (junto al marido) escondida en el piso de Aracy a pesar de que esto ponía a su salvadora y al pequeño Eduardoen serio peligro. Tras su llegada a Brasil, Frau Levy inició una amistad epistolar con Aracy que duraría por muchos años.



Desenterrando La Obra de Aracy

El final triste de la esposa de Guimarães Rosa se debió a la llegada del Alzheimer que la acompañó en las últimas décadas de su vida. Aracy falleció en 2011 a la edad de 103 años. Fue en este siglo,  y estando su mente ya perdida,  que ha interesado a los historiadores. El primero en investigarla fue Mordecai Paidiel, ex director del Departamento de Justos entre las Naciones de Yad Vashem. En el 2007,  en su Diplomats Heroes of the Holocaust, incluye a Aracy en su segundo capítulo dedicado a los rescatistas en suelo alemán.

La experta en la labor humanitaria de Aracy de Carvalho es francesa y se llama Monica Raisa Schpun. En el 2006 escribe un artículo “Aracy de Carvalho et Margarethe Levy: un amitie nee de urgence”. En ese artículo la autora ya destaca varios detalles que refutan las teorías de historiadores que pretenden impugnar los méritos de Aracy.

                                      Izabela Gwizdak como Margarethe Levy

Gracias a entrevistas con Margarethe Levy, Schpun logra crear un retrato de una mujer sin grandes contactos ni dinero. Algo que la serie nos muestra es que Aracy casi no podía comprar carne debido a su magro salario y la que conseguía la reservaba para su hijo. Aun así, formó una red de ayuda para los judíos de Hamburgo. Margarethe y Aracy se conocieron a comienzos del ’38, pero su amistad se afianzó en el otoño cuando los Levy decidieron salir del país, asustados por los sucesos de la Noche de los Cristales Rotos.



Monica Raisa quien entrevistó a los hijos de muchos de los refugiados a quienes Aracy ayudó a salir de Alemania, expande la labor de la rescatista que no se limitó a proporcionar visas. Aracy proporcionaba dinero, comida, escondía judíos en su apartamento e incluso trasladó a un judío a Dinamarca ocultándolo en el portamaletas de su auto. Más importante aún, Aracy estableció contactos con miembros de la resistencia antinazi como Milton Hardner, dueño de la escuela de manejo, donde ella aprendió a conducir. En el caso de Margarethe, Aracy estaba asistiendo a una mujer adinerada cuya fortuna ya había salido del país. Sería Aracy quien se comunicara con el hermano de Margarethe para que hiciera transferencias de fondos desde Tel Aviv al Brasil.


         

Margarethe o “Gretel” como la llama Aracy en su diario/agenda clandestina,  no menciona que su pasaporte careciese de la “J” en rojo obligatoria en los documentos del Tercer Reich. Esa letra identificaba al portador como alguien de origen hebreo. En cambio, Gretel cuenta que Aracy dejó un espacio abierto en el documento para indicar que, aunque se trataba de un visa de turismo,  se esperaba se volviese permanente. Algo que efectivamente ocurrió luego que los Levy llegaron a Rio. Además,  Aracy escribió una carta de recomendación para un funcionario de aduanas amigo suyo. Esto es importante ya que la visa de turista solo duraba tres meses y muchos judíos debieron ocultarse por miedo de que las autoridades brasileñas los deportasen. Por otro lado, se sabe que los aduaneros muchas veces extorsionaban a los refugiados. Todos estos problemas fueron evitados gracias a las maniobras de Aracy.

En el 2011, Monica Raisa expande la historia de Aracy de Carvalho en su libro Justa que sirve de base a Passport to Freedom. Ese año fallecen Aracy y Margarethe Levy. Conscientes de que pocos actores de esta fascinante historia permanecen con vida, Rede Globo decide llevarla a la pantalla en el 2018. Originalmente se pensó en Alicia Braga y Rodrigo Santoro para los protagonistas, se terminó rodando con Rodrigo Lombardi y Sophie Charlotte en los roles principales. Rodrigo L. que me encantó en Caminho de Indas, estará más madurón que en su interpretación de Raj, pero todavía tiene su atractivo y su química con su coestrella es impecable. Como Aracy, Sophie es mitad alemana y ha sabido capturar la elegancia y belleza de su personaje.



Esta coproducción con la SONY ha tenido como director al legendario Jayme Monjardim,  y quien se encargó de escribir un libreto basado en cientos de documentos fue Mario Teixeira. Maravillosa la ambientación, el vestuario y la recreación de una Hamburgo que no existe puesto que la que conocieron los Guimarães Rosa fue destruida por bombardeos Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Es impresionante la combinación de los efectos especiales con espacios recreados en Buenos Aires y Rio que simulan la vieja ciudad Hanseática.



La Acusación Koiffman

La serie comenzó a rodarse en el 2018 para detenerse durante la pandemia. Fue en este tiempo que surgió la controversia. Fabio Koiffman, un distinguido catedrático de la Universidad Federal de Rio de Janeiro,  publicó un recuento de su investigación de los pasaportes entregados a judíos de Hamburgo por el consulado brasileño en los años en que Aracy operó su red de rescate. El resultado de la investigación es que los pasaportes (Incluyendo el del Matrimonio Levy) no presentaban ninguna irregularidad, no eran falsos, tenían la “J” ordenada, y cumplían con los requisitos exigidos por el gobierno de Getulio Vagan. Según Koifman, Aracy había sido elevada a los altares bajo pretensiones ilusorias. No era más que una burócrata que cumplía con su trabajo y nunca incurrió en riesgo personal.

Vale decir que Koifman solo trabajó con documentación, nunca entrevistó (como hicieron los funcionarios de Yad Vashem, Monica Raisa Schpun y los asesores históricos de la serie)  a gente que conoció a Aracy, ni a sus descendientes los cuales aparecen al final de cada episodio para recordar lo que vivieron padres y abuelos y el rol que jugó la Señora Carvalho en sus vidas. Nunca Koiffman , ni su colaborador Rui Affonso,  hablaron con el hijo y los nietos de Aracy, no vieron la agenda de “la burócrata” donde,  en clave,  ella describe parte de su empresa. Ni siquiera leyeron el diario que Guimarães Rosa escribió en esa época. Aunque nunca ha sido publicado, sus hijas lo conservan y permiten su lectura a investigadores de la vida del gran escritor.



Para Koifman, el mito Aracy de Carvalho se origina en una serie de falacias : que ella falsificó firmas, otorgó visas, engañó a sus superiores, y que borró la “J” de los pasaportes. Aunque con el tiempo, estos factores han entrado a formar parte de la leyenda, ninguno motivó el título de Justa .  Entre las cláusulas estándar para el titulo están haber auxiliado a judíos a salir del control de los nazis, haber arriesgado la vida para hacerlo, y haberles suministrado otro tipo de “substancial” ayuda. 



Aracy socorrió a su rescatados incluso proporcionándoles cartas para las autoridades en Brasil, compró pasajes,  prestó servicios e hizo tramites que los judíos no podían hacer, ocultó gente en su departamento y hasta en su carro. Todo esto dicho por los sobrevivientes o sus hijos. A diferencia de Guimarães Rosa, Aracy no gozaba de fuero diplomático. Haberla descubierto en cualquiera de sus operaciones de rescate hubiese permitido a la Gestapo torturarla, e incluso asesinarla.

Los documentos al ser falsificados (posiblemente con nombres que luego lo usuarios descartarían) hacen imposible una identificación oficial. Cuando KoIfman habla de documentos en regla se refiere a muchos firmados por Guimarães Rosa. Es como decir que fueron firmados por Aracy. La grandeza de esta historia no es únicamente el  que Aracy haya salvado judíos,  es como convenció al amor de su vida de  secundarla en su empresa humanitaria.



Si hubiese dudas sobre el rol de bienhechora de Aracy de Carvalho, basta oír un testimonio de su nieto Eduardo Tess Filho. Durante la dictadura de Castelo Branco, y a pesar de ya pasar la barrera de los sesenta años, Aracy ocultó a varios disidentes,  entre ellos a Orlando Vandre,  autor del himno informal de la resistencia. Tess atestigua que él sacó de casa de su abuela al compositor para llevarlo a otro refugio.

Nos queda claro que Aracy era intrépida y decidida a ayudar a quien la necesitase. Nada de eso es importante para quienes quieren derribar su leyenda basándose solamente en una investigación de las visas entregadas por el consulado en Hamburgo entre 1938 y 1939. Sabemos que Aracy comenzó su tarea humanitaria a partir de Kristalnacht (noviembre de 1938) y que la continuó hasta su partida en 1942. Entonces lo que han investigado KoIfman y Affonso es apenas una porción de lo que ella hizo.

En una entrevista a Koifman en la BBC, el catedrático dice varias cosas debatibles. La primera que los nazis querían que los judíos se fueran, pero no agrega que antes los despojaban de todo su dinero y pertenencias de valor. Aracy muchas veces ocultó esas especias en su departamento para llevarlas directamente al muelle a sus dueños de manera que no tuviesen que declararlas ante la aduana.



Dice, ademáscasi con sorna que Aracy solo hubiese estado en peligro a partir de 1941 en que Alemania cerró sus fronteras. En la serie conocemos al principal colaborador de Aracy:  Milton Hardner. Me da risa ver a Werner Steiner,  quien se hiciese odioso en su rol de  oficial de la SS en El jugador de ajedrez y El fotógrafo de Mauthausen; agente de la Gestapo en Dime quien soy y de Otto Skorzeny en Jaguar, dando vida  a un resistente como Hardner. Es el quien le recuerda a Aracy que si los nazis la descubren pueden llevarla al bosque y matara in que nadie pueda luego acusarlos o reclamarles,  y esto lo dice en 1938.

                                 Werner Steiner como Milton Hardner




Koifman ha hablado de “nuevos documentos”; inconsistencias en declaraciones de rescatados,  y otras sorpresas que aparecerán en “un nuevo libro”, pero ha pasado más de un año,  ni tal libro ha aparecido ni ha aportado nuevas pruebas. Jayme Monjardim y Mario Texeira por su lado  declararon haber viajado a Yad Vashem, y haber revisado toda la “absurdamente extensa” documentación recolectada en Israel sobre Aracy de Carvalho.



Monjardim viajó a Hamburgo y se entrevistó con muchos que conocieron a Aracy, además de haberse contactado con Eduardo Tess,  hijo de La Justa. Sobre las acusaciones de Koifman y Affonso dijo el director “ por supuesto que no hay récords oficiales de irregularidades en los visados. Porque todo lo que ella hacia era clandestino”.

La serie consta de ocho episodios y como corresponde a toda obra de ficción incluye mucho inventado. Debido a la gran discreción que los Guimarães Rosa exhibieron durante su affaire, se sabe poco de cómo empezó esa relación, por lo que Teixeira ha recurrido a su imaginación. Otra licencia dramática es tener a Aracy colaborando en el rescate de judíos desde 1937.

Tres Mujeres en la Hamburgo Nazi

La serie comienza con la llegada de Guimarães Rosa a Hamburgo. El cónsul le encarga a Aracy ser la guía de turismo/corredora de propiedades del forastero. Esto desespera a Aracy porque interrumpe su labor secreta. Es evidente para todos que el Dr. Guimarães Rosa está interesado en Aracy, pero ella lo trata de manera distante, fría e incluso ruda. A pesar de que realmente se siente atraído por ella, el nuevo cónsul adjunto nota que Aracy se comporta de manera extraña, que guarda muchos secretos y que tiene visitas inexplicables.



Poco a poco,  Joao va sospechando la verdad tal como va notando la verdadera naturaleza del antisemitismo nazi. Cuando Aracy le pasa visas para firmar e intenta cubrir los nombres y la” J”, él sonríe y las firma todas indicando su deseo de asistir a los perseguidos. Finalmente, una noche (capitulo 3), Aracy visita a su jefe en su suite de hotel, le confiesa todo lo que ha hecho y hace,  y acaban haciendo el amor. Lo interesante es que los mitos de los que tanta mofa hace Koifman los cuenta ella como parte de sus actividades pre-1938. Como todo ese periodo ha sido inventado por Mario Teixeira, dejamos los “mitos” en esa acera de las licencias dramáticas.

Para no enfocarse únicamente en la pareja principal,  y para reflejar más la situación de los judíos en Hamburgo en esa época, Teixeira ha decidido trabajar con dos figuras femeninas , una real y otra ficticia. La real es Margarethe Levy que representa el segmento judío acomodado y seglar. Es una dama de sociedad que vive como otras mujeres arias de su clase. Margarethe dice,  riéndose, que los judíos no la consideran una de ellos.

                            Margarethe Levy en la época que conoció a Aracy

El otro personaje es Teibe (Teibe-leh)  Bashevis , una joven de familia pudiente, pero ortodoxa,  quien ha abandonado a sus padres y comunidad para dedicarse a cantante de cabaret bajo el seudónimo de Vivi Kruger. Ha caído en las drogas y se ha hecho amante de Thomas Zumkle, un oficial de la SS que conoce su verdadera identidad.



En la vida real existió Zumkle, y ese relato de que se les apareció a los Levy para ofrecerles ayuda ya que tenía una deuda con la familia de Hugo,  también ocurrió. Lo que hizo Mario Teixeira fue añadir mayor dramatismo al cuento convirtiendo a Zumkle en villano. A medida que los sucesos en Alemania le indican a Thomas que para ascender en las SS debe dejar atrás toda compasión y humanidad, comienza a actuar de manera más cruel. Luego de la muerte del padre de Vivi en Sachensausen, decide abandonarla y concentrarse en Aracy de Carvalho. Por un lado, quiere que la brasileña lo lleve a descubrir y desmantelar una red de resistencia que lo hará importante a los ojos de sus superiores. Por otro,  se ha encaprichado con la bella mujer.



La inclusión de estas damas en el relato de Los Guimarães Rosa ayuda a expandir la trama y a presentar diferentes ópticas. Aunque todo Passport to Freedom fuese ficción, seguiría siendo una serie muy recomendable porque , a diferencia de recientes trabajos angloparlantes sobre el Holocausto, es muy completa en su visión de lo que ocurrió en Alemania. Su atención al detalle histórico me ha recordado a la serie seminal sobre la Shoah,  Holocausto (1978) .

Como en ese programa, Passport to Freedom cubre sucesos que preceden a la Segunda Guerra Mundial y en un orden cronológico- todos los acontecimientos que afectaron a la comunidad judeo-germana -principalmente a la de Hamburgo- en 1938. Entremedio,  intercalan noticiarios británicos que nos detallan lo que era información conocida por el público angloparlante sobre el Tercer Reich: la persecución sistemática del pueblo judío en los territorios ya ocupador por los nazis.

Solo en Holocausto había visto mención a cosas como la expulsión de los judíos polacos del Reich. Seguimos a una familia, Los Grynzpan,  en esa tragedia . Vemos como son expulsados de Alemania y enviados a Polonia, como el gobierno polaco se rehúsa a recibirlos y como por días se ven expuestos (junto a otros 12.000 judíos) a la intemperie en una tierra de nadie entre dos países.



Vemos como un joven judío,  residente en Paris, recibe una carta de su hermana desde esa zona. Herschel Grynzpan entonces consigue un revolver y,  en un acto de absurda venganza,  mata a un funcionario de la Embajada Alemana en Paris. Aunque hay toques de ficción como la nevada (la expulsión tuvo lugar en octubre) que cae sobre los expulsados , todo lo demás es apegado a los sucesos reales. Eso incluye la venganza nazi conocida como La Noche de los Cristales Rotos ocurrida el 8 de noviembre de 1938.

La serie nos describe los horrores de esa noche a través de los ojos de Guimarães Rosa y su futura esposa queaunque por separado experimentan un horror que los empuja a resistirse al régimen nazista. Desligándonos de la pareja principal, vemos como 30.000 judíos fueron arrestados sin haber cargo en contra de ellos y acaban, como el padre de Vivi , encerrados en campos de concentración de los cuales muy pocos saldrían vivos.



Por ocho episodios viajamos con los Guimarães Rosa en una travesía a través de un mundo de pesadillas cuyos peligros se acrecientan con la llegada de la guerra. A pesar de los violentos bombardeos aliados, Joao y Aracy no detienen su labor de rescate que los lleva a vincularse con la resistencia alemana. Otra cualidad que hace a Passport to Freedom una serie tan completa es mostrarnos el movimiento anti nazi en Alemania. Hay tanta gente en el mundo que desconoce los esfuerzos de muchos alemanes para derrocar a Hitler o al menos estorbar sus siniestros planes.

Otro mérito es hacernos entender como el régimen nazi afectaba negativamente a los alemanes arios. Vemos a los Hitler Jugend interrumpir,  liderados por un oficial de la SS,  un baile clandestino (y diverso,  hay hasta negros) en el que se escucha la prohibida música swing. Aracy y Joao se horrorizan al encontrar en el texto escolar de matemáticas del pequeño Eduardo alusiones al exterminio de los minusválidos del Reich.

                                  El pequeño Eduardo conoce al Fuhrer

Contenido Violento o Gory: La serie no se abstiene en describir cuan brutal fue el régimen nazi. En el primer capítulo pasamos de lo sutil a lo bárbaro.  Un cartel en un parque que prohíbe a los niños judíos jueguen ahí escandaliza al recién llegado Guimarães Rosa. Antes nos encontramos con Aracy que presencia como un grupo de Hitler Jugend acosa a una familia judía ortodoxa y le derriba de un manotazo la peluca a la madre. Luego otro grupo de estas criaturas infames acosan a Vivi y le rompen la blusa. Finalizamos el capítulo con Joao yendo al rescate de un par de judíos jasídicos a los que Los Camisas Pardas pretenden quemar en plena vía pública.



Contenido Sexual y Desnudos: No hay desnudos, pero si situaciones sexuales entre Vivi y Zumkle, y Aracy y Joao.

Contenido Feminista: Como ya he mencionado, Aracy era una mujer adelantada a su época que prefirió abandonar su país para vivir en una sociedad más abierta a su sexo. En el primer episodio, Aracy le dice a Joao que en Alemania puede vivir sola, viajar sola y conducir un automóvil algo impropio para una brasileña de su clase. Sin embargo,  unas escenas más tarde, le confiesa al cónsul adjunto que ya las cosas han cambiado en Alemania y que cada día siente más que está viviendo en una prisión. El hecho de enfocar el argumento en tres mujerestodas en riesgo hace que el ángulo de género juegue un rol importante en la trama. En la última década , se ha iniciado un nuevo revisionismo del Holocausto y del nazismo que muestra como en el caso de las victimas femeninas operaba una dinámica diferente y a veces peor para ellas. Passport to Freedom nos ayuda entender esa dinámica.



                                 Vivi y Aracy , mujeres en peligro.

Factor Diversidad: Otra virtud de la serie de Globo,  y que la hace idónea para un buen estudio o lección sobre la Shoah,  es que se enfoca en diferentes tipos de judíos. Tenemos gente totalmente asimilada y adinerada como Los Levy;  gente como Vivi que se ha marginado de su comunidad y oculta sus orígenes,  y gente como su familia que, aunque de buen pasar,  sigue practicando un judaísmo ortodoxo. Entre la gente que Aracy rescata se encuentra de todo, desde judíos jasídicos hasta disidentes comunistas. Me encantó la inclusión de los contrabandistas judíos. Después de todo, Babylon Berlin ya nos mostró que en Berlín (tal como en Nueva York, Varsovia y Londres) existía una mafia judía que precedió  a Hitler.  

La serie nos muestra también judíos polacos a los que les han quitado la nacionalidad germana o incluso el permiso de residir en suelo alemán. También se mencionan detalles poco conocidos sobre como el judío que abandonaba Alemania era despojado de sus bienes, humillado, acosado (un poco como los refusenik en la Unión Soviética) y en el viaje a Brasil, que duraba varias semanas, no se le permitía salir de su cabina.



Como toda obra humana, Passport to Freedom tiene fallas. Jayme Monjardim es uno de esos genios brasileños que han elevado la telenovela a un estatus de obra de arte. Aunque esta serie sea miniserie, sigue las pautas de una telenovela lo que es bueno y malo. Monjardim ha tratado el tema del nazismo, del Holocausto y de cómo afectó al Brasil con la misma honestidad y respeto con la que tocó el contenido en la serie limitada Aquarela do Brasil y el filme Olga, pero puede caer en toques de melodrama y lugares comunes perdonables ya que no son numerosos.

Estamos acostumbrados,  o nos han acostumbrado las series continentales de guerra,  a que los personajes hablen su idioma. En ese caso aquí los brasileños hablarían portugués,  los alemanes se expresarían en alemán y se les proporcionarían subtítulos. Puedo apostar que fue a la Sony la que exigió que se hiciese entera en inglés (los protagonistas se han doblado a sí mismos)  porque en USA no les gusta leer subtítulos. Eso le quita realismo a la serie. Para acabar de disminuir su calidad hacen que los alemanes hablen inglés con acento germano tan exagerado que a ratos no se les entiende. Esa es mi única queja.

Esta serie ha sido vista en Australia, Brasil e Italia. Puede verse en España vía AXN. No he podido averiguar si esta en el AXN de América Latina.



Poster deAracy en calle madrileña con motivo de la presentación de la serie

 

martes, 24 de enero de 2023

Viejas Glorias de la BBC y la ITV: Lo que ví en el otoño del 2022

 


El otoño acabó conmigo sucumbiendo a los vértigos. Una de las pocas cosas que puedo hacer sin marearme es ver series. Ya he hecho reseñas de la mayoría, pero me han acompañado en estos días aciagos una cantidad de programas de cuando en el Reino Unido se producían cosas de calidad. Junto a ellas un par de obras continentales de décadas pasadas. Ahora se las comento y recomiendo.

Como recordarán de mi nota sobre mi entretenimiento veraniego, había divido mis días de manera temática. Sigo este patrón, solo que cambié los tópicos y así quedó.

LUNES

Lo dejé para las series rusas. Terminé de ver Godunov en octubre. ¡Qué mala producción! Da vergüenza ajena compararla con otros productos de la antigua Unión Soviética. Mal actuada, mal narrada, muchas falsedades históricas, etc..

Para sacarme el mal sabor de boca me puse a re-ver Velikaya y compararla con Ekaterina. Aunque Velikaya le gana a la otra visión de Catalina la Grande en elegancia, cinematografía y detalles en vestuarios y mobiliario, es menos profunda y le falta emotividad. ¿Será que Yulia Snigir no es tan buena actriz como Marina Alexandra?  No proyecta la emociones fuertes como la húngara, y muchas veces recita sus parlamentos como si fuese maestra dictando clase.



Me quedó el gusto por el siglo XVIII,  por esos tricornios de los caballeros y los panniers en las caderas de las damas. Eso no significa que me atraiga la idea de ver Marie Antoinette que la PBS la ha empujado hasta el 19 de marzo. En cambio,  si me bajó el apetito por volver a ver las aventuras de Nicolas Le Floch. No voy a agregar mucho más de lo que puse en la reseña original de hace nueve años.

Se trata de una magnifica ambientación de la Francia de un par de décadas antes de la Revolución. Nicolas además de ser comisario de policía es también el Marqués de Ranrueil lo que le permite fluctuar entre la Corte de Luis XV y los bajos fondos parisinos con atisbos a burdeles, teatros y a los espacios frecuentados por la cada vez más poderosa burguesía.

Al comenzar a ver la serie en MHZ,  me llevé una sorpresa. Yo en Chile seguí a Nicolas entre TVCinque (la señal francesa de Ultramar) y Europa Europa, pero en estos años en USA habían hecho dos temporadas más de la estupenda serie. Estos episodios perdidos  cubren los primeros años del reinado de Luis XVI. Como eran dos episodios por temporada, tengo el bono de cuatro nuevas aventuras del “Pequeño Marqués”.



Una lástima que la serie feneció con la muerte de su autor. François Parot dejó cuatro novelas que nunca llegaron a la pantalla. Son las más interesantes. Nicolas entra en contacto con Maria Antonieta y alterna con figuras históricas como Cagliostro y Ben Franklin. Parece que Parot creía en la teoría de que una catástrofe natural (erupción de un volcán en Islandia) había sido el detonador de la Revolución Francesa puesto que había provocado años de mal clima y malas cosechas en Francia. El autor dedicó dos de sus últimas novelas,  El año del volcán y La diosa de hielo,  a este fenómeno y sus consecuencia.

Sin embargo, yo entiendo que la serie no podía continuar. Su gran problema es un protagonista un poco insensible sobre todo en su relación con el sexo opuesto y cuyas ideas y acciones ya no serían tildadas de políticamente correctas en un mundo woke y mitutero. Confieso que hasta a mí me parecía antipático. Ayuda el hecho de que Jerome Robart no es un actor carismático,  ni tan atractivo para creernos el cuento que Nicolás es El Gran Galán de la historia

Parot muestra sensibilidad hacia Antoinette, la madre del hijo de Nicolas. Aunque la hace caer en la prostitución, la redime y de paso castiga al veleidoso Marques cuando su hijo bastardo le quita el amor de Aimee, la última ilusión del comisario. Lamentablemente,  la adaptación de Hugues Pagan no toma en cuenta estos factores.



Como buen policía, Pagan domina la recreación de los casos investigados por Le Floch y es sublime en detalles y ambientación histórica. Su error es combinar dos personajes, la prostituta Satin con la desdichada Duquesa Marie de Langremont. El resultado es una mujer antipática que no tiene química con Nicolas (que tampoco es un dechado de simpatía). El romance decae en el episodio El Gran Cazador de la Cuarta Temporada cuando Marie anuncia su embarazo.  La falta de entusiasmo del Marqués ante la idea de ser padre es la sentencia de muerte de esa relación.


                          ¡Nadie se dio cuenta que cambiaron a la actriz! Asi de insignificante era La Satin

Ni Marie ni su hijo vuelven a mencionarse. Lo triste es que nadie en el publico protestó. Creo que yo tampoco protestaría si cambiaran al protagonista (actor y personaje). Sin embargo,  la serie es un lujo y me alegro de esta oportunidad de verla completa.

MARTES

Series policiacas. Fue en el otoño que vi La Garconne en The Roku Channel. Una buena continuación a Paris Police 1900 que me demostró que al menos en las series detectivescas, el drama de época galo sobrevive.

Y me encontré con una maravilla de la ITV que nunca pasaron en Chile. Heartbeat es una serie de época muy original y que gustó tanto al público británico que alcanzó las ocho temporadas. Basada en el libro Constable de Nicholas Rhea, la serie narra las aventuras de Nick Rowan, un policía londinense  que,  harto del escenario urbano de Los 60,  decide seguir a su esposa a Aidensfield,  pueblo natal de Kate,  en la frontera de Yorkshire y Escocia.



Kate, una doctora recién graduada, planea abrir su práctica al amparo de Alec, su mentor y médico del pueblo. Alec la desilusiona, los lugareños no gustan de extraños y menos se dejarán atender por una doctora forastera y mujer. Prejuicios que Nick, a pesar de usar pantalones,  también encuentra en su comisaria.

La primera temporada nos mostraba los esfuerzos de la pareja por ganarse la confianza de la gente del pueblo. Un proceso arduo y con tantos retrocesos, que mucha veces Los Rowan hicieron las maletas para volver al mundanal ruido londinense. La serie es muy sana y muy humana, muestra casos muy peculiares que solo podrían ocurrir en un lugar y época determinados. Aunque describe lo racistas y clasistas que pueden ser los aldeanos también nos presenta personajes pintorescos desde el altivo Lord Ashfordly que sigue siendo tratado como un señor feudal,  hasta el pillastre de Claude Greengrass que siempre está detrás de algún robo o estafa, pero que,  como las anguilas,  se les escurre de las manos a la policía. Heartbeat en inglés puede verse tanto en YouTube como en TUBI.

                                Claude El Pillo y su inseparable Alfred

MIERCOLES

Como corresponde este fue el día dedicado a las aventuras de Merlina Addams y ya que estaba en Netflix elegí el día para mi penosa trayectoria a través de la fastidiosa 1899. Pensar que todavía me falta un episodio para acabar con esa tortura.

JUEVES

Dedicado a las series médicas. Algo que estas cacerías de series-tesoros me han recordado es que yo no fui tan devota seguidora del Masterpiece Theater como creía. A partir de la muerte del anfitrión estrella Alastair Cooke (1990) dejé de verla, solo retomándola en mi último año en USA para seguir la magnífica versión de Las Bucaneras. Nunca lamenté esa década perdida porque en Chile Film&Art, Europa Europa y hasta el Hallmark Channel me llevaron a recuperar lo perdido, pero hubo un par de Masterpiece dedicados a doctores que me perdí hasta este año.



Uno es Bramwell, Jemma Redgrave sobrina de Vanessa Redgrave da vida a la insufrible protagonista, una doctora en la época en que las mujeres todavía no podían practicar la medicina en el Reino Unido. A la Dra. Bramwell,  por metiche y soberbia,  no deberían dejarla practicar la medicina en ninguna parte. Es solo un poco más odiosa que la Dra. Napier que se apareció en la Tercera Temporada del Dr. Finlay, otro Masterpiece que me perdí. Pero Napier tiene buen corazón y a veces tiene razón, aunque exprese sus razones de mala manera. Una lástima que ya estoy acabando la cuarta y última temporada de esta serie excelente que sigue al protagonista, creación de A.J. Cronin, en la posguerra en un pueblecito escoses al que a veces le cuesta(tal como a Finlay ) aceptar la modernidad.

                              Nunca se critalizó el romance entre Napier y Finlay

Por último, tengo a la fantástica The Royal que,  ahora vengo a enterarme,  es un spinoff de Heartbeat. La diferencia es que el Hospital de St. Aidan queda en una zona costera de Yorkshire, aunque alguna vez fueron llamados a atender enfermos en el pueblo de los Rowan. The Royal tiene ocho temporadas. Comencé a verla en verano y espero me acompañe al final del invierno. Me aterra pensar en que llegue a su final. Le he tomado mucho cariño a los personajes aun al pesado Mr. Harper y todavía shipeo al Dr. Ormonde con la monjita Sor Brígida.

                                                      

VIERNES

Mi tema favorito, la Segunda Guerra Mundial. Comienzo temprano viendo en línea la fabulosa producción brasileña Passport to Freedom, que espero comentarles la próxima semana.



A esto le agrego una serie de ITV que nunca vi, ni siquiera recuerdo que la diesen en USA a pesar de que sus tres temporadas cubren el espacio entre 1988-1990. Se trata de Wish Me Luck. Producida por la gran Lavinia Warner, autora de Women Behind Barbed Wire, y creadora de una de mis series favoritas Tenko, no tuvo tanto relieve como esta última.

Es muy poco pretenciosa y eso la hace más grandiosa. Leia que se inspiró en las aventuras de la intrépida australiana Nancy Wake. Respecto a quien los alemanes apodaron la Rata Blanca hay un documental y una miniserie en Tubi. Esta última es hecha en Australia y tiene como protagonista a una Noni Nazlehurst joven y guapa,  muy alejada de la gordita y dominante matriarca de A Place to Call Home.



En esa miniserie, Nancy siempre se ve sofisticada, vestida con elegancia y bebiendo champaña. Parece una especie de James Bond femenina. Muy diferentes son las agentes que la OSS (servicio de Operaciones Especiales) británica enviaba a Francia. En Wish Me Luck tenemos mujeres siempre en peligro, mal vestidas y despeinadas, agotadas, asustadas, desconfiando de todos y agobiadas por una monotonía que podía ser interrumpida por arrestos y torturas.



Es una visión de la resistencia casi tan gris como la que nos mostró Un VIllage Francaise. La diferencia es que aquí conocemos a los que mueven los hilos de los agentes desde Londres y llegamos a entender sus dilemas y luchas constantes con sus superiores y con sus conciencias,  sabedores de que envían mujeres a una labor que las puede llevar al paredón.

Interesante es ver como este servicio de inteligencia opera bajo la mirada despectiva de un alto mando que no los toma en serio. James “Cad” Cadogan (Julian “Pycelles”Glover) es un coronel a cargo de este equipo tan mal mirado por militares. Los del gobierno están horrorizados ante la perspectiva de enviar mujeres a pelear una guerra de hombres e intentan ocultarlo de la opinión pública.  Por lo que solo en este siglo se ha venido a conocer la tremenda aportación femenina a los servicios de inteligencia británicos fuese como decodificadoras (Las Chicas del Bletchey Park) o agentes detrás de las líneas enemigas.



Cad tiene como ayudante a Faith, mujer de mundo, divorciada, independiente y aparentemente fría, pero que se siente responsable de las agentes bajo su cargo sobre todo Liz Granger. Dama de sociedad madre de una hija pequeña y cuyo marido es parte del alto mando británico en El Cairo, Liz se asombra al saber que esta agencia secreta requiere de sus servicios. En muchos sentidos es idónea: criada en Francia, habla francés como nativa, tiene amigos en la zona donde operan los agentes de Cad. Tras muchas dudas, Liz acepta un trabajo que no solo la pondrá en peligro, pero hará tambalear su matrimonio.

Durante las semanas de entretenimiento, LIz conoce a Mathilde “Matty” Firman, una chica cockney del East End. A pesar de ser muy diferentes, las dos reclutas hacen buena amistad. Matty es hija de una judía francesa. Ambas lograron escapar de la Francia ocupada, pero los horribles sucesos que vivieron enloquecieron a la madre de Matty quien ahora solo tiene un propósito,  vengarse de los alemanes. Cad se lo impide ya que, aunque Matty es una excelente radio operadora, es descuidada e impulsiva. Finalmente la falta de operadores de radio, da la oportunidad a Matty y de ser enviada Francia en compañía de Liz.

Además de desglamurizar la actividad de los agentes y de mostrarnos la cruda realidad de su labor, la serie hace hincapié en la lucha de clases que siempre ha caracterizado a la sociedad británica. Cad, Faith, y Liz representan un mundo que vive bajo reglas clasistas que deben abandonar para poder ganar una guerra. Una vez en Francia, Liz se encuentra bajo las órdenes de Kit, un antiguo amigo. También de clase alta,  Kit ha descubierto que debe abandonar sus prejuicios para poder colaborar con los resistentes comunistas. Liz también se reencuentra con Claudine de Valois, una amiga de la infancia, que representa una clase alta gala que colabora con el invasor.



Este retrato de como estos personajes privilegiados aprenden a conocer otro mundo y otros modos de vivir y como gracias a ese aprendizaje,  logran dar un golpe al enemigo y sobrevivir ellos es mucho más honesto y verídico que las chambonearías del S.A. S Rogue Heroes.

                         Colin, Matty y Liz parten a Francia.

SABADO

Siguiendo con la cronología dieciochesca me transporté a la Era Napoleónica y aproveché de ver una serie que en su momento deprecié. Me refiero a la serie de Sharpe que convertiría a Sean Bean en estrella. En su día la ofreció el Masterpiece Theater, pero yo andaba en otras ondas y me sonó a cuento de machos. No me equivocaba. Aunque sabía que tenía orígenes literarios, no sabía que nació de la pluma de Bernard Cromwell, el mismo autor de The Last Kingdom.

Cromwell fue el creador de Richard Sharpe un niño de la calle  que encuentra espacio y sustento en el ejercito colonial donde conoce a muchos de los personajes, incluyendo al Duque de Wellington, con los que compartirá escenario en La Guerra Peninsular.

La adaptación prefirió saltarse los primeros libros de la saga y comenzar en Portugal en 1808. Sharpe salva la vida de su comandante y Wellington lo nombra oficial y pone a cargo de lo que resta de un batallón elite:  “Los Elegidos”(Chosen Men). Ahí Sharpe comienza a librar su batalla más cruenta al descubrir que ni subalternos ni superiores tragan a un teniente que no pertenece a la clase alta.



Finalmente, Sharpe se granjea el respeto de sus hombres incluyendo el de su sargento un valiente, pero irreverente,  irlandés llamado Patrick Harper, que se convertirá en su mano derecha, su guardaespaldas y su mejor amigo. No tendrá tanta suerte el Teniente Sharp con sus superiores entre los que encontrará oportunistas, sádicos e incompetentes que le darán más guerra que los franceses, pero el gran enemigo del oficial es el Sargento Obadiah Hakeswill (Pete Postlethwaite) que ha venido persiguiéndolo desde la India.

La serie (filmada en España) lleva a Sharp a liberar casi todas las grandes batallas de La Guerra Peninsular: Talavera, Ciudad Rodrigo, Badajoz, etc. Vemos a Sharpe pelear contra las tropas napoleónicas y el alto mando para conseguir ascensos que o le son negados o arrebatados, siempre por las intrigas de quienes lo consideran indigno de la casta de oficiales. Eso no impide que Wellington, y Sir  Richard (Brian Cox de Sucession) su encargado del servicio de inteligencia,  no utilicen despiadadamente de los servicios de Richard para  misiones peligrosas.



Aunque la serie descuella en cinematografía, actuaciones , y buen manejo argumental, tiene una falla. La misma de Nicolás le Floch, el romance. Aunque han suprimido a la primera esposa de Sharpe, aparece la segunda, Teresa,  la guerrillera. Sean Bean y Asumpta Serna eran atractivos, pero  no hubo química entre ellos, posiblemente porque la trama no se los permitió. Como La Satin en Nicolás Le Floch, Teresa aparece y desaparece sin que se la eche de menos. A ratos nos preguntamos si Sharpe piensa en ella cuando están separados. Es algo común en las historias de soldados, las mujeres pasan a ser personajes dispensables que cuando ya no sirven,  mueren convenientemente.




Para equilibrar mis sábados busqué otras series “napoleónicas’. No quise continuar con La Guerra y la Paz. James Norton como Bolkonsky me es demasiado indigesto. Por suerte en el archivo de RTVE en YT encontré Goya, la miniserie de los 90. Muy bien actuada con un elenco internacional que nos presenta cameos de glorias del pasado cine ibero (Alberto Closas) y del europeo (Raf Vallone y Antonella Lualdi) .junto a lo que entonces eran futuras estrellas como Marisa Paredes. No conozco a los protagonistas, pero son más que competentes. Don Paco es mi pintor favorito, ¿pero era así de arrogante y brusco en la vida real?



DOMINGOS

Los he dejado para lo mejor del otoño: ¡Garcia! y The English. También para ver de nuevo Wednesday, que es un plato para repetirse.

¿Y qué vieron ustedes este otoño?  ¿Cuál de estas series les gustaría ver?