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martes, 21 de enero de 2025

Black Doves: Keira no es una blanca paloma en este relato navideño.

 


Para quienes se escandalizan de que Die Hard sea ahora vista como un filme de Navidad, Netflix les ha traído una serie navideña  casi tan violenta como el clásico de Bruce Willis. Mrs. Helen Webb (Keira Knightley) todo lo hace bien. Es la esposa optima de un político, madre ideal y una gran ama de casa, pero estos días que preceden a Navidad no se las va a pasar haciendo adornos del arbolito o comprando regalos. Va a estar ocupada rastreando al asesino de su amante para vengar esa muerte.

Ante todos Helen Webb es la esposa perfecta del Ministro de Defensa del Reino Unido y la madre perfecta de un par de gemelitos malcriados. Guapa, elegante, y refinada es excelente para organizar eventos de caridad. En uno navideño recibe una visita sorpresa, Julia Child con peluca platinada, Sorry, obvio que me refiero a Sarah Lancashire que aquí parece ser una invitada de piedra.  Los Webb no la conocen, pero en realidad es la jefa de Helen y la directora de una organización de espionaje privado llamada Black Doves (Palomas Negras).

                                    Los felices Esposos Webb

Sucede que Mrs. Webb es una espía profesional, que hace una década que Reed (la jefa) la infiltró en el sistema de gobierno para recolectar información, que su matrimonio y hasta sus hijos han sido parte de un plan laboral para irla subiendo a espacios donde pueda recaudar más información. Lo extraordinario es que el bobalicón del marido ( Andrew Buchan de The Great Fire of London y El hundimiento del Laconia) ni se entera, pero Helen ha cometido un grave error. Se ha enamorado de Jason(Andrew Koiji de Warrior) un empleado de un ministerio al que conoció casualmente.



Reed ha llegado a la fiesta a regañar a su espía estrella por echarse un amante sin permiso, pero también a avisarle que Jason ha sido asesinado y que es posible que este crimen esté conectado con Helen y con su organización. Helen no la está escuchando (pedazo de actuación de Keira). No le interesa que se descubra su identidad o que vuelen las palomas negras, solo sabe que el hombre que ama ha muerto y que debe vengarlo. Amenaza a Reed, si le impide investigar o intenta algo agresivole muestra un cuchillola mata.



Reed tiene un problema. Los Webb van camino a Downing Street. Wallace puede llegar a ser Primer Ministro. Helen es demasiado valiosa para matarla,  pero tampoco puede dejar que interfiera en la investigación o ponga en peligro a las Black Doves. Para eso desempolva a un antiguo, pero eficaz, sicario, que estaba pastando en Roma. Sam (Ben Wishaw de Fargo temporada 4 y The Hour), además de buen asesino a sueldo, tiene dos ventajas: está en deuda con Helen y Mrs. Webb confía plenamente en él.

Helen está feliz de saberse bajo la protección de Sam, a quien parece querer mucho, pero él está en un dilema. ¿Cómo poder protegerla y proteger los intereses de las Black Dove cuando ambas misiones chocan? Y a nivel personal, regresar a Londres lo ha obligado a reconectarse con un círculo de amigos gays y por extensión con Michael, su ex amante.

Existe paralelamente una pistola de Chejov que se dispara al final del primer episodio. Wallace Webb y su ministerio enfrentan una crisis diplomática. El Embajador de la China ha muerto de una sobredosis. Los chinos dicen que fue asesinado. Para colmo su hija, Kim Ming, una Party Girl londinense, ha desaparecido. Helen va al piso de Jason y descubre un disco duro que contiene las ultimas llamadas que el difunto efectuó. Cinco fueron hechas a Kim Ming.



Todo esto ocurre en un movidísimo primer episodio donde vemos a Keira alternar roles entre ser una gran dama, madre de familia, furia vengadora y experta en combate cuerpo a cuerpo. Yo diría que ella es el núcleo de esta historia y a la vez es su mayor debilidad. La Knightley es un tipo de actriz que nunca provoca indiferencia: o la odias o la amas. Yo he pasado por todos los matices y ahora es mi actriz favorita…en period drama. Este rol es una faceta nueva para mí, aunque a ratos me recuerda a la Keira de Domino.

También combina esa doble vida de Jamie Lee Curtis en True Lies, Angelina en Mr. and Mrs. Smith con toques de Sandra Oh en Killing Eve. Aunque aquí no es el marido una pieza importante en el desarrollo del personaje sino Sam. A medida que se suceden los capítulos vemos las dimensiones de su amistad y también los peligros de esta

Yo diría que el poder de este relato está en la relación de Helen con Sam, su sinergia es una combinación de la de Maxwell Smart y la 99 con la de The Scarecrow y Mrs. King. La diferencia es que, aunque intensa, nunca es romántica y esa es la novedad que aporta. Curiosamente, la fortaleza del cuento es la pareja Sam-Helen, pero una debilidad es Sam solo. Como que no me atrapan los habitantes del mundo que abandonó y que son quienes aportan el humor negro a la historia.



Sin embargo, el guion entrelaza ambas historias. La antigua jefa de Sam ha quedado descontenta con un asesinato que él no quiso cometer. Ahora le exige que mate a Héctor Newman a menos que quiera que ella mate a Michael. Héctor Newman, un vendedor de drogas es quien tiene secuestrada a Kim Ming, al parecer una de sus clientes. De esa forma, la trama se va enredando y desmadejando.

                    Sam tiene una deuda con su ex jefa

Hay quienes se han quejado de que esa trama es inverosímil, de que es imposible que el esposo no haya notado que su mujer llevaba una doble vida. Primero que el marido es bastante bobo, tal vez no tanto como el marido de Nadine (Juno Temple)  en la Quinta Temporada de Fargo, pero ese espectáculo de ver a Helen luchando por su vida con un sicario que amenaza a su familia, mientras Wallace ronca pacíficamente en el piso alto,  los deja al mismo nivel.

Muchos espectadores han criticado el comportamiento de Helen que pone en peligro a sus mellizos, pero aparte de haber criado un par de diablillos maleducados y exigentes, no es muy diferente al de Nadine en Fargo que desesperadamente busca proteger a su familia sin que estos se enteren de que lo hace. Quizás esa falta de verosimilitud,  acoplada a un humor caustico, es lo que define a Fargo y Black Doves como comedias negras.

Yo recomiendo a la serie a pesar de que a ratos se desnivela cuando nos alejamos de Helen, o cuando hay cosas que suspenden nuestra capacidad de creernos lo increíble, pero en general es entretenida, está bien actuada y los protagonistas caen bien. Keira esta maravillosa, por algo la nominaron a un Globo de Oro y un Critic’s Choice. A ratos se nota su madurez como actriz y mujer. En otros se ve casi tan juvenil como en Bend it LIke Beckham-su primer éxito- y me recuerda a una joven Winona Ryder. Aunque nunca vi a Winona en una escena como la de Helen, a fines de su embarazo, que llega a salvarles la vida a Sam y a Michael, revolver en mano. ¡Soberbia!




El tema diálogos es un aparte. Cuando trata el libretista de hacerlos muy ingeniosos, fracasa. En cambio, es capaz de usar pocas palabras para una comunicación que sea emotiva y precisa a la vez. Aun así, se trata de una serie erudita o al menos salpicada de alusiones culturales. Cuando Sam dice que el último libro que leyó era Wolf Hall, Helen se ríe consiente de que un asesino a sueldo no leería ficción histórica.

Cuando Miss Reed le dice a Helen que, si abandona a Wallace, él se buscará a otra, dice “él no es Miss Havisham” evocando a la vengativa solterona de Grandes esperanzas de Dickens. Y me encantó que Reed y Helen tengan un meeting en un cine semi vacío con un filme que solo oímos. A lo mejor no consiguieron permiso para mostrar escenas , pero se trata de un clásico del romance adúltero, Brief Encounter de Sir David Lean

En el capítulo 3 es cuando nos llevamos las mayores sorpresas desde por qué Sam está en deuda con Mrs. Webb hasta las razones por las que no mató a Hector Newman (un dejo del Señor Ávila). Aún más fuerte, la identidad de su primera víctima. No, es que hay que verla para creerla.



El episodio final es un poco descabellado debido a la necesidad de dejarlo abierto para la segunda temporada, pero es un noir/thriller que generalmente funciona bien, sobre todo en sus saltos de las altas esferas políticas al mundo del hampa, del conflicto diplomático a la  armonía cotidiana de la casa Webb, y no me olvido de la banda sonora que incluye todo tipo de canciones navideñas desde “El Tamborilero” (en inglés y en voz de Johnny Cash) hasta la maravillosa “Fairytale in New York” de The Pogues.



Contenido Violento y Gory: Aunque en cada episodio nos encontramos a los protagonistas bañados en sangre, la violencia no es tan perturbadora como los motivos que llevan a ella. La peor escena es cuando Helen presencia en su celular la tortura y asesinato de un colega de su esposo y amigo de la familia.



Contenido Sexual y Desnudos: Keira es fiel a su promesa de no enseñar más su cuerpo de mujer madura y madre. Sus escenas con Andrew son sorprendentemente discretas y por ende más románticas. Los desnudos quedan a cargo de Whishaw quien ya en el primer episodio tiene una escena grafica de sexo gay.

Factor Feminista: Una serie en que un ama de casa mata a un asaltante y esconde el cadáver en un galpón en el patio; que casi al final de su embarazo rescata a tiros a su mejor amigo; que sabe deshacerse de un inoportuno guardia de seguridad en un elevador y que por una década ha ocultado su verdadera identidad a su marido, es un ejemplo para toda mujer que quiere sentirse empoderada. 



El hecho de que tanto Helen como Sam tengan patronas, una directora de un servicio de espionaje, la otra una líder del hampa; el que la gran villana (Tracey Ullman) sea una matriarca de la mafia londinense y que Sam y Kim Ming sean rescatados por unas alocadas sicarias hípsters ya lo dice todo. Los personajes femeninos son fantásticos y no hay ni un discurso woke.

Tracey Ullman es una poderosa matriarca de la mafia
Williams es una hampona peligrosa

               Mrs. Reed maneja una agencia de espías. 

Factor Diversidad: Muchos chinos y Sam tiene un círculo gay de amistades que vuelve a abrazarlo. Michael es anglo-africano, y el primer ministro es de origen indio, como lo era hasta hace poco Rishi Sunak.

jueves, 17 de mayo de 2018

El Ocaso de la Country House: Recomendaciones para Downties necesitados



No solo Julian Fellowes se ha interesado en el Horse&Manor. En mi entrada anterior, mostré lo que la literatura ha hecho con el género, pero en las últimas décadas, otros literatos serios le han entrado al tema también . Su visión de las casonas señoriales del periodo de entreguerras es muy diferente al mundo de la Abadía de Downton. Tanto el premio Nobel Kazuo Ishiguro y el reconocido novelista Ian McEwan nos muestran la decadencia de la country house paralela a la de sus habitantes.

The Remains of the Day

 En esta novela, Kazuo Ishiguro hace una declaración lapidaria en contra del sistema de la casona, de los aristócratas y su relación con los criados. Nacido en Japón,  pero criado en Inglaterra, el autor no tiene la cercanía de Fellowes, Waugh y otros admiradores de este género. Eso le permite, desde su distancia emocional,  desenmascarar al mito y ver sus aspectos negativos.

La trama está narrada desde un solio punto de vista, el del mayordomo Stevens, un hombre tan devoto de su deber que a su lado Carson y Hudson parecen traidores. Stevens es tan leal a su patrón, Lord Darlington, que ni su padre moribundo lo hace faltar a sus obligaciones. Hijo de un mayordomo que ahora debido a su edad , solo puede ser lacayo, Stevens está totalmente dedicado a un deber que cree concluirá solo con su muerte.  Como la Nanny Hawkins de Brideshead Revisited, el mayordomo se siente parte de Darlington Hall, y cuando ésta es comprada por un americano, Stevens permanece en su puesto

En esta obra vemos lo que pasó con las grandes mansiones después de la Segunda Guerra Mundial. Hubo una ‘época en que Darlington Hall recibió las visitas de primeros ministros y otros importantes políticos del Reino Unido y Europa. Entonces el servicio doméstico estaba compuesto por mucha gente. Ahora Stevens comanda solo cuatro sirvientes. Cuando recibe una carta de Miss Kenton, la ex ama de llaves, Stevens decide ir en su búsqueda para integrarla al staff. Inicia entonces un viaje en el que se encontrará con diferentes personas que lo harán cuestionar la validez de su vida.

En 1993,  aprovechando la química que Sir Anthony Hopkins y Dame Emma Thompson habían desplegado el año antes en “ Howard End”, la mancuerna mágica de Ismail-Merchant decidió volver a contratarlos ahora para la  adaptación de la novela de Ishiguro que se había convertido en un bestseller después de ganar el Booker Price en 1989. El guion de Ruth Prawer Jahabvala se mantiene apegado al texto con solo dos grandes cambios.

El primero es otorgarle nombre a Stevens (James), el segundo concierne al personaje de Jack Williams (Christopher Reeves) un congresista estadounidense que visita  Darlington Hall en 1936 (no en 1923 como dice el libro). Escandalizado ante las ideas de su anfitrión y otros invitados,  el americano se manda un discurso en la mesa en el  que apostrofa los presentes por ser amateurs en la arena política y porque su irresponsabilidad provocará una nueva guerra mundial.  En  el libro,  Darlington Hall es comprada por un tal Mr. Faraday. En el film, años más tarde Mr. Lewis regresa a la propiedad para convertirse  en su dueño y  patrón de Stevens.

Otras Horse&Manor mencionadas hacen eco de la política de la época. En sus visitas a Brideshead , ahora como amante oficial de Julia, Charles tiene la ocasión de oír conversaciones sobre la política del momento y el miedo a una próxima guerra. Rex Mottram, después de todo, es un miembro del Parlamento, por lo que los asuntos del  gobierno le competen. De igual manera, Richard Bellamy en “Upstairs, Downstairs” es miembro de la clase política y trae a cenar a importantes figuras del gobierno incluyendo al Rey Eduardo. En” Downton Abbey” vimos a Neville Chamberlain venir a cenar a la Abadía (la noche en que a Robert se le ocurrió vomitar sangre sobre el mantel), pero el Chamberlain de los Años 20s no es el mismo Primer Ministro que Stevens conocerá en “The Remains of the Day”.

Lo mas extraordinario de libro y filme (y mas en pantalla donde prima lo visual) es como todo el aparato de la  country house, las cacerías, las house parties, las grandes cenas, y el servicio doméstico,  el  engranaje fundamental para mantener este modo de vida,  transcurren sobre un trasfondo ideológico que afectará al mundo. Esa es la gran diferencia de The Remains of the Day, con otras obras parecidas.  Ishiguro ha usado un género inconsistente, gentil,  casi frívolo para expresar el desdén hacia una clase aristocrática que colaboró con el nazismo.

En el filme no solo vemos a Lord Darlington (James Fox) ser un entusiasta seguidor de políticas de apaciguamiento, para lo que presta su country house para que se celebren reuniones entre Lord Halifax, Chamberlain y el Embajador de Hitler,  Joachim von Ribbentrop. En su credulidad e ingenuidad política, Darlington simpatiza con el fascismo inglés,  recibe a fascistas reales como Oswald Moseley y a ficticios como Lady Carolyn.

Darlington es fácilmente manipulado por fuerzas que no llega a comprender. Lo cierto es  que su conservadurismo lo hace ser contrario a la educación y elevación de clases que considera inferiores e indignas de compartir con la aristocracia el manejo del reino. Por eso permite que su amigo Spencer humille a Stevens.

 A pesar de que Cardinal (Hugh Grant), ahijado de Darlington, intenta forzar a Stevens a tomar partido y a cuestionar la política de su empleador, el mayordomo siente que no le corresponde hacerlo . Cuando recordamos todas las intromisiones de Carson en la vida de los Crawley, y eso que era tan anticuado como Stevens, el personaje de Sir Anthony resulta casi repelente en su pasividad.  Con quien si  es exigente es con el servicio bajo sus órdenes. No le gustan los cambios y al comienzo,  choca con Miss Kenton (Emma Thompson) porque el ama de llaves trata de modernizar las cosas en Darlington Hall.

Un momento clave de la obra es cuando Lord Darlington exige el despido de dos refugiadas alemanas porque no puede tener mucamas judías. Este despido es una condena a muerte. Las chicas al no tener empleo serán deportadas  a la Alemania Nazi. Stevens,  pasivo hasta la criminalidad,  se prepara a cumplir la orden. Miss Kenton,  enfurecida,  amenaza con abandonar su puesto. Al final, se queda porque no tiene donde ir. Es ahí donde uno desearía que entre el servicio hubiese una Daisy que les cantase las cuarenta a los patrones.

Se entiende que poco después, Miss Kenton acepte la primera proposición matrimonial  que recibe para huir de ese lugar. Darlington Hall no es un espacio cálido como Downton. Miss Kenton ha quedado defraudada tanto por su empleador como con  Stevens, a quien ama en silencio.  Después de la guerra, Lord Darlington es expuesto en la prensa como un simpatizante nazi. La vergüenza acelera la senilidad del aristócrata quien muere demente. Regresa Mr. Lewis y compra Darlington Hall. Stevens permanece en su puesto ya que nadie como  él para manejar la casa.
Dryham Park que hace el papel de Darlington Hall

El final es agridulce. Se produce el  encuentro del mayordomo con Miss Kenton. Ella  reconoce haber amado a Stevens, y tener problemas con su marido, pero jamás volvería a Darlington ni al servicio doméstico. Ha hecho su vida en el mundo real, va a ser abuela, eso es lo que Stevens no tiene y ya no tendrá jamás, una familia.

“Downton Abbey” acaba en 1925, no sabemos cómo afectarán a la Abadía los cambios políticos de los 30s. Eso es algo que vemos en los libros de Nancy MItford. Nos preguntamos si los Crawley serán antifascistas como Linda Radlett y su hermano Matt, o nazis como Unity y Diana MItford. Los Mitford no serían los únicos en Inglaterra en admirar a Hitler. A fines del 2010 se intentó revivir “Upstairs, Downstairs” aunque solo Eaton Place y la fiel Rose quedaran de la original. La nueva serie estuvo muy teñida del color político como corresponde a una historia que tiene lugar en Londres a fines de los 30s.

Como no la he visto (YouTube la vende)no puedo recomendarla, pero sí sé que la incomparable Claire Foy interpreta a Lady Persy, cuñada de la nueva dueña de Eaton Hall, una criatura petulante, promiscua y fascista, miembro de las Camisas Negras de Mosley.
Claire Foy en niforme de la Unión de Fascistas Británicos


Atonement

Ian McEwan es considerado el dueño de la mejor prosa de la literatura inglesa moderna y ciertamente se nota en su aclamada Atonement, una visión muy diferente de la country house. Para quienes no hayan leído uno de los bestseller de la década pasada o visto la adaptación fílmica de Joe Wright, aquí les va un rápido resumen.

Robbie Turner (James McEvoy) es un brillante estudiante  de Cambridge, quien sueña con convertirse en médico. El problema es que en la clasista Inglaterra de los 30s, Robbie sigue siendo hijo de criados, cuyo patrón, Jack Tallis, le ha pagado los estudios. En el verano de 1935, Robbie regresa a la mansión Tallis (no tiene nombre) en la zona rural a visitar a su madre.

Su situación es extraña porque no está cómodo en la cocina, pero tampoco en el salón. Quien más lo hace sentir fuera de lugar es Cecilia Tallis (Kiera Knightley) la hija mayor quien secretamente está enamorada de Robbie. Otra enamorada del estudiante es la preadolescente Briony (Saoirse Ronan), la hermanita menor de Cecilia. Celosa de las atenciones de Robbie con Cecilia, Briony que tiene una poderosa imaginación  y sueña con ser escritora,  comienza a vigilarlos.

Cecilia está obsesionada con conocer a Paul Marshall, un industrial que su hermano va a traer a pasar el fin de semana en Tallis House. Para  que la casa se vea bonita, llena de flores los jarrones. Una estúpida discusión con Robbie acaba con un antiguo florero roto y parte de el en el fondo de la fuente del jardín. Provocativamente, Cecilia se quita la ropa, y en lingerie se zambulle en la fuente para recuperar el pedazo de jarrón.



Briony presencia esa escena y cree que Robbie “domina” a Cecilia y que la ha obligado a desvestirse.
Robbie le escribe una carta a Cecilia disculpándose y declarándole su amor en términos que bordean en la obscenidad. Le pide a Briony que la entregue. La niña lo hace,  pero antes la lee. A pesar de la ignorancia e inocencia de sus cortos años,  Briony reconoce que se trata de una carta impropia.

Ese fin de semana, además de Paul Marshall,  también están de visita los primos de Briony,  Lola (Juno Temple)  y los mellizos Pierrot y Jackson. Lola,  a sus quince años, se viste y pinta como si fuera una adulta. Briony le muestra la carta y Lola se refiere a Robbie como un “maniático sexual” Esa noche Briony encuentra a Robbie y a Cecilia haciendo el amor, pero a los ojos de la niña su hermana ha sido atacada.

Esa misma noche, los mellizos desaparecen. Todos,  incluyendo a Lola y a Briony salen a buscarlo. En el bosque, Briony ve a un hombre violando a Lola. Cuando se acerca,  el atacante huye. Lola dice no haber reconocido a su violador. Aunque Briony sabe que se trata de Paul Marshall (Benedict Cumberbatch) , convence a su prima que quien la ultrajó fue el maniático Robbie.

Briony va más lejos y entrega la carta de Robbie, como evidencia, a la policía. Con eso, arrestan y encarcelan a Robbie. Las únicas que le creen son su madre y Cecilia. Esta ultima rompe con su familia y se marcha a Londres jurando que esperará a Robbie. Sigue un periodo en que los amantes se comunican por carta. Paul Marshall se casa con Lola para asegurarse que su víctima nunca declarará en contra suya. Robbie sale de la cárcel al estallar la Segunda Guerra Mundial tras prometer que ingresará  al ejército.
El violador se casa con su víctima

La novela tiene una estructura compleja. Solo casi a la mitad descubrimos que se trata de un relato que Briony, ahora anciana y en un asilo (e interpretada por Vanessa Redgrave), está escribiendo. Su relato tiene dos finales diferentes. En uno , Robbie regresa a Londres, tras sobrevivir Dunquerque, y se reencuentra con Cecilia que ahora es enfermera. Briony también ha llegado a Londres a trabajar en un hospital. Visita a su hermana y a Robbie y les pide pedon.En otro final, Robbie muere de septicemia en las arenas de Dunquerque.

Atonement podría ser considerada la “anti-Downton Abbey” una obra en la que se tergiversan todas las características  que componen la serie de Lord Fellowes. Por eso la he incluido. Ian McEwan no es un noble como Fellowes y Nancy Mitford no es un esnob como Evelyn Waugh, es un escritor de clase media que usa las clases altas como bases de una fabula sobre la injusticia social.

Sin embargo, hay que reconocer la importancia del que los Tallis nada más sean burgueses acomodados. Su casona fue construida por el bisabuelo que hizo su fortuna fabricando candados en la era victoriana. Los Tallis no son aristocracia antigua como los Crawley, aun así son tremendamente clasistas. Hay toda una discusión sobre si Robbie debe cenar con la familia o con los criados. Cecilia y Robbie son estudiantes en Cambridge, pero nunca se ven ni se tratan cuando están en la universidad. A pesar de que el padre de Cecilia (una presencia constantemente ausente en la novela) ha pagado por los estudios de Robbie, eso no cambia ni su posición ni la de su madre.


La Señora Turner es la jefa de servicio de Tallis House. Un servicio ínfimo comparado con el de las casas de las que hemos hablado. Solo tenemos a Betty la cocinera y un par de empleados periféricos que trabajan en las afueras de la casona. Antes,  los Tallis tuvieron un jardinero, el padre de Robbie, que desapareció, posiblemente en la Gran Guerra.

Desde entonces, el señor Tallis movido a compasión por el  huerfanito,  se ha ocupado de Robbie. Una compasión que entenderían los Crawley, pero no el resto de los Tallis que no aprueban que Robbie suba en la escala social y por eso ayudan a su caída. Solo Cecilia deja que el amor sobrepase su clasismo y apoya a Robbie tal como hizo Lady Sybil con Branson, enfrentándose al mundo y a su familia.

Al momento de las comparaciones, no se puede evitar que los Crawley se vean más justos y tolerantes que los Tallis, los nuevos ricos de nariz parada que si uno les quita el barniz,  vuelven a ser cerrajeros. Ellos representan una clase de gente que compra el poder (y hasta títulos) y que ahora gobierna  Inglaterra como una vez lo hizo la aristocracia y que no hace un mejor trabajo. Paul Marshall representa todo lo feo de esta raza de dueños,  de fábricas que desean una guerra para enriquecerse sin reparar en la pérdida de vidas humanas.

Curiosamente, en “Downton Abbey” tuvimos una polémica violación, pero la perpetró un criado de un aristócrata invitado y fue en contra de otra criada, Anna, doncella de Lady Mary. En casa de los Tallis es un invitado de la familia quien ultraja a una miembro de esa misma familia. El que Lola solo tenga quince años y que sea asaltada justo cuando está buscando  a sus hermanitos son circunstancias agravantes.
Greene violó a Anna en la despensa de Downton.

La reacción de los Tallis, inmediatamente creyéndole a Byrony que saben es fantasiosa, rechazando a Robbie, tomando el lado contrario de un hombre que es hijo de una fiel criada, contrasta con los Crawley. Cuando Bates es sospechoso de haber matado al hombre que ultrajó a su mujer, Lady Mary quema las evidencias que pueden acusarlo. Cuando Anna es acusada del mismo crimen, sus patrones la apoyan. Incluso le ponen un abogado, como también le pusieron un abogado a Bates cuando fue acusado de matar a su primera esposa.

No solo  los Crawley han amparado a los Bates cuando estos tropiezan con la ley. Recordemos como Robert impidió que se acusara a Barrow de ser homosexual, un crimen en la Inglaterra de entonces. Y Lady Cora no solo conservó en su puesto  a Baxter, aun sabiendo que tenía un prontuario, además la apoyo cuando su doncella mostró la inclinación de testificar en contra de un ex cómplice.
Lord Grantham y Carson convencen a Jimmy que no denuncie a Barrow

 Los Crawley tienen esa actitud feudal de preocuparse tanto por sus criados que están dispuestos a esquivar la ley con tal de protegerlos. Eso los hace mejores que estas clases altas de Atonement que a pesar de sus ínfulas no valen nada. Parece justo castigo que  su casa termina convertida en un hotel.

Con esto cierro mi lista de relatos similares a “Downton Abbey” A muchos les sorprenderá que en este recorrido no haya mencionado a “Gosford Park”.  Admas de ser mi favorita,  también es creación de Julian Fellowes. Al estar emparentada con “ Downton Abbey” , Gosford tendrá una crítica aparte. Eso sí,  tendrá que esperarse un poco,  que lo que resta de mayo quiero dedicarlo a una de mis escritoras favoritas, Louisa May Alcott, y si D-s me lo permite, comenzar a comentar “La Otra Mirada”, la serie de época de TVE, que me tiene enganchada.





jueves, 5 de abril de 2018

La Casa que Fundó Mary Boleyn: La evolución de los genes Bolena (IV)



Ya vimos que el karma persiguió a los únicos descendientes de los Bolena.  Vimos como una sobrina-nieta de Ana Bolena conseguía convertirse en Condesa de Northumberland, el titulo negado a su tía. Vimos a la nieta de Maria devolverle la mano a Ana, robándole el marido a La Reina Virgen. Y vimos como la sangre Bolena seguía derramándose en el cadalso. Pero la herencia Bolena produciría muchas figuras más prodigiosas de la historia del Reino Unido. Sería imposible mencionarlos a todos. Así que elegí a los mas celebres de cada periodo.

Bolenas entre Estuardos.
En 1601, con el fallecimiento de la Reina Virgen, moría la estirpe de Ana Bolena. El trono de Inglaterra era ocupado por un pariente lejano de los Tudor. Aunque el Rey Jaime I uniría las coronas de Escocia e Inglaterra (y Gales), era un Estuardo. Una nueva dinastía se cernía sobre el Reino Unido. Sin embargo, los bisnietos de Maria Bolena seguían encontrando su espacio en esa corte del nuevo rey. Ese fue el caso de su nieto el Conde de Essex, muy amigo de Enrique, el nuevo Príncipe de Gales. Sin embargo, Enrique murió joven y al trono ascendió su hermano Carlos I.

Carlos desposó a una princesa francesa, Enriqueta Maria. Entre las damas de la reina se contó a Lucy Hay, Condesa de Carlisle. Lucy era una hija de Dorotea Devereux, la que consiguió ser Condesa de Northumberland. Lucy era considerada la más guapa de la corte, pero también la más descocada. Sus amoríos eran tantos que fue celebrada en muchos poemas de su época.
Lucy Hay por van Dyck

Lucy también tenia alma de conspiradora y fungió como doble agente en las intrigas que le costarían la cabeza a su rey. En días de Cromwell, la oportunista condesa jugó a ser religiosa y se interesó en la fe presbiteriana, pero apenas supo que el rey Carlos II avanzaba había Londres se puso a cartearse con su nuevo soberano lo que le ameritó una temporadita en la Torre de Londres. Pero la fama de Lucy quedaría inmortalizada en la literatura.

En su juventud,  fue la amante del mas notorio casanova de la corte,  el Duque de Buckingham. Cuando éste la abandono, la celosa Lucy le robó un collar de diamantes. Resulta que las joyas eran un regalo de otro de los amores secretos del Duque, la Reina Ana de Austria y se las había obsequiado el Rey Luis. El siniestro Cardenal de Richelieu se enteró del descuido de la reina y mandó a Luis XIII que le exigiera a su esposa que lucese los diamantes en público. La asustada reina envió mensaje a Buckingham para que se las devolviera.

Yo creo que los lectores ya saben como sigue esta historia. Efectivamente, Alejandro Dumas se basó en Lucy Hay (en la que se combinaban la falta de escrúpulos del abuelo Enrique VIII y del Abuelo Tomás Bolena) para crear a Milady de Winter.
lana Turner como Lady de Winter

Tras la ejecución de Carlos I, Inglaterra fue sumida en revoluciones y guerras civiles. Los Bolena seguían cayendo de pie. Incluso el Conde Warwick, hijo de Penélope Rich, llegó a ser yerno del Protector Cromwell. No tuvieron hijos, pero si los tuvo su prima Lady Anne St John. Hasta ahora hemos hablado de los descendientes de Leticia Knollys, pero también los hay de su hermana Isabel Knollys, casada con Lord Leighton, gobernador de las Islas del Canal. Lady St. John fue nieta de Isabel.  Una de sus hijas, también llamada Anne se casó con el primer Conde de Rochester y fue madre del celebre e infame Johnny Wilmot, Lord Rochester.
Francesca Annis como la Condesa de Rochester y Johnny Depp como su hijo.

Rochester es reconocido hoy día por su excelente poesía satírica, por su amistad con el Rey Carlos II y por su libertinaje. Si quieren saber más de él deben ver “El Libertino” excelente y olvidado trabajo de Johnny Depp.

Bolenas Dieciochescos
El Siglo de Las Luces se caracterizó por ser el fin de los Estuardo y por la implantación de los Hanover en el trono británico. Los descendientes de los Bolena ahora portaban imponentes nobles en la aristocracia inglesa como el Conde De Sándwich, inventor del famoso emparedado, pero los genes Bolena iban a ser las bases de uno de los más celebérrimos y tumultuosos matrimonios del siglo.

Para ver como George Duque de Devonshire descendía de Maria Bolena (vía Leticia Knollys,) tenemos que volver al siglo anterior. Lady Frances Devereux, hija del desafortunado Conde de Essex, se casó con el Duque de Somerset, bisnieto de los Seymour que dieron una reina a Inglaterra, y descendiente directo de Maria Tudor y Charles Brandon.
Lady Frances Seymour por van Dyck

 Una de las hijas de Frances, Jane Seymour se casó con el Vizconde de Dunvergan. Su bisnieto, el Conde de Burlington, se casó con Lady Dorothy Saville, hija del Marqués de Halifax. Y aquí tenemos un ejemplo de la consanguinidad de los Bolena. El Marqués era hijo de otra Dorothy Saville que a su vez era nieta de Dorotea, la Condesa de Northumberland, hija de Lettice Knollys. Pero el Marqués, a su vez, se casó con Lady Mary Finch (ahí también hubo un escándalo) nieta de Penélope Rich.

Entonces tenemos a dos descendientes de Maria Bolena unidos ante el altar. Lady Dorothy Burlington, además de ser dama de la Reina Carolina, y patrona de artistas como Haendel y David Garrick, tuvo una hija, Charlotte, que se casó con el Duke de Devonshire. 

Los Duques fueron padres de William Cavendish, quinto Duke Devonshire. Cuando William fue en 1774 a pedir la mano de Lady Georgiana a Lord Spencer padre de la chica, era el soltero más cotizado del momento, pero ‘él y georgiana tenían algo en común. Lord Spencer era bisnieto del Conde de Sunderland y de Lady Dorothy Saville, por lo tanto, también descendía de la condesa de Northumberland, bisnieta de Maria Bolena.
Los Duques de Devonshire

La Duquesa Georgiana fue la mujer mas celebre de su época, por su influencia política, belleza, elegancia y triste y escandalosa vida que Kiera Knightley tan bien retratara en el filme “La Duquesa”. La sangre Bolena seguía predisponiendo a sus descendientes a la desdicha, al menos en el ámbito romántico.

Antes de pasar al siglo XIX, quisiera hablar un momento de Enrique Knollys hijo mayor de Catalina Carey. En vida de su madre fue un discreto miembro del parlamento, pero la rebelde sangre Bolena bullía en sus venas Pronto se dedicó a una actividad muy lucrativa en la era isabelina: la piratería. Su hija Leticia se casó con William, Lord Paget, otro que le gustaba las aventuras marinas y que se la pasó perdiendo barcos entre Virginia y Bermuda.  Su hijo se casó con su prima Isabel Rich, nieta de la desdichada Penélope. Su nieto fue Gobernador de Menorca cuya hija fue la antepasada de Charles Darwin. Como ven, no todos los Bolena son de dar escándalos.

Bolenas Victorianos
De Henry Knollys procederían los Paget, y del gobernador de Menorca vendría Henry Paget el primer Marques de Anglesey, el héroe de las Guerras napoleónicas. Aunque Lord Anglesey era muy controlado en el campo de batalla, no se podía decir lo mismo en su vida personal. Sus amores con la cuñada del Duque de Wellington le costaron ser dado de baja.  Tras perder una pierna en Waterloo, Henry se divorció de la madre de sus ocho hijos. SE casó con su amante. La pareja procreó cinco hijos más. Entre ellos a un señor que en la vida real no tuvo más importancia  que tener catorce hijos, pero que gracias a Daisy Goodwin ha pasado a ser un icono LGTB victoriano. Me refiero a Lord Alfred Paget.
Lord Alfred Paget y su supuesto gran amor Edward Drummond


Goodwin no solo le inventó una romántica historia de amor  homosexual a Lord Alfred. Hizo otro tanto con Otra Bolena, Harriet, Condesa de Sutherland, nieta de la desdichada Duquesa Georgiana. Aunque Lady Harriet si fue dama y amiga de Victoria, no tuvo esa apasionada relación con el cuñado de su patrona, Ernest de Hanover.
Harriet Sutherland y su supuesto gran amor Ernst de Hanover

A quien la serie “Victoria” no tuvo que inventarle un romance desdichado fue a Lord Melbourne cuya esposa, Lady Caroline Lamb existió en la realidad y también abandono a su marido e hijos para huir con el “loco, malo y peligroso” Lord Byron. Lady Caroline, anoréxica y andrógina, era hija de una hermana de Lady Georgiana, por lo tanto, era una Spencer Bolena.
Dame Sarah Miles como Lady Caroline Lamb

Pero los Bolenas victorianos no se contentaban con pasearse por la corte de Victoria. Ya hablamos de Charles Darwin. ¿Creerían si les digo que el gran poeta victoriano Algernon Swinburne descendía de los Bolena? ¿O que Lord Czrdigan que dirigió la Carga de la Caballería Ligera en Balaklava era un Bolena? ¿O que Lady Ottoline Morrel, mecenas eduardiana y fundadora del Grupo Bloomsbury, era Bolena debido a los Duques de Portland descendientes de la alocada Leticia Knollys?
Sir Trevor Howard como Lord Cardigan

Bolenas del Siglo XX
En tiempos recientes, el Reino Unido ha tenido mucho que agradecer a los descendientes de Maria Bolena, por sus diversas contribuciones. ¿Sabían que el hombre más grande que vio Inglaterra en el Siglo XX llevaba sangre Bolena?  Efectivamente, Winston Churchill tenía como apellido completo Spencer-Churchill. Ya vimos que los Spencer y sus primos los Sunderland son descendientes de Leticia Knollys, ¿pero cómo llegaron estos advenedizos a involucrarse con la Casa de Marlborough, la más aristocrática de Cran Bretaña?
John Lithgow como Churchill en The Crown

Vale recordar que el Famoso “Mambrú”, el Duque de Marlborough tuvo muchas hijas, pero un solo varón que murió sin descendencia. En premio a la inmensa contribución de Marlborough, se le otorgó el titulo a su hija mayor Henrietta. Al morir sus hijos sin descendencia, el titulo pasó a su hermana Anne, Condesa de Sunderland, quien a su vez se lo traspasó a su segundo hijo Charles, de quien descienden todos los Duques de Marlborough y los hijos segundos como Lord Randolph Churchill, padre de Sir Winston.
Robert Shaw como Lord Randolph y Simon Ward como su hijo en Young Winston

Curiosamente no solo Sir Winston heredó la astucia Bolena. También su rival político, Lord Halifax quien a través de su bisabuelo Lord Fortescue descendía de los Bolena escoses (los Marqueses de Lothian y los Duques de Buccleuch).

Otros descendientes de Maria Bolena, servirían a la actual Reina Isabel de diferentes maneras. Por ejemplo, el querido Porchey, Tanto él como su abuelo, el célebre arqueólogo, descendían de los Percy, Condes de Northumberland, y por lo tanto de Lady Dorothy Percy, hija de Lettice Knollys.

Y ha llegado el momento de examinar como es que Tommy Lascelles desciende de los Bolena. Por supuesto que hay momentos en los que exhibe la inescrupulosidad e implacabilidad del tataratararaabuelo Sir Thomas, ¿pero ¿quién hubo entremedio? Pues tenemos que hacer memoria y remontarnos al pobre Lord Essex, el último Bolena en ser decapitado. 

Su nieta, Lettice Shirley, se trasladó a Irlanda en donde ya vivía su abuela Frances Walsingham, viuda de Essex, y ahora casada con el Conde de Clanricarde. Lettice se casó con uno de sus “primastros” Clanricardes y pasó a ser antepasada de todos los vástagos de esa familia, incluyendo a Lady Elizabeth Joanna de Burgh que en 1845 se casaría con el Conde de Harewood y seria la abuela de Sir Alan Lascelles.

Bolenas en el Trono
Ahora viene la gran sorpresa. Hemos hablado de la ambición Bolena y como consiguió que Ana pusiera en el trono a su hija Isabel, pero Maria Bolena también tendría una descendiente que sería reina consorte y, a través de ella, una hija que hasta hoy es soberana de la Gran Bretaña.

Prepárense a oír otro de esos escándalos generados por esa herencia Bolena.  Como recordarán, los Duques de Devonshire eran representantes del gen Bolena. En el siglo XVIII,  una Cavendish se casó con el Duque de Portland. Entre sus hijos se cuenta un tal Lord Charles Bentinck. Lord Charles hizo un matrimonio escandaloso con una joven que era sabido, era hija de una cortesana. Tal vez para matizar este matrimonio tan desigual, la nueva Lady Bentinck juraba que era hija del Príncipe de Gales.

No le sirvió mucho el parentesco. Pronto Lord Charles se aburrió de su esposa y se fugó robándose a lady Anne Abdy, esposa de su mejor amigo. Eventualmente, gracias a varios divorcios, Lady Anne pasó a ser Lady Bentinck. Su hijo Charles, temeroso del estigma de sus alocados padres, decidió entrar al clero.
Los Condes de Strathmore, abuelos de Isabel II

El Reverendo Bentinck se convirtió en uno de esos pilares de la era victoriana y crió a su hija Nina Cecilia Cavendish-Bentinck en la moral mas estricta. Eso es lo que Nina Cecilia aportó a su matrimonio con Lord Strathmore, y lo que su hija Elizabeth-Angela Bowes-Lyon llevaría junto a su dote al Palacio de Buckingham. Ahora se entiende porque la Queen Mom y Sir Alan eran tan buenos conspirando juntos.

Acabo de caer que la Reina y la Princesa Margarita son las Hermanas Bolena modernas, aunque su rivalidad no esté basada en ningún rey obeso. Podemos excusar las locuras de Margarita adjudicándolas a las leyes de la herencia. Un poco de sangre de Bolena  predispone a una vida de desenfrenos.

Más famosas que las Hermanas Bolena
Y ya que estamos en el Siglo XX, tenemos que hablar de otras hermanas que también darían que hablar y no precisamente por intrigas cortesanas. La famosa Familia Percy , descendientes directos, de Dorotea Devereux, evolucionarían hacia otros títulos nobiliarios, como los Barones Beverly, los Condes de Abursham y Lord Reddesdale. Algernon Freeman-Mitford, primer Barón Reddesdale, fue un famoso diplomático en la corte del recientemente abierto Japón, célebre por sus colecciones de arte y manuscritos orientales, pero mas conocido por ser el abuelo de las Hermanas Mitford.

La mayor de ellas, Nancy, tuvo una larga carrera literaria de la cual son mas conocidas sus deliciosas novelas The Pursuit of Love y Love on a Cold Climate, en las cuales veladamente retrató a su excéntrica familia. Su hermana Diana, en 1936, en casa de Goebbels y en presencia del Fuhrer se casó con Sir Oswald “Tom”Mosley, jefe de los Camisas Negros británicos.
Diana y Unity haciendo el saludo Nazi

Si Diana era Nazi, su hermana Unity la superaba. Idolatraba a Hitler desde la escuela. Se fue a Alemania con la excusa de aprender el idioma, pero se puso a perseguir al Fuhrer con la persistencia de una fangirl cualquiera. Su tenacidad ganó a Adolf que la integró a su circulo privado. No se sabe hasta donde llegaron en su relación, pero la presencia de “la Valquiria” como la apodaban,  provocó uno de los muchos intentos de suicidio de Eva Braun.
Lesley Anne Down como Unity Mitford

Unity estaba empeñada en evitar que Alemania fuera a la guerra con Gran Bretaña. El día que eso ocurrió, intentó volarse los sesos. Sobrevivió, pero con una bala enterrada en el cerebro. No podía caminar, tenia problemas para hablar y razonar y estaba incontinente. Aun así, vivió ocho años más, hasta que una meningitis provocada por la misma bala, la mató.

Unity había compartido su cuarto con su hermana menor Jessica. Si las paredes de la Valquiria estaban cubiertas de suásticas, las de “Decca” , como la llamaban en familia, estaban adornadas con hoces y martillos. A los 19 años, Decca se fugó con su primo Esmond Rommilly para unirse a las Brigadas Internacionales. Los padres de ambos tuvieron que ir a España buscarlos y a casarlos. Acabado el conflicto, Decca y su marido regresaron a Inglaterra. Esmond murió peleando en la Real Fuerza Aérea Canadiense. Su viuda y su hija se trasladaron a Estados Unidos.
Decca y Esmond en Miami

Ahí Decca llevaría una vida totalmente opuesta sus hermanas. Se casó con el abogado judío Robert Treuhaft. Ambos fueron pilares del partido comunista durante la Era McCarthy y militantes de la campaña por los Derechos Civiles.

Con esas hermanas tan extremistas, ¿qué le quedaba la pequeña Deborah, la menor de la tribu?  Pues Debo soñó siempre con ser duquesa. Abandonó esos sueños al enamorarse de un hijo menor sin prospectos como lo era Lord Andrew Cavendish. Sin embargo, cuando el hermano mayor de Andrew murió durante la Segunda Guerra Mundial, Debo se convirtió en la Duquesa de Devonshire.

La Sangre Bolena se Convierte en Sangre Real
Tener en el trono a otra Isabel con genes Bolena parecería como el triunfo máximo del olvidado clan. Pero la rueda kármica seguía rodando. Esta generación de Windsor-Mountbatten es la más bolenica de la historia y todo gracias a estas dos damas escandalosas.

Sarah Ferguson siempre fue un poco despreciada por su simple apellido, pero por parte de su abuela paterna estaba emparentada con los Spencer (por el Duque de Bedford) y los Buccleuch (que por los Montagu y Burdenell descendían también de Lettice Knollys).

El caso de la Princesa Diana es mas interesante. No solo descendía de Lettice Knollys gracias a ser una Spencer, sino que también descendía de Georgiana de Devonshire gracias a Eliza Grey. Efectivamente, la bebé de la que tiene que separarse la Duquesa en la escena mas triste del filme fue antepasada de la difunta Princesa de Gales.

¿Y los Bolena del Siglo XXI?
En este momento hay más de un millón de personas, solo en el Reino Unido, que pueden ufanarse de tener a Maria Bolena en el árbol familiar. No todos son famosos, no todos son nobles, no todos hacen carrera en la política o en servicios a la Corona y no todas las descendientes de Mary Boleyn sueñan con atrapar a un rey.

Por eso he querido cerrar este amago de ensayo genealógico con una dama que por su belleza y talento ha buscado la fama en donde se encuentra hoy en día, en las pasarelas y enfrente de las cámaras: Lady Clara Paget, muy querida en este blog por su interpretación de Anne Bonny en “Black Sails”.

Creo que el viejo zorro de Sir Thomas Bolena hubiera estado orgulloso de esta heredera. Pero el más orgulloso hubiera sido su bisnieto Enrique Knollys, al ver a su descendiente directa, Lady Clara convertida en una bucanera como él.

FE DE ERRATAS: La descendiente de Eliza Gray hija de la Duquesa de Devonshire no era la Princesa Diana, sino su concuñada, Sarah Fergusson.