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domingo, 1 de noviembre de 2020

Recordando a Ricardo Blume (1933-2020): El primer galán de las telenovelas

 


Se fue en noviembre y con él se fue la elegancia. No es coincidencia que haya muerto casi simultáneamente con Sir Sean Connery, otro ejemplo de que un galán puede envejecer bello y digno. Ustedes lo conocieron como el suegro de Maria la del Barrio o como el padre de Marichuy en “Cuidado con el Ángel”, pero hoy no voy a hablar de esa etapa.


                    Con Maite Perroni en Cuidado con el ángel

Quiero hablar de Ricardo Blume, el primer galán (junto a José Bardina) intercontinental de la telenovela, cuando esta salía de los pañales y trataba de cruzar fronteras. En su Perú natal, a comienzos de los 60 se hace conocido como Santos Luzardo en “Doña Barbara” y Heathclieff en “Cumbres Borrascosas” dramatizados de las novelas de Rómulo Gallegos y Emily Bronte.

Sin embargo, será en 1969 que se haga conocer en toda America Latina, en su doble rol en “Simplemente Maria” Aunque la telenovela de Celia Alcántara ha visto la luz en la Argentina, será la versión peruana la que se exporte, la más célebre, y también en una época que las telenovelas duraban tres meses, la más longeva. Nos pasamos dos años contemplando a Maria Ramos (Saby Kamalich) pasar de madre soltera a nuera de madre soltera (Regina Alcover), a abuela de madre soltera (Gladys Rodríguez).



A Chile llega el ’71 junto con el Canal 9 que recién transmitía fuera de Santiago. Mi padre ve un capítulo y me la prohíbe. Supongo que tanta madre soltera lo habrá asustado. Es una tortura esa prohibición porque medio Chile la está viendo y comentando. Cada vez que mis padres desaparecen, las criadas y yo nos aglomeramos ante la tele a gozar de la novela. La vi así fragmentada, solo logré conocerla en su totalidad cuando Telemundo la repitió a fines de los 70.

Ha habido tantas versiones del cuento de la modista que se hace millonaria sin tener que casarse con un ricachón, y cual de todas más malas. Es por eso por lo que es difícil recordar los méritos e impacto de la original y Ricardo Blume es uno de sus grandes méritos.

       Los fans hasta tuvimos Simplemente María en revista

 Desde ese primer capítulo en que, como niño bienvenido a menos, y estudiante perpetuo de medicina seduce a la criadita recién bajada de la sierra que una sabe se encuentra ante otro tipo de galán. Roberto Caride es mucho más complejo que los héroes impolutos y sosos a los que nos tenían acostumbradas las telenovelas mexicanas y chilenas.

Roberto es un ser mas de carne y hueso, capaz de dejar que María lo mantenga (con promesa de matrimonio) hasta que se gradúe de la facultad de medicina para luego volver a abandonarla a ella y a su hijo. Sin embargo, sufrimos con Roberto cuando muere su esposa, la dulce Angelica (Inés Sánchez Alcorce). Roberto desaparece de la novela, pero Ricardo Blume reina en la segunda etapa como su hijo Antonio, el estudiante de leyes, que repite la historia del padre seduciendo y embarazando a su prima Ita (Regina Alcover).



El rol de Antonio, un joven despreocupado que debe luchar por superar los prejuicios de su madre y de su tía para casarse con Ita, el dolor de verla morir de parto y el rechazo de su hija, demuestra lo buen actor que era Ricardo, tanto que al otro lado del continente lo llaman. Tele sistemas mexicano (antecesor de Televisa) está en una etapa experimental trabajando con historias más largas y complejas y necesita de actores peritos.

 Antonio asiste a la boda de su madre con El Maestro

Ricardo Blume abandona su trabajo en la televisión peruana y de catedrático de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica que ha fundado, para ir a probar suerte en el país azteca. Suerte es palabra pequeña para el triunfo que le espera como el protagonista de “Muchacha italiana viene a casarse”.





Olvídense de la payasada que hicieron Livia Brito y José Ron-pope. Otra vez la versión Blume supera a la original hecha en Argentina. Fernanda Villeli y Marissa Garrido crean una adaptación gótica de los atormentados y codiciosos De Castro, encerrados en un palacete que parece La Casa de Usher, con criados más sombríos que la Mrs. Danvers de Rebecca y un protagonista egoísta, soberbio, capaz de meterse borracho en el cuarto de la criada (Angelica Maria) que lo chantajea, con intención de violarla.  Aqui el video donde Valeria inicia su chantaje



En los 70, no necesitábamos de Mr. Gray y sus sombras para amar a antihéroes violentos y perversos. Todo un público femenino del continente americano cae en las redes del, a veces infame, Juan Francisco de Castro, incluyéndome a mi recién entrada en la adolescencia. Mi pasión de treceañera era tal que hasta me veía “Plaza Sésamo” porque de vez en cuando aparecía Ricardo Blume enseñándole a contar a los niños.



Él; éxito de “Muchacha Italiana” fue tan grande que hubo que hacerle una secuela. Algo inaudito en las telenovelas de entonces. Lo que comenzó en 1971, acabó en 1973. Entremedio, Ricardo Blume hizo roles menores en “El Carruaje”, una producción histórica de Don Ernesto Alonso y como Leonard en “Las Fieras” (1972).

En esta última, una de las cien versiones de Madame X, Raquel Olmedo, pierde su familia, su honor y su libertad al ser acusada de haber tenido amores y haber asesinado a un casanova parisino (Blume). Lo que nadie sabe es que Leonard vive, pero ha abandonado su vida de vicios para convertirse en misionero en la India.



Acabada “Muchacha Italiana” Ricardo Blume de 40 años está en la cúspide de su fama y Televisa lo vuelve a poner de galán en otra historia de Fernanda Villeli y Marissa Garrido. “Entre Brumas “tiene lugar en la campiña inglesa donde regresa Paul Anderson (Ricardo Blume), un hombre que se debate entre el amor de dos mujeres: Linda (Rita Macedo), la esposa que lo ha comprado y Deborah (Chela Castro), su amor de juventud. Las autoras decidieron que no iban a malgastar a Ricardo Blume con dos maduronas, e interpusieron a otra mujer, la adolescente Doris (Macaria) quien es la que se queda al final con Paul.

El próximo proyecto de Ricardo Blume no sería tan oscuro, pero le acarrearía mas fama de la que tenía. En 1974 se convierte en galán de un nuevo género, el infantil con “Mundo de juguete” versión mexicana de la reconocida novela argentina “Papá Corazón”. Esta telenovela duraría (debido a su éxito) tres años y vería al actor-Galán evolucionar de padre viudo, a esposo de ex monja (Irma Lozano), y papá de tres hijos.


        Mariano y su boda con la Hermana Rosario

Acabada esta serie, Ricardo Blume se aboca a un proyecto muy querido para él, pero esta vez en la faceta de director. Se trataba de “El Cielo es para todos”, la biopia de San Martin de Torres y situada en Perú Colonial. . Interpretado por el guionista René Muñoz, el santo de los esclavos negros era un héroe de un drama de época con modernas alusiones al racismo que repercuten hasta hoy.

En Televisa, todavía le veían madera de galán a Ricardo Blume, y acercándose este a medio siglo de vida lo involucran en un romance ficticio con la mucho más joven, y recién llegada a la empresa, Christian Bach. En “Verónica”, Julissa interpreta a una maestra solterona en un colegio de señoritas que se enamora de su colega (Blume) pero debe peleárselo a una alumna (Bach) que hasta consigue casarse con él. Algunos recordarán la versión, bastante decente de 1998, “sin Ti” donde el triángulo amoroso fue interpretado por Gabriela Rivero-Rene Strickler-Adamari López.

           Con Christian Bach en "Verónica"

Tras esta telenovela, Ricardo Blume se semi retira, apareciendo de vez en cuando en telenovelas infantiles para convertirse en los 90 en un actor de carácter y viejo bello que conocerían ustedes. ¿Cuáles fueron mis roles favoritos de esta etapa? Los de época, sin duda. El justiciero abogado Ruy Coronado luchando contra el racismo de la California del Lejano Oeste en “Ramona”, y el General Hilario Peñalver, cuyos principios son pisoteados por los enredos de su hija (Adela Noriega) lo que lo lleva a un fatal al infarto en “Amor Real”.

Aquí detengo esta semblanza que tantos recuerdos gratos me ha traído. Muchas publicaciones han homenajeado a Ricardo Blume desde que se anunció su muerte, pero ninguna lo ha recordado en su momento mas triunfal: su etapa de gran galán de la telenovela. Espero haber reparado ese yerro. ¿Soy la única que lo recuerda de esos tiempos?

jueves, 22 de mayo de 2014

La Malquerida: ¿El renacimiento de la telenovela de Televisa?


Para la primera semana de junio se tiene previsto el estreno de “La Malquerida”, telenovela que ya trae cuatro factores que le auguran éxito. La protagoniza la  icónica Victoria Ruffo. La telenovela  supone el esperadísimo debut en Televisa del galán peruano Christian Meier. Este proyecto, que Televisa ha estado acarician desde fines del Sigo XX, no es un refrito. Se trata de una pieza clásica del dramaturgo español  Jacinto Benavente que ya llevara a la pantalla grande “El Indio” Fernández en una de las cintas-glorias del Cine de Oro mexicano. Finalmente es producida por José Alberto Castro, el segundo mejor productor de Televisa quien solo ha tenido éxitos en los últimos cinco años.

El 2013 fue un año mediocre en lo que se refiere a telenovelas. Una serie de remakes de telenovelas sudamericanas, ninguna muy memorable, compitieron con la no muy bien adaptada versión del clásico de Juan Osorio “Mi Segunda Madre”.  Fue el año del desastre de “La Tempestad”, en la cual ni el sex-appeal de Wiliam Levy (hincapié en su atractivo que ya es lo único que puede ofrecer el cubano) pudo salvar el desmadre del excelente guión de Kiko Olivier, “La Tormenta”. Este fracaso fue reemplazado por algo que los puristas denominamos “una abominación”, “Lo que la Vida me Robó” donde con alevosía se trasladó  a un marco moderno el clásico “Bodas de Odio”/”Amor Real” de María Zarattini.


Mucho se ha criticado la costumbre de Televisa de “refritear”, ósea de reversionar historias que ya han sido telenovelas afamadas. A nadie le parece mal que se hagan remakes de antiguas historias, remozándolas para una audiencia de Siglo XXI, o que se refriteé alguna telenovela de países que no suelen exportarlas (como ha hecho Telemundo con libretos de teleseries chilenas). Pero es un poco absurdo rehacer un guión visto hace muy poco. Sin embargo, el gran problema no está en el refrito per se sino en la mala adaptación de un argumento trillado.

Es cierto que en lo que va de la década, la empresa de Emilio Azcárraga solo ha ofrecido seis guiones originales, de los cuales el único que puede tildarse de éxito fue “la Fuerza del Amor (2011). Los mayores éxitos de Televisa siguen siendo historias ya conocidas por el publico en versiones antiguas o no mexicanas.

El problema del refrito suele ocurrir cuando el casting es descaminado, cuando ponen de protagonistas a gente que no sabe actuar, o a ancianos galanes (y galanas) interpretando a mozuelos... Tal como un buen casting puede provocar lo contrario. Lo único que salvó a “Que Bonito Amor” de ser una parodia de “La Hija del Mariachi” fue la química entre los protagonistas, los talentosos Jorge Salinas y Danna García.



Otro problema es cuando el original en si no fue un éxito, o se apega demasiado la nueva versión a una trama añeja, o peor aun, engaña al publico dándoles una historia totalmente diferente a la que esperaban ver. Como ocurrió con “Corazón Salvaje” (2010) que en realidad era “Yo Compro esa Mujer”.

Mas ese no será el problema de “La Malquerida” que no es refrito de ninguna producción mexicana o foránea. Ahí lo que se está haciendo es volver los ojos a triunfos del cine mexicano del ayer como ya lo hiciera El “Güero” Castro en su anterior producción, la popular “Corona de Lágrimas” basada en un dramón de Marga López.

La Malquerida surge de la tradición literaria puesto que la escribe como pieza teatral (estrenada en 1913) el dramaturgo español y Premio Nobel  Jacinto Benavente. Toda una leyenda en vida, Don Jacinto hoy es un poco despreciado y acusado de  escribir historias sentimentales y tradicionales.


Poco hay de tradicional en esta visión del mundo rural español lleno de secretos hipocresía y violencia latente que ya presagia el universo lorquiano de La Casa de Bernarda Alba. La protagonista Acacia, queda viuda el día de su boda. Su madre, Doña Raimunda, adinerada terrateniente, insiste en descubrir quién, y por qué motivo, asesinó a su yerno. Esto la llevará a sacar a la luz secretos inconfesables que terminan por destruir a su familia.

En 1950, Emilio Fernández dirige una versión ya legendaria de este drama que cierra con broche de oro la colaboración entre “El Indio” Fernández y una reinventada Dolores Del Rio. Pedro Armendáriz, quien ya demostrara su química con Doña Lolita en “Buganvilia”, interpreta a Esteban, esposo de Raimunda, un hombre que se debate entre sus deberes conyugales y la pasión prohibida que siente por su hijastra (Columba Domínguez).






El traslado de una obra enmarcada en el espacio rural ibérico al ambiente campirano mexicano fue perfecto y ha dejado los planos para que se construya la telenovela sobre esas mismas pautas. A fines del Siglo XX, Lucy Orozco, por entonces ocupada con la adaptación de “Ramona”, mostró interés en llevar La Malquerida a un formato de telenovela. Por entonces se dijo que las protagonistas serían Helena Rojo y Yolanda Andrade, quienes ya habían trabajado para La Sra. Orozco en “Las Secretas Intenciones”.

Luego Televisa le encargó el proyecto al José Alberto Castro. Se vio entonces la posibilidad de que fuera un vehículo que marcará el regreso a las telenovelas de Verónica Castro, hermana del productor. A Acacia, y un poco nepoticamente, se rumoró que la encarnaría la entonces esposa del Güero (y hoy Primera Dama de México) Angélica Rivera. De eso ya van más de diez años y por fin a fines del 2013, se le dio luz verde al proyecto.
El Guero Castro y su entonces esposa Angélica Rivera


Aunque siempre he admirado el trabajo de Lucy Orozco, prefiero que la propuesta haya quedado en manos del Güero. José Alberto Castro es un productor muy cabal y profesional. En sus 21 años en el rubro (inició como gerente de producción en “Mi Pequeña Soledad en 1990) ha incursionado en la telenovela de época (“Pueblo Chico, Infierno Grande”) el género infantil (“Serafín”) y juvenil (“Código Postal”), la comedia (“Los Exitosos Pérez”) y el drama maternal “Corona de Lagrimas”). Es además un experto en convertir a villanas como “Rubí” y “Teresa” en heroínas. 





Siete de las telenovelas del Güero Castro han sido nominadas  a los TVyNovelas, alzándose el productor con una estatuilla por la popularísima “Rubí” en el 2005. En el 2012, en Los Premios People en Español, su “La que no Podía Amar” fue elegida como Mejor Telenovela del Año. La buena reputación de las telenovelas de Castro se lo debe, en parte,  a su adaptadora estrella, Ximena Suarez (ganadora del TVyNovelas 2014 por “Amores Verdaderos”). Ximena reversionó  los libretos originales de “Rubí”, “Teresa” y “La que no Podía Amar” convirtiéndolos en los mega hits del Güero. Obviamente, ella será la encargada de escribir el libreto de “La Malquerida”.



Para esa combinación de historia, guionista y productor se necesita de un elenco de lujo. Como es su costumbre, Televisa comenzó, desde el 2013, a lanzar nombres al ruedo en una faramalla habitual que provoca gozos y rabietas de parte del publico y que es un circo obligado (y confesémoslo, esperado) por los telenoveleros.

Primero se volvió al plan original de que La Vero Castro sería Raimunda, rebautizada como Cristina, pero no pasó de propuesta. Luego se conjugó el nombre de Lucero y finalmente Cristina será encarnada por Victoria Ruffo, aunque al paso le salieron Cecilia Suarez y Yadhira Carrillo.

Para el papel de Acacia también se barajaron varios nombres como el de Silvia Navarro  y la venezolana Adriana Louvier quien, al igual que Vicky Ruffo, había participado en “Corona de Lagrimas”, la ultima producción del Güero Castro. La Louvier quedó atrapada en compromisos de trabajo y  La "Chivis" Navarro recibió una oferta mejor, el protagónico de la nueva versión de “Ana y Los 7”. Fue a fines de febrero que se supo que la protagonista joven seria Ariadna Díaz.



La gran sorpresa del elenco has sido el casting de Esteban, el capataz de la hacienda de Cristina que termina de marido de la dueña y enamorado de la hijastra. Siempre se supuso que nadie podía interpretar ese rol más que el carismático Jorge Salinas que de villano pasara a héroe de “La que no Podía Amar”. Solo que Jorge se ha ido con La Chivis a “Mi Corazón es Tuyo” dejando un codiciado estelar vacio. Lo vino a llenar el galán peruano Christian Meier, y es con él con quien comienzo mi discusión sobre las fortalezas y debilidades del trió protagónico.

Christian Meier es un histrión desestimado. Tal vez sea porque su carrera abarca tanto. A sus casi 43 años, el peruano ha cosechado éxito en el cine, la música y el modelaje. Protagonizó, hoy clásicos de la telenovela peruana como “Gorrión, “Obsesión” y “Luz María”, pero todavía se le menosprecia por su aura de galán, olvidando sus méritos actorales ya más que demostrados en el cine con cintas como “No Se lo Digas a Nadie” y “La Mujer de mi Hermano”.


Un factor culpable en la ausencia de crédito de Meier como actor “serio” fue una serie de telenovelas mediocres que protagonizó a principios de este siglo. Compensaron esos trabajos desafortunados, un trío de éxitos que inicia con “La Tormenta” en el 2005. En este drama campirano, que comienza con Meier matando a un integrante de una cuadrilla de forajidos que intentan violar a la heroína (Natalia Streignard), Christian demostró que se puede dar vida a un héroe (ergo poco usual) y desplegar talento histriónico simultáneamente.


Siguió a “La Tormenta”, “El Zorro, La Espada y La Rosa”. Concedo que fue un novelón un poco “camp” y que hubo bastantes falencias en el área argumental, pero Meier se anotó otro gol con su interpretación del pusilánime Don Diego de La Vega y su audaz alter ego El Zorro.


Tras esta fusión de period piece con cómic, vino "Doña Bárbara" en la que el peruano da vida a Santos Luzardo en una versión televisiva del clásico de Rómulo Gallegos. Para quienes crean que él repetirá su rol de hombre dividido entre una madre y su hija que interpretó en esta adaptación de Valentina Párraga, basta saberse que el triangulo Santos-Bárbara-Marisela poco guarda parecido con el que se vivirá en "La Malquerida".


Por ultimo, cabe mencionar su mejor interpretación en telenovelas, donde demuestra su capacidad para encarnar protagonistas conflictivos y rompe esquemas. Me refiero a Rodrigo Quintana en “Alguien Te Mira” de Pablo Illanes. Ver a Christian Meier en el papel de un médico, ex alcohólico y drogadicto, del que todos sospechan (hasta la teleaudiencia tenía dudas sobre su inocencia) de ser un asesino serial, borra todo recelo sobre sus amplias facultades histriónicas.


¿Cuáles serían las debilidades del actor peruano? El hecho precisamente de ser su debut en una televisora extranjera. Por años se ha hablado del deseo mutuo de empresa y actor de colaborar juntos, pero siempre es difícil la entrada del extranjero a Televisa, y aún más si de buenas a primeras se le pasa un estelar y en bandeja.

Aún así, ese fue el caso del cantante boricua Carlos Ponce quien estelarizó, a su llegada a Televisa “Sentimientos Ajenos” (1996), uno de los primeros éxitos de... ¡El Güero Castro! Si bien es cierto que el productor prefiere actores con los que haya colaborado antes (e.g. Juan Soler, Sebastián Rulli) también es cierto que en “La Que no Podía Amar”, privilegió a Jorge Salinas por sobre José Ron con quien El Güero ya llevaba tres telenovelas.

Pasemos entonces a Victoria Rufo. Ay, Vicky, difícil es hablar de quien tanto admiré en mi juventud. Desde su debut como la hermana/hija ilegitima de Miguel Palmer en “Al Rojo Vivo” (en 1980) que fue mi idola, llené álbumes con sus fotos (Y las de su hermana Gaby, porque hubo una época en que eran un Team).

Pocas actrices han sido tan lindas y adorables como lo fue Victoria Ruffo en su etapa juvenil, tal vez Verónica Castro. La diferencia es que La Vero canta y tiene dores humorísticas con las que compensa cualquier falla actoral. En cambio, La Ruffo...para el ’93, ya pasada su treintena, comenzaba a evidenciar síntomas de deterioro precisamente porque se notaba su poco range como actriz.
Vicky en "Quiereme Siempre" (1981)


Por suerte, hábilmente ha sabido encauzarse a un tipo de telenovela en la que brilla. Se trata del drama maternal que ya de joven le acarreara éxitos como “Simplemente María”. Asi en el siglo XXI, ha merecido aplausos por “Abrázame muy Fuerte”, “La Madrastra” y estuvo inolvidable como Macarena Espinoza de Los Monteros en “En Nombre del Amor” haciéndome olvidar a Delia Casanova quien originara ese rol.


En cuanto a su trabajo en “La Malquerida” depende de cómo lo enfoque el guion. Si se trata de una mamá sufrida que no entiende por qué la nena le quiere quitar el novio, va a estar divina, llorona y reclamona como en sus escenas con Livia Brito y Maite Perroni en “El Triunfo del Amor”. Pero si se van por el drama clásico y se trata de una mujer un poco dura, mandona, que por privilegiar el último amor de su vida, pasa a llevar a su única hija, seria un desafío notable para Vicky.



El Güero Castro está pintado para la telenovela femenina. Sus mujeres son siempre muy complejas e interesantes. En el 2012, él, fresco de su exitazo “La que no Podía Amar” y Victoria todavía recuperándose de la no muy boyante “Triunfo del Amor” (que si no fue un triunfo no fue por culpa de ella) fueron “desterrados” al horario más mediocre de la barra de telenovelas. Se les asignó un proyecto basado en un antiguo filme mexicano (que yo viera en el teatro Rex de Viña en los días en que vivía en el cine) y un elenco nada formidable.


Pues le dieron una lección a Televisa. “Corona de Lagrimas” tuvo un imponente rating para ese horario de sobremesa y Vicky ameritó un TVyNovelas como Mejor Actriz del Año, premio que no alcanzaba desde “La Fiera” (1985). Por eso confío en que se repetirá el caso y el productor sacará lo mejor de Vicky a la luz.


Hay un poco de dudas sobre la química Ruffo-Meier. Dudas que no comparto. Vale decir la última palabra sobre las diferencias de edades. Victoria se ve exquisita a sus cincuenta y tres años, solo diez más que su galán. Christian le lleva catorce años a Ariadne que cuenta 28 primaveras. No hay ningún generation gap muy escandaloso por ahí. Vicky no es ajena a interpretar a mujeres con amores más jóvenes. Hizo una actuación muy respetable en “Victoria” (remake de “Mirada de Mujer”) y su falta de química con Mauricio Ochman no se debió a la diferencia de edad sino a que el actor no suele tener mucha química con nadie.

Para el final he dejado a Ariadne Díaz. Hermosísima, muy parecida a Victoria en sus años mozos. Completamente creíble el parentesco. En cuanto a actuación, denme a la Ariadne de “Muchachitas”, de “Mañana es para Siempre”, hasta la princesita de la mafia de “Al Diablo con los Guapos” y les compro a Acacia. Pero si me pasan a la última Ariadne Díaz, a la falsa gorda de “Llena de Amor” o “La Mujer del Vendaval” ya que la ahoguen,  y que Vicky y Meier sean felices para siempre.
Ariadne en "Mañana es para siempre"

Y con eso nos quedamos a la espera de "La Malquerida", que estrena (en México) el 2 de junio, a las 7pm por el Canal de Las Estrellas. En la señal internacional de ese canal la veremos apenas acabe "Quiero Amarte".