jueves, 28 de junio de 2018

Pienso en Mi: La Otra Mirada Capítulo 7



Tantas ideas ha suscitado este capítulo en mi cabeza, que creo que voy a tener que dividirlo en dos notas. Una sería la reseña, la otra una exploración de los tópicos principales, sobre todo la imagen equivocada que ha proyectado de Maria de Maeztu y sus ideas;  la confusión provocada por la utilización de Manuelita del famoso Yasol ; y las opciones legales que tenía una mujer en el caso de Roberta.

La Sombra de Maeztu
Manuelita anda mal, vómitos, mareos. Martin ya no cabe en el pellejo con lo del futuro  “Martin Arteaga Martin”. Su mujer lo mira con ganas de ahorcarlo y se va a la Academia que ese día tiene el honor de recibir a Doña Maria de Maeztu. ¿Quién es tan insigne señora?  Pues es el ídolo  de Manuelita, su mentora (aunque no se conocen).

Todas las maestras se aglomeran en la puerta como si fuera La Hora Peralta, pero la invitada que llega manejando su propio coche es  mujer.  Doña María (y contrario a sus fotografías) es el doble que yo, y luego de sorprenderse que una chica tan joven como Manuelita dirija una academia, le dice que se tuteen porque son “compañeras”. Manuelita le dice con voz temblorosa que toda la academia intenta ser una copia de la Residencia de Señoritas que rige Maria de Maeztu.

Las maestras y su ilustre invitada entran a la academia, donde las alumnas y sus padres le dan una bienvenida como si fuera Kim Kardashian. Es cierto que MDM era, aun antes de dirigir la Residencia, famosísima como una pionera en la educación y una de las primeras universitarias de España, pero que se la reciba así con tanto jolgorio por parte de padres que amenaza con retirar a sus hijas si hacen cualquier cambio progresista en el programa, es un poco inconexo. Sobre todo porque la cámara se posa a cada rato en Flavia que está abrazada a su madre.

Muy tierna la escena. ¿Pero por qué Flavia está tan emocionada si ella es la que ha puesto el matrimonio  antes que la opción de estudiar?  ¿Qué tipo de padres son esos que regalan laboratorios,  quieren que la nena sea farmacéutica y a la vez le arreglan un matrimonio?  ¿Como va a hacer las dos cosas?  Aparte que Flavia va a ir a estudiar en Madrid. ¿Enrique se va con ella?¿ O es compromiso largo?

El desfile acaba con la estrepitosa llegada de Doña Manuela que casi da vuelta al ruedo (y de paso pierde su sombrero alón) para abrazar a su visita. Doña Maria la mira raro porque no la conoce ni en pintura. Manuelita, toda corrida, tiene que explicarle que es su madre.

Maria de Maeztu comienza su charla ante alumnas, padres, Manuelas, Luisa y la caterva de maestras silentes y anónimas. Angela no ha venido (se la pasa con Paula) y Teresa está con Roberta en la finca. El discurso es extraordinario. No solo no concuerda con las ideas del personaje histórico, además es para sacar roncha. Se trata de una apología del individualismo . Doña Maria habla del “individuo” ( y me dieron ganas de soplarle “diga’ individua’.  ¡Use lenguaje incluyente!”) . Luisa incomoda pregunta si tanto énfasis en el “yo” no resulta poco ético y Maeztu le sale con la sandez de que tal como existe una ‘generosidad mala” existe un “egoísmo sano” .

Señora,  aprenda semántica. “Generosidad mala” es simplemente interés y mezquindad. “Egoísmo sano” es un oxímoron. A lo que se refiere es a un punto entre autoestima y autoprotección. El momento en que se debe pensar en uno por el bien común. Ejemplo, madre enferma debe alejarse de sus hijos para atenderse porque si no morirá y sus niños quedarán huérfanos.

 Pero cuando Maria pide un ejemplo, nadie puede dárselo porque el termino es confuso e incómodo. La primera regla del mercadeo es que para vender un producto o idea no deben usarse adjetivos negativos. Es entonces cuando Manuelita levanta el ala y exhibe la característica más común de las mujeres de esta historia y que hasta ahora ella había ocultado, la estupidez.

Manuela ofrece como ejemplo el divorcio y Maria de Maeztu lo acepta alborozada. ¿Queee? ¿De cuando el divorcio es un acto egoísta? Y por qué Manuelita que obviamente habla de sí misma, va a ser egoísta divorciándose o separándose de un hombre que se la puede pasar un año sin tener sexo con ella?

Manuelita no piensa en su audiencia. Traer a colación un tema al que incluso muchas feministas le temían, solo consigue una estampida general encabezada por Doña Manuela. ¿Y dónde quedaron todas las venias y corcoveos? Probablemente con la verdadera Maria de Maeztu que jamás hubiera dicho esas palabras que los autores ponen en la boca de su clon.

Manuelita pide disculpas por el mal comportamiento de su audiencia, pero está en la gloria ya que su ídolo le dio permiso de librarse del marido. En eso llega la rival de amores de Maeztu, Teresa que viene arrastrando maletas y a Roberta tras de sí. Teresa (increíble porque uno se esperaba que supiera quien era MDM) la ignora olímpicamente, le lanza un frio ‘mucho gusto”,  sin mirarla (Roberta con su simpatía habitual,  le lanza a MDM una mirada de búfalo enojado) y exige que Manuelita llame a reunión  al claustro.

¿Confiamos en la Justicia?
Manuelita entra con Teresa dejando que su invitada de honor se las arregle sola. A ver si no le robaron el carro o no la linchan los padres. Las noticias que trae Teresa son recibidas con bocas de Pequeña Lulú y ojos de Bart Simpson. Nadie puede creer que “Rafita, tan formal “sea un depredador sexual.

Manuelita está alterada. Hacer esto público no solo repercutirá en Roberta y su reputación,  también en una escuela que no sabe cuidar a sus alumnas. Cuando Manuelita dice que no pueden echarse encima a los Peralta, Teresa pierde los estribos. Dice que hay que delatar al Rafi y “confiar en la justicia”. Para confiar en la justicia, Tete, hay que conocer todas las repercusiones legales de una demanda. A mí lo que me deja patidifusa es que entre todas estas señoras, tan letradas y cacareadas, ninguna diga “asesorémonos con un abogado”.

Manuelita habla con Roberta, que gimotea que la directora no le cree. Manuelita le pide a Teresa que no le cuente a nadie de la demanda. Teresa hace lo mismo con Roberta y ahuyenta a las niñas que están muy curiosas por saber por qué la profe se trajo a Roberta de regreso. Me encanta cuando Teresa, tan predicadora del anarquismo, se pone los pantalones de la autoridad.


Ahora Tere es Paris Hilton
Ramón está ayudando a Teresa a ordenar el cuarto de la maestra cuando encuentra la esquela manchada de sangre. Inmediatamente, hace sus sumas y decide que Teresa es la asesina de embajador. Teresa chilla, patalea,  y finalmente se quita la careta o se pone otra. 

Le cuenta que su padre abandonó a su madre embarazada, pero que se encargó  de pagarle los estudios a la hija, pagarle todos los viajes y los caprichos. “Pero siempre sola” musita Ramon que debe leer folletines,  porque está a punto de soltar un lagrimón.


Ok, Teresa es “la pobre niña rica” Pero nadie se da cuenta que sin esos viajes, sin esos estudios, sin esos cheques, ella no seria la de pantalones, la que se los quita con cualquiera, la que da catedra para que todos vivan como ella. Seria a  lo mejor como Flavia, con un hogar bien constituido, padres cariñosos,  pero que la obligarían a casarse con un desconocido.

Roberta, fiel a su promesa, responde a la curiosidad de sus compañeras con un “¡no me meto en vuestros asuntos, no os metáis en los míos!”. Sin embargo, parece que le manda recado a Rafita, porque este la espera en el portón , solo, y no es Hora Peralta. Roberta sale , se le acerca, le grita que es un hijo de puta, que la violó y que lo va a denunciar. Bien, Roberta, ya pusiste en aviso a Los Peralta.

Aparte de imbécil, hay algo que no entiendo en ella. Para bien o para mal, he conocido muchas mujeres violadas, todas en circunstancias diversas. El vínculo en común es el terror y repugnancia que sienten por sus atacantes (me imagino como se estará sintiendo la víctima de La Manada con esa gentuza suelta).Roberta, más que asustada,  está furiosa. Mas que rechazo (y por cosas que dirá en el juicio) se siente defraudada y con razón.

Doña Manuela se lleva de paseo a su hija. Le dice que los indignados padres de Flavia van a retirar la oferta del laboratorio. Le recuerda a Manuelita su sueño de poner una universidad. Uff, Siiiii, Manu va a ponerla y Candela será la jefa del Departamento de Ciencias (y ese mismo día me caso con Nikolaj Coster-Waldau).

 No es que Manuelita no pueda algún día dirigir una universidad , pero como que hay un largo trecho entre sus fantasías y las realidades. Igual, se le iluminan los ojos. Su ambición prima. ¡Pinky y Cerebro se van a conquistar el mundo !Primer paso. Manuelita pide disculpas a los padres de Flavia. La madre se complace en humillarla recordándole que es joven e ignorante. ¡Me encantan esos aretes!

Ahora la Capilla es Motel
Entretanto Tomasito se ha metido en la academiaya se sabe que Los Peralta por ahí se pasean como Leticia por El Pardo y le dice a Flavia que ya que no van a verse nunca más, quiere pasar una última noche juntos. Flavia acepta.

Esa noche, Flavia se pone muy guapa. No voy a elegir el vestido como el mejor de la noche porque no me gusta la falda asimétrica. Aparte que solo se pondrían de moda al final de la década, pero me encanta el entresacado de la parte alta.

Flavia va de salida con bolso en mano,  cuando se le aparece Roberta que le espeta un  “¡ni yo  cuando me escapaba me ponía tan elegante! “ Yo sé que la intención tras la escena es proteger a Flavia, ¡pero qué mal lo hace Roberta! Primero, no es quien para criticar como se vista la compañera. Segundo suena como que está envidiosa, como que extraña esas escapadas. Seria natural, yo creo que a Roberta lo que le importaes  haber perdido el sitial de honor como la novia de Rafita Peralta, y eso le duele.

Roberta le dice a Flavia que no se acerque  a Los Peralta porque Rafita la violó estando borracha.  Su compañera le pregunta que si estaba tan borracha cómo es que recuerda. Yo entiendo a Flavia, y tengo la impresión de que Roberta de antes que mangoneaba a las compañeras y muchas le tienen tirria. Yo creo que no  es como para ganarse un premio de simpatía Recordemos lo que escribieron en las esquelas anónimas. Por eso , por llevarle la contraria, pueden poner en duda la palabra de Roberta.

Flavia se va en busca de Tomas, que parece que se ha pasado todo el día en la academia. Le ha preparado un nidito de amor en….¡LA CAPILLA! Ahora sabemos para que sirve el bendito lugar. Para añadir insulto a la injuria, Tomasito dice : “No te preocupes, que en la noche ni D-s viene por aquí”. Ni en el día, muchacho, ni en el día.

Realmente me siento motivada a emprender una empresa para rescatar a esas pobres alumnas que están en serio peligro. Esa academia es una amenaza para la salud. Nadie vigila. Curro Jiménez y sus bandoleros podrían squearla,podrían venir los gitanos y robarse a las niñas.  Los novios se pasan la noche ahí. Hasta ponen música,  “After You’ve Gone”de Marion Harris , y  toda la academia se vuelve sorda total.

Ya sé que debería tenerles lastima  a estos pájaros, que no hacen más que apapacharse, pero hay algo en ellos que me provoca un cierto rechazo. ¿Qué son?  ¿Quiénes son?  ¿cómo los criaron?  Parecen animalitos. Flavia le hizo caso al párroco y no votó; sus padres se desmayan al oír la palabra “divorcio” y ahí esta ella abrazada a un hombre,  debajo de las miradas de los santos,  y envuelta en el mantel del altar.  Y no, no soy ñoña, pero hay lugares y lugares. Y en esta novela, por no llevarles la contraria a un hombre, las chicas siempre están haciendo cosas desubicadas.

En cuanto a Tomas, ya lo caché. Así son en su familia. Seguro que la madre es de confesores y ropero de la Virgen, pero el padre y los hijos son oligarcas librepensadores. Tal vez masones. El anticlericalismo español no nació con los Rojos. Me pongo a mirar al futuro… ¿Dónde estará Tomas en quince años más? ¿Fotografiando milicianos que queman iglesias?  ¿ Será de esa rama de la Falange, que de tan nazi creía que el cristianismo era una superstición judía, o de los que se pusieron a perseguir al Opus Dei?

Casi al amanecer, Flavia le cuenta al novio sobre la violación de Roberta. Tomas se indigna ante lo que juzga una calumnia a su hermano. Se enoja con Flavia, la deja llorando y casi arrolla a Manuelita que viene de entrada.

Manuelita ve el desmadre que dejaron en la capilla y carga contra Flavia. La acusa de engañar a sus padres y le recuerda lo que Maria de Maeztu dijo sobre el egoísmo “malo”. ¡Yaaa! Hasta la mensa Flavia se da cuenta del juego y responde que Doña Maria les recomendó velar por sí mismas.



Al día siguiente, Manuelita acompaña a Flavia y a sus padres a una escena con Enrique. Más despejada, la directora aconseja a Flavia no casarse, pero la niña dice que no quiere hacer sufrir a sus padres.

 Manuelita acompaña a su marido a una reunión en el cortijo de Los Peralta. El Viejo Peralta la felicita por su embatazo (!!!) Este Martín nerece un codazo en el higado. Peralta entonces reconoce saber que la Academia va a denunciar a su hijo Le pide que antes, la directora hable con Rafita.

Ahí,  el violador le dice que sabe que lo van a denunciar. Da una versión de los hechos en los que confirma que tuvo sexo con Roberta,  pero que fue consensual.Por cinco minutos, Rafita se echó la soga al cuello y Manuelita tuvo la sartén por el mango. Al admitir que pasó algo con Roberta, ya Rafita ponía el primer peldaño para su cadalso.

Hablaré más de esto en otra ocasión, pero Manuelita debió decir que ya el claustro en pleno había disuadido a Roberta de la demanda. Total, no hay que ser honestos con un violador. Lo importante es ese testimonio del agresor, pero Manuelita como todas estas mujeres de la serie, tiene el IQ dormido. ¿De qué vale una serie de mujeres si todas son estólidas y de pocas luces?

¿Qué le pasó a Manuelita?
Para ser justos con Manuelita, la cabeza no le funciona porque es presa de tremendos dolores que la tienen al borde del desmayo. Otro error de la serie es no explicarnos los síntomas y las causas de estos. Yo llegué a pensar que estaba en estado.

Manuelita parte a la Academia y acusa a Teresa de desobedecerla haciéndole saber a Los Peralta de sus planes. En vez de defenderse, de decir “busquemos al delator “ la pelirroja  acusa a Manuelita de ser igual a la madre y de solo pensar en la academia. 


Teresa, que nunca ha tenido nada suyo, que no ha creado nada, no sabe de lo que habla. Al final ella está comiendo gracias al sueldo de la academia. Manuelita se altera. En la escala, le da un vahído y rueda por los peldaños.

Se despierta en casa siendo atendida por su padre. Don Pascual se arrepiente de haberle recetado un anticonceptivo a su hija que la ha puesto mal (WTF?). Se abre la puerta. Martin y su suegra, que estaban con la oreja parada, miran a Manuelita con cara de inquisidores.

Lo próximo es Martin aullándole a la mujer que se siente pésimo porque su mujer prefirió arriesgar su vida antes que hablar con él. Cierto, pero Martincillo tú nunca escuchas. Ahora mismo Manuelita intenta hablar y no la dejas. Entra Don Pascual y le ordena A Martin que deje descansar a su hija.

Al día siguiente, Martin vuelve a la carga y exige, no una explicación sino una “disculpa” Esto es demasiado para Manuelita que estalla y le lanza una disculpa sarcástica en la que se excusa por haberse anulado en un empeño por complacer al marido. Acto seguido, le ordena a Martin estupefacto, que agarre sus bártulos y se marche. La casa esta a nombre de Don Pascual y ella tiene el derecho y el gusto de correrlo. Yeeeh, Manuela!


Teresa visita a Manuelita para pedirle disculpas. La directora la exonera y le dice que quiere ser como ella, tenerlo todo. Teresa, muy sincera, le cuenta que tenerlo todo es vivir sola, que ella ha alejado a todos los que se le acercaban y termina con una estocada “tú tienes a Martin”.  Ósea, Manuelita envidia a Tere, y esta quiere lo de su jefa. nadie está contento en este mundo.


A solas, Teresa saca del bolsillo una carta de Nildo. Viene desde Madrid, y  le ofrece que venga a visitarlo.

Lo Qué Vio Macarena
Ahora nos toca hablar de Angela. En estos días ha estado ausente tanto mental como físicamente. Llega tarde, o no llega, inventa enfermedades de los hijos, evita preguntas. Luisa le aconseja  ser más cuidadosa de su trabajo, pero Angela vive un sueño de amor y no quiere separarse de Paula.

A Teresa, la única que conoce su secreto, le dice que no entiende como algo malo puede hacerla tan feliz. “Disfrútalo” es la respuesta de Teresa.

Manuela va  más lejos. Le cuenta a Angela sobre su mal encuentro con el Yasol, con la esperanza de que su amiga le confié su secreto. Angela no se atreve. Comprensible su miedo, en esa época, pero le encanta un slogan que le suelta su jefa que uno “debe ponerse en peligro para ser feliz”.

 A ver, Angela está  corriendo riesgos como todos los enamorados, sobre todo los que están metidos en amores clandestinos.  El riesgo aumenta la pasión y nos hace creer que seremos siempre felices. No creo que a Manuelita achicharrarse la vagina la haya hecho muy feliz. Si hubiese quedado embrazada (y todavía no sé como lo evitó) hubiese sido muy infeliz. Usar un producto nocivo para su salud fue un acto desesperado, pero que la ayudó a tener un poco de paz, no necesariamente “ a ser feliz” La falta de dialéctica de los autores es abismante.

El hecho es que Angela se va a ver a Paula y terminan haciendo el amor en la alfombra. En eso llega Macarena. ¿No que estas niñas están internas? A cada rato, se van de paseo.  La pareja no ve a la niña, pero Maca si y se pone malísima,  aunque no dice nada. Ahora si que se va a armar la marimorena.


Mejor vestido
Totalmente futurista, es este elegantísimo tailleur de la mamá de Flavia. Digno de Greta Garbo que ese año todavía era una gordita que protagonizaba su primera película en Suecia. Me encanta la tonalidad de azul que han escogido y mas aun que la combinen con salmón. Tiene cuello y puños de piel, y ribetes en seda de color salmón.

Un vistazo a la espalda donde se puede admirar el diseño asimétrico que crea la impresión de bufanda y que recuerda la pintura de Mondrian, pero que en realidad pretende ser una nueva versión de una túnica china notense los diseños orientales en la chaqueta en la foto anterior, y hasta el bolso de piel es precioso.


lunes, 25 de junio de 2018

Una Historia de Dos Madres: Las Mujeres de Patrick Melrose (II)



Aunque “Patrick Melrose” es la crónica de un niño abusado por su padre, la complicidad de la madre es determinante en la evolución del personaje. Serie y novelas describen como Eleanor es odiada y amada por un hijo que pasa a ser víctima del egoísmo y masoquismo maternos. Sin embargo, Patrick busca la felicidad uniéndose a una mujer que es lo opuesto a la madre, pero precisamente porque Mary no va a cometer los errores de su suegra, es  que esa relación peligra.

Es imposible en Este Año del  Señor del 2018, reseñar cualquier serie de televisión sin buscar en ella rasgos feministas o ausencia de tales, o ver si trama y personajes no se adhieren a las estridentes reglas mituteras. Yo creo que “Patrick Melrose” pasa los tests más exigentes de ese tipo. Sus personajes femeninos son potentes y están en primera fila. Incluso se les ha otorgado mayor realce sin pasar a llevar la línea argumental de Edward St. Aubyn.

Yendo aun mas lejos, la serie carece de escenas graficas de sexo donde se objetice a la mujer. En una entrevista,  Jessica Raine, que interpreta a Julie, la amante de Patrick,  ha dicho que para una escena en particular tuvo que quitarse el brasierre. Luego el director la llamó y le pidió que revisaran juntos el resultado final para asegurarse que ella estaba contenta y que la filmación no mostraba mas de lo que la actriz deseaba enseñar (nada). 

Eso para mi es indicación de una producción respetuosa tanto de sus actores como de su público. Después de todo,  la productora ejecutiva es una mujer,  Rachael Horowitz, y su equipo de producción que incluye a su marido y a Benedict Cumberbatch, también incluye una cuarta socia, Helen Flint.

Aun así, no creo que el MeToo considere a “Patrick Melrose” como una obra feminista, no con el personaje de Eleanor cumpliendo tan bien su rol de madre negligente y  de cómplice de los excesos  pedófilos de su esposo (y no solo en contra de Patrick). Aun después de muerto David,  Eleanor seguirá siendo un verdugo para su hijo. La agenda Mitutera reprueba cualquier intento de mostrar a las mujeres como capaces de cometer actos negativos. Probablemente verán en la actuación de Jennifer Jason Leigh un ejemplo del culpar a la víctima, puesto que Eleanor se ve como tal. Esa es su tarjeta de presentación ante todos los que intenten hurgar bajo esa imagen de bienhechora que se ha esmerado en construir.

Ya en  el primer capítulo de la serie vemos la obsesión filantrópica de Eleanor. Cuando llama a Patrick para comentar la muerte de David, ella está en Sudan cuidando de huérfanos. En el tercer episodio, Patrick le cuenta a Nicholas que su madre va rumbo a Polonia con una caravana de medicinas. Y en la cuarta entrega, descubrimos que en su vejez, y tras un infarto, Eleanor se ha involucrado con charlatanes de la Nueva Era a los que les hereda St. Nazaire que debería  pertenecerles a  Patrick y a sus hijos.


Para el espectador es un enigma que una mujer tan generosa con el prójimo  sea tan apática con su hijo. Es cierto que la serie nos muestra que durante su matrimonio, y para cuando David comienza a abusar de su hijo, Eleanor es narcodependiente y alcohólica. Es obvio que el estar casada con un monstruo la ha llevado  a ese extremo  Durante su excursión a un parque de diversiones, Eleanor se confiesa con Anne y le dice que David no fue siempre una mala persona y que ambos soñaron con hacer grandes cosas. Luego Eleanor le dirá a Bridget que cuando compró Sainte Nazaire, David y ella soñaron con fundar un hogar para alcohólicos, para luego murmurar irónica “y creo que lo hicimos”.


En Chile tenemos un dicho, “candil en la calle, oscuridad en la casa”,  para referirnos a quien es mezquino con su familia y altruista con extraños. Como Eleanor , muchos pretenden comprar el cariño y admiración ajena con actos de beneficencia. Estos se vuelven  una manera de ocultar sus flaquezas y falta de empatía con los suyos. Uno de los momentos mas crueles de la serie se da cuando Patrick, recién asaltado por el padre, busca el apoyo de su madre y la encuentra haciendo cheques para obras de caridad. Eleanor le dice a su hijo que siempre debe recordar ser caritativo con los no tan privilegiados como ellos. No creo que Patrick se sienta muy privilegiado en ese momento.

Cuando a Patrick le toca casarse elige una mujer totalmente diferente a Eleanor. Si uno escarba un poco en Patrick Melrose se encuentra con un drama victoriano a lo David Copperfield. David Melrose es un villano mas demoniaco que Mr. Murdstone, pero que domina totalmente a  Eleanor, quien como Clara Copperfield, es frágil y torpe. Eventualmente, David Copperfield se casa con una mujer tan débil e inoperante como su madre y solo al enviudar logra su estabilidad junto a la sensata y noble Agnes.

Mary Melrose es equilibrada, buena y maternal como Agnes.  La ironía es que son esas virtudes las que  destruirán  su matrimonio. Mary se vuelca en sus hijos, principalmente el pequeño Thomas. Tal como su padre, Patrick cae en celos infantiles y se refiere a Thomas como “el amante” de su esposa. Resiente que duerma en su cama y acaba acusando a su mujer de abandonarlo por los niños. Precisamente lo que su madre no hizo.

El mayor propósito de Mary, quien ha sufrido por la negligencia de Kettle, su egoísta madre, es darles a sus hijos un entorno familiar y una vida normales. Cree que eso también beneficiará a Patrick, pero comete el error de intentar acercarlo a Eleanor, incluso atendiéndola y tratando que sus hijos la vean como una abuela cariñosa. 
Mary y la egoísta Kettle

Cuando Mary ve que el conflicto entre su marido y su suegra (aunado al alcoholismo e infidelidad de Patrick) está afectando su matrimonio, le da un ultimátum, o cambia o se va. Mary no es Eleanor, ella no va a aceptar sumisamente que Patrick la destruya  y en su campaña de autodestrucción,  arrastre a sus hijos.

Volviendo al caso Eleanor, en sus novelas Edward St. Aubyn nos ofrece amplia información sobre ella, sus padres y hasta sus abuelos, pero toma tiempo comprender que esta mujer que hará de su vida un espectáculo de altruismo es incapaz de afectos personales. La negligencia de sus padres, el control de su dominante madre, incluso la mezquindad de su padrastro,  la han llevado a verse como una víctima que puede rescatar a otros, pero que no desea ser rescatada.

Finalmente Patrick, y Mary que se ha convertido en la confidente de su suegra,  comienzan a entender la dinámica de la relación de Eleanor con su marido. David,  con la sagacidad de un criminal,  ve  en Eleanor la presa perfecta. El necesita del dinero de la mujer y por eso estimula sus sueños de crear centros de ayuda en los que él colaborará. Aprovechándose de las inseguridades y credulidad de Eleanor la enamora y la consigue como esposa usando el truco más viejo del mundo, embarazándola.

Después de una boda clandestina, Eleanor es encerrada por su marido en la última posesión de los Melrose en Cornualles. Y ahí se desarrolla una novela gótica en el mejor estilo de Daphne Du Maurier. Eleanor es aislada del mundo. David no le permite ni la asistencia de un médico, alardeando que como doctor,  él puede atenderla. Por supuesto su atención es brutal y provoca la muerte de Georgina, su primera hija.

David se lleva el cadáver de su hija en su yate y lo arroja al mar ni siquiera darle a Eleanor el consuelo de una tumba donde llorar a Georgina.  Eleanor relata que es entonces que comienza a planear su separación. Sin embargo, dilata su huida hasta que una noche su borracho marido la persigue por las escaleras, la derriba, golpea, le mete la cabeza entre los barrotes y la viola, embarazándola de Patrick.

Ahí tenemos la imagen más patética de Eleanor,  victima de un marido golpeador y violador, y de un hijo no deseado. Sin embargo, quienes la conocen y escuchan este cuento comienzan a sospechar que Eleanor es una masoquista, que parte de su calvario también tiene connotaciones de sumisión sexual. Así lo describe Nicholas cuando le cuenta a Bridget como fue testigo de una escena en la cual, y siguiendo las ordenes de David, Eleanor, en cuatro patas y con la boca,  recogió todos los higos desperdigados por la terraza. Bridget inmediatamente nota las connotaciones sexuales de la escena que remeda para beneficio de Nicholas y de David.

En el ultimo capitulo, Mary recuerda que un día estando en la villa de Lacoste, su suegra le  mostró una carta de la hija de unos antiguos amigos que solían pasar sus vacaciones con ellos. La niña (ahora mujer) acusa a David de haber abusado sexualmente de ella (y probablemente de otros también). Eleanor está indignada ante lo que considera viles calumnias.

Confusa, Mary le pide a su marido que le confiese a Eleanor lo ocurrido. Ella espera que eso obligue a su suegra a enfrentar la verdad. Pero el momento en que David revela “mi padre me violó” solo obtiene de su madre la fría respuesta (sin siquiera mirarlo a los ojos)”a mí también”. De esa manera Eleanor se aferra a su rol de victima para evadir responsabilidades que la convertirían en cómplice de su marido. Es ahí que Mary pierde empatía con su suegra y se da cuenta de lo diferentes que son.

Lo inexplicable entonces no es que Eleanor permanezca junto a un hombre al que le teme tanto que camina en puntillas para que no la oiga. Lo inexplicable es lo fácilmente que puede huir . En la serie, Patrick tiene un flashback de como Eleanor lo despierta una mañana para despedirse de él. Le dice que debe quedarse con el padre hasta que sus abogados puedan otorgarle la patria potestad del niño. Es cierto que  es injusta y enredada en estos casos, pero el pobre Patrick tiene razón para sentirse abandonado.

No sé porque inventaron esa escena cuando la del libro es mas apetitosa. Eleanor ha recibido otra herencia estando en Lacoste. Su errático marido en vez de ponerse contento, amenaza con matarla. David comienza a estrangular su esposa que de pronto recuerda que tiene rodillas y le planta una en la entrepierna. 

Eleanor huye en su auto y regresa más tarde en compañía de dos gendarmes que vigilan que David no interfiera mientras su mujer hace su equipaje. Por supuesto, Patrick debe quedarse en St. Nazaire. Las leyes de entonces (y las de hoy en muchos países) impedían a una mujer sacar a los hijos del hogar familiar sin permiso del marido.

Aunque St. Aubyn no nos cuenta,  nos imaginamos lo fácil que será para Eleanor con todo su dinero conseguir la patria potestad. Sin embargo, Eleanor nunca acusa a David de pedofilia o de ningún tipo de abuso por lo que el pobre Patrick tiene que seguir pasando temporadas con el padre, pero David sin el dinero de su mujer se ve disminuido. Incluso sus amigos se alejan. Es ahí donde Patrick tiene el valor de negarse a tener sexo con el padre. Antes su sorpresa, David acepta. 

Ha habido una confusión en la forma en la que la serie ha planteado esa escena y muchos espectadores creyeron que era una fantasía del protagonista. Esa escena tiene lugar no solo en la novela sino también en el mundo real. El autor ha confesado que así fue como acabaron los ataques de su padre.

Entretanto,  Eleanor ha montado su espectáculo de Buena Samaritana, y a su vez se ha alejado de su hijo cuando éste más la necesita. Al mismo tiempo,  busca más hombres que la estafen. En un momento, Patrick intenta vender la colección de arte de su madre y descubre que la mayoría de los cuadros son falsos. Eleanor sigue siendo una victima de embaucadores que quieren su dinero.

El último de ellos será Seamus, un enfermero al que conoce en Irlanda después de que Eleanor sufre un infarto. Aprovechándose de la fragilidad y credulidad de la anciana, Seamus la hace legarle a él y a su secta de místicos de la Nueva Era, la villa de Lacoste. Para Patrick esto es un golpe mortal. St. Nazaire, a pesar de los malos recuerdos que encierra, se ha convertido en un refugio y un hogar tanto para l como para sus hijos.  El ser desheredado es  otra traición de su madre, lo que  significará para Patrick una caída en adulterio y el alcoholismo que casi destruirán a su familia.
Patrick discutiendo con Seamus

Antes de morir, Eleanor tiene una última tortura reservada para su único hijo. Le exige que la ayude a acabar con su vida. Patrick se ve obligado a buscar un lugar en el mundo donde la eutanasia sea legal. No es por venganza. Realmente cree que si cumple su último deseo, su madre al fin le demostrará amor.

 Aunque no esté de acuerdo, Mary lo secunda.  Después de mil tramites , exámenes y gastos, la Familia Melrose se prepara para llevar a Eleanor a Suiza, es ahí cuando la matriarca se niega. Es su última burla, el último escupitajo que recibe Patrick de su madre. Aun así, hay quien se sorprende cuando Patrick es incapaz de hacer un panegírico sobre el ataúd de su madre y huye de la capilla.

Mary lo sigue y Patrick grita que aunque ha sido mal esposo y padre mataría a quien quisiera dañar a sus hijos. ¿Cómo es posible que Eleanor que debería amarlo no lo haya protegido? El problema es que Eleanor no quería a nadie, ni siquiera a sí misma.

St. Aubyn acaba su quinteto en una nota esperanzadora. Varias cosas ocurren en la recepción post-funeral que ayudan a Patrick, quien recientemente ha salido de una clínica de rehabilitación para alcohólicos, a comenzar una nueva vida.

 La muerte de Nicholas quien sufre de un ataque de apoplejía en la recepción libera a Patrick de la presencia del ultimo cómplice de su padre. Mary enfrentándose a Kettle y acusándola de haber sido una madre desalmada, es un reproche público al abuso de los padres. Finalmente, Patrick en el cuartucho donde vive, se enfrenta a tres opciones encerradas en  tres mujeres, su  ex amante Julia, Mary, y una guapa camarera que ha conocido en la recepción. 

Patrick coge el teléfono, llama a Mary y acepta su invitación para cenar con ella y sus hijos. Podemos entonces pensar que finalmente ha comprendido que el amor se encierra en una madre, aunque no sea la suya.