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jueves, 28 de noviembre de 2024

El Fracaso de la Indomanía en el Siglo XXI.

 

 


Fue en este siglo en que hubo un movimiento fuerte entre académicos de la India de repudiar el Raj Británico de una manera mucho más violenta que en el pasado. Eso afectaría cualquier serie o filme sobre el periodo hecho en los últimos quince años por manos inglesas, desde la serie Indian Summers hasta Nautilus, una visión del Capitán Nemo, personaje de Julio Verne, como un libertador de su pueblo y enemigo del invasor británico.

Indian Summers (El fin de un imprio en Filmin, PBS Amazon, Thirteen Passport y YT)

Ese revisionismo histórico iba a traer una nueva ola de Indomanía que llegaría al Masterpiece Theatre en el 2015 bajo el nombre de Indian Summers. Sus dos temporadas cubrirían hechos (ficticios) ocurridos en Simla entre 1932 y 1935. Durante el Raj Británico, este enclave al pie de los Himalayas era la capital veraniega del Raj. Ahí se trasladaban el Virrey, su corte y todos los ingleses que pudieran pagarse un refugio del calor extremo que reina en la India durante el estío.

Viendo la primera temporada,  uno nota que hay un esfuerzo por copiar los tropos de La Joya de la Corona. Tenemos una chica inglesa con raíces en la India, pero que abandonó ese país a los ocho años y regresa adulta para sufrir un choque cultural que la empuja a un romance prohibido con un joven nativo que quisiera ser inglés. Tenemos un nativo injustamente encarcelado como parte de un complot orquestado por un inglés, no un policía como en La Joya sino un miembro de la corte del virrey. Tenemos ingleses racistas, misioneros ingenuos y nacionalistas indios.



Si La Joya tiene lugar durante la crisis política provocada por una posible invasión japonesa, Indian Summers ocurre en durante la Campaña de Desobediencia Civil de Gandhi. Como en 1942, el Mahatma está encarcelado, el Congreso Indio ha sido disuelto y los nacionalistas han iniciado protestas. Es ese el verano donde Lord Willingdon, el Virrey ha ido a Londres a solicitar ayuda, y dejado a cargo de su administración a Ralph Whelan (Henry Lloyd Hughes al que acabo de ver en We Were the Lucky Ones).

 Whelan es considerado como un gran partido y se conjetura que algún día será gobernador o hasta virrey. Quien lo cree es Madeleine (Olivia Grant, la Lady Adelaide de From Lark Rise to Candleford), una Princesa del Dólar que anda buscando marido en Oriente ya que no lo encontró en Occidente. Quien lo cree es Cynthia (Dame Julie Walters),  hada madrina de Ralph y la dueña del club más exclusivo de Simla. Cynthia también cree en que el Oriente y El Occidente nunca debe encontrarse. Para evitar que los indios y blancos se unan,  llegará hasta el crimen. Nunca me imaginé oír de la boca de Mama Weasley tanto racismo toxico como el que expresa el personaje de Dame Julie en Indian Summers.



La historia comienza con un viaje en tren, y una inglesa que acaba de llegar a Simla. Alice Whelan (Jemima West) no viene buscando un hombre, viene huyendo de un mal marido. La presuntuosa Sarah Raworth (Fiona Glascott de Julia)  quien pretende darle lecciones de comportamiento, es la esposa de un misionero cuya misión no comparte. Al final del viaje, Sarah ha recibido varias humillaciones como descubrir que Alice es la hermana del hombre más importante de Simla.



Alice es recibida con mucho cariño por su hermano. Entre ambos deciden hacer creer a todos que la recién llegada es viuda. Esa noche en el club de Cynthia, Ralph recibe a visita de su amanuense Aafrin (Nikesh Patel)  que viene a entregarle unos papeles. Por no ser blanco, Aafrin debe esperar afuera. Cuando Los Whelan salen a recibirlo, aparece un hombre que le dispara a Ralph, pero el impacto le llega a Aafrin. A gritos,  Alice consigue que lo lleven a un hospital de blancos y viaja con él. Para el espectador resulta obvio que aquí se cocina una historia de amor prohibido.

Sin embargo, no es en nada parecido a la obra de Paul Scott. Jemima West es pésima actrizya lo noté en Maison Close y crea un personaje semi histérico que siempre parece estar asustada. Su personaje es altanero con quienes no debe como Cynthia y Sarah. Esta última hace averiguaciones, descubre que el marido de su enemiga vive, y decide chantajearla. Alice no toma las medidas para protegerse. En cambio, se involucra físicamente con Aafrin, sin entenderse que la atrae de chico. El que lo espíe en sus encuentros en el cementerio con su otra amante, da un toque sórdido a una relación que era sublime en La Joya de la Corona.

Aafrin también está a años luz del encanto trágico de Hari Kumar. En La Joya dela corona, Scott nos cuenta que Hari era tan guapo que atraía a hombres y mujeres de todos los colores, esa era su desgracia. Art Malik interpretó a Kumar como si fuese un inglés de piel oscura, desde sus modales sofisticados a su manera de hablar con acento británico y lenguaje de persona educada en escuelas privadas. Malik reaparece en Indian Summers como el Maharajá  de Amritpur que es exactamente lo que Hari pudo haber sido si hubiese tenido dinero y posición.




El pobre Aafrin es feíto, habla con acento de caricatura y es un indeciso zarandeado por su familia. Su padre (el omnipresente Roshen Seth ), es un héroe de Gallipoli que quiere que su hijo ascienda en la administración del opresor británico. Su madre quiere que Aafrin se case con una chica parsi como él en vez de estar tonteando con la hindú Sita. A las hermanas de Aafrin les gustaría que él se rebelase y uniese a los nacionalistas de Gandhi. Al final de la primera temporada, Aafrin es amante de Alice, se ha desilusionado del Ralph y del Raj, y ha sido chantajeado por extremistas, seguidores de Chandra Bose, para convertirse en un infiltrado rebelde en la corte del virrey.



Sin embargo, la primera temporada tuvo sus momentos y personajes queribles.  Eso ocurrió con el romance prohibido entre Dougie Raworth (Craig Parkinson) y Leena (Amber Rose Revah), la maestra de raza mixta que comparte su sueño de educar a niños de castas inferiores o sin casta como ella.



También la subtrama de Ian, el joven escoses que viene a hacer fortuna con su tío para descubrir que la fortuna ahora pertenece al indio Ramu Saad con quien el muchacho establece una amistad que trasciende el color de piel. Incluso Aafrin tiene su momento de gloria al convertirse en el primer nativo en ser admitido en el club de Cynthia. Lamentablemente, la historia perdió Norte en la segunda temporada, Se volvi'o exagerado que los únicos que triunfaban eran los malos y los cobardes y que los buenos terminasen muertos o presos.  Los ratings tocaron fondo y la serie fue cancelada.



Aun asi recomiendo esta serie que puede encontrarse en Filmin bajo el título de El fin de un imperio. Sobre todo por el glorioso vestuario del cualles dejo ejemplos.





                                              Madeleine




El Toque Chadah

Una de las mayores quejas en contra de Indian Summers es que no fue filmada en Simla, ni siquiera en la India. Fue filmada en Malasia y Singapur lo que hacía decir a los puristas que era una serie falsa y artificial ya que ni flora ni clima ni paisaje correspondían al escenario al pie de los Himalayas . La decisión entonces fue que futuros dramas indios serian filmados en el subcontinente y bajo la guía de alguien más conocedor de zona y tema.

Se eligió a Gurinder Chadah creadora de éxitos como Bride and Prejudice y Bend It LIke Beckham. Curiosamente, la señora Chadah no era de la India, sino de la comunidad india de Kenia, se había criado en Londres y estaba casada con un japones-americano. Chadah estaba enamorada de relatos eduardianos como Upstairs, Downstairs y Downton Abbey y quería trasplantar la formula a un escenario indio.



Su primer proyecto fue The Viceroy’s House en el 2017. El libreto estaría a cargo de Paul Mayeda, esposo de la directora. Para esta descripción del último Virrey de la India se trajo al dueño de la Abadía de Downton. Hugh Bonneville encarnó a Lord Louis Mountbatten de Birmania. Gillian Anderson, quien había rechazado el rol de lady Cora en Downton Abbey era Edwina Mountbatten. A ellos se les agregarían actores indios para poblar el mundo de “debajo de las escaleras”.



Bonneville interpretó a un Mountbatten ingenuo y bien intencionado, muy diferente al de The Crown. El libreto lo muestra como un peón en una estratagema británica, fraguada por Churchill para dividir el Raj en dos naciones. El público inglés se enfureció y exigió saber de dónde había sacado la directora este bulo puesto que Churchill no estaba en el gobierno en 1947 y ni él ni ningún político británico quería dividir el subcontinente. Los indios gritaban porque Gandi tampoco quiso la Partición y porque el filme les quitaba toda agenda política. Los pakistaníes gritaban porque, aunque es cierto que la Partición fue idea de su líder Mohamed Ali Jinnah, los musulmanes son retratados o como bobos o simplemente villanos en la película.


Los Mountbatten con Gandhi en la ficción y en la realidad.


Manish Jadal da vida a Jeet Kumar, el valet del Virrey. Aunque es hindú está enamorado de la muslime Aalia (Huma Quereshi). El padre de la chica ya le ha arreglado un matrimonio con alguien de su comunidad. Jeet es tan ingenuo como su patrón y cree que la independencia solucionará todos los problemas de su patria. Durante los horribles disturbios que marcaron la Partición, el tren de Aalia es atacado. Jeet la cree muerta, lleno de ira acusa a Mountbatten de todas las desgracias de la India y lo amenaza con un cuchillo. Ni Daisy, la insolente pinche de cocina de la Abadía, se hubiese atrevido a tanto.



Nadie quedó contento con esta película e incluso se la prohibió en Pakistán. Se la acusó de falsear la historia a pesar de que Gurinder Chadah insistía en que había documentos que probaban su tesis, pero nunca se encontraron. En este artículo explican de dónde sacó esa mentira.

Beecham House (PBS Amazon, Thirteenth Passport, Tubi y YT)

La Señora Chadah no escarmentaba. En el 2020 nos brindó un modo exótico de entretenernos durante la pandemia. En otra nota hablé de Beecham House, que su creadora definiría como
“ Downton Abbey en Delhi”.  Novedosamente, Paul Mayeda situaría la acción antes del Motín, en los días de la East India Company, sobre como un ex soldado de esa entidad (Tom Bateman) hace fortuna, adquiere como esposa a una princesa y se convierte en aliado del último Mugal de la India (interpretado por Roshen Seth).



Suena interesante en papel, pero la trama principal y las intrigas en contra de John Beecham son tan frágiles y sin enjundia que se solucionan rápidamente en el episodio final. Argumentalmente, la serie no tiene espina dorsal. Tal vez por eso tuvo ratings tan inesperadamente bajos que no se la renovó y eso que había quedado en un importante cliffhanger.

Efectivamente es Downton Abbey, porque su trama gira en torno a los quehaceres de amos y criados y la interactuación de ambos grupos. Si teníamos una Abadía, aquí tenemos un palacete.  A diferencia de Indian Summers, Beecham House fue filmada en la india (en Rajastán) y visualmente es un homenaje al color, al paisaje y la cultura indios. Es lo más llamativo de la serie que combina un pequeño ensemble de actores caucásicos con un elenco indio que interpreta a los criados del Teniente Beecham, a su familia política y al Sultán de Delhi y su familia.





Reitero, el problema reside en el argumento que además de ser lento e inacabado, ofende a las sensibilidades modernas. Como dijeron los críticos woke, es la historia de un par de hermanos blancos que traicionan a mujeres de color. Mrs. Chadah cometió un gaffe que Indian Summers evitó. Aunque esta última tuvo en su historia británicos buenos enamorados de mujeres indias, ninguno de esos romances prosperó. El misionero Raworth perdió la vida y el bondadoso Ian tuvo que conformarse con ver a Sooni casarse con un musulmán.

                                          Ian y su amor sin esperanzas por Sooni

En Beecham House, John Beecham rechaza el amor de su cuñada, la Princesa Chandrika (Pallavi Sharda), prefiriendo a la inglesa Margaret (Dakota Blue Richards de Endeavour). Su hermano Daniel (el siempre exquisito Leo Suter) seduce y embaraza a la criada Chanchal (Shirya Pilgaonkar). Además de la perpetuación del concepto racista kiplinesco “East is East and West is West…”, los críticos indios se andaban quejando de que John Beecham era un “salvador blanco”.



Como que andaban un poco perdidos con sus críticas. Bobo y aburrido, el personaje de Tom Bateman se metía en líos a cada rato y él debía ser salvado por gente de todos los colores. También se juega mucho con posibilidades y misterios en la trama. Al comienzo creemos que August es hijo de Chanchal, luego que su madre es Chandrika. Yo llegué a especular que el bebé no era hijo de John sino de su díscolo hermano.


                                                        




Aun así, Beecham House tiene méritos que van más allá de ser un agasajo visual, sus personajes femeninos son muy interesantes ya que representan todos los espectros del estereotipo de las memsahibs. Me temo que Chadah y Mayeda cometen el error de privilegiar a las mujeres blancas.  Las hindúes son estereotipadas, la princesa, la criada, etc.  Chandrika es demasiado altanera; Chanchal demasiado ingenua y las encargadas de las intrigas palaciegas son un par de hembras manipuladoras.

En cambio, fue divertido ver a Lesley Nichols, la Mrs. Ptmore de Downton Abbey ahora convertida en patrona. Mrs. Beecham es como la Mrs. Moore de Un pasaje a la India, también ha venido en busca de un hijo y acompañada de quien cree puede llegar a ser su nuera. Bessie Carter de Bridgerton y que pronto veremos como Nancy Mitford en Outrageous, da vida a Violet, muy diferente de Adela Quested, tal como Henrietta Beecham no es tolerante como Mrs. Moore.

Poco a poco descubrimos que la madre de Los Beecham trae secretos. Su esposo fue transportado a Australiano se especifica su crimen y sus hijos fueron a buscar fortuna en los confines de la tierra. En su soledad, la pobre anciana ha encontrado consuelo en el láudano. El caso Violet es más interesante. Parece ser una de las primeras candidatas de la ‘”Fishing Fleet”. Así llamarían, en el siglo XX,  a chicas inglesas que, incapaces de encontrar marido en su tierra, iban a “pescar” a algún incauto servidor del imperio.

Violet se ha criado con los Beecham y es convencida por Henrietta que puede casarse con John. Ante su sorpresa descubre que John tiene un hijo mixto, que la cuñada quiere reemplazar a la hermana y que el ex soldado de la Compañía ha puesto sus ojos en otra inglesa. Violet no se amilana y hace la lucha con todos los medios a manos. La casa de Beecham se vuelve un gallinero con peleas entre criados y patrones, y enredos románticos. Mas encima, a Henrietta se le acaba el láudano.



Violet demuestra su temple y, en un acto inimaginable para Adela Quested, se pone un sari y parte al bazar donde consigue el opio deseado. A su retorno,  es asaltada por un ladrón, pero evidenciando lo que una mujer necesitaba para sobrevivir en esa jungla, le propina una paliza al atrevido. Ahí Violet se ganó mi respeto.

Sin ser tan físicamente vigorosa, Margaret Osborne es también una mujer de recursos. Llegó a la India a la zaga de su único pariente, un hermano que la abandonó. Margaret consigue empleo como institutriz de la hija de un millonario de Delhi, allegado a la familia real. En esa posición, Margaret también establece contacto con la Sultana y otras mujeres de la zenanna del Mughal y hasta es cortejada por el General Castellon (Gregory Fitoussi  de Speakerine, Mr. Selfridge, La Garconne). Sin embargo, será amor a primera vista para la institutriz y John Beecham cuando se encuentren. Aunque intrigas y malos entendidos los separen, Margaret, que no es tonta, los supera y se convierte en gran ayuda de John y su familia.



Margaret representa a otro tipo de memsahibs, las que vinieron a buscar empleo: misioneras, maestras e institutrices. Después del Motín y antes de la Gran Guerra, ser institutriz en la India era un gran prospecto para chicas de clase acomodada y con espíritu aventurero. No iban a atender hijos de soldados y burócratas, no señor. Venían a enseñar a la prole de príncipes, nababs y maharajás. a convivir en esas mini cortes imperiales y, como Margaret, a tener contacto con personajes exaltados del Raj.



En Women of the Raj, Margaret Macmillan describe como a partir de la segunda mitad del Siglo XIX, había inglesas trabajando como secretarias, institutrices y damas de compañía en las familias reales de la India. Esto continuaría hasta a independencia, un ejemplo fue Edith Tottenham que entre 1911 y 1920 como acompañante, secretaria y confidente de la Maharaní de Beroda.

Beecham House cerró el mercado de la Indomanía. De ahora en adelante se dejaría que la historia del Indostán quedase en manos de su gente. En la pandemia, FX sacó al aire una nueva versión de Narciso Negro, tan olvidable, que se la vendió rapidito a Amazon donde ahora cobran por verla. El último intento por parte del mundo Anglo de usar el Raj Británico como tema, aunque sea de fondo, ha sido Nautilus, una versión revisionista del Capitán Nemo.



A pesar de que ya Julio Verne nos lo había descrito como de origen indio y enemigo de los conquistadores de su tierra, este Nemo es tan antieuropeo que ya parece terrorista de ISIS. Gattocito me ha dicho que la serie (todavía no vista en USA) es propaganda woke total, léase todos los habitantes del subcontinente eran Bambi y todos los ingleses eran Godzilla.

Bibliografía Consultada

Bromfield, Louis: The Rains Came (traducida como Vinieron las lluvias)

Foster: E.M. A Passage to India (traducida como Un Pasaje a la India)

Godden, Rumer: Black Narcissus (Traducida como Narciso Negro)

                              The River (traducida como El Rio)

Kaye, M.M.: Far Pavillions (Traducida como Pabellones Lejanos)

Lapierre, Dominique y Larry Collins: Freedom at Midnight (traducida como Libertad a Medianoche)

MacMillan, Margaret: Women of the Raj.

John Masters:  Nightrunners of Bengal 

The Deceivers

The Lotus and the Wind

Bhojwani Junction

Bugles and a Tiger

The Road Past Mandalay

Prawer Jhabvala, Ruth: Heat and Dust (traducida como Calor y Polvo)

Scott, Paul: The Raj Quartet: The Jewel in the Crown (traducida com La joya de la corona)

                                                    The Day of the Scorpion (traducida como El dia del escorpión)

                                                     The Towers of Silence ( traducida como Las torres del silencio)

                                                     The Division of the Spoils (traducida como El reparto del botín)

Trevelyan, Raleigh: The Golden Oriole

 

 





lunes, 25 de noviembre de 2024

Nostalgia y Denuncia del Raj: La Indomanía en cine y televisión

 



En 1982, Lord Richard Attenborough nos traía otra de sus largas épicas. Gandhi desataría una obsesión con el Raj Británico,  tantoen  la pantalla grande como en la chica. Esta fascinación muchas veces tuvo dejos de nostalgia a la par de denuncia del colonialismo.  Aun así, no se deja de admirar a hombres, y sobre todo mujeres, que dedicaron su vida, a crear y mantener un imperio.

El Breve Auge de la Indomanía

Hace un tiempo que hay conciencia entre historiadores del cine de que en Los 80 hubo un ciclo de filmes enfocados en el Raj británico, lo que yo llamo “ Indomanía”. Aunque solo duró un par de años suscitó memorias y artículos sobre la India. Ahí entró a Occidente la onda Bollywood.

Aunque reconozco que el racismo y estrechez de mente de la administración británica (ni hablar de la absurda Partición en dos países) tuvo efectos muy negativos en la vida de la población nativa, también reconozco el esfuerzo titánico de miles de súbditos de su majestad que perdieron salud y hasta sus vidas en sus esfuerzos de convertir a la India en una nación moderna. Sobre todo, recuerdo a las mujeres que, siguiendo a sus maridos, buscando esposo, o como maestras y misioneras,  vinieron a un universo alejado de Europa y de su tierra natal. El tema de la inglesa atrapada por prejuicios, o por carencia de ellos, es el núcleo de la trama de los productos de la Indomanía. Es por eso que enfoco esta nota en ellas.

La belleza turística de la India comenzó a ser explotada en dramas escapistas del Hollywood Ochentero tales como Octopussy de la franquicia de James Bond,  e Indiana Jones and the Temple of Doom, pero lo que caracterizaría a esta fascinación sería una especie de revisionismo histórico que borrara la imagen heroica de la colonización de la India. El primer ejemplo fue Gandhi en 1982, pero esta alabada obra pecó en varios frentes. Fue extremadamente larga, aburrida,  confusa y superficial en su retrato del gran líder,  de su patria y tiempos.



Calor y Polvo

La Indomanía reaparecería al año siguiente en un filme menor llamado Heat and Dust. Ruth Prawer Jhabvala era una refugiada judía cuya familia huyó de Hitler y se instaló en el Reino Unido.  Ruth se casaría con un arquitecto parsi y se trasladaría a vivir en India . Ahí fue donde Ruth comenzó a escribir novelas y guiones para el cine británico.

Su octava novela, Heat and Dust había ganado el Premio Booker en 1975 y la adaptó a la pantalla grande como parte de su sociedad con el dúo de productores Merchant y Ivory. El filme inició la era dorada del dúo, fue nominada a una Palma de Oro en Cannes y recibió dos BAFTAS, uno para Prawer Jhabvala.



Heat and Dust explora el conflicto de la mujer occidental en el Raj Británico. La historia es narrada en primera persona por Anne (Julie Christie) que ha venido a la India a descubrir por qué su tía abuela, Olivia Rivers (Greta Scacchi) abandonó a su esposo para huir con el Nabab de Satipur (Sashi Kapoor). Se trata de la historia de dos inglesas que, en épocas diferentes,  se embarazan de nativos sin llegar a entender nunca lo que es la India.



A diferencia de Anne, que viene a una India independiente en busca de un secreto y acaba un poco como turista, Olivia llegó en Los 20, a un principado musulmán donde la administración inglesa intentaba sacar del medio al Nabab . En Olivia  tenemos el ejemplo de la mujer inglesa, ingenua y llena de ilusiones preconcebidas sobre la India y el Raj, que al desilusionarse cae fácilmente bajo el embrujo de un conocido casanova.

                                      Olivia y su Nabab

Los críticos encontraron ciertas similitudes entre esa novela y A Pasage to India de E.M. Foster. El personaje de Nicholas Grace en Heat and Dust  se supone que fue inspirado por el escritor ya que Foster, también gay,  había encontrado empleo como secretario de un príncipe hindú. Ambas novelas giraban en torno a una joven inglesa que se ve atrapada por los prejuicios de una  sociedad racista que solo ve en los indios a salvajes paganos que quieren mancillar la virtud de la mujer blanca.

Un Pasaje a la India

En la novela de Foster nos encontramos en Chandrapore, una ciudad bajo el control británico. Hasta allá llega Mrs. Moore en compañía de Adela Quested, su futura nuera. Ambas van en busca de Ronnie Heaslop que ha encontrado una provechosa carrera como magistrado en el sistema legal del Raj. En esta novela,  Foster por primera vez presentaba el tropo de la inglesa moderna y un poco liberal que choca con los prejuicios del Raj Británico que muchos creen fue el gran error de la administración colonial.

Tanto Mrs. Moore como Adela ven con desagrado como Ronnie se ha vuelto parte de ese ambiente:  “ a proper sahib”. Adela y su suegra hacen amistad con el Dr. Aziz, un joven e ingenuo doctor indio que desea establecer nexos con los ingleses quienes, con una sola excepción, lo miran con desprecio. El clímax es en un paseo organizado por Aziz que los lleva a él y a Miss Quested a las misteriosas Cavernas de Marabar. En ellas, Adela, cuyos nervios están alterados, sufre de una crisis que la empuja a huir de Aziz y buscar refugio entre sus congéneres blancos. Como está semi catatónica, todos creen que ha sido víctima de un asalto sexual. Aziz es arrestado, encarcelado y enjuiciado.





Esta fue la novela que Sir David Lean escogió para entrarle a la Indomanía en 1984. Yo recuerdo que mi hermano fue a ver el filme primero y me dijo que no le había gustado. Yo fui a verla, sola ese otoño, en el Utopía de Queens, y quedé muy impresionada. Pronto estaba leyendo el libro y vi que el libreto se le acercaba mucho.

Este último filme de Sir David recibió un aluvión de premios y excelentes críticas. Sobre todo, se elogió el trabajo de Dame Peggy Ashcroft como Mrs. Moore. A la septuagenaria le costó aceptar el papel puesto que se consideraba ya muy anciana para andar trotando por la India en un rol que no le parecía tan importante. Por suerte se equivocó y ganó un BAFTA y un Oscar como Mejor Actriz Secundaria.



La australiana Judy Davis no llegó a ganar el Oscar al que fue nominada, pero se le abrieron las puertas de Hollywood. Lo cierto es que su interpretación de Miss Quested clarifica muchas cosas que Foster solo insinúa en el libro. La mayor es como su sexualidad se desboca en contacto con la India y como la atemoriza hasta el punto de culpar del shock cultural  a los indios,  uno en particular.

El modo en que Lean, quien escribió el libreto,  expresa el conflicto de Adela es gracias a una fascinante escena en la cual ella, deambulando en bicicleta por un descampado, descubre las ruinas de un templo hindú con estatuas que representan escenas del Kama Sutra. Las está observando sobrecogida cuando una manada de monos la ataca. Es una metáfora impresionante.



El problema de Miss Quested no es que se sienta atraída por el D. Aziz, es que ha descubierto un pozo de pasiones interior que le confirman que nunca será feliz intentando ser la esposa que Ronnie espera, una memsahib conformista. Mas grave aún, ya no siente atracción física por Ronnie y eso se nota en el modo muy flemático en que ambos rompen su compromiso.



Me pasé la peli babeando por James Fox quien daba vida al decente y tolerante maestro Fielding, el único amigo blanco de Aziz, y por Nigel Havers quien me hacía dudar que Adela pudiera tan fácilmente dejar un novio tan guapo. Sobre todo, porque Victor Bannerjee no era ningún galán, ningún despertador de pasiones, lo que hacia su caso más patético.

Sin embargo, el filme tuvo esa ventaja, presentar en Occidente a actores hindúes en roles reconocibles. Bannerjee; Roshan Seth, quien había encarnado a Nehru en Gandhi ahora  sería el abogado defensor de Aziz, y el pakistaní Art Malik como Ali, el amigo del doctor . Malik cobraría importancia como el protagonista de La Joya de la Corona que se estaba creando paralelamente al Pasaje a la India.

La Joya de la Corona

Es interesante ver como dos épicas necesitaron del mismo espacio del tiempo antes de hacer su aparición pública, una en el cine,  otra en la televisión. Ambas compartieron varias cosas incluyendo a miembros del elenco como Art Malik y Dame Peggy Ashcroft quien, al interpretar a la desdichada solterona Barbie Batchelor, volvería a ganar un BAFTA.



Ambas historias son escritas por forasteros, no por anglo-indios nacidos en el subcontinente como Kipling, M.M. Kayes y John Masters. Foster llegó como turista a la India donde encontró empleo como secretario del Maharajá de Dewas. En su breve estadía confeccionó un libro breve, pero contundente. 

Paul Scott estuvo acantonado en la India durante la guerra. Retornó a Inglaterra al final del conflicto, para volver dos décadas más tarde y viajar por el extenso territorio que cubriría su monumental obra, El Cuarteto del Raj. Como ocurriese con Louis Bromfield, el distanciamiento emocional de su tema, permitió a Foster y a Scott involucrarse más profundamente en los problemas del colonialismo británico y sus adversos efectos  en los nativos y en los colonizadores.



Tanto Un Pasaje a la India como La Joya tienen por protagonistas a ingenuas inglesas que creen poder entender India a través de amistad con nativos. En ambos casos hay preocupación de parte de la sociedad del Raj hacia esa amistad al igual que por el rechazo de parte de la chica inglesa hacia un inglés que la pretende. En ambos casos existe la sospecha de un ataque sexual que lleva al encarcelamiento del joven indio. Ahí paran los parecidos. El libro de Foster cubre solo un espacio geográfico, y un par de meses,  tomándole menos de trecientas paginas relatar la historia.

Scott necesita de cuatro libros, de una veintena de personajes, y de toda la India para relatar una historia que cubre seis años desde 1942 hasta 1948.  El primer tomo describe  el trágico romance entre la inglesa Daphne Manners (Susan Woolbridge) y el indio que se siente inglés, Hari Kumar (A. Malik).  La trama gira en torno a los prejuicios que llevan a la muerte de Daphne y encarcelamiento de Hari.



Aunque el libro comienza años después con un periodista que visita a Lady Chatterjee para explorar los detalles de la tragedia y conoce a Parvati, hija de Daphne (y posiblemente de Hari), el Cuarteto va mucho más allá de ese episodio. El autor dice en las primeras páginas “esta es la historia de una violación”, pero explica que no es solo el ultraje a Daphne sino también del subcontinente indio a manos de un poder colonizador.

Es en el segundo tomo (El día del escorpión)que Sarah Layton (Geraldine James) visita, en Cachemira, la casa bote de Lady Manners (Rachel Kempson), tía de Daphne y conoce a la niña que le costó la vida a esta última. Mas adelante, en el principado de Mirat, Sarah conoce a Ronald Merrick (Tim Piggot-Smith), el villano de la novela y que eventualmente se convertirá en su cuñado. Finalmente, en Bombay, conoce al Sargento Guy Perron (Charles Dance)que fue compañero de Hari en la escuela. Así Scott entreteje la historia de Hari Kumar en la vida de otros personajes de manera que su tragedia siempre esté presente.



El cuarteto cubre un momento de crisis en la India Británica. A comienzos de 1942, los japoneses han invadido Birmania y están a las puertas de la India. Ahí se le ocurre a Gandhi hacer una convocación a los amos ingleses para que abandonen India “a manos de D-s” y no conviertan el subcontinente en un campo de batalla. A pesar de que el Congreso Indio, compuesto por hindúes, musulmanes y sijes,  apoya al Mahatma, todos acaban en prisión,  incluyendo a Gandhi.

Es un momento de disturbios y gran tensión entre ingleses y nativos y es ahí cuando Hari y Daphne se enamoran. De hecho, Hai no es encarcelado por violar a una inglesa puesto que Daphne niega los cargos. Merrick debe inventar una conexión entre Kumar y los nacionalistas indios para lograr su encierro sin pasar por juicio. La Ley de Defensa de la India lo permitía en esos casos.

Los miembros del Raj, principalmente sus esposas (las omnipresentes memsahibs) están aterrorizados. No pueden huir, están rodeadas de enemigos que acechan a sus familias. Se habla de un segundo Motín y como ocurriera en 1857,  la mayor sospecha recae en soldados de color que están sirviendo al Imperio en África y en Malasia.



Como explica el Superintendente Merrick,  cuando se convierte en el Capitán Merrick del Servicio de Inteligencia, todo se cifra en Chandra Bose, un extremista indio que ha llegado hasta Berlín con una propuesta que Hitler acepta: formar un ejército para la liberación de la India:  The Indian Nacionalist Army o INA que peleará junto a los japoneses.Esto es historia real tal como que los soldados fueron reclutados entre prisioneros indios que vestían uniforme británico.

En la novela, esto altera a Teddie Bingham, cuñado de Sarah Layton, y amigo de Merrick. Como segunda generación al servicio del Raj, y como oficial comisionado del rey,  se niega a creer que otros oficiales, del color que sean, puedan traicionar a la Corona. Convencido de que los soldados de la INA han aceptado pelear por el enemigo como un modo de regresar a sus batallones, Teddie intenta llegar hasta ellos, perdiendo su vida. Merrick, que trata de salvarlo, pierde un brazo, queda desfigurado y convencido de que no se puede confiar en los nativos.

                             Sarah Layton visita al herido Capitán Merrick

Esa desconfianza se manifiesta en el Cuarteto entre muchos servidores del Raj, principalmente memsahibs como la madre y la tía de las Layton y es un resabio del miedo decimonónico que la India podía devorar el espíritu británico por lo que debía este fortalecerse manteniendo a los nativos a distancia. La jefa de enfermeras del Hospital de Mayapore al recibir a Daphne,  se sorprende y no gratamente, cuando se entera que la nueva empleada está viviendo con Lady Chaterjee, una princesa rajput que, aunque viuda de un “Sir”,  está rodeada de amigos de todo tipo incluyendo a nacionalistas indios.

                       Mrs. Layton y su hermana Fanny, memsahibs llenas de prejuicios.

A diferencia de los filmes del Hollywood de Los Treinta y de los relatos de Kipling, The Raj Quartet no es un panegírico de la ocupación inglesa. Estamos en una India a punto de independizarse que ni aprecia ni siente lealtad por sus opresores ingleses que vuelven a temer a un país gigante que se traga al extranjero tal como Kaa se tragó a los Bandar Logs en El libro de la Jungla de Kipling.



El mayor peligro lo corren las mujeres. A través de las páginas de la novela, y debidamente traducido a la pantalla, es la sensación de que la India puede cobrar un precio a las mujeres que llegan hasta allá, sea su vida como ocurre con Daphne y la misionera Edwina Crane, o la razón como ocurre con Susan Layton y Barbie Batchelor.

                            Sarah y los médicos observan a la catatónica Susan

Pabellones Lejanos

La Joya de la Corona fue un éxito monumental que ameritó premios y elogiosotro BAFTA para Dame Peggie Ashcroften un año en que la India británica parecía no querer despegarse de las pantallas. La televisión británica hizo una adaptación del Kim de Rudyard Kipling y, en el recién nacido canal de cable HBO, se les ocurrió producir su primera miniserie. El libro que decidieron adaptar fue Far Pavillions de otra noble hija del Raj, M.M. Kayes.

En mi entrada anterior hablé de esta novela que (como Kim) cuenta de un niño ingles que debe hacerse pasar por indio. En el caso de Ashok (Ben Cross) es un subterfugio que inventa su ayah después que los padres del pequeño son masacrados durante el infame Motín. Ashton Pelham-Martyn se cría en la corte del Príncipe de Gulkote, y hace amistad con Anjuli (Juli), la hija del príncipe. Antes de morir, el ayah envía a Ashton a buscar a su tío un oficial británico,  armado de papeles que certifican que es blanco.

Ashton es enviado a estudiar a Inglaterra, ingresa en el ejército y regresa a la India en vísperas de la segunda guerra Anglo-Afgana (1879). Su reencuentro con Juli (Amy Irving) es el inicio de un gran romance, pero ahora los separan razones políticas y raciales. Los Pabellones Lejanos fue un gran éxito que demostró a HBO que habían invertido bien su dinero y los impulsó a seguir haciendo miniseries, aunque no en la India.



Este año tan colmado de filmes y programas sobre la India británica motivaría un kilo de libros y documentales. Mi favorito y que recomiendo es The Golden Oriole, una combinación de libro de viajes, autobiografía e historia. Raleigh Trevelyan, escritor publicado y nacido en la India, emprendió una serie de viajes en Los 70 en los que intentaba recuperar su historia de hijo del Raj, la de su padre, inspector de impuestos en Gilgit, y de otros miembros de la familia Trevelyan conectados con el subcontinente.

                                       Walter y Olive, padres de Raleigh Trevelyan

En su creación literaria, Trevelyan sigue los pasos de parientes y allegados, además de sus vivencias junto a su hermano menor en un mundo de animales salvajes, nativos, mascotas y aventureros fascinantes que llegaban al pie de los Himalayas. Con mucho amor, pero también con mucha investigación, entrelaza realidad y ficción extraída de la literatura escrita sobre ese mundo misterioso desde Kipling hasta Paul Scott. Aunque conservando respeto por hombres y mujeres que abandonaron el Reino Unido para servir al imperio, Trevelyan no es ciego a los errores imperialistas. Algo desconocido en la visión rosácea del Hollywood de Los 30.



Esta explosión de Indomanía acabaría a fines de Los 80 con una adaptación de The Deceivers, una de las novelas sobre la ficticia Familia Savage de John Masters. En esta ocasión, Pierce Brosnan da vida a Edward Savage que en los 1820s intenta erradicar el culto de Los Thugs. Para lograrlo se infiltra en sus filas, fingiendo ser nativo, pero termina volviéndose un asesino como los mismos que combate. A pesar de ser producita por la dupla  Merchant&Ivory y de que nuestro querido Michael Hirst  la adaptó, el filme de 1988 no tuvo mucha aceptación, lo que Indica que la Indomanía estaba pasada de moda. Resurgiría nuevamente en la segunda década de un nuevo siglo.



La Generación Millenial tendría una visión de la India casi tan exótica como la de los filmes del Hollywood de los 40 protagonizados por a la dominicana María Montez y Sabu, el primer actor indio en alcanzar la fama en Occidente.  La visión del Tercer Milenio vendría del cine Bollywood que ofrecería su propia versión de escapismo. Entretanto, los historiadores, en India y en Europa habían destapado los verdaderos males de la colonización del subcontinente indio y la visión era exageradamente negativa. Sobre como afectó esta visión a la nueva Indomanía, hablaremos en nuestra próxima entrega.



Bibliografía Consultada

Bromfield, Louis: The Rains Came (traducida como Vinieron las lluvias)

Foster: E.M. A Passage to India (traducida como Un Pasaje a la India)

Godden, Rumer: Black Narcissus (Traducida como Narciso Negro)

                              The River (traducida como El Rio)

Kaye, M.M.: Far Pavillions (Traducida como Pabellones Lejanos)

Lapierre, Dominique y Larry Collins: Freedom at Midnight (traducida como Libertad a Medianoche)

MacMillan, Margaret: Women of the Raj.

John Masters:  Nightrunners of Bengal 

The Deceivers

The Lotus and the Wind

Bhojwani Junction

Bugles and a Tiger

The Road Past Mandalay

Prawer Jhabvala, Ruth: Heat and Dust (traducida como Calor y Polvo)

Scott, Paul: The Raj Quartet: The Jewel in the Crown (traducida com La joya de la corona)

                                                    The Day of the Scorpion (Traducida como El dia del scorpion)

                                                     The Towers of Silence ( traducida como Las Torres del silencio)

                                                     The Division of the Spoils (El rparto del botin)

Trevelyan, Raleigh: The Golden Oriole