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martes, 20 de septiembre de 2022

Whodunnit Históricos: ¿La salvación del drama de época?



Hace medio siglo que el género de detectives del pasado ha existido y florecido en la industria literaria. Hace una década y un poco más que ha tomado por asalto la televisión y los servicios de streaming y no solo los angloparlante. En este momento representan el period drama más apreciado. ¿Es esa la garantía de vida de un género siempre en vías de extinción?

Budapest Noir

Hace unos días tuve el gusto de ver una de esas gemas de la Europa del Este que trae Tubi. Budapest Noir  (2017) describe como Zsigmund Gordon un cínico veterano de la crónica roja es llamado a cubrir el vulgar asesinato de una prostituta. Al reconocer el cadáver, el periodista sabe que no se trata de una cualquiera. Es una muchacha que lo estafó un día antes obligándolo a pagar su cena, pero luego le escribió una nota pidiéndole perdón, explicándole que lo hizo forzada por el hambre. Ha sido el hambre lo que la ha llevado a vender su cuerpo y sacarse fotos desnuda, pero su ropa y su aspecto demuestran que es una dama.

No hay modo de identificarla, su bolso solo contenía un libro de oraciones en hebreo. La autopsia revela que estaba embarazada y que murió de una hemorragia interna producto de una paliza. No se sabe más porque el cadáver es robado de la morgue. Gordon se obsesiona con el caso y comienza una investigación que le muestra el lado oculto de la Budapest de 1936, con un gobierno que se acerca a la Alemania Nazi empujado por miedo al comunismo (yo ni sabía que en esa época tenían una plaza que se llamaba Adolf Hitler ) ; con un auge del fascismo y del antisemitismo entre los jóvenes,  y con una creciente aprehensión en la comunidad judía que los hace tomar decisiones trágicas.



Interesada en saber más, me metí en la Wikipedia y descubrí que la película está basada en un libro, el primero de una serie de novelas policiacas que llevan a Gordon desde ese otoño del 36, a través de la Segunda Guerra Mundial, hasta su exilio en 1956 en Viena. Aún más interesante, Vilmos Kondor, el autor, un maestro de matemáticas en una secundaria húngara, ha sido el primero en el país magyar en internarse en el género detectivesco. Que lo haya hecho precisamente con un whodunnit histórico es muy decidor. Una lástima que los húngaros no tengan los medios para convertir todos esos libros en una serie que les quedaría preciosa.



Definición y Modelos

Para quien no sepa que son los whodunnit históricos se trata de una fusión de géneros literarios: la novela de misterio y la ficción histórica. En simples palabras,  un personaje debe esclarecer un crimen en un trasfondo del pasado. A diferencia de los misterios modernos donde el/la protagonista suelen ser policías o investigadores privados, en los WH se puede escoger un amateur de entre colectivos que generalmente no tenían voz o no asociamos con labores policiacas tales como mujeres, clérigos, o personajes inclusivos como la serie de Lord John. En un spinoff de su exitosa Outlander, Diana Gabaldon involucra a Lord John Gray, aristócrata dieciochesco, oficial del ejército,  y gay enclosetado , en varios asesinatos que debe resolver.



El esquema contempla tres modelos: una comisaría del pasado (Endeavour, Paris 1900) incluso en un espacio rural,  hasta en una reservación Navajo como en Dark Winds. La segunda tiene un policía trabajando con un ayudante que puede ser periodista (Tokyo Vice), psiquiatra (Vienna Blood) o una intrépida dama detective (Phryne Fischer, Miss Scarlett). El tercero corresponde a un personaje histórico o literario que se ve obligado a resolver un asesinato o incluso es sospechoso del crimen (Leonardo).



A pesar de que no hay una fecha exacta del nacimiento de este tipo de narrativa, se sabe que se puso de moda en Los Cuarenta. El pionero fue Robert van Gulik con su soberbia saga del Juez Dee, un magistrado chino del Siglo VI que investiga crímenes acompañado de unos secuaces ex bandoleros. Lo interesante es que Gulik descubrió a este singular caballero en un manuscrito en Tokio. El relato en japones hablaba de Di Renjie, un magistrado de la China medieval. De ahí nacería este fascinante detective.



La primera obra fue una colección de cuentos que apareció en 1949 y todavía no ha sido traducida al castellano. Esto cambió en 1958 con Los Asesinatos del Campanario. Aunque la saga acabó tras la muerte del autor en los 60, el francés Frederic Lenomard la resucitó en este siglo y sus obras ya pueden leerse en castellano.



Para fines de la década de Los Cuarenta, el subgénero estaba tan de moda que hasta sus maestros le daban una probadita . Así tuvimos a John Dickson Carr con su The Bride of Newgate (1950) que tiene lugar en las guerras napoleónicas y Dame Agatha Christie trasladó su olfato policiaco al Egipto de los Faraones en La venganza de Nofret (o Death comes to All, su título original) . Hace unos años que la ITV viene barajando el proyecto de llevarla a la pantalla.



Detectives con Sotana y Alza Cuello

Por supuesto todas estas novelas fueron opacadas por el talento de Ellis Peters quien en esa época creó toda clase de misterios que le cortan el camino a Fray Cadfael un ex marino mercante, ahora monje benedictino,  experto en homeopatía y botánica,  que debe usar sus conocimientos para solucionar crímenes en una Inglaterra del Siglo XIII que lucha por encontrar un rey. En los 90s, cuando la BBC era LA BBC,  convirtió esta saga en serie con Cadfael en manos del mega competente Sir Derek Jacobi. Puede verse en USA totalmente gratis por Tubi ( Está en YT con subtítulos en español).


A un nivel más sofisticado tenemos el clásico El nombre de la rosa de Umberto Eco. Este bestseller fue llevado a pantalla grande con escaso éxito. Tristemente, esa adaptación palidece ante el horror perpetrado por la RAI en una miniserie del 2020 apestosa a wokismo.



Para cuando el subgénero llegó a la televisión todos los detectives literarios se habían vuelto cosa del pasado. Eso lo hemos visto en la evolución televisiva de Sherlock Holmes, hasta que en este siglo vino ese cambio que no me cuadra de traer a Sherlock a vivir en el Tercer Milenio. Sir Arthur Conan Doyle y Dame Agatha, han sido los más usados en la formula del drama de época detectivesco. BritBox y Apple se han dado el trabajo de reversionar todo lo de Poirot y Miss Marple llegando a ejemplos risibles como la última versión de The ABC Murders en que John Malkovich nos revelaba que Poirot era un cura renegado (WTF?)



Otros cambios extraordinarios fueron los hechos en las últimas andanzas de Perry Mason, el abogado creado por Earl Stanley Gardner.  Interpretado por el insuperable Matthew Rhys, Mason es ahora un veterano de guerra, medio alcohólico, andrajoso y cargando traumas bélicos,  que a lo largo de una temporada pasa de detective a abogado en la Los Angeles de 1932. Mas curiosos son los cambios woke hechos por la HBO. Della Rees es lesbiana, Paul Drake, un patrullero negro,  y Perry comparte cama con una feísima aviadora mexicana. A pesar de todo fue muy buena serie y aquí estoy esperando la próxima temporada.



Otro famoso detective es el Padre Brown de G. K. Cheterton que, como el Hermano Cadfael,  utiliza una combinación de saber seglar, psicología y fe para solucionar crímenes en la campiña británica. En el 2014, Mark Williams,  más conocido como Papa Weasley de la saga de Harry Potter,  se encargó de ponerse la sotana en una versión que tiene lugar en un espacio rural ingles a mediados de Los Cincuenta y que ya lleva nueve temporadas.



Aprovechando el éxito del sacerdote católico, la BBC se encargó de producir Grantchester que describe los quehaceres de un pastor anglicano (James Norton) en el pueblecito del título en los 50.  Quehaceres que incluyen un par de crímenes que involucran tanto al inspector como al pastor.



El éxito del Padre Brown le ameritó un spinoff,  Sister Boniface Mysteries. La Hermana Boniface que posee un doctorado en ciencias forenses, sirve de consejera de la policía local en Los Costwold donde está el convento de la sagaz monjita. La acción tiene lugar en Los Sesenta.



El whodunnit histórico cubre todas las eras. Esa versatilidad lo hace difícil y caro de adaptar.  Tal vez por eso nunca se materializo la adaptación prometida por Showtime de la serie de Lindsay Davies sobre un detective,  Marcus Didius Falco, en la antigua Roma.



Tal vez por eso nunca se materializó la también prometida sobre Shardlake, el jorobado. Sir Kenneth Branagh estaba listo para protagonizar una serie basada en la saga de C.J. Samson sobre el abogado y fixer del Siglo XVI. A través de ocho novelas, Shardlake ofrece sus servicios sucesivamente a Cromwell, al Arzobispo Crammer, a la Reina Catalina Parr,  y a la Princesa Isabel, pero Branagh prefirió meterse en pellejo primero de Wallander y luego de Poirot antes que en terreno Tudor.



En cambio, a comienzos de siglo la televisión francesa hizo una estupenda adaptación de las novelas de Nicholas Le Floch. La saga de Jean Francois Parort sigue la pista de un policía que también es marqués y miembro de la corte de Luis XV. En la década pasada, los franceses dejaron de un lado el tema con la excepción de la ridícula adaptación de novelas de Agatha Christie o la antipática Mysteries of Paris que puede verse en Walter Presents.



Psiquiatras, Lizzie Bennett y hasta Agatha Christie Resuelven Crímenes

El modelo que sigue el género en esta década es emparejar a un policía veterano con algún joven imberbe que no es parte del aparato policial. Están de moda los psiquiatras que aportan una ciencia nueva, ridiculizada por muchos.  Así TNT adaptó dos novelas de Caleb Carr que son parte de la saga The Alienist.



Ambas giran en torno al psiquiatra vienes Lazlo Keisler (Daniel Bruhl) que investiga crímenes escabrosos en la Nueva York de fines del Siglo XIX. Sus ayudantes son John Schuyler Moore (Luke Evans) dibujante, periodista y playboy de sociedad,  y Sarah Howard (Dakota Fanning) “niña bien”,  que se ha atrevido a meterse en la cueva de los machos, una comisaría de Manhattan, no como policía sino como taquígrafa lo que no le evita bromas pesadas y comentarios soeces de parte de sus machistas compañeros de trabajo.



En vez de llevar al psiquiatra europeo a la urbe del Nuevo Mundo, Frank Tallis escogió hacer lo contrario en su series que la BBC ha convertido en Vienna Blood. En la capital del imperio, en el fin-de-siecle,  un veterano inspector de policía debe aceptar la ayuda y sapiencia de un joven psiquiatra judío. Dos temporadas ya nos han hecho tomarle cariño a esta desigual mancuerna.



Lamentablemente la televisión austriaca no contenta con coproducir Vienna Blood se lanzó a hacer una imitación bajo la guía de Netflix, lo que ya en si es desaconsejable. Freud fue una vergüenza pública. lo que iba a tener al joven Sigmund navegando por la alta y baja sociedad del reinado de Francisco José, acompañado de un gruñón policía más psicópata que los villanos que persigue y una hermosa médium que es utilizada por conspiradores húngaros,  se tornó en una orgia de sangre, violencia y sexo, que por suerte ya ha sido olvidada.



Freud es otra ejemplo de cómo el género recluta figuras reales o de clásicos literarios para labores detectivescas. Orgullo y Prejuicio,  que se ha convertido en un referente del fanfiction literario, motivando desde erótica hasta parodias de zombies, tuvo su instante de misterio con Death Comes to Pemberly. La creadora del inspector Dalgliesh, la baronesa P. D.  James tuvo al Matrimonio Darcy de cabeza tratando de descubrir quién de sus invitados en uno de esos weekends tan británicos no tenía motivos para matar al irreprensible Wickham.



En cuanto a figuras reales tenemos a Arthur Conan Doyle haciendo dupla con el gran Houdini en la serie de ITV Doyle and Houdini que los tiene investigando misterios. Tal como en Agatha Christie and the Truth of Murder la novelista intenta esclarecer la desaparición de la ahijada de Florence Nightingale. Dame, Agatha es un personaje que gusta aparecer en los misterios históricos incluso extranjeros como en la serie turca Midnight at the Pera Palace y en la española Gran Hotel. Si el creador de Sherlock Homes intervenía en The Murdoch Mysteries, la madre de Poirot y Miss Marple visitaba a Frankie Drake en la Toronto de los Locos 20 para darle algunos consejos a la novel investigadora.

La Influencia de Phryne Fisher

Murdoch y Frankie Drake son ejemplos de cómo el HW ha cruzado el charco y se ha establecido en territorios de la Commonwealth y no solo Canadá. En Australia los misterios de; Dr. Blake ya llevan varias temporadas. Pero si vamos a hablar de OZ tenemos que mencionar a un fenómeno que ha inspirado secuelas, imitaciones y hasta filmes. Obvio que hablo de Miss Fisher’s Murder Mysteries.





Basada en las novelas de Kerry Greenwood, la serie conserva ese fascinante y desconocido setting de la Melbourne de Los 20, con una aristócrata que,  tras servir de enfermera durante la Gran Guerra y de pasar un periodo en la bohemia parisina, retorna a Australia para descubrir que la alta sociedad de Las Antípodas la aburre y que le interesa más ser una “dama detective”.

Lo que los productores hicieron fue agregarle cambios fantásticos de los que ya he hablado en otra entrada. El mayor de ellos trocar al bonachón, pero soso,  Inspector Jack Robinson,  en un socio e interés romántico de la protagonista. Interpretado por el mega bombón Nathan Page, es él quien,  en conjunto con su increíble química con Essie Davies,  provee el mayor atractivo de la serie.



Entre otros logros, Phryne Fisher ha pasado a la historia por ser la primera (antes que Sanditon) serie que tras ser cancelada ha sido revivida en una tercera temporada por exigencias desde todo el planeta de parte de devotos fans. El público no puede quejarse. Tras una tercera temporada, Phryne se despidió (apropiadamente con tremendo beso con Jack) para renacer en dos filmes e inclusive motivar una secuela:  Miss Fisher Modern Mysteries en la que una supuesta sobrina de la honorable detective investiga crímenes en la Melbourne de Los 60.



Es innegable que la glamorosa Miss Fisher también ha servido de inspiración para las aventuras de Frankie Drake y de Miss Scarlett and the Duke, cuya segunda temporada abre este otoño en la PBS. Como Phryne, Eliza Scarlett es una refinada damita. Solo que opera en una sociedad menos liberal que la Australia de los locos 20. Eliza vive en el Londres victoriano, pero la muerte de su padre la ha dejado poco menos que en la calle. Su única salida es trabajar y el único trabajo que se siente capacitada para desempeñar es el de detective. La serie hace hincapié en los esfuerzos de Miss Scarlett por conseguir clientes, por convencerlos de que una mujer tiene mente y recursos para resolver crímenes y lograr lo último a veces con ayuda de un policía medio alcohólico y huraño que es apodado “el Duque”.



Y si hablamos de damitas victorianas resuelve-misterios no debemos dejar atrás al género juvenil con la serie de Enola Holmes, en la cual la hermana-de-ya-saben-quien (interpretado por Henry “derríteme” Cavill) decide demostrarles a sus machistas hermanos que Sherlock no es el único detective de la familia. Interpretada por Millie Bobby Brown, Enola ya ha protagonizado un filme y Netflix la tiene para este otoño resolviendo otras fechorías.



El año pasado en Europa tuvimos kilos de thrillers policiales en ambientes contemporáneos, pero solo dos de época, Leonardo de la RAI y Voskresenskiy/El Profesor hecha en Rusia. Aunque una tiene lugar en la Milán del Renacimiento y la rusa transcurre en San Petersburgo en vísperas de la Gran Guerra, ambas tuvieron algo en común ser malas con mayúscula lo que no ha impedido que la RAI solicite una segunda temporada para esclarecer los misterios del Gran Da Vinci.



Noirs Totalitarios

No puedo acabar sin hablar de mis temas fetiches. ¿Existen misterios que tengan lugar en mis espacios favoritos: Guerra Civil, Segunda Guerra Mundial, y gobiernos totalitario?  Pues sí y muchos, pero pocos han sido llevados a la pantalla.

Aunque hay mucha ficción sobre el estalinismo totalitario, no he podido encontrar historias de detectives en ese periodo. La respuesta es tragicómica. Se debe a que en esa visión ilusoria del perfecto mudo comunista no había cabida para crímenes “burgueses”. Eso lo descubrimos en la menospreciada Niño 44 basada en la trilogía de Tom Rob Smith que fue adaptada para el cine. Leo Demidov (Tom Hardy) héroe de la Gran Guerra Patriótica y agente de la MGB (el ala militar de la KGB) descubre la existencia de un asesino en serie que se especializa en matar niños. En la Rusia estalinista de los 50, ese tipo de crimen es inexistente, por lo que Demidov y su mujer son exiliados a la tundra siberiana desde donde la pareja seguirá investigando.



El tema me recordó la excelente Gorki Park de Martin Cruz Smith llevada al cine en 1983. Como Los 80 hoy son nostalgia se la podría readaptar como serie de época. En general, aun los programas y filmes más críticos del estalinismo se abstienen de tratar el tema de crímenes y detectives.



No ocurre lo mismo con la Guerra Civil y el franquismo. Aquí en Queens , una señora judía , maestra de castellano  ( no soy yo) llamada Rebecca Pawels ha escrito una serie de misterios en torno a Carlos Tejada, un sargento de la Guardia Civil que investiga asesinatos en la España de Los Años del Hambre.   Solo el primer libro La muerte de un nacional ameritó traducción al castellano en el 2005.



Aunque los libros de Ignacio del Valle no son necesariamente novelas de misterio, le juega al género en El País de los Emperadores Extraños donde Arturo Andrade se ve obligado a encontrar, en el frente ruso, a un asesino en serie que es miembro de la División Azul. Este libro fue filmado bajo el título de Silencio en la nieve. 




Mas suerte han tenido los detectives al servicio de la Alemania Nazi. Recordemos la excelente La Noche de los Generales, llevada al cine en 1966. Bajo la dirección de Anatole Litvak y con un elenco encabezado por Peter O’Toole y Omar Sharif describía las esfuerzos de un policía alemán y su contraparte francés por esclarecer crímenes de prostitutas en Varsovia y Paris durante la Segunda Guerra Mundial de los cuales era sospechoso un general de la Wehrmacht.



Tal vez inspirado por esa original mancuerna de investigadores,  el canadiense J. Robert Janes creó la dupla Kohler-St. Cyr. Un policía francés y un oficial de la Gestapo resuelven asesinatos en el Paris Ocupado. Esta celebre serie de novelas (se perdió con mi biblioteca snif) nunca ha sido adaptada y lo merecería,



Otra famosa incursión detectivesca en la Europa Ocupada es la serie de la autora italiana Ben (Verbena) Pastor que gira alrededor del oficial de la Wehrmacht,  Martin Bora. Comenzando con Lumen que inicia en los primeros días de la invasión a Polonia, Bora debe encontrar al asesino de una madre superiora polaca, conocida por sus profecías y su olor a santidad. En siete novelas, Bora esclarecerá crímenes en Ucrania,  la isla de Creta e Italia mientras va desilusionándose tanto con el triunfo de Alemania como el gobierno de esta.




Sin embargo, el gran detective de la Alemania nazi es el Bernie Gunther de Philip Kerr que en muchas de las catorce novelas que componen la serie navega en un Berlín de Los Treinta donde los verdaderos criminales están en el gobierno. Eventualmente, lo atrapan y obligan a ingresar a las SS lo que le permitirá resolver misterios en ciudades exóticas como Zagreb y Praga. Lo fascinante de estos relatos es que Kerr juega con el tiempo y muchas veces nos llevará a la posguerra donde Gunther busca esconder su pasado en parajes tan lejanos como Buenos Aires y La Habana.



Traducidas a más de una docena de idiomas, las novelas de Kerr han atraído fans de todo el mundo, incluyendo a Tom Hanks. En el 2018, el intérprete de Forrest Gump compró los derechos de autor y se dispuso a convertir la saga de Bernie Gunther en una serie de televisión en colaboración con la HBO, pero la pandemia detuvo la posible filmación. Hoy Hanks anda en otros proyectos y la HBO anda baja de recursos económicos. ¡Qué lástima!



Entretanto en Alemania, Tom Twyker y la ZDF se pusieron las pilas con la serie de Gereon Rath de Volker Kutscher. Babylon Berlin (a la espera de su cuarta temporada) ha sido un éxito que ha traspasado las fronteras germanas con su mixtura de crónica de gánsteres, drama de comisaria y noir histórico. La serie de libros cubre los últimos años de la República de Weimar y acaba en 1934,  segundo año del gobierno de Hitler.



La Italia de Mussolini no ha estado exenta de policías que trabajan al margen de leyes fascistas. El cuarteto de Carlo Lucarelli que sigue las investigaciones del poliziotto Di Luca fue llevado a la pantalla en la primera década de este siglo. En esta década, la RAI ha comprado las aventuras policiacas y metafísicas del Comisario Ricciardi . El éxito de la primera temporada de las novelas de Maurizio De Giovanni ha ameritado la filmación de una segunda que esperamos ver en el 2023.



En este momento el drama de época angloparlante está estancado en dos modelos. El primero es el Regency Romance con Bridgerton,  Sanditon y las innumerables adaptaciones de Jane Austen que este verano nos trajo una Persuasión donde vimos a Anne Elliott orinar en público. Mas dignos son los misterios históricos. La Cuarta Temporada de Babylon Berlin llega a Europa este octubre. La tercera de Vienna Blood, ha sido aprobada. Después del estreno de Miss Scarlett and the Duke en la PBS este octubre, estamos seguros de que habrá luz verde para una tercera entrega.



Este otoño, Amazon nos trae una miniserie española con otra dama detective que en Un asunto privado persigue a un asesino en serie en la Galicia Franquista. Los investigadores hispanoparlantes están de moda puesto que Netflix en octubre estrena Belascoaran, la adaptación de las novelas de misterio de Paco Ignacio Taibó que nos llevan al psicodélico México de los Setenta a conocer a Belascoaran Shayne, un detective que resuelve lo que a policía del DF no puede. ¿No es esa suficiente evidencia de la popularidad del subgénero? ¿Por qué crees que un misterio interesa más en un marco de época?

miércoles, 26 de agosto de 2020

Ángeles y Demonios en el Viejo Manhattan: Segunda Temporada de The Alienist

 

Aunque no me arrepiento de no haber acabado de ver la primera temporada de “The Alienist”, me alegro de haber visto la segunda. No necesito que me digan que esta es mejor que la anterior. Con todas sus falencias, este relato de crímenes aberrantes en la Nueva York de la Gilded Age (1873-1900) también ofrece suspenso, misterio y entretenimiento a granel.

Mas “The Knick “que Edith Wharton

La segunda temporada está basada en la secuela que Caleb Starr escribiera tras The Alienist. En la adaptación de Angel of Darkness seguimos con los mismos protagonistas y en la misma milieu de Fin de Siecle. Para todos los fanáticos de Edith Wharton cualquier historia que tenga lugar en la Vieja Nueva York es obligatoria, pero digamos que los tres capítulos iniciales están muy alejados de La Edad de la Inocencia y sus intrigas románticas.

Volvemos a acercarnos a la sordidez de “The Knick”, pero equilibrada esta vez con toques de humor y muchas viñetas que tocan a la alta sociedad. Desde un punto de vista histórico es un documento total que cubre la tensión en Estados Unidos en vísperas de la Guerra del 98.  Tenemos personajes reales como la pintora Cecilia Beaux, William Randolph Hearst (Matt Letscher), su hija… ¡ups! “ahijada” Violet Hayward (inspirada en Patricia van Cleef que muchos supusieron hija de Hearst y Marion “Rosebud” Davies) y reaparece el despreciable Thomas Byrne (Ted Levine) degradado de su puesto de comisionado y convertido en fixer de Los Cuatrocientos, el jet set neoyorquino de entonces.


El trio de protagonistas también ha evolucionado.  Sarah Howard (Dakota Fanning) ya no es secretaria de la policía. Ha abierto su propia agencia de detectives, aunque sus únicas clientes sean las Karenes de entonces que vienen a acusar al servicio de hurtarles la vajilla. John Schuyler Moore (Luke Evans) ahora es reportero del New York Times y se ha comprometido con Violet (Emily Barber) lo que lo coloca en la órbita de los periódicos Hearst.

John, Violet y Mrs. Bam Bam

Comenzamos con Lazlo Kreisler (Daniel Bruhl) en Sing Sing, pero no como preso. El alienista consuela las horas finales de Martha Napps, su última paciente. Martha, madre soltera de clase humilde, ha sido acusada de asesinar a su hijita. El que el cadáver no haya aparecido no es impedimento para que condenen a la pobre chica a muerte.


Aparentemente en el juicio ha habido un enfrentamiento entre Kreisler y el Dr. Markoe (Michael “Lord Bolton” McElhatton) director de un centro de maternidad para madres solteras de donde desapareció la pequeña Napps. Markoe está en Sin Sing, junto con otros vejetes importantes celebrando que, con Martha, debutará una nueva máquina que proporcionará una muerte” humana”: la silla eléctrica.

La "humana"silla eléctrica

Mientras el patriarcado millonario celebra la nueva tecnología y el triunfo de una justicia desigual, afuera el feminismo de entonces representado por el Movimiento Sufragista protesta la ejecución.  Lideradas por Elizabeth Caddy Stanton (Alice Kierge), otro personaje real, se aglomeran en la entrada de la cárcel. Se le agregan mujeres de todos los tipos desde Sarah hasta afroamericanas. Llega la policía y les cae a palos. ¿Adivinan a quienes les pega primero?

Sarah logra inmiscuirse al interior de la cárcel. Está esperando que llegue un perdón obtenido por su ex jefe y actual Subsecretario de la Marina, Theodore Roosevelt, pero el indulto no llega. Tal vez T-Rex esté enojado con los neoyorquinos. Tal vez vio en su bola de cristal que ciento y algo de años más tarde retirarán su estatua de la entrada de un museo que él ayudó a fundar.

Martha Napps es ejecutada, antes le suplica al Dr. Kreisler que encuentre a su bebé, viva o muerta. Martha no se equivoca, su hija estaba viva cuando achicharraron a la madre en la silla eléctrica. La niña aparece, unos días más tarde, en una de las escenas más truculentas de una serie donde el gore abunda.

La aparición tiene lugar en una gran tienda de juguetes probablemente la FAO Schwartz de la época.  Una niñita ‘privilegiada” se acerca a un estante colmado de muñecas de porcelana. Toca una que la recompensa con un vomito de sangre. Es la hija de Martha Napps y ha sido envenenada recientemente.

La situación se agrava, porque otra niña ha desaparecido. Se trata de Ana, hija del General Narciso Linares (Diego Martin), el cónsul español. La serie explorará el clima antihispano que invadía Nueva York en vísperas de esa guerra anunciada. Hearst se entera del secuestro y lo explota para sus nefarios fines. Cuando la peor banda criminal de La Gran Manzana, Los Heat Dusters eliminan a un enemigo y lo despedazan lanzándolo a la bahía, circula el rumor que se trata de “pobres cubanos” descuartizados por españoles.

Ana Linares fue robada de su cunita y en su lugar aparece una muñeca. Elizabeth C. Stanton solicita la discreta ayuda de Sarah para contactar a Kreisler, pero Sarah las convence que lo que  lo que Isabel  necesita es una mujer detective. Eventualmente Sarah recurre a Lazlo, pero solo en calidad de asesor. Todo indica que ambos casos han sido cometidos por la misma persona. Todo indica que el caso está vinculado con el hospital del siniestro Dr. Markoe.


OK, si Roose Bolton estuviera a cargo de una clínica de maternidad, obvio que el sería mi primer sospechoso. Sin embargo, aunque se trate de un médico corrupto, que se dedica a esterilizar a las amiguitas de los millonarios (sin permiso de ellas) y que evita escándalos con abortos y otras operaciones clandestinas, no es el plagiador. Kreisler y Sarah comparten la opinión de que es una mujer la que comete los crímenes, y esa clínica está llena de mujeres peligrosas entre las que hay que encontrar a la peor, a la más enajenada.

Buenos Personajes, Malos Dialogos

Dejo ahí el contenido y paso a la parte técnica. Las actuaciones siguen siendo irreprochables, aunque hay mejores que otras. Este año, el personaje de Sarah Howard destaca más lo que ha sido un acierto. Dakota hace un papel no solo fascinante, sino bastante creíble y querible. Me encanta su vestuario que es mejor que el de la adinerada Violet, un personaje artificial interpretado por una actriz que ni es muy guapa ni se ve todo lo joven que exige el rol.


Cinematográficamente, encuentro el look de “The Alenist” un poco artificial. Algo que se puede adjudicar a que la serie no es filmada en Nueva York, sino en Budapest. En la Europa Oriental ahora se graban casi todos los period pieces. Una acertada decisión debido a que todavía conservan espacios históricos. Algo que en America va desapareciendo y desaparecerá aún más.

Mi gran problema con la serie son los diálogos. Aparte de estar rellenos de lenguaje moderno y expresiones que no se usarían entre gente de determinada clase entonces, son pobres, ralos, carentes del ingenio de los de “Perry Mason” por ejemplo. Para los Edith Wharton fans, la serie es una antítesis de las novelas de esa autora y es más fácil encontrar paralelos entre esas novelas y “Gossip Girl” que con “The Alienist”

Una excepción ha sido el mejor capítulo, el compromiso de John y Violet que fue una gran combinación entre “Gossip Girl” y la visión Scorsese de “La Edad de la Inocencia”.  La escena en las que las amigas de la novia hurgan en un gigantesco pastel en busca de una sortija de brillantes me recordó que Serena van de Woodsen inventó un juego parecido para la fiesta de compromiso de Blair Waldorf y del Príncipe de Mónaco, solo que las sortijas venían en elegantes paquetitos.


Es en ese baile, interrumpido por todo tipo de inesperados sucesos, en que Sarah se convierte en un personaje de Wharton al nivel de Ellen Olenska o Lily Barth. Es la única en darse cuenta de que Violet humilla al novio y que John detesta todo lo de su futura esposa hasta su perrita “Mrs. Bam Bam”. 

En un intenso y romántico discurso, Sarah suplica a John que rompa el compromiso. Aunque dice hacerlo por él, por no amar ni ser amado por Violet como merece, es obvio para Moore y para nosotros que habla desde su corazón de mujer enamorada. Para alguien tan contenida y discreta como es la detective, este es un gesto audaz que presenta otro matiz de tan gran personaje.


Control de Diversidad

Llegado el momento del control de la diversidad consideremos como la serie examina a las mujeres. Es obvio que Sarah Howard es la gran protagonista. El personaje más logrado y como dice mi hermano, “el más competente”.  En esta temporada se nos vuelve una Diana Prince, Mujer Maravilla, reina del multitasking. Desarma una asesina en serie, pierde su virginidad, manipula nada menos que al Comodoro Vanderbilt, pero es en el rescate de una bebé que vemos su intenso (anatema para las mituteras) sentido maternal.


Sarah no está sola. Lasmujeres ocupan un buen sitial en esa Gilded Age donde el sexo mal llamado débil comenzaba a despuntar. Nos muestran pioneras reales como Elizabeth Cady Stanton y la pintora Cecilia Beaux (Carolina Mann) y otras ficticias, pero creativas, como la fotógrafa que retrata bebés muertos y la psiquiatra Karen Stratton (Lara Pulver), nuevo interés romántico de Lazlo.

Cecilia Beaux, su alumna española y El Alienista

En un relato donde los roles de villano y asesino serial son otorgados a una mujer, es difícil hablar de víctima en relación a ella. La secuestradora, a la par de estar loca como cabra, es muy astuta, muy decidida, muy independiente. Por otro lado, si existe en su pasado, en su trabajo en esa clínica/Gabinete del Dr. Caligari, y las mujeres con las que se codea, un resabio de victimización por parte del patriarcado. Lo que nos lleva al siguiente grupo

Los Ricos También Joden

Yo no sé lo que les enseñarán a los chicos de USA en la clase de historia hoy, pero en mi escuela judía me hablaron hasta la náusea de The Gilded Age, hasta la náusea de los Robber Barons y de las cosas buenas que hicieron y de las malas también. Por eso, yo estaba preparada para fuertes denuncias sociales y un retrato poco favorecedor de los millonarios. Aun así, el Comodoro Vanderbilt se ve como un abuelo preocupado por el secuestro del nieto y lo suficientemente sagaz para reconocer los méritos detectivescos de Miss Howard.


Que pongan a Hearst como villano no me sorprende, fue el fundador del universo mediático que provoca o magnifica las tragedias del mundo moderno. Tanto así que su estrategia para doblegar a Sarahun impedimento para la felicidad de su hija es totalmente moderna.  “Cancela” a la detective con retratos negativos y calumniosos en su prensa. Pero Hearst no es totalmente malo. Lo vemos como padre consentidor de su hija ilegítima, y eso lo separa de los peores villanos del cuento.

William Randolph Hearts

La única vez que Violet me ha caído bien es cuando ha hablado francamente con su padre sobre su condición de paria social, sobre la situación irregular de su madre y la de ella misma. Cuando en otro emotivo momento le dice al novio que quiere casarse porque al fin, como Mrs. John Schuyler Moore, tendrá un nombre legítimo, revela que está harta de entrar a un salón provocando cuchicheos sobre su origen. Estas escenas muy bien describen la gran tragedia de la historia y a sus víctimas y verdugos.

Un tema recurrente esta temporada es la vileza e hipocresía de esos grandes capitanes de la industria que se reúnen a celebrar la ejecución de una mujer que sufre doble castigo por el supuesto asesinato de su hija y por su condición de madre soltera. Estos mismos hombres seducen a obreritas y otras marginales como Martha Napps y las abandonan cuando ellas más los necesitan.

El siniestro Dr. Markoe es cómplice tanto en la desaparición de las molestas criaturas como en el impedir que las madres vuelvan a interrumpir su labor de objetos sexuales con inesperados embarazos. Sin ser cínica, pero hemos evolucionado un poco. Hoy los millonarios convierten a sus amantes en esposas trofeo y hasta en Primeras Damas.

Sin embargo, la serie muestra una familia feliz en esa alta sociedad neoyorquina. Me refiero a la armonía que existe en el Matrimonio Linares y el amor y respeto que permiten a Isabel Linares (Bruna Cusi) seguir pintando aun siendo esposa y madre. Otra ironía es mostrar la ausencia de amor en las relaciones de los ricos, los amoríos ilícitos y el compromiso de John y Violet, y contrastarlos con el disfuncional romance entre la asesina y un gánster que parece estar sinceramente enamorado de ella.

Afroamericanos en la Vieja Nueva York

Ya mencioné la agresividad de la policía en contra de los manifestantes de color, no es la única evidencia de racismo en la serie. Volvemos a ver a Cyrus Montrose (Robert Wisdom) que sigue regentando su bar de Hell’s Kitchen donde su musculatura y gravitas lo hace ser respetado aun por los bestiales Heat Dusters. Lo mismo no puede decirse de su sobrina. Tras perder su empleo en un periódico de Filadelfia, Joanna (Britanny Marie Batchelder) ha vuelto a Manhattan a ayudar a su tío en el bar.


John le consigue un empleo en su periódico, pero ni el muy liberal New York Times puede ostentar públicamente a una periodista negra. Para cubrir el compromiso de Violet, Joanna debe asistir al baile más disfrazada y enmascarada que enfermera en pandemia. Aún peor, cuando va en busca de John, el mayordomo se refiere a ella como “una persona” sin atreverse a especificar el género ni la raza de tal “persona”.

Las críticas, como era de esperarse, siguen girando en torno al trio principal que sigue estando invariablemente conformado por blancos privilegiados. ¿Que querían? ¿Que los reemplazaran actores de olor o que Dakota, Luke y Danielito hicieran un full blackface? El tema de la diversidad no está tan bien representado como en “Perry Mason” o en “City of Angels (ups, pero ahí nunca vimos afroamericanos).

Diplomáticos Inmigrantes

Aunque espérense… ¡Algún ingenuo por ahí se ha referido a Los Linares como una” familia de inmigrantes latinos”!  Y en Indiewire se refieren a Isabel  Linares como “una inmigrante recién llegada”. Oy veh zmir!


Ya sé que la Cultura de la Ignorancia está de moda en este año pandémico, pero permítanme iluminarlos. España no queda al lado de Belice, ni es una isla caribeña, es un país europeo. Y no creo que una familia de diplomáticos califique como pobrecitos inmigrantes. La razón por la cual Isabel Linares es atropellada e injuriada es porque USA está a punto de irse a la guerra con España, no por ser ella miembro de una casta despreciada por su color de piel.

En general, “Angel of Darkness” me ha encantado. Principalmente por Dakota Fanning y su capacidad de crear una mujer encorsetada por sus valores puritanos e idealistas que aun así desecha el corsé cuando deja que su humanidad la supere.   


Aunque me imagino que TNT la ha pasado en America Latina, me dicen que Netflix ofrecerá también “The Alienist” para el mundo hispanoparlante. En USA pueden encontrarla en Hulu. Se las recomiendo.

ALERTA: La Reina Estelwen me hizo notar que muchas de estas series tienen contenido que afecta a personas de alta sensibilidad. Aunque el texto puede ser fuerte, he evitado fotografías perturbadoras u ofensivas. Sin embargo, con tristeza porque es una gran serie, no se las recomiendo si las afectan escenas de violencia gráfica, aun mas ya que en la serie se manifiestan en contra de criaturas de pecho.

lunes, 1 de junio de 2020

Un Verano de Pandemia: Dramas de Epoca del 2020



La primavera televisiva estuvo colmada de ofertas históricas o seudo-historicas (cual de todas más mediocre), pero esta abundancia acabó. En unas semanas viene el primer verano de pandemia. Aunque nos llegue un respiro, lo cierto es que comenzará a sentirse la escasez de series y filmes, cuyos rodajes fueron cortados por cuarentenas y distancias sociales. Aun así, antes de que tomáramos conciencia de los peligros del coronavirus ya se habían preparado series, inclusive dramas de época.

Mayo
A finales de mayo, National Geographic, por alguna misteriosa razón, decidió que no iba a lanzar en la fecha anunciada su serie “Genius”, este año dedicada a la reina del soul: Aretha Franklin. En cambio, nos trajeron “Barkskins”.

Basada en la inmensa novela épica de la autora canadiense Annie Proulx (“Brokeback Mountain”) narra las desventuras de dos vagabundos franceses que, a fines del Siglo XVIII, son deportados a la Nueva Francia (hoy Canadá) como siervos para trabajar en los aserraderos. Charles Duquesne (James Broor) logra huir y unirse a los cazadores de pieles, pero René Sel (Christian Cooke) permanecerá en esa frontera colmada de nativos peligrosos, colonos brutales, comerciantes ambiciosos sus siervos y sus filles de roi (chicas pobres también deportadas para casarse con los colonos). 

Ya llevamos cuatro episodios y merece una nota aparte, pero se las recomiendo. Hacía tiempo que no veía una historia tan novedosa, tan cautivante, con personajes diversos y una rareza total, personajes femeninos realmente vigorosos e inteligentes.

Junio
Por fin, y a partir del domingo 14 de junio, podrá verse en su totalidad “Beecham House” en la PBS. Este cuento de un aventurero ingles en la India de comienzos del siglo XIX durará hasta fines del mes de julio.

HBO vuelve a jugarnos una mala pasada a los estadounidenses. A principios de año estrenaron la segunda parte de “My Brilliant Friend” en España. Pues ahora lo harán con” Las Luminarias”. La adaptación de la novela de Eleanor Catton se verá primero en España antes que en el mundo angloparlante.

El 20 de junio inicia esta pieza de época que narra el viaje de una joven inglesa, Anna Wetherell (Eve Hewson), a Nueva Zelandia a mediados del siglo XIX. En medio de un mundo fronterizo y primitivo atrapado por la Fiebre del Oro, Anna se verá involucrada en un triángulo amoroso con el encantador Emery Staines (Himesh Patel) y la manipuladora vampiresa y adivina Lydia Wells (Eva Greene).



El 21 de junio comienza en HBO la nueva versión de Perry Mason. Parece que “City of Angels” ha dejado un apetito por Los Ángeles, por Noirs de los Treinta y por evangelistas colmadas de sex apeal. En esta versión Matthew Rhys es el icónico abogado-detective creado por Earl Stanley Gardner.



Mason es contratado por John Lithgow, un millonario que necesita un investigador discreto para esclarecer un secuestro. Tatiana Maslany (“Orphan Black”) es una evangelista platinada que envolverá con su fervor erótico al pobre Perry, y Julieta Rylance reaparece ahora como Della Rees, la fiel secretaria de Mason.

Julio
El 26 inicia la Segunda Temporada de “The Alienist”. Aunque se la planeó como serie limitada, su éxito ha suscitado la adaptación de otra novela de Caleb Carr, El Ángel de la Oscuridad. En vísperas de la Guerra del 98, Sarah (Dakota Fanning), quien ahora maneja su propia agencia de detectives, solicita la ayuda de Lazlo Kreisler (Daniel Bruhl) para esclarecer el secuestro de Ana Linares, la hijita del cónsul español.

Ya sé que vomité ranas y sapitos en contra de esta serie, que la encontré gory, oscura y casi tan truculenta como “The Knick”, pero descubrí que a mis espaldas mi hermano había terminado de verla. Peor, mi hermana y mis sobrinos gatos también son fanáticos. Eso me obliga a compartirla con ellos y otros fans. Ojalá no me defraude.

Agosto
Dejamos atrás el caluroso julio y nos internamos en agosto. A principios de mes (Agosto 9) llega la séptima temporada de “Endeavour” en Mystery de la PBS. Estamos en 1970, siguen los conflictos raciales en Oxford y el departamento de Policía del Támesis investiga los asesinatos de varias jovencitas, pero Morse acarrea unos problemas personales. Un reencuentro en Oxford con Violetta, la italiana con la que ha sostenido un tórrido romance el verano pasado en Venecia. Morse enamorado es siempre un fascinante enigma. ¿Habrá olvidado a Joan Thursday?


Esa misma noche inicia por Showtime una adaptación del superventas de James McBride Good Lord Bird. Confieso que siento aprehensión (el libro ni lo conocía) hacia esta combinación de sátira a lo Mark Twain con road movie sobre el dispar emparejamiento del abolicionista John Brown (Ethan Hawke) y un pequeño esclavo negro, apodado Onion (cebolla) e interpretado por Joshua Caleb Johnson-Lionel, que por alguna razón se la pasa la serie vestido de mujer.

Camino al malhadado ataque de Harper Ferry que costaría la vida al controversial Brown, él y su compañero de viaje se encuentran con personajes históricos como Frederick Douglas y el General Jeb Stuart y, como dijo un crítico, lo mejor de la serie es dar la oportunidad a Hawks de hablar a gritos. No creo que la vea.

Finalmente, lo más esperado del verano. El 21 de agosto inicia en HBO la adaptación de la novela de Matt Ruff Lovecraft Country. La serie, creación de J.J. Abrams, sigue a Atticus (Jonathan Majors), un veterano del ejercito quien hace un viaje de Chicago a Nueva Inglaterra en busca de su padre Montrose Freeman (Michael K. Williams, el Chalkie White de “Boardwalk Empire”) que ha desaparecido misteriosamente.

Acompañan a Atticus, Leti Dandridge (Jumee Smallet-Bell), su amiga de la infancia, y su tío George (Courtney B. Vance) quien ha publicado una especie de “libro verde”, una guía para proteger al viajero de color. La guía no dice mucho de Lovecraft Country, el racista espacio donde hallan a Morgan secuestrado por un extraño cabal que opera en la mansión de los Braitwhite, cuyos ancestros eran dueños de la familia de Atticus. Como si fuese poco, al cabal se unen también unos monstros escapados del Cthulhu.

¿Que se salvó de la pandemia?
Se dice que el 80% de la producción fílmica y televisiva mundial está en hiatos debido al coronavirus. Eso significa que no podemos esperar nuevas temporadas de nuestros programas favoritos. De esos sabemos oficialmente que “Peaky Blinders” y “Call the Midwife” han detenido sus filmaciones indefinidamente. Para suerte de los Crownies, la Cuarta Temporada de “The Crown” está completa y lista para ser transmitida vía Netflix a fines de este año.

Dicen que “Bridgerton” la adaptación de los bodice-ripper de Julia Quinn también está terminada y la veremos, en Netflix, este otoño.  Hasta ahora, solo hay fotografías. Todavía no se conocen Teasers.
En Hollywood Spy, el Gatito Dezmond ha asegurado que también han alcanzado a acabar los rodajes de series limitadas como “Black Narcissus” y “The Singapore Grip”. De la adaptación de la novela de Rumer Godden, sobre una comunidad de monjas en el Himalaya, solo hay este still de Gemma Atherton.

En cuanto a la adaptación de la trilogía de J.G. Farrell sobre Malasia antes y después de la invasión japonesa ni siquiera eso hay. No quiero poner en duda la palabra de un bloguero, pero por mucho que desee ver estas series, no hay señales de que las tengamos cerca.

Diferente es el caso de “Leonardo” que Aidan Turner ha filmado para la RAI. Un teaser con subtítulos nos confirma que pronto podremos ver las aventuras de Da Vinci interpretado por el Capitán Poldark..

Esa es la situación de nuestro entretenimiento futuro.  Entretenimiento que ha cobrado importancia debido a nuestro encierro forzoso. ¿Cuál de estas series atrae su atención?