martes, 31 de marzo de 2020

El Himno de Horst Wessel: Babylon Berlin 3x05



Es de noche, y los policías van a casa de Tristán Rot. Bohm y Gereon intercambian comentarios ofensivos. Se confiesan su mutua desconfianza. Encuentran a Lotte esperando fuera de la mansión, la han contratado como bailarina. Lotte da la contraseña (Osiris) en la puerta y un ama de llaves los hace pasar. Al entrar los separan. Los policías son llevados a una antesala donde se les proporcionan antifaces y capas con capucha. Se reúnen con otros caballeros, todos de smoking, en un salón, donde una mesa-altar ocupa el centro.

Aparecen las bailarinas vestidas con túnicas griegas como de Isidora Duncan. Ellas hacen un círculo alrededor de la mesa, y los hombres otro alrededor de ellas. Llega el maestro de ceremonias, se quita la capa y vemos que es el Dr. Schmidt (este no se pierde desfile). Hacen invocaciones a Hermes en latín.

Las bailarinas bailan una ronda. Schmidt separa a una de ellas, Juliana, del grupo, le quita capa y mascara y la hace tenderse sobre la mesa. Juliana parece ser médium y la idea es que canalice el espíritu de Betty Winter.

Es una ceremonia muy simple, no hay ritual satánico ni orgia. Lo más erótico es que a una orden de Schmidt, las bailarinas echan la cabeza para atrás y reciben en sus bocas las lenguas de los caballeros. Lotte muy vivaracha se las arregla para recibir la de Gereon.

Schmidt guía a Tristán, vestido con túnica negra, hacia Juliana. Lo hace beber una poción de curare. Enardecido, el actor se olvida que es gay y se abalanza sobre la médium. Esta se retuerce chillando “¡me quemo!” Bohm, ya no aguanta más, dispara al aire, grita que es policía y arresta a Rot.

Schmidt huye. Rath lo sigue y lo llama por su nombre. “Anno está muerto” dice el médico “murió en Flandes. Yo soy el Dr. Schmidt. ¡Y tú no me has visto!” de un solo coscorrón pone a su hermano en estado de trance.

Al día siguiente, Lotte llega al trabajo. Los compañeros la reciben con piropos, silbidos y maullidos. Como no son ni vulgares ni agresivos, ella les brinda sonrisas. Diferente es Bohm que combina chistes ordinarios con prepotencia. Para apilar injuria sobre ofensa, Bohm ordena a Lotte hacer el trabajo de mecanógrafa.

La asistente a inspectora se encuentra con Gereon en el elevador. Como siempre se guarda sus problemas personales, pero nota que el inspector no anda bien, no se ha cambiado de camisa, huele a alcohol ni se ha peinado. (¿Me quieren decir que este hombre siempre necesita de mujeres que lo atiendan?). Gereon le miente diciéndole que su “familia” ha ido a pasar unos días en Colonia. Lotte sabe que miente, pero se muestra discreta. Rath aprovecha de cargarle la mano a la pobre Fraulein Ritter haciéndola que averigüe teléfonos y direcciones de todos los de la lista que fotografió Herr Graf.

Uno de los nombres en la lista es el de Katelbach (otro es Hans Litten). Gereon se encuentra con Katelbach para desayunar. El periodista todavía está molesto por el modo en que Rath cambió su declaración en el juicio del Primero de Mayo. Gereon dice que el solo se puso del lado de la institución a la que pertenece. Katelbach le cuenta de su investigación de Lufthansa.


A Bohm le va mal con el arresto de Rot. El abogado demuestra que su cliente solo conducía un ritual espiritista. Tristán explica que las velas que Lotte vio en el camerino de Betty Winter eran parte de un ritual. Deberían arder por tres días después del asesinato entones ya se podría invocar el espíritu de la difunta. Otra muestra de la tolerancia de Weimar es que nada de lo hecho es considerado ilegal.

A pesar de que el ocultismo fue una obsesión en la Europa de fines del siglo XIX hasta después de la segunda Guerra Mundial (muchos jerarcas Nazis eran ocultistas) no todos los países tenían legislaciones tan liberales. En Gran Bretaña la ley anti-bruja permaneció en los códigos hasta 1945 (fue abolida por servicios brujiles durante el conflicto).

Llega el momento de dictar sentencia en contra de Greta. En el tribunal, Gereon cree como todos los presentes que, por haber confesado y haberse mostrado arrepentida de los hechos, Greta recibirá cadena perpetua. Pero el juez es implacable y la condena a muerte, con beneplácito de Wendt y Frau Benda (por razones diferentes). Greta acepta la sentencia y se niega a apelarla. Para colmo, pasará sus últimos días en la compañía de la Dra. “Stalina”, ya que las han puesto en la misma celda.

Gereon y Lotte almuerzan juntos y él le cuenta lo que sucedió en la corte. Lotte pregunta quién puede indultar a Greta. Solo Gustav Stressman, presidente del Reich. Los únicos cercanos a Stressman que el inspector conoce son Zorgiebel y Wendt y ninguno levantará un dedo por la condenada. Gereon aconseja a Lotte ir al Rote Hilfe, un servicio legal pro bono que conduce Hans Litten.

Lotte se echa a llorar. Rath la consuela de la manera más torpe posible. Le dice que por dura que parezca la sentencia, Greta la merece puesto que es una asesina. Indignada, la asistente de detective lo acusa de mentirle. Helga no está en Colonia. Lotte la vio entrar a un hotel en Berlín.

Gereon corre al hotel, descubre que su cuñada se hospeda bajo su nombre de soltera. Obliga al conserje (con su chapa policial) a dejarlo entrar a la suite. La encuentra vacía, pero se impresiona ante el lujo. Ve una cesta de rosas con una tarjeta que dice “Gracias por traer luz a nuestras almas. A.”

Entra Moritz, abraza feliz al tío. Gereon lo interroga, ¿dónde está Helga?  ¿Quién es A? Quien paga el hotel? Cuando Moritz confiesa que no tiene respuestas, su tío lo agarra de las solapas y lo sacude. Gereon vuelve a estar descontrolado. Pide disculpas y se marcha.

Y ahora pasamos a un personaje menor que ya conocíamos, pero que ahora adquiere mayor dimensión. Se trata de “Otto” el nazi, amigo de Fritz. El que convenció a Greta de poner la bomba bajo el escritorio de Benda. Su verdadero nombre es Horst Kessel. Tanto el, como Richard Techman alias “Fritz” están en esa lista secreta de la policía que fotografió Graf.

Vemos a Horst entrando en un bar. Se acerca a una prostituta borracha y avejentada. La llama “Erna” y le pide que se vaya con él. La prostituta le recuerda que debe hacer negocio con su chulo, “Ali”.  El tal Ali, todo cubierto de tatuajes, recibe el dinero del joven nazi y le dice que puede llevarse a Erna hasta el día siguiente.

Horst lleva a Erna a su piso. Le prepara comida, le dice que va a cuidar de ella, a comprar su libertad para que no tenga que prostituirse. Erna se ríe, no entiende, se queda dormida y el nazi la cubre con una cobija. Por si no lo saben, estos tres personajes: La puta, el cafiche y el nazi son reales. Él es el famoso Horst Wessel, el del himno nazi.

Hay fans que han criticado esta descripción tan humanizada de un nazi. Ni tanto, pregúntenle a las mituteras que les dirán que Horst es un tipo de hombre muy peligroso, el que sufre de “Complejo de Salvador”. Después de todo Erna no quiere ser rescatada. Ella quiere ejercer su derecho a putear, a andar borracha por la calle (y a repartir gérmenes).


jueves, 26 de marzo de 2020

Un Paseo por las Noches del Berlin de Weimar. Babylon Berlin 3x04






Helga recibe una visita de Nyssen. Es muy caballero, todavía se tratan formalmente de “Herr” y “Frau”. Helga confiesa que no sabe que será de su futuro. Nyssen la tranquiliza. El hotel es el sitio perfecto para una persona en transición. Puede quedarse el tiempo que quiera.


En este episodio descubrimos que Gereon no funciona bien. No sabe elegir sus prioridades. Da evidencia de desorden mental. Recordemos que abandonó el set y a Lotte. Al día siguiente, sin saber que ha ocurrido durante la filmación, se va directamente a tribunales olvidándose de su verdadero empleo.

Fiel a su promesa, Greta se retracta. Dice que no está segura de que era Fritz quien vio en la estación ni de que su uniforme fuese el de los Nacional Socialista. Los comunistas en la sala rugen. En el patio de la cárcel, Greta siente las miradas de odio de sus compañeras comunistas.


 Al final de la comida. Stalina le pasa un dinero a la guardia para que deje a Greta solas con sus secuaces. Agarran a la pobre pelirroja y la torturan exigiendo saber por qué cambio su declaración. Greta resulta resistente. Finalmente la arrojan a un rincón como si fuera una muñeca de trapo. ¡Estúpidas! si se hubiesen mostrado solidarias, si le hubiesen preguntado sin violencia, tal vez la pobre Greta hubiese conesado.

Gereon corre a la Fortaleza Roja. En vez de ponerse al día, o ir a la reunión con Gennant, va a importunar a Graf quien ya está sudando la gota gorda porque las fotos del cadáver de Tilly Brooks han salido borrosas. Gereon se entera de la muerte de su amiguita. No le interesa. Casi le exige a Graf que fotografíe los documentos sellados ya que el fotógrafo tiene acceso a ellos.

Llegan a la reunión con Gennant. Presentes están Ulrich, Bohm y los Fanboys. Lotte está haciendo la presentación con beneplácito del Buda quela distingue a pesar de los rebuznos misóginos de Bohm. Gennat está de mal humor, carga contra todo el mundo, pero principalmente contra Graf por la mala calidad de las fotos y contra Gereon por impuntual. Lo castiga, y de paso a Lotte, obligándolos a trabajar con Bohm.


Lotte acaba de relatar lo sucedido en el set (a través de flashbacks). Tristán Rot ha desaparecido, Lotte descubre a Water Weintraub y al Armenio en las inmediaciones. Pretenden interrogarlos, pero ambos la ignoran con gran altanería. Weintraub dice que quiere ser interrogado por “un verdadero policía”. El Armenio es peor.  “Lárgate!” le escupe. Al salir, Lotte se encuentra con una Vera llorosa que confiesa que encerró a Tilly. Lotte la convence de que venga rendir declaración.


Gereon alcanza a contarle a Lotte, ya a solas, sobre lo ocurrido con Greta. Al Inspector recién le cayó la chaucha que Helga lo abandonó. Se atreve a poner una llamada a su padre en Colonia. Helga no está con el suegro. Gereon cuelga sin despedirse y le encarga a uno de los fanboys que investigue si la Frau Helga Rath está hospedándose en algún hotel de Berlín.

Entretanto, la policía ha registrado el apartamento de Félix Krempin. Además de encontrar explosivos y otros objetos que indican que el electricista estaba saboteando la producción, descubren un arcón con un pentagrama en la tapa. Adentro hay parafernalia esotérica y una invitación a una ceremonia con la Fraternidad de Saturno, una asociación ocultista. La invitación viene de parte de Tristán Rot. Se decide que Gereon y Lotte asistirán a la ceremonia y arrestarán a Rot, pero Gennat insiste en que Bohm vaya con ellos.

Herr Graff va a los archivos. Lo detiene en la puerta uno de esos polizontes viejos que ya solo sirven para estar en subterráneos y llenarse de polvo como los papeles. Quiere saber qué hace el fotógrafo ahí. Graff apurado, le responde con arrogancia.

Encuentra los documentos y los está fotografiando cuando llega el vejete. Lo ha reconocido. Lo recuerda de hace años cuando no se llamaba Graf y cuando lo detenía el escuadrón del vicio. Lo llama “muñequito”, lo golpea con una barra de hierro y lo obliga a arrodillarse y a” atenderlo” (¡asqueroso!). Para que no vea lo que ha fotografiado, Graf debe aceptar.




Mas tarde vemos al fotógrafo ante un espejo de tres lunas llorando y abofeteándose. No es culpa de él. ¡Pobrecito! Llama Gereon a su apartamento para darle las fotos. Le cuenta (evitando los detalles escabrosos) lo que ocurrió. Rath dice que Graf es “un héroe”. Cierto.

Van al bar de la esquina, un lugar lleno de humo, donde no cabe ni un alfiler, donde los parroquianos bailan con mujeres u otros hombres. Gereon le pregunta su amigo como acabó siendo fotógrafo de la policía. Graf le cuenta que a los catorce años abandonó su pueblito para venir a Berlín. Que primero vendía periódicos, pero que su verdadero trabajo era la prostitución. Que le debe todo a Gennant. El Buda lo sacó de la calle, lo hizo estudiar y le dio un empleo. Por eso Graf no se molesta con los exabruptos de su patrón.

“¿Y tú otra vida?” pregunta Gereon aludiendo al travestismo del fotógrafo. “Ambas son una sola” responde cándidamente Graf. Gereon se atreve a preguntar a su amigo si tiene un amante. Graf, siempre muy honesto, confiesa estar enamorado, pero que el objeto de su amor aun no lo sabe. Spoiler para los shiperos de este par, ya conocemos al amor de Graf y no es el Inspector Rath.

Como ambos son eximios bailarines, salen a la pista y bailan juntos. Es una coreografía magnifica que más que homoerotismo se siente como camaradería. Parecen Alan Bates y Tony Quinn en” Zorba, el Griego”. O mejor Astaire y Gene Kelly.



Volvamos atrás al Cuento de Lotte, que en manos de Bohm ya parece el Cuento de la Criada. El infame la mandó a recoger unas pruebas forenses, pero se le adelantó recogiéndolas el mismo. Humillada, Lotte se retira del anfiteatro, pero la sigue (¿Rudi?) el estudiante de medicina que fue su amante intermitente la temporada pasada. Quiere volver con ella. Lotte es exquisita para despedirlo.  “Tienes cierto encanto y eres inigualable en la cama” le dice agregando que no está ni para sexo ni relaciones.

Lotte otra vez casi deja plantada a Toni quien, con razón, está molesta por la falta de atención de su hermana. Toni se ha encargado de hacerle una cita a Ilse con el oftalmólogo y quiere que Lotte la acompañe. Lotte no alcanza a explicarle porque no quiere/puede hacerlo porque aparece Vera y corre a chismear con su amiga. Quedan de irse a divertir esa noche. A Toni no le agrada.

Quiero hacer un aparte, y tal vez molesté a alguna moderna de esas que no creen que la mujer debe ser responsable, autorespetarse y darse a respetar (ahora descubrí que lo último también es anatema para las feminazis). Lotte necesita de alguien que la cuide, está muy desprotegida, transita un mundo peligroso (ya lo vimos la temporada pasada cuando cayó en las garras del Armenio). Es inteligente, discreta, educada, pero le faltan elementos de autodefensa que poseemos quienes nos criamos en un entorno “normal”, familiar (incluso con familias disfuncionales como la mía), elementos que tanto Helga como la hija de Bohm poseen.

En resumen, Lotte no debió hacerse cargo de Toni, porque si le preguntamos a la chica lo está haciendo mal. Hacerse cargo de una persona es más que pagar su almuerzo y darle cama en la noche. Toni no es una mascota, es una adolescente que necesita mucha atención. Lotte no puede dársela, no sabe lo que hace y el modo en que Toni le recalca lo que va a hacer en el día es el modo en que pretende llamar la atención de la hermana, pero Lotte prefiere irse a chismea con una desconocida. El peligro es que Toni pasa todo el día sola y ni siquiera dentro de una casa. Es normal que gravite hacia el espacio escuálido y escabroso de su otra hermana. Eso va a traer consecuencias funestas.

Lotte lleva a Ilse al oculista. Su hermana tiene glaucoma y la única manera de salvar su vida es una operación que cuesta seiscientos marcos, una fortuna. Lotte promete conseguirlos. Ya sabemos cómo, pobrecita, no hay manera de salir de esa vida.

Tras escoltar a Ilse a su departamento, Lotte pasa por casa de su vecina y recibe un paquete de viejas cartas, la herencia que le legó su madre. Las lee en el tranvía. Ahí se entera que no tiene el mismo padre que sus hermanas, que las cartas son del amante de la madre. Perturbada, alza la vista a la ventanilla y ve a Helga entrando en un hotel. .


Vuelve a casa y en vez de meditar en paz, o de platicar lo descubierto on Toni, se pone su vestido de coctel y en el espacio bajo las tablas del piso donde guarda sus ahorros esconde las cartas y saca un dinero. Bueno en vista de lo que va a ocurrir, me parece triste que Lotte que necesita plata, se la vaya a gastar en champagne y cocaína. Vera es actriz,  gana más, tiene un amante rico, debería ella invitar a Lotte. Apenas se va su hermana, Toni, que ha fingido dormir, se levanta va al escondite y lee las cartas. Me imagino el golpe que será para ella. No me sorprendería que huyera con los ahorros.


En el bar, entre pimplar champaña y meterse coca, Lotte le cuenta a Vera lo ocurrido. Esta confundida, no sabe si quiere buscar a su padre, dice que quisiera ser alguien diferente. Vera la invita a bailar. Esta escena es alternada de manera paralela al baile Grath-Graf. Son dos escenas totalmente diferentes. Vera tiene otras intenciones con Lotte. Comienza a piropearla y de pronto le exige un beso. Lotte se niega, Vera insiste, Lotte se niega mas veces que Daenerys antes de ser violada por Khal Drogo. Vera le recuerda a la detective que quería ser alguien diferente y Lotte se rinde.



Ok, muchos (muchas, muches) deben estar de plácemes, pero piensen como hubiese sido esa escena si Vera hubiese sido hombre. Estarían todas chillando “violación”. No solo Vera se aprovecha de una chica borracha y drogada, además no le hace caso a la negativa de su amiga. Por menos, Junot Díaz perdió su empleo. En fin. No lo encontré ni erótico, ni simpático, ni me cae bien Vera. Contrasten su actitud con el modo en que Gereon solicitó permiso antes de alisarle el flequillo a Lotte.

Después de andar borrachas por la calle, Lotte y Vera acaban en el piso de la detective. Meten tanta bulla que despiertan a la niña. Más encima se le meten en la cama. Toni, muy cortes, llama a Vera “Madame” y le pregunta si vendrá más a menudo. Las otras ebrias y drogadas se mueren de la risa.

Un detalle, para quienes crean que esto fue presentismo. Las diferentes orientaciones sexuales estaban bien representadas en la Alemania de Weimar y eran parte de la vida nocturna berlinesa.  La homosexualidad, aunque técnicamente era un delito, era tolerada en bares, burdeles e incluso en calles donde se podía encontrar personas de todos los sexos ejerciendo la prostitución.

 La cocaína era una droga legal (no así la heroína, morfina y el opio) aunque cara. La androginia estaba de moda sobre todo entre los adolescentes, y hasta su fallecimiento en 1928 (antes de cumplir 30 años), la Teen Idol oficial era la actriz y bailarina Anita Berber. Drogadicta, alcohólica, Anita, aunque se casó tres veces, era abiertamente bisexual.

Una última palabra sobre la música en este capítulo. En “El Holandés”,  el club que frecuentan Lotte y Vera, ambas bailan al son de “Heut'Nacht en Perú”. Noten que ni el cantante ni sus coristas visten nada típico peruano, todo es parte de una fantasía que llegaría hasta la Era Nazi de como se vivía en Latinoamérica.





A pesar de que “Perú” es usado como rima de “tabú” (un chiste siendo que Perú hoy sigue siendo uno de los países más conservadores de America Latina) es un reflejo de la influencia de la música latina en la Europa de los 20 y 30. No solo el tango era muy popular. 

A estas alturas ya se empezaban a oírse ritmos más tropicales (voy a tener que escribir algo sobre eso) como en este tema de 1931 que tiene dejos del Manisero.

martes, 24 de marzo de 2020

¿Será Vera la Próxima Víctima de El Fantasma? Babylon Berlin: 3x03



Este es el primer capítulo que me supera. Demasiadas historias y detalles. BB se ha vuelto una serie tan deliciosa como llenadora, se parece a la Selva Negra que se estaba zampando el Buda Gennat. Ahora comprendo porque los bingers no entienden nada y salen con cada cosa. Obvio que es una serie que no se puede beber de un solo trago. Yo estoy viendo cada cap. tres veces, y no seguidas. Y ahora hasta tomo notas.
¡Que rica torta!

Pero veamos las nuevas subtramas. La primera es de Nyssen quien le ha pedido a su abogado que finja hacer una encuesta para averiguar qué gente está invirtiendo en la faramalla bursátil de Ahrensen. El resultado es pasmoso: están involucrados viudas maduras, carniceros, el farmacéutico que preparaba la medicina de Gereon,  y Boehm, ¿lo recuerdan? El policía odioso que intentó vincular a Gereon con el asesinato del sicario San José.

Como explica Seelib a su patrón, son gente de todas las clases. El vínculo en común es que han invertido gracias un oportuno préstamo que están convencidos cubrirán cuando su inversión de frutos. Da casi lástima Bohm que vive con su mujer e hijos y que sueña con conseguir un apartamento carísimo en un primer piso para que su hijo invalido pueda circular sin escaleras que lo limiten.

Nyssen se da cuenta que en algún momento la burbuja estallará y que ninguno de estos inversionistas podrá pagar el préstamo. Eso traerá la ruina. He investigado, y creo que esta es una licencia histórica. La economía alemana, aunque se estaba recuperando de la inflación, siempre estaba agobiada por las reparaciones monetarias que le debía pagar a los Aliados y eso ayudó a que el crack de Wall Street la abatiera totalmente.

Hay mucha gente que sabe cosas y no las cuenta. Ulrich encuentra una bala (también usada en un asesinato) que es igual al calibre de la que mató al electricista. Comete el error de interrumpir a Gennant en una reunión. El Buda lo insulta. Humillado, Ulrich tortura un escarabajo y oculta la evidencia.

Otra subtrama surrealista nos recuerda la existencia de Samuel Katelbach (Karl Marcovics), el periodista vienes. Lo vemos en la oficina del Tempo, el periódico para el cual trabaja. Quiere exponer a Lufthansa que está trayendo pertrechos militares para la Reischwer lo que va en contra de las imposiciones de Versalles. Pero el director (cuya manera de congraciarse con sus empleados es arrojarles huevos duros) está más interesado en lo que le presenta Jacoby (Peter Jordan), el reportero encargado de la muerte de Betty Winter. Jacoby es un reportero moderno, aporta fotos, hasta un croquis del enmascarado y mucho picante e intriga, lo que él denomina “el toque shakesperiano”.


El jefe anuncia que el nuevo periodismo debe darle al público lo que quiere: “sexo y dinero”. Le exige a Katelbach que traiga fotos sino nadie creerá en el artículo. Katelbach está furioso, se queja de la ‘tiranía de las masas” “Teníamos un público de lectores” exclama” ahora son mirones” Y espérate, Sammy, hoy el público exige material audiovisual, con sonido y video.

Helga le da un ultimátum a Gereon. O hablan de su relación o se marchan. Gereon se queda en silencio. Su cuñada agarra maletas e hijo y se marcha a la elegante suite de hotel. Moritz está encantado, casi tanto como cuando en el cap. anterior reemplazó el recoger hojas como parte de un club católico con aprender tiro al blanco con sus amigos de la Hitlerjugend.


Wendt no se anda con chiquitas. Cumple con su promesa al teniente nazi.  Manda a Sebald, su asistente,  al orfanato y encuentran al bebé de Greta. Se lo llevan a la cárcel. Solo ver a su hijito hace entender a Greta que hay fuerzas poderosas que lo dañarán si ella no se retracta. Realmente Wendt es tan asqueroso como eficaz.

En el set comienzan a hacer pruebas para reemplazar a Betty Winter. La primera es Tilly Brooks. Llega el esperado Tristan Rot (Sabine Tambrea). Es un individuo enjuto y larguirucho, vestido de negro, mitad Alice Cooper, mitad el Cesare del Gabinete del Dr. Caligari. Se retuerce horrorizado ante la idea de reemplazar a su amada esposa.

Llegan Gereon y Charlotte. Rath interroga al histrión y solo consigue de él que le comenté que compartía “intereses en común” con el electricista Félix Kemperin. Lotte tiene más suerte. Entre las coristas se encuentra una antigua colega, Vera Lomhan (la amante de Walter Weintraub).

Vera está encantada de ver a Lotte.  “Supe que te cambiaste de bando” y le pide ver sus credenciales de policía. Lotte le suplica que no comente con nadie que se conocen de un burdel. 

En busca de Gereon, Lotte se interna en el subterráneo y ve deslizándose por un pasillo al asesino enmascarado, lo sigue y se lo encuentra en la sección de vestuario. se trata de Adrián, el doble de Tristán, y el atuendo es para interpretar al Diablo. Hay dos trajes, pero uno ha desaparecido.

Adrian no es El Fantasma

Gisela, la vestidora, se echa a llorar. Ella se lo dio a Kemprin. Eran novios. Felix tenía siempre mucho dinero y le contó que lo habían contratado para sabotear la película, pero que quería salirse de ese trato. En el día que Betty fue asesinada, Kemprin se fue temprano y antes Gisela lo oyó discutir con alguien en el teléfono.

En la Mansión Kasabian las cosas no marchan bien. El Tempo ha anunciado al mundo que Betty Winter ha sido asesinada, la aseguradora se niega a pagar, Weintraub indignado acusa al Armenio de haber arruinado el negocio mientras él estaba a la sombra. Su socio lo derriba de un puñetazo y le recuerda que nunca deben desconfiar el uno del otro. Parten a la filmación.

Walter entra primero, se acerca a Gereon y le dice que alguien lo espera. Afuera el inspector Rath se encuentra con El Armenio. Edgard es muy humilde, le dice que sería bueno combinar esfuerzos ya que ambos buscan a la misma persona. Le recuerda que tanto Gereon como el eran drogadictos hasta que “nuestro mentor” los curó. Le dice que esa cura tiene un precio y le pasa una esquela que dice “28 de septiembre”.

Gereon se marcha sin despedirse de Lotte y se pierde cosas importantísimas. Walter le gruñe a Jo, el productor por gastar tiempo en pruebas. Le exige que elija un reemplazo ¡y ya! Tilly es la escogida. Vera indignada discute con su amante, Lotte es testigo.
La última escena de Tilly Brooks

Vera se marcha furiosa a su camerino. Alla la sigue Tilly que quiere disculparse. Vera la encierra. Como Tilly no aparece en el plató, Weintraub ordena que sea Vera la reemplazante. Vera graba la escena que Betty no alcanzó a terminar. No tiene gran voz, pero tiene presencia de escena y es buena bailarina. Les dejó el video de Vera y de la grabación de Betty Winter (Natalia Mateo) para que vean la coreografía, pero también la diferencia de voces.

Lotte se va a buscar a Tilly. Llega a un camerino lleno de retratos de Betty con veladoras encendidas em frente. De pronto, por la ventana, ve que desde la ventana del camerino de Vera salta el Fantasma atraviesa el patio y abre el portón para escapar. Lotte corre al camerino y encuentra a Tilly Brooks…degollada.