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martes, 1 de abril de 2025

Espías en El Paso Suwalski: Eastern Gate en MAX

 


Estamos a la espera del fin de la guerra de Ucrania y después de tres años todavía no se entienden ni sus causas, su inicio, ni quienes eran los buenos y los malos. Situada a comienzos del 2021, a meses del inicio del conflicto, esta combinación de historia alternativa y  drama de espionaje, hecha en Polonia, intenta darnos una visión de la geopolítica que gobierna una zona que es un polvorín a punto de estallar, si no haya ya estallado. A la par de las aventuras de una espía polaca podemos reconocer el peligro del expansionismo ruso.

Ewa en Kaliningrado

El título en polaco es Przesmyk (Istmo) y se refiere al Corredor Suwalski entre tres países, Rusia, Polonia y Bielorrusia, punto estratégico para una invasión rusa a Polonia y de ahí a Europa. La serie inicia  con una fiesta en Kaliningrado. Se celebran las bodas de oro del Matrimonio Sorokin, importantes físicos nucleares. El invitado especial es Nikolai, su hijo, un playboy que ha venido a presentar a su última conquista a sus padres. Yulia Petrova es muy bien recibida, pero a solas “su suegra” le advierte que nunca será importante para su hijo, será una más de la lista. Sus ojos no deben llorar por él.



Tamara Sorokina se equivoca, Yulia no es una más. Se trata de Ewa, una espía, infiltrada por el servicio de inteligencia polaco para que reemplace los lentes de la física nuclear con unos que contienen cámara y micrófono. Nikolái sorprende a su novia cuando ella está en el escritorio de su madre. Ve los anteojos, adivina de que se trata y le da una brutal paliza. Ewa consigue matarlo,  dejar todo como si se tratase de un suicidio e instalar, antes de huir, los lentes espías.

De regreso a Polonia, Ewa sufre un aborto y pierde al hijo de Skiner, su colega y pareja. En el hospital,  deben practicarle una cirugía que la deja imposibilitada de tener más hijos. Deprimida, va a convalecer en casa de su única pariente, su hermana que no está muy feliz de verla.

Entretanto, ha ocurrido un problema diplomático. Maria Niedzwiecka,  consulesa polaca en Minsk se ha suicidado, sin motivo aparente y en pleno cumpleaños de su hijita. El servicio de inteligencia envía a Skiner a Bielorrusia a investigar el caso y descubrir a un traidor en la embajada. Apenas llega a Minsk, Skiner es atrapado por la policía secreta. Ewa deberá dejar su retiro y viajar a Belarus a salvar a su pareja.



Ewa en Minsk

Ewa llega a Minsk a ocupar el puesto de la suicida y recibe una fría bienvenida de parte de la desconfiada jefa de seguridad que le advierte de los peligros de la ciudad. Otro que le hace la misma advertencia es el chofer que le asignan quien le cuenta que todos los días desaparecen personas en esa ciudad, secuestradas por las fuerzas del General Koslov.

Ewa hace amistad con el viudo Pawel Niedzwiecki, lo droga y revisa su celular encontrando un video de la consulesa teniendo sexo con su amante (cuyo rostro no se ve). Llega a la conclusión de que el suicidio fue motivado por chantaje. Entremedio, Ewa debe asistir a eventos como uno en una organización que ayuda a los inmigrantes polacos y que honra a Jan Drawicz.

                                     Jan Drawicz y Leminski

Ya conocíamos a este joven de mirada asustada cuando formaba parte de un grupo de presos polacos intercambiados por espías rusos, justamente en el Paso Suwalski. Los rusos, felices de recuperar a su agente estrella, Skopintsev, se han vuelto generosos, pero súbitamente Drawicz se devuelve. Prefiere quedarse en Minsk, no quiere abandonar a su mujer que está embarazada.

El servicio secreto polaco intenta negociar para que les devuelvan a Skiner (que está siendo brutalmente torturado), pero Kozlov, burlón, exige que  por un hombre, los polacos le cedan nada menos que el Corredor Suwalski. Ewa descubre que en el Toledo,  un conocido hotel de Minsk, se prepara una fiesta a la que asistirán el coronel Kozlov y varios dirigentes de la KGB. Su jefe le ordena que se concentre en la misión que le han encargado, pero Ewa desobedece.

Ewa en el Toledo

La espía se pone un pedazo de vestido, pupilentes y una peluca corta de cabello oscuro y se va a la fiesta.  En el bar coquetea con un ruso y le roba la tarjeta con la que puede subir a los tres pisos que los de las fuerzas de seguridad han requisado. Su primera sorpresa es ver que Drawicz está trabajando de camarero. Vemos que lo ha reclutado Skopintsev quien se acerca al general Kozlov. Quiere agradecerle haberlo intercambiado, pero le deja caer una pulla por su demora en hacerlo.

                Ewa en plan Mata Hari

Nos damos cuenta de que busca venganza. También se da cuenta Ewa que  sigue al ruso y a sus hombres cuando escoltan a Drawicz al garaje. Ewa es testigo (y filma) cuando Skopintsev asesina al polaco. Muy agitada, Ewa abandona el Hotel Toledo justo cuando estalla una bomba que destruye el salón donde trascurre la fiesta.

Todo esto ocurre en un muy dinámico Episodio 2 donde se alternan las pesquisas de Ewa, con escenas de la tortura de su amante; Jan filmando un video-despedida para su hija y explicando los motivos que lo llevaron a plantar la bomba; y el funeral de Nikolái Sorokin. Tamara Sorokina no tiene paz desde la muerte de su hijo. Menos cuando halla en la alfombra de su escritorio los restos de sus antiguas gafas.

La física parte a Riga, capital de Letonia, para investigar el pasado de la última conquista de Nikolai. Descubre que existió una “Yulia Petrova”, que se graduó en literatura, pero su foto no se parece en nada a la mujer que le presentó su hijo. Se da cuenta que era una infiltrada. Decide no contactar a la KGB, solo investigar por su cuenta y se deshace de los anteojos-espías

                         Tamara Sorokina

El gobierno polaco y sus servicios de inteligencia tienen otro problema. Apenas ocurrido el atentado, en los canales de televisión bielorrusos aparece el testamento de Darwicz culpándose de la bomba y presentándose como un terrorista que quiere vengar el honor patrio polaco. Para colmo, Skopintsev ha llevado el cadáver del polaco de regreso a la zona del crimen y atado la bomba a su cuerpo. Han muerto la mayoría de los asistentes incluyendo el general Kozlov. Skopintsev finge su propia muerte.

Ewa Atiende un Parto

Cuando María ve el discurso de su esposo en la televisión, sabe que vendrán por ella. Cuando llega un hombre de Skopintsev, lo mata con un mazo de los que se usan para ablandar la carne. Entretanto Ewa alcanza a llegar a una casa-refugio donde vuelve a disfrazarse de consulesa y parte a casa de María. La encuentra al lado de un cadáver.  María le cuenta la verdad, el grupo de Skopintsev amenazó con matarla a ella y a su hija si su marido no colaboraba. Ellos forzaron a Jan Drawiski a grabar ese discurso con el que esperan tener una excusa para invadir Polonia.

                    Maria espera que vengan por ella.

Llega Tadeuz Leminski , el presidente de una organización que ayuda a los polacos. Detrás viene la policía. Leminski entretiene a los policías que lo arrestan. Esto da la oportunidad a Ewa y María de huir, pero tanta agitación adelanta el parto de la esposa de Jan Drawicz. Ewa es la partera y ayuda a traer al mundo a la bebita. Después consigue que un camionero, que conoce rutas secretas, lleve a María y su hija de regreso a Polonia.

A pesar de que el jefe de Ewa está furioso por su desobediencia, se calma cuando ella le pasa la evidencia grabada del asesinato de Drawicz y la confesión de la viuda. Cuando el embajador ruso viene a exigirle cuentas al presidente polaco, se encuentra con el jefe del servicio de inteligencia que ya sabe del macabro teatrito montado con la intención de excusar una guerra. Lo amenaza: u olvida su plan o este será expuesto a los medios extranjeros.

Entretanto, Ewa ha vuelto a ser una diplomática y regresa a la embajada. Casi no llega porque su automóvil es atrapado en una protesta antipolaca. Los gobiernos sabrán que el atentado del Hotel Toledo fue una farsa, el pueblo no y se presenta ante el edificio exigiendo la expulsión de todos los polacos de su país. Ahí me di cuenta del porque las protestas no sirven hoy en día y terminan haciendo más daño que bien. Los manifestantes no saben realmente porque protestan y suelen estar motivados por supuestas verdades que, al final,  no son ciertas.



A pie, y librándose de ser linchada, Ewa llega a la embajada donde la espera Helena, la jefa de seguridad, que siempre ha sospechado que la nueva consulesa es una espía. Ha registrado el cuarto de Ewa solo encontrando un coqueto vibrador rosado. Acusa a la diplomática de tener un amante en la embajada, pero ese es un problema menor. La embajada está semi sitiada, reciben llamadas de amenazas, los manifestantes apedrean el edificio, y descubren que el agua embotellada viene envenenada.

                Diplomáticas al borde del ataque de nervios

Ewa no aguanta más y se marcha al refugio. Hasta ahí llega Skiner malherido. La muerte de Kozlov le dio la oportunidad de huir. Ahora Ewa se enfrentará a dos problemas. ¿Puede confiar en su amante si todo indica ( es lo que creen sus superiores) que Skiner se ha convertido en un delator? Por otro lado, Tamara Sorokina ha encontrado una pista sobre la identidad de la espía y entra en Polonia a buscar a la única familia de Ewa, quien se verá atacada por todos los flancos y sin nadie en quien confiar.

La serie es un excelente cuento de espionaje, bien actuado y bien narrado que ocurre en varios puntos de la Europa del Este. Lena Gora no es bonita, pero me impresionó en Kroll y me encanta verla en este rol tan multifacético. Para quienes puedan ver Max y gusten de este género de espionaje, la recomiendo totalmente.


Contenido Violento o Gory: En el primer capítulo vemos a Yulia/Ewa ser víctima de una pateadura que la deja estéril. En el segundo episodio vemos una horrenda escena de Skiner torturado.

Contenido sexual y Desnudos: Primer episodio, antes de descubrir que es una espía, Nikolai tiene sexo con Yulia arriba del escritorio de su madre. Más adelante vemos a Ewa en varios desnudos teniendo sexo con Skiner.

Factor Feminista: Sin ser una historia de una super espía tipo Atomic Bomb, Eastern Gate está enfocada desde la perspectiva de una mujer que quiere servir a su patria, pero cae en una red de hombres malos, incluso los que están de su lado.

Dicho esto, me encanta el toque “Emma Peel” que le han impuesto al personaje de Ewa. Su capacidad para adoptar nuevas identidades, sus disfraces, hasta el modo en que cambia la voz. Muy diferente Yulia de cabellos largos y vestido de diseñador de la Ewa enlutada en jeans sin una gota de maquillaje que pasa a la sobria elegancia de una diplomática, pero con peluca, pupilentes y micro mini se convierte en una zorrita que se infiltra en una fiesta de la KGB.





                               Ewa en diferentes looks

Sin embargo, lo que más me ha impresionado de La Frontera del Este (como se llama en castellano) es un tema ausente en las series woke: la maternidad. Tenemos ejemplos del poder maternal que supera el deber como en el caso de Sorokina empeñada en encontrar y castigar a la asesina de su hijo o la de María dispuesta a matar para salvar a su bebé, hasta el abandono de esos lazos con la consulesa que se suicida en el cumpleaños de su hijita o el de la hermana de Ewa que empuja ,con sus regaños, a su hijo fuera del hogar.

Donde más entra la maternidad en juego es en el caso de Ewa. No ha alcanzado a recuperarse del trauma de la muerte de su hijo y de su esterilidad. Vemos su expresión desencajada cuando María le muestra el cuarto que tiene preparado para la hija que espera. Otro momento clave es cuando atiende el parto de María y por un instante se rehúsa a entregarle a la niña a su madre.



Factor Diversidad: A comienzos del ’21 hice un seguimiento a una noticia trágica. El gobierno de Lukashenko había expulsado a refugiados sirios obligándolos a huir a Polonia, país que no quería recibirlos. Los refugiados quedaron atrapados en tierra de nadie en la zona cercana al istmo. En la serie,  el sobrino de Ewa y otros chicos polacos solidarios llevan comida y ropa de abrigo a los sirios mientras se normaliza su situación. Llega un grupo de fascistas a golpear a los refugiados y sus rescatistas. Aparece Ewa y les da una paliza.

                                 Ewa y su sobrino




También vemos el racismo que existe entre los mismos eslavos. Ewa participa en una charla donde los Sorokin expresan la superioridad de la literatura rusa sobre la estadounidense. En la embajada en Minsk, Ewa es informada que los bielorrusos son “unos salvajes” y los rusos se burlan de la inferioridad de los polacos.

Viendo esta serie durante el momento más crítico de la Guerra de Ucrania, caigo en cuenta lo importante que es la zona como foco de una posible conflagración europea y lo poco que sabemos de ella. En un momento los polacos dicen que no saben dónde atacará Putin primero, si los países Bálticos, Polonia o Ucrania. Ahora sabemos dónde atacó, la pregunta es si se le dan las concesiones que Zar Vlad ha exigido de Ucrania, ¿dónde será el próximo ataque? Los productores de esta serie han anunciado una segunda temporada. Mientras tanto puede verse con subtítulos en HBO/MAX.

jueves, 31 de marzo de 2022

El “Peaky Blinders” Polaco: Krol y una Varsovia Multicultural y Dividida.

 


Una de las razones del Zar Vlad para invadir Ucrania fue argüir que el gobierno de Zelensky iba camino a la autodestrucción. Curioso, el Fuhrer usó esa excusa chantaentre otras para explicar su invasión de Polonia. Mas curioso todavía, Krol la mejor serie polaca que he visto (y el superventas en el que está basada)  nos muestra precisamente eso,  un país que en 1937 se balanceaba en la cuerda floja, con un gobierno indeciso y débil, un ejército lleno de traidores corruptos y una Varsovia en la que fascistas antisemitas y maleantes socialistas y judíos se peleaban en sus calles. ¿Fue verdad eso?

Gánsters Socialistas vs Fascistas Nacionalistas

En mi intento por encontrar una serie polaca (fuese de época o no) que me resultase atractiva, caí en este modelo “Peaky Blinders” trasplantado a la Varsovia de entre guerras. Cruda, desmitificada del glamour que Scorsese ha dado a los gánsteres, Krol puede resultar deprimente. Que esté basada en un bestseller del novelista silesiano Szczepan Twardoch ayuda a darle prestigio, pero lo que me enganchó fue ese retrato casi desconocido de una Polonia dividida, corrupta y lista para caer en el hocico de la pitón nazi.



En general, me ha sido difícil apreciar las producciones polacas. Sean de época o contemporáneas, filmes o miniseries, las encuentro aburridas, pesadas, lentas y con personajes insufribles. Krol tuvo la sorpresa de interesarme en un segundo capítulo,  y eso que tanto judío malviviente me empujaba a apagar a Ruhami.

Comencemos con el libro. El autor es silesiano (¡guay de quien le llame polaco!). Twardoch es un sociólogo y periodista de 42 años que,  desde el 2003,  ha estado publicando novelas, la mayoría (y más famosas) con temas históricos referentes a la Polonia de la primera mitad del Siglo XX. Muchas han recibido premios,  dentro y fuera de las fronteras polacas,  y se le considera uno de los escritores más representativos del país.

                                S. Twardoch, el silesiano

Aun así, su obra no había sido traducida al inglés. Krol tiene el honor de ser la primera en ameritar traducción bajo el título de The King of Warsaw. La novela fue publicada en el 2016 y salió al mercado angloparlante en el 2020, coincidiendo con su adaptación televisiva. El autor ha hecho hincapié en que su novela no tiene como tema principal la situación política de Polonia a fines de los 30, ni el auge del fascismo polaco. A pesar de esa declaración, se ha comparado el marco político en el que transcurren los sucesos de Krol con la situación actual de la nación eslava.

En el primer episodio vemos dos mítines políticos al aire libre del verano polaco de 1937. Jan “Kum”(compañero) Kaplica se dirige a una multitud proletaria, les recuerda su lucha en contra del fascismo que ha despedazado la ciudad vasca de Guernica. Les recuerda que valientes comunistas polacos en ese momento luchan contra los fascistas en la Sierra de Jarama. Les recuerda que el fascismo tanto puede venir envuelto en un uniforme nazi como en el frac del burgués capitalista.



Unas calles más abajo,  el rubio Bronislaw Zwirski arenga a sus tropas de nacionalistas fascistas. La Falanga solo tiene un lema “Mueran los judíos”. Los dos grupos se enfrentan y un falangista , bajo órdenes de Zwirski dispara. Ahí comienza una batalla tipo Gangs of New York. Al final hay heridos y una señora que cruzaba con su hijo es baleada faltamente. Llega la policía montada y se lleva a Kum. Antes del arresto, Kaplica ordena a su gente hacerse cargo del niño huérfano.



Entretanto,  su sicario, el boxeador judío Jakub Szapiro , hace una llamada al primer ministro con el propósito de sacar a Kum de la cárcel. Todos a quienes contacta tienen la misma reacción. Llamar a Szapiro, por lo bajo,   “Dzhid” (termino despectivo para un judío), pero también mover el engranaje para liberar a Kaplica. Kum es “Camisa vieja” del Partido Socialista, ideología política que comparte con Ignacy Moscicki la cabeza de estado (que no aparece en la serie) y con el Primer Ministro Felicjan Stajow Skladkowski.

                          El Primer Ministro amigo de mafiosos

Mientras Jakub se ocupa de su jefe, la mano izquierda de Kaplica, el sádico Radsziwilek anda degollando gente en su afán de meter al grupo en el negocio de la cocaína. El Compañero Kaplica será un veterano de las guerras socialistas de la nueva nación polaca, será muy antifascista, pero también es un maleante de la peor ralea, involucrado en tratas de blancas, extorsión y que le gustaría vender coca sino fuera que el camarada Skladkowski le ordena que le frene al narcotráfico.

Esto enfurece a Radziliwek que ya se siente desplazado por Szapiro como el futuro sucesor del Rey de Varsovia. Radziwillek, apodado “El Doctor”, comienza a complotar siempre con la ayuda de su “mascota” Edward “Eduardo”, el de cintura de avispa, que parecería damisela en uniforme militar si no fuera por la sonrisa babeante, la mirada de orate, y el sadismo con el que mata y tortura a los enemigos de su protector.



Szapiro es diferente, un individuo camaleónico amado por las masas por su condición de campeón de boxeo de Polonia. Vive con su mujer Emilia y sus hijos,  David y Daniel,  en un elegantísimo piso de Varsovia. Es un buen marido y un padre amoroso y, sin embargo, es el perro guardián de Kum .



Mientras Kaplica sirve sopa caliente a los menesterosos de la ciudad, Jakub va a cobrarle a los judíos incautos que han pedido dinero prestado y ahora deben pagar. Es como la antítesis de la misericordia del Padrino Corleone. Un judío que argumenta que necesita el dinero para la boda de su hija recibe un gancho en el hígado, y recordemos que Szapiro es un peso pesado.

                            ¿No pagaste? ¡Gancho en las tripas!

Diferente es el caso de Naum Bernstein , un mal comerciante que ha perdido su negocio. Le hace tal show histriónico al boxeador que este se apiada de él. Ya sabíamos de la existencia de Bernstein gracias a su hijo Moyshe, el protagonista de este cuento. No lo llamo héroe, aunque si cabe en el casillero del protagonismo heroico a lo Lazarillo de Tormes.

Moyshe, El Lazarillo de Varsovia

La primera escena del primer capítulo nos presenta a Moyshe en su Heder (escuela judía) escuchando al rabino explicar la historia de Jonás y su ballena de esperma. A la salida lo atacan otros Bachurim              ( estudiantes de yeshivá) que se burlan de él y lo llaman ‘fracasado” porque su padre ha perdido y ahora debe pagar.



Entretanto, Jakub expone el caso de Naum y pide una prórroga. Pero el “compañero” Kaplica es firme. No se pueden hacer excepciones, eso debilita su imagen , deja un mal precedente. Le recuerda a Szapiro que él será su reemplazante y desde ya debe cultivar una imagen implacable.

Szapiro y sus secuaces entre los que se cuentan Pantaleón , que bajo su larga cabellera oculta una monstruosa deformidad, y la transgénero Stanislawa Tambyzca, van a la casa de los Bernstein. Naum lloroso suplica a su esposa que no les abra, pero la sufrida mujer prefiere hacerlo para que, al menos, no le rompan la puerta.

Naum se escode bajo una mesa, pero ante los atónitos ojos de su hijo es arrastrado fuera de la casa,  gritando y pataleando. Se lo llevan a las afueras de Varsovia, lo cuelgan de los pies en un árbol y Szapiro lo degüella como si fuese una res. Luego su equipo se encarga de desmembrarlo y arrojar los trozos de lo que fue un vez Naum Bernstein al Vístula.



                            Nahum es secuestrado por la Banda Szapiro

Moyshe,  todavía en shock,  recibe la visita de su noviecita Magda. Él no puede creer que ella pueda quererlo cuando es un perdedor nato. Magda lo consuela y prescribe la mejor terapia : venganza. Esa noche, el chico espera a Jakub Szapiro fuera de un bar y lo ataca con una navaja. El boxeador es más grande, más forzudo. lo vence, lo reconoce, lo lleva a su apartamento y lo prohíja.



Bajo la protección de Szapiro, Moyshe comienza a vivir la vida del boxeador y a conocer una Varsovia desconocida. Por primera vez toma desayuno caliente, se baña en una bañera, asiste a Szapiro en una crucial pelea en la que el judío noquea al campeón de la Falanga. Szapiro presenta al chico con su banda de secuaces que incluyen a Rifka, la ex amante del boxeador que ahora regenta un burdel patrocinado por Kaplica y donde el hampón guarda a Krysia,  una adolescente de trenzas,  que es su querida oficial.

                      Aunque sea más alta que Kaplica, Krysia tiene 13 años

Será ahí donde Moyshe pruebe su primer cerdo asado y su primera mujer. Es ahí donde después que un cliente hiere a una de las pupilas de Pani Rifka que Szapiro lleva a Moishe a casa del golpeador y lo insta a propinarle una pateadura.

Moyshe se ha convertido en un gánster. Cuando aparece en su antiguo barrio con un traje elegante, su fedora y su cigarrillo colgado de los labios, sus antiguos condiscípulos lo acusan de ser un traidor. Cuando en Yom Kippur, Moyshe insiste en rezar en la sinagoga el solo ver a su madre,  que ha perdido la razón a raíz del asesinato y mutilación de su esposo, hace comprender al joven que ya no puede volver atrás y que ese mundo ya no es el suyo.



La Tela de Araña del Dr. Radziwillek

Sin embargo, los días de gloria de Jakub Szapiro están contados. Ante su gran pelea con Peter Ziembinsky (mano derecha de Swriski) expresa su miedo a su mujer de que tal vez ya esté muy viejo para el ring. Aunque vuelve a triunfar en el boxeo, la arrogancia del pugilista lo está cegando al peligro que representa Radziwillek.

El psicópata será ídem, pero no es tonto y comienza a tender una tela de araña que atrapará a Kaplica y a todos sus secuaces. La derecha polaca quiere sacar a la izquierda del poder y colocar al nefasto Smigly Rydz a cargo de la sufrida Polonia. Smigly decide estirar su mano hacia la Falanga y el intermediario es otro individuo siniestro de la historia polaca, el Coronel Koc. Lo que desconocen estos altivos y aristocráticos oficiales es que sus charlas de restaurant son espiadas por un camarero, amante de Eduardo, A diferencia de Kum y Szapiro, Radziwillek está enterado de todo lo que ocurre en las altas esferas.




Cuando Szapiro recibe luz verde de parte de Kaplica para apalear a un periodista que lo ha ninguneado en la prensa, Radziwillek se queja de por que él de no puede hacer lo mismo con un escritor anónimo que ha escrito un artículo exigiendo la expulsión de los judíos del ejercito polaco y solicitando se les envíe a campos de trabajos forzados.

Kum decide satisfacer el capricho de su mascota. Será Szapiro quien descubra la identidad del autor del artículo ( una de las pocas escenas divertidas de la serie )  gracias a un encuentro con el editor Kazimiers Bobinsky que se presenta como el ‘”Puto más grande de Varsovia”.  Kaplica entrega al articulista, un veterano lisiado de la guerra contra los bolcheviques y hombre de confianza de Swirski, a Radziwillek, pero le advierte:  no quiere cuerpos desmembrados ni que su nombre sea ligado con este asesinato.

                                  Bobinsky y Szapiro

Está claro que el secuestrado es un hombre muerto, lo que Kaplica no sabe es que todo está faramalla es un paso para su derrocamiento. El primer paso tiene lugar en las manifestaciones del Primero de Mayo. Kum ha prometido al gobierno que no habrá derramamiento de sangre. No cuenta con el loco Eduardo que, apostado en una ventana, y tras un jalón de coca, dispara sobre uno de la Falanga. Hay derramamiento de sangre. Kaplica es arrestado.



Lo que debería ser una repetición del primer capítulo, debido a la prepotencia de Szapiro se convierte en una tragedia para la Banda Kaplica. El tono altanero y abuso de epítetos groseros del boxeador exasperan al secretario del premier quien prefiere romper su teléfono antes que escucharlo. Incapaz de comunicarse telefónicamente con los poderosos, Jakub hace acto de presencia y es humillado con una paliza de parte de guardias que no son sus fans.

Entretanto, Radziwillek ha ido al burdel de Rifka y ha violado y apaleado a la pequeña Krysia. No solo Szapiro no lo impide, sino que se emborracha, baila como oso de circo,  y hace el oso acosando a Rifka. Acaba desmayado en el descansillo de la escala. Al día siguiente, intenta obligar a Radziwillek a disculparse y su sonoro fracaso presagia el fin.



Kum es liberado, pero ha perdido el apoyo gubernamental. En cambio, Radziwillek ha conseguido el apoyo de la Falanga. Ambos quieren a Kaplica fuera del medio. La mejor manera es arrojar el cadáver del veterano en la puerta de su periódico con una nota de Kaplica otorgándose la responsabilidad de la tortura y asesinato del muerto.

Kum es enviado al temible campo de trabajos forzados de Bereza, Radziwillek se convierte en el rey de Varsovia y Jakub Szapiro deberá encontrar un modo de cambiar la historia. Y ha llegado el momento de hablar de la historia de la geopolítica de la región que tanta preocupación nos causa hoy. Pero eso lo dejaremos para la próxima entrega donde analizaré libro y serie y veré cuál de las dos muestra un peor retrato de la Polonia en vísperas de la invasión nazi.



Méritos Artísticos de Krol

Antes de cerrar quería hablar un poco de los aspectos artísticos de la obra, la más cara hecha en Polonia hasta la época. Debido a que ambas son producto del Canal + , la estética y cinematografía recuerda a Versalles, por lo tanto, conserva lo mejor para los interiores que,  como toda serie de época de la Europa del Este es realzada en los escenarios de clase alta por mobiliarios exquisitos e incluso decorado y pintura. Antes de llegar a las oficinas de Felicjen S. Skladowski hay una antesala en tonos pistacho que está para comérsela. Contrasta con el amplísimo piso, y mobiliario ArtDeco de Los Szapiro.

                          Szapiro y sus hijos en su elegante departamento

La única diferencia es la casa de Los Ziembinsky, que por fuera es una belleza y por dentro se ve estrecha y oscura reflejando lo pecaminoso y sombrío de esa familia. Los tonos más oscuros, un gris azulado, lo reserva la serie para los espacios de los pobres y miserables, para las escenas de crímenes y para las apariciones de la ballena mula que nadie se puede todavía explicar que significa.

También es siniestramente oscuro el interior de la sinagoga, pero eso no es accidental. Contrastémoslo con la luminosidad con la que retratan un espacio similar series que están a favor del judaísmo como Shtisel y Club Estambul. Tanto Twardoch (que ha colaborado en la filmación y hasta aparece de extra) como Matuszynsky perciben la religión judía como obsoleta y a lo más fomentadora del abuso y corrupción de sus acólitos.

En términos de actuación, el elenco está un poco desnivelado. Michal Zurawski nunca me convence como un hombre arrebatador por el que mueren hombres y mujeres. Incluso cuando quiere mostrar dolor o remordimientos su Jakub  acaba poniendo la misma cara de estreñido. Quien destaca y se come la cámara es Borys Szyc que hace del Dr. Radziwillek un ser más perverso, astuto, e inescrupuloso que en el libro y por eso es el personaje más entretenido.



En el libro,  Edward Tiutczew es un personaje terciario. Ni es loco, ni es gay, ni jala cocaína,  ni le dicen “Eduardo”.  De hecho, es casi buena persona, ya que al torturar al veterano lisiado lo droga y emborracha para que no sienta dolor. Dicho esto, más mérito tiene la actuación de Mikolaj Kubacki que ha creado todo un personaje,  mitad simio, mitad marioneta,  y sin tener que decir una palabra.



Aunque me ha gustado más la Anna de la serie que del libro, a Lena Gora le falta escuela. A ratos se ve inexpresiva, pero si tiene buen porte y su vestuario es espectacular. En este video vemos como se diseñó su guardarropa para hacerla destacar entre las otras mujeres de la serie.



Contenido Violento y Gory: Twardoch ha dicho que el tema de su novela es “la violencia “y Matuszynsky lo ha traducido esplendorosamente a la pantalla. Degüellos, cabezas decapitadas, torturas, balaceras, y muchas palizas,  sobre todo a las mujeres. Al lado de eso la deformidad de Pantaleón es una inocentada. Tenemos una escena con dicho Pantaleón sometiéndose a una “cirugía plástica”(sin anestesia hecha con una plancha caliente. Mas impactante que cuando, em Ku’damm, Freddy intentó quemarse el tatuaje de Auschwitz con un cuchillo al rojo vivo). También tenemos la amputación (de nuevo in anestesia) de un brazo. Todo ultra gráfico. Hasta la circuncisión del hijo menor de Jakub es bien explicita.

                                Pantaleón y la plancha de su mujer

Contenido Sexual: Como la mitad de la acción ocurre en un burdel, hay mucha pechuga expuesta. un par de escenas de sexo, pero digamos que hay más gore que erotismo en este cuento donde el amor y la ternura son desconocidos. Noto que los únicos en tener sexo gráfico son Szapiro y sus tres mujeres y esas escenas van bajando de aburrida a sórdida. En el penúltimo capítulo hay un homenaje a Eros-Thanatos con una pareja que es masacrada por el loco Eduardo después de hacer el amor

Contenido Feminista: Aunque entiendo que la sensibilidad woke es muy diferente a la sensibilidad eslava, yo diría que hay una sutil hostilidad hacia el sexo femenino. Las mujeres,  sin ser malas,  no son ejemplo de fortaleza y están constantemente expuestas a la brutalidad masculina (y eso que retiraron las palizas que Pantaleón le daba su mujer en el libro). Desde el egoísmo con el que Kum Kaplica trata a su esposa e hijas hasta el estúpido modo en que Jakub Szapiro traiciona a sus mujeres (incluyendo a Anna), el “falocentrismo”  que han atacado los críticos de Krol se vuelve misoginia.

                                 Rifka

                      
                        Anna
                             Emilia

Todos sabemos que la prostitución es un trabajo de alto riesgo, pero aun como madame, Rifka carece de poder. Casi tanto como Emilia y Zosia que representan el cliché de “la nueva mujer judía” de los 30, que podía ir a la universidad, militar políticamente,  tener sexo e hijos fuera del matrimonio, pero que vemos sigue dependiendo de su hombre. Ambas son maestras primarias, pero su escuela donde enseñan hebreo y a cantar “Hatikva” se ve casi tan utópica e inútil como las yeshivás de las que han huido Jakub, Moyshe y Radziwillek. Por último, la adoración que todas (todos en realidad) sienten por Kaplica, incluyendo a Rifkaque fue violada por él a los once años pareciera excusar y perdonar la pedofilia del “Compañero”.

Factor Diversidad: Polonia fue un campo de diversidad ‘blanca” a pesar de que muchos de estos diversos no fuesen considerados blancos por La Falanga. Lo vemos en el trato a los judíos. En cuanto a diversidad sexual,  la transgénero Tabaszynska fue inventada para la puesta en escena de Krol, y luego reapareció en la serie. Aunque no nos queda claro si Radziwillek y Eduardo son amantes, es obvio que este último es gay. El personaje de Bobinski no tiene tanto relieve como en la novela, pero sirve para mostrarnos el submundo gay de la Varsovia de entreguerras. En el libro, Bobinski es más decente, y menos caricaturesco. La serie lo tiene solo como relleno cómico obviando su cruel y triste final a manos de la Falanga.



La próxima semana exploraremos juntos el contexto histórico de la Polonia de 1937. ¿En qué mintió Twardoch? ¿Qué no mencionó y que exageró? También revisaremos los cambios que la serie Krol hizo alejándose del texto original. Recuerden, con subtítulos en inglés puede verse tanto en Gran Bretaña, como Australia y en USA a través de Amazon Prime/PB Masterpiece. Doblada al español o con subtítulos puede verse El Rey de Varsovia en España vía Filmin.