lunes, 28 de febrero de 2022

Charity has two Functions: The Gilded Age 1x05

 


Fue un capítulo dedicado a la caridad donde el monstruoso ejército de mujeres descendió hasta Danville a comprar los favores de Clara Barton, pero donde Los Russell se mostraron muy poco caritativos con el pobre Archie Baldwin. Es también un capítulo de tacaños: Peggy que comienza a aburrir con un secreto que cuenta con cuentagotas y Marian que le niega una prueba de amor al osado Raikes. ¿Cuando Marian se enamoró de Raikes? Nunca me avisaron.

Comencemos por lo más aburrido. Parece que cada semana tendremos que enterarnos de algún secreto del servicio. La escogida esta semana es Mrs. Armstrong. Un secreto doloroso y soso conocido por todas las que,  como ella,  hemos tenido que cuidar a madres viejas, invalidas y gruñonas ( típico ese “me estás pellizcando” cuando una está tratando de ayudarla a levantarse de la cama) .  Mis condolencias a Armstrong, pero no es excusa para ser tan pesada.



Marian y Peggy Hacen las Paces

La caridad aristocrática neoyorquina quiere seguir recaudando fondos para la Cruz Roja y deciden ir a Danville donde están los cuarteles de la Señora Barton. Aurora Fane lidera el piquete y Marian quiere ir a meter la nariz. Tía Agnes le concede su permiso, pero ya no confía en Aurora así que exige que sea Miss Scott quien chaperonee a su sobrina. ¡Ups! Marian recién se acuerda que tuvo una pelea con Peggy.

Va a buscar a la secretaria y le hace carantoñas y monerías. Como es la más madura de las dos, Peggy reconoce que no pueden estar peleadas, pero hace hincapié en que no necesita “de un hada madrina”. Marian “tiene buen corazón”, pero que aprenda a no meterse en los asuntos de Peggy.

Marian no sigue ese consejo ya que, al salir a echar unas cartas en el buzón,  se tropieza con Mrs. Scott que viene saliendo de la entrada de servicio. Vino a buscar a Peggy, pero esta ha salido. Marian y la madre de su amiga dan un corto paseo. Dorothy Scott dice algo importante. Peggy debe regresar a Brooklyn porque ahí entra y sale por la puerta principal, no por la entrada de sirvientas. Marian impresionada por esas palabras intenta convencer a Peggy de hacer las paces con su padre, pero Miss Scott , de manera brusca,  le recuerda que prometió no meterse en sus asuntos.



Bertha anda preocupada porque va a almorzar con Aurora y conocer a Ward McCallister. Aurora también esta nerviosa y solicita refuerzos. Marian acepta unírseles siempre y cuando Mrs. Fane invite a Tom Raikes. ¡Que vivaracha es Marian cuando quiere!



El almuerzo es muy relajado, hasta me hubiera gustado ir. Nathan Lane interpreta a McCallister tal como debe haber sido el verdadero, con acento sureño, muy práctico, muy agudo y sagaz. Le cae simpática Bertha (“porque son iguales” le susurra Charles Fane a Marian) y promete conseguirle invitados de categoría para que vayan a probar las delicias que prepara Monsieur Boudin.

Tom Raikes ha venido y para congraciarse con Bertha,  promete conseguirles un alojamiento adecuado a las damas. El perspicaz McCallister comenta que, con tanto entusiasmo, el abogado seguro que ascenderá rápido en la escaleta social.



Antes del viaje, Agnes tiene un tete-a-tete con su secretaria. Necesita que Miss Scott cuide de su sobrina. Peggy se rehúsa a ser espía, pero Agnes la tranquiliza. Solo desea que Peggy la aleje del peligro porque Marian “puede ser imprudente”. “Yo también he sido imprudente” reconoce con tristeza Peggy. Agnes no intenta averiguar,  solo agrega que con más razón Miss Scott debe cuidar de su amiga puesto que conoce las consecuencias de la imprudencia.



Todas Quieren con Clara Barton

El viaje a Danville comienza bien. Peggy debe viajar en tercera clase junto a Turner y la doncella de Aurora. Una vez en tierra, Marian se esfuerza que Peggy sea tratada con respeto. La presenta como la secretaria de su tía, pero también como corresponsal del New York Globe a cargo de escribir una nota sobre Ms. Barton. A Aurora no le agrada mucho la presencia de la chica Scott, pero la que expresa su desagrado verbalmente es Ann Morris que aparece vestida de negro y con ansias de venganza.



Sin embargo, quien es blanco de la ira de la viuda es Bertha que llega muy oronda disfrazada de dama barroca de la corte de Jacobo I (en Go Fug Yourself dijeron que se puso una pantalla de lampara en la cabeza). Ann no solo la acusa de “çontaminadora”y “asesina”, además agrega su racismo describiendo a la nueva rica como hija de un “planta-patatas”(apodo despectivo para los irlandeses). Aunque comprendo que los apelativos no hacen a Anne muy simpática, no puedo evitar sentir lástima por ella. debe ser terinble perder marido, casa, fortuna y más encima ver que sus amigos le ponen alfombra roja a la causante de sus desgracias. Esa Bertha es demasiado arrogante al creer que no tuvieron ella y su marido alguna responsabilidad en el suicidio de Patrick Morris.



La Señora Barton demuestra ser la más astuta de todos. Distingue tanto a Bertha (que ha dado una suculenta contribución)  como a la joven periodista. Esa noche cena a solas con Aurora, Marian y Tom. Durante la cena revela estar muy bien informada en cotilleo social. Conoce los detalles del feudo Russell-Morris, sabe que para Bertha la caridad es una escalinata hasta la cúspide de su sociedad, no le importa. Lo importante es que, en medio de su mezquindad, Bertha haga una buena acción ofreciendo fondos para la Cruz Roja.



Y ya que estamos en eso… La Señora Barton deja caer el nombre de la Señora Chamberlain. Sabe que llevó una vida escandalosa, pero también que es generosa. Marian se compromete a atraer a su amiga la causa de la Cruz Roja. Y como Marian no deja de ser Marian suelta una de sus perlas. “Yo no le hago caso a la tía Agnes”. No perrita, pero lo más bien que usas sus influencias y un dinero que no es tuyo.

El que se cree esas bravatas es Tom que acompaña a Miss Brooks a su cuarto y espera pasar la noche con la rubia. ¿Licenciado Raikes en qué siglo cree que esta? Después del que suponemos es su primer beso, Mariancon los calzones em el suelo esta punto de ceder, pero Magic Peggy llega a rescatarla. A sola, Marian pregunta (¡duh!) si debería sentirse ofendida por las aviesas intenciones de su galán. “Solo si no hubieras deseado ese beso” explica Peggy.



Marian nota la voz de la experiencia tras las palabras de su amiga y hurga en el pasado de la secretaria. Asi descubre que Peggy tuvo amores con Elías Finn, empleado de su padre, pero por él ser pobre fueron separados por los Scott. Marian eta todavía envuelta en nubes de su primera lujuria y no nota que a) este es parte del secreto que Peggy tanto guarda b) que esa relación trascendió besos inocentes y c) que posiblemente, tuvo consecuencias que quedaron en Pennsylvania.



¿Qué hacemos con Gladys?

Curiosamente, la persona más importante de este episodio resultó ser la pobre Gladys. A pesar de las protestas de los Varones Russell, Bertha insiste en mantener a Gladys encarcelada (viendo las locuras que hacen las otras chicas de la serie, tal vez tenga razón, pero no me gustan sus métodos). A la pequeña Russell le sale una aliada, Adelheid, la mucamita.

A Adelheid le tienta ser doncella de Miss Gladys. Le va a hacer la barba a Miss Turner “que yo quiero ser igual que tu cuando crezca”. Turner la manda por un tubo. Será Mrs.  Bruce quien se haga cargo de la causa de la criadita. Primero va donde Gladys y le pregunta si el parece que Adelheid sea su doncella. La niña está muy conmovida. Nadie nunca le pide su opinión. El ama de llaves convence a Bertha de permitir que Gladys tenga una doncella. Adelheid y su nueva ama están felices. Sobre todo, Gladys puesto que sus padres han invitado a Archie Baldwin a cenar.



Al final de la cena, George pide hablar con su invitado a solas. A sus 24 años, Archie ha comenzado a labrarse un camino en la banca. George le ofrece ayuda. Lo pondrá en contacto con Abraham Seligman (“si no te importa trabajar con judíos”). El Banco Seligmann fundado por los Hermanos Seligmann (ocho judíos bávaros) no estuvo involucrado en el Cañal de Panamá (como dice George) sino hasta el principio del Siglo XX, así pudo sobrevivir sin estigmas al famoso escándalo del Canal de Panamá que causó más de una bancarrota entre los millonarios franceses.



A cambio de tan importante oportunidad laboral, Russell solo desea que Archie le escriba una carta de despedida a Gladys y jure no volver a verla. “¿Y si me rehusó? “pregunta el asombrado joven. “Me las arreglaré para que no vuelvas a trabajar en el sector de las finanzas ”es la amenaza de George. Archie es demasiado inexperto y frágil para poder defenderse de un ataque tan inesperado.  Se rinde sin luchar. Gladys y Larry no entienden, pero la cara contrita de George y la satisfecha de Bertha les dice que no volverán a ver al joven Baldwin.



Hipócritamente , Berta intenta consolar a su hija. “Deseo para ti el mundo”. No, Gladys no le creas. Tu madre desea el mundo para ella solita y para conseguirlo convierte hasta a sus hijos en peldaños. No tiene empacho en pisotearlos. Mi problema es que no entiendo el juego de Berta. Al menos Scarlett quería ser rica para nunca más pasar hambre.

La noche acaba con noticia fatídica. Un tren Russell se ha descarrilado, hay muertos y heridos. George envía a su mujer en busca de Clara Barton y sus Cruz Roja. Teme que este accidente pueda destruirlo. Te lo mereces, por mandilón. ¿Qué es eso de ser un tycoon billonario e inflexible y andar metido en líos domésticos solo para congraciarse con la mujer? Es que está claro que George no comparte las ilusiones arribistas de Bertha, pero la deja hacer, aunque esto rompe el corazón de su hija. Si alguna vez, Turner consigue separar a los Russell, deberá usar esta arma: los hijos.





Y Turner está despabilándose, porque en su día de salida se ha conseguido otro empleador; Oscar van Rhijn que está dispuesto a pagar para volver a meterse en la Casa Russell o al menos saber que traman por allá. En su Happy Hour con su John, Oscar añade que, aunque Turner ha aceptado una paga por sus servicios, la motiva el rencor y placer de joder a los Russell.






Turner, Anne Morris, Archie Baldwin , como que la lista de enemigos de los nuevos ricos aumenta. ¿Qué tal si se unen y realmente acaban con las ambiciones de Bertha?

Contenido Violento  o Gory: Ninguno

Contenido Sexual: Raikes se quedó con las ganas de seguir besuqueando a su rubia entre las sábanas.

Contenido Feminista: Como siempre, Clara Barton dando catedra.

Factor Diversidad: Ann Morris nos ha recordado que el racismo de los 1880s abarcaba no solo a los afroamericano sino también a blancos como la irlandesa Mrs. Russell.



Preocupación de la semana: Me ha dado gusto leer que en páginas muy woke, pero muy conscientes de la etiqueta victoriana, les ha chocado la proposición indecente del abogado. Por un lado, está lo pava que ha sido Marian al recibirla (incluso permitirle que se acercara a la puerta de su recamara). Por otro, lo acelerado de Raikes. Que un hombre fuese así de desfachatado con una dama en esos tiempos significaría dos cosas: a) que pretende seducirla y abandonarla o b) que pretende comprometerla hasta el punto de obligarla a ella (y a las tías) a aceptar un matrimonio.

El caso de Marian se debe a que es tonta de concurso y que, al ser criada por un padre desobligado, no tiene en claro muchas cosas sobre cómo es la vida. Recordemos que Lord Fellowes nunca pone jovencitas inocentes en esas situaciones, me refiero a jóvenes pre-Gran Guerra. Incluso Lady Edith perdió su virginidad siendo ya una solterona descartada en los Locos 20s, y aun así tuvo que pagar su imprudencia. Pero ni Anna (debajo de la escalera) ni Lady Sybil (arriba) se “portaron mal” antes de casarse. El cao Pamuk-Lady Mary fue casi violación.

 Lady Sybil se portó bien y tuvo una hija dentro del matrimonio
                      Lady Edith se portó mal y tuvo consecuencias trágicas
                         Pobre Lady Mary indefensa ante el ataque de Pamuk

Aun así, leí un spoiler en el TV Guide respecto al cap. 6 (marzo 7). Dice que la relación Raikes-Marian se pone “candente” y habla de algo parecido entre Gladys y Oscar (WTF?) . Lo de Marian me incomodó mucho ( como diría mi madre “le anda buscando el hueso a la breva”) y si no paga caro su desliz (en cambio Peggy si lo hizo)  voy a acusar a la serie de presentismo y racismo. Voy a pensar que la HBO ha forzado a Lord Fellowes a olvidar su rigor histórico.

Como esta semana no pasado mucho y el resumen ha sido más breve, voy a aprovechar de ponerles una corta bibliografía. Sé que a muchos les gusta saber de dónde saco mis datos. Aparte de la Wikipedia, mis tres grandes fuentes de información son:

De Courcy, Anne Husband Hunters: Social climbing in New York and London (Cazadoras de maridos: escalamiento social en Nueva York y Londres)



King, Greg: A Season of Splendor: The Court of Mrs. Astor in Gilded Age. (Una temporada de esplendor: La corte de la Señora Astor en La Era Dorada).



Sebbas, Anne: American Jennie: The remarkable life of Lady Randolph Churchill (Jennie, la Americana: La extraordinaria vida de Lady Randolph Churchill)



En términos de ficción, obviamente Henry James e Edith Wharton.  Como están todas en traducción les doy los títulos.

James , Henry:  Daisy Miller, El retrato de una dama, Washington Square o La Heredera.






Wharton, Edith: La edad de la inocencia, Las bucaneras, La casa de la alegría.




Dedico esta reseña a Taissa Farmiga (Gladys) que aunque nacida en Nueva Jersey es hija de padres ucranianos.



 

jueves, 24 de febrero de 2022

Mujercitas de la Posguerra: Our Miracle Years (Unsere Wunderbaren Jahre)

 


Siguiendo con el tema de la posguerra alemana, acabo de ver la adaptación de Our Miracle Years (o Our Wonderful Years) que data del primer año del COVID.  ¿Será coincidencia que se hayan adaptado casi simultáneamente dos bestsellers que reflejan la amargura y desilusión con los esfuerzos por crear una nueva Alemania?  El Desertor de Siegrfried Lenz y esta novela de Peter Prange tienen ese mismo tema, aunque la última lo enfoque desde la óptica femenina de tres hermanas que,  como Las Shollack de Ku’Damm,  intentan crear su propia identidad   y superar el estigma que les ha dejado el Tercer Reich.

Peter Prange se ha convertido en uno de los máximos exponentes de la ficción histórica germana. En Nuestros Maravillosos Años: Un cuento de hadas alemán, se aleja del renacimiento y del medioevo para tocar un tema más cercano que tiene lugar en su pueblo natal de Altena,  en la región montañosa conocida como Sauerland. Esta novela cubre los años de la Ocupación Aliada y la reconstrucción de Alemania.

Las Hermanas Wolf

Publicada en el 2016, se convirtió velozmente en un superventas. En el 2020 se la adaptó para la pantalla pequeña en un formato de seis episodios. Como Der Uberlaufer, ironiza el milagro económico de la Alemania de la posguerra mostrando heridas que nunca cicatrizaron y el fantasma del nazismo que se cierne sobre la sociedad germana. Como en Ku’damm,  se ha tomado un ángulo feminista enfocándose en la historia de tres hermanas:  Las Wolf,  hijas de un industrial,  dueño de una fábrica de alambre.

                                             Las Hermanas Wolff

Como Las March, estas bellas jóvenes llevan una vida marcada por la guerra acabada hace tres años. Magda (Anna Maria Muhe de Bauhaus) , es como Meg , la matrona, casada y madre de un hijo. Gundel y Ulla son las solteras. Gundel envidia a su hermana como Amy envidiaba a Jo, y Ulla es la rebelde, la osada, la Jo March que quiere vivir sus sueños.

Estamos en 1948. Tres años desde el suicidio del Fuhrer,   Alemania no acaba de despegar. Todavía hay soldados que no han regresado del frente, todavía corre un proceso de desnazificación que impide a muchos poder rehacer sus vidas, todavía el país sufre de carencias básicas como alimentos,  y su dinero vale hongo. Los Aliados han planeado cambiar el marco para revaluarlo. Cuando eso ocurra cada ciudadano recibirá una suma de 40 marcos por cabeza para invertirlos como lo desean, pero Nuestros Maravillosos Años, no es una fábula económica,  sino romántica.

Abre el cuento en un escenario idílico, un rio con playa. En sus riberas,  dos grupos de jóvenes toman el sol. El trasfondo musical lo pone la bella adaptación de Benny de Weill de La vie en rose en alemán.





En un costado descansan, Tommy y Benno, ex camarada de la Wehrmacht.  Acaban de regresar del cautiverio ruso, son jóvenes y sanos, tras los horrores vividos sienten que todo es posible. Sin embargo, han comenzado de la nada. Benno es de Königsberg,  en la Prusia Oriental. Lo ha perdido todo, familia, posesiones, hasta su país. Ahora cuando los alemanes se enojan con él le gritan ‘”¡Polaco!”. Aun así, Benno es alegre, le gusta bailar,  y sueña con poner su propio negocio.

                                                       Benno

A su retorno, Tommy se encuentra con que su madre prefiere atender soldados ingleses antes que fregar pisos. Tommy no se amilana. Regresa a Altena y establece su pied de terre en un vagón abandonado (hasta con bar), se compra una motocicleta y busca empleo en la Fábrica Wolf. En sus ratos libres lee a Marx y juega a ser agitador social.

Al otro lado del rio toman sol Las Wolf, hijas y herederas del patrón de Tommy. Magda ha traído a su hijito Winne a tomar el sol. Magda vive con la esperanza del regreso de su esposo desde el Frente Oriental. Su padre cruelmente le recuerda que a los oficiales de batallones elite de la SSlo que  era Fritz los rusos los ajustician sin juicio. Aferrada a sus ilusiones, Magda compra pasaportes (Incluso uno para Fritz) para emigrar a Argentina, el paraíso de los nazis no arrepentidos.

Al lado de Magda,  en esa tarde de asueto, están sus hermanas menores. Gundel, la del medio,  ha quedado traumatizada tras sobrevivir un bombardeo. Su trauma se manifiesta en pesadillas nocturnas y ataques de pánico diurnos. Tiene una excelente cabeza para los números y funge como contadora de la Fábrica Wolf. Sueña con suceder a su padre algún día, pero Eduard Wolf la ve como un ratoncito tímido y asustadizo y prefiere a Ulla,  su benjamina.

                               Mientras Gundel se ocupa de las finanzas

Ulla es la audaz, la que desafió al padre para ir en su adolescencia a atender heridos en hospitales de campaña; la que sabe encantar a inversores y clientes, la ocurrente que cuando ve que les han enviado un inútil cargamento de cascos militares los convierte en coladores para ensalada. Pero Ulla no quiere saber nada con los negocios, ella sueña con estudiar medicina y es una chica determinada.

                                       Ulla convierte cascos en coladores

Eso lo nota Tommy que se la devora con los ojos al verla en su bikini carmesí. Benno, que le ha echado el ojo a Gundel, le señala a su camarada que Ulla no está sola. A su lado, esta Jürgen (Ludwig Trepte,  que por una vez no hace de judío, pero sí de cornudo) , el hijo del farmacéutico, novio oficial de la Niña Wolf. A Tommy eso no le importa. Se lanza al agua y compite con Ulla en una competencia de natación. Aunque Ulla se marche con Jürgen, Tommy ya ha atraído su atención.

                      Tommy, Ulla y Jurgen. Un triángulo amoroso



Será Tommy quien en su máquina de escribir llene los papeles para la entrada de Ulla a la Facultad de Medicina. Sera Tommy quien finja la firma de Wolf otorgando el permiso para que Ulla estudie. Será Tommy quien la lleve en su motocicleta a tomar el examen. Será Tommy quien la desflore a la vera del camino, pero Ulla sabe que su padre nunca aceptará esa relación y prefiere mantenerla en secreto.

El Marco MIlagroso

Cambia la moneda y todos reciben sus 40 marcos. Cada uno los usa para algo especial: Ulla compra textos de medicina; Benno le regala un vestido a Gundel , a quien ha enseñado a bailar; y Frau Wolf compra un gran pastel para celebrar un regreso.

                                       Ulla recibe sus marcos

La fe de Magda es recompensada. Fritz regresa . Esto indigna a Eduard casi tanto como que su yerno venga “disfrazado” con un informe de la Wehrmacht. “¿ A que camarada muerto le robaste ese uniforme? “le grita y arroja el pastel al suelo. El viejo Wolf se ufana de haber sobrevivido la guerra sin tener tratos con el nazismo. No como Walter Bocker, el industrial que quiere ser su socio. Bocker era el jefe del partido nazi local y se sabe que usó obreros esclavos . Lo ha perdido todo, menos una maleta llena de billetes con las que vanamente intenta comprar los favores de los ingleses y de Wolf.

                                      El retorno del héroe-nazi

Magda no soporta vivir bajo las humillaciones de su padre y se lleva a su familia a vivir en un cuartucho. Ya tiene los pasaportes, quiere convencer a Fritz de huir a Bariloche “donde la gente piensa como nosotros “. Pero Fritz sufre de tuberculosis y quiere morir en su país con sus ideales nazis intactos. Magda suplica a su padre para que le de dinero para un tratamiento, pero Wolf es implacable. Su casa siempre estará abierta para su hija y su nieto, no para el nazi. Sin embargo, el orgullo de Wolf está siendo castigado. El banco pretende expropiarlo a menos que declare en vida un sucesor. Ulla se niega a aceptar ese puesto. Wolf desprecia la oferta de Gundel y prefiere asociarse con Bocker.

                              ¡De mejores casas me han echado!

Un Día de Feria

Llega el día de la feria del pueblo. Jürgen tiene un plan,  ganar la competencia de tiro y con eso conseguir el derecho a elegir la reina de la fiesta. Elegirá a Ulla y le pedirá matrimonio públicamente. Benno se entera, se da cuenta que Ulla no podrá negarse a la petición. Como es un buen amigo de Tommy, le pide que participe y gane la competencia. Benno sabe que Tommyque ha jurado no volver a tocar un armaes un tirador magnifico, el mejor de su batallón.

                                  Tienes que ganar la competencia, Tommy

Fortalecido por el alcohol,  y enojado de que el farmacéutico ya crea que su hijo es el ganador, Tommy vence a Jürgen en el torneo. Luego, como Ivanhoe,  escoge a su reina, pero Ulla no tiene el temple de Lady Rowena. Se levanta indignada,  acusa a Tommy de ponerla en evidencia y se marcha. Tommy queda ahí humillado delante del pueblo.

Gundel, que ha estado bebiendo para ahogar su humillación al ver que su padre prefiere aliarse con un criminal antes que ponerla cargo del negocio familiar, salva la situación. Se acerca a Tommy y le susurra que la corone reina. Él lo hace y se siguen varias escenas grotescas de ambos reyes borrachos bailando torpemente ante los vítores del pueblo y la alarmada mirada de Benno.



Después del baile, Tommy lleva a Gundel a su vagón-casa rodante, y ella lo seduce. Es una escena tan repulsiva que me trajo memorias de Berlín Alexanderplatz. Realmente, los germanos han hecho un arte del sexo sórdido. Gundel solo quiere competir con su hermana. No le interesa Tommy, a este ella le interesa menos y se lo dice a Ulla que se indigna. Lo más conmovedor es Benno que lo ha perdido todo: amor, trabajo, dinero y aun así no reacciona con violencia ante la traición de su amigo.

Hay una éxodo general. Ulla se va a la universidad, Benno a Dusseldorf a ser el pariente pobre en la zapatería de su tío, Tommy se refugia en el otro Berlín,  y al orgulloso Eduard Wolf se lo llevan a prisión los ingleses. Al final no tenía las manos limpias. Su inofensivos alambritos tenían púas y servían para cercar a los prisioneros de Bergen Belsen.

                                           Ulla en la universidad



La trama nos lleva a ver la evolución de una familia y su negocio hasta 1954. Durante ese tiempo, las hermanas se casarán, lucharán por su negocio siempre bajo el peligro del ambicioso Bocker. Tommy tendrá su nevo romance en Berlín, pero ese idilio,  junto al que sostiene con el comunismo,  acabarán violentamente y volverá a Altena a cambiarle la vida a Ulla.

                        En el Otro Berlín, Tommy encuentra otro amor

Nuestros Años Maravillosos es interesante, pero curiosamente, se siente menos honesta que la serie de Ku’Damm. Con toda su frivolidad, la historia de las Hermanas Shollack se atreve a mirar a la cara a su pasado y presente. No hay idealización del nazismo. En la novela de Prange, los nazis más impenitentes como Fritz, Bocker e incluso el hipócrita Wolf,  son vistos como víctimas o inspiran simpatía. La más nazi de las Wolf, Magda, es también la más honesta, la más valiente, la más sacrificada.

                        Se murió el Fuhrer, pero los nazis siguen conspirando

La Perfecta Pareja Aria

Mi problema con la serie es que me han superado los protagonistas. No los encuentro ni sexis, ni románticos ni simpáticos. Ulla es indecisa,  y caprichosa cuando se atreve a tomar decisiones. Tommy es un tipo de héroe que yo creí ya estaba pasado de moda. Por un lado, el autor goza haciéndolo super macho, el seductor que arrebata a las chicas. Por otro,  es un usador de mujeres que luego lloriquea acusándolas de usarlo.



No me gustan los actores, parecen el epitome de La Perfecta Pareja Arya. Prefiero a la pareja Gundel-Benno. Franz Hartwig es un bombón, aunque todavía me falta verlo en vestuario moderno. Una lástima de la obra es que Prage cree que Tommy corresponde al tipo de héroe que atrae a las mujeres y por eso lo contrasta positivamente con los maridos de las Wolf. Para mí es un tremendo Loser. Benno y Jürgen valen más puesto que luchan por convertir a Alemania en un país mejor, sin usar a nadie, solo a punta de trabajo honesto.

                           ¿ Cual de los tres representa lo mejor de Alemania?

Jürgen es el que me da más compasión porque abandona su mundo privilegiado cuando descubre que la farmacia de su padre le fue robada a un judío. Se dedica a construir casas para gente sin recursos y está lleno de planes. Su matrimonio con Ulla tiene lugar porque ella lo busca y le pide que se casen. Aun así, ella no olvida a Tommy, descuida su matrimonio y a su marido. La solución del autor es hacer pasar a Jürgen del rol de victima al de monstruo. Una movida muy burda.

                              Ahora es Ulla la que le pide matrimonio a Jurgen

Contenido de Violencia y Gore. Casi nada, a pesar de que hay un homicidio, un suicidio y una violación marital.

Contenido Sexual: Como serie alemana tiene bastante contenido erótico, un par de desnudos, nada sumamente gráfico.

Contenido Feminista: El cuento de tres hermanas que luchan por sacar adelante el negocio familiar debería ser feminista y no lo es. Aun Magda, la más decidida y ocurrente,  cae en la vieja trampa de casarse con un ricachón para arreglar su vida. Ulla y Gundel viven pendientes de la aprobación del padre. Ulla antepone su romance con Tommy ante todo lo demás sea el negocio, su carrera, su matrimonio. Lo opuesto a Gundel que pierde un hijo y casi un marido por su obsesión con la fábrica familiar.

Factor Diversidad: Ninguno

 

 

lunes, 21 de febrero de 2022

A Long Ladder: The Gilded Age 1x04

 


GatoDez vino a darme la buena noticia de que The Gilded Age había sido renovada justo cuando me estaba tragando el capítulo que más me ha gustado en lo que va esta temporada. Bertha comienza a ascender una larga escalera y Tom Raikes se consigue la suya. Por primera vez le tengo un poco de lastima a Marian. ¡Es una pobre tarada! Este es un capítulo de criados,  donde Bannister pierde un perro, Miss Grant pierde un empleo y Miss Turner pierde la ropa. Vamos a ver qué pasó en Una Larga Escalera.

¿Por dónde comenzamos?  Ohhh si , por el muertito. Como dice el refrán…

El Muerto al Hoyo, y el Vivo al Bollo

Comenzamos con el entierro de Patrick Morris al que asisten un poquito más de deudos que los que fueron al funeral del Gran Gatsby. Una simpática doliente susurra que el cadáver ni debería ser enterrado en suelo consagrado.


                              Y ahora a olvidarse de Patrick Morris

George se siente culpable, Bertha dice que Morris era un “débil”. Idea compartida por el marido de Aurora Fane al que George salva de la ruina. A cambio exige que Aurora “presente “a Bertha en sociedad. Superados sus ascos, Aurora se pone las pilas. Le dice a Bertha que no puede presentarla a Mrs. Astor, pero si a Ward McCallister, el Chevalier Servant de la augusta dama.

                                      I

Me temo que el episodio fue tan acelerado que el suicidio Morris pasó a ser noticia de anteayer. Ni siquiera fue comentario de cocina. Y eso que nos pasamos harto tiempo en los bajos de ambas mansiones.

Comencemos en la cocina de Madame van Rhijn. Se han hecho muchas conjeturas de por qué Bridget rechazó los avances de Jack, el lacayo. No se les ocurre que quizás el chico no sea el tipo de la criadita irlandesa o tal vez no le gusta que la manoseen en la primera cita. Pero, como suponíamos, Bridget ha quedado traumatizada por años de abuso sexual. Le confesó a Mrs. Bauer que el abusador era un pariente cercano y que la madre de Bridget había ido cómplice de esos abusos.



En ausencia de Marian, recayó en Bannister la tarea de pasear a Pumpkin. Por estar pajareando al mayordomo se le escapa el perrito. Se supone que debe provocarnos risa la desolación de Ada. No entiendo como los mismos recappers que derramaron lágrimas de cocodrilo al ver a Bertha humillada, no puedan comprender la preocupación que puede causar la perdida de una criatura inocente que solo nos brinda amor.



Por supuesto el travieso cachorro es rescatado por los Russel. Bertha hace que lo bañen y lo alimenten y manda aviso a las Brook. Si espera una invitación para ir a dejar al Spaniel o que Agnes se le aparezca en el hall, sigue pecando de optimista. Mrs. Van Rhijn envía a Bannister a buscar al perrito. El mayordomo aprovecha de hacer un tour por la Mansión Russell y de fijarse en varios descuidos de etiqueta tanto en el menú como en la puesta de mesa.

                                    Mala idea este tour

Esto deja preocupados a Monsieur Baudin que no sabía que el trifle (yummie!) era un postre para niños y a Church que creía que sabia ordenar los cubiertos (NOTA: Yo si recuerdo que, en mi infancia,  cuando mis padres todavía ofrecían cenas de gala,  se colocaban las cuatro copasvino tinto, vino blanco, agua y champagne que se servía con el postreen un cuadrado,  no esparcidas de manera que chocasen con las del vecino).

                               ¿Se ponen así las copas?

Tenemos un indicio del secreto de Mr. Watson. Lo vemos stalking a una dama elegante (Mrs. McNeil) afuera de su casa. No lo suficiente para interesarnos.

                                       Watson stalker



Por andar de alcahueta, Miss Grant recibió una bota en el trasero de parte de Mrs. Russell que no se anda con chiquitas. Grant permitió que Gladys se encontrare con Archie Baldwin en un hotel. ¿En qué cabeza cabe?  Gladys está muy triste porque a) se siente responsable del despido de Miss Grant y b) Bertha ha prometido contratar un cancerbero para cuidar de su hija.

                                   Despido de Miss Grant

Otro que ya no tiene permiso para comer a costa de los Russell es Oscar. El muy bobo se creyó que George iba a perder su fortuna y actuó en consecuencia, alejándose de sus nuevos amigos. Ahora George no desea recibirlo. Hasta la comprensiva Tía Ada está de acuerdo en que su sobrino ha pecado de mercenario.

A George le moleta que Oscar quiera casarse con Gladys. El ingenuo Larry no lo entiende. George es rico, de excelente familia y muy simpático, pero George Russell y Agnes van Rhijn tienen algo en común desprecian a los hombres que ven a las mujeres como fardos de billetes.

Acabamos la saga del servicio con lo más fuerte de la noche. Miss Turner,  que parece sufrir de deficiencia mental, se mete en el cuarto del amo y sin invitación alguna,  se encuera y mete en la cama. George pega un brinco como si un dragón de Komodo se le hubiese metido entre las sábanas. Le explica indignado a la desubicada doncella que ama a su mujer. Turner sacude tetas,  se refriega la sabana por la ingle, pero nada…. que agradezca que su patrón es un caballero y no la pone de patitas en la calle.

                               ¿Quién se metió en tu cama, George?

Metidas de Pata de Marian

Es que la rubia ha convertido las meteduras de pata en un arte. Es más desubicada que Miss Turner y no estoy muy segura de que aprenda las lecciones que la vida está dando. Cuando Bannister tuvo que convertirse en Baby Sitter perruno fue porque Miss Brooks se fue de compras.

Me han preguntado si hubo judíos entre los Robber Barons, por supuesto que sí. Meyer Guggenheim estaba ya explotando minas en Colorado, y los Hermanos Bloomingdale hacia dos décadas que habían abierto su tienda en Manhattan. Lo que sucede es que tenían el suficiente buen juicio de no tratar de meterse a una fiesta de Mrs. Astor.

                   Bloomingdale's Hoy
                                   Bloomingdale's en 1882

La tienda a la que Peggy acompaña a Marian es diminuta comparada al rascacielos de Lexington Avenue. Lo que tienen grande los dependientes es el racismo que los lleva a lanzarle miradas feas a la secretaria. Marian, sesos de pajarito, como siempre, no nota nada. Por suerte la llegada de Mrs. Chamberlain y el que le hable a Peggy evita que expulsen a Miss Scott de la tienda.

Al comienzo, pensé que Marian,  en su presentismo,  no veía el color de quien considera su amiga. El progreso del capítulo nos demostrará que Marian ve a Peggy como alguien de un estrato inferior en clase y raza a Las Brook, pero ella se siente su “hada madrina”. Como a Marian la han consentido tanto sus tías como la alta sociedad neoyorquina, se siente en el rol de “Protectora”.

Otra de sus protegidas es Mrs. Chamberlain, al menos eso cree la Niña Brooks. Ambas admiran un hermoso joyero de madera labrada. Marian no puede comprarlo, pero Mrs. Chamberlain si,  y astutamente lo envía a casa van Rhijn sin tarjeta. Marian no sabe cómo explicarlo a sus tías y deja que Agnes crea que es de Tom Raikes . Promete devolverlo.

                               La Cajita de la Discordia

A solas, Marian le revela a Tía Ada de donde proviene el obsequio. Ada se escandaliza y dice que su sobrina debe devolverlo en la puerta de la Casa Chamberlain. Sin entrar. Por supuesto, la desobediente entra a la casa y admira la colección de antigüedades y arte moderno de Mrs. Chamberlain. (un Degas y un Corot solo en el salón. Una virtud de los Robber Barons fue su pasión por el arte y por coleccionarlo).

                                   ¡Te dijeron que no entraras, Marian!

Mrs. Chamberlain invita a Marian a visitarla. Marian, que todavía no entiende la salsa de eufemismos de la Tía Ada, trata de escudriñar más en el pasado de su nueva amiga. Mr. Chamberlain le cuenta que conoció a su marido en los campos mineros de Michigan donde él hizo fortuna. Después de casarse,  ella lo encaminó a admirar y adquirir obras artísticas.



Sera el Primo Oscar quien ayude a Marian a descubrir la verdad. El viejo Chamberlain conoció a su segunda esposa estando casado y la hizo su amante, tuvieron un hijo. Cuando él enviudó, se trasladó a Nueva York y ella lo siguió fingiéndose viuda, para explicar el crio. Mr. Chamberlain adoptó legalmente a su propio hijo. Marian pone cara de mortificada. Hasta para ella son muchos escándalos que hay que digerir.



Entretanto, siguen las aventuras de Peggy en el mundo editorial. The New York Globe, entonces el periódico afroamericano más importante del país desea una entrevista con Miss Scott. Apenas llega Peggy y vemos que es muy diferente a la oficina de Mr. Carlton.

                              Cuidado, Peggy, T. Fotune era casado

Entra directamente a la sala de impresión y se encuentra con el editor (el legendario Timothy Thomas Fortune) luchando con una maquina. En menos de un cuarto de hora, Peggy aprende a usar una imprenta y es contratada. No solo publicarán uno de sus cuentos, Fortune la quiere escribiendo sobre política (léase sobre el sufragio femenino).



Peggy corre a compartir esta noticia con Marian y,  como Agnes las escucha, también con su patrona. Ambas están encantadas, pero Mrs. Van Rhijn tiene una advertencia y un consejo. No desea leer las notas políticas de su secretaria, lo demás sí. Y mejor que cuando les de la buena nueva a sus padres, excluya el que escribirá editoriales políticas. Como es un buen consejo, Peggy lo sigue.



Pasamos al cumpleaños de la señora Scott. Vemos a una Peggy tiesa y muy incómoda (ni se quita el sombrero como si planease huir en cualquier momento) entre sus padre. El Señor Scott está muy a sus anchas, comiendo jaibas, hasta que recuerda al tío William que fue vendido antes del Acta de Emancipación y desapareció.

Podríamos jugar al color-blindness, porque la casa es elegante, decorada con buen gusto (las copas colocadas en la mesa como indicó Bannister) y hasta criada de cofia tienen, pero la alusión a la esclavitud nos vuelve a la realidad, Los Scott y Miss Ellen, su sirvienta,  son negros.


                          

Estas escenas han dado mucho que hablar y merecerían una nota aparte. A nivel personal si me sorprendió el exterior de Chez Scott, no el interior. Al ver la casa me embargó el deja vu. A fines del Siglo XX, casi por media década,  una brownstone de Brooklyn fue mi refugio y la maravillosa familia afroamericana que la habitaba los anfitriones más finos que he conocido. Con ellos compartí 4 de julios, Thanksgiving y Noches Viejas, muchas veces fui la única blanca en esas reuniones. Como Marian,  no me daba cuenta, lo veía normal y como ella, muchas veces metí la pata, algo que me avergüenza tremendamente, aunque espero nunca haya llegado a los extremos de Marian.

Antes de pasar a lo más bochornoso cometido por Marian desde el inicio de la serie, veamos la conversación de los Scott. Mrs. Scott habla como toda madre que quiere que su hija se establezca. Menciona un tal Paul, hijo de una amiga,  que acaba de graduarse de la Facultad de Medicina de Howard.

                              Fijénse, las copas en triángulo porque son solo tres

NOTA: Howard University es la universidad negra por antonomasia. creada en 1867, es privada y mantenida por subsidios gubernamentales y donaciones privadas (Margaret Mitchell fue una de sus donantes privadas por muchos años). De ahí se han graduado políticos como David Dinkins , primer alcalde negro de Nueva York, y la Vicepresidenta Kamala Harris (Howard es co-ed), novelistas de la talla de la Premio Nobel Toni Morrison,  y actrices como Phylicia Rashad y Taraji P.  Hansen.

Scott pere, en cambio, no quiere casar a Peggy sino emplearla. Nos enteramos de que a) Los Scott son dueños de una gran y prospera farmacia b) Peggy la heredará algún día . ¡Peggy, nena, eres una heredera! Mas rica que Marian. Y hablando de la Reina de Roma,  que Marian se asoma a Fort Green. Es algo surreal como si Miss Brooks hubiese cruzado el espejo y llegado un mundo paralelo de bownstones, caballeros con sombrero hongo y damas de parasol. Solo que tienen la piel oscura. Marian es la única blanca. La miran como si un elefante estuviera cruzando la calle.

                           Caballeros de sombrero de Fort Green

Y Miss Brook llega la Casa Scott dando pisadas de elefante. Por fin, todos los recapper llegamos a un consenso. Viendo que Peggy es de modales refinados, instruida y vestida de manera sencilla, pero elegante, ¿por qué Marian asumió que venía de una shantytown, que vivía en una choza y que su madre era una negra de turbante, descalza,  con mandil sobre un vestido de calicó y con pipa en la boca? Todo indica que eso era lo que imaginaba encontrarse. En cambio, se encuentra con una criada escandalizada de que Marian venga a interrumpir una celebración familiar. Exige una tarjeta de la intrusa.

Lo próximo es que los Scott en masa se aparecen en el hall a mirar a la atrevida que se ha colado en su fiesta sin invitación. Marian se las arregla para avergonzar a Peggy y acabar con la festividad aun antes de cortar el pastel. Y es que Marian también trajo un regalo en su carpetbag (llamada así porque esos bolsos eran fabricados con los mismos tapices de las alfombras).

                                ¿De dónde sacó esos botines viejos?

Ante el horror de Peggy, y el embarazo de Marian que por fin cae en que ha hecho un oso mayúsculo, descubrimos que el bolso contiene….¡zapatos viejos! Peggy no aguanta más y se va casi sin despedirse y arrastrando a la impertinente y sus chancletas hediondas, con ella. Buena la hiciste, Marian, para que no te inviten más. ¡UPS! Si ni la invitaron, vino de gorrona.

En la calle,  Peggy da rienda suelta su furia. “¡Ni me conoces! ¡No sabes nada de mí! ¡No somos amigas!” Marian mete la pata hasta el ombligo con un “¡mi Tía te deja vivir en mi casa!” Oye, si es la secretaria. Peggy indignada le recuerda “Yo te salvé en la estación de tren”.


Realmente, el racismo y clasismo de Marianuna muerta de hambre que vive de la caridad ajena es inconfundible e incomprensible. Y surgen dos preguntas. ¿Como es que Marian que no puede salir sola a ninguna parte, en un mismo episodio, se fue a casa de Mrs. Chamberlain y luego a Fort Green sin compañía?  Sin avisar a nadie. ¿En qué vino? En tranvía, tren, ¿ferry?  ¿Por qué no le ofreció un aventón a Peggy?



Pero más importante. Hemos visto a Marian defender a capa y espada a Mrs. Chamberlain y a Bertha Russell, pero nunca ha solicitado que Peggy duerma en un cuarto de invitados o que tome él té con las tías. ¿Y así se llama su amiga?

Bertha en Sociedad

Otro consenso de reseñadores ha sido el enojo de ver que, tras volver a su casa, Marian en vez de solicitar consejo de sus tías o hacer las paces con Peggy ¡se ha emperifollado e ido a un concierto! Por supuesto acompañando a su yunta Bertha Russell. ¿Quién pagó la entrada de Marian? Porque no creo que Tía Agnes viese con buenos ojos que su sobrina se fuese a mostrar en público con la Nueva Rica del momento. Yo creo que Marian ya se ha acostumbrado a vivir a costa de los demás.

Ahí están en el palco de los Fanes, cuchicheando con Bertha que viene de un carmesí fulgurante. Por suerte se quitó la capa de cinco metros que se parecía a unas cortinas que separaban el living del comedor en mi casa de la infancia. ¿Y quién se aparece en el palco contiguo? Nada menos que el Licenciado Raikes.

                           Yo tenía una cortina parecida a esa capa

En el Intermedio, Tom viene a saludar y se esmera en ser presentado a toda esta gente elegante. Resulta que ha venido invitado por la Señora Schermerhorn (Nota: Los Schermerhon, eran Knickerbokers de puro linaje holandés. El apellido de soltera de Mrs. Astor era Schermerhorm). Sucede que el abogado y el hijo de Mrs. Schermerhorn fueron a la universidad juntos y coincidentemente han vuelto a encontrarse.

                                Me estoy consiguiendo una escalera para llegar a ti

Tom le dice a Marian que se ha dado cuenta que, para llegar a ella, y ganarse a las tías, necesita de una escalera muy larga. Eso implica reclutar a cuanta amistad importante tenga. En ese momento desde el palco Schermerhorn, una mujer llama a Raikes de manera familiar con aire propietario y coquetón. Marian se amosca. Cuando el abogado se marcha , Bertha pregunta quién es y agrega astutamente que, para convivir con los ricos, como hace Raikes, se necesita de mucho dinero. De pronto la palabra “gigolo” aparece escrita en la pantalla con tinta invisible


Contenido Violento o Gory: Violencia verbal, Peggy increpa a Marian en medio de la calle. En términos woke, lo que hizo Miss Turner es acoso sexual, ergo violencia.

Contenido Sexual: Miss Turner protagoniza el primer desnudo de la serie.

Contenido Feminista: Me temo que esta fue la semana de las mujeres bobas: no sé cuál más mamerta si Miss Turner o Marian.

Factor Diversidad: Impresionante la recreación de Fort Green. Hoy ya casi no hay brownstones allá, han sido reemplazadas por rascacielos. Chapeau a Fellowes y su coproductora la Profesora Dunbar por darnos un vistazo de un mundo casi desconocido por los historiadores y público, y demostrar que hay mucho más que criados y esclavos en la sociedad afroamericana decimonónica.