Los años entre el anuncio de que FX planeaba
una nueva adaptación de Shogun y su aparición en pantalla estuvieron colmados
de promesas: En esta adaptación no se les daría más protagonismo a los blancos;
la miniserie sería un homenaje a la cultura e historia japonesas; y las mujeres
ya no serían objetos, sino que llevarían la voz cantante. ¿Cuántas de esas
promesas se cumplieron?
Nada de
Japonesas Sexualizadas por Blancos
Comencemos por el
rol de la mujer. Para eso tenemos que volver al libro. De lo que no se puede
acusar a Clavell es de convertir a sus personajes femeninos en juguetes. En
Shogun entramos en la psiquis de la mujer japonesa de 1600, desde la de la poderosa Oshiba hasta la de una
humilde consorte como Fuji. Mas no solo se concentró el autor en las clases
altas.
Felicitaciones a
quien se atreve a meterse en la cabeza de una prostituta como Kiku y quien nos
brinda esa impagable entrevista entre Toranaga y la astuta Madame Gyoko. La
nueva serie no pudo sustraerse a este fantástico encuentro, pero la pobre Kiku
fue relegada al puesto de mera trabajadora sexual.
En el libro, el
sexo es un tema importante. Algo que admira Clavell de la cultura japonesa es
su libertad sexual y su hincapié de que el sexo es algo natural y bueno para la
salud. En el libro, Anjin-san tiene
relaciones con Kiku, con Fuji y con Mariko. En su visita al burdel, Kiku le
presenta varios objetos que hoy llamaríamos juguetes sexuales. Mas tarde el inglés
intentará usarlos con Mariko lo que provocará una escena muy jocosa.
En la series se
ha obviado lo de los juguetes, y también la noche con Fuji que es propiciada
por Mariko para que su sobrina política no se sienta desairada. Sin embargo, en
la versión de 1980— y muy atrevida para la televisión de su época— hay una
escena de Blackthorne en una especie de yacusi primitivo. Aparece Lady Mariko,
se desnuda y se mete en la bañera. Ante el asombro del forastero, la dama le explica
que en el Japón la desnudez no es erótica por lo tanto no es tabú.
En una entrevista
a Los Ángeles Times, Anna Sawai dijo que ella había
conseguido retirar esa escena puesto que era una reiteración de la imagen de
“japonesa sexualizada por un blanco”. El
wokismo mitutero de la neozelandesa ha sido una bofetada en el rostro de todas
las japonesas que por más de un siglo han formado familias con caucásicos.
En Shogun
2024, Mariko sorprende al Anjin-San cuando el inglés está en un lago de aguas
termales. El muestra nalgas, ella muestra agradecimiento de que por fin el puerco
forastero decida bañarse. Como en esta versión, Mariko se dirige al inglés o
con desprecio o con lástima, errados están
los que ven esta escena dejos eróticos. O que crean que admirar el físico del gordito
excitó a la dama samurái hasta el punto de que le hizo una visita nocturna.
En el libro
sabemos que fue Mariko la que sedujo al bárbaro haciéndose pasar por su criada.
Esto les pareció escandalosos a los productores de la primera versión que nos
dijeron que se trataba de otra mujer. En el 2024 es una cortesana, ya que como una mujer totalmente, empoderada,
Mariko no debe ser asociada con un comportamiento lascivo.
En la versión original , aunque no hay escenas
gráficas tenemos clarísimo que el inglés y la japonesa se han enamorado y
consuman su amor un par de veces. Aquí se evitó toda tensión sexual o pista de
un gran romance. Después de leer las declaraciones de Sawai yo estaba conforme
con estas decisiones, pero la serie contradictoriamente intentó crear una
historia de amor/sexo de último minuto (penúltimo episodio) que no convenció a
nadie.
Kiku, Un Juguete Sexual
Aun así, FX se
sentía obligada a meter sexo gráfico y todas esas escenas quedaban a cargo de la
cortesana Kiku. En la versión 1980, Kiku es un personaje terciario; en el libro
es tan importante que acaba como la mujer del Anjin San. En esta última versión
es el símbolo sexual de tres escenas.
En la primera, es
llamada por Yabu para que apacigüe sus ánimos mientras oyen los gritos del
prisionero hervido. Astutamente, Kiku
convierte a Yabu en voyeur mientras ella seduce al novicio/asistente de su
cliente. En el libro, Yabu—que tiene problemas de impotencia— insiste en un
trio (nos cuentan que entre los servicios del anónimo novicio está el de ser objeto
sexual). Cuando Yabu se duerme, Kiku interroga al muchachito y al descubrir que
nunca ha tenido sexo con una mujer, lo seduce. Como que esa escena de Clavell me
gustó más que la de la serie.
En la serie también
vemos un acoplamiento de Kiku y Omi. El joven samurái está loco por ella, la cortesana
lo ve nada más que como un cliente. El ultimo topless de Kiku es con Zadaki, el
hermanastro de Toranaga. Ahí nos queda claro que Kiku no es más que un relleno
erótico. Siguiendo las normas impuestas
por Anna Sawai, Kiku si pasa una noche
(por dinero) con Anjin-San, pero no nos muestran ese encuentro. No vaya
a ser que se corrompa la imagen de la mujer japonesa al exhibirla teniendo sexo
con un hombre blanco.
Bendita Mariko
Entre Las Mujeres
Yo me había
creído la promesa de que en esta adaptación se les daría más trascendencia a
las mujeres. Para mí fue buena noticia, me encantaban los personajes femeninos
de la novela. Hubo tantos que no aparecieron: Yuriko, esposa de Yabu y la única
persona a la que teme; Midori, la dulce esposa de Omi la que al final quieren
casar con Blackthorne; Gracia, la esposa japonesa de Vasco Rodríguez, etc..
Mis esperanzas se
esfumaron cuando vi que no solo no habían agregado más puntos de vista femenino,
sino que habían magnificado a Mariko de tal manera que las otras mujeres debían
comparase con ella y salir perdiendo.
En libro y
primera versión, al final Kiku es entregada al inglés como consorte, pero en la versión de 1980, Blackthorne generosamente se la entrega a Omi
sabiendo que el samurái ama a la cortesana. En la de 2024, Kiku, tras cumplir
su función de mostrar pechugas, simplemente desaparece.
Pasemos ahora al
personaje de Lady Oshiba, madre del Heredero. En la vida real y el libro, Oshiba
es una malévola intrigante. Aquí es una víctima del patriarcado. En el libro Oshiba
quedó embarazada de un campesino y lo hizo pasar por hijo del Teigo. Su odio
por Toranaga es porque cree que él conoce esa historia. En la serie, Oshiba
recuerda y describe a Ishido como fue manipulada por la esposa del Teigo y este
para poder concebir un heredero, como fue obligada convertirse en conejillo de Indias
de tratamientos primitivos de fertilidad etc..
Como todas las
mujeres en esta serie siempre Oshiba es contrarrestada con la imagen de Mariko.
En esta serie, ambas se criaron como
hermanas, pero la vida las separó y las ha convertido en contrincantes. Por supuesto
vemos que Mariko es la heroína y Oshiba la villana, pero es el cariño que le tuvo
lo que hace que la madre del Heredero retire su apoyo a Ishido, algo que nunca
ocurrió ni en la vida real ni en el libro.
Hay una escena
muy significativa en esta nueva adaptación en la cual Oshiba hace venir a su
amiga de la infancia y, delante de
Blackthorne, le reprocha a Mariko ser un obstáculo para sus planes. La escena
me parecería superflua de no ser que Oshiba le recuerda a Mariko que todo lo
hace por su hijo, en cambio su ex amiga no piensa en el suyo.
No es accidental que,
en el mismo episodio, Mariko reciba una visita de su hijo en la que Saruji
intenta disuadirla de su intento de suicidio y acaba echándole en cara las vergüenzas
que lo hace pasar. La idea es sentir lástima por la dama ya que ni su hijo la
comprende. En realidad, es evidencia de que ni su único hijo, ni siquiera D-s (al que menciona el muchacho),
superan en importancia la misión suicida
de Mariko, acrecentada por su obcecado Death Wish que define al personaje
en esta versión.
Mariko
Verdaderamente Enamorada (1980)
James Clavell creó
un personaje delicioso que supera con su complejidad los clichés de muñequita
de loza que se han asociado por mucho tiempo con las japonesas en la ficción
occidental. No solo conocemos los pensamientos de Lady Toda, vemos varias perspectivas
sobre ella, desde Toranaga hasta Fujiko. Eso la hace muy interesante porque
cada personaje—incluyendo a Blackthorne— tiene una visión personal de Mariko
que viene teñida por los prejuicios y limitaciones de sus observadores.
Clavell nos permite
entrar en la psiquis de Mariko-San. De la mano de ella, descubrimos a una mujer sensible atrapada
entre el deber a su señor, el deber a D-s, y sus sentimientos, pero también una mujer vital llena de pasiones
que oculta muy sabiamente. Mariko es más parecida a Toranaga de lo que ninguna
de sus intérpretes ha notado. Como el shogun, ella sabe que Blackthorne
peligroso ya que representa otra Europa, a otra nación que quiere dominar al Japón.
En un momento de
la novela, Mariko contempla contarle a Buntaro sobre su infidelidad para que su
esposo mate al inglés y saque ese peligro del camino. Solo que “Lady María” se está
enamorando de Blackthorne lo que trae otro problema a su laberinto de dilemas.
Cuando Fujiko le pregunta si su seducción del Anjin-San se debió a que se creía
viuda, su tía política le responde afirmativamente, pero en su interior Mariko
sabe que no le hubiese importado. nunca había tenido necesidad de un amante.
Ahora si “y tenía que ser el Anjin-San”.
Es como el ultimo
recuerdo de Fuji de su amiga es la felicidad de Mariko al haber rescatado a
Blackthorne. “¡Lo salvé, lo he salvado!”
Ahí nos damos cuenta no solo del amor de la japonesa por el bárbaro sino como
este amor le ha dado un propósito a su vida vacía. Tal vez a eso se refería una
entidad de YouTube cuando se alegraba de que a Mariko no la definiera el amor. ¿Entonces
qué define a esta Mariko del Siglo 21? ¿Sus manías suicidas? ¿Su ciega devoción
por su señor?
Mariko
Falsamente Empoderada (2024)
En entrevistas,
la despectiva Anna Sawai ha hablado con reverencia de Hiroyuki Sanada (Toranaga)
y de cómo ha sido su maestro y mentor. Es como si hubiese trasladado a la vida
real la dependencia de su personaje que la convierte en esclava de las
ambiciones del Bushó. ¿Es eso mejor que ser impulsada por un deseo de
proteger al hombre que ama? No es así como la imaginó Clavell.
El autor creó una
mujer muy compleja, cuya vida está dominada por situaciones domesticas e
históricas que la superan, dividida
entre su clase samurái y su nueva religión, entre la lealtad que le debe a su señor,
a los portugueses que son sus hermanos en Cristo, y la que le provoca este forastero que viene a
alborotar ya su alborotado gallinero.
Nada de esto es
recreado por Anna Sawai cuya Mariko es una mujer traumatizada por sus circunstancias
familiares, un pésimo marido y que se cristalizan en un Death Wish total. La vida
de Mariko está dominada por el deseo de huir y por creer que solo la muerte la
liberará de Buntaro y de sus deberes.
Es Buntaro y no
es el deshonor lo que la lleva a buscar la muerte. La serie en eso triunfa al
crear la ceremonia de té en la que el brutal samurái intenta mostrar su amor
por su esposa. Las palabras de Mariko (dichas con tanta dulzura), que no quiere morir con él ya que tampoco
quiere vivir con él, reflejan que su vida conyugal ha sido un calvario.
En el libro si
nos describen las cosas horribles que Buntaro le hace a ella y a los que los
rodean. Aun así, Mariko ama la vida y halla maneras de establecer su propia agenda
sea adoptando una religión nueva o procurándose un amante. Cuando Mariko va a
Osaka (y es decisión de ella no de Toranaga) no sabe lo que le espera, pero no
desea morir.
Creo que parte del
problema que hace a Mariko 2024 un personaje tan endeble es que la actriz no la
entiende. Ha aspirado el wokismo occidental sin reparar ni en la cultura de sus
ancestros ni el momento histórico que retrata Shogun.
Yoko Shimada era
totalmente personaje con ese modo de deslizarse ayudada por sus largos kimonos
en tono pastel y su delicada voz que, aun en momentos de gran premura, no se alzaba
más de lo que debía. Sawai, a la que han arropado en oscuros kimonos que
parecen batas de levantarse, hasta el
caminar le cuesta. La actriz ha confesado estar incomoda en esos zapatos de
madera y se nota ya que camina chueca y sin garbo casi tan poco como cuando
cabalga, que parece estar sentada en la
grupa de un camello.
De como Fuji
se Convirtió en Mi Personaje Favorito
Sin embargo, esta
nueva versión si ha encumbrado un personaje femenino hasta el punto de
convertirla en mi favorita y favorita del público. En el libro, Fujiko cumple
el rol de testigo, se la usa para
expresar lo que sienten los demás, principalmente Mariko. Sabemos poco de lo
que piensa y muchas veces es Mariko quien debe servir de puente entre el
Anjin-san y su consorte.
En la versión del
2024, se ha remediado este error dándole a Fuji mayor trascendencia hasta el
punto de que surgieron grupos de fans que la shipeaban con el protagonista.
Dándose cuenta del poder alcanzado por el personaje, los guionistas la
retiraron de las cámaras por un par de episodios que son los que ponen a Mariko
como el eje de los planes de Toronaga por lo tanto el eje de la trama .
Es ahí donde torpemente
pretenden insertar el elemento romántico entre el inglés y su interprete…y
fracasan. Por lo que en el episodio final tenemos esa maravillosa despedida de
Blackthorne y Fuji que, ante rumores de una segunda temporada, nos tiene a los
shiperos cavilando en una posible historia de amor entre Anjin-san y su ex
consorte .A mí me encanta Moeka Hoshi, la actriz que interpreta a Fuji. Es más
bonita que Anna Sawai, a pesar de que mi hermano dice que le recuerda a Snoopy,
el perrito de Charley Brown.
Fujiko-San
Snoopy. ¿Se parecen?
En el libro y
anterior serie se menciona que Fuji esta “desempleada” puesto que su marido fue
obligado a suicidarse. En esta última adaptación conocemos toda su genealogía,
nieta del gran Hiramatsu, sobrina del brutal Buntaro y esposa del impulsivo Tadayoshi
. Ofendido por los insultos de Ishido hacia Toranaga, Tadayoshi sale en defensa
de su señor, cometiendo una falta de cortesía
que solo se paga con la muerte. Para hacerlo más horrible, Tadayoshi debe antes
sacrificar a su único hijo, un bebé de pecho.
Nuestra primera
visión de Fuji es cuchillo en mano y bebé en brazos negándose a entregarlo al
marido. Debe intervenir Mariko que consigue que permitan que su sobrina sea
quien lleve al niño a la cámara donde espera Tadayoshi para acabar con la vida
de ambos. No podemos imaginarnos una presentación más dolorosa y un modo de
interesarnos desde ya en un personaje secundario.
Aunque Toranaga
consigue que perdonen la vida de la nieta de su amigo y consejero, la sacrifica
de otra manera, regalándosela al bárbaro. Para Fuji no hay destino peor, aun así,
acepta su deber como si fuese un empleo. En ese sentido la serie es fiel al
libro, aunque hay diferencias.
En el libro,
Mariko empuja a Blackthorne a acostarse con su consorte porque el despreciarla
como compañera de cama la rebaja. En la serie cuando Buntaro interroga a su
sobrina sobre ese aspecto, Fuji dice que “afortunadamente” el bárbaro no la
importuna con requerimientos sexuales. Esto va de acuerdo con el patrón que se han
impuesto los guionistas de que el blanco no debe relacionarse físicamente con
las japonesas.
En el libro,
Fujiko es la confidente de Mariko, la que conoce y oculta la relación adúltera
de su tía con el Anjin-san. En el 2024, como no hay tal relación tampoco existe esa
intimidad. Incluso Mariko va alejándose de Fuji emocionalmente. Me resultó
desagradable como recrearon esa escena en que Blackthorne y Fuji la descubren
golpeada por Buntaro. Mariko a gritos les exige furiosa a ambos que la dejen
sola y agrega “esta casa está maldita!” palabras incomprensibles y una furia
que no aparece ni en el libro ni en la otra versión. Pongo ambas versiones, la del 80 es más cercana al libro.
¿Será que Sawai
se puso celosa del protagonismo que estaba adquiriendo Fuji y que nos llevó a
muchos pensar que sería ese el romance que esperábamos? Es cierto que esta Fuji
tiene mayor agenda que en libro y versión anterior. En el libro es Mariko quien
le exige a Blackthorne que entregue sus pistolas a Fuji para que ella sea la
custodia de las armas. Aquí es la consorte la que soluciona el dilema de ‘su marido”
empuñando las pistolas para amenazar a Omi que quiere requisarlas. En el libro,
es parte de esa escena la entrega de las espadas del padre de Fuji a
Blackthorne. En la serie, Fuji lo hace al final de una cena como un gesto de
gratitud.
Luego tenemos ese
episodio del faisán maloliente y de cómo Fuji debe resolverlo sin ofender a su
marido. Vemos que Blackthorne descarga la furia en contra de su consorte por
haber provocado la muerte del jardinero. En la versión 1980, Mariko explica al
inglés que el único culpable de todo ha sido él. Entonces el Anjin-san retorna a su casa y encuentra
a su consorte que se deshace en disculpas y ofrece permitir que el piloto la mate.
Apiadado, Blackthorne la abraza.
Desde ahí solo tendremos escenas esparcidas de la consorte. Después del terremoto, Blackthorne retorna a su
casa y encuentra a su mujer herida, le hace unos cariños para consolarla. Poco después
ella se le aparece al marido y le muestra que las cicatrices de la quemaduras
han cicatrizado. Creo que es la última escena importante de Fuji en la serie de 1980.
En el libro, Fuji
solo adquiere importancia al final. Toranaga decide permitir que Fuji se
suicide y pueda reunirse en el más allá con su esposo e hijo. Solo pide que lo
haga parecer un accidente. Como al final el bushó anda haciendo,
diciendo y pensando cosas que no corresponden a su imagen a través de la novela.,
este es un cabo suelto que no se entiende.
Fiel a su
consorte, Fujiko decide dejar todo arreglado para que la vida del bárbaro sea cómoda.
Se va a preparar las nuevas propiedades que Toranaga ha regalado a su hatamoto
y, por supuesto, no desea dejarlo solo. Deliciosa es la escena en que el futuro
shogun y consorte organizan la vida matrimonial del inglés sin consultarlo. Divorciarán
a Midori de Omi y la casaran con Blackthorne a quien además le regalaran a KIku
de consorte.
Unas páginas más
adelante, Toranaga toma otra decisión: se olvida de Midori y casará a KIku con Anjin-San.
Como Kiku para entonces es la concubina del bushó y acaba de perder un
bebé, nos parece un detalle de mal gusto, aparte de incomprensible que Toranaga
consulte la opinión de Fujiko y luego vaya en contra de lo planeado.
Por suerte en
esta última versión desaparecen todas estas discrepancias y Fujiko recibe un
final a su altura. Toranaga la libera de sus obligaciones de consorte y cumple
su deseo de enviarla a un convento. Nada de suicidios, solo una vida de paz
para quien ya ha sufrido tanto.
Exquisita la
escena en que, rebosante de alegría, Fuji
le avisa a Blackthorne que ya no será su consorte, que es libre y se marcha. Me
sentí triste al ver los esfuerzos del inglés por no dejarla ir. Qué solo y
confundido debe estar. “Te ordeno” dice en un momento y ella sonríe. El ya no
tiene poder de ordenarle nada.
Sin embargo, la serie
tiene un modo bellísimo de hacer que esta pareja se despida. Blackthorne lleva
en un bote a remos a su ex consorte al medio del mar para que entierre las
cenizas de sus seres queridos. Así también él podrá enterrar el crucifijo de Mariko,
todo lo que le queda de ella. Triste y serenas son las palabras con las que le
explica a Fuji porque el mar es un buen cementerio.
Fujiko tal vez no
entienda el significado de las palabras, pero comprende las emociones del “bárbaro”
y utiliza la misma frase que Mariko usó para consolarla de la muerte de su hijo:
“ Que sean tus manos las ultimas que lo toquen”(refiriéndose al crucifijo)
A esas alturas,
yo ya estaba berreando y exigiendo un Emmy para Moeka Hoshi. Es que realmente es el mejor personaje
femenino. Una mujer que conmueve y que evoluciona con los hechos del relato. Si
Fujiko es mi personaje femenino favorito ¿cuál es mi personaje masculino
predilecto y cuál me cayó peor? En la última entrega compararé la humanización
de Yabushige vs la deshumanización de Toranaga y cuestionaré si esta versión es
realmente más profeminista y japonesa que la original