Definitivamente Shogun
ha sido el fenómeno de esta primavera. Los
Nielsen, Rotten Tomatoes e IMDB la consideran lo mejor de la televisión del
2024. La serie de FX está siendo vista también, gracias a Disney, en Europa y América Latina. Es imperdible. Sin
embargo, antes de verla, antes de yo reseñarla, quiero ofrecerles un poco de
historia para que puedan comprender las intrigas palaciegas que hacían al Japón
ingobernable en los albores del siglo XVII y las condiciones que hacen tan
impactante la llegada de un piloto inglés a las costas niponas.
James Clavell
y el éxito de Shogun
Un breve resumen
del origen de Shogun. El autor australiano James Clavell sufrió las brutalidades
que acompañaron a los prisioneros de guerra de los japoneses durante la Segunda
Guerra Mundial. Logró superar su trauma y amarguras desarrollando un gran
aprecio por la cultura e historia niponas. Este apreció cristalizó en su bestseller de
1971, Shogun, una historia que
tiene lugar a comienzos del siglo XVII y cuyos protagonistas son veladas reencarnaciones
de figuras históricas.
Aunque Clavell ya
gozaba de prestigio en la comunidad literaria, con superventas (King Rat)
y guiones de cine (Al maestro con cariño), fue una sorpresa el abrumador
éxito de una novela en la que el autor había puesto cuatro años de trabajo, la
mayor parte dedicada a la investigación histórica. Clavell escogió un momento
clave de la historia japonesa, situando
su trama en 1600 y describiendo eventos reales y figuras históricas, ahora con nombres ficticios para poder tomarse
alguna que otra licencia histórica.
Comenzaré dando
un trasfondo histórico muy somero y pido disculpas a mis lectores japoneses o
amigos de la historia, si lo hago tan breve.
La historia de Japón en el siglo XVI estuvo salpicada de guerras, gobiernos
débiles, intercalados por grandes
personalidades que transformarían a la nación, y la muy importante apertura de un milenario imperio
al comercio y cultura europeos.
Históricamente Japón
había tenido un emperador, pero el poder
estaba en manos del shogun, un líder militar que controlaba a las más grandes
familias samurái que vivían todavía en un estado feudal. Los interés diversos
de estos “daimios” muchas veces entrechocaban entre sí, lo que llevaba a levantamientos que debilitaban
cualquier progreso y reforma.
Yeyasu el
Nacimiento del Shogunato
A mediados de siglo,
y
en medio del vacío de poder, surgió un
poderoso líder llamado Oda Nobunaga. Supo mantener las riendas del poder sin
inclinarse por ninguno de los daimios y dio al Japón una era pacifica
caracterizada por reformas y expansión de comercio. Sin embargo, fue también culpable de
injusticias que llevaron a uno de sus vasallos a asesinarlo. Ese es el origen
del calvario de Mariko-san, la heroína
de Shogun , quien ha vivido bajo el estigma, de ser la hija de un Matarreyes.
Tanto en la serie
como en la vida real este Matarreyes se llamó Akechi. Como castigo por su
regicidio, Akechi fue obligado a suicidarse y toda su familia fue exterminada. Únicamente
se salvó su hija, Tama, rescatada por su
esposo Hosokawa Tadaoki. Eventualmente, la dama se convirtió al catolicismo tomando el
nombre de “Gracia”. Esta figura histórica inspiró la creación de Toda Mariko a
pesar de que Doña Gracia y William Adams (el verdadero John Blackthorne) nunca se conocieron.
Tras la muerte de
Nobunaga, su lugar fue ocupado por uno
de sus lugartenientes Toyotomy Hideyoshi. Debido a que no era noble, Hydeyoshi
nunca obtuvo el título de Shogun, contentándose con el de “Teigo”.Ya anciano al
llegar al poder, Hiyedoshi murió,
dejando como heredero a su hijo Hydeyori, demasiado joven para reinar.
El gobierno cayó en
manos de un consejo de regentes. De ese consejo surgiría una de las máximas
figuras de la historia nipona. Fukugawa Yeyasu pertenecía una familia de la
nobleza samurái no muy importante, pero sus ambiciones eran grandes. Logró
desligarse del consejo, conseguir aliados y tras la batalla clave de Sekigahara,
convertirse en shogun y fundar una dinastía (El Shogunato) que duraría hasta
1868.
Fue en medio de
esta lucha de poder que a las costas de Japón llegó el primer inglés, un piloto
llamado William Adams que se convertiría en consejero de Yeyasu. Este es el trasfondo
histórico sobre el cual trabaja Clavell quien ha convertido a Yeyasu en el daimio
Yoshi Toronaga y al Anjin-San (como llamaron los japoneses) en John
Blackthorne.
Europa y el
Descubrimiento de Japón
Antes de internarnos
en libros y adaptaciones, tenemos que hablar de un fenómeno de los siglos XVI y
XVII, la llegada del hombre blanco a
otras regiones del planeta. En la escuela nos enseñan que la Era de la Exploración
fue seguida por la de la Colonización que hoy evoca la opresión de la población
local por parte de una elite de administradores blancos y extranjeros. Hay
periodos intermedios que se desconocen. Por ejemplo, en América Latina tenemos
la Era de la Conquista, y la Colonia
presenta un fenómeno desconocido en otros continentes, nos referimos al
mestizaje.
En el resto del
mundo, la población caucásica nunca dejó
de ser una minoría (a diferencia de USA y Australia donde los nacidos en esos
nuevos países pasarían a ser la población dominante por encima de los nativos y
de los administradores británicos). En Asia, el fenómeno es más interesante puesto que los
países más poderosos y grandes, China, Japón e incluso la India, siguieron siendo gobernados por reyes
autóctonos, aun cuando las potencias europeas ejerciesen influencia sobre
ellos.
Nuestra idea de
“poderes colonizadores” nace de las experiencias del imperialismo inglés y
holandés. En 1600, cuando
Blackthorne/Adams llega a Japón en un navío holandés, no existía todavía
siquiera un concepto de imperios ultramarinos británico u holandes. Las grandes
potencias europeas eran España y Portugal (que entre 1590 a 1630, fueron un
solo país).
Desde que Vasco
de Gama encontrase una ruta marítima —circunnavegando el continente africano—hasta
la India, que Portugal había abierto una
vía para la exploración de Asia y para la cristianización de nuevos pueblos. Siempre
debemos recordar que el proceso de conquista y colonización iba de la mano con
la evangelización.
Cuando, en el
siglo XIII, Marco Polo regresó de Catay (China),
trajo noticias de un archipiélago que
quedaba más al norte del Mar de la China llamado “Zipango”. En los próximos siglos, este reino insular fue
incluido en mapas de la región a pesar de que ningún europeo se había aventurado
hasta sus costas.
A lo largo del siglo
XVI, se establecieron asentamientos
portugueses en la India incluyendo Goa, Cochin y una serie de islas llamadas
por los lusitanos “Bom Bahía”(Bombay, hoy Mumbai) que pasarían a ser inglesas cuando Caterina de
Braganza las trajera de dote al casarse con Carlos II . Los portugueses también
se infiltraron en la China y aunque hubo escaramuzas con las fuerzas imperiales,
consiguieron su pied-de-terre en Macao
donde construyeron una fortaleza que menciona John Blackthorne a Toronaga.
Donde fallaban las
lanzas y arcabuces de los portugueses, funcionaba la palabra cristiana Más conseguían
los misioneros de las ordenes mendicantes de las autoridades locales que el
poderío militar. Así se abrieron vías pacíficas de comunicación y del deseado comercio.
De esa manera llegarían lo europeos a las costas de lo que hoy llamamos Japón.
La
Evangelización de los Japoneses
Fue en 1543 que San
Francisco Javier y un grupo de monjes arribaron a Kagoshima. La sencillez,
buenas intenciones y mensaje caritativo de los franciscanos tuvieron buena
entrada no solo entre el hoi polloi, agotado por las guerras y
despotismo de los poderosos, sino también entre las mujeres de la nobleza samurái
y hasta algunos daimios. Pronto el Reino de Portugal comerciaba con los señores
feudales y hacia su aparición el famoso Navío Negro.
No solo
franciscanos sino también dominicos entrarían en el Japón. En tiempos de
Nobunaga, el shogun abrió las puertas a los jesuitas, maestros de la diplomacia,
que comenzaron a atraer a más daimios a
su fe otorgándoles valiosos regalos. Por ese entonces se presentó otro
problema, la infiltración de clérigos españoles, como el Fray Domingo al que Blackthorne
conocerá en prisión.
Como les explicará
Blackthorne a Toronaga y a Senhora Mariko, en 1494, el Papa Borgia
dividió el mundo entre dos grandes potencias: Portugal y España. El Tratado de Tordesillas les
dejaba casi todo el Sureste de Asia a los portugueses, quedándose los españoles
con el nuevo mundo de Las Américas. No contentos con eso, los barcos de la
corona española habían incursionado por el Pacífico llegando hasta Asia y
conquistando Las Filipinas.
Desde ese
archipiélago bastaba un brinco hasta el Japón y ahí se apersonaron varias órdenes
religiosas. Se armaron trifulcas entre portugueses y españoles, tal como entre
jesuitas y las ordenes mendicantes. Esto asombraba a las autoridades japonesas
que no entendían como correligionarios pudiesen ser rivales. La desconfianza del
Teigo Hideyoshi y su corte ( a pesar de que muchos nobles eran cristianos)
llevó en 1597 al primer martirio de cristianos en el Japón
Ocurrió en el
puerto de Nagasaki, que era como un feudo que el imperio les había dado a los
cristianos. Por órdenes imperiales, 26 mártires,
todos varones—entre ellos San Felipe de Jesús—
fueron crucificados, tras habérseles amputado
las orejas. Este incidente no afectaría ni el comercio ni los oficios de los eclesiásticos
europeos en el Japón.
El Shogun Yeyasu
expendería el comercio, enviaría embajadas
a Europa incluyendo una a la tierra del Anjin San. Mas adelante, otros sucesos
harían que Yeyasu perdiese confianza en los cristianos y prohibiese el culto en
1614. Tanta prohibición incomodó a los daimio cristianos que junto con la
población católica se levantarían en contra del shogun Iemitsu (nieto de
Yeyasu) en 1638. Este los aplastaría cruelmente, destruiría las iglesias, acabaría
con las órdenes religiosas y torturaría y martirizaría a miles de japoneses
cristianos. Eso se puede apreciar en el filme de Martin Scorsese Silencio.
Mas grave aún, el shogun expulsó a todos los extranjeros de
su imperio. Solo los holandeses pudieron quedarse, pero únicamente en Nagasaki
con un permiso de comerciar, pero no de integrarse a la sociedad japonesa. Esta
situación duraría por más de dos siglos hasta que los navíos del Comodoro Perry
obligasen a Japón a abrirse al mundo en 1853.
Un Inglés en
un Navío Holandés
Debemos volver a
John Blackthorne y ver cómo es que ingleses y holandeses vinieron a husmear en
las costas de lo que en Inglaterra ya conocían como “The Yapans”. El fin del siglo XVI trajo cambios a la
geopolítica europea. Los Países Bajos se independizaron de España y, bajo la Casa
de Orange, se convirtieron en una nación protestante, pero humanista y muy ambiciosa.
El comercio los haría ricos creando una pudiente y poderosa clase burguesa con
el ojo puesto en ultramar.
La Inglaterra Isabelina había por fin alcanzado una estabilidad policía y social y ahora quería derrotar a España y crear su propio imperio ultramarino. Sus primeros intentos en América del Norte— con la colonia de Roanoke en Virginia— habían fracasado, por lo tanto, el Reino Unido como Holanda comenzarían la primera fase de su colonialismo, no como invasores y conquistadores, sino como ladrones o mejor dicho como piratas.
Barco Negro portuguésNavío holándes visto por artistas japoneses
Isabel I fue
famosa por otorgar patente de corso a sus navíos comerciales. De esa forma los
“corsarios” argüían que cada vez que atacaban un barco portugués o saqueaban
algún reducto español lo hacían de manera legal. Ni los españoles ni los
portugueses se creían esa legalidad de “Los perros ingleses” que pasaron a ser “perros
de mar”. Por algo la primera etapa de la
piratería hablaba inglés con Sir John Hawkins, Sir Walter Raleigh y Sir Francis
Drake.
William Addams, el verdadero Blackthorne, navegó bajo la bandera de Drake, pero llegó a
las costas niponas en un navío holandés. Es que pronto, los holandeses se
hacían a la mar para ejercer el noble empleo de la piratería. Los bucaneros
holandeses navegarían por el Caribe y los Mares del Sur (Océano Pacífico) y del
Sur de Asia, siguiendo el ejemplo de sus
aliados británicos.
Shogun establece
en la primera página del prólogo quien es John Blackthorne, su propósito en
llegar a “Yapan” y a quien sirve. En todo coincide con ese primer viaje de
William Adams. Aunque la obra es narrada por un narrador omnipresente, el prólogo
es visto desde la perspectiva de Blackthorne.
Así nos enteramos
de que la escuadra holandesa, de la cual
solo ha sobrevivido el Erasmo, ha sido
la primera en cruzar el secreto mejor guardado de los iberos, el Estrecho de Magallanes y de esa manera, ser los primeros holandeses (más tres miembros
de la tripulación que son ingleses) en llegar a los Mares del Sur. La misión de
la escuadra es saquear y asolar las posesiones españolas en la costa americana
del Pacifico.
Tanto libro como
Blackthorne en la nueva versión de Shogun se regocijan recordando como
saquearon e incendiaron reductos en la costa chilena. En realidad, Adams y sus
compañeros fueron decimados por los araucanos, el pueblo nativo chileno. Aunque Blackthorne recuerda haber atacado a
un galeón español cerca de Manila, Chile fue la última tierra que pisaron. Imagínese
lo largo y agotador del viaje hasta Japón.
Otra cosa
importante que descubro leyendo el prólogo son las aspiraciones holandesas para
el viaje. Una es establecer relaciones comerciales permanentes y otra es establecer
bases militares. Vamos, que querían
tener un imperio como sus enemigos. La diferencia es que el imperio español y
el portugués durarían tres siglos (más en África) y que dejarían en sus
colonias un legado de idioma, religión y civilización europea. Eso es lo que no
entienden los historiadores que nos aglomeran a todos bajo el rotulo de “Colonizados”.
Bueno, se tenía que decir y se dijo.
Sinopsis de la
Novela
En esta entrada
me limitaré a dar un breve resumen del argumento del libro, dejando para la
próxima la reseña de “Shogun 2024” y su comparación con la aclamada primera versión
de 1980. Tal como William Adams, John Blackthorne, un piloto inglés, llega a
las costas japonesas como el líder de un puñado de sobrevivientes del Erasmus, único navío que ha sobrevivido de la primera
escuadra holandesa en cruzar el Estrecho de Magallanes. Los marineros y su
piloto arriban a Anjiro, una villa de pescadores de la prefectura de Izu.
Son recibidos por
el líder, el samurái Omi quien se los entrega su tío, el poderoso Yabushige.
Llaman a un sacerdote portugués , el padre Sebastiao, para que sirva de
interprete, pero se arma un trifulca entre Blackthorne y el cura que lo acusa
de piratería y herejía. Yabu no entiende, hace hervir vivo a un marinero, pero deja
vivos a los demás. Entremedio, se apodera del navío y del resto de los tripulantes.
Japón está
viviendo un momento crítico. El heredero al trono es solo un niño y el gobierno
ha quedado en mano de ambiciosos regentes. De ese Consejo de Regentes emerge el
sensato, inteligente y muy noble Yoshi Toranaga que se enfrenta a Ishido quien
maneja el consejo. Ishido es menos inteligente, más brutal y no es de sangre
noble como Toranaga.
Yabu es un
oportunista que tiene el buen juicio de notar que eventualmente Ishido y
Toranaga se van a enfrentar y que eso significa guerra. Antes de ofrecer su lealtad
a ningún bando, prefiere jugar a ser doble gente y jura lealtad tanto a Ishido
como a Toranaga. Este último está semi prisionero en el Castillo de Osaka donde
vive el heredero y se reúne el consejo.
Toronaga se
entera que han llegado “bárbaros” a sus costas que no son ni portugueses ni
españoles y envía por su líder. Blackthorne, ahora conocido como Anjin -San (Señor piloto),
viaja junto con Yabu en el navío de
Vasco Rodrígues (sebastian Rhys Davis lo interpretó en la original y ahora es Nestor Carbonell de Lost) un marinero español. Varios sucesos convertirán a Blackthorne
y a Rodríguez en frenemies.
En Osaka, Blackthorne
es entrevistado por Toranaga y tiene como interprete al Padre Martin Alivito de
la Compañía de Jesús. Aunque el sacerdote es imparcial en su traducción, Toranaga
queda con la impresión de que lo holandeses son unos rebeldes que no obedecen a
su señor y que Anjin San es un mercenario. La entrevista es interrumpida por la
llegada de Ishido. Toranaga envía al “bárbaro” a una prisión.
Blackthorne, que sabe varios idiomas, hace amistad con un franciscano español.
Creyéndolo católico, el Padre Domingo informa al Anjin San de la perfidia
jesuita que lo tiene prisionero, de los planes portugueses de dominación
expansionista que abarca al Japón, y de
la situación política del imperio.
Gracias a una
estratagema de Yabu, Blackthorne logra evadir prisión, una sentencia de muerte,
y retornar a la casa de Toronaga. Ahí
descubre que tendrá un nuevo interprete. Consciente de la fricción entre su
invitado y los portugueses, Toranaga ha reclutado a su fiel vasalla, Toda Mariko,
de noble familia samurái, católica y que habla portugués y latín.
Blackthorne
explica a la azorada Mariko los planes expansionistas de los portugueses
asistidos por la Compañía de Jesús, de cómo el Tratado de Tordesillas ha dado a
Portugal poder sobre el Japón y les revela de la existencia del enclave de Macao.
Incomoda, Mariko debe traducir y Toranaga
queda impresionado ante estas revelaciones.
Temerosos de la
influencia del inglés, los portugueses envían un asesino que se equivoca y ataca
a Toranaga. Blackthorne interviene y lo mata. Toranaga sabe que Ishido quiere
sacarlo del consejo y posiblemente obligarlo a cometer seppuku (suicidarse).
Decide escapar llevándose a Mariko y al Anjin San. Durante el viaje hasta Edo
(hoy Tokio), en dos ocasiones Anjin-San demuestra su valor e inteligencia salvando
a su nuevo señor.
En agradecimiento
, Toranaga lo nombre hatamoto (una clase alta de samurái), le da casa, sirvientes,
pensión y hasta una esposa, Fujiko. Sin embargo, Mariko es quien debe estar
siempre con el inglés, traduciendo, enseñándole japones y las costumbres de su
nuevo país. Esto provoca muchos choques culturales, algunos cómicos otros
trágicos, pero entre el bárbaro y su traductora se establece una amistad respetuosa
que deviene en amor.
Mariko está
casada con el noble Buntaro y tienen un hijo, pero todos saben que el marido la
maltrata. Durante una cena, Buntaro bebe de más y obliga a su esposa a revelar
su secreto. Es hija de un Matarreyes. Su padre asesinó a un malvado shogun.
Toda su familia fue exterminada y él obligado a cometer sepukku. Solo Mariko
fue eximida de castigo. Suplicó a su marido permiso para seguir a su padre,
pero Buntaro se lo prohibió, prefiriendo obligarla a una vida de malos tratos y
humillaciones.
Buntaro cree que
el “bárbaro” despreciará a Mariko al saber su historia, pero ocurre lo contrario.
Buntaro golpea a su esposa para luego pedir disculpas a su anfitrión por
haberlo hecho bajo su techo. Enterado del incidente, Toranaga ofrece a Mariko la
posibilidad de divorciarse, pero ella se niega. En el fondo, entiende que el amor romántico del inglés no
es compatible con su cultura japonesa.
Ishido exige el
retorno de Toranaga. Para obligarlo, toma de rehenes a otros miembros del consejo y
a sus familias, entre ellos a las esposas de su enemigo. Tanto él como la ambiciosa
Oshiba, madre del Heredero, quieren obligar al daimio a retornar a Osaka. En cambio,
Toranaga envía a Yabu y a Mariko a rescatar a los rehenes. Anjin-San los acompañará.
Es durante este viaje que Blackthorne y Mariko consuman su amor.
Aquí me detengo. He contado a grandes rasgos la trama, pero hay
que leer el libro, y también ver las versiones televisivas, muy diferentes
entre sí. Solo de esa manera se comprende la grandeza de la obra de James Clavell
y su impacto en la imaginación colectiva.
Da only thing I know about the history of Nipon is that they have the longest ruling dynasty in the world, ruling without breaks for 26 centuries now! Very crazy indeed, it would piss us off here in my country so much because we love throwing down our rulers LOL it is our national sport.
ResponderEliminarNot without a break. Precisely, Shogun shows how government passed from hand to hand in the XV and XVI centuries. Yeyasu (Toranaga in the story) established the Tokugawa dynasty in 1600 that lasted until the mid XIX century. In 1868, the last Tokugawa emperor stepped down and was replaced by the Meiji dynasty from which the actual emperor (Naruhito) descends.
EliminarGracias por compartir el trasfondo histórico de esta novela. Que interesante que los personajes principales hayan existido y que en realidad Mariko y Blackthorne no se hayan conocido. Ahora quiero ver la versión de 1980 para ver como desarrollan el romance (ya encontré la serie online y he visto la primera media hora). Que diferente la escena en que Blackthorne salva a Toronaga! Me sorprendió la diferencia.
ResponderEliminarHola Amiguis,
EliminarGracias por pasar. es lo bueno de la ficción histórica o trabajas con personajes reales o te inspiras en ellos para crear tus propias figuras y no necesitas de licencias literarias para hacerlos interactuar, aunque no se conocieran ni en pintura.
¿Te refieres a cuando Toronaga se escapa del castillo de Osaka? En la versión del 80, Blackthorne de pronto comienza a tener como un ataque de locura y Mariko enseguida se da cuenta del propósito del inglés y se vuelve su cómplice. aquí lo hicieron más chistoso, Cosmo Jarvis lo convierte todo en un choque cultural. Se muestra escandalizado por como invaden la intimidad de Lady Kiri y hace aspavientos. Mariko pone cara de fuchis, como que no se daba cuenta de lo que intentaba hacer el Anjin-San. ¡Que mal me cae ella en esta versión! Encontraste la de 1980 en Paramount? Es bien simple. En libro y primera versión hay un gran romance, aqui hay cero romance
Si, esa es la escena. El coronel dice que en el libro, Blackthorne actuó como Chamberlain.
EliminarOtra cosa que me olvidé de comentar es lo que mencionaste en tu otro articulo sobre la ambientación. Tienes razón que la versión 2024 es mucho más gloomy. A los hombres en mi casa les gustó más así, pero a mi si me gustó la colorización de la versión original, especialmente las escenas de playa y el castillo. Por cierto, la intro de la versión 2024 no me gusta. Hacía falta ver el mar. Es una isla, no desierto!
Ahí vemos como las estéticas cambian. Hoy todo period piece debe ser oscuro, lúgubre (ahi la diferencia con Bridgerton y es que Shonda es romántica). En los 80 nos gustaban los colores, el sol (todavía uno puede encontrar esa estética en series europeas) Al no existir el CGI, tenían que apoyarse en la realidad que muchas veces es más alegre y colorida que los que nos ofrecen los efectos especiales.
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