El apellido “Bolena”
(Boleyn en inglés) es reconocible para todos los Tudormaniacos. A través de
textos históricos, biografías, novelas, óperas y filmes y series de televisión,
hemos asistido al auge de esta familia. Hemos también asistido a su estrepitosa
caída que acabó con tres miembros del clan Bolena en el cadalso. Lo curioso
es que después de haber sonado tanto durante el siglo XVI, los Bolena
desaparecen de la historia. La muerte de la Reina Virgen acaba con su estirpe y,
sin embargo, hoy en día todavía hay quien desciende de ellos y gracias a la mas
humilde de la familia: Maria Bolena.
Acabo de ver por
segunda vez “Wolf Hall”. Desligándome
del feo y falso retrato de Tomas Moro del que ya he hablado anteriormente, me
he gozado la serie como no lo esperaba. ¡Qué buena actriz es Claire Foy! ¿Como
es posible que la adore en “The Crown” y la aborrezca en “Wolf Hall”? Foy nos hace detestar a Ana Bolena, pero un imán
para la vista y la mente es el retrato que la serie hace de la mini corte de la
segunda esposa de Enrique Octavo.
Ahí están esos pobres mozalbetes que pagarán
con sus cabezas el juego de “amor galante” que mantienen con su reina; el
vanidoso musiquillo Mark Smeaton quien fácilmente cae en la trampa de Cromwell;
la enana-bufona que Ana cruelmente bautiza como “Maria” en memoria de su
hijastra, hasta el defenestrado perrito “Purkoy”. Pero las que más atraen mi
atención son las damas.
A muchas las
conocemos por otras fuentes; ahí está la prima Madge, menos rolliza e imponente
que en “los Tudors”; la ahora omnipresente Kate Phillips que encarna a una Jane
Seymour más pasiva y solapada que la dinámica y generosa reina que nos inventó Michael
Hirst.
No tengo quejas de Jessica Reines y su sobresaliente interpretación de una amargada y rencorosa Lady Rochford (Bolena por matrimonio), pero mi mayor aplauso es para Charity Wakefield que nos regala una sensual, aunque simpática, Maria Bolena. Lastima que nos la quitan a la mitad de la serie. Harta de los desplantes de su reina-hermana, Maria abandona la corte y se va con William Stafford, librándose así de la debacle que destruirá su familia.
No tengo quejas de Jessica Reines y su sobresaliente interpretación de una amargada y rencorosa Lady Rochford (Bolena por matrimonio), pero mi mayor aplauso es para Charity Wakefield que nos regala una sensual, aunque simpática, Maria Bolena. Lastima que nos la quitan a la mitad de la serie. Harta de los desplantes de su reina-hermana, Maria abandona la corte y se va con William Stafford, librándose así de la debacle que destruirá su familia.
Este retrato de
Maria, segun Charity y Dame Hilari Mantel, choca con la imagen que Philippa Gregory (y Scarlett Johansson) ha
propagado de “La Otra Bolena” . Siempre he sentido curiosidad por esta mujer
Tudor tan despreciada por la historia, pero tan apreciada por las escritoras de
romances históricos. Por eso, esta primavera nevada, me he dado el trabajo de
investigarla y ver como su realidad es comparable a su leyenda (rosa o negra,
dependiendo del autor) y como a veces la supera.
Mi primer
encuentro con Maria fue un 8 de diciembre, de 1970. Después de conocerla
encarnada en una silenciosa, pero sexy Vanessa Redgrave, en “A Man for All
Seasons”, me interesaba ver otra visión de Ana Bolena. Así me encontré, a los
once años, en el cine Rialto de Viña del Mar, ante Genevieve Bujold encarnada
en “Ana de los mil días”. En esta adaptación del drama de Maxwell Anderson,
donde Ana es vista como víctima de las ambiciones familiares y de la lujuria de
su rey, descubrí varias novedades.
Una de ellas fue que,
en una escena de Ana y su madre, se ve en el trasfondo a una mujer en avanzado estado
de gestación. Se trata de Maria, hermana de Ana. La sorpresa me afectó la
vejiga y tuve que ir al tocador de señoras. Ya en el baño me esperaba una
sorpresa mayor. Me había llegado mi primera regl, . me empacaron a casa y Las
Bolena desaparecieron de mi mente por un tiempo.
Poco después una
de las muchas revistas femeninas que se compraban en mi casa, comenzó a
serializar “Ana de los mil días “. Ahí me enteré de que Maria había sido amante
de Enrique, que Ana se lo había robado a pesar de la hermana estar embarazada.
Inmediatamente, me asaltaron dudas propias de Tudormaniacos fascinados por esta
amistad-rivalidad. ¿Cómo pudo haberse Ana entrometido en la relación de su
hermana y del rey? ¿Qué paso con el hijo de Maria?
En una época pre-Internet,
pre-Google, pre Wikipedia, me tomarían casi quince años descubrir lo que había
ocurrido con La Otra Bolena. Fue en 1984, cuando pasaba por en la peor etapa de
ami adicción a los bodice rippers, que
me tropecé con Passion’s Reign (El reino de la pasión) de Karen Harper.
Esta novela romántica (con mucho sexo, como buen bodice-ripper) me instruyó sobre verdades históricas como que
antes de Enrique, Maria había sido amante de Francisco I de Francia, y que su
único amor fue su ultimo marido, William Stafford. Pero esta novela quiero
discutirla dentro de su contexto en la Tudormania. Así que voy a comenzar a
revisar la ficción histórica y su tratamiento de Maria Bolena.
Aunque por
siglos, Ana Bolena ameritó espacio en el teatro, opera y filmes, María solo
comenzaría a aparecer en historias escritas en torno a su más famosa hermana
casi en la mitad del Siglo XX. En 1949 Margaret Barnes Campbell en Brief Gaudy Hour establecía ciertos clichés
que reencontraremos en los retratos ficticios de La Otra Bolena. Primero, el
mito de que Maria era menor que Ana. Como Philippa Gregory, MCB, describe a una
Maria humilde y sumisa, muy encariñada con Ana quien esta determinada a que no
la trate el Rey como ha tratado a su hermana. La novela se toma licencias
extraordinarias: Mary nunca sirve en la corte francesa, sus hijos nacen cuando
ya no es amante de Enrique, y las Bolena tienen una madrastra que nadie sabe de
dónde salió.
En 1957, Evelyn
Anthony en su Anne Boleyn, nos
muestra a Mary, de nuevo una hermana menor, quien ya es la amante descartada de
Enrique, y que ha sido desterrada de la corte junto a su hijo bastardo y
obligada a casarse con un noble campesino. En, 1963, Nohra Lofts, una
acreditada novelista de romances publicó La
Concubina, en la cual Ana es la menor de las Bolena, una chica decente y tímida
que se horroriza ante la idea de servir en la corte donde su hermana fue la
querida oficial del rey.
Para Ana, Maria
es un mal ejemplo, una mujer con la que no quiere ser asociada. Maria es hecha a
un lado por Enrique y termina casada con William Carey. Solo ahí, y luego que
el rey demuestra interés por su “cuñada “, es que Maria reaparece ahora aconsejándole
a su hermana profesar puesto que un convento es la única salida para quien
atraiga la atención del sátiro monarca.
En 1971, y aprovechando
la primera ola de Tudormania, Ailieen Armitage publicó Las Hermanas Tudor, que en realidad debería llamarse “Las Hermanas
Bolena”. Es la primera novela en darle un sitio protagónico a Maria. Como
personaje, La Otra Bolena hubiera hecho las delicias de las “Mituteras”. Es la típica
mujer que nunca sabe por que se le caen los calzones, que se arrepiente tras
cada revolcón, y que termina sintiéndose ‘violada”.
La historia
comienza con la madre de Maria que en su lecho de muerte le pide que aprenda a
ser mas asertiva y a no dejar que los demás controlen su vida. La huerfanita
demuestra su veleidad casi encamándose con Rafe, el caballerizo. No alcanza a
ocurrir nada grave, pero Tomas Bolena, para alejar la tentación, envía a su
hija a Francia como dama de Maria Tudor que se va a casar con Luis XIII. En
Francia, la chica Bolena atrae la atención de Francisco, yerno del rey, quien
la seduce. Aquí no hay amor, solo atracción sexual que para nuestra
protagonista es muy importante.
Llega Ana a la
corte francesa. También se acuesta con Francisco y luego con Henry Percy con el
que se cree comprometida. Las hermanas regresan a Inglaterra y Maria se casa
con William Carey del que parece enamorada. Los Bolena desprecian a Carey por pobretón
y a Mary por ser tan boba e incapaz de atrapar un buen marido.
Maria y su marido
regresan a Francia acompañando al rey Enrique VIII. Francisco ahora reina en
Francia y retoma su relación con María quien también recibe visitas nocturnas
de Enrique, y de su marido. Lo divertido es que la autora no emite juicios
morales en contra de su protagonista, que es presentada como una inocente total.
Regresan a Inglaterra,
Enrique es amante de Maria, pero Ana se le atraviesa y las cosas cambian. Ana
ha aprendido su lección, y mantiene al rey a raya, fingiendo ser virgen. Obvio
que Enrique se interesa más en Ana, y Maria sigue en Bavia. Finalmente, la
hermana se lo explica con dibujitos y todo (hasta le dice “simplona” en su
cara). Para mayor shock de Maria que parece sufrir de alguna deficiencia
mental, es Ana quien debe informarla de que esta embarazada. Por fin, la preñez
le alumbra la bombilla a La Otra Bolena.
Maria decide
hacer pasar a su hijo como producto de su matrimonio. Para que nadie sospeche
de que Enrique (¿entonces para qué le pone ese nombre?) es hijo del rey, Maria
decide criarlo lejos de la corte y nunca revelarle la verdad. Así la dejamos
semi feliz junto a William Carey.
Ahora nos toca
examinar la novela de Karen Harper que por primera vez me dio la pista de que
Maria Bolena era el personaje mas interesante de su extravagante familia.
Cuando leí The Other Boleyn Girl de
Philippa Gregory me di cuenta de como la novela de Harper había influido en la
pluma de Doña Pippa. Ambas acaban con la ejecución de Ana; Harper si acepta el
veredicto histórico de que Maria era la hermana mayor, pero da como fecha de su
nacimiento 1504, convirtiendo a las Hermanas Bolena en casi niñas metidas en el
juego de tronos y alcobas que será su vida.
La gran
diferencia es como Harper opta por relatarnos la vida sexual y amorosa de Maria
pre-Enrique VIII. A diferencia de la novela de Armitage, Reign’s Pasión (ahora retitulada La Ultima Bolena) nos muestra una Maria obligada por la familia a
entregar su virginidad al libidinoso Francisco. La relación es degradante y
huele a ratos a violación, sobre todo en el idioma “Ahora te voy a enseñar como
domo a mis yeguas” dice el reyezuelo. Cuando
se aburre de Maria, Francisco se la pasa a sus amigos, lo que (si hubiera ocurrido)
podría explicar la mala fama de La Otra Bolena.
Aunque los historiadores
dudan todavía de la veracidad de la relación de Maria y el futuro rey de
Francia, es cierto que Francisco se refería a ella como “Mi yegua inglesa”. Mas
adelante, tal vez para limpiar su propia imagen, Francisco (que Los Tudor” y “Carlos
Emperador” nos han mostrado como un hocicón, arrogante y falso) llamaría a Maria
“La puta mas grande y la mas infame de todas” (Grandissima ribalda e infame
sopra tutte).
El libro sigue a Maria
de regreso a la corte inglesa, su matrimonio con William Carey, y su eventual
caída en otro lecho real. No recuerdo mucho del cuento de Maria y Enrique. Tal
vez no me interesaba porque sabia que acababa mal. Carey es retratado como lo
que era, no un miembro de la pequeña nobleza campesina, sino un pariente del
rey y elemento importante de la corte de Enrique. Carey es un personaje
negativo, un ave de rapiña que no le importa prostituir a la mujer. por suerte,
se muere pronto. En la vida de Maria entra William Stafford, un soldado, hombre
de confianza de Enrique, y un cínico que es regenerado por el amor de la
concubina real.
El resto de la
novela describe la boda secreta de Maria, su alejamiento de la corte, y su
idílica vida familiar como Lady Stafford y madre de dos hijos más. Harper parte
de la base que, de los niños Carey, solo Catalina era hija de Enrique. La
novela acaba con una última reunión entre las Hermanas Bolena en la Torre de
Londres. Ana le entrega a su hermana el contenido de su joyero para que se las de
a su hija. Su ultimo deseo es que María se encargue de educar a Isabel y
despejar rumores falsos sobre la relación de los padres de la niña.
La pobre Karen
Harper quería escribir un libro serio sobre un personaje olvidado de la historia,
pero al caer en las trampas del bodice ripper,
pasó a ser parte del género. Incluso ese nombre tan cliché (El Reino de la Pasión)
la predestinaban al menosprecio que siempre reciben las muestras de cultura
popular. En mi biblioteca de barrio, yo no la encontré en la sección de ficción
donde estaban los libros de tapa dura, sino en los escaparates de alambre que
sostenían ese tipo de novelitas en ediciones de bolsillo.
Por suerte, el
retorno de la Tudormania hizo que la novela de Karen Harper, ahora titulada The Last Boleyn, tuviese un merecido
renacimiento. Pero el mejor homenaje se lo daría Philippa Gregory en el 2001,
cuando iniciaría la mas reciente ola de Tudormania y con ella, un renovado
interés por La Otra Bolena, pero de eso hablaremos en mi próximo post.
A proposito "La Otra Reina" que es como se llama "The Other Boleyn Girl " en español, estará disponible hasta fin de mes en Netflix.
Es increíble como los Tudor siempre dan que hablar. Ana, Enrique, sus familias y vivencias. Aún hoy sigue el debate en internet sobre ellos, mas ahora que estamos próximos a la boda entre Meghan Markle y Enrique, el hijo de Diana.
ResponderEliminarNunca oí de esa novela del reino de la pasión. Parece La otra Bolena pero mejor escrita (ya me dirás). También me ha tocado encontrar esas novelitas de bolsillo, recuerdo que un día encontré varias obras de Dante, Boccaccio y Petrarca en un puestito en la calle, eran esos libritos pequeños y delgados, de hecho compré algunas cuando era adolescente, siempre me pregunté como le hacían para meter tanto texto en hojas tan diminutas. Ah, tiempos más simples. Quisiera volver.
Bueno...I'M BACK! En realidad pensaba volver antes para hablar de series y películas (y compartir con usted las que estoy viendo yo, mi lady). Mi vida sufrió algunos cambios desde la última vez que estuve por aquí: algunas pérdidas y problemas personales. He estado triste, me desconecté del mundo por un tiempo. Pero bueno, basta de esto, hablemos de María.
Es interesante lo poco que sabemos sobre la hermana mayor de Ana (yo le doy más validez a 1501 como fecha de nacimiento de esta famosa reina). Irónico es, también, que María fue la única que sobrevivió al final y, como dices, hasta hoy tiene descendencia. El hecho de que no sepamos mucho es lo que aprovechó Philippa Gregory para hacerse millonaria escribiendo fanfictions. En la otra Bolena, vemos una María angelical, perfecta, no se nos menciona su posible idilio con Francisco y su relación con Enrique es el gran amor. Ana, por supuesto, es su roomate universitaria que le roba el novio, nunca habla de la reforma y comete incesto estúpidamente.
Al mirar el registro histórico, la única prueba que tenemos de que la relación Enrique/María, es una simple mención del tema en una carta en 1523. Eso es todo. No sabemos cuánto duró, cuándo empezó ni cuándo terminó. Personalmente, me gusta la teoría de Michael Hirst de que Enrique sólo estuvo con ella para quitársela a Francisco.
Otra cosa que tenemos es el comentario del rey francés, que nos hace pensar que María no era la rubia inocente y recatada de Scarlet Johansson. Michael Hirst, por otro lado, nos pone un retrato más cercano a los hechos (y se aprovecha del comentario de Francisco para mostrarnos el lado sexual de la rubia). María tiene un fugaz romance con Enrique. No aparecen los niños Carey ni su segundo esposo pero se mencionan. En la segunda temporada, María los acompaña a Francia en 1532 y es echada de la corte en 1534. Todo acorde.
Sin embargo, hubo un intento de reconciliación. Luego de ser desterrada y pasar penurias económicas, María volvió a la corte para hablar con Cromwell y pedirle que interceda por ella con el rey, con su hermano Jorge y con la misma Ana, la cual la apoyó pero sin dejarla regresar. Aunque no lo creas, en su intento por apegarse a los hechos, Michael Hirst escribió una última conversación entre María y Cromwell, que lamentablemente fue eliminada de la edición final, y le da un sentido mucho más amplio al personaje "Confieso sinceramente que, en mi andar por el mundo, el amor pudo más que la razón. Ese es mi defecto", le revela la hermana del buen corazón al señor secretario. Si la María de Wolf Hall me agradó, esta con este Cromwell me gusta mucho más! "Preferiría tener mil hijos con mi actual esposo, antes que ser la reina más grande de este mundo". ¡Dan ganas de matar al editor por haber quitado esta escena! James Frain y Perditta Weeks, gran pareja.
En algo coinciden los historiadores: María era buena y posiblemente se casó por amor. No volvió a ver a toda su familia y se alejó de ellos. Luego hablamos sobre mi tocayo Jorge y sus líos maritales (parece que también era buena persona como María, reformista y extrovertido, pero no le gustó que lo casaran por conveniencia). Otros dicen que era un womanizer y no trataba bien a su esposa, Jane Parker, posible detonante de las falsas acusaciones
Gatito George, si tuviera trompetas te haría una fanfarria de bienvenida. Siento mucho lo de tus perdidas. Yo también he pasado un mes muy duro. Perdí a mi perro Nene y recién mi padre salió del hospital.
EliminarEnrique el hijo de Diana…descendiente directa de Maria Bolena. Esa pobre mujer creo una estirpe de hembras escandalosas. Sera por eso que le pusieron Henry al futuro marido de Meghan?
Como versas ya he posteado un blog sobre lo que Dame Hilary, Doña Pippa y nuestro Michael hacen con La Otra Bolena, y de paso con Ana. Parece que Gregory odia a Ana, casi tanto como Dame Hilary. Qué suerte que Los Tudors la reivindicaron.
Sabia lo de Cromwell (en Wolf Hall Maria casi tiene un affaire con el Lord Canciller), pero gracias por el video lo voy a incluir en la próxima entrada.
Yo si creo que la relación Maria-Enrique fue mas larga y que al menos, Catalina, era hija del rey.
Como te decía en Facebook, un di ade estos voy a escribir algo sobre Jane Parker, me dio mucha prensa su ejecución en “Los Tudor” Hay una mujer, Retha Wernicke, se llama que inventó que George era gay e incestuoso y Gregory se lo creyó. Michael Hirst se guardó el cuento de que era gay, pero no le del incesto. Wolf Hall no hace eco de esas teorías sin fundamento.
Por favor, no te despegues de aquí y si cuentame que has visto, que te gusta, que quieres ver.
Será que el la serie de los Tudor, los es escritores se freyeran lo de la homosexualidad que puso Retha Wernicke? (No sé quién es) ya que en la serie Jorge es gay. Pienso que debido a la prohibición de la homosexualidaden algunos países y que hasta ahora no es bien vista en su totalidad cabría pensar que en ciertas producciones no incluyeron lo homosexual.
ResponderEliminarBienvenido Dustano, no solo Los Tudor, también The Other Boleyn Girl se adhiere a esa teoría, pero es como los hijos de Isabel I, o la identidad del Hombre de la Mascara de Hierro, hay tantas teorías que puedes colgarte de cualquiera, pero anda a ver si hay pruebas históricas, y sobre la homosexualidad de los personajes históricos siempre se sabe por sus contemporaneos, y REtha Warnicke nunca pudo probar con documentos históricos su teoría.
Eliminar