domingo, 1 de junio de 2014

Jane Seymour: Reina de las miniseries (Televisión del ayer)


La calidad de sus histriones le ha ganado a  la televisión inglesa una reputación de ser superior a la estadounidense. Lo que explica el que hoy los actores británicos brillen en ambas pantallas y que series norteamericanas se enriquezcan con la presencia de Damian Lewis, Kevin McKidd, James Purefoy y David Morissey, pero no hay muchas actrices inglesas en la pantalla chica. Por eso se vale recordar a una chica de Middlesex que en las últimas tres décadas del Siglo XX reinó en las miniseries estadounidenses y llegó a tener su propio show de televisión.

Hace un mes, comencé a planear una cadena de entradas sobre mis miniseries favoritas y me sorprendió encontrar un elemento común, varias de ellas incluían a Jane Seymour en el reparto. Luego comencé a planear otra ristra de entradas sobre actores ingleses que triunfaron en la televisión norteamericana y nuevamente surgió el nombre de la intérprete de la Doctora Quinn. Consideré esa coincidencia como una señal para hacerle un homenaje en vida.

A medida que recopilaba datos sobre la actriz caía en cuenta de la extensión de su carrera. Miss Seymour triunfó en cine y en televisión, fue considerada un símbolo sexual, y también mereció premios por su talento actoral. Por ultimo, un detalle autorreferente,  Jane Seymour  fue una de mis idolas y  tuvo una tremenda influencia en mi zona capilar, ya que una de sus características más notables ha sido su larguísima y bien conservada cabellera.


Joyce Penelope Wilhemina Frankenbeger nació un 15 de febrero de 1951 en Hayes, el condado de Middlesex, en Inglaterra. Es hija de un obstetra judío y de una holandesa protestante. Tuvo una infancia y adolescencias típicamente normales. A los 18 años debutó ´en un pequeño papel en “Oh What a Lovely War”, una parodia de la Gran Guerra, dirigida por quien iba ser su suegro, Sir Richard Attenborough. Ya para entonces la debutante había elegido como nombre artístico el de la más olvidada de las esposas de Enrique VIII.

Ese mismo año, la ahora Jane Seymour se casa con Michael Attenborough. Bajo el ala de su familia, Jane sigue haciendo apariciones en televisión y en cine. Su suegro la dirige como Pamela Blowden, el primer amor de Churchill en su “Young Winston”. Ya los productores descubren que Jane (como Keira Knightley hoy día)  es idónea para roles de época.
Como Pamela Plowden


1973 será un año que marque la carrera de la actriz. Jane se divorcia e interpreta a Solitaire, una de las mas carismáticas “Chicas Bond”, en “Live and Let Die”. La virginal tarotista sigue siendo mi “Bond Girl” preferida, pero me tomaría un par de años conocerla, tal  como a su Princesa Farah en otra de esas inmortales contribuciones de Roy Harryhausen,  “Sinbad y el Ojo del Tigre”. Solitaire y Farah  me llegaron a través de la televisión y para entonces el rostro de la futura diva me era familiar.
Como Solitaire


La primera vez que la vi fue en la primavera de 1977, en una miniserie, el formato fílmico favorito de Jane Seymour. En Los 60’s y 70’s reinaba en la literatura popular un tipo de edición de bolsillo correspondiente a un subgénero, cruce entre Harold Robbins y Mario Puzo, que en mi escuela catalogábamos como “Los judíos-también-pueden-ser-promiscuos”. Seventh Avenue de  Norman Bogner es un ejemplo de esa literatura.


La novela narra la saga de un Ceniciento llamado Jay Blackman que en los años 30’s intenta hacer  fortuna en la industria del vestido (La Séptima Avenida se conoce como “El Distrito de La Aguja”). Su objetivo  lo lleva a enfrentarse a rivales, mafiosos, y sindicatos. Por supuesto, que su ascenso al poder va puntualizado por escalas en la cama de diferentes mujeres.

El libro fue un bestseller y la NBC y Universal la convirtieron en miniserie. Jane interpretaba a  Eva Meyers,  una ambiciosa diseñadora que inicia un tórrido affaire con Jay a pesar de estar ambos casados. Cuando ,después de cinco años juntos, él sigue sin divorciarse, Eva desciende una espiral que la llevará a tener otro amante, a caer en el alcohol y ser victima de todo tipo de abusos. Pasan los años, se rehabilita, Jay finalmente quiere divorciarse, pero un mafioso mata a Eva antes que pueda ser feliz.
Como Eva


Aunque la serie no fue un éxito, para mi la imagen de Jane Seymour en la sofisticada moda de los 30’s y 40’s capturó mi imaginación totalmente. Casi tanto como una escena en la que el marido descubre a Eva en brazos de Jay. La imagen de Jane envuelta en una bata de seda rayada con el cabello hasta las rodillas me convencía  que no había una mujer más bella en el mundo y que  mi deber era  tratar de verme como ella. (¡Seguro!). Tanto era mi deseo de parecerme a Jane Seymour que permití que mi madre me hiciera un peinado alto como el de Eva. Como Mi Ma es una gran creyente en “Para ser bella hay que ver burros y estrellas”, dejar mi cabeza en sus manos casi constituye abuso infantil.

Tras “Séptima Avenida”, Jane Seymour siguió conquistando al público en todo tipo de pantalla. Interpretó a la heroína de la versión de los 70‘s de “Las Cuatro Plumas” (y se veía mas linda que Kate Hudson en el mismo papel). Para la televisión americana trabajó en otras dos exitosas miniseries de época, la saga del Oeste “The Awakening Land” y la adaptación del bestseller de Taylor Caldwell, “Captains and Kings”. Entretanto, y fiel a una profecía hecha por una adivina, se embarcó en nuevos matrimonios. Su unión con Geoffrey Planer no alcanzó a durar un año. En 1981 se casó por tercera vez. El afortunado rea David Flynn, hombre de negocios y corredor de propiedades.

En 1980, la actriz estelariza junto a Christopher Reeves  una fantasía llamada “Somewhere in Time” ("Pide al tiempo que vuelva"). Reeves da vida a un escritor que posee la facultad de viajar en el tiempo hasta el siglo XIX donde conoce a su musa y gran amor encarnado en una Jane Seymour exquisita en trajes de la Belle Epoque. A pesar de la aclamación de la critica por su etérea Elise McKenna, Jane reconoce que la televisión es el mejor medio para lucir  sus atributos físicos e histriónicos y en 1981 protagoniza la miniserie “Al Este del Edén”, basada en la mejor novela de John Steinbeck.
Como Elise McKenna


Este proyecto de la ABC es todo un desafío. Nace bajo la sombra del clásico de James Dean de 1951. El  libretista Richard Shapiro decide volver al original y no canalizarse solamente en la historia de hermanos rivales. Asi la miniserie comienza en Connecticut, en los años posteriores a las Guerra de Secesión. Janes  da cátedra de actuación con su Cathy Ames que, en las palabras de Steinbeck, es una chica “con alma deforme”.


A los 16 años, Cathy incendia su casa, quema vivos  a sus padres y huye a caballo hasta encontrar refugio en la granja de los Trask. Ahí pronto se convierte en la manzana de la discordia  provocando la rivalidad entre el  brutal Charles Trask (Bruce Boxleitner) y  su hermano, el tímido Adam (Timothy Bottom). Será Adam quien se lleve a Cathy al otro lado del país, al condado de Salinas en California.

 Cathy da luz a los gemelos Araron y Caleb. Aunque es evidente que no ha nacido para esposa y madre, y que es posible que esté trastornada, el enamorado Adam se niega a reconocer que su mujercita es capaz de cometer todos los pecados del decálogo. Adam es el único sorprendido cuando Cathy huye a Monterey donde se convierte en la regenta de un burdel.

 Los gemelos crecen y se convierten en los  émulos del Caín y Abel bíblicos. Aaron (Hart Bohcner) es el predilecto del padre, pero será el despreciado Cal (Sam Bottom) quien descubre que su madre vive y se dedica al oficio más antiguo del mundo. La transición de Jane de adolescente desquiciada a una madame dura y ambiciosa es hecha a la perfección, sin perder ella un ápice de su belleza ni esa capacidad de aterrorízarnos con su ilimitada crueldad.


Por este rol, Jane Seymour ganó un Globo de Oro y la corona de “reina de las miniseries”. Terminado el rodaje de “East of Eden” la actriz se tomó un descanso y el derecho de ser madre por primera vez. Jane dedicó todo su tiempo a su embarazo y al cuidado de su hija Katherine a la que amamantaba ella misma. Pero detuvo este proceso cuando llegó el turno de aspirar al protagónico para otra miniserie épica, la adaptación de El Pájaro Espino de Colleen McCullough. A pesar de que había dejado de darle pecho a Katherine por varias semanas, la leche regresó en el momento menos oportuno, ¡justamente cuando hacia casting para el rol de Meggie Cleary! Jane quedó fuera del proyecto y Rachel Ward dio vida a Meggie.

La actriz se consoló cosechando más éxito como Marguerite de St Just,  la esposa de La Pimpinela Escarlata en la adaptación del clásico de la Baronesa Orczy. El rol del noble inglés que rescata aristócratas camino a la guillotina le tocó a Anthony Andrews, recién salido de su éxito en “Brideshead Revisited”.


Fue en esa década de miniseries épicas que comenzó a correr el rumor de que alguna cadena de televisión se atrevería a adaptar Lo que el Viento se Llevó a la pantalla chica. Incluso se hicieron encuestas para ver quienes reinterpretarían a Scarlett y Rhett. Los ganadores fueron Pierce Brosnan y (por supuesto) Jane Seymour.



Yo ya los veía en esos papeles, y creo que ella se sentía un poco Scarlett. Es evidente que su look en un comercial de perfume  del '84 está inspirado en la novela de Margaret Mitchell (y si, en los 80's yo usaba Le Jardin). El proyecto nunca se llevó a cabo, aunque en los 90’s volvió a barajarse el nombre de la Seymour para protagoniza la miniserie “Scarlett” que al final quedó en manos de Joanne Whalley.

Los 80’s, verán a Jane estelarizar una serie de éxitos televisivos. Brilla en una adaptación de “El Fantasma de la Opera” junto a Maxmilian Schell; se atreve a salirse de un marco de period pieces para encarnar a una mujer atormentada por un fantasma en “The Haunting Passion”. Arriesga comparaciones con divas del cine como Maureen O’Hara y Olivia de Havilland, reviviendo sus roles como las gemelas en un refrito de “Dark Mirror”;  y como la dieciochesca campesinita que cae en un nido de contrabandistas en la adaptación a la pantalla chica del bestseller de Daphne Du Maurier, La Posada de Jamaica.

En "The Haunting Passion"


En el cine no le va también y aunque se atreve a filmar un desnudo parcial, su “Lassiter” junto a Tom Sellek es un fracaso, a pesar de que Jane como siempre se ve exquisita en un Berlín del Tercer Reich luciendo modas de la época. En 1984, Jane Seymour confirma su papel de Reina de las Miniseries interpretando a Lady Brett Ashley en una adaptación de The Sun Also Rises.

En "Lassiter"

Como Lady Brett Ashley


Esta miniserie fue blanco de críticas por tomarse libertades con la novela de Hemingway, pero nadie critica a Jane Seymour por encarnar notablemente el espíritu de la promiscua, pero sentimental heroína. Su química con Hart Bochner (quien había sido su hijo en “Al Este del Eden”) es impecable y como siempre la actriz lució divina en vestuario de Los Locos 20’s.

Tras tomarse un tiempo para dedicarse a su segundo hijo, Jane Seymour volvió a la carga. El final de la década la vio en múltiples facetas. Como secundaria en una adaptación de Crossings de Danielle Steele; como La Duquesa de Windsor en “The Woman He Loved, como una pintora victoriana de romance con un policía (Sir Michael Caine) que persigue a “Jack, El Destripador” y hasta en Buenos Aires, interpretando a María Iribarne, la heroína de El Túnel de Ernesto Sábato.

Como La Duquesa de Windsor

Como María Iribarne

En 1988, Jane Seymour recibe un Emmy por interpretar a Maria Callas en una miniserie sobre la vida de Aristóteles Onassis. Aunque su interpretación de la diva es impresionante, a muchos les sorprendió que recibiera galardones por esae papel y no por su siguiente miniserie, “War and Remembrance” (Fue nominada tanto al Emmy como al Globo de Oro).
Como María Callas


En 1982, Dan Curtis y la Paramount se habían unido para la monumental tarea de llevar a la pantalla chica Winds of War, la obra maestra de Herman Wouk, por muchos considerada el equivalente a La Guerra y la Paz de la Segunda Guerra Mundial. Esta exitosísima miniserie, muy apegada al libro, mostraba las aventuras de los Henry, una típica familia americana (una típica familia militar) cuyos miembros se ven desperdigados por el globo terráqueo antes y al comienzo del más importante conflicto bélico del Siglo XX.

Robert Mitchum daba vida al patriarca, El Comandante Victor Henry; Jan Michael Vincent era su hijo Byron quien encontraba el amor y el sentido del deber en una Europa al borde de la guerra; y Ali MacGraw era la expatriada yanqui (y judía) que finalmente consigue hacerlo madurar y convertirse en esposo y padre. Admito que ni Jan Michael ni Ali me gustaban en los roles de Byron y de Natalie Jastrow y desee que otros los hubiesen interpretado.


Cuatro años después que la ABC presentara “Los Vientos de la Guerra”, comenzó a filmarse su secuela “War and Remembrance”, pero el elenco había cambiado. Afligido por el cáncer, John Houseman daba paso a Sir John Gielgud para encarnar a Aaron Jastrow, famoso escritor judeo-americano, cuya negativa de abandonar la Italia de Mussolini lo lleva a firmar su propia destrucción. El alcoholismo de Jan Michael Vincent  obligaba a los productores a reemplazarlo por Hart Bochner para el papel de Byron, ahora un oficial de la Marina estadounidense destacado en el Pacifico.
Jane y Sir John
Jane y Hart Bochner






Jane como Natalie Jastrow Henry

















Ali McGraw había sido muy criticada por su interpretación de Natalie Jastrow. Fue un alivio para los amantes de la saga de Wouk saber que no repetiría su papel en la secuela debido a que se veía muy mayor para hacer de Natalie. Se dice que Dan Curtis le pidió tres veces a Jane Seymour que se metiera en los tacones de la Jastrow y que solo a la tercera la diva aceptó. Sin embargo, la Wikipedia cuenta que fue Jane quien hizo campaña para ese rol. Me parece raro, Jane estaba ocupadísima esos años, es mas que posible que haya declinado trabajar en “War and Remembrance” hasta que la convencieron de hacerlo.

El hecho es que no me imagino a Natalie con otro rostro que el de Jane Seymour. Ali había creado una Natalie un poco desfachatada, demasiado tranquila en momentos de peligro, sobre todo en sus escenas con los Nazis. En “War and Remembrance” el personaje de Natalie es sometido a experiencias espeluznantes y no concibo a Ali McGraw logrando conmoverme como lo consiguió su reemplazante.


“War and Remembrance” fue la última gran miniserie de los 80’s, no tuvo el éxito esperado y se gastó en ella mas de lo previsto, pero sigue siendo una historia imponente, una miniserie de culto y a mi parecer,  el mejor trabajo de Jane Seymour. No podría describir todas las fantásticas escenas que me vienen a la memoria y solo puedo contarles que llore a mares en un momento increíble, dado mi admiración y la de todos sus fans por su larga cabellera.

Me refiero a la llegada de Natalie a Auschwitz en que debe someterse a un corte de pelo al rape obligatorio para todas las prisioneras. De solo verla calva y observar como caían al suelo mechones de su larga cabellera, yo chillaba  más que el personaje. Solo recientemente vine a enterarme que entre utilería y efectos especiales consiguieron hacernos creer que realmente  habían rapado a Jane Seymour.


Confirmando su relevancia en el formato de miniseries, Jane Seymour fue contactada por la televisión francesa para una miniserie gala. En 1989, interpretó a la desdichada Marie Antoinette en “La Revolution Française” una serie de lujo creada para conmemorar el bicentenario de La Caída de La Bastilla. Ahí la actriz tuvo el gusto de trabajar con sus hijos, Katherine y Sean, quienes dieron vida al Delfín y a Madame Royale.



“War and Remembrance” fue el canto del cisne y el fin del reinado de Jane en las miniseries. En 1991, su tercer matrimonio fracasó. Convertida en madre soltera de dos hijos, la actriz comenzó a aceptar una serie de papeles en filmes bastante mediocres. Ya parecía que su carrera estaba acabada cuando en 1993, la CBS le ofreció algo totalmente nuevo: su propia serie de televisión.


Toda una nueva generación conocería a Jane Seymour como la refinada solterona bostoniana, que huyendo de prejuicios, parte a practicar la medicina en El Lejano Oeste. Jane Seymour estuvo fantástica como Michaela Quinn, quien apenas llegada a Colorado Springs es obligada a montarse en un caballo, hereda tres hijos, y conoce al hombre de su vida, mientras lucha por convencer a un pueblo machista que es su única esperanza de mantenerse sano.




La serie de Beth Sullivan sirvió para variar nuestra imagen del Far West enfocándolo ahora desde la perspectiva de las mujeres y otras minorías. La Dra. Mike era en muchos sentidos una adelantada para su época. Eso sin dejar atrás su refinamiento y su virtud victoriana, llegando a perder su virginidad solo en su noche de bodas tal como lo exigía la etiqueta decimonónica.

Salpicada de personajes interesantes y de famosas estrellas que se peleaban por hacer cameos en una serie que gozaba de altísimos ratings, "Dr. Quinn, Medicine Woman" volvió a elevar a su protagonista al rol de súper estrella. Por seis años vimos a la Dra. Mike vivir todo tipo de aventuras, correr diversos peligros, enfrentarse a desafíos médicos y morales, y convertirse en esposa y madre de una hija biológica a la par de criar tres hijos adoptivos En cuanto a la vida personal de la actriz, tras un breve y publicitado romance con Joe Lando su coestrella, encontró estabilidad en su matrimonio con James Keach (se divorciaron el año pasado) y añadió un set de mellizos a su prole.
(popmatters.com)


Aun después de cancelada, “Dr. Quinn” motivó dos filmes hechos para televisión en 2000 y el 2001. La gente no se cansaba de verla. Se ha vuelto una teleserie de culto cuyas reposiciones siguen gozando de alta sintonía. Fue un cierre digno para la carrera de Jane Seymour. Aunque sigue activa en cine y televisión, nunca más ha alcanzado ese rango que le dio la edad dorada de las miniseries. Sin embargo ver cualquiera de esas actuaciones mágicas nos recuerda el motivo por el que se la llamó “La Reina de las Miniseries”.

Para los que tienen acceso al cable Latino, “Dra. Quinn, La Mujerque Cura” puede verse diariamente por TMC.




4 comentarios:

  1. ¡Buenas!

    Ví la imagen de Jane Seymour en otro blog e inmediatamente decidí entrar por aquí.
    También he sido un fiel seguidor de esta guapísima actriz desde los '80s y su completísima entrada me ha hecho evocar muxas de las miniseries y pelis que ví cuando era crio.

    "Séptima Avenida" me cautivó con esas nebulosas secuencias de gansters y una sofisticada Eva, quien era para mí una mezcla de Audrey Hepburn y Joan Crawford.

    Recuerdo una entrevista donde le preguntaban por qué había elegido el nombre de la tercera mujer de Enrique VIII y ella respondió porque fue la más afortunada, la que parió el único heredero varón (legítimo) y sobretodo porque a Jane Seymour no le cortaron la cabeza (risas).

    Quizás proponiendoselo ella proyecta una imagen de Romanticismo en su máxima expresión, apoyada en el éxito de sus obras como "Algún Lugar en el Tiempo", "Pimpinela Escarlata", y su interpretación de la propia Marie Antoinette, donde aparece coprotagonizando con sus verdaderos hijos.

    Lo que no comprendo es por qué Ud. menciona "Vientos de Guerra" que también ví capítulo por capítulo, y no recuerdo que apareciera Jane Seymour por allí.

    Una vez más ¡felicitaciones por esta magnífica entrada!

    Frederick

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    1. Bienvenido Fred, gracias por ser el primero en comentar. Un gusto encontrar otro fanático de Jane Seymour.
      No puedo creer que hayas visto “Seventh Avenue”, es una miniserie totalmente olvidada. Recuerdo que en su tiempo me compré el libro. Era malísimo, la miniserie era mucho mejor.
      Noo, Natalie Jastrow en Vientos de Guerra fue interpretada por Ali MacGraw. Fue una suerte para todos que en la secuela “War and Remembrance”, Ali fuese reemplazada por Jane. Si puse fotos y escenas fue para que sirviera de comparación.
      Es cierto, La Reina Jane es la más olvidada porque a su manera, tuvo un matrimonio feliz con su tirano marido. En cuanto a la actriz, es ella la que colecciona maridos.

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  2. "Dr. Quinn, la mujer que cura"
    Me gustaba mucho la serie, creo que la última vez que la vi fue hace 10 años.
    Me encantó la entrada!
    La vi como chica Bond, aunque lastimosamente nunca me tragué a Moore como Bond. Me hubiera encantado verla junto a Brosnan, eso habría sido digno.
    Creo que la ultima vez que la vi en la tele fue de villana en "Smallville", haciendo de mamá de Jensen Ackless. Realmente es muy buena actriz.
    Por cierto, me conseguí los primeros capitulos de "Larkrise to...", a ver cuando tengo tiempo de verla...

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    1. Yo sabía que me ibas a hablar de “Smalville” ¿Era villana? Recién me entero que estuvo en esa serie, creo que toda una temporada.
      Pierce Brosnan fue un medio chongo de los míos, y siempre me deprimió que Jane y él no fueran Scarlett y Rhett, pero Sir Roger Moore tenía lo suyo también. Igual que Sir Sean Connery. Los únicos Bonds a los que les hago asco son Timothy Dalton, el Craig actual y un coso que por muy australiano que fuera, estaba bien feo. George Lanzeby creo que se llamaba.
      Como dije, tu generación alcanzó a conocerla como Michaela Quinn, pero ella traía tremenda carrera a sus espaldas. Fabulosa actriz y muy carismática.
      Ohh me encantaría conocer tu opinión de LR a Candleford. Ojala te guste. Ya, a vestirnos de luto por La Víbora esta noche. Ups, SPOILER

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