Tras terminar de
ver la serie (y leer la última novela) me quedó la pregunta de si había personajes decentes en este relato, o solo víctimas, verdugos y cómplices. Aunque tenemos un único “bueno”, Johnny, en este
cuento “las buenas” son una presencia constante: Marianne: Anne; Mary, la sufrida esposa de Patrick; la madre de
Bridget, ect. Pero como contraparte tenemos a la Princesa Margarita, que en un
momento parece ser la reencarnación del diabólico David Melrose, y por sobre
todo tenemos a Eleanor quien de tanto ponerse en el sitial de las victimas pasa
a ser la más monstruosa de las encubridoras. Donde más se evidencia esta
dicotomía entre personajes femeninos es en las cenas del primer y tercer libro
(Segundo y Tercer episodio de la serie) .
En la obra de
Edward St. Aubyn , las similitudes entre las cenas de Never Mind y Some Hope
pueden ser casi imperceptibles, más
David Nicholl y Edward Berger, adaptador
y director de la serie, dejaron a un
lado toda sutileza. Al traducir los libros en episodios back-to-back nos abrieron
los ojos a los paralelismos y evoluciones de los personajes.
Ambas novelas
tienen lugar en el transcurso de un día y una noche. Ambas culminan en una cena
para la cual los personajes han estado atareados en preparaciones durante el día.
Ambas mesas son presididas por personajes malévolos semi omnipotentes, que se complacen en humillar a los presentes,
principalmente a la dueña de casa. Ambas anfitrionas están al borde de una
crisis ante la sensación de haber cumplido inadecuadamente sus roles de
castellanas y esposas. Ambas cenas son interrumpidas por la presencia de un niño
que exige que la atención de la madre vire de sus deberes de ama hacia su rol materno. En ambas cenas, los
invitados son obligados a participar en este drama con reacciones muy
diferentes, y ambas culminan con un
personaje intentando huir, y lográndolo en solo una de esas instancias.
Never Mind abre cuando el protagonista tiene ocho años y está
pasando el verano, en St. Nazaire, la
villa de sus padres en Lacoste, en Provenza. No recuerdo que St. Aubyn lo haya
dicho, pero esa es la tierra ancestral del Marqués de Sade lo que podría
explicar el sadismo de David Melrose, alcohólico, pedófilo, violador, asesino y
padre del pequeño Patrick.
Sade tuvo el poder que su rango y fortuna le
daban en las postrimerías del Ancien
Regime. Melrose, aunque viene de buena familia y tiene ese pedigrí anglosajón
que confiere la educación en escuelas prestigiosas y un servicio honroso en la
clase de oficiales, tiene poder solo porque se casó con una millonaria . La
pregunta es por qué motivo, Eleanor soporta un marido abusador en todos los
sentidos de la palabra. Mas importante ¿por qué permite que David abuse de su
hijo?
A pesar de que
Eleanor merece un post para ella sola, es su incomprensible indolencia la detonadora de toda la acción de esta novela.
En la mañana, Eleanor emprende un viaje hacia el aeropuerto para recoger a Sir Nicholas
Pratt, padrino de su hijo. La acompaña, su
huésped, Anne Moore, un poco por
solidaridad por ser ambas americanas, pero en realidad es para ver a Patrick.
Aparte de la vieja Yvette, sirvienta de los Melrose, Anne es el único personaje
que demuestra afecto y preocupación por el niño. Su deseo no es satisfecho.
Eleanor se niega terminantemente a llevar a su hijo en su excursión. Lo deja a
cargo del padre, lo que en si ya tiene matices siniestros. Durante la excursión,
Anne se da cuenta que Eleanor le teme al
marido. Entretanto, David viola a Patrick.
Es ahora cuando
entra en escena otro personaje femenino. Bridget Watson-Scott. A pesar del doble
apellido, Bridget es la hija de un
simple vendedor de autos usados, pero tiene el aura declasse de las chicas sesenteras que no se dejaban amilanar ni por
el lujo ni por el rango ajenos. Bridget es un himno a los Sesentas. Con su
minivestido floreado, sus gafas ahumadas, su amor por los accesorios de gamuza,
parece escapada de un anuncio de Carnaby Street, el tipo de nena a la que le
cantan los Beatles y Los Stones, que consume drogas y practica el amor libre.
Sin embargo,
Bridget y Anne tienen algo en común, ambas están emparejadas (pero no
matrimoniadas) con hombres mayores, y
ninguna entiende la dependencia servil de David por parte de sus parejas. La
gran diferencia es que Anne ama a Sir Víctor y no desea verlo humillado por un
hombre despreciable. En cambio, Bridget
y su Sir Nicholas comparten una relación basada en un desprecio mutuo que es más
patente en el libro donde St. Aubyn nos
presenta el punto de vista de ambos.
En cuanto a David,
ambas mujeres deciden provocarlo, pero usando diferentes estrategias. Si bien,
Anne ataca de frente y con argumentos,
Bridget intenta seducirlo con toda su sensualidad juvenil, pero para los gustos
pedófilos de su anfitrión es demasiado “madura”.
La cena es un
campo de batalla. Harta de como David humilla a Eleanor, y de cómo Nicholas lo
secunda, Anne pregunta a este último qué
lo lleva a pensar que la crueldad lo hace superior. Nicholas responde que solo
intenta evitar ser aburrido o puritano. Molesta, Anne se va al corredor a
ventilar su furia. Ahí se encuentra a Patrick acurrucado al pie de la escalera.
La compasiva mujer nota que el niño está aterrorizado. Le promete ir a buscar a
la madre para calmarlo. Pero Patrick, que ha dejado de confiar en los adultos, no le cree.
Anne entra al
comedor e intenta convencer a Eleanor que venga a atender a su hijo, pero David
se lo impide. Se entabla una lucha por Eleanor, que pareciera una lucha entre ángeles
y demonios por el alma de la mujer. Anne usa como argumentos que el niño
necesita de su madre, David arguye que el niño necesita disciplina. Con tono
pedante y gran cinismo, el depravado expone
en su mesa sus ideas pedagógicas que se reducen a que si un niño sobrevive una
educación brutal entonces estará equipado para soportar lo que la vida le tenga
deparado.
Anne ( espero el
público también) está horrorizada. Aún más cuando los varones presentes se
adhieren a la causa de su anfitrión. Esto tiene que ver con la diferencia de
edades y épocas. El mismo Nicholas acusa a Anna de representar a “la joven izquierda americana”. Anne pierde el control y los insulta acusando
a Nicholas de ser un farsante “pomposo” y a David de tener un solo merito :
aterrorizar al “pomposo”.
Risueña, Bridget
agrega su granito de arena burlándose de su amante, hasta que David la silencia
metiéndole el cuchillo de la fruta debajo de la falda. Ahí nos damos cuenta de
lo letal que es este engendro. Creo que
me será imposible volver a ver a Hugo Weaving sin sentir repulsión y miedo, el
elfo se ha convertido en un orco.
La cena se
convierte en una estampida general. Anne se marcha indignada. Ante su sorpresa
, Víctor la sigue. En el pasillo le dice que si no puede uno oponerse a la
maldad, tampoco debe ser cómplice de ella. Buscan a Patrick, pero este también
ha huido a la planta alta. Apenas puede, Bridget también abandona el comedor dejando a
los canallas felicitándose por serlo e intercambiado ideas infames. Bridget llama a un amigo, le suplica que la rescate,
hace su equipaje y escapa. Al salir por el portón ve a Eleanor fumando en su
Buick (o Cadillac, creo que es un Cadillac en la serie).
El amigo nunca
aparece, Bridget debe regresar a la villa con la colita entre las piernas. Al
pasar, Eleanor le grita “Viste? Y creías que era tan fácil.” El capitulo acaba
con David yendo a ver a Patrick y amenazándolo: “si alguna vez le cuentas a tu madre o a otra
persona lo que pasó, te partiré en dos”. El mensaje es sartriano, nadie puede
escapar de la maldad. Y nadie puede defendernos de ella.
El tercer capítulo
está basado en Some Hope que significa
“Alguna esperanza” y queda muy bien en la serie luego del anterior en el cual
dejamos a Patrick y a Bridget atrapados en la tela de araña de David. Ahora
todo es diferente. Es 1990, David ha muerto. Patrick, tras un arduo camino de rehabilitación, está
limpio de drogas y alcohol, y se prepara
para ganarse la vida como cualquier ciudadano.
Bridget es ahora
lo que siempre deseó ser, Condesa de Gravesend y castellana de Cheatley, el
palacete ancestral de la familia de su esposo. La acción del capítulo también
tiene lugar en un día y una noche. Como Eleanor, Bridget se prepara para
celebrar una gran cena, seguida por una fiesta monumental, para homenajear el cumpleaños
de Sonny , su esposo. El toque maestro de la cena lo dará la presencia de la Princesa
Margarita.
A diferencia de
Eleanor, Bridget está totalmente involucrada en los preparativos, incluso
solicita la asesoría de su amigo Tony, un decorador profesional. Para Bridget
la ocasión no solo representa su triunfo social, sino que también le tiene
sincero afecto al marido. Esta Bridget es una sombra de la hippie de Carnaby
Street. Ahora, aun en bata de levantarse, es elegante, serena, una gran dama. Por eso
será un gran golpe para ella, descubrir accidentalmente esa misma mañana que su
esposo la engaña con una tal Cindy.
Patrick es casi
arrastrado a la fiesta por Nicholas Pratt, que por supuesto, también está invitado. A la fiesta también
asiste su amigo Johnny. En el libro, Patrick y Johnny no están presentes en la
cena, solo en la fiesta. Otro logro de Nicholls es integrarlos a la mesa. Aunque Patrick comete el gafe social
de sentarse antes que Margarita Rosa, una desubicación que es rápidamente
remediada.
Bridget está
feliz de recibir a Patrick. Tal como el de verla. Le dice que la recuerda como
alguien”amable”de su infancia. Bridget en agradecimiento lo empareja con su
prima Mary. Otro excelente detalle de Nicholls es convertir a la futura Mrs.
Patrick Melrose en un personaje de esta etapa y hacerla pariente de Bridget. En
la serie, Bridget es uno de los personajes femeninos más simpáticos y Mary es
el personaje más bueno y sacrificado de toda la saga.
La cena comienza.
Margarita está un poco irritada de que no le permitieron sentarse junto al
decorador, cuya conversación la entretenía más que la de Sonny, ahora a su
izquierda. Ignora al embajador francés a su derecha y se queja de la salsa del
venado. Me recuerda a David Melrose burlándose de la elección de menú de
Eleanor. Sonny pide cien disculpas, por suerte no culpa a Bridget. El embajador
que no parece diplomático, le lleva la contraria alabando el platillo, en
especial la salsa. En un alarde de ramplonería, el embajador sacude sus cubiertos
y avienta un pocotón de salsa sobre el vestido azul pavo de la princesa.
El mundo se
detiene, nadie respira. Finalmente se escucha la voz de hielo de la hermana de
la reina. “¡Limpia! “Al principio el embajador se hace el sordo. La princesa lo
apremia y el diplomático comienza a frotar la mancha. A propósito, esa es la
mejor manera de joder un vestido. lo que se hace es con un cubierto raspar la
comida, y luego mojar la mancha con Seltzer (agua mineral con gas);quitarse el
vestido y mandarlo a la tintorería lo más rápido posible. Pero a Margarita no
le importa el vestido, ella como David, quiere imponer su voluntad. El pobre embajador
suda la gota gorda y se pone en cuatro patas.
Exasperada,
Jaqueline, su esposa, se acerca y ofrece limpiar ella la mancha. “El me ensució,
que él limpie” sentencia Margarita que para mayor oprobio recuerda al embajador que el sirve a la Corte de St.
James. ¿Y qué? ¿Lo van a enviar de regreso a Francia por manchar la falda de
una princesa vieja y olvidada? Parece que volvemos a los días de Enrique VIII y
Chapuys.
Pero tal como
ocurriera en el episodio anterior, la fuerza catalizadora de esa noche no la
trae la macabra saña del poderoso sino el reclamo inocente de un niño. En la serie se utiliza a Belinda más que en
el libro para precisamente crear el vínculo entre ambas cenas. En el libro (y serie)
nos cuentan que aunque Belinda sufre de cierta negligencia por parte de sus padres,
ambos la quieren. Lady Belinda odiará a su institutriz, pero tiene una aliada
en su abuela materna, Virginia. Una relación que contrasta positivamente con la relación que
los hijos de Patrick tendrán con sus abuelas.
Incluso Bridget que le tiene pavor a Nanny, defiende a su hija de las acusaciones de la institutriz, no castiga a Belinda por burlarse de las reglas de Nanny y el autor nos dice que la Condesa fomenta el espíritu rebelde de la niña.
Incluso Bridget que le tiene pavor a Nanny, defiende a su hija de las acusaciones de la institutriz, no castiga a Belinda por burlarse de las reglas de Nanny y el autor nos dice que la Condesa fomenta el espíritu rebelde de la niña.
En el libro,
Patrick encuentra a Belinda acurrucada en la escalera. La niña le cuenta del
incidente con la Princesa Margarita, pero la relación acaba cuando llega Bridget
que se lleva la niña. En la serie, todo el evento es mucho más dramático. En la
cena con los Melrose, Anne, harta de ver humillado a su hombre, se levanta de
la mesa y se va a bufar en el pasillo donde se encuentra a Patrick acurrucado
en la escalera. Ahora, Jacqueline, abandona la mesa incapaz de soportar un
segundo más la humillación de su hombre. Se va al pasillo a bufar y ve
enroscada en la escalera a Belinda. La niña le dice que quiere conocer a la Princesa.
La diferencia es que , como dirá
Nicholas más tarde, Jaqueline es una mujer verdaderamente malévola. No la
motiva la compasión de Anne.
Belinda en
camisón, e impulsada por Jacqueline, llega hasta la puerta de comedor y la
abre. Mary la reconoce y se asusta pensando que van a regañar a la niña. Y este
es el momento de gloria de Patrick Melrose. De un salto, llega la puerta y comienza en susurros a
comunicarse con Belinda, tratando de convencerla que no es buena idea conocer a
la princesa ahora. Es una escena preciosa, me recuerda los intercambios entre Ser
Davos y Shireen. La razón por la que odio a los pedófilos, además del daño que
hacen a sus víctimas, es que eliminan las posibilidades de estos encuentros
entre niños y adultos. No hay nada más lindo (y sexy) que un hombre que se muestra protector de los más debiles.
En ese momento, Nicholas nota la escena de la puerta. Con voz
de trueno anuncia “parece que hay una personita que no puede dormir”. La Princesa voltea la cabeza molesta y
pregunta qué sucede. Sonny explica que es su hija. Bridget corre a la puerta. Sin
regañar a la niña trata de llevársela, pero no cuenta con la implacable
Jaqueline decidida a vengarse en Bridget de la humillación pasada.
La
embajadora le susurra a Belinda que ahora pueden presentarla con Margarita. “Sí,
Mamita, si” suplica Belinda. Bridget no puede negarse. Después de todo, siempre
se ha dicho que a Margarita le gustan los niños. Se acerca tranquila y
sonriente, Belinda está ilusionada. Detrás vemos el cruel triunfo en el rostro
de Jaqueline y la preocupación en el de Patrick. Ambos saben lo que va a
ocurrir.
Showtime |
“Señora, puedo
presentarle a” comienza Bridget. “¡No ahora! “ruge Margarita apenas volteando
la cabeza e ignorando a la niña. Enseguida, tal como David Melrose, comienza a
dar catedra sobre educación infantil y sobre los efectos del trasnoche en el
desarrollo emocional de las criaturas. ¿Y el efecto de una humillación innecesaria?
Después de la
fiesta, Nicholas (por si queda una duda) compara a Margarita con David Melrose.
“¡Imagínate si se hubieran conocido!” dice jocosamente. “ ¡Imagínate!" Replica Patrick
sarcástico. Nicholas habla mal de los embajadores justo cuando se le acercan.
Cambia el discurso cínicamente y felicita al embajador por su manera de manejar
a la Princesa. Esta se les acerca. Los embajadores huyen. Margarita reprocha a Nicholas
por confraternizar con sus enemigos. Como David Melrose, Margarita divide al
mundo entre amigos y enemigos. Nicholas rechaza calurosamente el reproche. El
se ha negado a mostrar simpatía por lo ocurrido. La embajadora es ridículamente
vulgar, etc.
Se les acerca una jovencita de la que solo
sabemos se llama Amanda y es compañera de Johnny en su grupo de rehabilitación.
Saluda a Nicholas y se deja caer en una grácil reverencia a Margarita.
Indignado Nicholas le ordena que se marche “¡te buscaré , más tarde!” Sin mirar
a la chica que se aleja, Margarita pregunta desinteresada de quién se trata. Es
mi hija. “responde Nicholas triunfante.
A él no lo van a humillar negándose a saludar a su hija.
Patrick deambula
por la fiesta hasta que se encuentra con Julia , su ex amante, que le está
huyendo a su tacaño marido. Julia le ofrece sexo a Patrick en la planta alta y “sin
compromiso ”Patrick acepta, pero al subir escuchan una discusión entre los dueños
de casa. Julia se ríe y le cuenta a Patrick que Bridget, al fin se ha enterado
de la infidelidad de Sonny, y está molesta por la presencia de Cyndi en la
fiesta.
“Espera que se
pone mejor “hipa Julia. Cindy espera un bebé. Los exámenes han dado como resultado
que se trata del heredero que Sonny tanto ha ansiado y que Bridget nunca ha
podido darle. Patrick se conduele ante lo injusto de la situación. “¡Pobre Bridget!” Julia dice que la condesa se
lo merece por trepadora social. Este indicio de brutal esnobismo exaspera a
Patrick. Le dice a Julia que cese de medir a todos con su persona y que es
cruel burlarse de la desdicha ajena. Aun así tiene sexo con Julia en la nursery de Belinda.
Todo va bien
hasta que Julia le revela que también es amante de Johnny. Patrick, incomodo, dice que prefiere tener a Johnny de amigo que
a Julia de amante. Julia molesta se marcha. Patrick recoge las copas que han traído
con ellos. Al ver una quebrada, recuerda
ese día fatal en Lacoste. Busca a Johnny y por primera vez, se atreve a relatarle a otra persona que fue
violado por el padre.
Entretanto,
Bridget, tal como esa noche en St. Nazaire, está empacando, pero las circunstancias
son diferentes. Tiene una aliada, su madre. Bridget se disculpa con Virginia
del desprecio con que la ha tratado todos estos años. Ambas, cargando equipaje,
y con una Belinda feliz de no tener que aguantar a Nanny nunca más, bajan al salón. En el vestíbulo se encuentran
con la Princesa Margarita quien está buscando a Sonny. Le pregunta a “nuestra anfitriona” donde está el marido. Con
su mejor sonrisa, Bridget le responde “francamente, Señora, ¡me importa un pito!”
Showtime |
Tras vengar la
humillación a la que ella y Belinda han sido sometidas. Bridget mete a sus
parientas en su auto y se dispone a salir, no a huir. Ahora no tiene que
esperar el socorro de otros. Ahora ella conduce, no se queda en el asiento de
invitados, rumiando su tristeza
como Eleanor. Sonny, que justamente le está contando a Nicholas que
en realidad no quiere divorciarse y teme que a Cindy solo le
interese su dinero, la ve y corre tras su esposa, pero Bridget no se detiene.
No será ella la
única que comience a rehacer su vida esa noche. Después de confesar su
tragedia, Patrick va a pedirle disculpas
a un camarero al que trató mal, y a
saludar a Chilly Willie, su ex vendedor de heroína, ahora convertido en respetable
músico. Chilly comenta que es un milagro que ambos estén vivos. Son
sobrevivientes.
Esta noche,
Patrick ha confirmado que es un sobreviviente. El siguiente paso es dejar de
sobrevivir y vivir. Johnny le ha aconsejado buscar a alguien con quien formar
una familia. Patrick se despide de Mary invitándola a desayunar al día siguiente.
En la cara de Mary se reflejan todos los matices de emociones. Sorpresa, duda, finalmente esperanza que la lleva a aceptar. Muy buena actriz, Anna Madeley y de su fantástico personaje hablaremos más en la próxima entrada sobre las mujeres de Patrick Melrose.
En la cara de Mary se reflejan todos los matices de emociones. Sorpresa, duda, finalmente esperanza que la lleva a aceptar. Muy buena actriz, Anna Madeley y de su fantástico personaje hablaremos más en la próxima entrada sobre las mujeres de Patrick Melrose.
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