¡El famoso
parapsicólogo que Gereon ha traído es… ¡adivinaron! El Dr. Schmidt que se ha
traído a Juliana de médium. Al principio me dio risa, era como un chiste a
costa de los presentes (Gennat, Boehm, Ulrich, los Fanboys, Graf y Gereon und
Lotte).
Schmidt hace que
Juliana diga (en lenguaje de espíritu) que hubo otro atacante “un doppelganger”
y otro cuchillo. De pronto Juliana aúlla “¡el asesino está aquí!!” Gereon se
descontrola y grita, Graf y Lotte chillan como descosidos, un fanboy vomita y Boehm
también se despeina un poco. Los demás están impasibles.
Van todos (menos Schmidt
y Juliana) a revisar el tejado de donde saltaron Vera y El Fantasma. Encuentran
un cuchillo exactamente igual al de Walter Weintraub, pero con sangre. Encargan
a Ulrich cotejar las huellas digitales.
No hay pruebas en
contra de El Armenio. Así que lo dejan libre. En la puerta lo espera Esther,
ambos se sonríen y se besan. En el automóvil, Edgar pregunta dónde está su
socio. Su esposa le dice que no se lo dirá hasta que se calme. Le asegura que no
debe estar celoso, porque ellos tres están destinados a estar juntos.
También le dice
que tiene un plan para salvar la película. El Armenio se niega. No quiere que
corra la suerte de las otras actrices que fueron asesinadas. Serena, Esther le
dice que ya ha comenzado a filmar. Le recuerda que el banco los amenaza con
embargar sus bienes.
Edgard debe
resignarse y observa, admirado y complacido, como filman a Tristán y a Esther
que se ha convertido en mujer maquina con maquillaje plateado y un traje hecho
de cuentas metálicas como los vestidos que Paco Rabanne diseñaba en los 60.
El Armenio va al
camerino de su mujer y encuentra a su socio. Walter está semi consciente. Edgard
le enciende un cigarrillo, y le dice que apenas se recupere lo quiere fuera de
su casa.
Gereon quiere
arrestar a Horst Wessel, pero Zorgiebel le dice que le traiga pruebas. El
Inspector Rath va a los bajos fondos donde vive Horst. En el bar le dicen que
no quieren a los nazis porque ese es un barrio “rojo”. Le dan la dirección de
Fritz/Richard. Ahí Gereon descubre que Fritz tenía esposa y un bebé. La mujer está
muy asustada, hace días que no ve a su marido y Richard no es de los que se
ausentan sin motivo de su hogar.
Lotte y Litten se
entrevistan con Greta y la convencen de aceptar ayuda. Le cuentan que Fritz tenía
esposa e hijos y que, si ella muere y él vive, Greta permitirá que el crimen de
Benda y Margot quede impune.
Helga va en busca
de Moritz. Lo encuentra fumando. El chico se rehúsa a volver con su madre a
vivir en “el burdel de lujo”. Prefiere andar con los Hitlerjugend.
Otra noche
ajetreada. Gereon se queda en un bar, en
la vereda de enfrente de la casa de Horst. El nazi está encerrado con Erna y
los HItlerjugend. Cuando Ali golpea la puerta. Horst impide que Erna abra
porque no han dado el golpe de contraseña.
Ali se esconde en una esclera. Llegan Moritz y
un camarada. Golpean como deben hacerlo. Horst les abre. Ali baja volando, mete
el revolver entre las cabezas de los chicos y le vuela los sesos a Horst.
Gereon oye los
tiros y corre hacia la acera contraria. No alcanza a ver ni a detener a Ali.
Gereon se lleva a Moritz a la comisaria a rendir declaración. Después lo lleva casa. Le dice que deje de andar con gente peligrosa. Moritz, todavía en shock y dolido por la muerte de su amigo, acusa a su tío de ser como todos los policías, un peón de los comunistas.
Gereon se lleva a Moritz a la comisaria a rendir declaración. Después lo lleva casa. Le dice que deje de andar con gente peligrosa. Moritz, todavía en shock y dolido por la muerte de su amigo, acusa a su tío de ser como todos los policías, un peón de los comunistas.
En la cena,
Nyssen le da a su madre la buena noticia de que ha perdido millones en la Bolsa. Frau Nyssen no pierde la compostura. Le avisa
a su hijo que en unos días lo hará encerrar en un manicomio y le ordena que se
retire porque le quita el apetito.
Toni sigue
leyéndole al vejete libidinoso. Es una noche fría. Él le cuenta que tiene agua
caliente. Si quiere puede tomar un baño. Toni no ha tomado un baño caliente en
meses. Acepta, pero el viejo le pone una cláusula, debe bañarse con la puerta
abierta. ¡Ugggh! Toni comienza a
quitarse la ropa.
Lotte llega al
bar debajo de su piso y no encuentra su hermana. Sigue una plática muy sosa con
el barman que quiere intrigarla sobre la secreta identidad de su coinquilino. Es
obvio que el barman es el inquilino y está interesado en ella. Como Lotte no agarra
papa, él le dice con frialdad que no se permiten mascotas en el edificio.
Sorprendida,
Charlotte sube a su apartamento y se encuentra una jaula con un canario, pero
ni rastros de su hermanita.
La detective va
en busca de Toni. La busca en casa de Renate. Toni no está, pero la vecina está
atendiendo una clienta, Helga cubierta de sangre. Helga y Lotte se miran
fijamente.
Lotte vuelve al
piso y se encuentra a Toni dormida en los escalones. Lotte la despierta y la
lleva arriba. Le pregunta donde ha estado. Toni miente. Dice que estaba con
Renate. Su hermana la golpea y a gritos le dice que se quedará toda la noche
encerrada en casa. Esa no es manera de comunicarse con la niña. Esto va a
terminar mal.
Vemos a Ulric
hacer cosas inexplicables. Al parecer está falsificando las huellas digitales
encontradas en el nuevo cuchillo.
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