martes, 5 de mayo de 2020

La Muerte de Horst Wessel: Babylon Berlin 3x10



¡El famoso parapsicólogo que Gereon ha traído es… ¡adivinaron! El Dr. Schmidt que se ha traído a Juliana de médium. Al principio me dio risa, era como un chiste a costa de los presentes (Gennat, Boehm, Ulrich, los Fanboys, Graf y Gereon und Lotte).

Schmidt hace que Juliana diga (en lenguaje de espíritu) que hubo otro atacante “un doppelganger” y otro cuchillo. De pronto Juliana aúlla “¡el asesino está aquí!!” Gereon se descontrola y grita, Graf y Lotte chillan como descosidos, un fanboy vomita y Boehm también se despeina un poco. Los demás están impasibles.


Van todos (menos Schmidt y Juliana) a revisar el tejado de donde saltaron Vera y El Fantasma. Encuentran un cuchillo exactamente igual al de Walter Weintraub, pero con sangre. Encargan a Ulrich cotejar las huellas digitales.

No hay pruebas en contra de El Armenio. Así que lo dejan libre. En la puerta lo espera Esther, ambos se sonríen y se besan. En el automóvil, Edgar pregunta dónde está su socio. Su esposa le dice que no se lo dirá hasta que se calme. Le asegura que no debe estar celoso, porque ellos tres están destinados a estar juntos.

También le dice que tiene un plan para salvar la película. El Armenio se niega. No quiere que corra la suerte de las otras actrices que fueron asesinadas. Serena, Esther le dice que ya ha comenzado a filmar. Le recuerda que el banco los amenaza con embargar sus bienes.

Edgard debe resignarse y observa, admirado y complacido, como filman a Tristán y a Esther que se ha convertido en mujer maquina con maquillaje plateado y un traje hecho de cuentas metálicas como los vestidos que Paco Rabanne diseñaba en los 60.

El Armenio va al camerino de su mujer y encuentra a su socio. Walter está semi consciente. Edgard le enciende un cigarrillo, y le dice que apenas se recupere lo quiere fuera de su casa.

Gereon quiere arrestar a Horst Wessel, pero Zorgiebel le dice que le traiga pruebas. El Inspector Rath va a los bajos fondos donde vive Horst. En el bar le dicen que no quieren a los nazis porque ese es un barrio “rojo”. Le dan la dirección de Fritz/Richard. Ahí Gereon descubre que Fritz tenía esposa y un bebé. La mujer está muy asustada, hace días que no ve a su marido y Richard no es de los que se ausentan sin motivo de su hogar.

Lotte y Litten se entrevistan con Greta y la convencen de aceptar ayuda. Le cuentan que Fritz tenía esposa e hijos y que, si ella muere y él vive, Greta permitirá que el crimen de Benda y Margot quede impune.

Helga va en busca de Moritz. Lo encuentra fumando. El chico se rehúsa a volver con su madre a vivir en “el burdel de lujo”. Prefiere andar con los Hitlerjugend.

Otra noche ajetreada.  Gereon se queda en un bar, en la vereda de enfrente de la casa de Horst. El nazi está encerrado con Erna y los HItlerjugend. Cuando Ali golpea la puerta. Horst impide que Erna abra porque no han dado el golpe de contraseña.

 Ali se esconde en una esclera. Llegan Moritz y un camarada. Golpean como deben hacerlo. Horst les abre. Ali baja volando, mete el revolver entre las cabezas de los chicos y le vuela los sesos a Horst.
Gereon oye los tiros y corre hacia la acera contraria. No alcanza a ver ni a detener a Ali. 

Gereon se lleva a Moritz a la comisaria a rendir declaración. Después lo lleva casa. Le dice que deje de andar con gente peligrosa. Moritz, todavía en shock y dolido por la muerte de su amigo, acusa a su tío de ser como todos los policías, un peón de los comunistas.

En la cena, Nyssen le da a su madre la buena noticia de que ha perdido millones en la Bolsa.  Frau Nyssen no pierde la compostura. Le avisa a su hijo que en unos días lo hará encerrar en un manicomio y le ordena que se retire porque le quita el apetito.

Toni sigue leyéndole al vejete libidinoso. Es una noche fría. Él le cuenta que tiene agua caliente. Si quiere puede tomar un baño. Toni no ha tomado un baño caliente en meses. Acepta, pero el viejo le pone una cláusula, debe bañarse con la puerta abierta. ¡Ugggh!  Toni comienza a quitarse la ropa.

Lotte llega al bar debajo de su piso y no encuentra su hermana. Sigue una plática muy sosa con el barman que quiere intrigarla sobre la secreta identidad de su coinquilino. Es obvio que el barman es el inquilino y está interesado en ella. Como Lotte no agarra papa, él le dice con frialdad que no se permiten mascotas en el edificio.

Sorprendida, Charlotte sube a su apartamento y se encuentra una jaula con un canario, pero ni rastros de su hermanita.

La detective va en busca de Toni. La busca en casa de Renate. Toni no está, pero la vecina está atendiendo una clienta, Helga cubierta de sangre. Helga y Lotte se miran fijamente.

Lotte vuelve al piso y se encuentra a Toni dormida en los escalones. Lotte la despierta y la lleva arriba. Le pregunta donde ha estado. Toni miente. Dice que estaba con Renate. Su hermana la golpea y a gritos le dice que se quedará toda la noche encerrada en casa. Esa no es manera de comunicarse con la niña. Esto va a terminar mal.

Vemos a Ulric hacer cosas inexplicables. Al parecer está falsificando las huellas digitales encontradas en el nuevo cuchillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario