En esta
cuarentena, la lluvia de series sobre judíos ha provocado curiosidad sobre el
judaísmo y las diferentes maneras de vivirlo. Una forma de identificación/división
de judíos coincide con lo que se ponen en la cabeza. ¿Cuál es la diferencia
entre los que usan shtreimel de piel en “Unorthodox” y los tocados con borsalinos
de “Shtisel”? ¿Por qué el Rabino Bengelsdorff solo cubre su cabeza con un kipá
en “The Plot Against America? ¿Y por qué en "Freud" y en “Vienna Blood” los
protagonistas solo usan kipá en la cena del Sabbath?
Black Hat Circles
Aunque parezca
una manera frívola de diferenciar hay cierta importancia en la vestimenta de un
judío religioso. En Nueva York si uno quiere hablar de jasídicos y haredis (ultraortodoxos
que no son jasídicos) se refiere a sus enclaves como “black hat circles” y
normalmente uno los llama ‘blackhatters” (los que usan sombrero negro).
Los rabinos
conservatistas y reformistas, al igual que su congregación, únicamente usan kipá
para rezar y dentro del templo. Por eso, el Rabino Bengelsdorff en “Plot
Against America” solo cubre su cabeza cuando está en la sinagoga.
Bengelsdorf en el templo |
Lo mismo ocurre con lo que hoy se conoce como
“ortodoxos modernos”. O se cubren solo con un kipa o yarmulka o solo lo
utilizan para servicios religiosos. En la foto vemos la quintaesencia de la
familia ortodoxa moderna camino de la sinagoga (jasidica Jabad) para el servicio de Succoth. Jared carga el lulav y aunque no se le ve lleva kippa (tal como Ivanka va con sombrero).
Por estar mirando a la camara no podemos ver el yarmulka en la cabeza de Jared |
Debido a que la
cena de Shabbath comienza y acaba con oraciones/bendiciones vemos a Sigmund
Freud en la serie de Netflix y a Max Liebermann en “Vienna Blood” usar kippot en
esa ocasión. En serie y vida real, Freud era antirreligioso, y Max Liebermann
es un judío moderno (en su época) que busca la asimilación.
Freud en la cena del Shabbath |
A muchos de ustedes
les serán desconocidos los términos reformista y conservatistas. Tales como las
razones que llevaron a fines del siglo XIX a muchos judíos a alejarse de su
religión como lo hicieron Freud en la vida real y Max Liebermann en la ficción.
¿Pero quiénes son los judíos ortodoxos? ¿En qué se diferencian de los jasídicos? ¿Y
son todos los adherentes del Jasidismo tan estrictos como los Satmar de “Unorthodox”?
Shabbath chez Liebermanns |
El mundo ortodoxo
se divide entre ortodoxos modernos, ortodoxos tradicionales y jasídicos. En
Israel para estos dos últimos grupos se ha inventado el término haredi. En
muchos aspectos, los jasídicos representan el tope de la ultra ortodoxia. Los hay
peores, sectas como los Neture Karta y los Lev Tahor, tan locos estos últimos que
hasta los expulsaron de Israel y luego de Guatemala (¿cuán bajo puedes caer?).
Pero, para mí, esos son ya herejes.
El Baal Shem
Tov y el Origen del Hasidismo
Vamos a comenzar
nuestra investigación con los jasidicos, que a pesar de lo que diga Deborah
Feldman no nacieron a raíz del Holocausto ni vienen de Hungría. Para saber de
sus orígenes tenemos que ir hasta comienzos del Siglo XVIII a un área que hoy
es parte de Ucrania, de Lituania y de Polonia.
La historia de Polonia
en el Siglo XVII fue desastrosa. Guerras con Rusia, invasiones suecas y la
masacres cometidas por los cosacos dejaron a los habitantes de la zona inquietos
y desconcertados. Los judíos de la región manifestaron su desorientación de
diversas maneras desde cultos a falsos Mesías hasta un interés por lo oculto, ó
sea la Cábala. Sería precisamente un cabalista, un joven rabino llamado Israel,
y a quien la historia conocería como el Baal Shem Tov (el Portador de un Buen
Nombre), el fundador del jasidismo.
.
A los 18 años, el
futuro Baal Shem Tov, tenía una misión, ir de pueblo en pueblo administrando
ayuda a grupos judíos aislados. También se la pasaba mucho en los bosques. Sus
servicios incluían ser maestro de párvulos, arbitrar problemas legales y hasta
curar males con medicina herbolaria que había aprendido en su contacto con la
naturaleza.
Es difícil
relatar la trayectoria del BESHT (así se le llama como una contracción de su
título) sin caer en su leyenda que es más digna del Reino de Fábulas (no que no
crea yo en ella, Hasvah ha lilah!). Hay cientos de cuentos que lo tienen
exorcizando gente endemoniada en un pueblo, descubriendo la identidad de un
licántropo que se está zampando niñitos en otro, o batiéndose en un duelo
mágico con un brujo que vive en un castillo.
El legado más
importante del BESHT fue su manera de ver el judaísmo. Una percepción que gira en
torno del concepto de Devekut: la
idea de que uno debe estar constantemente en contacto con lo divino que se
manifiesta en todo acto, aun el más mundano, y en todo lugar. Los seguidores
del BESHT creían que a D-s se le encontraba más fácilmente en un mundo
natural. La presencia divina no estaba circunscrita
a la sinagoga ni a la yeshivá (escuela talmúdica).
Este panteísmo no
caía bien en los círculos religiosos judíos donde se creía que el único modo de
acercarse al Creador era través del estudio de textos sagrados. El BESHT
ironizaba sobre esa gente tan ocupada estudiando “que no tienen tiempo de
pensar en D-s”. Los Jasidim (del hebreo
Jasid=Piadoso) preferían andar paseando por el bosque rezando en vez de
adherirse a horarios. Promovían una religión alegre y para eso agregaban a sus
oraciones música y canciones. Esto tampoco era bien recibido por los más
ortodoxos, sobre todo porque los sábados los jasídicos bailaban, cantaban y
batían palmas lo que era considerado contrario a las leyes del Shabbath.
Tanto fue el
cántaro al río y tanto el cisma entre Jasidim y Mitnagdim (los que no eran
jasídicos) que la mayor autoridad religiosa de entonces, Elías, El Gaón de Vilna,
les lanzó un herem (excomunión). Los jasídicos ni se arrugaron y eso que
no fue la última vez en que fueron excomulgados. Su movimiento atraía a mucha
gente que encontraba paz en ese modo de vida tan rebelde Esa es la mayor
ironía, los Jasidim fueron nuestros revoltosos y revolucionarios. Contrasta eso
con la visión de los Satmar—intransigentes y mohínos— que
nos muestra “Unorthodox”.
El BESHT creó
entonces su primer círculo de discípulos, o su primera “Corte”. Estos
discípulos a su vez crearon cortes separadas, también llamadas “dinastías” ’puesto
que el título de rabino líder era heredado por un hijo o sobrino o yerno. Uno
de los más famosos discípulos del Baal Shem Tov fue Dov Baer y uno de sus
discípulos fue Shneur Zalman de Liadi fundador del movimiento Jabad y de la
Dinastía Lubavitch (llamada así por el pueblo de Bielorrusia de donde eran
originarios los miembros de su corte). Jabad-Lubavitch es hoy la rama jasídica
más conocida, precisamente por ser los más abiertos dentro de su ultra
ortodoxia.
Shneur Zalman de Liadi |
Algo interesante
sobre Schneur Zalman y que sentaría un precedente entre los líderes de la
comunidad Lubavitch es que en el Siglo XVIII no solo era un excelente
talmudista y un experto en la Cábala, pero además se interesaba por estudios
seglares como matemáticas, geometría y filosofía. Tal vez eso lo ayudaría en su
misión existencial y a soportar muchas desdichas. Intentó infructuosamente
convencer al Gaón de Vilna de aceptar el jasidismo, sus seguidores lo
abandonaron y formaron otras variantes, y hasta uno de sus hijos se hizo
cristiano.
Aun así, el Rebbe
amplió su corte y expandió su filosofía por Rusia y Lituania a la par de
parlamentar con el Sultán de Turquía para permitir la creación de pequeñas
comunidades en Tierra Santa. Fueron estas labores las que atrajeron la atención
de la policía zarista que lo arrestó y mantuvo casi dos meses prisionero en la
fortaleza de Pedro y Pablo en San Petersburgo. Fue finalmente liberado por
órdenes del Zar Pablo I. Es extraordinario como la vida del primer Rabino
Lubavitch se parece mucho a la de sus dos últimos descendientes del Siglo XX,
pero ya hablaré de ellos.
Reformistas,
Conservatistas y Ortodoxos Modernos
Entretanto,
Europa gracias a la Ilustración, la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas,
se había modernizado y parte de su avance hacia el progreso era una tolerancia
universal que abarcaba a los judíos. Ya no se les quería segregados en ghettos,
se les brindaba la oportunidad de unirse a la sociedad cristiana, de trabajar,
de estudiar y de participar en la vida política. El precio era la asimilación,
el dejar de ser “diferentes”.
Esto llevó, en Alemania,
a la aparición del Movimiento Reformista. Según los reformistas los judíos
debían abandonar cosas que los hicieran parecer retrógrados: ropajes, costumbres, prácticas religiosas
obsoletas. Los servicios religiosos debían ser más cortos y en lengua
vernácula, no en hebreo, los hombres y mujeres debían sentarse juntos en la
sinagoga. Lo curioso es que entonces no ser “diferentes” significaba ser como
los cristianos. En Hamburgo, el Rabino Isaac Bernays (abuelo de la esposa de
Freud) andaba con una sotana parecida a la que usaban los clérigos protestantes.
Hubo hasta radicales que querían trasladar el
Shabbath al domingo y abolir la circuncisión. Por suerte el reformismo nunca llegó
a ese punto. Los judíos reformistas expandieron su nuevo modo de enfocar la
religión por toda Europa y hacia los Estados Unidos. Los Jasídicos, atrapados
en una Rusia que nunca abrazó la tolerancia europea, no fueron afectados por
esta corriente. Muchos judíos progresistas sintieron repugnancia por como el
reformismo acababa con los rituales de su religión y a mediados del Siglo XIX,
en Alemania formaban el Movimiento Conservatista o Masorti.
Voy a ser
totalmente honesta y pido disculpas a mis amigos conservatistas, pero nunca he
entendido realmente la diferencia entre Reformismo y Conservatismo. He conocido
conservatistas que son iguales a los reformistas, y otros que se acercan a la
ortodoxia moderna. Ambas corrientes reconocen la importancia de las mujeres en
rituales que para los ortodoxas están vedados, ambas corrientes permiten la
ordenación de mujeres rabinas y los matrimonios gays. Una diferencia, los reformistas
celebran matrimonios de judíos con gente de otra religión (Natalie Portman por
ejemplo se casó con un no judío en una boda reformista). En cambio, los
conservatistas no los permiten.
No todos los
judíos alemanes se sintieron cómodos con estas corrientes y hubo un intento por
parte de los rabinos ortodoxos, capitaneados por el Rabino Rafael Sansón Hirsch,
de “modernizar” el judaísmo. Una de esas alteraciones fue decir que ya no era
necesario vestirse chistoso, ni dejarse barbas ni peyot (el bucle largo
en las sienes) ni que las mujeres usasen pelucas o se cubriesen la cabeza
dentro de casa.
Lo que más
revuelo causó en el mundo ultraortodoxo fue su aprobación de estudios seglares.
Hirsh creía que un judío ortodoxo podía tener una profesión, participar en la
vida comunal de su país de origen y equilibrar su modernismo con el
cumplimiento de las leyes del judaícas.
Esas son las
pautas que hoy marcan a un ortodoxo moderno. En esa corriente, se conservan las
reglas básicas de la dieta kosher y del Shabbath y las oraciones y servicios
religiosos son en hebreo. La diferencia está en la integración de los fieles al
mundo moderno y seglar, como estudiantes, como profesionales, como fuerza política,
ect.
Las mujeres usan
pantalones y practican deportes públicamente, todos ven televisión y tienen
acceso a tecnología de punta. Se visten a la moda, usan jeans, no andan con
sombrero y se cortan las patillas. Es un estilo de vida que atrae a jóvenes
matrimonios y a solteros, pero también da posada a ultraortodoxos que han
abandonado sus comunidades, y a divorciados que no pueden encontrar espacio en
sectores jasídicos o Haredi.
A propósito, esos
tirabuzones siempre han sido característica jasídica, pero al parecer también
los usaban los Litvak (judíos lituanos) que fueron los primeros en asentarse en
Jerusalén. Como los Shtisel son de estos últimos los usan a pesar de no ser
jasídicos. En general los judíos ortodoxos siguen la orden bíblica de no
cortarse el cabello en las sienes, pero no se los rizan, ni se los dejan
extremadamente largos. En “Shtisel” un ejemplo de peyot normales son como los
usa Hanina, el esposo de Ruchami. Así los usaba mi hermano en sus días de ultraortodoxo.
Hanina y sus peyot |
Joel
Teitelbaum y el Nacimiento de los Satmar
Volvamos al Siglo
XIX y al origen de los Satmar. Hungría era un caso similar al ruso. A pesar de
ser parte del Imperio Austrohúngaro, las medidas progresistas imperiales eran
repelidas por la aristocracia magyar que dominaba el país. Eso propició que el
mundo ultraortodoxo siguiera incólume bajo los dictados de grandes rabinos como
Hillel Lichtenstein, muy admirador del estilo de vida jasídico y tan
anti-progreso que rechazaba hasta que los judíos jugasen ajedrez.
Fue en Hungría
donde entró el jasidismo en los 1800, primero con el Rabino Moshé Teitelbaum y
luego con su hijo Zalman quien organizaría una corte jasídica en la ciudad de
Sighet (hoy Rumania). Sighet llegaría a tener una población judía mayor que la
magyar y estaría colmada de yeshivot y otras organizaciones judías. Ahí
nació y se crió Sir Elie Wiesel.
En 1904, tras la
muerte del Rabino Chananya, hijo de Zalman, su puesto fue heredado por su hijo
Chaim, el mayor. Algo que no sentó bien al Rabino Joel Teitelbaum, el hijo
menor que ya tenía fama de “niño prodigio”. Teitelbaum se marchó a la ciudad de
Satu Maru (Satmar) donde comenzó a atraer seguidores. Una figura muy controversial,
Joel se hacía llamar “Rabino de Satmar” a pesar de que no fue nombrado
oficialmente hasta 1928.
Los Jasidim de Satmar se caracterizaban por su
línea inflexible que había sido establecida durante el Congreso Judío en
Budapest en 1869. En ese congreso hubo un quiebre total entre ultraortodoxos y
todo movimiento reformista. ¡Hasta al pobre Rabino Hirsch lo tildaron de hereje!
En la época en
que Joel Teitelbaum se trasladó a Satu Maru, el judaísmo ortodoxo enfrentaba
nuevas crisis. Si a comienzos del Siglo XIX, Jakob Freud abandonó su comunidad
jasídica para hacer fortuna en Viena y donde el más famoso de sus hijos,
Sigmund, seria anti religioso, ahora eran otras fuerzas las que servían de imán
para que los judíos abandonasen su fe.
Los “ismos”: comunismo, socialismo, anarquismo y más tarde
el sionismo, eran el magneto mayor. Lo vemos en la ficción con el
revolucionario Pershik en “El violinista sobre el tejado” y en la vida real con
Trotsky. Muchos huían a Occidente en busca de libertad intelectual y política.
Otros huían de los pogromos que oscurecieron las últimas décadas de la Rusia
Zarista. Algunas comunidades jasídicas se mudaron an Israel y a Estados Unido En
Massachusetts, en 1915, se creó la primera dinastía jasídica netamente
estadounidense, la Boston.
Los
Prodigiosos Schneersons
A través de los
tiempos oscuros de la Rusia zarista y luego la soviética, el movimiento
jasídico más militante para mantener la fe en Rusia fue Jabad gracias a su
rabino líder Yosef Ytzchak Schneerson.
Durante la Guerra Rusojaponesa, el Rabino Schneerson distribuyó millones
de paquetes de comida kosher para los soldados judíos y viajó por Europa
Occidental alertando a los gobiernos de las masacres que ocurrían en Rusia. En
dos ocasiones fue arrestado por la policía zarista.
La Revolución
Rusa no cambió las cosas para mejor. Parte del plan soviético era la
erradicación de toda religión. El Lubavitcher Rebbe logró constituir una red
clandestina de organizaciones Jabad para mantener viva la fe. Finalmente, los soviets lo arrestaron y
condenaron a muerte en 1927. Solo un clamor mundial impidió su ejecución En
1928 se trasladó a la recién creada republica de Letonia donde vivió un año. A
pesar de que el gobierno le concedió la ciudadanía, él prefirió vivir en
Varsovia.
En los próximos
años, el rabino viajó por Israel y Estados Unidos. A pesar de que en USA fue
recibido con gran fanfarria por judíos de todas las denominaciones y el
Presidente Hoover lo invitó a la Casa Blanca, el Lubavitcher Rebbe no consideró
dejar Polonia sino hasta la invasión nazi. Su rescate es uno de los muchos
milagros que rodean al mundo jasídico.
Tras la caída de
Varsovia en 1939, los líderes judíos estadounidenses comenzaron a hacer presión
para que se le concediese al rabino una visa, pero en la administración Roosevelt, que ya he demostrado no era muy filosemita, eso era difícil. Además,
lo primero era sacarlo de la Polonia ocupada y llevarlo a Letonia todavía un
país neutral. Bryan Mark Rigg en su Rescued From the Reich narra esta
epopeya.
Las
organizaciones judías de USA atrajeron la atención de figuras políticas como el
Secretario de Estado Cordell Hull quienes a su vez contactaron a diplomáticos alemanes.
Se cree que el mismo Göring tuvo una mano (secreta) en este asunto, pero todo
fue planeado por el Almirante Canaris director de la Abwehr, la central de
inteligencia más grande de la Alemania Nazi. El brazo ejecutor de Canaris fue
el muy condecorado Mayor Bloch, cuyo padre era judío.
Canaris era
antinazi (fue ejecutado en 1944 por complotar contra Hitler) y dio empleo en su
organización a muchos mischlinge (es como los nazis nos llamaban a los hijos de
matrimonio mixto). Bloch, en uniforme de la Wehrmach, y con un pequeño
destacamento compuesto casi todo por mischlinge, partió a Varsovia donde tras
mil contratiempos encontró al rabino que le salió con que no se iba sin su mamá,
su nieto, su secretario etc..
Así Bloch quedó a
cargo de una docena de judíos vestidos de jasídicos, con sombreros negros, y de
sus señoras de peluca. Haciéndolos pasar por prisioneros, Bloch los llevó a
Berlín donde se los entregó al embajador letón. El grupo fue llevado a Riga, y
un año más tarde vía Suecia llegaban a USA. Ahí, el Rabino Lubavitch, que
sufría de problemas cardiacos y avanzada múltiple esclerosis, se dedicó a
reconstruir la comunidad Jabad y a batallar para sacar de Europa a su hija y
yerno-sobrino y futuro sucesor, Menachem Mendel Schneerson, el ultimo líder de
la secta Lubavitch.
Menachem Mendel es
todo un personaje, uno de los grandes sabios de su generación. A los 18 años
ya se sabía de memoria todos los volúmenes del Talmud, pero sus conocimientos excedieron
los de un Talmud Jajam (un experto talmudista). En vida dominó siete
idiomas, adquirió un título en ingeniería electrónica con una especialidad en
mecánica de La Ecole Speciale des Travaux Publics, estudió matemáticas en la
Sorbona y física en la Universidad de Berlín.
Cuando gracias a los esfuerzos de su tio-suegro,
Menachem Mendel salió de la Francia ocupada se vino al barrio de Crown Heights
en Brooklyn que desde los 40 es el cuartel de los Lubavitch. Apenas consiguió
la ciudadanía estadounidense, Menachem Mendel se enlistó en la marina y se pasó
la guerra diseñando navíos. Aunque se sabía que el sería el sucesor de
Yosef-Yitzchak, no se parecía a los típicos rabinos jasídicos.
El final de la
guerra trajo la certeza de que el mundo judío europeo, y principalmente las
comunidades jasídicas habían perecido. Yoel Teitelbaum era uno de los pocos
rabinos jefes que habían sobrevivido y eso porque los sionistas, a los que
tanto despreciaba, lo habían rescatado de Hungría. El Rabino Teitelbaum también
vino a Brooklyn y en Williamsburg logró reconstruir la secta Satmar, pero
haciéndola como nos muestra “Unorthodox”, un submundo insular, hermético, anti
sionista y opuesto a toda modernización.
En cambio, Jabad
bajo el liderazgo del Rabino Menachem Mendel, quien se hizo cargo de su secta
cuando su tío-suegro falleció en 1959, fue más abierta, sin excluir rituales
ni modernizando la religión como lo hacían reformistas y conservatistas, pero
si estirando la mano a judíos necesitados y no solo de auxilio religioso.Menachem Mendel estableció
un sistema de acercamiento (Outreach) que se basaba en la creación de “casas”
en cada país y ciudad importantes.
En esas oficinas los rabinos Jabad llamados “mensajeros” socorrían a judíos alejados de la religión, sobre todo jóvenes desorientados y desilusionados que buscaban respuestas y un camino a través de vías espirituales. Para eso Menachem Mendel puso oficinas de Jabad en campos universitarios, fundó casas para minusválidos y centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos. Jabad fue instrumental en el movimiento Baal Teshuva que nos atrajo a muchos judíos al mundo ortodoxo, incluso el jasídico.
En esas oficinas los rabinos Jabad llamados “mensajeros” socorrían a judíos alejados de la religión, sobre todo jóvenes desorientados y desilusionados que buscaban respuestas y un camino a través de vías espirituales. Para eso Menachem Mendel puso oficinas de Jabad en campos universitarios, fundó casas para minusválidos y centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos. Jabad fue instrumental en el movimiento Baal Teshuva que nos atrajo a muchos judíos al mundo ortodoxo, incluso el jasídico.
" Mensajeros" Rabino Gavriel Holtzberg y su Rebbetzin Rivka, torturados y asesinados durante un ataque terrorista a la Casa Jabad de Mumbai (2008) |
También Jabad
jugó un rol importante en la asistencia a los refusenik (refugiados
judíos de la Unión Soviética). Los Mensajeros de Menachem Mendel trajeron por
primera vez a la Unión Soviética textos religiosos y objetos rituales para
llevar auxilio espiritual y preparar a los refusenik, que estaban a la espera
de visas de salida, a integrarse al mundo religioso que los esperaba en Israel
o USA. Tan buena impresión dejó Jabad en Rusia que Berel Lazar, el Rabino Jefe hoy en día es
un Lubavitcher y tiene muy buena relación con el Zar Vlad que hasta le ha otorgado
unas melladitas.
Las fotografías del
Lubavitcher Rebbe no logran capturar su humanidad y carisma, así que he
preferido dejar un video. También difícil de escoger puesto que YouTube tiene
una gran cantidad y algunos buenísimos de las largas filas de fieles que buscan
diariamente una bendición para ellos o para parientes afligidos. La costumbre
del rabino era entregar un billete de un dólar a cada fiel, solicitar que lo
gastasen en alguna obra caritativa y bendecir a cada persona, sin importar si
era Lubavitcher, si era religioso o siquiera si fuera judío. Hay uno en el que
bendice a una señora negra que fue criada de su esposa, en otra envía con el
embajador marroquí una bendición al Rey Hassan II de Marruecos.
En otro video bendice a
una Miss Israel y aprovecha de hacer un comentario sobre la belleza judía, que
si la mujer la lleva también por dentro entonces puede utilizar la exterior
para hacer el bien, pero he preferido presentar el conmovedor testimonio de un
padre de un niño autista que ha debido ser institucionalizado. No solo el Rebe
le da la bendición, además agrega que el aislarse del mundo no significa que el
autista no este en contacto con lo divino. Está ocupado comunicándose con D-s”.
Esto es consolador pero también revolucionario si creemos en lo que dice Deborah
Feldman que entre los ultraortodoxos la enfermedad
mental es una vergüenza y se oculta y niega ayuda médica al enfermo.
Un único manchón negro
en la brillante misión de los Lubavitcher ocurrió en 1994. Era tal el culto de
personalidad del ultimo Rebbe, que, a la muerte de Menachem Mendel, muchos de
sus seguidores lo declararon públicamente como el Mesías. Eso provocó un mini
cisma entre los Lubavitcher y los “mesiánicos” que se trasladaron a Israel. En
“Shtisel” la causa por la que el rabino Shulem lleva años sin hablar con una de
sus hijas es porque está casada con un” judío mesiánico de Jabad”.
Aunque los Satmar
también tienen organizaciones de caridad y ayuda de su comunidad, su estrechez
de criterio no les ha permitido desarrollarse como la comunidad Lubavitch a la
que por décadas han visto como sus rivales. En los 80 hubo una especie de
guerra entre ambas facciones con judíos Satmar atacando físicamente a los
Lubavitcher en la calle. Esa es una razón por la cual yo siempre los he mirado
con desprecio. Tuvo que venir “Unorthodox” para hacerme tratar de comprender
que los Satmar pueden ser un poco brutos, pero no son monstruos.
Shtreimel,
Sombreros de Copa y Borsalino
Aquí acaba mi
exposición de las diversas formas de practicar el judaísmo. Hora es entonces de
asociar lo dicho con el famoso sombrero negro. El más impresionante de esa familia
es el shtreimel, esos conos de piel que vemos usar a los parientes de Esty en
“Unorthodox”. Están hechos de pellejitos de visón y son carísimos. Valen como
dos mil dólares, por eso solo se usan para grandes festividades que pueden se
religiosas o particulares como una boda.
Los Shtreimel son
una particularidad de los jasídicos, aunque los “Litvak (literalmente
“lituanos”) miembros de la primera comunidad ortodoxa moderna de Jerusalén también
los usan. Por eso creo que los Shtisel son Litvak. Eso explicaría que Reb
Shulem use un shtreimel en grandes ocasiones.
El shtreimel es
un diseño antiguo. Se cree que originalmente lo trajeron los tártaros a Rusia.
En días del Baal Shem Tov lo usaban todos, tanto Jasídicos como Mitnagdim,
tanto judíos como gentiles. Hay variedades desde esas especies de torres de
piel de castor que ven en “Unorthodox” hasta una versión más antigua de un
sombrero alado orlado de piel. Así como el que usa Barbra Streisand en “Yentl”.
En el filme
mexicano “Morirse está en hebreo”, pusieron orondos shtreimels sobre las
cabezas de los ángeles encargados de asistir a la Shiva (luto) de Moishe (Sergio
Kleiner) y decidir si merece ser salvado. En cambio, el nieto de Moishe, al que
el abuelo envió a Israel a curarse una drogadicción y vuelve convertido en un
rabino Haredi, usa un Borsalino de ala muy ancha.
Ya para el siglo
XIX, cuando los judíos fueron emancipados y dejaron el ghetto atrás, la sombrerería
adquirió nuevas características, incluso para los jasídicos. En Occidente, todo
caballero respetable usaba sombrero para la calle y los judíos se aprovechaban
de esa moda. Los judíos reformistas alemanes para distinguirse usaban sombreros
de copa para ir al templo y para bodas. Esta tendencia de usar chistera de mago
se expandió por la Europa Occidental y muchas caricaturas antisemitas describen
a los judíos en top hats.
Para el Siglo XX
tenemos a los judíos en Occidente luciendo para sus salidas a la calle todo
tipo de sombrero. Desde hongos hasta fedoras que es el que usan hoy, y por
supuesto el más elegante de los fedora, el Borsalino. Gatos Seriefilos Mexicanos
si recuerdan, Enrique Cuenca, el Polivoz, tenía un personaje judío, Don Max, el
usaba un sombrero hongo.
Los fedora y el borsalino
se usan de diferente manera. Muchos judíos Haredi, los Satmar y la mayoría de los jasídicos
curvan los bordes hacia arriba. Así los usan los varones de la familia Shtisel,
así lo usa Alfie Solomons, el gánster judío de “Peaky Blinders”. Descubrí que
en Inglaterra ese tipo de sombrero se conocía como Pork Pie Hat (sombrero
de pastel de cerdo).
Los Lubavitcher
en cambio lo usan con el ala baja, porque el último Rebbe decidió que, si querían
atraer gente a sus filas y ayudar a judíos menesterosos o nuevos al judaísmo,
era mejor lucir el sombrero como lo usaba todo el mundo. Por eso en la cúspide
del Movimiento Baal Teshuva que en los 70 atrajo a muchos judíos que no
sabíamos ni el alfabeto hebreo al mundo ortodoxo, los nuevos prosélitos se vestían
de acuerdo con el código Lubavitch, ya que fue esa secta la más fundamental en
reclutar gente.
Mi hermano a los 16 años (1977) |
Por último, hay
un tipo de sombrero de ala ancha, como el del Zorro que es mi favorito. En
Shtisel lo usa Hanina, el joven marido de Ruchami. Alfie Solomons tambien tiene
uno.
Una Palabra Final
sobre los Jasidim
Es fácil decir
que los Satmar incluso los jasídicos son un puñado de fanáticos, pero en honor
al culto de la diversidad imperante, me parecería discriminatorio deslegitimarlos. No se puede abogar por el cierre de un mundo
que ha tenido tanta influencia positiva en la religión judía, y en la cultura
mundial desde la música (tanto en el jazz como en la música clásica) hasta la
literatura. Lo acreditan el caso de dos premios nobeles S.Y. Agnon e Isaac
Bashevis Singer, y podemos agregarles a Sir Elie Wiesel, quienes basaron su
literatura en leyendas de las cortes jasídicas de las cuales sus familias eran
miembros.
Por otro lado,
hay dinastías más abiertas que incluso usan el Internet. Jabad tiene su sitio
online dirigido a los miembros de su corte y ahí pueden encontrar artículos
sobre todos los temas más diversos. Últimamente
ha aparecido en Nueva York una tendencia conocida como Jabad Hípsters que
abarca empresarios (muchas mujeres entre ellos) que buscan modernizar el estilo
de vida jasídico sea con diseños de modas más audaces, pelucas más sexys y
restaurantes más trendy.
Esto no quita que
como todos los ortodoxos aun los más modernos todavía vayan a servicios
religiosos segregados, o que existan aun entre los Lubavitch encubrimientos de
abusos sexuales o batallas por custodias legales de los hijos. Sin embargo, hay
un trecho desde casos aislados hasta la demonización de los judíos de sombrero
negro tal como la promueven entelequias como “Unorthodox”.
Desde FB
ResponderEliminarRay Badilla Excelente análisis y explicación de las ramas del judaísmo. Es un tema apasionante y desgraciadamente muy mal entendido en la actualidad. En República Checa, Eslovaquia y Alemania he visto ultraortodoxos y jasidicos de todas las edades, inclusive niños, utilizando el móvil o iPad en el metro, yendo a hacer shopping en tiendas, bailando en discotecas o bares, etc. Mala suerte que Deborah Feldman le tocó una familia disfuncional y una escuela muy cerrada. Pero eso pasa a todos en todo el mundo.
María Elena Venant Ray Badilla Por supuesto, si son locos por las compras! Y muchos Satmar son dueños de tiendas de articulos tecnologicos en Manhattan. Ya creo que esta quedando claro que el problema de DF fue su familia, pero ella ha querido echarle toda la culpa a la religión. La serie la secunda con invenciones como ese rabino que parece mafioso de Los Soprano y el Primo Moishe que cada vez me parece el personaje mas entretenido de la serie. Otra cosa, como en todas partes hay diferencia entre el que tiene plata y el que no. Cuando los judios tienen plata se visten mejor, son mas consumistas y por ende mas modernos, esto es aplicable a los ultrraortodoxos tambien. La Feldman cuenta en su libro la envidia que siente por sus primos que se visten mejor porque son mas ricos o como le molesta que su marido no gane lo suficiente para ella tener lo que desea.
EliminarDesde FB
EliminarRay Badilla María Elena Venant Así es. En Costa Rica hay muchas familias dentro de la comunidad judía que reciben algún tipo de ayuda o prestación económica. Gracias al libro y la serie, la Feldman se hizo millonaria y vive en el distrito de Mitte, el barrio más lujoso y elegante de Berlín. Me imagino que está “feliz” con su nueva vida.
María Elena Venant Ray Badilla Esperemos que esté feliz (hasta tiene un perrito) porque ya vemos lo peligrosa que es cuando es infeliz. En la vida de DF hay grandes misterios o grandes brechas, Una es de que viviió a partir de irse de su casa. Hay parientes que dicen que un a~no mas tarde estaba pidiendoles dinero y que seguia viviendo en "el sofa de una amiga". Sin embargo pagó, dicho por ella, los mejores abogados para su divorcio. Con que plata? Y ya en el prologo de su libro habla de ir a buenos restaurantes en el Upper East Side y gastar en comida, pero sabemos que incluso cuando te compran un libro solo te dan un adelanto y las publicaciones se demoran. Cuan grande fue el adelanto?
EliminarRay Badilla María Elena Venant Ya has visto el instagram de ella? Publica fotos de su enorme departamento decorado con muebles de estilo, cafeterías y restaurantes lujosos a los que asiste, etc. Berlín es una ciudad cara en muchos ámbitos. De dónde saca tanto dinero como para mantener el tren de vida que lleva?
EliminarMaría Elena Venant Ray Badilla Planeo, con el favor de D-s escribir algo sobre ella a fin de mes, cuando tenga organizado el material, pero hay tantas dudas. Ahora me imagino que estara viviendo de las royalties de la serie, pero de sus libros, aunque el primero fue un superventas, nunca ha sido traducido al español y eso ya te dice quesolo tuvo sus cinco minutos de gloria. El segundo no fue tan exitoso y tuvo malas criticas. Con eso no da para vivir y si estoy viendo su cuenta de Instagram y vive bien. Curioso no hay fotos de su hijo.
EliminarPaula Benavides Dittborn Muy buen análisis del mundo judio, mucho más complejo de lo que yo hubiera pensado! Trataré de ver las otras series que mencionas.
ResponderEliminarMaría Elena Venant Paula Benavides Dittborn Y fijate que solo hable de los Ashkenazim. Imaginate si me pongo a hablar de diferencias geograficas, de los sefarditas, de los mizrahi, de los etiopes. Ni pierdas tiempo en ver "freud"es horrorosa! Besos.
EliminarTanto tiempo! Me encantaron tus entradas! Las verdad las veo casi todas pero no soy seriéfila, aunque siga algunas series.
ResponderEliminarLa verdad del mundo interno judío no sé nada. Pasé de vivir en un país con presencia más palestina que judía en su mayoría (en Chile se nota) a uno con una comunidad judía bastante considerable. Acá en Buenos Aires, A unas cuantas estaciones de tren está el barrio del conurbano más judío, Ciudadela, con su propio cementerio israelita y el tren Sarmiento tiene su estación principal y final en Once, barrio judío, al grado que mi novio me contó que hay una leyenda de un golem por la noche que rescata judíos, como si fuese el de Praga, jaja.
Yo tengo una anécdota divertida cuando un judío (no sé de qué rama, solo tenía kipá) en una estación de tren cuando yo era artista callejera se me quedó mirando, me aplaudió e hizo baile y me dio lo poco que tenía que era café y medialunas que se estaba comiendo. Sé que no está bien aceptar cualquier cosa de dónde venga pero yo tenía hambre, jeje.
En fin, respecto a los prejuicios, si bien no soy judía, puedo entender el sentido de pertenencia a una comunidad. Me hizo recordar a cuando yo era evangélica, o fingía serlo. Éramos tres generaciones seguidas, abuela, tías, prima, madre e hija, todo un matriarcado de diferentes denominaciones, pero todas protestantes. Igual nunca me nació creer en dios o las necesidades espirituales, pero puedo entenderlas que otros las tengan. Aunque sufrí mucho, la verdad igual aprendí un montón de cosas valorables, me pasó también cuando fui a un colegio católico, el mejor. Por eso me siento un poco ofendida cuando sacan películas como Joven y Alocada (una peli chilena) que trata de una chica de familia ultrarreligiosa evangélica, que tiene una doble vida, es bisexual y se mete con medio mundo desde el colegio. Pucha... yo soy bi y vine de una familia parecida, pero pasa mucho que pesa más la culpa que de un rato para otro cambiar totalmente de estilo de vida, o que un pasado triste te justifica para jugar con los sentimientos de otras personas (como pasa en la peli), en fin... perdona si me fui por las ramas, y sé que la condición de ser judío es diferente a la de un protestante, porque si bien ambos sufrieron persecución, hay algo que me causa respeto ante un grupo que no solo fue perseguido religiosamente, sino étnica y culturalmente.
Muchas, muchas gracias por pasar Gatita Geni. Tengo a la mayoría de los Gatos Seriefilos en Facebook, pero no todos por lo que no saber de ustedes, los ”misteriosos”, en tiempos de pandemia me tenia preocupada. ¿Como está tu salud? ¿Como están las cosas en BA?
EliminarCierto, por ser Chile tan judenrein es que aparte de Don Francisco, casi no se sabe quién es judío en nuestro país y la comunidad que si se reconoce como tal es reformista/conservatistas. No hay sombreros negros. Por eso a mí me conmovió la última vez que estuve en BA (el 2000) ver blackhatters en Ezeiza. Igual, los judíos argentinos que he conocido, con la excepción de mi Tío Emilio (alav-ha-shalom) son de izquierdas y ateos. Curiosamente, la persona que me enseñó a ayunar en Yom Kippur fue una judía argentina.
Aunque sé que hay sombreros negros y hasta jasídicos en la Argentina, el chico que compartió su comida contigo era ortodoxo moderno. Me alegro de que te haya dejado una buena impresión. Casi siempre es lo contrario y eso se aplica la descripción de los judíos religiosos en la ficción.
Yo considero a los protestantes como miembros de una religión tan respetable como las otras monoteístas. Mira, nosotras que conocemos comunidades religiosas por dentro, tenemos la suerte de comprender la mentalidad tras ellas. También reconocemos quienes son realmente piadosos y bien intencionados y los distinguimos de los controladores y tergiversadores de la verdad divina. Como tu dices, es importante sacar lo bueno de la experiencia y aplicarlo a nuestra vida presente.
No te nos pierdas, aunque sea para saber como estás en estos tiempos tan bíblicos que nos han tocado.
Dsde FB
ResponderEliminarRafael Ochoteco ¡Excelente artículo!!! Me sigue pareciendo algo confuso, pero soy yo... Lo más seguro es que los de sombrero negro son los más que se ven en Hollywood (y en el mundo, como ficción) porque parecen ser los más interesantes, ¿no? Me gustaría saber si hay mucha diferencia entre los judíos latinoamericanos.
María Elena Venant Yo creo que los de sombrero negro son un fenomeno reciente. Lo que siempre ha habido son judíos asimilados. Hay que pensar que los jasidim como una gran comunidad en USA tienen menos de cien años. En America latina la mayoria de los judios son culturalmente judios. Las sinagogas suelen ser reformistas o conservadoras. Jabad , por supuesro tiene su presencia en casi toda America Latina, pero es muy pequeña. Donde hay mas judios religiosos es en Argentina, México y Brasil.
EliminarMaría Elena Venant Rafael Ochoteco Sobre los judíos latinoamericanos de sombrero negro. Tu lo viste en "Morirse esta en hebreo"la yuxtaposiciön de los judios modernos tratando de celebrar el antiguo rito del luto judío y la llegada del sobrino qe en Israel se ha vuelto ultraortodoxo. Estaba pensando en el personaje de Don Max de Enrique El Polivoz, no sé donde cabría. Y sobre la fascinación de los judios sobre los no judios, esta el ejemplo del pimp Ariel Vidal de la serie grasileña de HBO "El negocio"que se disfraza de judio y hasta se hace tirabuzones y ni es judío!
Eliminar