jueves, 8 de julio de 2021

Libelos de Sangre, Delatores Comunistas y el Presente en los Period Pieces Checos: drama de época continental (IV)

 


Cuando yo ya aburría con tanto elogio al drama de época continental, me llegó una sorpresa. He encontrado algo que no me ha gustado. Mi relación con las series de época checa me ha dejado defraudada tanto en los aspectos técnicos como en la narrativa. Solo dos son dignas de mención. Lo que si les reconozco es que,  en marcos de época,  saben advertirnos que ciertos eventos históricos pueden repetirse en nuestro mundo moderno.

Para ser sincera, mi enamoramiento con el drama de época continental no es tan grande. Encuentro mucho que quejarme del italiano, francés y español que copian fallas del angloparlante y nunca virtudes. Por ejemplo, el italiano era mucho mejor a comienzos de este siglo.  El ruso ha tenido una evolución prodigiosa en la era del Zar Vlad. En cambio, las ucranianas todavía parecen hechas por estudiantes de cine. Las series alemanas han tenido un cambio positivo desde “El hundimiento del Laconia”, o sea hace apenas una década. Esperemos que esos cambios también ocurran con los productos checoeslovacos.

Entre mayo y junio he visto cuatro programas. Miniseries limitadas como “El Informante”, y “Un Hombre Inocente”, un telefilme llamado “La Caída del Imperio.” y una serie que supuestamente ha durado varias temporadas y se llama “Ambition” en inglés y “Prvni Republika” en checo. Comienzo en orden cronológico (del relato) en reversa con “The Informant/Herec/El delator) del 2019.



El Informante/El Delator

La acción tiene lugar en la Checoslovaquia comunista en 1953. Los Lanik son una familia de parias en un paraíso estalinista. Su padre, un volkedeutsch, murió en Tobruk luchando en el Afrika Korps. Su madre fue acusada por un vecino de ser amante de un SS y fue ejecutada. Debido a ese pasado ni Stanislav (Stana) ni su hermana Aneska pueden aspirar a un buen empleo, no tienen derecho a estudiar y después de la muerte de su abuela, son amenazados por el conserje de que serán desalojados. Su vida es gris. Anezka limpia calles. Stana repara radiadores en la universidad. Su única felicidad, ser actor en una pequeña compañía de teatro, también se acaba debido a su incomodo pedigrí.

                            Una famlia de cancelados


En la universidad, la prodigiosa habilidad de Stana con los números atrae la atención de un catedrático que también es un genio matemático. El profesor le ofrece al joven Lanik la oportunidad de entrar en la universidad. Todo lo que solicita es que pase un fin de semana con él en el campo. Stana se da cuenta que el interés del profesor es puramente sexual, pero el chico está desesperado. Se va al campo con su galán maduro y están en plena faena cuando irrumpen los agentes de la policía secreta.

                                 El profesor se pone romántico

Resulta que la homosexualidad es vista como un crimen burgués en el mundo comunista. Se llevan al catedrático y cuando esperamos que sometan a Stana a torturas innombrables, se limitan a palmearle la espalda y darle su dinerito. Stana es un soplón de la policía secreta y el shock de esta espectadora no pudo ser mayor. Sabia por el nombre y la descripción de la serie que el protagonista iba a convertirse en delator, pero esperé que nos lo hicieran cercano y querible, que el proceso fuese paulatino para hacerse más digestible.



El hacernos ver a Stana como alguien ante un dilema moral (más encima tiene novia), orillado a aceptar ayuda a cambio de sexo nos inspiraba lástima. Saber que todo está fríamente calculado y que él mismo ha colaborado en una seducción que enviará a su amante al Gulag, a torturas y muerte segura, nos lo hace repelente. Sensación que no cambia ni aun cuando la serie nos haga ver que Stana es usado y despreciado por sus patrones y que cuando solicita ayuda para castigar al violador de su hermana le respondan “tú haces nuestro trabajo sucio, no nosotros el tuyo”.

Ambición

Lo siguiente que vi fue “Ambition” (2014) que también se conoce como “Historia de Checoeslovaquia” y en checo es “La Primera Republica” Es talmente una soap opera de los 80, cheesy, cursi, llena de clichés, parece escrita por los autores de Dinastía. La historia comienza durante la Primera Guerra Mundial. Los Valenta, unos nuevos ricos que se han ganado una fortuna vendiéndole vehículos al Imperio Austrohúngaro, retornan a su pueblo y se instalan en casa de los Lebel. Clara, la heredera de esa familia fue obligada por su padre a casarse con Vladimir Valenta con la excusa de que así ellos podían irse tranquilos a Estados Unidos dejándola casada.



Han pasado varios años, Clara tiene dos hijas y nunca más ha sabido de sus padres ni de Jaroslav, su cuñado, de quien estaba enamorada. Al Imperio le va mal en la guerra, no les pagan a los Valenta que están al borde de la ruina. Jaroslav regresa de haber peleado con la Legión Checa en Francia. Trae dinero y muchas interrogantes. Apenas llega ya se revuelca con Clara casi en la vía pública. Descubre que los Lebel nunca llegaron a USA y es posible que hayan sido asesinados.



Aunque el cuento suene bien en papel, la historia es lenta y llena de lugares comunes, los personajes son pesadísimos y no llegan a importarnos. Ha tenido tres temporadas, lo que demuestra su éxito en la televisión checa, pero me alegro de que Tubi solo traiga una.

Rasin

“La caída del imperio” (2018) es un telefilme en dos partes sobre la vida del político Alois Rasin (El título en checo es “Rasin”). es un retrato de la clase política que forjó Checoslovaquia. En ella vemos nombres que se harán famosos en el sigo como Tomás Mazaryk y Eduard Benes. 

   
                                                     El verdadero Alois Rasin

El filme comienza con un atentado en contra de Rasin, entonces Ministro de Economía a comienzos de 1924. Esto lleva a la víctima a recordar su vida política y personal, su obsesión con la independencia de su pueblo que lo empuja a pactar con los bolcheviques, su importancia en la creación de un sistema legal y una moneda para a nueva nación, y las enemistades que cosecha y que llevan a ese atentado.

                                            Los Rasin en la ficción

A pesar de que soy amiga de la historia, este relato me aburrió, nunca llegaron a mí los personajes ni me interesó lo que les ocurría. Un problema del producto checo es que no suele ofrecer muchos datos sobre el trasfondo histórico, parte de la base que el espectador checo conoce su historia y el que no que lo parta un rayo.

Un Hombre Inocente

Mi favorito de los cuatro programas que vi eta primavera es “Un hombre inocente”,  aunque en inglés se la conoce como “A Crime in Polna”. Mas que porque se trate de un tema judío, me gustó porque dramatiza la “Hilsneriad” un cause celebre de finales del Imperio Austrohúngaro. También porque es uno de los pocos dramatizados que gira en torno al libelo de sangre, una infame calumnia que nos ha perseguido a los judíos por siglos.

En abril de 1899, a unos pasos del siglo XX, en un bosque cercano a la ciudad de Polna, una costurerita llamada Anezka Hruzova fue brutalmente asesinada. El crimen era misterioso, aunque semidesnudo, el cadáver no presentaba signos de ultraje sexual. Anezka había sido ahorcada y golpeada con ramas de árboles, pero la causa de su muerte era el degüello. El cuerpo no tenía una gota de sangre. Lo que para un criminólogo moderno seria señal de que el crimen había ocurrido en otro sitio, para los supersticiosos campesinos era señal de que se trataba de un crimen ritual.





Era la semana de la Pascua judía.  A los pueblerinos se les metió en la cabeza que la sangre del a virginal Anezka había sido extraída para preparar la matzah (pan ácimo) que los judíos comen en esa festividad. Aunque había sospechas de que el asesino era el hermano de la víctima, y aunque ningún testigo lo reconoció como visto en las cercanías del bosque, la policía arrestó a Leopold Hillsner, un zapatero desempleado de mala reputación. El alcalde del pueblo, un nacionalista antisemita, lo acusó formalmente por el asesinato de la costurera.

                                                 Hilsner en el juicio

Tanto alboroto causó el caso que desde Praga enviaron a un detective veterano para que se encargase de la investigación. Este descubrió muchas anomalías y torpezas cometidas por las autoridades locales. Pero el poder de los nacionalistas era tal que convocaron desde Praga al investigador y todas las notas tomadas sobre el caso misteriosamente desaparecieron.

Es en este punto que Zdenko Aurednicek un joven abogado recién instalado en el pueblo decidió tomar el caso. Sobre todo, cuando vio que los periodistas, aunque conscientes de que se trataba de una injusticia, añadían leña al fuego con caricaturas antisemitas y notas amarillistas. La decisión de Zdenko tuvo repercusiones en su trabajo, sus amistades se alejaron; su esposa, la traductora judía Anna Auredniceka, fue expulsada de varias organizaciones de la cual era miembro; y la casa de los Aurednicek fue apedreada.


                                        Zdenko Aurednicek

El juicio fue un circo. Hillsner ya estaba condenado antes de ser enjuiciado. La familia de Anezka contrató los servicios de un famoso abogado Karel Baxa para que los representara, además del fiscal del estado. Baxa llegó disfrazado del traje típico de la región simbolizando a la raza eslava defendiéndose de la judía. Cuando la madre de   Anezka declaró bajo juramento que su hija era muchacha vigorosa a la que un alfeñique como Hillsner no hubiese podido someter, la fiscalía súbitamente acusó al zapatero de haber tenido cómplices. A pesar de que tales cómplices no fueron identificados ni llamados a declarar, el acusado fue condenado a la horca.

                                    Caricatura contemporanea de Hilsner

Zdenko decidió apelar la sentencia y es aquí cuando Tomas Masaryk, futuro padre de la Republica Checa y famoso abogado del imperio intervino. Le escribió a su colega condoliéndose de la injusticia y ofreciéndose a representar pro bono a Hilsner. Se trasladó el juicio a otra ciudad para hacerlo más neutral y Masaryk fundamentó su defensa en un rechazo a mitos de gente ignorante más que en el acusado cuya vida personal no lo hacía muy simpático para el jurado.

Dos problemas acabaron con la brillante retórica de Mazsryk quien perdió su catedra universitaria por este acto de justicia. Intimidado en la cárcel y convencido de que lo indultarían si confesaba, Hillsner admitió haber cometido el crimen en compañía de dos amigos. Los supuestos cómplices fueron interrogados y ambos tenían solidas coartadas. Aunque nunca se les mencionó en el juicio, y HIlsner se retractó de su confesión, el daño estaba hecho. La fiscalía decidió cambiar su enfoque y abandonó la teoría del crimen ritual, acusando a HIlsner ahora de ser un depravado sexual. Aunque médicos y psiquiatras no encontraron evidencia de patologías en el acusado, se le endilgó otro crimen, el de una jovencita ocurrido unos años antes.

                           Caricatura de Hilsner y sus cómplices perpetrando el crímen



Masaryk consiguió que el Emperador Francisco José conmutase la pena de Leopold Hilsner por la de cadena perpetua. Zdenko Audirineck nunca dejó de preocuparse por su cliente y en 1918 consiguió indulto de parte del Emperador Carlos. Hillsner se fue a vivir a Praga y luego a Viena. Se cambió el nombre y vivió de la caridad judía (entre sus benefactores estaba Mazaryk), murió en 1928.

Zdenko Audireneck alcanzó a asistir al funeral de Hilsner antes de morir él en 1932, librándose ambos de la hecatombe que caería sobre su país con la ocupación nazi. Para cuando Anna Auredniceka fue liberada por los rusos del campo de concentración de Theresienstad, ya era casi dominio público que, en 1943, el hermano de Anezka Hruzova había confesad, en su lecho de muerte, ser el fratricida. Aun así, hasta hoy (y ha habido intentos legales de hacerlo) Leopold Hilsner nunca ha sido exonerado.

El Libelo de Sangre en Tiempos Modernos

Tanto Audirineck como Mazaryk basaron su defensa en el absurdo de que, en tiempos modernos, se creyese en un mito tan aberrante. ¿Pero era esa creencia tan obsoleta? Lo era en el Imperio puesto que, en 1882, en Hungría, una acusación parecida había sido demostrada en tribunales de no tener base. Lo era puesto que al final, la fiscalía abandonó la teoría de que se trataba de un crimen ritual yéndose por algo sexual. Lo era porque en la rusia zarista, el espacio más antisemita en Europa, un jurado de cristianos ortodoxos en 1913 absolvió a Menahem Mendel Beilis de haber asesinado a un niño porque su judaísmo se lo exigía.



Este caso de 1913 motivó la novela de Bernard Malamud The Fixer y el filme del mismo nombre protagonizado por Sir Alan Bates y Sir Dirk Bogarde, y en su momento pareció decir la última palabra sobre el libelo de sangre, pero no fue así. En 1928, a un año de la caída de Wall Street, en plena Era del Jazz, en Massena, aquí en el estado de Nueva York, la desaparición de una niña en vísperas del Año Nuevo Judío provoco un fuerte rumor de que se trataba de un crimen ritual puesto que los judíos necesitaban de sangre inocente. Como no se come pan ácimo en Rosh Hashannah, la acusación demuestra lo insensato del argumento antisemita que da pie al libelo de sangre.



Vale decir que tanto el antisemitismo como la acusación venían de miembros del Ku Klux Klan que eran figuras prominentes en Massena y que componían la compañía de bomberos del pueblo. En los 20, para eterna vergüenza del gobierno y autoridades estadounidenses, el Klan había sido descriminalizado, se le había permitido marchar en pleno día por las calles de Washington lo que le dio poder para estirar sus tentáculos por todo el país. Por suerte l, a niña de Massena apareció sana y salva, pero ese no fue el fin del cuento del libelo de sangre que siguió causando problemas en el mundo moderno.



En 1946, en Kielce, Polonia, un mocoso inventó que lo habían secuestrado los judíos (solo vino a retractarse en 1998.) Esta acusación provocó la ira de los vecinos que creyendo en otro crimen ritual organizaron un pogromo que mató a 42 sobrevivientes del Holocausto y propició una emigración en estampida de la escasa población judía de Polonia.

Hasta hoy no se sabe que existió detrás de este defortunado evento, si fue un complot de los nacionalistas, de la Iglesia o de los comunistas. O tal vez de los tres. Lo que sí se sabe, y gracias a encuestas hechas en Polonia y la Rusia del Zar Vlad es que todavía hay mucha gente que cree que los judíos cocinamos con sangre de niños como ingrediente.

                                     Ilustración de un crímen judío

 Aparte que solo ver una morcilla (o prieta como las llamamos en Chile) me provoca arcadas, las leyes religiosas que determinan la dieta del judío practicante exigen que la carne no puede contener una gota de sangre del animal. Debido a eso la carne de ave o animal kosher debe ser limpiada de sangre antes de ser consumida. Incluso mi madre cuando traía la carne del mercado kosher la ponía a remojar toda la noche en salmuera, lo mismo hacia con los pollos. Y la pana/hígado antes de cocinarse debe cauterizarse en una parrilla.

Obvio que eso no lo saben los que creen en el libelo de sangre. ¿Lo creerán los que promueven estas calumnias supersticiosas como lo han hecho en muchos países árabes? En Siria hasta se hizo un period piece llamado “La Diáspora” ( As-Shatat) donde los judíos eran una especie de vampiros que vivían desangrando niños cristianos.


                    Sirios, los rabinos jasídicos no usan boxing braids. Eso sería apropiación cultural.

Mas allá del tema judíoaunque en estos momentos me es difícil alejarme de estelas series checas me han dejado un amargo sabor de boca precisamente por ser tan relevantes. En “El Delator” descubrimos como la cultura de cancelación (que bien puede nacer de falsas acusaciones) alcanza a las familias de los cancelados, convirtiéndolos en parias sociales que acaban buscando sobrevivir de la peor manera posible.

“Un hombre inocente”, en cambio, me muestra lo fácil que es combinar en un coctel letal el oportunismo político con la complicidad de los medios y la ignorancia de la población. Un coctel que sirve para demonizar a determinados grupos. Algo que debemos tener presente antes de creer todo lo que nos cuentan Twitter o Instagram.

Todas estas series pueden verse en Tubi, Amazon Prime y en America Latina, las está pasando el Eurochannel.

2 comentarios:

  1. El rabino con los boxing braids... ¡MMR!!! RAFA

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    1. Inpagable! Lo que te demuestra que la raiz del antisemitismo es una ignorancia que te hace mearte de la risa.

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