martes, 30 de septiembre de 2025

Nazis en Portugal: La Espía

 


Sabido es que Malena ama las historias de espionaje especialmente las que tienen lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta ahora no tenía nada en Portugal en esa época, aunque desde hace tres años que andaba buscando A Espia. Ahora Walter Presents me la ha traído vía PBS.

La acción tiene lugar en el verano de 1941. Portugal es una dictadura, lo hemos visto en Vidago Palace (situada en 1937) y Gloria que cubría los últimos años del gobierno del Dr. Antonio Oliveira Salazar. El continente está en guerra y los refugiados llegan a puñados a este fin de Europa (Finisterre como lo llamaron los romanos) que es el puente para cruzar el Atlántico en su huida de los nazis. El gobierno insiste en que la paz seguirá. No hay nada que temer, pero Hitler, tras invadir media Europa, se ha vuelto en contra de su aliado Stalin e invadido la Unión Soviética.

Rose, Espía por Dinero

A Espia es la historia de dos mujeres atrapadas por ese momento histórico. Una de ellas es Rose Lawson (María Joao Bastos de Los Misterios de Lisboa), una inglesa afincada en Portugal. Apremiada por dinero, Rose parte al casino de Oporto a venderle sus joyas al inglés Richard Thompson (Marco D’Almeida, el Inspector Da Costa de Das Boot) Este la presenta con el “Mayor Jack” quien le da unos billetes a su compatriota y le dice que hay otras maneras de ganar dinero sin tener que vender sus joyas.

                          Rose viene a venderle joyas a Richard

Jack es John Grosvenor Beevor, jefe del servicio de operaciones especiales (SOE) en Portugal (y padre del historiador Antony Beevor). Pronto Rose se encuentra trabajando para su gobierno y gozando de buena paga. Lo primero que hace Rose es contactar a un antiguo conocido: Siegfried Brenner. Se supone que Siegfried está a cargo de una de las minas de wolframio en el Norte. En realidad es un agente de la Abwehr.

A pesar de que el Reino Unido y Portugal tenían lazos comerciales y diplomáticos desde los días de Catalina de Braganza, los ingleses no exigieron que sus aliados lusitanos se uniesen a su esfuerzo bélico como lo habían hecho en la Gran Guerra. A cambio, solicitaron que no les vendiesen más wolframio (tungsteno) que a los alemanes. El problema es que los submarinos alemanes hundían los barcos que portaban el valioso material a Inglaterra. Por otro lado, había compañías navieras que transportaban a Alemania mayor cantidad de tungsteno que lo que permitía el gobierno.

Una de esas compañías puede ser Masquerenhas que Rose vincula con Siegfried. Rose y Richard se meten una noche en la naviera, no encuentran nada, pero dejan la impresión de que se trata de un robo. En Lisboa, Nicolau , dueño de la compañía, envía a su nuera y mano derecha a Oporto a investigar. Aquí entra en juego la protagonista.


                          los Masquerenhas tienen negocios con alemanes e ingleses


María Joao , Espía por Ideales

María Joao Mascarenhas (Stephanie Ruah de NCIS Los Ángeles) es una mujer de sociedad, sin empleo, con la fotografía como hobby, pero no es un parasito elegante como lo son sus congéneres. No soportó la infidelidad del marido y lo exilió a Timor en lo que es hoy Indonesia, pero entonces era colonia portuguesa.

Desde entonces, María Joao y su hija Teresinha viven con los suegros. Nicolau está viejo. No ve bien y su nuera está encantada de servirle de ayuda. María Joao siente mucha lástima por los refugiados que se aglomeran en Lisboa y desearía poder ayudarlos de alguna manera.

Llegada a Oporto se rencuentra con su compañera de escuela, Rose, quien la presenta con Siegfried. Tal como lo esperaba la espía, es flechazo a primera vista. María Joao y el alemán pasan la noche juntos. Rose entonces la convence de que para ayudar a una victoria aliada, debe espiar a su nuevo amante. Ahí inicia un juego muy peligroso puesto que Siegfried es espiado por Larenz, un agente de la Gestapo y por el repelente agente de la PVDE, Paulo, un drogadicto torturador. Esta situación pone en peligro a María Joao.





No voy a seguir porque hay que verla. Nada es lo que parece y los agentes dobles, de ambos bandos, operan con más verosimilizad que la Lucia de Operación Barrio Inglés. Lo que si haré es darles una rápida visión del trasfondo histórico político.

Portugal entre Nazis y Británicos

Es costumbreme temo que yo he caído en ella también compaginar en nuestra memoria histórica a los dos países de la península ibérica imaginándonos que por ser ambos dictaduras anti-rojerio sus circunstancias eran iguales. Portugal no había sufrido una cruenta Guerra Civil, no estaba en deuda ni con Alemania ni Italia, tenía un sólido imperio en ultramar y una relación armónica con Inglaterra.

Agreguémosle que el Dr. Antonio De Oliveira Salazar sentía cero simpatía por el nazismo, sobre todo repudiaba su antisemitismo y eso permitió la entrada de muchos refugiados judíos en su tierra. El problema era que un país pequeño que ya traía problemas de abastecimiento, debido al bloqueo Aliado y los submarinos germanos del Atlántico, no podía alimentar más bocas.



Eso fue motivo para que los refugiados recibiesen visas de tránsito y Portugal se convirtiese en el último puerto de escape de Europa. Los judíos fueron bien tratados por el gobierno portugués y el Dr. Oliveira Salazar mantenía excelente relación con Moses Amzalak, el jefe de la comunidad judía lisboeta.

Eso no quita que veamos, tal como en España, ingleses y alemanes paseándose con tranquilidad e impunidad por el país. Nazis y Aliados necesitaban del tungsteno portugués y hasta 1944, el gobierno prometió vender la misma cantidad a cada bando. Como nos muestra la serie, los barcos ingleses eran hundidos por los U-Bots y los alemanes manejaban muchas minas por lo que a través de las fronteras españolas, se pasaba más wolframio hacia Alemania. Estos cargamentos fueron pagadoslo muestra la seriecon oro puro trasladado a través de la frontera gallega.

La relación con Gran Bretaña tuvo sus baches sobre todotampoco miente ahí la serie cuando en 1942, tropas aliadas (holandesas y australianas) invadieron todo Timor para evitar, en vano, la llegada de los japoneses.



Lisboa, Un Reino de Conspiradores

Lo más cierto de la serie es que Portugal se convirtió en un centro de espionaje que se conocía hasta en Hollywood gracias a filmes como Una noche en Lisboa, donde Vera Ralston era una cabaretera en Portugal involucrada en el espionaje y The Conspirators (1944), con Hedy Lamarr y Paul Henreid, intentando crear otra Casablanca.



Las series y miniseries también nos han dado una visión de espías em tierras portuguesas. Incluso tan temprano como en 1936, veíamos espías ingleses y germanos en el lujoso hotel Vidago Palace.

En Tiempo entre Costuras,  María Dueñas y SOE envían a la agente ficticia Sira Quiroga a Portugal a investigar a un industrial lusitano que colabora con los nazis. En la tercera temporada de  Das Boot, Foster, el agente de la Gestapo es enviado a Portugal a investigar agentes díscolos y se tropieza con el Kaleus Klaus Hoffmann que ahora trabaja para los servicios de inteligencia estadounidenses.  Y en Fleming, Dominic Cooper nos retrató los quehaceres del inventor de James Bond durante la Segunda Guerra Mundial incluyendo su pasada por Lisboa.

                         Sira viaja a Portugal a seducir a Manoel 

Ian Fleming también aparece en La Espía, como también ahí conocemos al enigmático (pero famoso)  ruso blanco Mijaíl Tereshenjko que no se sabe para quien trabaja. Es parte de este escenario  colmado de agentes dobles, espías reclutados de la nada, refugiados debatiéndose en una atmosfera cargada de miedo de que una mañana Portugal despertase bajo la bota nazi.

Es ese espacio que Herman Wouk escogió para la boda de su protagonista Byron Henry con la judía Natalie Jastrow en Winds of War.  En la famosa escena de la taberna con el enfrentamiento de Byron, teniente de la marina estadounidense, y un agente de la Gestapo tenemos encapsulado el espíritu de Portugal en ese tiempo.



En la vida real, los miedos de los portugueses no estaban infundados. Siegfried recibe un microfilm (que rodará mano en mano) con los detalles de la Operación Isabella, la invasión de la Península Ibérica por parte de la Wehrmacht. Es posible también que como prevención, Los Aliados planeasen destruir puente, caminos y otros sitios claves para detener al invasor.

La frenética actividad de ambos bandos se refleja en su reclutamiento de personal autóctono que los ayude. Los dobles agentes se suceden. Larenz contrata al repulsivo Paulo Santos, inspector de la PVDE. A cambio de Pervatin (la mágica anfetamina de los nazis), Paulo no tiene escrúpulos para suministrar información a los germanos tal como no la tiene para espiar a Larenz.

                          Paulo, cruel torturador y adicto al Pervatin

Los ingleses son más creativos. Contratan telegrafistas, carteros, futbolistas (entre ellos a Cándido Oliveira, entrenador de la selección nacional), todos con el vínculo común de haberse criado en el mismo orfanato. Pasando de los comunistas que también los ayudan más allá de la frontera gallega, Beevor y su equipo llegan hasta la Legión Portuguesa donde tienen simpatizantes como el mayor Humberto Delgado.

                         Dos personajes reales, el entrenador Candido Oliveira y el Mayor Jack Beevor

Me quedé de una pieza. Por Cuba Libre supe que Delgado (para entonces coronel) fue en Los 60 el mayor opositor de Oliveira Salazar, se le presentó como candidato rival en las elecciones fraudulentas del 61. Hubo de huir a España, para ser secuestrado y asesinado en una maniobra de la cual culparían al mayor Silva País, padre de la incorregible Annie y director de la PVDE.

Revisando su biografía, me enteré que durante la Segunda Guerra Mundial , Delgado y la Legiao fueron abiertamente pronazis. Oliveira Salazar creó el grupo paramilitar precisamente en 1938. Estaba compuesto por antiguos Viriatos, voluntarios portugueses que sirvieron en el Bando Nacional durante la Guerra Civil Española. Eran ardientes anticomunistas y muchos legionarios se incorporarían a La División Azul para pelear en el frente ruso.



Sin embargo, Delgado no tenía tanta simpatía por la ideología nazi. Como Oliveira Salazar, repudiaba el antisemitismo. En 1939, escribió un radioteatro en el que se conmiseraba de la expulsión de los judíos a fines del siglo XV y poco después, los esposos Delgado adoptaban una pequeña refugiada de raza hebrea. Entonces es posible que Beevor haya explorado elementos pro-aliados cercanos al Estado Novo incluyendo a Agostinho Lourenҫo, jefe de la PIVE y patrón del repulsivo Paulo.

A Espia posee todo lo necesario para sr un buen relato de espías en marco histórico: atmosfera de época, vestuario y cinematografía. Las actuaciones son un poco contenidas, me ha recordado la tiesura de Los Misterios de Lisboa, lo que no evita el suspenso que te tiene al borde de la silla. Hay explosiones, sabotaje, y muchas traiciones. Un reparo subjetivo es que hubiese preferido a María Joao Bastos interpretando a la ficticia María Joao. La encuentro más seductora y glamorosa, pero entiendo que Daniela Ruah (no sabía que era de origen judeo-portugués) tiene más renombre internacional.



Lo otro, y es casi chistoso, es que muchos actores secundarios se parecen entre sí. No me pasaba desde Band of Brothers que debía ver un capítulo un par de veces para distinguir quién es quién, y la gema de Hanks-Spielberg tenía como excusa su oscuridad.

Aquí ni eso y así me confundía con Nicolau y Manoel, su chofer. Nunca sabía cuál era cual. lo mismo hubiese ocurrido con Agostinho Lourenҫo si no hubiese mediado la clave identificadora de que lo interpreta el mismo actor que hizo de su reemplazo, el mayor Silva País en Cuba Libre.

 Otro que se prestó a confusión (ayuda en que nunca lo presentaron) era Emilio, amante de Rose, un pintor que hacía pasaportes falsos. Era muy parecido a Simoens, agente de la PVDE que Paulo ponía a espiar a todo el mundo. Me tomó casi siete capítulos entender que eran personajes diferentes

                                 

Donde sí estaba agarrándome la cabeza a dos manos, era con los personajes de Jack Beevor e Ian Fleming.  Y esperen, que cuando llega Tereschenko, también es interpretado por un individuo similar. ¿No pudieron elegir actores menos parecidos físicamente? ¿Más rubios, más altos o más gordos para evitar enredos?



A pesar de estos bemoles, es una serie excelente y un gusto saber que hace un mes, ha estrenado la segunda temporada en la televisión portuguesa.

Contenido Violento y Gory: Escenas de torturas a cargo de la PVDE.

Contenido Sexual y Desnudos: Escenas de cama, pero sin desnudos.

Factor Feminista: Rose Y María Joao son dos mujeres independientes que, por motivos diferentes, entran en el mundo del espionaje utilizando sagacidad, creatividad y mucha audacia. Aun así son mujeres de su época y clase que se apoyan en recursos propios de su mundo. Rose es una mujer libre con control sobre su cuerpo y sexualidad.



María Joao descubre las posibilidades de vivir desenvueltamente sin el yugo que limita a las mujeres de su entorno, principalmente su suegra. Es casi un tropo del género de espías esta autonomía que propicia la idea de que una labor peligrosa e ingrata proporciona una vía de escapes a mujeres de un mundo tradicional.



Factor Diversidad: Tenemos portugueses, británicos, alemanes hasta un ruso. Sin embargo, y a pesar de la amplia mención al imperio lusitano ultramarino, no hay un africano, ni un chino, ni un hindú. Todos blancos.

1 comentario:

  1. I have not heard of this one before, but that is probably because my Portuguese radar is never on given that I find their language one of the ugliest ones next to Italian and Finish. So many spies all around, makes you wonder how many spies we have today in all the countries of the world. We had some arrested in our country recently and then they run away like in a film LOL Forgot if they were Russian or American. I finished LADIES IN BLACK last week, so I have to start something new Australian tonight, given that Tuesday is my Australian weekday. I think you missed a new Swedish period set one at my place on Sunday.

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