lunes, 18 de abril de 2022

Los Fantasmas del Comisario Ricciardi

 


A la lista de detectives literarios,  cuyas aventuras ha dramatizado la RAI, llega ahora El Comisario Ricciardi. Basada en las novelas de Mauricio De Giovanni (traducidas al español), la serie describe los quehaceres de un policía napolitano que en la Italia Fascista resuelve crímenes con la ayuda de los fantasmas de las víctimas.

Un Policía de la Nobleza

La idea de combinar los misterios detectivescos con lo sobrenatural no es nueva en términos televisivos.  Recordemos historias de mujeres que podían comunicarse con los muertos como Patricia Arquette en Medium, y la encantadora Jennifer Love-Hewitt en Ghost Whisperer. Mas recientemente hemos podido ver en castellano,  en YouTube la serie ucraniana Anna,  la Detective.

La diferencia de estas damas con Ricciardi está en el contexto histórico. Algo que tenía claro De Giovanni cuando decidió colocar a su sufrido protagonista en un entorno supersticioso como Nápoles y en una era de represión y silencio como lo fueron los años del fascismo. La misantropía y atormentado silencio de Ricciardi son ecos del mundo en que vive.



El Comisario viene de un mundo más vetusto e inmerso en lo paranormal que Nápoles.  Luigi Alfredo Ricciardi, Barón de Malamonte proviene de la antigua nobleza de Salerno. Huérfano de padre a una tierna edad, tuvo que ver a su madre Marta enfermar por el mismo mal que le heredó a su hijo. En términos de El Sexto Sentido, tanto Ricciardi como Marta pueden ver gente muerta. Peor aún, los espíritus de lo recién fallecidos lo persiguen con mensajes crípticos que el comisario debe descifrar.

                                 La Baronesa Marta

Al comienzo de la serie, nada de esto está claro, como tampoco hay explicación de por qué un abogado aristócrata se ha ido a trabajar a una fuerza tan prosaica como la policía napolitana. Ahí Ricciardi está bajo la bota del inepto y oportunista Garzo,  muy lambiscón con los ricos y poderosos, pero muy gruñón con los métodos de Ricciardi que insiste en ejercer justicia aun cuando toque a personajes importantes del régimen fascista.

                                Ricciardi se le enfrenta a Garzo

La historia abre en 1931, Ricciardi vive rodeado de un triángulo de personajes que componen su red de apoyo. Su nana Rosa, el noble Sargento Rafaelle Maione, y el Dr. Bruno Modo, un forense antifascista. A pesar de lo cercanos que son este trio al comisario,  ninguno conoce su secreto. Ninguno entiende porque un hombre guapo y rico ha dejado descuidadas sus tierras y no ha intentado formar una familia.

                                     Ricciardi y el Dr. Modo
                                            Ricciardi y Maione

Cupido Hace de las Suyas

Eso no quiere decir que Cupido no convierta al polizziotto en blanco de sus dardos. Ricciardi se ha enamorado de Enrica Colombo, su vecina, cuya ventana da al cuarto del comisario. Cada noche ambos se observan, a veces sin el otro saberlo o fingiendo no verse. Aparte de un saludo de señas, no intentan conocerse y sin embargo ambos se saben en algún tipo de relación.

Enrica, veinteañera, hija de familia, da clases particulares y ayuda en la tienda de ropa del padre. Según ella, posee un genio insufrible. Por lo cual su primer encuentro “real” con Ricciardi acaba en desastre. La madre se enoja porque su hija menor ya está casada y con un hijo y a la mayor no le importa encontrar marido. Se empeña en encontrarle novio a Enrica lo que descoloca a Luigi Alfredo.

Por nueve novelas veremos estos desencuentros y malos entendidos . Desde una perspectiva moderna, este romance puede sentirse cursi y melodramático. Para las mituteras tanto Enrica como el Comisario son estereotipos de Stalker. Pero en el contexto “patriarcal” del Nápoles de ese entonces representan un amor que trasciende las bajas pasiones y que es incondicional porque no necesita de determinadas condiciones o compromisos para florecer.



Algo que hechiza de las novelas es ese retrato de un Nápoles tradicional con sus fallas y sus encantos. un mundo en el que la familia no es todo donde lo primordial es la mamma, aun las adoptivas como Rosa. No que no muestre madres controladoras y egoístas como la prestamista Calise, la madre de Enrica empeñada en casarla,  y Lucía, la esposa del buen Maione.

Raffaele Maione, además de buen policía y leal subalterno, es un excelente esposo y padre. Tiene cuatro hijos que una vez fueron cinco. Lucca, el mayor, siguió los pasos del padre y encontró la muerte en el ejercicio de su trabajo. Han pasado dos años y Lucia no se conforma. Vive en luto eterno y culpa al marido al que no le brinda ni una sonrisa. Para colmo se vuelve una madre-monstruo que aterroriz aa sus otros hijos a los que no le permite ni cantar.



Como suele ocurrir, Maione comienza a cansarse de esa situación y busca refugio en la compañía de ‘la mujer más bella de Napoli” o que era la más bella hasta que con una navaja alguien le hizo un chirlo en el rostro. Lucia cae en que su marido llega tarde y con olor a comida ajena. Está claro que el Sargento ha encontrado otro hogar. Eso por fin obliga Lucía reaccionar.

                                          Filomena da esperanzas a Maione



Antes de eso, Ricciardi intenta convencer a Lucía que deje de tratar mal al marido, que en su mal comportamiento se ;le va el matrimonio. La Signora Maione responde con una pregunta “¿Ý usted Comisario?  ¿Cuándo se casa? ”Aunque es obvio que es un ‘¡Metete en tus asuntos! “es una pregunta que se hacen todos. Recordemos que la Italia fascistatal como la antigua Roma- se imponía un impuesto a los solterones.

Ricciardi insiste en no casarse porque no quiere legarles a sus hijos su “mal”, o “el Hecho”’como él lo describe. Pero eso no quita que desde la Nana Rosa hasta la peluquera de Enrica sepan que la muchacha muere de amor por el policía. Lo malo es que a Enrica le ha salido una rival de peso al camino.

En su primer caso, Ricciardi conoce a la viuda de la víctima. Se trata de Livia Vezzi, dama de sociedad, amiga íntima de Edda Ciano y dueña de una voz privilegiada, aunada a una elegancia y belleza con la que no puede compararse la simple Enrica. Sin embargo, para Luigi Alfredo,  Livia es al comienzo una sospechosa más, al final una cómplice. Entremedio, Ricciardi se convierte en depositario de las cuitas de la viuda.  Famosa soprano abandonó su carrera para unirse a un mal marido. La muerte de un hijo es el desiderátum de sus desgracias que porta con mucha gracia la hermosa doliente.



Si Luigi Alfredo cree encontrar una amiga en Livia se equivoca. La viuda se ha enamorado del comisario casi a primera vista y tras su periodo de luto en Roma desciende a Nápoles más seductora que nunca. Aun sabiendo que Ricciardi está enamorado de otra, Livia está dispuesta entablar batalla con la mujer fantasma. Hay momentos en que mis apuestas están a favor de la cantante porque me aburre Enrica con su ingenuidad y sus torpezas.

Sin embargo, Livia lleva las de perder, precisamente porque el talón de Aquiles de Luigi Alfredo es lo espiritual y lo sublime. Esto va más allá del síndrome Madonna-Prostituta. Ricciardi podrá caer en las sábanas de Livia, pero eso solo será un recordatorio de su humanidad, una respuesta física. Livia y Enrica representan los dos aspectos del Anima Junguiana. 



En términos más prosaicos. Livia es todo lo que perturba al policía, ella es el lado oscuro del ser humano que se manifiesta en los crímenes que el investiga, ella es el privilegio que permite que existan abusos de los que el humilde y atropellado solo puede huir a través de la violencia, ella es el fascismo que se está encargando de destruir a Italia.



Nápoles Fascista

Es imposible desligar a la serie del régimen de Mussolini,  y Livia es un eslabón al gobierno. Poco después de instalada en Nápoles, Livia nota que la sigue. Se trata de Falco,  un agente de la misteriosa OVRA (la Gestapo italiana)  . Al comienzo,  ella cree que es un modo de Edda de cuidarla, pero Falco la saca de su error. Es “el régimen” quien lo ha enviado a vigilar a Ricciardi a través de la muer que lo ama. Un solterón, con amigos antifascistas, que ha abandonado las propiedades familiares para andar de detective no cabe en la estrecha percepción que los fascistas tienen de lo que debe ser un hombre confiable.

                                     Livia y Falco, su perro guardián

El fascismo y el clasismo son dos temas omnipresentes en cada caso,  sea la victima una duquesa casquivana o un huerfanito de la calle. En el primer caso, Garzo le exige a su subalterno diplomacia puesto que el muerto es cercano al Duce y su viuda,  amiga de la Contessa Ciano. En el segundo caso, el problema es la interrogación de una cliente casada con un importante abogado. A Garzo le gustan los culpables proletarios, teme a los sospechosos de alta estirpe.



Es en el tercer episodio donde vemos a i fascisti en acción. Una squadra de revoltosos que por tener un uniforme puesto pueden ir asustando a la gente con sus gritos de “Avanti, Avanti”. Como descubre Ricciardi, gracias a un fantasma, son capaces de matar mendigos indefensos y de amenazarlo a él, en presencia de Livia.

Viendo a estos grandulones actuar como simios tarados, me confirma mi desprecio por las ideologías totalitarias y por el poder que les otorgan a mocosos imberbes y sin criterio. Pero me siento incomoda. A diferencia de Alemania, la ficción histórica italiana (y razones no le faltan para no hacerlo) no se atreve a mostrar el rostro humano del fascismo. A mí me complica, porque muchos de estos Camiccie Nere eran chicos de buena familia y hasta el ’38,  muchos eran judíos.

La serie, sin embargo, nos presenta un fascista “presentable”. El asesinato de una joven duquesa pone en la galería de sospechosos al viudo, un aristócrata invalido; a un famoso periodista;  y al “duchinno”, hijastro de la víctima. Ricciardi descubre que este último tiene amores con Achille Pivani, il capo della squadra.



Achille es un hombre discreto,  (obvio en un régimen que perseguía los homosexuales) caballeroso y justo que agradece a Ricciardi que mantenga su identidad sexual en secreto. ¿Pero es Pivani, tan diferente a sus gamberros squadristi, un buen hombre debido a su homosexualismo o hubo fascistas decentes?  No es la serie quien nos proporcionará respuestas.

Pivani vuelve a aparecer en el penúltimo caso. Cuando el Dr. Modo se enfrenta a los Camisas Negras que vienen a ofender a un cortejo fúnebre de una prostituta, uno de ellos consigue desde Roma un permiso para enviar a l forense al exilio. Toda esta información se la proporciona a Pivani a Luigi Alfredo, agregando que solo Livia, por amor,  puede ayudarlo. ¡Hasta los Camisas Negras conocen los problemas sentimentales del Comisario!

                              Escuadristas vs Modo

Ricciardi solicita ayuda a Livia y ella contactará a Falco. Solo así, Modo podrá volver a Nápoles y a su trabajo. Algo que decir respecto a los agentes de la OVRA que arrestan a Modo, no maltratan al perrito de Matteo que el medico ha adoptado. Incluso lo dejan atado a la verja de una iglesia para que no se pierda. Ahí lo rescata Lucía Maione.



Los casos que Ricciardi debe resolver se vuelven complejos por los cortapisos que Garzo, representante del poder imperante, le coloca y por confusiones que apuntan a un sospechoso para que luego descubramos era inocente. Una particularidad muy interesante, es que Ricciardi administra su propia justicia. En más de una ocasión deja escapar al criminal, apiadado de sus circunstancias. Casi tan interesante como ese modo de administrar justicia, es la ayuda que recibe el comisario que puede venir de un párroco enamorado de Bel Canto, una niña deficiente mental y Bembinella, el simpático travesti que sirve de informante de Maione.

                                  Bambinella, el informante oficial de Maione

La serie nos da una visión global de la sociedad napolitana desde el elegante Tetro di San Carlo y sus entretelones del universo de la ópera hasta el teatro de revista con sus rutinas de bailarinas semi vestidas, desde las recepciones para honrar la visita de Mussolini a Nápoles, hasta las barriadas de Capodimonte donde pululan niños en estado casi feral.

Las Novelas

La serie es tremendamente humana, lo que no disminuye el misterio y suspenso tras cada asesinato. Si no pueden verla busquen los libros que por suerte están traducidos al castellano bajo los títulos de El invierno del Comisario Ricciardi (2011); La primavera del Comisario Ricciardi (2012) y El verano del Comisario Ricciardi y El otoño del Comisario Ricciardi, ambas publicadas por Lumen el 2013.

                                 De Giovanni y sus novelas en castellano

Maurizio De Giovanni se ha encargado de la adaptación de su obra en la primera temporada usando su experiencia en otra popular serie policiaca italiana Los Bastardos de Pizzofalcone, también de su autoría. Esta primera temporada cubre las cuatro novelas más Y todo a media luz que fue publicada en español el 2015. De Giovanni lleva seis libros más escritos sobre este Comisario y sus fantasmas, así que hay esperanzas de que haya más temporadas. Por ahora ya sabemos que se está preparando la segunda parte.

Hermosamente filmada en el viejo Nápoles y sus alrededores, Il Commisario Ricciardi es elegante el vestuario de Livia es exquisitoromántica y a su vez misteriosa, llena de suspense y denuncia social. ¿Qué más decir para recomendar esta serie que viene a unirse a los dramas de misterio de la RAI, pero que tiene una personalidad muy propia?

                          Elegante es el café napolitano
                            Igual de elegante un burdel napolitano
                              Livia y su espectacular vestuario

Contenido Violento y Gory: Muchos crímenes y escenas de exámenes forenses, pero nada muy Gory. ¿Lo peor? Unos niños vagabundos lapidando a una rata y tratando de envenenar a un perrito.



Contenido Sexual: Mucho crimen pasional, pero sin desnudos y una sola escena de cama con topless de Livia.



Contenido Feminista: A pesar de ser un mundo patriarcal y bajo un régimen totalitario, la mujer napolitana en esta serie nos muestra maneras alternativas de sobrevivir y llegar a tener voz y poder. De hecho, mujeres como Livia, vigilada por la OVRA, y la esposa de un abogado, clienta de la Calise, tienen menos poder que la dueña de un burdel o Lucía cuyo control autoritario casi destruye a su familia.



Factor Diversidad: Comenté la relación homosexual entre Ettore y Achille. Es un vistazo a la clandestinidad de un tipo de relación que el crimen fascista condenaba al confino (exilio) en islas semi desierta o pueblitos en zonas alejadas. Por otro lado, tenemos a Bambinella, tan alegre, tan sagaz, tan servicial que ha encontrado un modo de vivir su orientación sexual al margen de la ley.



Il Commisario Ricciardi puede verse en PBS Masterpiece con subtítulos en inglés.

 

2 comentarios:

  1. desde FB de Valentina del Rosario Parraga
    Me encanto.

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    1. Para Valentina Del Rosario Parraga Y a mi encanta que la hayas podido ver. Eres la segunda persona a la que se la recomendé que le ha gustado. Recuerda que , en lo que esperamos a la segunda temporada, puedes conseguir los libros que continuan la saga. Han sido traducidos al inglés y al español.

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