jueves, 29 de agosto de 2024

Entre Rusos y Alemanes: Madame K, Temporada 2

 


Después de casi tres años de espera, por fin puedo ver la segunda temporada de esta fabulosa serie estoniana. Filmada durante la pandemia,  Naiste Soda (Guerra de mujeres) sigue a Madame Kukk,  dueña del burdel más elite de Tallin, y a sus pupilas a través del último año de ocupación soviética, de la invasión alemana e incluso de sucesos del pasado que nos llegan vía flashback. (nota, esta es una revisión de la Temporada 2 y habrá spoilers por doquier).

La Baronesa Kukk

Parece un tema sórdido, pero Madame K tiene la virtud de no parecerse a otras series de tema parecido. Las habitantes del lupanar son tan finas, hermosas y dulces que parecen colegialas. En un episodio de la primera temporada, para engañar al padre de una de las prostitutas, el establecimiento es trasformado en un internado de señoritas regentado por “La Doctora Kukk”



 Otra cualidad de la serie que la distancia de retratos de la vida alegre es que no hay escenas de alcoba ni desnudos y que cada pupila tiene una personalidad y pasado propios que ayudan a definirla más que su profesión actual. La misma Brigitte Kukk es una mujer de buena familia. En su juventud estuvo casada con un Barón Báltico y vivió en un castillo. La Gran Guerra la privó de esposo y fortuna, tuvo que dar a su hija en adopción,  y dedicarse a vivir de los hombres.

Basada en la novela del musico, actor y dramaturgo Mart Sanders, la serie daba para varias temporadas, pero se quedó en dos. Al comienzo de la primera vemos a Madame K lograr su sueño de establecer un burdel sui generis, pequeño, íntimo y con una clientela muy selecta. Gracias a la ayuda de su abogado, el astuto y bien conectado,  Elmer Metsla, Brigitte consigue (con el dinero que le sacó a un último marido) adquirir una villa en las afueras de Tallin. La casa era propiedad de un millonario nazi que, como otros alemanes,  hubo de huir cuando la Unión Soviética inició su solapada ocupación de Las Repúblicas Bálticas.

Es ahí donde se establece lo que Brigitte llama “un club de caballeros “ y la chicas denominan “El Gallinero”. Se supone que nadie debe conocer el propósito de la casa. Las chicas no están fichadas con la policía. La clientela llega “recomendada”. Nadie debe saber que en ese sitio se vende placer. “Nosotras no existimos “explica Madame a una nueva pupila ”somos una ilusión”.  El lema del Gallinero es “Amar y Olvidar”. Nunca deben mencionar ni a sus clientes ni lo que oyeron de ellos.




Las Gallinitas del Gallinero

Renate, La Encargada

Para el espectador,  las jóvenes prostitutas no son una ilusión. Yo le tomé cariño a cada una de ellas. La mano derecha de Brigitte es la pelirroja Renate. En la temporada pasada nos enteramos de que es hija de un gobernador de provincia. Se embaraza de un campesino llamado Kristjan Trossmann. Sus padres la obligan a abortar  para luego expulsarla de su casa.

Renate llega a Tallin donde consigue empleo con Brigitte entonces casada con el millonario Kukk. Ayuda a su patrona a tenderle una trampa al marido. No solo Madame Kukk consigue el divorcio, pero también una pequeña fortuna con la que compra la Villa Falkenberg.  Renate se convierte en administradora del negocio y la encargada de las muchachas, labor que desempeña con la firmeza y severidad de una maestra.

La única vez que vemos a Renate perder la compostura es cuando el establecimiento recibe y homenajea a Palusalu, el campeón olímpico de lucha libre. Resulta que Palusalu (un personaje de la vida real) es Kristjan,  el ex amante de Renate. A pesar de estar él casado, reinician su affaire.



En esta temporada los amantes son sacudidos por los embates soviéticos. Renate impide que Kristjan huya a Finlandia, pero no puede impedir que lo deporten a Rusia. Quienes conocen la historia del deportista saben que la ocupación soviética le fue particularmente gravosa. Se intentó deportarlo a Siberia, cuando huyó , fue capturado y condenado a muerte, pena que se le redujo obligándolo a servir en el frente ruso-fines donde Palusalu desertó pasándose al bando finlandés.

Monika, la Ardiente

El polo opuesto de la seria y reservada Renate es Monika,  una ardiente morena que es la más cínica y un poco vulgar del Gallinero. Gran cocinera y buena pianista, es la realista, la que intenta recordarles a sus amigas la cruda verdad de su trabajo. Monika es la más patriota, pero su actitud la hace un personaje amargado. En la temporada anterior es violada por una panda de soldados rusos que irrumpen en el burdel, y en esta temporada descubrimos las razones para su amargura.

Tal vez algunos de ustedes hayan visto el filme estoniano The Kennedy Incident. Fue presentado en el Festival de Cine de Nuevo México y tuvo un breve tiempo en cartelera en USA. Ganó como Mejor Filme en el Festival Europa de Barcelona y en el Festival de Cine de Estambul. En Barcelona también Lisette Pomerantz—quien da vida a Monika— fue galardonada como Mejor Actriz. El filme hoy puede verse en Amazon y en Tubi.



Cuando John F. Kennedy era presidente, la KGB hizo circular un rumor de que en su juventud había tenido amores con una prostituta estoniana de quien había tenido un hijo. Ese rumor es la inspiración para este filme que,  a su vez,  ocupa dos episodios de esta temporada de Madame K.

JFK estuvo en Tallin, de paso a un viaje a Moscú, en el verano de 1939, . Para entretener al joven de 21 años, Irena Wiley, la esposa del embajador polaco,  solicita de su amiga Brigitte Kukk un par de chicas refinadas y angloparlantes, y que no parezcan prostitutas. Debido a que la mitad de su Gallinero se ha intoxicado con mariscos podridos, solo queda Monika, con un inglés rudimentario. Monika invita a su amiga Maali, alias Claudette,  a acompañarla a conocer al americano.

                                                 Monika y su sombrero de Schiaparelli

Maali que habla inglés perfecto ya que fue au-paire en Londres,  ahora está apretada de dinero lo que la hace ser dependienta de una sombrerería de día y por la noche , ser camarera-modelo en el Gloria,  el cabaret más elegante de Tallin. Lo que Monika ignora es que su amiga está en la nómina de la embajada alemana. Los nazis quieren saber a través de Jack Kennedy,  la postura política del gobierno de Roosevelt y su posible intromisión en una futura guerra europea.

En esta nota describo más de la trama,  aquí solo hablaré de la diferencia con el filme. Maali y Monika se reencuentran,  en diciembre de 1940, en un tren que va al interior de Estonia. Debido a la nieve, se ven obligadas a pasar Noche Vieja juntas. Es la primera vez que se ven desde “el incidente Kennedy”. Maali le presenta al pequeño Jaak, el souvenir que le dejó su aventura. Monika revela que también quedó encinta, pero optó por abortar. Maali se guarda su rol de espía o como fue quien separó a JFK de Monika, ya que ese romance no convenia a sus planes.



En la serie le han agregado un par de escenas, nada importante. Cortaron un topless de Monika con un cliente y cambiaron un poco el final. En el filme, Jack le dice a Irena que siempre supo que Maali era una espía, por eso le dio información equivocada, pero deja la impresión de que no sabía que Monika era prostituta. Eso explica que aun borracho,  un año más tarde, crea reconocerla en una vendedora de cigarrillos en Nueva York.

En la serie es Irena quien le dice que Maali era espía y el futuro presidente revela que siempre supo que estaba tratando con prostitutas de lujo. Lo importante es que fue ese romance fallido, la ilusión perdida de dejar la prostitución y el aborto,  los factores que han definido el carácter amargado y belicoso de Monika.

María, La Espía

Fue Monika quien trajo otra amiga al Gallinero de Madame K, Maria la exótica secretaria londinense con voz de mezo-soprano y guardarropa de couturiers parisinos. Maria contó a Brigitte que había sido violada y embarazada por su jefe borracho. Que había regresado a Estonia a procurar un aborto y que quería trabajar en el burdel : “Para vengarme de los hombres”.

Los planes de venganza desaparecieron apenas conoció a Henry Antheil, un joven diplomático estadounidense, que la convirtió en su espía y novia. La idea era que Maria y Henry huyesen rumbo a Helsinki, pero la artillería antiaérea soviética derribó el avión.

El equipo de Mart Sanders se la ha arreglado para que regrese esta temporada Maria desde el más allá. El burdel recibe la visita de una joven que dice ser “amiga” de Maria y que viene a entregarle un diario que olvidó en su casa. La muchacha no se altera al saber el triste fin de su “amiga” y habla con mucho deprecio de María diciendo que era una mala mujer y que merecía acabar en un lupanar.



 Brigitte lee el diario y descubre el verdadero pasado de su ex pupila. El diario inicia con Maria en Londres. Joven virginal, llena de ilusiones, está feliz que la embajada costee sus gastos y estudios del Bel Canto. Además, le han conseguido empleo como secretaria del reconocido periodista y novelista Graham Greene.

Los sueños de Maria se acaban cuando una funcionaria de la embajada la interroga sobre el motivo por el cual se niega a ser modelo del autor de El Poder y la Gloria cuyo hobby es la fotografía. Ruborizada, Maria dice que su patrón prefiere los desnudos. Impaciente, la funcionaria le hace ver que Graham Greene está interesado en Maria. Por algo ha enviado a su esposa e hijos al campo.

Finalmente, la funcionaria le revela a la atónita joven que Graham Greene es un agente de MI6, que su supuesto viaje a Francia en realidad fue a Polonia donde tuvo reuniones cuyo propósito era ver las acciones que debería tomar el gobierno británico en caso de una invasión alemana. En Estonia quieren conocer el contenido de esas reuniones. Es lo tendrá que averiguar Maria seduciendo a su jefe.

                            María es forzada a convertirse en Mata Hari

No hay chantaje, pero Maria sabe que si se niega perderá el empleo , los privilegios y tendrá que volver a Tallin. Eso la hace aceptar la misión. Hacen venir una peluquera y un modisto para que la arreglen y la vistan ultra glamorosa y que se aparezca esa noche haciendo creer a su patrón que viene de una fiesta. María consigue el efecto deseado (con el mismo vestido con el que enamoró a Henry en la anterior temporada) y Graham Greene la besa, pero no la presiona para más.



 Esa noche, Maria,  en ropa interior,  baja y fotografía los documentos del viaje a Polonia. Su jefe baja también y la descubre. La espía no tiene más remedio que decirle que lo estaba buscando, se quita la bata y queda en un lingerie mínima (muy moderna parece un anuncio de Victoria’s Secret).



Así inicia un affaire veraniego en el que Graham Greene ni se entera de que lo están seduciendo. Maria no parece estar descontenta puesto que se lamenta cuando él la despide ya que vuelve su familia. Esa fue la razón por la cual la aspirante a espía retornó a Tallin, pobre,  embarazada, y llena de rencor. Ahí acaba el diario, pero la amiga ha escrito un mensaje para Maria en la última página. Le echa en cara de que su plan de vengarse de los hombres tuvo éxito. La acusa de haber seducido a su hermano y haberlo empujado al suicidio.

Brigitte arranca esa página y le entrega el diario a Monika. Esta se burla del hermano suicida refiriéndose a él como un bully borracho que acosaba a Maria. Madame Kukk le dice que le lea el diario a las muchachas para que se sientan orgullosas de su compañera. No veo tanto motivo de orgullo. Este episodio nos revela que Maria era una espía profesional que se vendía al mejor postor, una mentirosa que gustaba hacerse la víctima. Tal como en su narrativa el pobre Graham Greene pasa a ser un violador borracho, tal vez ella fue la causa del suicidio de su supuesto “acosador”.

Linda y Anastasia,  Víctimas de La Ocupación

No fue María la única adición nueva al Gallinero. Su rival fue la pequeña Linda, la adolescente que llegó del campo a Tallin a abortar. Luego que Madame Kukk la socorrió,  acabó en el burdel y acabó con un ojo en compota cuando su primer cliente, un soldado ruso,  la golpeó. Este año, Linda, es la más optimista, la que pone el toque alegre en la lúgubre atmosfera del burdel. Todo cambia cuando llega de improviso, su hermano Kalle. Los rusos han deportado al padre y a otros hermanos. Kalle ha logrado huir. Por ayudarlo, Linda desaparecerá en una redada de un club hecha por soldados soviéticos.



Otra víctima será la voluptuosa Anastasia, la rusa blanca hija de un general fusilado por los bolcheviques. Esta temporada, Stassi , aparte de teñirse el cabello negro, es golpeada por una sargento soviética y deportada a Siberia. Tantas desdichas no parecen accidentales. El Gallinero debe rendirse a la evidencia. Hay una traidora entre ellas.



¿Fue Vivian La Traidora?

Al inicio de esta temporada Vivian, la rubia pintora,  sigue recibiendo comisiones para retratos, después que conquistó a las turbas soviéticas con sus posters del Camarada Stalin.  Esta temporada la pasión de Vivian por el comunismo se cimenta cuando recibe comisiones de cuadros de esposas de generales, su arte es exhibido en competencias de pintores amateur y recibe una beca para estudiar arte en Tartu. Sin embargo, el ser la comunista en residencia en un momento en que los soviéticos se han vuelto ocupantes brutales, hace que las demás niñas la miren con recelo.



Vivian comienza a establecer distancia con sus amigas y habla de irse a vivir fuera de la villa. Se marcha, posiblemente con los ocupantes,  a Moscú, dejando pruebas de su traición por doquier, pero como es una serie llena de sorpresas, es posible que Vivian solo sea culpable de ser comunista.

Otras candidatas: Alice y Carola

Fue Vivian quien trajo al club de caballeros a Alice Ottmann. Judía, de buena familia, Alice ha repudiado los sueños de sus padres para ella de casarse bien o de estudiar contaduría (en mi tiempo era una de las pocas profesiones que los judíos ortodoxos permitían a sus hijas).En cambio,  ha optado por ser rebelde, comunista y prostituta. En su nuevo empleo en el Gallinero de Madame Kukk, a veces atiende a jóvenes que fueron parte de su círculo de amistades y así esta temporada se ha enredado con miembros de la resistencia antisoviética e incluso con un agente de los servicios de inteligencia finlandeses (estamos en vísperas de la nueva Guerra Ruso-Finesa)



Esto altera a Madame K, a quien se le ha metido en la cabeza que Alice es su hija perdida. Aún más cuando se sabe que es adoptada. A nadie parece sorprenderle que una devota comunista apoye a los resistentes antisoviéticos, o que alguien que sea nominalmente judía, se involucre con gente que o colabora con los nazis o esperan que los alemanes rescaten Estonia de los rusos. A mí me huele que Alice es espía, pero tanto Brigitte como Herra Metsla sospechan más de Carola-Elsa que es solo nominalmente germana.

Como recordarán, Carola se apareció la temporada pasada en la Villa Falkenberg, unos días después que El Gallinero tomase posesión de la casa. Fingiendo haber sido criada ahí,  encontró trabajo en la cocina. Proua Kukk descubrió que escondía un secreto. Carola era en realidad Elsa Falkenberg. Unos días antes que Los Falkenberg huyeran a Alemania,  ella, en defensa propia, mató a su padre (que en realidad era su padrastro).



Elsa también descubrió que Falkenberg era un doble agente que vendía información tanto a nazis como soviéticos. Es ella quien ayudó a los nuevos invasores a descubrir un traidor entre sus filas. Poco después,  Elsa pasó a ser otra de las pupilas del burdel. Esta temporada, Carola es otra que está en peligro debido a que su pasaporte es alemán. Metsla descubre que Elsa tuvo otra hermana, Veronika. Carola se turba al recordarla y balbucea que murió en la infancia. ¿Será cierto?

 ¿Quién es en realidad Carola-Elsa? Recordemos que fue Metsla quien la introdujo en la Villa Falkenberg. Como nota el esposo de Brigitte (si,  el mítico Barón Báltico resucita y en uniforme de la Wehrmacht) todo indica un plan siniestro del abogado en el que quedó atrapada su amante-clienta y sus muchachas.



Filmada durante la pandemia, La Guerra de las Mujeres tiene lugar en interiores, escenas cortas, con pocos actores lo que hace que muchos personajes no aparezcan mucho. El vestuario sigue siendo espectacular, la decoración esplendorosa y los arreglos musicales de Mart Sander son tremendamente adecuados para la época.

Lo principal es la atmosfera, las imposiciones del COVID ayudan a crear esa sensación sombría, escueta, claustrofóbica donde todos se sienten en peligro y ya no se sabe en quien confiar. Hay cada día nuevas arbitrariedades soviéticas, ejecuciones, deportaciones y torturas. Mas actos de resistencia que involucran a clientes importantes. Brigitte desconfía de todos principalmente de su abogado-amante que anda muy compinche de los invasores.



En el episodio 5,  la temible NKVD arresta a Madame K. Tras un interrogatorio de diez horas, Brigitte descubre que ella es un enemigo del estado, por ser baronesa, por ser un parasito, por ejercer una profesión que, según el pensamiento marxista, fomenta un vicio burgués. Proua Kukk tiene una sola salida, revelar secretos de Elmar Metsla. Los soviéticos también sospechan de él.



 La serie nos muestra el clima de terror que se vive en Tallin entremezclando la ficción con casos reales. Efectivamente, la cantante de ópera Gemma Murre fue arrestada minutos antes de salir al escenario, como vimos en el primer episodio. Lo que no vimos es que, aun estando embarazada, fue torturada. Su hijo nació y murió en el tren en que la enviaron a Siberia.



En el capítulo sexto conocimos a Raimond Valgre, el mejor exponente de música swing de su época y en el octavo, él es arrestado junto con Linda. En la serie y la vida real, fue deportado y obligado a unirse al Ejército Rojo. A diferencia de Palusalu, no pudo desertar. Acabada la guerra, alcohólico y prohibido por Stalin de tocar y componer su música (demasiado “occidental”) , murió en un accidente en 1949.



Lo que más impresiona de esta serie es la lección de historia de Estonia. El ver que su escaso territorio y posición geográfica la ponía en situaciones precarias. Desde los días de los Caballeros Teutónicos que la presencia alemana en Estonia fue fuerte y desde los días de Iván El Terrible que Rusia y el Sacro Imperio se la habían disputado. La única época de tranquilidad del País Báltico fue cuando,  bajo Suecia,  formó parte del ordenado mundo escandinavo. Pero para el Siglo XVIII, Los Países Bálticos pasaron a ser parte del imperio ruso.

Los estonianos pelearon dos guerras una en contra de los bolcheviques y otra en contra de Alemania (Landwehr), para,  en 1919 lograr su independencia. Brigitte Kukk recuerda haber sido enfermera durante la Landewehr, lo que demuestra su adhesión a Estonia libre.



En la serie, la Ocupación Rusa de 1939 ha puesto fin a la independencia del pequeño país y tiene a los personajes añorando la presencia alemana que creen que los liberará de los soviéticos. Nos puede resultar chocante y hasta desagradable,  ese anhelo de ser invadido por los nazis, pero se explica ante esta situación política que vive el país.



La invasión alemana tampoco fue idílica, se apoderaron de Estonia como siempre habían querido y el retorno soviético fue brutal y revanchista. Estonia dejaría de ser una nación pasando a ser parte de la U.S.S.R. hasta la “Revolución Cantada” de 1990. La historia de Estonia en el siglo XX es trágica y contradictoria. ¿Será por eso que Mart Sanders nunca ha querido/podido filmar el final de su trilogía?  

Tenemos que contentarnos con ver estas dos excelentes temporadas que el público angloparlante puede apreciar en todos los países que tienen acceso a Walter Presents. En USA pueden verse por PBS Amazon o Thirteenth Passport . Me ha sorprendido ver que tiene una nota alta en IMDB y buenas reseñas de gente que la ha visto en esas plataformas.

 

martes, 20 de agosto de 2024

El Fin del Juego de Tronos Vikingo: Tercera Temporada de Valhallah: Vikings

 



Aunque muchos fans queríamos que siguiese por sécula seculorum,  ya se sabe que Netflix no gusta de ir más allá de una tercera temporada, y Valhallah-Vikings no es una excepción.  Aviso desde ya que habrá spoilers.

En esta tercera temporada vimos batallas por tronos ingleses y escandinavos y a los Hermanos Erickson saltar de isla en isla. Tras derribar fortalezas sarracenas y encontrar un mapa misterioso en Corfú,  Leif emprendió un viaje de regreso a Kattegat. Tras ser destruida su isla de Jormsborg, y un agridulce regreso a Groenlandia, su hermana Frejdis se le reunió para emprender juntos un viaje al Nuevo Mundo. Como el final estuvo más que abierto, podrían hacerse (pero no por Netflix, please) varias series centrándose en diversos personajes.

Los viajes de Frejdis

Comencemos por el arco que menos me interesa. Han pasado siete años y Frejdis sigue siendo líder espiritual del último bastión pagano de Escandinavia. En Jomsborg se vive con tranquilidad gracias al “Pacto de damas” entre Frejdis y Elfigu, madre de Sven,  el Rey de Noruega. Frejdis tiene tiempo hasta para el amor (Harald pasó a perdida). Su compañero es el forastero Sighir, que ha traído de la India potentes medicamentos y una nueva manera de pelear. Frejdis lo pone de maestro del pequeño Harald y le da empleo también en su cama.



La tranquilidad paradisiaca de Jomsborg se ve sacudida cuando les llega de Kattegat un barril de harina envenenada. Aunque Sighir consigue un antídoto, no puede evitar la muerte de medio villorrio. Lo peor es que se dan cuenta que quien los ha envenenado también viene en camino para acabar con los sobrevivientes.

Efectivamente, avistan en la bahía dos barquitos que traen a un puñado de soldados, varios frailes y a Magnus Olafson que viene en busca del cadáver de su padre, San Olaf, para darle cristiana sepultura. Utilizando el elemento sorpresa, Frejdis les roba los barcos y pone proa rumbo a Groenlandia donde la espera Erik,  El Rojo, su padre. Interpretado por el croata Goran Visnic , que un día robase mi corazón en ER, Erik recibe contento a su hija y a su nieto. Tan contento que no desea dejarla marchar.



Harald en Bizancio

Entretanto nos vamos a la soleada Sicilia. Romanos, Emperador de Bizancio,  está sitiando una fortaleza sarracena. Lo acompañan las tropas del legendario general Yorgos Maniakes y su Guardia Varingia liderada por Harald, pretendiente al trono de Noruega. En estos siete años, el personaje de Leo Sutter se ha cubierto de gloria y de oro, peleando por su emperador al que también sirve de guardaespaldas, pero quien decide esta batalla es Leif Erickson.

Con su sapiencia e inventos, el hermano de Frejdis se ha convertido en el Mago Merlín de Romanos. Ahora pone una trampa de explosivos que abren túneles que permiten a los bizantinos entrar en la fortaleza de Siracusa. El Emir se niega a rendirse puesto que viene una flota de África a levantar el sitio. Para evitar más muertes le ofrece a Romanos una solución. El emir luchará contra el hombre más fuerte de los bizantinos. Si pierde les entrega la fortaleza con la condición de que se respete la vida de las mujeres y los niños.



Romanos acepta. Maniakes, que ya le tiene envidia a Harald, se molesta al ver que será el vikingo,  el campeón escogido. Entretanto Leif, quien colabora no por gloria ni oro sino como Hermione Granger, por sabiduría, se encierra en la biblioteca de la fortaleza. Harald gana la batalla. Contento,  Romanos regresa a Bizancio. Antes da permiso a sus hombres de saquear la fortaleza, pero exige no hacerle daño a nadie.


Maniakes,  que es un sádico, encierra a las mujeres y a los niños en un patio. Desde las almenas,  los cubre, de ácido sulfúrico (robado a Leif) y les prende fuego. Harald y sus varingios no pueden salvar a las antorchas humanas. Ensimismado en un misterioso mapa, Leif se entera demasiado tarde de lo sucedido. Cuando enfrenta a Maniakes, este burlón, le dice que el asesino es el vikingo, puesto que fue su invento el que masacró a la población de la fortaleza.

A Leif le baja el síndrome de Oppenheimer, ahora   rechaza toda su sapiencia. De regreso a Constantinopla, quema su biblioteca, le regala su astrolabio a Harald y se marcha a Grecia en busca del cartógrafo que delineó el enigmático mapa. Leif cree que es una tierra misteriosa que una vez avistó desde el barco de su padre. O sea, la costa de Massachusetts.

Entretanto, Maniakes y Harald vuelven a Constantinopla donde son nombrados Spartakocandidatos (o algo así),  un título que los hace los hombres más importantes del reino después del emperador. Leif tiene fortuna, tiene poder, puede irse, pero Romanos no quiere quedarse sin guarura y el vikingo no quiere quedarse sin Elena (a la que ahora llaman Zoé). Ni siquiera una visita del Tío Yaroslav,  que le recuerda que tiene un hijo de siete años al que no conoce,  lo anima a moverse. La ambición del noruego sobrepasa sus sentimientos paternales. Quiere volver a Escandinavia en sus propios términos, millonario,  y con otra rubia del brazo.




El problema es que, como todos los amantes furtivos, Harald y Elena-Zoé son descuidados. Maniakes está con el ojo avizor esperando encontrarle su lado flaco al vikingo. Le encuentra el lado gordo, y de una patada en el trasero manda a Harald a las mazmorras, acusado del asesinato de Romanos. Para proteger a Elena, el vikingo debe acusarse de intentar violar a la emperatriz.



Emma y Canuto van a Roma

Dejemos a Harald en un calabozo y pasemos a lo mejor de la serie: Emma y Canuto. Sus Majestades están en Roma buscando audiencia con el Santo Padre, pero hay un cardenal enredoso que insiste en ser interprete a pesar de que Emma habla un latín muy fino. El Papa ha aceptado nombrar al bandido Olaf como santo patrono de Noruega y está contento con la labor evangelizadora de Canuto, pero exige que erija 300 iglesias en Inglaterra para que el Vaticano lo reconozca como un ‘rey cristiano” y le dé su apoyo político.  Canuto se altera, y la reunión termina mal.

Godwin, siempre diplomático, arregla la situación llenándole los bolsillos al cardenal con oro inglés. Esto enoja a Canuto que anda medio tacaño y a Emma—que sigue con su tirria en contra del Conde de Wessex—porque “hay otro modo de hacer las cosas” La reina arregla otra reunión con el Papa. No está presente el cardenal. Bueno,  sí, pero no como quisiese.



Los Reyes de Inglaterra para demostrar su lealtad al Papado le han traído un regalito: una caja que contiene la cabeza del cardenal (WTF). El asustado pontífice se olvida de sus 300 iglesias . ¿Pero es ese el modo de hacer las cosas, Emma?

La reina sigue triunfando. Canuto despide a Godwin y lo manda a Dinamarca a contarle a su padre lo bien que les fue en Roma. Para eso hubiese mandado un cuervo. Ya sin su fixer,  el Rey y su consorte retornan a Inglaterra. En el camino se detienen en tierras normandas. Ahí conocen al futuro heredero del ducado de Normandía, Guillermito que algún día recibirá el mote de “El Conquistador”. Ahora el pobre es una sombra tímida que en todo obedece a su siniestro tío Gualterio.

Los monarcas ingleses han venido a visitar a los hijos mayores de Emma. Podrían ahorrarse el viaje porque Eduardo, futuro ‘El Confesor” no quiere ver a su madre, la rechaza por su abandono y se porta patán con el padrastro. Le toma toda su arte diplomática a Canuto reconciliar a Emma con su hijo. A propósito, el Papa exigió a Canuto que nombrase un heredero y la serie juega con la posibilidad de que Canuto escoja a su hijastro antes que a Hardicanuto, el hijo que tuvo con Emma. Pues que se apure porque ya hay otros que quieren el trono.

En Roskilde, Godwin se reencuentra con Gytha y sus hijos. Su esposa le presenta al primo Harald (muchos Haralds en este cuento), que quiere ser rey, lo normal siendo el primogénito de Canuto. Llegan los wendos y se raptan a Gytha. Godwin corre a salvarla y ella lo salva a él. Tal como Emma y Canuto, aquí hay otros matrimonios en donde la igualdad ayuda a la armonía (sorprendentemente lo mismo pasa entre Romanos y Zoé) .



Aparece El Barbas de Tenedor y resulta que el vejete quiere ser rey de Inglaterra. ¡Hasta los gatos quieren zapatos!. Godwin le sigue la corriente, pero ayuda a Harald a matar al abuelo.  Y me detengo aquí . No más spoilers, porque prefiero pasar a la historia real y ver como en esta serie se mata a quienes ya están muertos y se resucita a otros.

Jomsborg

Como no se sabe con seguridad si existió, lo que pase en esta isla son solo conjeturas. Por un lado, las gestas dicen que fue Magnus Olafson que acabó con este bastión de paganismo. Por otro, sabemos que Frejdis nada tuvo que ver con Jomsborg, puesto que los hijos de Erick el Rojo nunca fueron a Europa, vivieron casi medio siglo antes que los acontecimientos narrados por Valhallah y podemos asegurar que todo lo que se relaciona con Leif y Frejdis es nacida de la imaginación de Jeb Stuart. Quizá por eso, es que Leif fue el personaje más agradable de la serie y su hermana el más irritante.

Magnus consiguió la corona de Noruega de manera menos violenta que en la serie. Elfigu no era la cuarta parte de sensata que lo que la retrata Valhallah. Era una pésima regente, su gimiente pueblo estuvo más que contento que sacudirse su yugo y reemplazarla por Magnus. Hasta la reina Emma lo apoyó, lo que demuestra que esa escena de féminas haciendo las paces en Kattegat nunca ocurrió.



Harald Hardrada

Las sagas de Harald Haraldson o Harardrada mencionan su estadía en la corte bizantina, su liderazgo de la Guardia Varingia y su participación en innumerables batallas incluyendo una en contra del emirato de Sicilia.  Su pugna con Yorgos Maniakes durante esa campaña no es cierta ni tampoco que haya sido el guerrero que derrotó al Emir de Siracusa. Quien lo hizo en un solo combate fue un caballero normando,  Guillaume de Hauteville. Como que le tomó el gusto al sol siciliano porque la isla pasaría al poder de su casa, Los Altavilla,  por más de un sigo. Otro tema para serie.

Volviendo a Harald, se sabe que acumuló grandes riquezas que dio a guardar a Yaroslav de Kiev. Lo turbio es el motivo de su caída en desgracia que lo lanzó a la mazmorra de la cual hubo de huir.

Esto es lo que se dice que pasó y lo que inventó la serie. Debido a que no eran contemporáneos, Harold y Leif no fueron compañeros de armas, amigos del alma ni cuñados.  Harald nunca fue rival de Maniakes. Harald no fue acusado de asesinar a Romanos porque este murió el año en que el vikingo llegó a Constantinopla.



En total,  Harald vería el reinado de cuatro emperadores. La muerte de Romanos fue provocada por su esposa Zoé que quería poner a su amante Miguel IV en el trono. Fue a Miguel a quien más sirvió el vikingo. Este emperador falleció dos años después de sentarse en el trono y dejó a su sobrino Miguel V de reemplazante.

Fue por aquel entonces que Zoé acusó a Harald de haber violado a una dama de la corte. Otros dicen que fue al calabozo por haber estafado al emperador,  y las malas lenguas cotorrean que a Harald se le subieron los humos a la cabeza y quería casarse con una sobrina de Zoé (o nieta que la emperatriz era una abuela cachonda) quien le tenía echado el ojo al vikingo.

El caso es que Zoé ya tenía otro amante, Constantino que quería ser emperador. Hubo una revuelta y Harald aprovechó de fugarse. Se fue a Kiev donde recogió la fortuna que el tío Yaroslav le estaba guardando y, de paso, se casó con su prima Elizaveta. Con reina y todo llegó a Noruega y tras escaramuzas con su sobrino, encontró una solución salomónica. Ambos compartirían el trono. Magnus aceptó, previo recibimiento de un mega soborno de parte del tío.



Gobernaron en conjunto hasta que Magnus se cayó por la borda de un barco vikingo, no se sabe si empujado o de puro borracho. A pesar de que los reyes noruegos intentaron apoderarse de Dinamarca nunca pudieron vencer a Sven. El modo de Harald de llegar al trono fue más refinado. Su hija Íngrid se casaría con el hijo de Sven y seria coronada reina de los daneses.

Canuto y Emma

Es cierto que los reyes de Inglaterra visitaron Roma en dos ocasiones. Una para asistir a la coronación de Conrado II como Emperador de Sacro Imperio Romano y la segunda fue para afianzar su posición como monarcas cristianos. Aunque Canuto hizo público su arrepentimiento por pecados pasados, ese era un mero trámite exigido aun a los reyes.  Su relación con el Papa Leon IX fue excelente. No hubo interferencias de cardenales. ni siquiera se sabe si Godwin lo acompañó.

Antes del primer viaje a Roma, ya Canuto había elegido a su sucesor: el mayor de los hijos que Emma le había dado: Hardicanuto. A la muerte de Canuto, en 1035, su primogénito, Harald disputó el derecho de su medio hermano al trono inglés. Godwin se puso de su parte, no se sabe por qué . Hardicanuto quedó como rey de Dinamarca, su madre huyó a Brujas, y Harald comenzó un mal reinado ya que, a diferencia del fortachón de la serie, era tuberculoso. Entremedio,  se hizo odioso al asesinar a Alfredo, el menor de los hijos que Emma había tenido en su primer matrimonio.



Tras dos años de reinado,  Harald estiro la pata. Hardicanuto ocupó su sitio. Emma exigió venganza. El cadáver de Harald fue desenterró, decapitado y arrojado al Támesis. Emma exigió muerte para Godwin que había asistido a Harald en la captura de Alfredo, pero el astuto Conde de Wessex le envió al codicioso rey un navío de lujo y Hardicanuto lo perdonó.

Hardicanuto no supo seguir el legado de su padre, ni siquiera se casó y no dejó herederos. Murió borracho en medio de un ataque de epilepsia.  A su muerte, los ingleses se alejaron del linaje vikingo y coronaron como rey a Eduardo, el Confesor, primogénito de Emma. El avispado Godwin casó a su hija Edith con el nuevo rey. Como padre de la reina tuvo mucho poder. Falleció de una súbita apoplejía sin ver su sueño cumplido: su hijo, rey de Inglaterra. A la muerte de Eduardo, sin tener él hijos, su cuñado Harold Godwinson seria coronado rey de los ingleses

Godwin realmente merece una serie para él solo o para su linaje. De él descienden todos los reyes actuales. Sus descendientes reinaron desde Hungría hasta Castilla. Isabel La Católica y Fernando de Aragón fueron sus tatatarataranietos. Sus bisnietos reinaron en Bizancio, Bulgaria, y Polonia. El linaje de Godwin reemplazó al de Harald Hardrada en Noruega y gracias a La Loba de Francia,  los genes del Conde de Wessex retornaron al trono inglés.



Aunque los Plantagenet acaban con Enrique IV, la terca estirpe de Gowin continua gracias a Los Beaufort, Condes de Somerset. Margaret Beaufort será Su Majestad,  la Madre del Rey, cuando su hijo Henry Tudor sea coronado Rey de Inglaterra. Joan Beaufort será Reina de Escocia. Carlos III de Inglaterra desciende directamente de Godwin gracias a su sangre Tudor y Estuardo.

Contenido Violento y Gory: Es una historia de vikingos ¿qué se puede esperar?  Lo más Gory fue la cabeza del Cardenal.

Contenido Sexual y Desnudos. Desnudos acostumbrados de Frejdis. No hay mucho que comentar

Factor Feminista: Nunca veré a Frejdis (muy diferente a la histórica) como un icono feminista. Esa escena en el capítulo final que es rescatada por Harald y Leif de la hoguera y lo primero que hace es gritarle como energúmena al hermano porque no la dejó matar a Magnus fue ridícula. Mejor ejemplo de vikinga lo dio Gytha. Emma que siempre me ha parecido un ejemplo de poder femenino traicionó el personaje, mejor dicho, lo ensució con esa última presunción de que dominaría a su hijastro seduciéndolo. Emma nunca fue como las emperatrices bizantinas que gobernaban desde la cama.



Al final que el único personaje de mujer fuerte fue la monja a quien Leif conoce en Grecia. En una serie que se ha caracterizado por su odio parido por la Iglesia Católica (ya pareciera que Jeb Stuart, como Himmler, quisiera que regresáramos al paganismo vikingo) es refrescante encontrar a una mujer que ha encontrado fe, propósito, y expiación en construir una ermita con sus propias manos. Cuando Leif dice que no puede creer en un dios tan bobo que puede perdonar los pecados, la monja le recuerda que lo que D-s hace no es perdonar sino en ayudar al pecador a perdonarse a sí mismo.

Factor Diversidad: La diversidad del mundo conocido para los europeos de esa época se hace presente en esta temporada mostrándonos diferentes grupos étnicos desde los wendos hasta los sarracenos. Curioso, a pesar de que muchos capítulos fueron dedicados a Groenlandia, no aparecieron inui






miércoles, 14 de agosto de 2024

Adiós al Hotel Andersen: Gran Final de Badehotellet.

 


El final de Badehotellet me ha dejado con sentimientos encontrados. Después de diez temporadas, da tristeza decir adiós a las playas danesas y a sus veraneante a los que seguimos desde 1928 a 1947, pero también me ha dejado un poco de frustración. Aunque todo quedó en su lugar, se pudo hacer más con estos nueve episodios que cerraron la serie más vista de la televisión danesa.

No voy a gastar tiempo contando la génesis de la serie. Ya lo he hecho en otras entradas, solo explicar que desde el 2013, hemos visto la evolución de un grupo de daneses de clase alta que se reúnen todos los años a veranear en el Hotel Andersen en la Península de Jutlandia. A la par de los personajes, conocemos al personal del hotel,  cocineros y camareras. Las relaciones entre el mundo de Arriba y Abajo,  y entre los huéspedes,  proveen la trama.

A partir de la sexta temporada, la historia europea y el mundo real irrumpieron en la tranquilidad playera y pusieron tanto al Andersen como a sus huéspedes en situaciones limites antes, durante,  y después de la Ocupación Alemana de Dinamarca. Se esperaba que la serie , cuyas últimas temporadas fueron filmadas durante la pandemia, acabase en una novena temporada. Solo que había cabos sueltos y,  para darle un final digno,  se creó esta décima temporada que paso a reseñar.

Como son muchos personajes, voy a ir de arco en arco. Mi comentario general es que se vuelve interesante cuando tocamos el tema de la historia inmediata con el Juicio de Nuremberg, la terrible situación de la Alemania de la posguerra y la situación de los alemanes refugiados en Dinamarca.

Lo peor es cuando se retrocede,  la evolución de los personajes desaparece y volvemos a foja cero con las egolatrías de Edward Weyse, la decidía egoísta de Hjalmar Aurland ante el amor que le brinda una mujer más joven, las dudas de Ditmar sobre vivir abiertamente su homosexualidad, etc.. Incluso el tema central (y el más soso)las marrullerías de Georg Madsen y la preocupación de que el Hotel Andersen caiga en manos peligrosas,  ya han sido archi vistas en temporada pasadas.



La serie acaba en el verano de 1947 y es un final muy excéntrico. Se supone que, bajo la nueva administración, Lidya Fjeldso celebrará sus 75 años de vida. Para eso ha invitado a personajes de otras temporadas, ¡pero nunca llegamos a ver la fiesta ni a los invitados! Hubiese sido estupendo volver a ver a todos los que nos dejaron como Vera, Ane, los Mellizos Frigh. En cambio, vimos a…

Amanda

La gran razón por la cual se filmó esta última temporada fue para clausurar de manera digna y sensata la historia de Amanda , la heroína de facto de la serie. De la adolescente mimada, hija de un rico mercader,  de la primera temporada, Amanda ha comenzado un viaje de madurez que la lleva a ser asistente de director de cine, publicista y dueña del Hotel Andersen.



La mayor evolución es en el plano romántico. A sus diecinueve años Amanda pierde su virginidad borracha con el pescador Morten, se casa obligada con el Conde Ditmar, comete adulterio, se divorcia, se casa por su amante quien la abandona por una secretaria a la que ha embarazado. Un segundo divorcio empuja a Amanda, de más de 30 años, a madurar, a olvidarse de los hombres y a administrar el hotel en un momento de crisis para Dinamarca.

En 1940 vimos a Amanda a luchar contra las exigencias de los alemanes comandados por el joven teniente Uwe Kiesling que inmediatamente demostró un interés—no reciproco— por la dueña del hotel. Un año más tarde, Amanda ya no pudo resistirse y tuvo un breve interludio antes de que Uwe se marchase a Rusia. Uwe se perdió en el Frente Oriental y Amanda tuvo que ver su hotel requisado por los nazis y ella se ocultó por un par de años.

A su regreso, en 1945, el hotel la está esperando a ella y a la pequeña Frida. Aunque Madsen ha creado un ficticio padre ausente y sueco para su nieta, el público sabe que es hija de Uwe de quien Amanda no ha tenido noticias en cuatro años. Finalmente, Amanda descubre cartas perdidas de su amante. Mientras convalecía de sus heridas,  Uwe se unió a la Resistencia Alemana. Desde el atentado contra Hitler se oculta en las Montañas de Harz.



Al final de la temporada pasada, Uwe había intentado llegar donde Amanda en Dinamarca y había acabado preso en un campo de refugiados alemanes dirigido por un Morten que ahora es oficial de las Fuerzas Danesas Libres. Un año más tarde, Amanda tiene prohibido ver y escribirle al ex teniente, pero se las arregla para encontrarse con él y presentarle a su hija. A Frida le cuesta poco contarle a Otilia (que ahora es su institutriz) que conoció a su padre y mostrarle una foto.




Otilia reconoce al alemán. Como buena patriota enfrenta a su jefa y Amanda la convence de que Uwe nunca ha sido nazi. Otilia lo entiende, pero ninguna se da cuenta de que el teléfono esta descolgado. Alguien escucha la conversación y pronto todo el hotel se entera que su dueña fue “colaboradora horizontal”. La Brigada de la Cocina es la primera (a pesar de los gruñidos de Edith) en aceptar el romance de Amanda.

Mas difícil es convencer a los huéspedes que se queden en la casa de quien es vista como traidora y ramera. Hasta Weyse se permite unos chistecitos ordinarios. Finalmente, el cariño que le tienen a Amanda, a quien conocen desde niña,  los hacen recapacitar, entenderla y perdonarla.




No ocurre lo mismo con el pueblo que se convierte en un hervidero de chismes y nadie quiere venderle productos a “la puta de los alemanes”.  En medio de tanto clamor, Uwe recibe la oportunidad de regresar a Alemania a testificar en el Juicio de Nuremberg. Él solicita que lo acompañe su familia danesa. Amanda y su teniente se casan apurados (con Morten oficiando la ceremonia).



Antes de viajar a Alemania, Amanda debe vender el hotel. Ahí se arma una añeja trama que recuerda a las primeras temporada con los peores compradores a punto de apoderarse del Andersen y como este negocio altera a los huéspedes. Tristemente,  Amanda desaparece de la trama central en el cuarto episodio.

 Solo hace apariciones fugaces desde Alemania donde reconcilia a Uwe y con su padre y se instala en el palacete Kiessling, mientras su esposo trabaja en la alcaldía en la reconstrucción de Hamburgo. En el episodio final, un año más tarde, Teresa menciona que le ha nacido otro nieto en Hamburgo. Me pareció un mal final para la protagonista de la serie.



Los Madsen

Desde la primera temporada, que Georg Madsen ha sido el cuasi villano de la serie con sus tortuosos negocios y su egoísmo con su familia. Recordemos que fue quien acusó a Morten de asesinato, quien vendió a su hija al Conde Ditmar y quien caminó en la cuerda floja en sus aventuras financieras con los nazis durante la Ocupación. Pues en su última temporada sigue en sus enredos financieros, dedicando su verano a perseguir nuevas ambiciones, impidiendo a su sufrida esposa, Therese, a gozar de su estadía en el Andersen.

En 1946, Madsen está descontento porque en la economía de posguerra no tiene muchas oportunidades de construir. Conoce a un restaurant a John Henry Seerup, un danés que ha hecho fortuna en America y lo convence de venir al Andersen. El plan de Madsen, que Therese no comparte, es convencer a Seerup de llevárselo a Estados Unidos y hacer negocios allá.




Ya conocemos el modus operandi del mercader/constructor, combinar servilismo extremo con grandes gastos. Seerup queda encantado con el Andersen, con el servicio, con los huéspedes y con la zona. Se convierte en un candidato para comprarlo cuando Amanda lo pone en venta.  Su mujer, una estadounidense altiva que deprecia todo lo danés,  planea transformar y expandir el hotel.



Sus planes asustan, enojan y preocupan a los huéspedes,  acostumbrados a sus reuniones anuales en un lugar que consideran como propio. De eso se trata casi toda la serie. Realmente yo esperaba más de los Madsen, más de Amanda y en algún momento esperaba volver a ver a Vera, su hermana de la que nadie habla. Al final dicen que Vera, Robert, su esposo judío, y sus hijos vendrán a la celebración del cumpleaños de Lydia Fjeldso, pero nunca aparecen ya que nunca llegamos a ver esa fiesta.



Los Weyse

En el final de la Temporada 9 dejamos al ególatra actor muy conmovido contemplando la posibilidad de contarle a Sarah Fjeldso que era su verdadero padre. Nos imaginamos que de eso se trataría esta última temporada. ¡Para nada! Edward Weyse sigue siendo tan narcisista y desligado de la realidad como siempre. Solo una vez se mencionó el nombre de Sarah y nunca supimos si ya sabía quién era su padre biológico.

Weyse,  en esta temporada,  es una repetición de sus primeros años en la serie. Tan acartonada es su interpretación que hasta afecta su música. No es accidental puesto que Mrs. Seerup le dice al marido que apenas compren el hotel contratarán a otro pianista.

Como siempre,  los problemas de los Weyse giran en torno a la obsesión de Edward con su carrera. El actor ha decidido probar un nuevo rumbo y dirigir su primera obra teatral en la cual también funge como actor. La obra escogida es la última pieza de Ibsen Cuando despertamos los muertos.  ¡Yo no sabía que tenía tan mala prensa! A mí me encanta. Weyse viene a darse cuenta de lo difícil, confusa y densa que es la obra bastante después de haber aceptado el desafío de ponerla en escena. Como siempre, no la ha leído,  esperando que sea su sufrida esposa la que lo haga por él.





Helene se niega a seguir siendo asistente sin paga y acepta su propio desafío. Ser consejera sentimental para una revista femenina. A pesar de las burlas de Weyse, pronto Helene se ve inundada por cartas de mujeres que buscan su consejo. Recluta para que la ayuden a sus compinches de siempre : Therese Madsen y Alice Frigh.



La presencia de esta última dama es otra desilusión, tal vez porque nunca haya sido interesante como personaje. Yo esperaba de su presencia noticias (y alguna aparición)  de sus hijos. ¿Se casó Bertha con su colega de la resistencia, el seudo arqueólogo Klaus Villumsen? Yo también quería ver a Leslie,  a Nana y sus hijos, pero aparte de mencionar su invitación al cumpleaños (que nunca se materializa)  de Fru Fjeldso no sabemos más de ellos.

Toda esta temporada tiene a Alice embrollada en un dilema sentimental. Está manteniendo un romance clandestino con Bent Andersen, abogado de Madsen. Andersen , un reconocido mujeriego, aduce que su esposa y él mantienen matrimonio abierto, pero cuando su mujer le escribe a Helene pidiendo consejo, Alice se da cuenta que su amante es un mentiroso. Más grave es que también es un chismoso puesto que fue quien delató a Amanda, pero como Alice tampoco es un ejemplo de discreción, eso no le importa.



La Brigada de La Cocina

Como ven la situación arriba de las escaleras no es muy fascinante. Tampoco la de abajo. Han contratado a dos camareritas nuevas, una de ellas, Trine, es gay, algo que solo descubren su compañerita que mucho se escandaliza y el gay en residencia,  Philippe Dupont, pero todavía no quiero hablar de él. Sigamos en la cocina que Dupont abandonó para irse a vivir con su amante, el Conde Ditmar.



En su reemplazo, se han traído a Martha que no ha bajado de peso, está incólume y solo sirve de raisonneur y para quejarse de que nadie sigue las obligaciones del racionamiento. Hubiese preferido que hubiese vuelto Ane (dicen que viene para el cumpleaños de Lidia Fjeldso, pero…ya saben…)



La verdadera razón por la cual ha vuelto Martha confirma mi teoría de que se quiere regresar al esquema original,  al inicio con los huéspedes ocupados en sus empresas mezquinas y con unidad en la cocina para recibir de regreso a Fie.  Después de cuatro temporadas de ausencia Rosalinde Mynster retorna, pero no a la cocina de un hotel que ya no le pertenece. Fue bonito ver a Fie reunida en la casa que un día fue de Morten, con su suegra y sus ex colegas y amigas.



Fie ha vuelto a Dinamarca a buscar a Morten que se rehúsa a abandonar el ejército y regresar a Inglaterra a su familia y su negocio. Fie descubre la razón. Durante la guerra los submarinos alemanes hundieron varios barcos de Morten y con ellos a jóvenes conocidos y amigos del matrimonio. Morten se siente culpable y carga contra su sufrida esposa. Solo después de un infarto que casi se lleva a Molly (y que sirve para que por primera vez Morten la llame “mama”),  el ex pescador toma la decisión más juiciosa:  trasladar su empresa y a su familia a suelo danés.



Otilia y el Consejero Aurland

Desde que Hjalmar Aurland convenciese a Otilia que optase por ser camarera solo en el verano y que el resto del año se dedicase a la docencia, que vi posibilidades de romance para ese par. Aunque Otilia evidentemente se ha enamorado del anciano subsecretario de no se sabe qué ministerio, Aurland vive en su nube depresiva sufriendo por el mal estado del mundo y haciendo de Casandra con sus profecías lúgubres.



Toda La Brigada de la Cocina sabe de los sentimientos de la camarera-maestra, pero el recato le impide a Otilia dar un primer paso. En 1946, Otilia ha retornado al Hotel Andersen como institutriz de Frida, pero se encuentra con un Hjalmar más apático y ensimismado en abstractos que nunca. Lo único bueno que hace Aurland esta temporada es convencer a Weyse (el hombre que le robó a su esposa) de trasladar la obra de Ibsen a un escenario contemporáneo, en un país devastado por la guerra.



La situación de Otilia ha cambiado. Ha hecho amistad con Gabriel, el vicario de su villa y padre de un par de alumnos. Este verano recibe una propuesta de matrimonio por correo. Gabriel es no solo un hombre joven, medianamente atractivo, además es un pilar de la sociedad que permitiría a Otilia subir de rango a la vez que le permita cumplir con su destino de mujer.



Al ver a su amiga debatirse entre dudas , Edith decide por una vez poner a buen uso su chismosa lengua. Sin embargo, al saber que su amiga puede casarse con otro solo consigue que Hjalmar le recuerde a Otilia que si se casa ya no podrá enseñar. La exasperada maestra se marcha. Edith, igualmente exasperada, le dice a Hjalmar que Otilia lo ama.

Lo normal sería que el viejito corriese en busca de la maestra, pero Aurland típicamente se espera al verano siguiente para hacer algo respecto al romance. Para entonces Otilia ya está rete-casada y no planea volver al Andersen. Por defraudada que me sentí, me di cuenta de que Hjalmar no ha evolucionado. Él siempre ha sido un hombre bueno, justo, dispuesto a ayudar al prójimo, pero es pésimo como marido. Por eso perdió a Helene y por eso probablemente hubiese hecho infeliz a Otilia.

No se crean que la razón por la cual no hubo amores entre el consejero y la ex camarera fue miedo a las diferencias de edades . El Andersen siempre ha amprado intrigas románticas y la última es precisamente un amor mayo-diciembre en la que diciembre es August Molin.



El Retorno de Kitty Hansen

El Señor Molin es un personaje solapado, siniestro , que aparece siempre con aviesas intenciones para arrastrar a Madsen a negocios sucios. En la Temporada 9 intentó denunciar al mercader metiéndole en su cuenta dinero mal habido. No lo logró, en cambio perdió toda la fortuna que había hecho colaborando con los nazis.

Madsen recibe agriamente la presencia de su ex socio en el Andersen. No sabe que, al perder su fortuna, Moulin lo perdió todo, incluyendo a su esposa, Alma, la actriz sueca. Ahora vive en un barrio pobre de Copenhague,  dedicado a pequeños trabajos de contaduría. Su presencia obedece a un chantaje de su ex jefe,  el Coronel Fuchs.



Como mucho nazis,  Fuchs se ha refugiado en Suiza, no puede viajar, pero necesita un puñado de diamantes que su asistente ocultó en alguna parte del Hotel Andersen. Si Moulin no los encuentra y se los hace llegar, Fuchs lo delatará las a autoridades danesas. En el Andersen,  Moulin encuentra una cómplice en su búsqueda : Kitty Hansen. Si la misma loquilla que en su adolescencia sedujo a Weyse y al difunto Herr Frigh.



Acabada de salir de una institución mental,  y se la han impuesto a Weyse como su Irene en la pieza que va a dirigir y protagonizar. El ególatra actor exige que Kitty venga a pasar el verano en Jutlandia para asegurarse que hará un buen papel y no lo pondrá en vergüenza. Pésima idea. Kitty no entiende el personaje, ni Weyse lo entiende. Más encima a la actriz le bajan unos súbitos remordimientos. Le pide disculpas a Alice Frigh por haberle quitado el marido. La Señora Frigh tiene otros problemas sentimentales. Luego Kitty le revela a Helene que fue amante de su marido. Helene se enfurece, pero le dura poco ya que recapacita en que en ese entonces ella también estaba casada.




La próxima maniobra de Kitty es más interesante. Llena de compasión por Molin, al que reconoce como un colega neurótico, se vuelve su confidente y será ella quien encuentre los diamantes. Molin los lleva a Copenhague a tasar, pero vuelve muy alterado. Por el corte se reconoce que los diamantes pertenecieron a una importante familia de joyeros de Amberes. Todos han muertos en el Holocausto.



Molin está en un dilema, no quiere quedarse con los diamante, pero le teme a Fuchs. Kitty encuentra la solución que los libra de culpa, de Fuchs y de los diamantes. La última escena muestra a la pareja en la cama felices de su nueva libertad y su nuevo amor. Un año más tarde, se chismea en el hotel que Kitty ha tenido éxito en las tablas, que es ahora “la Señora Molin” y que hasta tiene un bebé.




¿Quién me hubiera dicho que esta sería la historia que más me interesó este año?  Fue mi pareja más shipeada y que creo que tuvo el mejor final En cambio, para mí la peor subtrama y peor pareja la conformaron mis favoritos Ditmar-Dupont.

Ditmar-Dupont

Recordemos que Ditmar se pasó dos años en Dachau, una horrible experiencia que la serie ha pasado por alto. Retornado a Dinamarca sufrió dos fuertes sacudidas emocionales, atreverse a salir del closet ante sus amigos del Hotel Andersen y descubrir que quien lo entregó a los nazis fue su padrastro. Como si no fuese suficiente desdicha llegan noticias de Alemania donde han permanecido Mitzi, la prima-esposa del Conde, y su hijo Wilhem. A sus doce años,  y como miembro de la juventudes Hitlerianas, Wilhelm fue obligado a participar en La Batalla de Berlín donde pereció.



Este golpe sería suficiente para destruir a cualquier padre, más a uno que ya viene traumatizado por experiencias espeluznantes de las que jamás habla. Lo normal en estos casos es que un padre se sienta culpable, aunque no lo sea,  de la muerte de su único hijo. Ditmar comete el error de expresar sus remordimientos delante de Philip que ya está harto de vivir en un castillo lúgubre con una pareja que lo aburre con sus traumas y una suegra que le pone cara de fuchi cada vez que lo ve. El ex cocinero se marcha sin dejar dirección donde localizarlo.

El pobre Ditmar mueve mar y cielo para encontrarlo sin saber que está escondido en su antiguo chalet de verano. Amanda lo sabe, pero no puede traicionar la confianza de Philip quien se convierte en consejero de mujeres confundidas como Kitty Hansen y la camarera Trine. Cuando Ditmar lo encuentra, su pareja le echa en cara ser un cobarde que nunca ha asumido su orientación sexual, etc.. Etc.. (¿WTF? ) ¿Se olvida de que Ditmar perdió dos años de su vida en uno de los peores campos de concentración? ¿Que si fue para allá fue por enfrentarse a su padrastro nazi sin temor a las represalias? ¿Qué entre los muchos traumas que carga (sin ayuda para superarlos) está la muerte de su único hijo?



Sin embargo, Ditmar asume todas las culpas en el deterioro de su relación. Vende su castillo ancestral, compra viñedos en Francia y se marcha allá con Philip (de paso se llevan a Trine). Para mi ese no fue un final feliz, ni siquiera un buen final porque Philip no parece una pareja ni muy comprensiva ni muy dada a apoyar.




Cuando comencé a ver El Hotel del balneario, la encontré simpática y llamativa visualmente, pero no soportaba a los huéspedes que eran narcisistas, solapados y muy abusadores con sus parejas y con el servicio. Si me quedé fue por Molly Andersen y su Brigada de la Cocina. Fue la Temporada 6,  donde al entrar elemento foráneo de la situación política europea en ese valle de paz, que los personajes comenzaron a evolucionar e interesarme y reitero,  las siguientes temporadas la convirtieron en mi serie favorita. Es una lástima que al final hayan retrocedido a la fórmula inicial.

Badehotellet, Seaside Hotel o El Hotel del Balneario (en Valencia y Cataluña la pasaron como Hotel Voramar) puede verse en USA por PBS Amazon (previa suscripción a Amazon) o Thirteenth Passport (por solo $50 anuales la suscripción y sin necesidad de pegar peaje en Amazon)  En España se puede encontrar en Filmin y en América Latina, pues en los sitios de donde se baja lo que el streaming oficial no nos manda.