jueves, 13 de julio de 2023

De Spielberg a Taylor Sheridan: El Western Televisivo en el Siglo XXI

 


A partir de Los 90,  el Western televisivo no volvió a decaer. Entró en el Tercer Milenio con vigor gracias a la proliferación de canales y sistemas de cable,  llegando hasta las plataformas de streaming. Grandes maestros del cine como Steven Spielberg probaron suerte en miniseries sobre el Oeste. Hace cinco años que el género tiene un rey sin corona, Taylor Sheridan,  creador del neo-western Yellowstone que se ha convertido en el programa más visto del cable básico de USA.

Debido a la proliferación de canales de cable y plataformas de streaming, la cantidad de series de vaqueros hechas entre 1996 (año en que me rehabilité del hábito) y hoy,  es inmensa. Imposible para mi verlas y reseñarlas todas. Por eso he elegido las más características, y,  según mi opinión,  las mejores. Tengan en cuenta entonces que este es un trabajo subjetivo. La explicación viene a raíz de que he dejado afuera el considerado clásico del género:  Deadwood.



Esta serie de HBO dicen que tuvo mucho éxito. Dicen, porque pocos la recuerdan. No como se recuerda Bonanza u otros verdaderos clásicos de la televisión. Duró tes temporadas, comparémoslas con Hell on Wheels de cinco y Yellowstone que cerrará tras cinco años y con promesas de secuelas y precuelas.

 Lo que vi de Deadwood fue una ensalada de violencia, música anacrónica y personajes legendarios que no se parecían a los de su leyenda. En resumen, no me pareció novedosa ni que aportase nada nuevo al género con su revisionismo chapucero.

Steven va al Oeste

Aunque tampoco me gustó, tengo que aceptar que Into the West (2005) es un inicio de la nueva ola del género de cowboys, que deja atrás el mito del vaquero independiente y se adentra en los oscuros recovecos de la conquista del Oeste. Después de su exitazo de Band of Brothers, Steven Spielberg volvió los ojos hacia la historia del Far West desde sus inicios hasta la masacre de Wounded Knee . Para eso eligió dos héroes, uno blanco, Jacob , y su cuñado Cheyenne,  Amado por los Búfalos . Me temo que, aunque desde la Dra. Quinn que me fascinan los Cheyenne y su cultura,  la saga del Búfalo (Zack McClarnon) me aburrió un poco.



No que Jacob me cayera bien. Su arco traía problemas. La necesidad de hacerlo participar en casi todos los momentos históricos del Far West hizo la trama complicada e inverosímil. El otro problema tiene que ver con el personaje. Tras interpretar al siniestro, pero justo, Capitán Spiers en Band of Brothers, Matthew Settle iba camino a ser estrella con filmes como La Profecía Celestina y su interpretación de Warren Beatty en La historia de Natalie Wood. Ser el protagonista de una serie de televisión dirigida por el gran Spielberg ya parecía el trampolín que faltaba, lástima que el personaje le quedó estrecho.

La trama comienza en Virginia en 1820. Jacob Wheeler es un adolescente que desprecia el negocio familiar, a su familia y a la civilización de un país que todavía está en pañales. No tiene razones para tanto desprecio solo el sueño de ir a meterse más allá de La Frontera y ver lo que hay ahí. Cuando se entera que el legendario explorador Jedediah Smith (Josh Brolin) prepara una expedición hacia la Costa Oeste, decide unírsele en St. Louis.

Huye de su casa y es perseguido por sus hermanos. Jacob convence a su hermano Nathan que lo siga, pero al llegar a St. Louis,  la partida de Smith los rechaza por amateurs. Nathan juega en una mesa de póker y se gana unos títulos de tierras en Texas. Jacob no quiere seguir al hermano y saca a relucir razones infantiles y racistas como que en Texas nadie habla inglés y son todos católicos.

Esta animadversión por los mexicanos y los hispanoparlantes reaparecerá más tarde cuando Jacob (que finalmente se ha unido a Jededla Smith) es arrestado junto con la partida en California, por tropas mexicanas. La serie describe a los californiano como injustos y crueles (¡hasta los franciscanos!) sin reparar en que los estadounidenses han entrado en una California que es parte de México.


                           El Padre Prior aprueba el asesinato de los gringos

Ese sesgo anti-latino fue lo que me alejó de la serie,  aparte de que el protagonista nunca me inspiró simpatía. Era tonto, torpe, lleno de prejuicios. Reitero que el ángulo indigenista tampoco me atrajo. La excepción fue Corazón de Trueno (Tonatzin Carmelo), hermana de Amado por los Búfalos. Después que su familia Lakota le permite casarse con Leveque, un comerciante de pieles, la joven india establece su familia en los bosques. Spielberg parece creer que, si los blancos hubiesen solo sido exploradores y comerciantes de pieles en territorio indio,  jamás hubiesen ocurrido masacres, expropiaciones de tierra y destrucción de estilos de vida nativos.

Sin embargo, esa existencia paradisiaca es interrumpida cuando unos bandidos asaltan la casa de Leveque, lo matan, le roban la hija y venden a Corazón de Trueno como esclava. Es así como la conoce Jacob quien por una vez tiene una genial idea:  salvarla. Con dinero prestado por un amigo negro, y tras matar a su rival en la compra de Thunder Heart, la adquiere, la libera,  y se casa con ella.



                       Corazón de Trueno en el mercado de esclavas

Jacob acompaña a su esposa a conocer a sus parientes políticos que lo reciben cordialmente. No así su gente en Virginia. Cansado de tanto prejuicio, Jacob se marcha de regreso a La Frontera ahora acompañado de su hermano Jethro. De ahí siguen cien aventuras que ponen a Jacob y los suyos en el centro de eventos importantes en la historia del Viejo Oeste desde la Fiebre del Oro hasta la masacre de Wounded Knee. En un momento creen a Jacob muerto. Su viuda se casa con Jethro y cuando Jacob retorna a lo Enoch Arden, debe alejarse para no hacer mal tercio.



La historia del Oeste la retoma su hija Margaret, una fotógrafa,  y sus primas Wheeler que protagonizan uno de esos convoyes infernales que iban rumbo a Oregón. Las peripecias que viven esos pioneros con gente ahogada en cruce de ríos,  y otros a los que les amputan piernas,  las pidió prestada Taylor Sheridan para su caravana a Oregón de 1883

Finalmente, Jethro estira la pata de puro borracho y Jacob recobra a su mujer. La saga acaba en un final dulzón donde Jacob cuenta su historia a sus nietos. A pesar de ser nominada como Mejor Miniserie a un Globo de Oro, y recibir muchas nominaciones al Emmy, a mí me pareció un esfuerzo mediocre de Spielberg.  Matthew Seattle se me cayó como actor y solo lo salvó su Rufus Humphrey de Gossip Girl.



Into the West cerró por un rato la producción de Westerns. En el 2008 debutaban en la televisión estadounidense dos series de culto , ambas con ribetes de neo-western. Me refiero a Breaking Bad y a Sons of Anarchy donde trabajaría un actor con ínfulas de escritor llamado Taylor Sheridan. Parecía que ese sería el nuevo trayecto al Oeste hasta que en el 2012 apareció otra gema sobre el Far West histórico.

Y Llegó El Ferrocarril

Yo no quise ver Hell on Wheels en su momento cuando la pasaba Cinemax en Chile. Tenía miedo de recaer en la fiebre del Western. Tenía razón, es lo único en este siglo que rivaliza con y a ratos supera las precuelas de Yellowstone.

Infierno sobre ruedas narra la epopeya de la construcción del Unión Pacific , el tren que uniría a ambas costas de los Estados Unidos. El hombre detrás de ese proyecto es el soñador, pero inescrupuloso, médico-empresario Thomas “Doc” Durant (Colm Meaney). La serie cubre el trayecto de construcción del ferrocarril desde 1866 hasta su culminación en California en 1869.

Son tres años en los que vemos como la nación responde al progreso mientras sus heridas de guerra todavía no sanan. Vemos como el Oeste va entrando en una era de adelantos y como eso afecta la vida de inmigrantes,  esclavos recién manumitidos,  y mujeres que buscan nuevas oportunidades en este universo ferrocarrilero sean laborales o matrimoniales. En la última temporada,  nos encontramos con los coolies asiáticos y el racismo que los recibe,  y por supuesto, un tema obligatorio es como los rieles atravesaron territorio indio y como los nativos reaccionaron a esta invasión .

El protagonista es Cullen Bohannon (Anson Mount) un ex coronel del Ejército Confederado. Acabada la guerra,  retorna a su plantación de tabaco en Mississippi y descubre que los yanquis asesinaron a su mujer y a su hijo. El ex oficial se embarca entonces en una misión de venganza, rastreando y ejecutando a cada uno de los hombres que le quitaron a su familia. Así llega hasta el asentamiento ferrocarrilero en Colorado. Ahí acaba su misión ya que cae bajo el embrujo del sueño de Durant y el de otra mujer.

Lily Bell (Dominique McElligott) es una aristócrata inglesa que ha seguido a su esposo hasta el Oeste. Robert Bell es un ingeniero que cree fervientemente que un tren transcontinental. Mientras la pareja está delineando el terreno en La Pradera,  son atacados por indios que matan a Robert. Lily,  malherida, logra huir con los mapas. Para cuando es rescatada por Joseph (Eddie Spears)  , un joven indio cristiano, y Bohannon,  Lily se ha convertido en una heroína de la prensa: “La Doncella Rubia del Oeste”.

                            Joseph Luna Negra ecuentra a La Doncella Rubia  del Oeste

Lily no quiere ser una imagen idealizada ni volver a su mundo de privilegios. Quiere cumplir con el sueño de su marido y chantajea a Durant para que la deje ocupar el puesto de Robert y ayudar en la construcción del Unión Pacific. ¿Pero qué sucederá cuando tanto Doc como Cullen Bohannen se enamoren de ella?



Pequeño spoiler, Lily será una más de las mujeres a las que el ex coronel ame durante estos tres años en los que vivirá cien aventuras en la compañía de personajes muy diversos. Como Elam Ferguson (el rapero Common), ex esclavo, con el que Bohannon sostendrá una relación amor y odio parecida a la de Corey y Jamal en The Outcasts. El sureño también protegerá a los hermanos McGinnes unos chico irlandeses que han venido a hacerse la America, aunque eso les cueste el alma. Sobre ellos revolotea un buitre, El Sueco (Christopher Heyerdahl) , ex prisionero de Andersonville que odia a Bohannon por ser Confederado,  y busca destruirlo mientras hace una fortuna robándole a Durant.

Se trata de una serie diversa que se apoya en el crisol de raza que construyó el ferrocarril, pero la narrativa de Los Hermanos Gayston no tiene remilgos woke. Por eso los personajes son más reales. vemos a los Dog Soldiers, Cheyennes renegados,  poner bombas en el rieles y a Cullen ir en su busca en una expedición punitiva que lo pondrá hombro con hombro con los soldados norteños que una vez combatió. Un shock para el oficial de caballería es tener que cabalgar junto a un” Espalda Gris”(mote despectivo para los Confederados), un negro (Elam) y un indio.

                                 Un trio diverso de cazadores de indios

El indio es Joseph Luna Negra, un personaje trágico. Hijo de un jefe Cheyenne cae bajo el embrujo de un predicador borrachín, se convierte al cristianismo, se corta el cabello y termina matando a su hermano que se ha convertido en un líder de Dog Soldiers. Joseph descubre que no tiene cabida en ningún mundo y tras un trágico romance con una blanca,  se marcha del “Infierno sobre ruedas”, apodo del mundo rodante de los constructores del ferrocarril.

La serie es clarísima en describir el racismo que impera en el Oeste de la postguerra, pero sus personajes aun los villanos son muy humanos (los asesinos de Mary Bohannon expresan su arrepentimiento antes de que Cullen los mate). Incluso el gran villano de este cuento, “El Sueco”(que es noruego) arrastra un trauma de su estadía en Andersonville que lo obligó a cometer actos que los deshumanizaron totalmente.



Un interesante caso de racismo aparece en el personaje de Eva (Robin McLeavey), una niña mormona secuestrada por los indios quienes le tatuaron en el rostro su precio (“un caballo y tres cobijas”) . Retornada al mundo blanco, pero marcada de por vida, Eva solo tiene un camino para sobrevivir: la prostitución. Ahí sigue experimentando malos tratos y burlas. El mundo blanco no la acepta, pero cuando inicia un romance con Elam,  serán los irlandeses quienes pongan el grito en el cielo ante este acto de contaminación racial.



Una ironía es que Toole (Damian O’Hara) , líder de los obreros irlandeses,  le dice a Elam “Para los ingleses, los irlandeses somos como negros”.  Otra ironía es que tras sobrevivir una bala de Elam en su nuca, Toole tiene una epifanía y se convertirá en protector y apoyo de Eva.

                                   El Señor y la Señora Toole

Podría seguir llenando páginas con elogios sobre una serie que por cinco temporadas se las arregló para narrar la epopeya ferrocarrilera insertando en ella todos los aspectos de la vida del Oeste incluyendo los conflictos con los indios y la inmigración china. Tomó años antes que surgiese otro Western que le llegase a la altura.

Pueblos de Amazonas

La Dra. Quinn dejó un par de botines decimonónicos que llenar y muchos westerns han querido enfocarse en personajes femeninos. Dos de los mejores ejemplos son miniseries limitadas que giran en torno a pueblos de mujeres.

En Tubi he encontrado una gema desconocida. Strange Empire  (2013comienza en 1870 en Montana con una travesía de vagones que van como un tren dejando pasajeros a diferentes estaciones. El destino final es Toronto a donde van el Dr. Bleigh,  de regreso a su práctica médica,  y su joven esposa Rebecca estudiante de medicina y dotada de una mente brillante y de gran capacidad para el dibujo. Los Bleigh hacen amistad con los Loving una pareja de recién casados camino a su rancho en la frontera canadiense.



En el viaje, ambas esposas se hacen amigas de un par de huerfanitas preadolescentes, y se horrorizan al saber que han sido compradas por un tal Capitán Slotter , dueño de una mina cercana y que las quiere para su burdel de mineros. Kat Loving Y Rebecca, ocultan a las niñas al llegar a una estación y quieren hacer creer a Slotter que sus presas huyeron. Él no les cree y fragua una terrible venganza.

Una noche en que los hombres de la caravana andan de cacería, los viajeros son atacados por una banda de indios. Todos los hombres mueren con excepción del Dr. Bleight que queda malherido. Slotter ofrece amparo a las mujeres, que son llevadas a Jane Town. Ahí la prostituta,   Mrs. Fox,  les canta lee la cartilla. Ese es un pueblo de rameras, se quedan practicando la profesión más antigua del mundo o se van por donde vinieron.

Algunas aceptan y encuentran independencia en su nuevo empleo.Ootras se quedan, pero estableciendo sus propios negocios desde una destilería de whisky hasta una agencia matrimonial. Rebecca se queda ya que su esposo no puede viajar y se convierte en el médico de su comunidad. Kat debe rescatar a las que ya considera sus hijas que han sido incorporadas al burdel de Slotter. Gracias a la generosidad de Rebecca, y con ayuda e Isabelle, la esposa de Slotter, recupera a las niñas, pero insiste en quedarse y exponer al asesino de su esposo. Solo Rebecca la apoya, pero para ese entonces ya nos hemos dado cuenta de que Mrs. Bleight es lo que hoy llamaríamos autista.



En cambio, las mujeres “cuerdas” prefieren estar en la buena con Slotter y ser parte de su dilapidado imperio. Su desconfianza aumenta cuando descubren que Kat es una metis , mitad blanca mitad Cree. ¿Podrán estas mujeres superar sus prejuicios raciales, sus intereses mezquinos para unirse en contra de Slotter? Era es la pregunta que los 13 episodios de Strange Empire quiere responder y lo hace de manera magistral.

Revisando el historial de Netflix de los últimos seis años encuentro solo dos producciones recomendables, bien hechas, y exentas de propaganda panfletaria. Una fue la galardonada Gambito de Dama (2020) y la otra es el Western Godless (2018) que, como Strange Empire gira en torno a un pueblo de mujeres.

Roy Goode (Jack Lowden) ha sido criado como un hijo por el famoso bandido Frank Griffin (Jeff Daniels). Harto de las brutalidades de su padre adoptivo, Roy decide huir llevándose el botín del último asalto, Frank lo persigue,  hay un duelo y ambos resultan heridos. Roy logra llegar a una parte del oeste de Nuevo Mexico,  al rancho de la viuda Alice Fletcher (Michele Dockery) donde es curado de sus heridas y donde consigue un empleo domando caballos a cambio de lecciones por parte de la viuda.



El Pancho Fletcher queda en las afueras del pueblo de Labelle una aldea que tiene la particularidad de que sus habitantesaparte de un par de viejos y del sheriff son solo mujeres. Hace un par de años un derrumbe en la mina (propiedad de Alice) mató a todos los hombres del pueblo. Desdé entonces las mujeres odian y aíslan a Alice mientras se reinventan para mantener a Labelle a flote, aunque signifique cambiar de empleo (la prostituta se vuelve maestra) o como la viuda del alcalde, ponerse los pantalones del marido, ocupar el puesto del difunto e incluso cambiar su orientación sexual.

                                   Las mujeres de Labelle

Scott Frank (quien adaptara Queen’s Gambit para la pantalla chica) ha creado un universo en Godless que, aunque revisionista conserva muchas de las características del Western tradicional. Aquí en un Nuevo México de 1883, ha recreado el espectáculo del bandidaje, los indios buenos y malos, la importancia de la minería en la economía del Far West y la lucha de la mujer para sobrevivir una vez que su hombre desaparece. Alice ha enterrado a dos maridos y puede entender el luto y la desorientación de las mujeres de Labelle que creen poder vivir sin hombres,  pero enloquecen cuando sienten en el aire el olor a la testosterona.



Godless es una fábula que invita a muchas lecturas, la primera es sobre diversidad y segregación. Labelle, poblado de mujeres solas,  está encuadrado por otras poblaciones marginales. Por un lado, tenemos la Reserva Paiute de donde ha venido Alice con su suegra y su hijo mestizo. Al otro lado está la muy cerrada villa  de ex Buffalo Soldier y sus familias. Las tres comunidades de diferentes colores viven con mínima interactuación entre ellas. Es solo cuando viene la amenaza de Frank Griffin que descubren que es mejor unirse para sobrevivir.

En Labelle existe una aparente armonía entre mujeres que han encontrado libertad para andar desnudas como una pintora alemana, o para encontrar amor en su mismo sexo como la alcaldesa Mary Agnes. La realidad es que son un polvorín,   riñen entre ellas, y dirigen su mayor toxicidad a su congénere Alice. Aparte que su frágil tranquilidad es constantemente amenazada por grupos de hombres sean la partida de bandidos o una compañía de ambiciosos oportunistas que quieren volver a abrir la mina y de paso estafar y dominar a las mujeres.

Godless también abarca otras metáforas como la falta de visión que nace de la autocompasión reflejada en la incipiente ceguera física del Sheriff Bill que lo hace ciego a las necesidades de su familia y a las posibilidades de apoyarse en otros. Otra metáfora es el analfabetismo de Roy que lo ha llevado a irse por el mal camino y es solo cuando Alice le enseña a leer que descubre el verdadero sentido de ser humano y vivir con dignidad.



Godless fue nominada varios Emmies ganando en las ternas de música, mejor actor (Jeff Daniels) y Mejor Actriz (Merrit Weaver como Mary Agnes). El Washington Post y Variety la nombraron una de las diez mejores miniseries del año. Mi gran sorpresa es que esta joya sea un original de Netflix. Es lo que la hace un clásico del pasado, pero también un referente de futuras visiones del Oeste. Su final con el protagonista en una playa californiana recuerda al final de 1883, solo que en Godless es un símbolo de esperanza.



El Hijo Ilustre de Texas

Hell on Wheels hoy se consideraría políticamente incorrecta. Solo Taylor Sheridan se ha atrevido a rebasar sus límites. Lo más cercano en este revisionismo descarnado,  y que no busca excusas,  del Oeste y de los hombres que lo explotaron nos llegó con The Son. En dos temporadas , AMC intentó llevar a la pantalla la obra bestseller de Mike Myers. Pierce Brosnan es el “hijo ilustre” de Texas, un poderoso señor del ganado que a comienzos del siglo XX transfiere su negocio a la industria petrolera lo que lo coloca en pugna con rancheros Tex-Mex.

Implacable, ambicioso y cruel hasta con los suyos, Eli representa una perseverancia que ha escalado por siete décadas hasta llegar a la cúspide del poder. A través de flashbacks descubrimos que Eli presenció en 1849, la masacre de su familia por parte de los Comanches que lo criaron. A punta de golpes, Eli aprende a vivir de acuerdo a la ley indígena, a ser duro, persistente y a creer que solo el más fuerte sobrevive.




Aun interpretado por Pierce Brosnan, Eli cae mal,  sobre todo por su deslealtad con viejos amigos y su opresión de sus hijos, aun así, logra criar una nieta que es su estampa. Vemos muchas de las características más oscuras de Elí en Jacob Dutton, sin tener el personaje de Harrison Ford en 1923,  las excusas ni traumas que carga el personaje de Pierce Brosnan. Y ya es hora de hablar de Taylor Sheridan.



El Wunderkind de la Paramount

Con Sheridan nos encontramos ante el caso de un wunderkind (“niño maravilla “), una especie perdida en días de billonarios que se hacen ricos por no crear nada realmente beneficioso o de gran calidad artística. Taylor Sheridan va camino a hacerse un espacio en la historia del arte televisivo y de ser billonario (hoy por hoy recibe 500 mil dólares mensuales). Eso si detiene su hubris.

El creador del universo Yellowstone es una de esas avis raras, tipo Al Ruddy y Bob Evans, que Paramount deja anidar en su tejado y que han hecho grande a la firma. Como los mencionados, es un autodidacta en lo que hace. Aún más increíble, ni siquiera tiene un título universitario. Abandonó la universidad cuando como Mark Zuckerberg,  descubrió que se podía llegar alto sin un título.

Se dedicó a actuar llegando a tener un rol reconocible en series como Sons of Anarchy y por entonces se le ocurrió que podía escribir guiones, al menos sobre un mundo que el conocía,  el de los cowboys modernos y la vida en un rancho del Tercer Milenio. Su primer gran éxito fue Sicario en el 2013. Dos años más tarde arrasaba con la crítica y taquilla con Hell or High Water que recibió muchas nominaciones entre ellas una al Oscar por Mejor Guion.



Taylor Sheridan se había hecho de un nombre en la industria. Fue entonces que tuvo la audacia de presentar un proyecto de serie a HBO. Esta compañía miró con desprecio la historia de un rancho en la moderna Montana donde el patriarca sigue experimentando los mismos problemas del Lejano Oeste (bandidos codiciosos, políticos corruptos, indios descontentos etc..) pero en un marco del Siglo XXI.

Fue en Paramount donde aceptaron el cuento de Sheridan y salieron ganadores. Para la segunda temporada, Yellowstone tenía una aceptación de más de 9 puntos en audiencia y la serie había revitalizado la carrera de Kevin Costner que llevaba el rol protagónico. John Dutton III encarnaba los valores de Taylor Sheridan: nostalgia por un Lejano Oeste del pasado donde había menos corrupción y más libertad; tribalismo, exaltación de lo rural por sobre lo urbano, y desconfianza del progreso.

Estas virtudes harían que muchos críticos clasificarán al neo western como “conservador” Con tal membrete lo descalificaran para siempre en las ternas de galardones. Tan obvio era ese desprecio que en el New York Times  insinuaron que la razón por la cual no se premiaba Yellowstone era su anti-wokismo_.  Más claro lo dijo Nola Ojomu en el Daily Mail. Artículo que mereció un disclaimer de parte de Daniel Feinberg en The Hollywood Reporter argumentando que tal acusación era falsa.



No sé qué me da más risa,  que si los progres usen un término que dicen les han colgado los conservadores, o que tanto articulo reafirme la conciencia de que para la critica el producto ya trae olor a republicano y por lo tanto no merece premio (finalmente en el 2022, Kevin Costner recibió un Globo de Oro como Mejor Actor en una Serie Dramática).

Aunque Taylor Sheridan niegue calurosamente ser republicano o cercano a las políticas del Trompo, lo cierto es que sus tesis e ideas esbozadas por el protagonista de Yellowstone pueden resultar incomodas para la cultura imperante. El desprecio hacia a la autoridad, la importancia del clan por sobre las leyes y convencionalismos que aporta la civilización, y el miedo de como el progreso destruye la magnificencia del Oeste son más patentes en las secuelas de Yellowstone.

En 1921,  debutaba en la plataforma Paramount + 1883, una historia de origen que explicaría los motivos para que el primer Dutton arrastrase a su familia desde Tennessee hasta Montana. En una macabra travesía que sale de Fort Worth Texas, Los Dutton se unen a una caravana rumbo a Oregón. A lo largo del camino van dejando tumbas, pero también cambian su piel de civilizados por la de vaqueros curtidos.



Aunque la serie limitada acabó en el sitio donde se establecerá Yellowstone, la serie-madre, a través de la Cuarta Temporada introdujo flashbacks sobre la vida de Los Dutton ya establecidos en una especie de choza muy alejada la mansión donde viven Kevin Coster y su familia. Ahí sabemos cómo muere James en 1894.

La próxima secuela pega un salto de casi 30 años y se sitúa en una Montana que coquetea con el progreso mientras los nuevos Dutton encabezados por otro patriarcarol que atrajo a Harrison Ford a la pantalla chica luchan por mantener un estilo de vida que no corresponde en la era de refrigeradores, donde los automóviles reemplazan al caballo, donde la Prohibición cierra saloons y donde corruptos dueños de minería y ovejeros rencorosos quieren apoderarse del Rancho Hutton (que aunque más grande todavía no es el Yellowstone).



Situadas en los años que indican sus títulos, ambas miniseries evocan una época en que la conquista del Oeste ofrecía peligros impensables para los incautos, pero también una sensación exhilarante de libertad sobre todo para las mujeres. Si en 1883, Sheridan tiene como heroína y portavoz a Elsa Dutton, una adolescente que se desprende tanto de ropa como de convencionalismos sociales en La Pradera, en 1923, la matriarca Cara (Dame Helen Mirren)aconseja a una nueva adición a la familia de que debe olvidar sus sueños femeninos, recordar que las mujeres en el universo ranchero vienen después de las vacas, pero que a cambio poseerá una libertad insospechada por sus congéneres civilizadas. 



Aunque este año cierra sus puertas la etapa Kevin Costner de Yellowstone, la saga continua. Taylor Sheridan entre su trabajo otros neo-western como The Mayor of Kingstown y la comedia de gánsteres The Tulsa King con Sylvester Stallone,  está desarrollando otra precuela del diario vivir de Los Dutton con 1944;  una serie sobre los sheriffs del Far West, y se rumora fuertemente que el universo Yellowstone continuara, pero ahora con Matthew McConaughey (o Josh Lucas)  al timón.

En este momento el western está de moda y no solo en la Paramount, pero si el universo Yellowstone se cifra en un mundo de machos donde las mujeres son cómplices o víctimas ¿no hay perspectivas femeninas de La Frontera que sean feministas? ¿Qué pasa con la diversidad racial en este revisionismo del Far West? De eso se tratarán nuestras próximas entradas.

6 comentarios:

  1. Amiga, yo nunca he sido muy fanática del western aunque como te he comentado, me encantó Lonesome Dove y quiero volver a verla. De chica vi un poco de westerns con mi papá y he comenzado algunas series con el coronel como Hell on Wheels (pero no me atrapó, ya ni me acuerdo porqué). Estas de las mujeres Amazonas que cuentas me interesan más. A la actriz de Godless la vi en Anatomy of a Scandal y Defending Jacob, pero ambas son contemporáneas.

    Leyendo sobre esas dos series de pueblos de mujeres recordé con nostalgia Aquelarre. Esa si que volvería a ver! (Junto con Pampa Ilusión son mis teleseries chilenas favoritas!) Por cierto, el otro día me sorprendiste diciendo que Pampa Ilusión era un western, pero como sabes, hubieron tantas cosas que me gustaron de esa novela: la trama, los personajes, el humor, la ambientación, que no se "sentía" un western. :)

    Sabes que yo si noté algunos detalles woke o al menos PC en Yellowstone? Por ejemplo, tienen muchas mujeres en posiciones de poder, los hombres blancos son los más malos de todos, mientras que los nativo-americanos de ser antagonistas al principio pasan a un lugar de consejeros y guías espirituales en la cuarta temporada. Además la esposa de uno de los hijos de Dutton, que es de esa tribu, se pasa quejando en la universidad donde da clases de la opresión a su gente y bla, bla, bla. A pesar que John Dutton, su suegro, la trata super bien y tiene a toda la familia de KC viviendo en Yellowstone (además de ser mentor del hijo de ellos) ella se la pasa con cara de asco todo el día y con actitud de víctima. INSOPORTABLE! Pasaba tan poco con esos personajes que yo estaba rogando que KC la traicione con otra indiecita guapa que hay por ahi. Mi conclusión es que si creo que presionaron a Sheridan porque hubo un cambio medio obvio de las primeras temporadas a las últimas.

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  2. Lo otro que fue super PC en Yellowstone es que en la cuarta temporada DE LA NADA hay manifestaciones en el pueblito de gente tipo PETA y environmentalists liderados por una mujer insoportable que John Dutton saca de la cárcel y lleva a su rancho para luego acostarse con ella (fue un total WTF moment, ja ja). Claro que antes él le da buenos razonamientos para la ganadería y ella ve como salvan a un corderito que esta atrapado en una cerca.

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    1. Amiguis, disculpa la demora. Ayer hizo tanto calor que casi no prendí el lap. El western no esta dirigido a un público femenino. Eso no impide que muchas hayamos sido fans desde chicas, pero ahora prefiero los que se enfocan en personajes femeninos. Hell on Wheels me encantó porque tenía mujeres tan fabulosas. Mi lata es que las mataban a cada rato. Michelle Dockery se hizo famosa por interpretar a Lady Mary en “Downton Abbey”. Su rol en Godless es totalmente diferente. Tienes que verla ya que está en Netflix. “Strange Empire” está totalmente gratis en Tubi y en Amazon Prime.
      Voy a revisar a ver si alguien subió Aquelarre a YT. Raro que las dos mejores telenovelas de TVN, Pampa y Aquelarre, nunca hayan sido refriteadas. Pampa pertenece a un subgénero de western que es el western-minero como Copper Canyon o The Hanging Tree. El truco es tomar la trama y situarla en el siglo XIX en el Southwest, incluso los peruanos podrían ser mexicanos o chinos. Si funciona entonces es western
      Es así de simple, vivimos en una era en que toda narrativa (serie , filme, libro, obra de teatro) debe ser diversa. El problema es cuando se embuten a la fuerza muchas diversidades, mucha ideología y la trama decae. Seria inadmisible de acuerdo a los cánones imperantes que una productora tuviese una serie totalmente un-woke. Aun así, ya te he dicho tres aspectos de las series de Paramount que me sorprenden porque They get Away with Murder.
      Concuerdo en la presión a la que sometieron a TS y eso ayudó a acabar con la serie. Pero si ves en 1883 no tenemos ese problema, a pesar del falso empoderamiento de Elsa, pero reitero, los que hemos visto entera la serie lo entendemos al final. En cambio 1923 es la acabose de truculencia. mi impresión es que TS buscó alguna causa que abrazar y eligió la de los nativo americanos. yo, a mi manera, lo secundo, pero como narra su historia la gente queda mas saturada y agotada que con ganas de militar. Aparte que, como el personaje de Harrison Ford, no es buena persona, necesita de tener más blancos malos para contrarrestar su negatividad.
      Hay algo que no entiendo, en los filmes del Holocausto siempre hay algún alemán bueno, incluso algún nazi con rasgos humanos. No sé porque entonces cuando se denuncia el racismo (y en contexto histórico) la población caucásica siempre tiene que ser inalterablemente perversa.

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    2. Solo nos faltan tres capítulos para terminar 1883! Ayer casi convencí al coronel pero prefirió ver otra cosa. Hasta ofrecí fast-forward las escenas aburridas... Tal vez la termine yo sola, al menos para comentar contigo, ja ja.

      Entre Godless y Strange Empire cual crees que me guste más?

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  3. Yo dichosa que nunca refritearan Aquelarre ni Pampa Ilusión porque ya sabes la rabia que me da cuando se meten con algo bueno :)

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    1. Si ya la compraron deberían verla entera 1883. O tu sola. A lo mejor no te gusta este consejo, pero fue la única manera de ver Trasatlantic, la vi de atrás hacia adelante, los últimos tres capítulos. Fue un poco menos violento que sufrirla en orden.
      Debes ver Godless. Si te gusta puedes ver Strange Empire, después pero Godless is a must. Una de las ultimas cosas decentes que hizo Netflix y tan buenas actuaciones, se mereció todos los premios. Avísame y la vuelvo a ver contigo.
      Aquelarre está en YT.

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