martes, 23 de mayo de 2023

Steampunk, Humor y Racismo: Novedades y experimentos del Western televisivo (1966-1972)

 




Mientras Bonanza, Big Valley y High Chaparral nos ofrecían diversidad y feminismo estilo Far West, otras series de vaqueros experimentaban con el género. Así a fines de los 60 y comienzos de los 70,  tuvimos cowboys más modernos,  o tecnológicamente más adelantados,  y los protagonistas ya no fueron tan blancos.

La Tecnología del Viejo Oeste

El primer y mayor experimento fue combinar el género con elementos fantásticos que oscilaban entre la ciencia ficción y el terror. La Guerra Fría y James Bond habían creado un apetito por los agentes secretos y en la CBS se les ocurrió crear su Bond del Oeste, un miembro del gabinete del presidente Ulysses Grant que viaja por el Far West batallando contra villanos que pretenden atentar contra el mandatario o contra los intereses estadounidenses.

En el rol de Jim West, Robert Conrad ponía su físico de galán al servicio de la causa,  pero el cerebro de la operación era el del Capitán Artemio Gordon (Ross Martin), ex oficial del ejército, maestro del disfraz y creador de todo tipo de máquinas y artilugios que ayudasen a sus objetivos. Son estos artefactos,  aunados a los que los villanos usaban para sus siniestros planes,  lo que le ha dado al show el aura de pionera del steampunk. El dúo protagónico viajaba en su propio tren que contenía un vagón-establo y otro que era el laboratorio de Gordon




Por cinco temporadas,  Jim West y Artemio Gordon en The Wild, Wild West lucharon contra todo tipo de nefastos villanos, algunos interpretados por glorias del viejo Hollywood como Ida Lupino, el rey del terror Boris Karloff y el galán del cine silente, Ramon Novarro. El mayor peligro lo imponía el Dr. Miguelito, un enano interpretado por el actor Janes Duhn,  que fue el Némesis de los agentes secretos por diez episodios hasta que la frustración lo mató. Si, Jim West (como se le conocía en Chile)  era tongue in cheek y no se tomaba mucho en serio.



Curiosamente,  en 1975, William Shatner entre dos series icónicas Star Trek y T.J. Hooker, interpretó a un personaje parecido a Artemio Gordon en la breve Barbary Coast. Un agente del servicio secreto,  ex oficial de la caballería,  maestro del disfraz y enviado por el Presidente Grant a vigilar conspiraciones criminales en California. Sin embargo, la ausencia del humor,  o tal vez porque el género del Oeste estaba en decadencia,  Barbary Coast no pasó de una temporada.



The Wild Wild West no fue el único experimento del género en los finales de Los 60. La desmitificación del Western alcanzaba a la televisión en lo que respecta los protagonistas, que ya no eran vigorosos, industriosos y empeñados en mantener la ley y crear una civilización donde no la había. 1965 vio en canales diferente a un nuevo tipo de héroe.

Héroes Sin Honor ni Memoria

Chuck Connors tendría su tercer protagónico en su segunda serie de vaqueros. Marcado (Branded) de la NBC narra la historia de Jason McCord, un oficial de Caballería acusado injustamente de deserción . Tras una vergonzosa degradación,  es expulsado del ejército. Convertido en un paria, McCord debe vagar como Caín por un Oeste inclemente buscando pruebas que puedan rehabilitarlo.



Otro vagabundo de las praderas apareció en A Man Called Shenandoah que abrió sus puertas en la ABC en 1965. Robert Horton era Shenandoah,  un hombre sin memoria. Herido y dejado por muerto, sobrevive,  pero amnésico,  y se la pasa una veintena de capítulos vagando de pueblo en pueblo tratando de averiguar su identidad. Yo vi ambas, Marcado y Shenandoah,  y me gustaron por novedosas, pero no pasó lo mismo con la teleaudiencia estadounidense y fueron canceladas tras solo una temporada.



Westerns Infantiles

Más suerte tuvo la ABC con otro Western ligero. F Troop (o Tropas de Asalto en castellano)  era una sátira de las películas del Oeste. Se burlaba del mito de La Caballería , pero también de los indígenas. En Chile, el canal 8 de Valparaíso la presentaba,  auspiciada por las Galletas McKay , a las 6 de la tarde todos los viernes. Pronto se convirtió en una de nuestras series favoritas. En USA también le fue bien puesto que alcanzó una segunda temporada.



Otra serie que iba dirigida a los más jóvenes de la familia fue Los Monroe, que la ABC que no se cansaba de las de cowboys produjo en 1966. Viendo 1883, he recordado mucho a Los Monroe que también trataba de una familia de pioneros que llegaba a Montana en los 1880s. La diferencia es que en ese trayecto tan peligroso que nos ha mostrado Taylor Sheridan, morían los adultos y quedaban los hijos mayores (interpretados por Michael Anderson y una jovencísima Barbara Hersey) encargados de los más pequeños y de cumplir el sueño de los padres de construir una nueva vida.



Todavía recuerdo el eslogan:  “Los Monroe,  a la conquista de un territorio indómito”. A mi hermano y a mi nos encantaba porque nos ilustraba la conquista del Far West desde la perspectiva de niños como nosotros. Aparentemente,  los niños estadounidenses no pensaban lo mismo y Los Monroe cerraron su puertas tras una única temporada.

Un Dúo Bicolor

ABC , no se inmutaba y en 1968 volvió a la carga con un programa controversial. The Outcasts (Los Rebeldes) nos traía a Don Murray y a Otis Young como un dúo de cazadores de recompensa en el Oeste post Guerra de Secesión. A primera vista parecían Christopher Waltz y Jamie Foxx en Django Unchained, pero aparte de su trabajo y de ser una pareja bicolor, no había más similitudes.

Jemal Davis es un ex esclavo lleno de amargura, pero también confuso con su nueva libertad. Don Murray es el Capitán Earl Corey,  ex oficial Confederado y ex dueño de plantación de Virginia que lo ha perdido todo, por lo que vaga por el Oeste buscando un nuevo espacio. A ambos se les ocurre dedicarse a la caza de recompensas y que juntos tal vez puedan evitar peligros y hacer su tarea más exitosa. Es una dinámica tensa, que a cada rato cae en peleas y rivalidades, muy parecida la que existe en 1883 entre el ex Confederado James Dutton y el ex oficial Yanqui Shea Brennan.



He hablado un poco de esta serie en mi nota sobre Julia y los primeros protagónicos de afroamericanos. A mí me encantó, pero el público tuvo problemas con Los Rebeldes. La consideraron muy violenta. En comparación con antiguas series de vaqueros,  lo era. En cambio, el auditorio de color veía otro problema, no les gustaba el retrato de Jamal que les parecía muy sumiso.

The Outcasts estrenó el año del asesinato del Dr. Martin Luther King. El país estaba en medio de una crisis social en la que el racismo era la mecha de un polvorín. No necesitaban de un programa que les recordase un pasado de conflictos raciales y preferían en ese horario ver Rowan Laugh-In, un show cómico que se convirtió en el más visto en la nación.



Aunque The Outcasts no pasó de su primera temporada, la ABC tuvo más éxito con otro Western. Yo que fui adicta a Las Novias (Here comes the Brides en inglés) recién vengo a notar que estaba tremendamente inspirada en el Western musical 7 Novias para 7 Hermanos. Incluso hay escenas en que Jason Bolt marcha por las calles del pueblecito (eso era entonces) de Seattle con toda la población siguiéndolo como una turba de Bollywood. Ya solo falta que canten y bailen.



Las Novias de Seattle

La trama también gira en torno a tema parecido. Los Hermanos Bolt van en busca de pareja,  para ellos y para sus leñadores. El modo en que las consiguen y como se acostumbran ellas a su nuevo hogar adquiere ribetes de comedia que recuerdan al mencionado musical.

 El setting es el hoy estado de Washington postguerra,  de Secesión. En una zona boscosa, Los Hermanos Bolt explotan el bosque que les dejó su padre en un monte llamado el Velo de la Novia. Al pie del monte se ha establecido un asentamiento maderero donde las únicas mujeres solteras son la tabernera Lottie (Joan Blondell,  otra refugiada del viejo Hollywood) y la poco agraciada Miss Essie, la maestra de escuela.


                                            Miss Essie

  Cuando, El Sueco, uno de los leñadores, besa a la maestra a la fuerza, todos se dan cuenta que tienen un problema entre manos. Únicamente la falta de mujeres puede llevar a un hombre a acosar a una solterona feúcha. Hoy nos parecerá un argumento sexista y ofensivo, a pesar de que finalmente el leñador y la maestra se casan. En su época todos lo aceptamos y nos condolimos por estos hombres sin mujeres.

                                             Miss Essie pidiéndole perdón al Sueco
                           Boda del Sueco y la maestra

Temiendo un abandono de parte de sus empleados, Jasón solicita de Lottie que ponga un burdel. Ella se niega y le dice que lo único que anclará a los leñadores será conocer mujeres decentes con las que puedan establecer sus propias familias.  Le recuerda que La Guerra de Secesión ha diezmado a la población masculina de La Nueva Inglaterra. Alla hay mujeres respetables que no tienen marido. y le aconseja ir a buscarlas.



Esta premisa se basaba en un incidente histórico. En esa época, Asa Mercer, un habitante del territorio de Washington organizó un viaje a la Costa Este del país y retornó con cincuenta mujeres a una zona casi despoblada. Estas “madres del estado” o “chicas Mercer” se casaron con leñadores o se establecieron en la región como maestra o dueñas de sus propios negocios.

La serie añade un toque dramático. Los Bolt no tienen los medios para emprender tamaño viaje. El hombre más rico del pueblo, Aaron Stemple,  les ofrece un préstamo con una condición: deberán traer mujeres decentes e irreprochables, y ellas deberán permanecer en Seattle por un año. Si una sola de esas “Novias” se marcha antes de esa fecha, Los Bolt perderán su aserradero de Velo de Novia. Esa sería la multa exigida por el codicioso Stemple.






Tras debatirlo con sus hermanos, Jason acepta. Embarcados en la carcomida nave del borrachín capitán Clancy, los hermanos parten en un viaje largo y peligroso (antes de la construcción del Canal de Panamá, había que bajar por el Pacifico hasta el Cabo de Hornos y de ahí subir por el Atlántico hasta la Costa Este). En New Bedford, una isla de la costa de Massachusetts, Los Bolt encuentran una mini comunidad totalmente compuesta por mujeres que cumplen con las labores que les dejaron sus hombres, muertos en la guerra.




Jason que tiene una labia muy ladina, les vende la idea de una tierra paradisiaca donde las esperan caballeros ansiosos de una buena esposa. Así consigue embarcar a 50 jóvenes, capitaneadas por la avispada ex bombera,  Candy Pruitt. Ya en el barco, Candy inicia un romance con Jeremy Bolt, el benjamín de la familia, pero también se percata de que Jasón es un gran mentiroso.



La serie girara en torno de como las novias se acoplan a una tierra extraña e inhóspita, como civilizan a los leñadores y como luchan contra el deseo de marcharse. Jason es quien siempre salva la situación con sus mentiras, con mucho gasliting, incluso con agresividad verbal. Viéndola ahora, me doy cuenta de que en plena era de la liberación femenina, la actitud de Jason era un atropello a los derechos de la mujer. Sin embargo, al público le encantaba.



Here Comes the Brides se convirtió en un éxito gracias a la combinación de drama, humor y lucha de los sexos que recordaba a las screwball comedies, siempre tan admiradas en el cine americano. También resultaban fascinante,  los esfuerzos de los Bolt por proteger su patrimonio ante las inesperadas razones de Las Novias para querer marcharse.

Por ejemplo, en el segundo episodio muere de parto una perrita mascota de Las Novias. A Candy se le ocurre que lo mismo sucederá con ellas puesto que no hay médico en Seattle. Jason pone en un aviso y la única que lo responde es una doctora. Esta precursora de la Dra. Quinn tiene que enfrentar los mismos recelos y prejuicios que el personaje de Jane Seymour.



A pesar de ser ofensiva para las feminazis de entonces y de hoy, La Novias traía mensajes sociales importantes sobre todo en el terreno racial. En “Un judío llamado Sullivan”, Rachel Miller una Novia con conocimientos de enfermería revela que es judía. Esto provoca una ola de racismo de parte de…¡Las Novias! 



Rachel quiere marcharse porque no cree encontrar un esposo judío en Seattle. Los Bolt se lo encuentran. Entonces otras “novias” quieren marcharse porque no soportan compartir espacio con una pareja judía. En un discurso humillante y ofensivo (pero efectivo) Jason convence a la cabecilla de las racistas de quedarse.



Para mí fue un episodio trascendental. Había pasado poco tiempo desde que mi madre nos había dejado caer una bomba a mi hermano y a mi anunciándonos que éramos judíos. Andábamos buscando información  (en un Chile entonces homogéneamente católico) que nos ayudará a construir una identidad. Las Novias nos ofreció un curso acelerado en religión y cultura judía: desde el vino kosher hasta rituales matrimoniales como el Mikvah.



Otro episodio importante en la contribución social de Here Comes the Brides fue “Marriage Chinese Style”. En Tacoma, Jeremy Bolt rescata a una chinita a la que quieren vender a un burdel. La jovencita entonces dice que le pertenece al menor de los Bolt y lo sigue hasta Seattle,  lo que causa conflicto con Candy,  novia de Jeremy. Es el menor de los problemas. Toy Quand ha venido a America a casarse. Su novio es miembro de la infame y letal sociedad de los Tongs,  adema lo interpreta nada menos que la leyenda de la artes marciales,  Bruce Lee.




En su primera temporada, Las Novias tuvo un buen rating, y muchas fans entre el auditorio adolescente. La razón eran los guapos actores que la protagonizaban. A las jovencitas les gustaban los enredos románticos de Las Novias ( y su vestuario), pero babeaban por Robert Brown y David Soul (años antes de Starsky y Hutch) que daban vida a Jason y Joshua Bolt respectivamente.



Sin embargo, la gran estrella que emergíó de la serie fue Bobby Sherman. Antes de iniciar las filmaciones, ya se estaba abriendo camino en el mundo de la música. Here Comes the Brides no solo ayudó a catapultar su carrera de cantante, lo convirtió en todo un Teen Idol. Su personaje, bajito, tímido, pero dotado de un compás moral más grande que el de sus hermanos, lo hacían identificable para muchos en su audiencia. Además,  tenía una característica que hoy lo haría diverso. Sufría de un trastorno de lenguaje. En lenguaje llano, era tartamudo. La serie,  en vez de burlarse,  intentaba explicar las causas de esa tartamudez, lo que la hace una precursora en lo de la inclusividad de minusválidos.



Con todo este atractivo bagaje, Here Comes the Brides no tardó en anunciar una segunda temporada, pero en esta se cometieron varios errores. Se le bajó el tono jocoso y comenzó a ser más seria y más dramática. Le metieron subtramas que se alejaban de las Novias volviéndose una serie de vaqueros cualquiera, en un momento en que el género estaba en decadencia. Más encima, la cambiaron de horario poniéndola en el fatídico espacio del viernes por la noche. La serie no fue renovada.

Experimentos Fracasados

Conscientes de su error, los de la ABC iniciaron la siguiente década con una comedia del Oeste. Inspirada en el éxito de Butch Cassidy and the Sundance Kid, Alias Smith and Jones trataba sobre una famosa pareja de asaltantes de banco,  Hannibal Hayes y Kid Curry,  que deseaban regenerarse. Para eso adoptaban una nueva identidad, pero el no alejarse de su milieu hacia que muchos reconociesen a quienes intentaban ocultarse bajo los humiles apellidos “Smith” y “Jones”.



El argumento alternaba entre el dúo esquivando a cazadores de recompensas,  y el intentar hacer el bien protegiendo inocentes de bandidos irredimibles. Para darle el toque femenino ingresaron a una antigua socia de la pareja. Esta bandolera era interpretada por Sally Field. todavía no una estrella de Hollywood, pero conocida por comedias como Gidget y La Novicia Voladora.

El público compró ese coctel, la serie tuvo buenos ratings y se encargó una segunda temporada. Ahí ocurrió el desastre.  Peter Duel,  quien interpretaba a Hannibal Hayes,  falleció. Aunque se intentó poner otro actor como Smith, no consiguió convencer a la teleaudiencia y Alias Smith and Jones fue cancelada.

No todas las comedias del Oeste funcionaban. En 1971, James Garner protagonizó Nichols. Descendiente de los fundadores de un pueblito homónimo, el Sherif Nichols estaba ahora a cargo de protegerlo. A pesar de los esfuerzos cómicos de Garner, apoyado por Margot Kidder y Stuart Margolin, Nichols tuvo una vida corta.



James Garner ha dicho que ha sido su serie favorita,  pero el escaso éxito de Nichols puede adjudicarse a que tenía lugar en 1912 en un Oeste sin indios ni grandes forajidos. Debieron aprender de Bearcats, protagonizada por Rod Taylor y Dennis Cole. El situarla en los años de la Revolución Mexicana y poner a los agentes secretos en los lomos de un automóvil no ayudó a que esa serie de la NBC durase más allá del piloto.



Los productores de televisión y las cadenas se enfrentaban a una dura realidad: el Western ya no enganchaba al público. lo IN eran las series policiales. Uno de los programas más vistos en la televisión estadounidense (y el favorito de mi padre) era la NBC Mystery Movie en la cual rotaban series hoy legendarias como Columbo y MacMillan y Esposa.

Aprovechando el éxito de la antología, en 1974 le embutieron un huésped . Aunque Hec Ramsey estuviese protagonizada por Richard Boone, quien se había hecho famoso por su Western psicológico Have Gun, Will Travel, el Sheriff Ramsey colgó sus pistolas después de la segunda temporada.



Que el gusto por los Westerns había cambiado lo refleja la más longeva de las series de la NBC Mystery Movie, un primer conato de lo que hoy conocemos como neo-Western. Inspirada en el filme de Clint Eastwood,  Coogan’s Bluff, McLeod describía como un sheriff de un pueblo de Nuevo México encontraba su nuevo hogar entre los rascacielos neoyorquinos de Los 70. Se volvió una imagen icónica la de Dennis Weaver cabalgando por las calles de Manhattan, lo que haría entre 1970 hasta 1977.



Eso no quiere decir que el neo-Western estuviese triunfando en la televisión. Lo atestigua el fracaso de Cade’s County que aun teniendo una figura famosa de Hollywood como Glenn Ford en el papel principal cerró sus puertas tras solo una temporada. A nadie le interesaron las aventuras de un sheriff moderno de Arizona y el neo-Western tendría que esperar a los 80 donde se fusionaría con la soap-opera para crear el mega éxito de Dallas.



Cuando el Kung Fu se Puso de Moda

El ultimo experimento del Western y el más memorable llegaría en 1972. Aunque en Las 7 Caras del Dr. Lao, Disney había tenido un protagonista chino en el Oeste, a nadie se le hubiera ocurrido que una serie cuyo héroe era un monje Shaolin,  experto en artes marciales , se convirtiese en la más vista de los Estados Unidos.

Kwang Chang Caine era un niño eurasiático criado en un milenario monasterio de la China. Fallecidos sus padres, el pequeño es entrenado en el secreto arte del Kung Fu , un tipo de arte marcial, pero también en filosofías taoístas que le enseñan a usar ese don solo como último recurso, como una forma de autodefensa y para defender a los más vulnerables.

La infancia y adolescencia de Caine nos eran presentadas vía flashbacks que interrumpían cada episodio para explicarnos los motivos de acción del protagonista. Estos diálogos filosóficos del joven con sus tutores, el invidente Maestro Po (Keye Luke), y el severo, pero humano,  Maestro Kan (Philip Ahn) eran parte del encanto de la serie. Sobre todo, en una época en que las religiones orientales habían sido adoptadas por los hippies y otros grupos psicodélicos.



La serie comienza con Caine cruzando el Pacifico con un precio en su cabeza. Tras haber matado a un pariente del emperador que a su vez había matado al Maestro Po,  el “pequeño saltamontes” como lo apodaban sus maestros no tenía más remedio que huir de la China. Se embarcaba a California en busca de su familia blanca. Esta búsqueda por el Far West comprendía el argumento de Kung Fu.

La serie gustó tanto que ya para la segunda temporada se había convertido en el programa más visto de la Unión Americana. Se habían matado dos pájaros de un tiro: la serie mantenía vigente el Lejano Oeste y provocaba un interés masivo en las artes marciales del Lejano Oriente. Se abrieron academias de Kung Fu y ese estilo de lucha libre llegó hasta la música. Y no nos olvidemos de los sketch comicos de Los Polivoces.




Ese fue un gran logro de la serie, integrar un aspecto de la cultura china al pop culture estadounidense. Otra virtud de Kung Fu fue darle empleo a cuanto actor asiático anduviera cerca. Mucho se ha criticado que un caucásico como David Carradine interpretase al monje nómada. Lo cierto es que por tres temporadas Kung Fu fungió de agencia de empleos para actores asiáticos del viejo Hollywood como  Benson Fong, Richard Loo, Victor Sen Young, , James Shigeta, Mako, France Nuyen y Pat Morita.

También fue un espacio para cameos de grandes luminarias como Patricia Neal y Rhonda Fleming, y un trampolín para futuras estrellas como Harrison Ford y Jodie Foster. Sin mencionar que fue un show para talento latino como el de Bárbara Luna, Roxanna de Soto, Gilbert Roland, y Alejandro Rey. Si hasta José Feliciano y El Indio Fernández aparecieron en algunos episodios.




Una anécdota es que en un episodio veíamos a una niña euroasiática que postulaba al monasterio del Maestro Po. Era interpretada por Barbara Hershey que,  en la vida real,  era madre de un hijo de David Carradine. El romance Carradine-Hershey acabó durante la serie cuando el Pequeño Saltamontes se involucró con Season Hubley a la que también conoció en el set.



Hoy Kung Fu es una serie de culto,, pero lo que muchos no saben es porque solo duró tres temporadas. En su día, corrieron muchos rumores todos centrados en un hecho: el protagonista no quería seguir. Se dijo entonces que había recibido amenazas de las fuentes de su conocimiento del Kung Fu que lo acusaban de revelar secretos relacionados con el arte marcial.

La verdadera razón es un poco más triste y sórdida. Los productores de Kung Fu intentaron crearle una imagen a David Carradine desde su sitial de “nene de Hollywood”, hijo del famoso actor de carácter,  John Carradine. El que David hubiese crecido en una familia totalmente disfuncional no era importante,  puesto que no impidió que los Carradine en masa participasen en Kung Fu.



Por otro lado,  se habló del intérprete de Caine como alguien que despreciaba el estilo de vida hollywoodense, que llevaba una vida apartada cercana a la naturaleza en una casita en la playa,  de acorde a la máximas taoístas. Aunque es cierto que Carradine había llevado una vida interesante, tanto en el ejército y como un seguidor del movimiento beatnik, antes de llegar a la serie ya traía un prontuario policial.

En 1972 se publicitó mucho un incidente chocante que destruyo la imagen “sana “del protagonista de Kung Fu. Bajo efecto del peyote, David había salido desnudo de su casa en Laurel Canyon Después de haber saltado la barda del vecino, había roto un vidrio y entrado en casa ajena. Tras tumbar varios muebles y dejar una poza de sangre (se había cortado el brazo con los cristales)  había regresado por donde venido.

La policía siguió el rastro de sangre y arrestó al actor, pero el juez,  luego de determinar que no habían ocurrido ni robo ni grandes daños,  dejó a Carradine en libertad,  exigiendo solamente una gran multa. El público no fue tan comprensivo. Aun en épocas pre-Internet, hubo un proceso de reproche y semi cancelación que afectó emocionalmente a David Carradine y lo llevó a no querer seguir con la serie.



David Carradine se recuperó e hizo luego una buena carrera en el cine. Su imagen de Kung Fu ayudó a su ascenso a estatus de estrella y se le aceptaron futuros escándalos y excentricidades hasta su trágica y bochornosa muerte en Bangkok en el 2009.

Para muchos,  David Carradine será siempre el lacónico y justiciero Caine que emite aforismos filosóficos seguidos por patadas cuando no se le comprende. En 1992, David Carradine volvió a vagar por el Oeste en un breve revival de la saga de Caine en Kung Fu: The Legend Continues. No duró mucho ya que no poseía esa magia ingenua de la primera serie. Durante la pandemia se ha hecho un Reboot . Situada en tiempos modernos,  y a pesar de ser su protagonista una actriz china bona fide, la historia de una descendiente de Caine que intenta curar su angst adolescente con artes marciales no me ha gustado y me alegra saber que la han cancelado. Mucho más cercana al concepto es la fabulosa Warrior de la que hablaré más adelante.



En su época,  Kung Fu demostró que se podía enseñar la historia del Far West alejándose de violencia de machos y enfocándose más en aspectos domésticos y perspectivas de minorías. Eso llevaría a expandir el rol femenino en la conquista de La Frontera, enfocándose en el punto de vista de una niña. De eso hablaré en mi próxima entrega,  si D-s me da vida.

 

4 comentarios:

  1. For some reason Caradine was one of those actors that scared the hell out of me when I was a child. He, Michael York and Tina Turner LOL There were also Turkish westerns, they were particularly obsessed with Winetu the Indian, and they shot a lot of those in my Vojvodina as we have a lot of prairies.

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    1. Tina T (may she rest in peace), I understand since you probably saw her in the Mad Max franchise, but Carradine? And Dear Sir Michael? Why were frightened by them? I remember some Winetu films but they were German, and were adaptation of Karl May's classic wrestern novels. Karl May, a liberal humanist, was Hitler's favorite writer

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    2. Caradine because he always played nasty villains and York probably because he was just fugly LOL
      I will miss Tina so much, I did post RIPs on our social network pages. She had so many lovely hits, for me the biggest singer ever with Celine Dion and Nicole Scherzinger, nobody ever sung better than those three. Tina did scare me as the bandit queen in Mad Max! I loved her 80s hits, but also Goldeneye which is my fave Bond song ever, unbeatable.

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    3. She was the voice of the 80s, so sad she had such a sad life. Funny, in the 60's and 70s Sir Michael was considered hot. i iked him although I don't go for blondes, , because he played nice characters like Dartagnan, the lead in Cabaret and John the Baptist in Jesus of Nazareth. True, for yor generation David Carradine had an evil face. Fom North and South to Bill in the Tarantino franchise, he played dastardly characters. To me he would always be The Little Grasshopper

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