En pos de series
nuevas rusas me fui a YouTube y encontré unos sitios muy curiosos, StarMedia y Epic Media donde (con permiso de
las mismas productoras) se pueden ver miniseries completas con subtítulos en inglés
(incluso en español). Algunas son tan malas que entiendo que las regalen al público,
pero otras como Neophyte…bueno voy a reseñarla para que entiendan por que
la recomiendo.
Masha y Gutya,
Detectives
El título de esta
serie en ruso es Una Alumna Excelente, pero para esta entrada usaré
“Neofita” la traducción del título en inglés por ser más corta. Es Leningrado
1958, la Unión Soviética se recupera todavía de la muerte de Stalin, y la Teniente Maria “Masha” Krapivina (Yana Gladkikh) se une a
la policía de la ciudad. A sus 23 años, Maria , hija única de un importante
abogado, ha llevado una vida de privilegios y mimos. Aun así, se ha graduado con
honores en Derecho y Criminología, y hasta ha resuelto, en su anterior trabajo,
un par de pequeños robos.
Ahora el desafío
es mayor. Tanto Gutya (Taisiya Vikova, la Lisa de Gogol) , su mejor
amiga, como sus padres creen que María pronto se aburrirá de este capricho,
encontrará un hombre importante y se casará. Gutya, que es costurera, comparte
con la madre de Masha la idea “burguesa” de que la mujer debe ser esposa, madre
y ama de casa.
Al parecer eso es
lo que piensa la policía. Maria presenta sus credenciales a su superior, la Coronel
Polina Ivanenok (Yulya Aug, la Emperatriz Elizaveta de Ekaterina) . Esta
mujer legendaria ha tenido que luchar por cada ascenso obtenido. Le cuenta a su
nueva criminóloga, que en su primer puesto importante tuvo que defenderse a
tiros de un par de marineros que pretendían violarla . “Uno de ellos se
convirtió en mi primer marido” le anuncia a su azorada interlocutora.
Los desafíos de
la teniente no son tan físicos, pero igualmente desagradables. Lo primero que
descubre Krapivina (ecos de Hidden Figures y Babylon Berlin) es
que no hay en todo su piso del Ministerio de Justicia un baño de mujeres. Debe bajar
hasta el Departamento de Contaduría para encontrar uno. Ivanenok le recuerda
que en todo el piso solo hay tres mujeres. Es un desperdicio hacerles un baño
especial.
En los primeros
días, a Maria no le han encontrado un uniforme. Así que sube y baja las
escaleras con tacones, vestido a la moda, y el cabello en una cola de caballo que vuela
por los aires y me recuerda a Rocío Dúrcal en las películas de esa época. Solo que,
para los detectives, esa imagen femenina
y juvenil, les hace aflorar su peor
machismo. Les molesta que la colega interfiera con su espacio. La ignoran en su
cara y se burlan de ella a sus espaldas.
El peor es el Oleg
Shevdov (Nikita Efremov) que está a días de retirarse del cuerpo. El único que es amable es
Petrov (Alexander Yatsenko de Ekaterina y Road to Calvary) . Shevdov y Petrov están trabajando sobre un
asalto a una tienda de antigüedades. Aunque han apresado a uno de los ladrones,
este se rehúsa a darles datos sobre el crimen.
Dice que solo se confesará con la chica bonita que le tomó las huellas.
A pesar de las
protestas de Shevdov, Ivanenok permite que Masha se entreviste a solas al
ladrón. Este le da su nombre, fecha y lugar de nacimiento y su apodo “Buffet”. También
le susurra que hay un traidor en el departamento de policía. “¡No confíes en
nadie!” La confundida muchacha obedece y solo le revela esta confesión a Gutya.
Buffet es trasladado
a la prisión. En el camino y en presencia de Shevdov y Maria, los cómplices de Buffet
emboscan el vagón donde se transporta al ratero. Hay una balacera. Shevdov
salva a Masha, pero es herido. El vagón estalla en llamas, solo recobran el cadáver carbonizado de Buffet.
Masha ha
descubierto que en los últimos cinco meses han ocurrido varios asaltos a
tiendas de antigüedades que presentan las mismas características que el de
Buffet. Nadie le hace caso. La Teniente deduce que el cadáver encontrado no
corresponde al del ladrón. Nadie le hace caso. Cuando visita a Shevdov en el
hospital, este es brusco con ella. Desilusionada, Krapivina presenta su
renuncia, pero cuando escucha que Shevdov no abandonará la fuerza sino hasta
resolver el caso de Buffet, y también que otras mujeres en su puesto han
renunciado, decide quedarse.
Mujer y Crimen
en la Rusia Post-Stalin
Hasta ahora hemos
visto la acción desde la perspectiva de Masha. Ahora entramos en la óptica de
Buffet. Efectivamente, el ladrón vive. Todo fue una trampa para alejar a la
policía de su pista. Kraprivina tiene razón. Buffet ha dado todos esos golpes a
las tiendas de antigüedades. Anda en busca de tres estatuillas que lo llevarán
a dar con el paradero del botín ocultado por Carol (rey) su antiguo jefe.
En un flashback a
1940, Buffet recuerda la noche en que fue aceptado en la banda de Carol, un enigmático
ex oficial que toca a Chopin en el piano. Carol tiene reparos puesto que
desprecia al nuevo por ser un desertor de la Guerra Ruso-Finlandesa, pero el hábil
Buffet—-a sabiendas que su nuevo jefe es un Ruso Blanco— le recuerda que
traicionar a los bolcheviques no es lo mismo que traicionar a la patria.
La serie tiene un
decidido aire juvenil. Se dice que Oksana Karas, la directora, maneja bien el
entretenimiento dirigido al público joven. Que el relato vaya combinado con una
sólida historia detectivesca y que la protagonista sea mujer, acaba en un
producto original , fresco, y hasta
cierto punto feminista, que no defraudará
a los amigos del género policial.
Veo quejas de
televidentes de que la serie se siente demasiado frívola, que la Unión
Soviética de entonces estaba colmada de esforzados socialistas luchando por
crear un mundo mejor, aun muerto el
Camarada Stalin. Yo creo que hubo gente como Masha que llevaban una vida
privilegiada con apartamentos gigantes, mesas colmadas (hasta champagne). Aun
hoy hay elites en los paraísos comunistas.
Me alegra saber que,
aunque durante el periodo estalinista, muchos crímenes se consideraban erradicados
por considerarse “pecados burgueses”, a fines de los 50, Leningrado estaba
llena de maleantes. Por último, el que Masha deba conseguirse medias de nylon y
perfumes en el mercado negro, demuestra que en los paraísos marxistas siempre
hay escasez. La misma Marya se entusiasma al saber que en su trabajo tendrá
acceso a un microscopio, algo que no tenía en la universidad.
A ratos pueden
las locas teorías de Masha y Gutya recordarnos series infantiles tipo Marisol,
Detective, Nancy Drew u otros de esos cuentos de chicuelas que quieren resolver
crímenes sin tener mucho de donde asirse, pero debajo de las intrigas románticas hay un potente relato detectivesco. ¿Qué misterio escondió Carol en el trio de estatuillas? ¿Qué papel juega el profesor checo en toda esta
maraña? ¿Y qué vínculo une a Buffet con los padres de Masha?
Hay algo que me
ha gustado de la serie y es el respeto con el que se ha tratado a la figura de
la mujer policía. Aunque Masha es joven, inexperta y a veces no seguirá el
manual, es una profesional que aprende, y trae a este mundo de varones el sexto
sentido femenino. En eso difiere totalmente de mujeres parecidas en tiempos
modernos de series alemanas . Tanto em Dark como en Perfume y 23
Casos tenemos a agentes hoscas, mal habladas y sarcásticas, pero también
superadas por sus problemas personales al punto que posponen sus
investigaciones y el bienestar del público ante sus necesidades y obsesiones
Contenido
Violento y Gore: Es un
cuento de policías y bandidos. Hay asaltos, balaceras y gente que muere en
ellos. Una esposa engañada le cae a golpes a Gutya en la calle. Hay un
asesinato de un personaje importante en el penúltimo episodio.
Contenido
sexual: Entre todas sus
virtudes, Masha es virgen. “Morirás vieja y virgen” se burla Gutya. Esta última
tiene un affaire con un policía casado. Muchas escenas de Masha y Gutya en
paños menores, pero sin conotaciones sexuales. El problema de la virginidad de la Teniente Kraprvina se
soluciona con una hermosa escena de alcoba en el penúltimo episodio, muy
descriptiva, pero in necesidad de un rotulo “solo para adultos”. La gran quimica entre los actores es de admirarse puesto que Yana y Nikita llevban apenas un año de divorciados.
Contenido
Feminista: Es muy
interesante el contraste de las afirmaciones feministas de Kraprivina de que,
debido a su coraje y labor durante la Segunda Guerra Mundial, la mujer soviética
ha obtenido la igualdad. Sin embargo, ella es víctima de discriminación en un
ámbito en donde solo una mujer ha logrado llegar a la cima. Por otro lado, Gutya
representa la nueva chica soviética que gusta de productos que La Revolución tildaría
de frívolos, quiere lucir como Sofia Loren y sueña con encontrarle un marido perfecto
a su amiga. La misma Masha, que acusa a Shevdov de ser un misógino, usa la tarjeta de “hay que tratar bien a una dama”
, y a cada hombre que ve (hasta un catedrático cincuentón) lo trata como a un romance
potencial.
Factor Diversidad: Cero, tanto que cuando Masha va al
Hermitage, ponen unos turistas negros en el museo.
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