martes, 6 de febrero de 2024

Santa Evita en Disney: El mito se niega a morir

 


Eva Duarte de Perón fue una mujer de carne y hueso. Evita es un mito. Lo fue en vida y continuó siéndolo después de su muerte. Existe toda una leyenda sobre su cadáver,  lo que empujó a Tomas Eloy Martínez a escribir una novela sobre ese tema.  Entre Disney, Salma Hayek (productora ejecutiva) y un eficaz elenco rioplatense han adaptado la novela convirtiéndola en esta fascinante miniserie.

He visto a tantas Evitas, Faye Dunaway, Esther Goris, Madonna, y muchas más. Natalia Oreiro las opaca a todas. Dentro de una trama colmada de saltos de tiempo y diferentes perspectivas,  es ella quien logra darnos un retrato creíble de una mujer mítica.

Evita enloqueció a las masas de una manera que ninguna estrella de cine pudo emular,   y cambió la política de un país a un nivel que otras mandatarias no alcanzarían. Solo Isabel II consiguió esa combinación de amor-odio, esa veneración que las hace a ambas reinas de la imaginación popular,  aun después de fallecidas.



Nacida Bajo Tres Estigmas

No sé por dónde empezar. ¿Por Eva Duarte de Perón, la verdadera; por la creación de Tomás Eloy Martínez o por la serie?  Creo que lo natural será seguir la cronología histórica. Eva María Duarte nació en 1919, en el villorrio de Los Toldos, provincia de Junín, Argentina. Su infancia estuvo marcada por tres estigmas que la perseguirían de por vida: era ilegitima, pobre y mujer.

Creció junto a sus hermanos en un hogar de clase media baja,  lo que no le impidió soñar y ambicionar ser famosa. En 1935, se marchó a Buenos Aires y,  después de mucho batallar, consiguió trabajo en la radio convirtiéndose en reina de radioteatro. De ahí pasó al teatro y al cine, pero la fama no le vendría de las tablas sino de la política.

Aparte de sus sueños, Eva tenía conciencia social. El mundo de la radio estaba poblado de socialistas y sindicalistas, Evita los adoptó a ambos convirtiéndose en, 1943,  en presidenta del sindicato ARA (Asociación Radial Argentina). Alternaba sus labores artísticas y sindicales con actos de caridad como recaudar dinero para los damnificados del terremoto de San Juan de 1944. Fue en uno de esos actos que conoció al entonces Ministro de Trabajo, General Juan Domingo Perón.


Iniciaron un romance que fue seguido por convivencia. Perón descubrió que Evita era más que una cara bonita puesto que compartía su ambiciones e ideales. Eva se convirtió en el puente entre los “descamisados” (léase el pueblo llano, pero en realidad los miembros y lideres de sindicatos) y el gobierno. Cuando Perón fue relevado de su puesto y quedó bajo arresto, Eva galvanizó a la central de trabajadores, logrando la liberación del ex militar y su llegada al puesto más alto de la nación.

Durante la primera presidencia de Perón, su mujer sería su mejor agencia de publicidad, embajadora del peronismo, incluso en el extranjero , pero también propulsora de sus propios planes que beneficiaban a la mujer argentina y a otros grupos vulnerables. No voy a ponerme a vitorear o a atacar el peronismo. Este no es el sitio indicado, pero recuerden que el justicialismo/peronismo actual, los movimientos montoneros y el kirchnerismo,  no son lo que quería o en lo que creía Evita.

Durante el mandato de Perón, Eva tuvo tres enemigos: la oligarquía, la iglesia y las fuerzas armadas. La primera la despreciaba por “roja”, por ser de clase baja. El clero la repudiaba por considerarla una pecadora, una mujer de vida disoluta que apenas se había casado por el civil. En cuanto al ejército, la detestaba por todas las razones anteriores,  agregándole que a los militares no les gustaba recibir órdenes de una mujer, sobre todo de la calaña de esa a la que apodaban “La Yegua”. Los tres grupos resentían la influencia de Evita y le inventaron una leyenda negra que sería la primera mitología de la Primera Dama.



A Eva Perón la venció otro enemigo, el cáncer que se la llevó en 1952. Consciente del poder que su mujer ejercía sobre el pueblo, y temiendo haber perdido con ella ese poder, a Perón se le ocurrió una idea macabra. Embalsamar a su cónyuge y ponerla en exhibición ante el pueblo como si fuese una reliquia sagrada. Para eso hizo venir a un médico español experto en la conservaciones cadáveres. Se dice que el Dr. Ara también fabricó, en cera,  tres copias exactas de la difunta para despistar llegado el caso.



El cuerpo de Evita fue expuesto en la CTG (Central de Trabajadores Argentinos) , el sindicato obrero más grande del país donde fue venerada por su pueblo. La idea era construir un monumento donde descansarían sus restos de manera pública. Algo así como la tumba de Lenin, pero en 1955 una revuelta militar derrocó a Jun Domingo Perón.

Los Ladrones de Cadáveres

El nuevo gobierno no se demoró mucho en destruir todo vestigio de “La Yegua”, pero hubo dudas de qué hacer con el cuerpo embalsamado. La mayoría lo quería en el fondo del mar, pero el General Pedro Aramburu deseaba un entierro cristiano, discreto y sin testigos. Se le encargo al coronel Carlos Eugenio de Moorig Koenig, entonces jefe de los servicios de inteligencia argentinos,  que hiciese desaparecer, a la muerta.

Koenig, junto a tres secuaces, “secuestró” el cuerpo de Evita, lo profanó orinándole encima (esto aparece en la serie, pero casi al final) , y se lo llevó ( posiblemente junto con las réplicas)  para despistar a los devotos de la ex Primera Dama. Estos la seguirían buscando por años. Fue en Los 70 que se supo que los restos de Eva Perón habían sido llevados,  con ayuda del Vaticano,  a Italia donde permanecieron ocultos en una cripta en Milán.



En 1971, como un gesto de buena voluntad, el gobierno argentino regresó el cadáver a Perón, ahora en su exilio español. El cuerpo de Evita permaneció en un ático por tres años antes que Perón regresase a Argentina a hacerse cargo del gobierno. Fue ahí que, por fin,  Evita pudo descansar en paz , siendo enterrada en el mausoleo de su familia,  en el cementerio de la Recoleta.

Son todos estos sucesos los que Tomás Eloy Martínez une en su novela. La mayor parte de su obra literaria gira en torno a Perón y al peronismo, pero se cree que Santa Evita es su opus magna. El Marqués de Vargas Llosa la describiría como “una novela maestra”. Gabriel García Marques diría de ella  “el libro que yo quería leer” y Carlos Fuentes la definiría como una “alucinante novela gótica”.

Yo casi no puedo leer ya si no está en línea, por lo que no creo que llegue a leer esta obra, pero sé que hay mucho que no se puede incluir en la miniserie. Uno de los cambios mayoressegún entiendo es que el investigador original es el mismo Tomas Eloy Martínez. En la miniserie han creado un periodista ficticio para ese rol.


La historia comienza en un semi presente, Buenos Aires,1971. A Mariano el director de su periódico le encarga investigar,  con mucha discreción, si es cierto que el gobierno le devolverá a Perón los restos de su esposa. La razón del encargo es que una vez Mariano entrevistó al ex mandatario y se estableció una cierta amistad entre ellos,  Efectivamente, en una llamada a Madrid, Perón parece contento de hablar con su antiguo entrevistador y confirma la noticia, pero la duda persiste. ¿Cómo van a devolver lo que lleva desaparecido por casi una década?



Ahora Mariano tiene otra misión: descubrir el paradero del cuerpo de Evita. Para eso inicia una serie de entrevistas con involucrados en el caso. El médico embalsamador, la madre de la Primera Dama, el peluquero de Evita, etc.. Así,  y gracias a flashbacks, se va reconstruyendo la vida de Eva Perón, desde su infancia en Los Toldos, su viaje a Buenos Aire y sus luchas por sobresalir en la farándula, por ayudar al pueblo al lado de su marido, hasta la batalla final contra el cáncer.

En el presente las cosas se están agravando para Mariano. Buenos Aires es peligroso . Yo no me había dado cuenta de que, en 1971,  Argentina estaba bajo una dictadura militar o de que después de depuesto Perón,  el país había vivido en un caos político de coup d’etats, revoluciones, derrocamientos, juntas, generales y un par de presidentes títeres.

Tenía yo, en ese entonces, recién entrada en la adolescencia,  una vaga idea de que al otro lado de la cordillera se fraguaban revueltas, que el peronismo se había vuelto un movimiento de izquierdas y que los Montoneros eran guerrilleros peronistas de armas tomar puesto que habían secuestrado y asesinado al General Aramburu quien había reemplazado a Perón. Entre los crímenes atribuidos a Aramburu estaba la desaparición del cadáver de Evita.


La acción principal de la serie tiene lugar durante el gobierno del General Lanusse. Existe un movimiento clandestino de izquierdas que resiste el gobierno y tiene vinculación con Los Montoneros. Vemos que Irene, la mujer de Mariano,  es parte de este movimiento.

Mariano se mueve en terreno peligroso, sobre todo cuando todos los caminos apuntan a Moorig Koenig y el periodista comienza a rastrear al militar. Ahí aparecen civiles,  que obviamente son o fueron parte de las fuerzas armadas.  Amenazan y golpean a Mariano, su apartamento es vandalizado,  Irene decide huir del país, pero su marido no quiere seguirla. Está obsesionado aun cuando el director de su periódico lo releva de su investigación.

La Saga de una Obsesión

Santa Evita es una historia de seres obsesionados. Mariano cree que investiga una nota, pero él también ha caído bajo el embrujo de esa mujer que,  a través de la serie,  vemos ha sido cosas diferentes para personas diferentes, todas obsesionadas con un mito.



Para Perón su esposa muerta seguía siendo un arma política, para sus “descamisados” Evita era una santa a la que veneraban casi como a la Virgen Maria,  y para una chiquita,  en cuya casa se ocultó al cadáver, era la Poupee, una muñeca gigante. Sin embargo, el más peligroso aspecto que toma Eva Perón es el de la diosa triforme: la vampiresa, el anima jungiana,  y la destructora de hombres y mundos. A esa la conocieron los hombres que intentaron desaparecer sus restos. Eso lo descubrirá Mariano cuando encuentre a Moorig Koenig, quien,  después de Evita,  es el personaje más importante de este cuento.

La historia está contada desde diferentes perspectivas, y repito,  a punta de flashbacks. La perspectiva de Moorig Koenig es interesante por ser totalmente subjetiva y estar basada en su percepción de la realidad que cambia la interpretación de la desaparición de los restos de Evita. En su novela, Tomas Eloy Martínez lo hace ser un frenemy de la Primera Dama. Antes de la muerte de Evita,  Perón le encarga al coronel que sea el guardaespaldas de su esposa y lo mantenga informado de sus movimientos.



Aunque Evita lo mira con el recelo con el que mira a todos los “milicos”, pronto lo acepta como uno más del grupo. Esto hasta que lo descubre monitoreando el avance de su enfermedad y lo saca a patadas de su vida. Nunca sabemos para quien la espía Moorig. ¿Lo hace por órdenes de Perón, fue un doble agente que trabajaba para los militares o la vigila por cuenta propia?

Aunque comprometido y luego casado, Moorig se ha enamorado de “La Yegua”. Lo terrible es que en su imaginación llega creer que ella lo corresponde, que detrás de la confianza y amistad que le brinda se oculta una pasión como la que anida en el afiebrado cerebro del coronel.



Cuando el nuevo gobierno le encarga a Moorig encargarse de los restos de la difunta, el coronel contrata un trio de cuasi delincuentes:  Milton Galarza,  conocido por masacrar indígenas, Gustavo Adolfo Fesquet, que para ocultar su homosexualidad está dispuesto a cometer crímenes,  y el fanático religioso Eduardo Arancibia. Juntos secuestran el cadáver de Evita y sus réplicas. Moorig les encarga una cada uno-ninguno sabe cuál es la verdaderaordenándoles enterrarlas en secreto.

No hay tal secreto, los devotos de Santa Evita les siguen la pista, los agreden,  les envían mensajes inquietantes, llegando incluso a amenazar la vida de la hijita de Moorig. A cada rato se encuentran en su camino tenebrosos homenajes a la animita de la difunta con velas, ofrendas florales y fotografías de ”Santa Evita”.



El episodio más macabromás tratándose de un evento reales cuando Moorig oculta a la verdadera Evita en el ático de la casona de Arancibia.  A pesar de ser un fanático religioso, Arancibia está casado y espera su primer hijo. La presencia del cadáver lo enloquece. Confunde a su esposa con el fantasma de Evita y la mata a ella y a su hijo nonato.

¿Diosa, Santa o Demonio?

Evita sigue siendo una diosa implacable que exige el máximo sacrificio de sus adoradores, pero también es un espíritu maligno, una Lilith que separa a los hombres de sus esposas. La misma Irene se marcha del país sin convencer a su marido de seguirla. Para Mariano, descubrir lo que ocurrió con Evita es lo más importante y sin embargo su búsqueda lo lleva a una verdad a medias. El mito-hecho-mujer ha sobrepasado su propia muerte y de paso ha afectado, muchas veces negativamente, a quienes más la han amado y odiado.

Comprendemos esto último cuando vemos a Moorig como lo ve Mariano, un guiñapo humano, un alcohólico que se autodestruye ya que perdió lo más importante, su raison d’etre. Hoy es solo una vergüenza para los militares y para su misma familia.  Mientras él es un cadáver viviente,  Evita se ha hecho inmortal.



Mi madre solía decir que, si los argentinos se lo proponían, hacían algo “sobrio”. En su vocabulario, “sobrio” pasaba a ser sinónimo de excelente. Es lo que sentimos al ver Santa Evita, un drama sin excesos sin exageración, totalmente al punto en todo:  vestuario, atmosfera histórica, actuaciones. Destacan en el elenco Ernesto Alterio,  que parece que nació para interpretar personajes entre patéticos y siniestros,  y por supuesto Natalia Oreiro.

La Oreiro ha madurado como actriz. Ya no es la “Muñeca Brava” ni la Reina del Festival de Viña del Mar. Creo que es la mejor Evita que he visto, incluso  supera a la de Ester Goris y su look es perfecto. Con todo lo dicho es obvio que recomiendo la serie.



Contenido Violento: Varias palizas, aunque nada muy sangriento. Lo más Gory, Moorig y sus subalternos orinando sobre el cadáver de Evita.

Contenido Sexual y Desnudos: A pesar de la obsesión necrófila de Moorig no vemos sexo. Eso si,  el cadáver de Evita es expuesto desnudo y enfocado desde todos los ángulos.



Factor Feminista: La lucha de Evita por conseguir el voto, y otros beneficios, para la mujer argentina se documenta en esta serie. También es un examen del poder femenino en el imaginario colectivo, incluso el miedo a la mujer dentro de la misoginia machista.

Factor Diversidad: Muy poco. Se haba del origen alemán de Moorig Koenig. La mujer de Mariano se apellida Kaufman, por lo que podría ser judía. Hay dos personajes homosexuales. uno positivo, el peluquero de Eva Perón. Otro que,  para ocultar su debilidad,  se ha vuelto un militar corrupto y violento.

 

 

 



4 comentarios:

  1. I have not watched it but I started Cristobal Balenciaga this week, the first episode was watchable but lacking in style or character and I do not like the lead actor for some reason. He makes Cristobal unlikeable, but the guy who plays his lover is lovely.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I still don't know why Disney won't show it in the USA. Wladzio was a gorgeous being. I don't like Alberto San Juan either. I think only Javier Rey knew how to capture Balenciaga's class and debonair style in Lo que escondian sus ojos.

      Eliminar
  2. Interesante articulo, siempre me he preguntado tu opinión de Evita pero eso lo podemos hablar en privado. Mi papá siempre ha tenido opiniones fuertes con respecto a ella, a Perón y a Estela. Por lo que veo en los trailers, Natalia Oreiro debe estar genial como Evita y me imagino que mucho mejor que las actrices que mencionas que la interpretaron. Sin embargo, no tengo nada de ganas de verla. Me molesta mucho la idealización de figuras políticas socialistas, no solo en la vida real sino tambien en en la ficción. Por ejemplo, The Motorcycle Diaries. Tu sabes que, en general, no tengo mucho respeto por los políticos. Peor aún los que llegan a nivel de "santos".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como tengo mucho que decir, seria mejor hablarlo en privado. LO primero es que la idealizacion nunca es buena, pero aqui fue una idolatria que nunca alcanzó a Peron que era el jefe de estado, sino a su mujer a la que idolatraron y odiaron. No, fijate que no hay idealizacion de Evita-mujer en la serie, la idealizacion viene despues y por diferentes motivos incluso de sus enemigos. Evita podia ser cruel con sus enemigos, el gobierno de Peron (hablo del primero) fue muy represivo, pero hay un error. Ellos no eran "rojos . Sus mayores enemigos (mas que la oligarquia ) eran los militares y comunistas. El justicialismo original era fascista, el gobierno mas parecido al de Mussolini y que incluso no era antisemita. Pero viendola de nuevo, me enfoco en como una mujer busca el poder (Por bienitincionada que sea) a traves de un hombre y como eso la hace prisionera de sus propios planes. Si has seguido viendo 'Feud"no es muy diferente Evita a Babe Paley.

      Eliminar