Esther está con
las manos llenas, ocupadísima ahora que Edgard está preso, y que a Weintraub lo tiene en su camerino en
Balsberg. Esther se divide entre sus hijos, el evitar que su cuñado le embargue
la casa (lo saca a tiros cuando se le aparece con los papeles de embargo) y el intentar
salvar la producción de la película. Como le dice a su amante semi
inconsciente, eso lo hace por los tres porque ama tanto a su marido como a
Weintraub.
Esther ha
rescrito el libreto, no necesitarán de otra actriz, puesto que el personaje de
Betty Winter será convertido en un robot mecánico, las canciones las
interpretará Esther. De ese modo sin volver a pararse ante las cámaras (la
prohibición de Edgard), ella será parte
del espectáculo y su nombre atraerá espectadores.
El tema de los
robots, del hombre-maquina reaparece en la charla radial de Anno Schmidt que el
hipnotizado Gereon se ve obligado a escuchar.
Otro medio
hipnotizado es el patrón de Toni. Un viejo obeso que parece derivar placer
sexual al escuchar la voz de la niña leyéndole Bambi.
Ilse es operada y
rápidamente dada de alta. Me huele mal esta operación ¿y como mandas a alguien
que acaba de tener cirugía ocular a traquetear en el transporte público sin
instrucciones, sin seguimiento?
Wendt anda
preocupado por arrestar a Katelbach y exige que Gereon lo acompañe a la pensión
de Frau Behnck. Gereon entra en el sitio en ánimo de policía déspota. Trata con
frialdad a Elizabeth y se enfurece al ver el armario ocultando una puerta. Lo
retira y muestra la división de apartamento. “Esto tendrá consecuencia!” le
grita airado a la pobre mujer. No hay señal de Katelbach.
Todo ha sido una
farsa. Katelbach está oculto en el piso de Gereon. Esa noche Rath encuentra a
su inquilino charlando con otro invitado: Moritz.
Entretanto, Frau Benhck va a ver a LItten, necesita asesoría
legal. El abogado la tranquiliza. La policía política no tiene caso en lo que
respecta a Katelbach. Él puede presentarse tranquilo. Al salir a la calle,
Elisabeth oye que alguien la llama. Se trata de Malú que escuchó la conversación.
Se ofrece a pasarle a Katelbach, vía Frau Beck, secretos militares.
Me detengo a
quejarme. Qué afan este de mostrar a mujeres de izquierda tan pétreas, tan con
cara de bitch at rest. Stalina es una santa, Malú lucha por la justicia, ¿pero
no sería agradable que las mostraran sonriendo o comportándose como seres
humanos? Parecen yihadistas o Greta Thurnberg.
Esa noche, Gereon
va al hotel donde se hospeda Helga. La encuentra en la sala en compañía de
Nyssen. Gereon pierde el control y golpea al industrial. Helga le dice a Gereon
que perdió el bebé. Llegan los camareros y expulsan a empellones al policía del
hotel.
Es el cumpleaños
de Reinhold Graff. Todos se reúnen en el departamento del fotógrafo. Hasta
Gennant está ahí para tocar el acordeón. Herr Graff, medio vestido de mujer
canta una balada romántica que compuso “para alguien a quien no conocía
todavía”. Lanza una mirada significativa a Fred Jacoby. ¡El periodista
‘shakespereano”es el amor secreto del fotógrafo!
La canción es
triste y pone a todos melancólicos. Sobre todo, a Gereon. Gennat le dice
compasivo que si fuera por él todos sus detectives serian celibes. No hay lugar
para el amor en el mundo de un policía.
Gereon se retira
un rincón y ahí lo encuentra Lotte. Súbitamente Rath se abalanza sobre ella y
la besa. Ella le corresponde…
Si ya sé,
llevamos casi tres años esperando esta escena, pero el momento no es el
indicado y SPOILER lo veremos en el próximo episodio donde el beso ni se menciona.
Gereon ni siquiera es él, está dominado por un hechizo hipnótico, no sabe adónde
se dirige y Lotte tiene tantos problemas encima. Incluso si sacamos de en medio
toda la carga de Gereon, no creo que pueda aceptar el pasado/presente de Lotte.
Stenne anda
buscando a Fritz y llega al piso de Horst y conoce a Erna. Le ordena al
subalterno que busque a Fritz/Richard, que se consiga otro lugar donde vivir, y con un “¡Deshazte de la puta!”, se marcha. Erna cree que debe marcharse, pero
su amante la detiene. Está harto de seguir órdenes.
En un callejón
Ali, el chulo de Erna, se encuentra con el asistente de Wendt. Este le da un
revolver para que mate a Horst. Parece que Ali echa de menos lo que ganaba con
Erna.
Wegener, el
asistente de Nyssen, consigue que Frau Nyssen firme un documento (sin leerlo)
que les permite invertir los cien mil marcos necesarios para derribar el
mercado de acciones.
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