A pesar de que The New Look intente colocarla en el sitial de víctima, hemos
visto que Coco Chanel era una sobreviviente nata . Lo demostró durante la
guerra, pero su astucia la ayudó a evadir la justicia que castigaba a los colaboradores
de los nazis, a recuperar su fortuna e incluso a volver a ser la reina de la
costura mundial. Vamos a ver como lo consiguió.
Una Colabo
Horizontal
El fin de la
ocupación alemana de Paris colocaba a muchas mujeres en peligro, solo por haber
sido amantes de alemanes. ¿Por qué Coco Chanel sería una excepción? Muchos habían visto a la modista muy
amartelada con su Boche en Maxim’s y en la ópera. Su amiga Arletty, culpable del mismo crimen, fue condenada a prisión. Nunca raparon a Arletty,
si quieren pueden leer su historia que he contado en otro lado.
Tal como muestra The
New Look, Chanel fue arrestada e
interrogada por Fifís. Anne Sebbas cuenta que Chanel se mostró altanera con sus
captores, se indignó que tutearan a su portero, negó todos los cargos y exigió
que solicitaran referencias de su buena conducta a su “amigo Winston Churchill”.
Parece que
Winston si mandó tales referencias porque Chanel salió libre. Desde hace una
década que los biógrafos de la couturier han buscado razones para explicar el que
el Primer Ministro interviniera a favor de ella. La respuesta es simple y no
tiene nada que ver con viejas amistades. A Churchill y a los ingleses no les
convenia que Coco se fuese de boca y públicamente recitase una lista de los
ingleses que conocía con simpatías nazis y en altos cargos (comenzando por los
Duques de Windsor).
Por esa misma
razón, el General De Gaulle también
intervino para que no hubiera cargos en contra de Coco Chanel. Estaba harto de
que se publicitase que todas las grandes personalidades francesas habían
colaborado de alguna manera con el invasor. Fue en este entonces que Chanel
accedió a dar una entrevista al (hoy famoso) periodista Malcolm Muggeridge. Es
cierto que Muggeridge era agente encubierto del MI6 , pero todo el cuento del
suicidio del agente doble, amigo de universidad de André, es falso.
La entrevista que nunca se publicó fue hallada entre los
papeles de Muggeridge a su muerte en 1982, y es clave para definir la postura política de
la modista y sus actividades durante La Ocupación. Con gran candor y soberbia, Coco habla de su desprecio por la causa
aliada . Solo Churchill sale limpio de sus exabruptos (claro, si la acababa de
rescatar).
Se refiere a la Resistencia
como “rufianes” y “enanos”. Del General De Gaulle dice “demasiado alto para ser
enano”. Alude a su anticomunismo como
una de las razones para despreciar la causa aliada. Sobre el patriotismo, dice que es “el último refugio del canalla”.
Lo importante es
que Chanel confiesa su relación con los nazis solo que explicando que si se
acercó a ellos fue para salvar a Andre (al que llama “mi hijo”). Insiste que lo
de Spatz fue estrictamente romántico y tiene el descaro de decir que su
acercamiento a los nazis fue para evitar
que la vinculasen a sus socios Wertheimer, que eran abiertamente gaullistas.
Incluso habla de
sus viajes a Berlín, de su asociación con
Schellenberg y admite el viaje a Madrid, pero solo como un subterfugio para
poder huir de la Francia Ocupada. No se sabe que es más increíble al leer sus
declaraciones, si su cinismo o estupidez de pensar que alguien va a creer que
su colaboración con el enemigo nació de motivos puros.
Aunque no se
publicó la entrevista, su contenido si se “likeó”. Ya era secreto a voces que Chanel era más que
una çolabo horizontal:. La diseñadora entendió que su estadía en París
era peligrosa. Hasta el Duque de Westminster, su ex amante, le escribió
urgiéndola a salir de Francia. La modista hizo las maletas y huyó a Suiza.
Fugitiva en
Suiza
Ni André ni sus
hijas la acompañaron, pero allá la esperaba Spatz quien había cruzado la
frontera. The New Look miente al hacernos ver una Chanel humillada hasta
por camareros de hotel, necesitada de dinero, asaltada por el chofer. La
diseñadora salió de Francia con los bolsillos llenos. Spatz le trajo dinero que
ella le había dado a guardar y Chanel tenía cuentas en bancos de Zúrich. De esa
manera logró reabrir su negocio en Suiza sin problemas.
Ni Los Wertheimer
fueron a Suiza a entrevistarse con ella el ’45, ni lo hizo su abogado. Los
judíos estaban ocupados recuperando sus perfumerías en Francia y Rene de Chambrun es otro caso interesante en este circo de colaboracionistas.
Hijo de una americana
emparentada con Los Roosevelt y descendiente directo del Marques de Lafayette, tenía automáticamente la ciudadanía americana.
Tras pasar el examen de la Barra de Nueva York, podía practicar la abogacía en
dos países, pero cometió un error que lo pondría para siempre en el lado de los
colabos. En 1935, el mismo año en que Chanel lo contrató, se casó por
amor con Josee Laval, hija única de un diputado por Auvernia.
Pierre Laval iba
a convertirse en el rostro más criminal de Francia cuando en 1940, el Mariscal Pétain
lo nombró su primer ministro y ejecutor de los peores actos del gobierno de Vichy:
deportación de judíos, represalias, creación de la Milicia para aplastar resistentes
y secuestro de jóvenes para cumplir con el Servicio de Trabajo Obligatorio que
los convirtiese en esclavos del Tercer Reich.
Acabada la guerra
no solo Laval fue apresado, el nombre de Chambrunne apareció en listas de colaboracionistas.
Aun así, representó legalmente a su suegro en un juicio que terminó con Laval
en el paredón. Aunque Chambrunne se salvó de cárcel y ejecución, en 1945 tenía
vetada la salida del país. No iba a ir a Suiza a visitar una cliente. Sin embargo,
Chanel no cesaba en sus intentos por recuperar sus perfumes.
Rescatada por
Los Wertheimer
Era tan
escandalosa que Los Wertheimer finalmente le ofrecieron una solución. En 1947,
compraron totalmente la perfumería Chanel . El precio fue extraordinario.
Chanel exigió que se la mantuviera, a todo lujo, por el resto de su vida. ¿Por
qué aceptaron Los Wertheimer? Porque todo lo que iban a gastar en Chanel ni se
comparaba con lo que perderían si la firma quedaba enlodada por el pasado nazi
de su creadora.
Chanel y sus
socios deseaban lo mismo, pero por motivos diferentes. A ella tampoco le
convenia que se supiera de sus travesuras bélicas. Para eso había que hacer
callar a los testigos. El primero era Spatz que ya estaba envejeciendo y no
podía encontrar su nicho en Suiza. Chanel lo mandó a unas vacaciones de por
vida, a Las Baleares. ¿Costeadas por quién? Los Wertheimer.
Un caso diferente
era Walter Schellenberg quien había sido arrestado por los aliados en
Dinamarca. Enjuiciado, fue condenado a seis años de prisión, pero se le liberó por razones humanitarias cuando se le
diagnostico cáncer al hígado. Channel se hizo cargo de su tratamiento médico y
cuando Schellenberg falleció en 1947, la modista se encargó económicamente,
hasta su muerte, de Irene Schellenberg y su hijos. Hasta les compró una villa
en Italia. Todo pagado por ..¡Los Wertheimer!
El Fracaso de
Chanel y la Revancha de Los Wertheimer
Aun así, Coco
Chanel no estaba todavía libre de persecuciones. En 1946 le tocó al Barón de Vaufreland
sentarse en el banquillo de los acusados e inmediatamente acusó a su antigua
colega. Chanel fue obligada a regresar a Francia. En su testimonio la modista
cometió perjurio descaradamente, pero también intentó liberar de cupas al
acusado. Dijo haberse encontrado de casualidad con el Barón en el tren a Madrid
y que de él solo sabia de “sus gustos” y que si Vaufreland tenía relaciones
con los alemanes era unicamente con chicos guapos.
Sobre las
acusaciones dio respuestas ”engañosas” o mintió. Spatz era su amante, lo
conocía de antes de la guerra, “estaba
casado con una Israelita”. Si se acercó a los alemanes fue para liberar a su
sobrino. Si fue a la Embajada Británica en Madrid fue para recibir noticias de
su amado Bendor que estaba enfermito Cuando la interrogaron sobre si realmente
era” la Agente Westminster” respondió indignada que eso era ”un absurdo”.
Revisando las
notas del juicio se ve que para el juez era evidente que Chanel mentía, sin embargo,
se la dejó en libertad y permitió volver a su negocio y villa en Lausana. Lo más
sorprendente, como menciona Frame en su libro, fue que los medios de comunicación se
abstuvieron de cubrir el juicio. Dejaron
pasar una magnífica fuente de escándalo. Al parecer, nuevamente los ángeles guardianes de la
modista la protegieron.
Chanel no volvería
a Francia sino hasta 1954. Se dice que la convenció su clienta la Baronesa
Marie-Helene de Rothschild y que contaba con el apoyo de Carmel Snow de Vogue.
El regreso no fue para nada triunfal. La prensa estadounidense elogió la
colección, pero la francesa la hizo pedazos. Mas grave aún, Chanel perdió el
equivalente a $500.000 y su arcones quedaron vacíos.
La Casa Chanel revivió el modelo en 1975
Fue entonces que
Los Wertheimer golpearon a su puerta, dispuestos a pasar la cuenta por años de
humillaciones, persecuciones y calumnias. Chanel, ni corta ni perezosa, les vendió
toda su brand, modas, diseños, perfumes, accesorios etc.. Siempre a
cambio de ser mantenida a todo lujo (ella
y sus cómplices) por el resto de su vida.
Chanel se quedó
en Paris, siguió diseñando y siguió acumulando
clientas, antiguas como la Duquesa de
Windsor y nuevas como Jackie Kennedy. Frame
enfatiza la soledad que acompañaría sus últimos años. Su ultimo amante fue su
mayordomo, Francois Mironnet, aunque Frame dice que también “probaba” a sus jóvenes
modelos. La bisexualidad de Coco Chanel es un tema que los biógrafos no
exploran mucho. Que tuvo amores lésbicos, los tuvo, pero siempre prefirió a los
varones. ¿Más fáciles de manipular?
Chanel murió en
1971. Hasta su muerte la persiguieron rumores de sus fechorías pasadas. Cuando
Madame Pompidou, Primera Dama de Francia y clienta de Chanel, quiso homenajear su fallecimiento con un duelo
nacional, la disuadieron recordándole la pésima actuación de la modista durante
la guerra. Sin embargo, faltaban décadas para que se hiciese público su mal
proceder.
A medida que
acababa el siglo se abrían nuevos documentos en diferentes países. Estos
traerían a la luz pública secretos que Chanel creyó comprar con dinero en vida
para llevárselos a la tumba. El primer libro en documentar las aventuras de Coco
durante la Ocupación lo escribió Pierre Galante, ex Resistente, editor de Paris-Match
y esposo de Dame Olivia de Havilland. Se tituló Mademoiselle Chanel y
salió al mercado en 1973. Aun así, biógrafas como Lisa Chaney y Justine Picardie
preferían seguir idolatrando a su modista fetiche.
Fue en el 2012
que Hal Vaughan finalmente arrastraría a Chanel por la calle, exponiéndola a
ese escarnio que tanto temía la modista. Documentos en francés, inglés, alemán
y hasta polacos, consultados por el
autor desmentían cualquier inocencia que los Chanel fans habían adjudicado a su
ídolo.
¿Chanel en La
Resistencia?
Desde entonces
Chanel ha pasado a portar un estigma difícil de borrar, a pesar de que Justine
Picardie ha intentado hacerlo de la manera más burda. En el 2023, el Museo
Victoria y Alberto de Londres presentó una exposición sobre Chanel. Entre los
objetos exhibidos se encontraban dos documentos que acreditaban que Gabrielle
Chanel había sido miembro de la Resistencia (¡!!)
Las autoridades
del museo afirmaron haber recibido confirmación de la autenticidad de tales
documentos por parte del gobierno galo. Ni Macron ni su camarilla dijeron nada
al respecto, pero Justine Picardie salió al escenario a darse crédito por el
documento que exoneraba a Chanel de todos su delitos.
Documento que "prueba" que Chanel "temporalmente" ayudó a la Resistencia
Picardie sacó a
relucir una combinación de mitos y medias verdades como que Robert Spreitz había
utilizado los sótanos de La Pausa para transmisiones clandestinas a Londres,
que la villa era una parada para judíos que buscaban cruzar a la zona Italiana,
que Coco colaboró con Pierre Reverdy. Ninguno de estos factores prueba que Chanel
estuviese al tanto de la actividad resistente en una propiedad que visitaba de
vez en cuando. Y hasta la serie muestra como Chanel manipuló su relación con el
Coronel Reverdy para “vender” a Vaufreland.
En cuanto a los “documentos”
ha sido el historiador de la Resistencia, Guillaume Pollack quien ha demostrado
su poco valor como pruebas del heroísmo de la cutourier durante la guerra. Al
enterarse de las revelaciones de Picardie, Pollak mostró gran sorpresa porque en su carrera de investigación
histórica nunca se había tropezado ni con un rumor que vinculase a la gran diseñadora
con la Francia combatiente.
Fue en los Archivos
Militares en Vincennes que Pollack halló, en los registros de los miembros de la Resistencia,
una carpeta con el nombre de Gabrielle
Chanel. La primera sorpresa es que la carpeta estaba semi vacía. Normalmente
ese tipo de fichero es abultado ya que debe contener toda una crónica de la
actividad del resistente, más
testimonios, de mínimo tres personas, que verifiquen tal actividad. Nada de eso se
encontraba ahí. Únicamente los dos papeluchos presentados por Picardie.
Uno de ellos era
una tarjeta que confirmaba la militancia de Chanel por el espacio de más de un
año entre 1943 y 1944 (enero). La segunda certificaba que había sido agente
activa (con el apodo de “Coco”) en un grupo conocido por las siglas de ERIC.
Más investigación
arrojó los siguientes resultados. ERIC era un grupo de la Resistencia que operó
mayormente en los Balcanes. En la tarjetita el nombre de “Eric” estaba
sobrepuesto sobre otro nombre que había sido borrado con whiteout. Los
documentos habían sido solicitados en 1957. Si ya todo esto no olía a inventado,
el sentido común dictaba algunas
preguntas.
¿Por qué lo
tardío de los documentos cuando la gran mayoría de los resistentes solicitó su
tarjeta de identidad inmediatamente acabada la guerra? ¿Por qué nunca se había publicitado esta
información ni Chanel la había presentado durante sus interrogatorios? La respuesta es que la falsedad de los
documentos es tan obvia que no hubiesen aguantado mucho escrutinio.
Si se crearon
estos documentos en 1957 fue para tranquilizar a los jueces del Premio
Nieman-Marcus (el Oscar de la perfumería) que Chanel recibiría en 1958. Tras
superar el bache que impedía que la modista ganase su galardón, las tarjetitas
fueron sepultadas en un viejo archivo solo para ser recuperadas por Picardie y
presentadas en una exhibición que necesitaba acallar la mala prensa que siempre
acompañaba a Coco Chanel.
Picardie es casi infantil
en su fanatismo por Chanel. Su admiración por iconos de la moda supera los
sucios manejos de estos fuera de pasarelas y talleres. Tal como las Annes
(Sebbas y De Courcy) Picardie adora a
otra ramera flacuchenta y oportunista que también jugó a ser nazi. Me refiero a
la Duquesa de Winsor.
Mademoiselle
Chanel: Un Perfume que Valía Hongo
Puedo perdonar a Picardie
su veneración por Santa Chanel, pero es inexcusable que para defenderla llegue a
condenar a otros con mentiras. Estoy hablando de Los Wertheimer. Obviamente
estos hermanos eran buenos comerciantes y optaron mantener a Chanel y
protegerla del vilipendio público porque le convenía a su negocio. Pero
Picardie inventa una fábula, que Sebbas repite y The New Look perpetua.
Los Wertheimer aceptaron mantener de por vida a su socia para evitar un juicio en el que ella quedaría tan desprestigiada que su vergüenza ensuciaría a la marca Chanel. En cambio, Picardie-Sebbas-Kessler insisten que temían perder su mercado si Chanel les hacia la competencia con Madeimoselle Chanel. Eso no es cierto. Los Wertheimer eran dueños de Chanel N° 5, no de la perfumería entera. Por años, Chanel había lanzado al mercado diversas fragancias. Incluso después de cerrar su taller y casa de modas, seguía trabajando con nuevas fórmulas de Ernest Beaux.
Un olvidado perfume de ChanelHe revisado
Parfumo, Fragrantica y otros destacados listados de perfumes. Todos coinciden
en que Mademoiselle Chanel (numero 1 y 2) salió al mercado en 1941. En esa época,
el gobierno de Vichy seguía manteniendo
relaciones con Estados Unidos. Es más que posible que Chanel hubiese enviado
muestras al otro lado del Atlántico.
Esa faramalla de
que los Wertheimer querían impedir que Nieman-Marcus comprase este nuevo aroma
y compitiese con N° 5 es absurda. ¿Saben por qué? Porque Mademoiselle nunca fue
un éxito y pronto esa fragancia fue descontinuada y olvidada. La realidad es que,
en vida, Chanel sacó al mercado una
veintena de perfumes de los cuales solo perduran dos: Cuero de Rusia (1927) y Numero°5 (1921). Los demás han pasado sin pena ni gloria.
La serie está tan
cargada en contra de los socios judíos que, antes de gritar “antisemitismo”, decidí investigar y descubrí que, para
escribir el libreto, los guionistas solicitaron acceso a los archivos de ambas
casas de moda, Dior y Chanel. Aunque la
primera accedió gustosa, Maison Chanel negó el permiso. Me imaginó que por
temor a volver a destapar la controversia que siempre amenaza a su firma cuando
sale a relucir su fundadora.
En castigo, la
producción cargó, no en contra de Coco,
sino de Los Wertheimer que siguen manejando la Casa Chanel. Aunque infantil y mezquina,
es una decisión que puedo comprender .
No así la de Picardie y menos la de Sebbas (que es judía, a diferencia de Justine que es mischlinge).
Leyendo Miss Dior me doy cuenta de que Justine Picardie no escribe bien,
es una biógrafa poco confiable y, como investigadora, deja mucho que desear.
Sobre su visión
de Catherine Dior, espero hablar este jueves, pero en esa biografía los
problemas surgen de falta de datos. En el caso de Chanel, la autora evita
cubrir información que deje mal a su ídolo sin pensar que difama a inocentes para
proteger a una culpable. Una lástima que Apple TV+ se haya apoyado en sus poco
veraces afirmaciones.
Chaney, Lisa. Coco Chanel: An
Intimate Life: 2012
De Courcy, Anne: Chanel’s Riviera:
Glamour, Decadence and Survival in Peace and War 1930-1944.2020
Fiemeyer, Isabelle: Chanel, The
Enigma. 2016
Frame, Alan: Toto Koopman &Coco
Chanel: Spies, Seduction, and the Fight for Survival.2020
Picardie, Justine: Coco Chanel, New
Edition: The Legend and the Life.2023
Riding, Alan: And the Show Went On:
Cultural Life in Nazi-Occupied Paris. 2011
Sebbas, Anne: Les Parisiennes: How
the Women of Paris Lived, Loved and Died Under the Nazis. 2016
Vaughan, Hal: Sleeping with the
Enemy: Coco Chanel’s Secret War. 2011
Somebody should sue them for all the lies!
ResponderEliminarI should watch a new episode tonight, and I can tell you I never look forward to it even though I usually save period set shows exactly for Monday gloom. You should work for a district attorney with all this investigative work of yours LOL
ohh my research is now into a more frustrating job, trying to denounce tortured baby videos in India's hospital Because they are clandestine and neither YT nor the Indian govt. cared, it's just very tragic ad futile. Almost as futile as suing Apple. Remember the humiliation that Dame Olivia de Havilland had to go through when she tried to sue FX and Ryan Murphy for Feud
EliminarAquí me tienes leyéndote porque intente ver el quinto capitulo, pero me quedé dormidota! Eso ya me indica que esta serie no es para mi. Me interesó en un principio pero ya que acabó la ocupación alemana, se volvió super aburrida. Creo que lo que pasa es que como te dije, la que me interesa es Catherine porque la Chanel de esta serie me cae mal (por lo tanto no me interesa que le pasa) y Dior me aburre tanto el personaje como su storyline. Podrá haber tenido mucho talento, pero que hombre más insípido. Como no me pienso aguantar cinco episodios de este aburrimiento solo para saber que pasó con Catherine, prefiero leer tu articulo, je je. (Pienso que la serie hubiera sido más interesante si se hubieran centrado más en Catherine.)
ResponderEliminarEn la serie presentan el juicio a Chanel o cuando termina? Me confundí un poco cuando dijiste: "Ni André ni sus hijas la acompañaron, pero allá la esperaba Spatz quien había cruzado la frontera."
De qué hijas hablas (hijas de André o de Chanel?) Y a la final, de qué murió la mujer?
Amiga, te entiendo e hiciste bien. En la recta final TNL se concentra solo en Chanel en Suiza. Dior es tan insípido que le inventan algunos problemas que a nadie le interesa y Catherine aparece poquísimo. La vemos siempre relacionada con el largo cuento de Tania cuyo desenlace es anticlimático.
EliminarLa serie fracasó en tratar de tener tres protagonistas y no supo desarrollar a ninguno ni crearles buenas historias, pero a mí me entretuvo mucho, y me doy cuenta de que lo que me entretuvo fue el cuento de Chanel porque era un circo constante y eran los payasitos los que entretenían: Schellenberg, Spatz, Carmel Snow, Vera, los pobres Wertheimer que nunca los muestran como en la vida real. O sea, no nos cuentan que la tuvieron que mantener de por vida ni que fueron los que se rieron al último.
No creo que hubiese funcionado mejor como película, a memos que s hubiesen concentrado en un solo personaje, posiblemente Coco. El problema es que existe aun hoy un cover up de todo lo que hizo entre 1930 y 1945. Hay documentos del servicio de inteligencia francés que en los 30 ya la estaban investigando a ella por su conexión con Vera Lombardi que era considerada espía fascista. Y sin embargo, se siguen haciendo obras de ficción, de las cuales esta es la última que la exoneran a pesar de toda la documentación que acredita su culpabilidad.
esa obsesión de acallar con dinero a posibles chantajistas, la falsificación de los documentos sobre sus conexiones con la resistencia, etc.. me hacen pensar que estuvo mas involucrada con el Eje de lo que nos quieren hacer saber. Entonces no deberían haber gastado en una serie que se ve fue cara para no definirla como culpable o víctima.
André Palasse tenía dos hijas, Helene y Gabrielle, la favorita de Chanel. André estuvo en Suiza durante la guerra curándose la tuberculosis, pero regresó a su castillo en los Pirineos. Mas adelante, Chanel le compró una villa en Suiza donde se instalaron los Palasse. No se sabe mucho de él, aunque heredó la fortuna de Chanel . Gabrielle ha colaborado en muchos libros sobre su “abuela”.
Nunca hubo un juicio formal en contra de Chanel. Se la interrogó , tal como muestra la serie, después de la guerra y luego se la hizo comparecer como testigo en el juicio de Vaufreland. La serie acaba en el 47 con el desfile de Dior y con Chanel siendo arrestada, pero eso no ocurrió. Te cuento mas en privado porque no quiero dar spoilers a los que no han visto el final. es que se está preparando una segunda temporada, a ver que disparates se les ocurren.
Chanel murió de un infarto en su suite del Ritz en 1971, tenía 88 años.