Es verano, hace
calor y no hay mucho que ver en la tele. Desde mayo que traigo la espinita de
haber visto otra bazofia de Netflix. Se trata de una coproducción colombiana
que, en inglés, se llama The
Hijacking of Flight 601y que, para simplificar,
llamaré Vuelo 601.Antes de yo
despedazarla por su mala estética, su contenido falso y sus problemas técnicos,
quiero crearles un poco de contexto para que vean a que subgénero pertenece ,
que lugares comunes definen el género, y como este ejemplo de mediocridad cabe
en la ficción de la piratería aérea.
Aunque los
secuestros han acompañado a los aviones desde los primeros días de las aerolíneas
comerciales, se conoce como La Era Dorada de la Piratería Aérea a un espacio
entre 1961 y 1974 que corresponde a la famosa orden de “¡Esto es un secuestro! ¡Nos vamos pa’Cuba!”. Paralelamente, existe otro tipo de piratería
que inicia en 1967 y continua hasta hoy: la efectuada por el terrorismo
islámico.
¡Hay una bomba
en el avión!
Sin embargo, el primer filme en tocar el tema, no lo hizo
desde una postura política. Me refiero a la primera de la franquicia “Aeropuerto”
(1970). Inspirado en el superventas de
Arthur Hailey, este filme inauguró el género de dissaster movie y es la quintaesencia de filmes sobre locos
armados que secuestran aviones.
El elenco es de
primera y está encabezado por Burt Lancaster, Dean Martin, Jacqueline Bisset y
Jean Seberg. Estupenda banda sonora de Alfred Newman y un vestuario increíble, cortesía de la legendaria Edith Head quien
diseñó los glamoroso uniformes de las aeromozas y de Tanya Livingston (Seberg)
la encargada de relaciones públicas del Aeropuerto Lincoln.
En una noche de
ventisca, Mel Bakersfield (Lancaster) el director del Lincoln (cerca de
Chicago) se enfrenta a varios problemas.
En el frente domestico su esposa (Dana Wynter) le pone un ultimátum, o viene con ella a una cena o se divorcian.
Mel también recibe malas noticias personales en su lugar de empleo: su amiga y
amor platónico, Tanya Livingston, planea
irse de Chicago.
En el frente
laboral, hay una protesta publica de los vecinos que se quejan de la
contaminación acústica del aeropuerto, y
al día siguiente comenzará una causa legal en contra del sitio. Un avión se ha
quedado atrapado en el hielo en la pista de la aerolínea Transglobal. Para colmo,
tienen que habérselas, Mel y Tania, con Mrs. Ada Quonsett (Helen Hayes), una adorable
viejecita que resulta ser una polizón profesional que hace rato viaja gratis en
aviones de esa compañía.
La hábil viejita
se les escabulle y vuelve a subirse gratis en un avión de la Transglobal que va
rumbo a Roma. Ahí les llega a Mel y a Tania la guinda del pastel. Se ha
aparecido en el aeropuerto una mujer llamada Inés Guerrero (Maureen Stapleton)
que asegura que en el vuelo de Roma va su esposo O. Guerrero (Van Heflin) quien
carga una bomba. Guerrero, tan desbordado por deudas , necesidad y desesperanza
como los futbolistas de Vuelo 601, planea volar el avión y sus pasajeros
para que su esposa pueda cobrar el seguro de vida.
Quien comanda ese
avión es el Capitán Vernon Demerest (Dean Martin), cuñado de Mel. Ambos hombres se detestan,
sobre todo porque Mel no perdona que el piloto le sea infiel a su hermana. La última
conquista de Vernon es la azafata inglesa Gwen Meighen (Bisset) que antes del vuelo
le anuncia que van a ser padres.
Desde tierra contactan
al Capitán Demerest quien recluta a Gwen y a Mrs. Quonsett (que justamente está
sentada al lado del terrorista)para ver cómo pueden arrebatarle el maletín con
la bomba a Guerrero. Se crea un
desbarajuste, Guerrero hace estallar la bomba quedando malheridos Gwen y él. El
avión tiene un tremendo boquete, y Vernon debe intentar retornar a Chicago,
pero hay un problema: la pista está
ocupada por el avión que quedó atrapado en el hielo….No sigo, pero vean este
filme que está en Netflix y es la madre de los filmes de desastres, pero también
de los secuestros aéreos a pesar de que Guerrero no intenta apoderarse de la
nave.
Con varias
nominaciones al Oscar y uno bien merecido para Miss Hayes—una leyenda del
teatro estadounidense— Aeropuerto fue la séptima película más taquillera
de 1970 y tuvo mucho arrastre en el resto del mundo. Recuerdo que en Chile, donde la vi en el teatro Olimpo de Viña del
Mar, había colas para comprar entradas.
El filme
introdujo algunos tropes sobre filmes de piratería aérea como dividir la acción
entre lo que ocurre en tierra y en el aire; enfocarse en los pasajeros y
distinguirlos entre sí, muchas veces por razones de su vulnerabilidad debido a
enfermedad o embarazo. También ver la
colaboración de la tripulación y pasajeros para desbaratar los planes de los
secuestradores.
Vuelo 601 incorpora algunos de estos lugares
comunes y agrega otros como el romance en tierra (Mel-Tanya;
Pirateque-Manchola) y el tema de que los futbolistas-metidos-a-terroristas
están motivados por hambre, pobreza y desesperación que son los motivos para Guerrero
volar un avión lleno de mujeres, niños, ancianos y hasta monjitas.
¿Pirateque y Manchola?
Aunque se abstuvo
de tocar el tema político, Hailey escribió su novela en el zenit de la
piratería aérea, que desde Los 60 estaría teñida de connotaciones políticas. El
más inofensivo era uno netamente americano, el secuestrador exigía un viaje a Cuba.
¡P’a Cuba me
voy!
Las desigualdades
sociales crearon en América Latina una generación de jóvenes que veían en la extrema
izquierda una única salida al hambre y la indigencia. El triunfo de la
Revolución Cuba en 1959 los hacia imaginarse que bajo Fidel Castro se vivía en
un paraíso socialista. De ahí el afán de muchos latinoamericanos por desviar un
vuelo que los llevase a La Habana. Una ironía es que parecían desconocer que
miles de cubanos pugnaban por huir de ese régimen “paradisiaco”.
En mi infancia, yo sabía que esos viajes eran ilegales, que no
se puede obligar a una tripulación ni a los pasajeros a ir donde no quieren so
pena de acribillarlos a tiros o de volarlos con bombas. En 1970, durante uno de esos secuestros, que tuvo lugar en un vuelo de la línea aérea chilena LAN, la sobrecargo Scarlet Burgos quedó
gravemente herida al ser atrapada en un fuego cruzado entre secuestradores y la
policía.
Ahí se me
quitaron las ganas de ser hostess de vuelo, que también las tuve en mi día impulsada por
la glorificación en cine y revistas del trabajo de las azafatas . Una imagen
glamorosa nacida del modelo creado por Juan Trippe para su línea aérea Panam en
donde las aeromozas deberían ser hermosas, elegantes e instruidas. Si quieren
saber más vean la serie limitada Panam que pueden encontrar en Amazon
Prime, ROKU y en Tubi.
Si llamé inofensiva
a la piratería aérea cuyo destino era Cuba, es porque esos viajes en general se
desbarataban antes de aterrizar o acababan pacíficamente con el secuestrador en
La Habana y avión , tripulación y pasajeros retornando a sus puntos de destino.
Sin embargo, nada evita el terror y tensión vividos bajo la amenaza de armas y
muerte si no se cumplen los pedidos de individuos que califican como criminales
y potenciales asesinos.
Los Piratas Islámicos
Los viajes
forzados a Cuba nunca llegaron a experimentar la zozobra y la violencia de una
piratería aérea que también tuvo sus inicios en Los 60 y no ha dejado de
existir. Es cuando los secuestradores pertenecen al mundo árabe/islámico.
Aunque a partir de la creación de la OLP (Organización de Liberación de
Palestina) el terrorismo palestino se hizo famoso e infamoso como secuestrador
de aviones, no solo los palestinos han tenido esa triste fama. El vuelo secuestrado
de Lufthansa en 1985 fue efectuado por miembros de Hezbolla y Al-Qaeda se haría
celebre por el ataque a las Torres Gemelas en el 11/9 del 2001.
Sin entrar en
grandes detalles, el primer avión secuestrado por militantes palestinos fue un
vuelo de El-Al en octubre de 1968 desde Roma a Tel Aviv. Hasta hoy es el
segundo secuestro más largo de la historia (94 días) y hasta la fecha el único
vuelo de la línea aérea israelí que acabó con un cumplimiento de todas las
exigencias de los piratas aéreos: liberación de 16 prisioneros en cárceles
israelíes a cambio de doce rehenes israelíes y la tripulación (los pasajeros de
otras nacionalidades habían sido liberados casi en seguida en Argelia).
Un año más tarde,
un vuelo de la TWA que seguía la misma
ruta fue secuestrado por otro comando palestino quien creía que Ytzhak Rabin
(entonces embajador israelí en Washington) iba a bordo. Ya en pleno vuelo se
dieron cuenta de su error. Un poco
abochornados, desviaron el avión a Damasco.
Ahí desembarcaron a todo el mundo y tras endilgarles el consabido discurso de “Israel
es malo , mata niños palestinos; USA es malo porque los ayuda; y TWA sirve
intereses estadounidenses” volaron la mitad del avión.
En eso llegó la
policía siria y los tomó presos a todos. Ahí comenzó el circo, el gobierno
sirio soltó a los pasajeros que no eran israelíes. Para soltar a estos últimos exigió
la liberación de cien prisioneros sirios. Israel solicitó la ayuda de sus ( entonces)
enemigos los egipcios. Estos exigieron también la liberación de soldados
egipcios tomados prisioneros durante la Guerra de Los 6 Días. Al final, Israel cedió en todo y los rehenes fueron
liberados a fines de ese año.
Envalentonados, los piratas palestinos decidieron intentar
algo más audaz. En un solo día de 1971secuestraron cuatro aviones, de
diferentes líneas aéreas y en diferentes ciudades europeas. Acto seguido, llevaron
a los aviones y secuestrados a Dawson Field, una antigua base británica en
Jordania. Todo esto sin autorización del
gobierno jordano.
Iban a a ser
cinco aviones, pero los secuestradores fracasaron al intentar capturar un vuelo
de El-Al en Londres. Entre un agente aéreo—profesión nueva nacida de estos
secuestros— y los mismos pasajeros sometieron a los secuestradores. Aunque
estos viajaban con pasaportes latinoamericanos se trataba de la palestina Leila
Khaled y el sandinista Patrick Arguello que murió en el tiroteo consiguiente.
Al día siguiente,
en represalia, otro comando palestino secuestró un avión de BOAC. A pesar de la
ira de Richard Nixon y del Rey Hussein, que
estaba ya harto de los palestinos, se actuó como siempre . Para salvar a los
secuestrados se cedió en todas las peticiones de los secuestradores. Hasta
Leila Khaled fue liberada.
En mayo de 1972,
cuatro palestinos irrumpieron en un vuelo de SABENA, la línea belga, que iba
rumbo a Tel Aviv. Aterrizaron en el hoy Aeropuerto Ben Gurion y mientras el capitán
parloteaba con los piratas, un comando israelí penetró en el avión matando a
tres secuestradores. En el enfrentamiento, también murieron tres rehenes y un comando (un
tal Bibi Netanyahu) recibió un balazo en el hombro. Lo trascendental de este
episodio es que se rescató a los rehenes sin hacer tratos con los terroristas y
el avión salió ileso. Ahora se sabía que Israel no tranzaría con los piratas
aéreos.
Con sangre en el
ojo, el terrorismo palestino preparó su venganza. Esta vez no sería en el aire.
En septiembre de 1972, durante las Olimpiadas de Múnich, el grupo palestino Septiembre Negro secuestró
y masacró a 22 atletas israelíes.
Los Rehenes de
Die Hard
Ante de seguir con
la historia de la piratería aérea en ficción y realidad, quería mencionar un
filme que, aunque, no ocurra dentro de una nave, es clave para entender este contexto de
rehenes, terroristas y como el mundo exterior puede influir en su desarrollo. Me
da la impresión de que los guionistas de Vuelo 601 echaron mano a este
filme para crear su disparatada trama: Me refiero a Die Hard (1988)
No es únicamente
uno de los mejores filmes de acción de todos los tiempos, no solo fue la
plataforma que catapultó a la fama a Bruce Willis y Alan Rickman (QEPD). Es también un retrato bastante verídico de
los conflictos y dilemas que afectan a personas en la situación límite de un secuestro
masivo.
En vez de en un
avión, la acción está situada en Los
Angeles en un rascacielos propiedad de la corporación Nakatomi. Ahí trabaja Holly
(Bonnie Bedelia) quien recibe la visita de su ex marido, el policía neoyorquino
John McClane (Willis) que viene en busca de una reconciliación. Es Navidad, el
edificio entero está de fiesta, la seguridad se relaja y permite la entrada del
maleante alemán Hans Gruber (Rickman) que viene con un escuadrón muy bien
armado que toma de rehén a todo el edificio. Accidentalmente, McClane queda atrapado
en un pasadizo y se convierte en la única esperanza de los secuestrados.
Como Borja y Solano López en Vuelo 601, Gruber y su grupo exigen una cantidad exorbitante y la libertad de presos políticos a cambio de las vidas de un grupo de rehenes entre los que se encuentran el director de la compañía (James Shigeta) y la esposa de McClane. La ironía es que tanto los futbolistas de Vuelo 601 como Gruber son vulgares maleantes que se escudan tras el membrete de revolucionarios para parecer más resueltos y comprometidos. Lo que quieren es distraer a las autoridades mientras asaltan la bóveda donde está oculta la fortuna de la compañía.
Otros detalles
que hermanan la miniserie de Netflix con el filme de Bruce Willis, es lo poco
que ayudan en el mundo exterior, principalmente las autoridades que
obstaculizan los esfuerzos de McClane por detener a los secuestradores y que no
ven más allá de sus narices. Ni hablar de la inclusión de un cuasi villano en
la forma del periodista Richard Thornburg.
Este personaje, que en Vuelo 601 tiene su equivalente
en el oportunista “Flaco” Marulanda, es típico del periodismo moderno. Alguien
que, por perseguir una noticia, deja atrás rasgos humanitarios y escrúpulos. Después
de amenazar a la criada de Holly con
llamar a la “Migra” (la pobre es una indocumentada latina), se mete en la casa, pone en las pantallas de la nación el rostro
de los hijos pequeños de Los McClane, e
informa a Hans de que su rehén más valiosa es la mujer de su Némesis.
Es una lástima
que Vuelo 601 no supiese crear una obra con la congruencia e intensidad
de Die Hard. Pero no sería la única cinta/serie que influyese en su
ensalada de datos inconexos e ilógicos que poco corresponden a la realidad del
secuestro, al contexto histórico y a la personalidad de los actores del hecho.
¿Cuál ha sido tu
película de secuestros aéreos o de desastre dentro de un avión que te haya
gustado más?
Count on Netflix to be deceitful!
ResponderEliminarSpeaking of Israel, some Muslim terrorist tried to attack the ambassy of Israel in Belgrade last weekend. He attacked the policeman in front of it with a crossbow!!! But he was killed, while another one was arrested and the policeman is not deadly wounded.
Thank you this is the kind of information, we don't get here. A crossbow? Really. glad the policeman made it.
EliminarIt is ridiculous, a Serb who converted into Islam years ago and lives down in their terrorist lair in Novi Pazar, that is our southern region of Sandzak which is close to Kosovo and is filled with Muslims. They have their terrorist cells or so called vehabijas all around those parts, Kosovo and Bosnia.
Eliminarit's all over the place, and now they are supported by public opinion all over the West.
EliminarLast night Daniel Donskoy liked a tweet of mine, he often does that, forgot to tell you that he is very pro Israel and fights a lot for them at his Twitter. I have always had such a lovely relationship with him, through Victoria and Barbarians, and now we wait for his new epic series on the Vienna Congress.
EliminarI know, looking forward to that series. I'm very much a fan of gorgeous Donskoy. It's very courageous of his to side with Israel when Tsar Vlad is not.
EliminarHe is not? I would have thought he was given that a huge percent of people in Israel are Russians. And especially with his experience with Chechens throughout history. PS you have two new German period set series at my place that I thought you might like.
EliminarIndeed, he has. Not only he did not condemn October 7, not only he refuses to call Hamas a terrorist organization, but he has supported their efforts and condemned Israel response to the massacre from the very beginning. It has to do with his alliance with Iran, Israel’s Number One enemy. It’s ironic and unfair, because throughout the Ukrainian Conflict, Israel (honoring the treaties signed between the Jewish Nation and Putin’s government) has refused to impose sanctions on Russia and has refused to sell weapons to Ukraine, has just sent humanitarian aid and taken in refugees (come of them are not even Jewish). Let’s continue this exchange in private.
EliminarEmpecé a ver Airport cuando vimos Vuelo 601 pero nunca la terminé, en realidad ni siquiera llegué al vuelo (ji ji) pero el "backstory" o toda la intro de los personajes es bastante larga así que conocí a casi todos los personajes (si me interesó, pero tuve muchas interrupciones y ahí quedó). Ahora que veo el trailer, creo que la voy a retomar cuando regrese. Tambien me interesa ver PANAM que creo que viene a ser más alineada con mis expectativas cuando empecé a ver Vuelo 601. Como dices, el tema da para mucho. Yo si creo que la historia del Vuelo 601 es interesante; el problema está en la ejecución que sacrificó la historia real, que era fascinante, por cumplir una agenda política/social forzada que arruinó una experiencia que pudo haber sido buena.
ResponderEliminarPD. Que lindo era Bruce Willis! :'(
ResponderEliminarOhhh yo odiaba a Bruce en Moonlighting. Cambié de opinión en este filme, aunque si mal no recuerdo me impresionó Rickman también. Pobre Willis, gracias a D-s mi padre no sufrió de una demencia tan terrible como la de él.
EliminarA mí me enloqueció Aeropuerto porque fue la segunda peli para “mayores de 14 años” que vi ¡cuando yo solo tenía 11 añitos! La encontré tan romántica. Es imperdible. Por suerte, mi Pa me regaló el libro un año después, así que no sentí las diferencias entre libro y guión.