lunes, 16 de junio de 2025

¿Cómo era el verdadero Careme?: un poco de historia antes de ver la serie de Apple

 


Buscaba excusas para no ver el primer capítulo, no le tenía confianza, pero ni me di cuenta de cómo pasó la hora. Así de enganchada estaba. Alerta: cero semejanzas con la realidad; cero veracidades históricas; mucho sexo y mucho pastelito; entretenida, pero tan enredada que los mismos críticos no entendieron que pasaba. En resumen, esta producción de Apple tv+ tiene un protagonista que es cocinero y se llama Careme, pero es un mero alcance de nombres. Paso a carear al verdadero gran chef con el inventado y explicar el motivo por el que el libretista Davide Serino se volcó hacia la ficción en vez de la historia.

El Arquitecto de la Pastelería

Esta es la biografía genuina de Marie Antoine Careme, conocido como “Antonín”. Nacido en París en 1783 (6 años antes de la Revolución), su familia era tan pobre que su padre lo colocó de aprendiz de cocinero cuando el crio tenía diez años. Al menos ahí tenía algo que comer. El chico tenía buena mano para la cocina y fue trabajando en diferentes establecimientos, subiendo de categoría, hasta llegar donde Silvestre Bailly, uno de los mejores pasteleros del país.

Bailly notó que Careme tenía talento e ideas tales como convertir los pasteles en obras arquitectónicas, le fomentó ese habito y le daba permiso dos tardes semanales para que fuese a la biblioteca a examinar libros de arquitectura. Ya durante el Imperio, Careme se había trasladado a otra pastelería, la de Gendron y era famoso por sus postres en forma de pagodas y pirámides.


                         Careme y su croquenbouche


Es posible que en aquella época, el joven pastelero atrajese el interés de Talleyrand-Perigord, Ministro de Asuntos Exteriores. Una de las pocas verdades de la serie, es que a Napoleón la cocina le importaba poco (tal vez por sus ulceras), pero le dejaba todas las tareas diplomáticas a su ministro que consolidaba buenas relaciones exteriores usando la buena mesa como aliada. Napoleón permitió que Talleyrand adquiriese una mansión en las afueras de Paris donde agasajaba a altos dignatarios extranjeros y Careme se hacía cargo de esos banquetes.

Paso a proporcionar algunos detalles, porque los críticos no parecen entender el trasfondo de la serie. Se dice que están en el Consulado, periodo que inicio en 1799. En 1804, Napoleón se coronó emperador, por lo tanto la serie inicia a fines de 1801, cuando Careme tenía 18 años. El año clave de la vida del joven pastelero fue 1803 cuando puso su propia pastelería. Todo esto indica que para entonces Careme gozaba de una sólida posición económica y del mecenazgo de alguien importante ,en este caso Talleyrand.

La realidad desmiente a la serie, Careme nunca fue parte del servicio doméstico del ministro. Sus servicios en aquel entonces, eran estrictamente free-lance, aunque su mayor empleador era Talleyrand y es posible que haya cocinado para el Emperador. Se sabe que fue el encargado del catering de la boda de Jerónimo Bonaparte, y de las segundas nupcias de Napoleón en 1810. En sus memorias, Careme recuerda con mucho cariño haber trabajado en conjunto con Laguipere, el cocinero oficial de las Tullerías.

                        El verdadero Marie-Antoine

Un Cojo que Caía Parado

La caída de Bonaparte no hizo mella en el cocinero porque Talleyrand seguía siendo poderoso. Como decía mi padre: “Para ser cojo, Talleyrand caía siempre parado”. Hora de hablar un poco del personaje de Jeremie Renier que es mi favorito en la serie, a pesar de que a ratos lo calumnian para que parezca villano. Hasta lo ponen detrás del atentado de la Calle San Nicasio y del asesinato del Duque de Enghien.

Carlos Mauricio, Príncipe de Talleyrand-Perigord nació en el seno de una antigua familia de la nobleza, pero la deformidad de su pie le cerró las puertas a las oportunidades abiertas para esa clase, solo el clero lo aceptó. En poco tiempo,  Talleyrand ascendía a la mitra de obispo, no por mérito de su virtud, ya que era librepensador y mujeriego. La Revolución lo liberó de sus cadenas eclesiásticas.

Pronto ponía su sagacidad al servicio de los mandamases revolucionarios, destacando en labor diplomática. Ser excomulgado por el Papa le valió madre, más preocupación le daba el inicio de las masacres que caracterizarían la caída de Luis XVI. Huyó a Inglaterra de donde fue expulsado. Cruzó el Atlántico hasta la nueva nación americana donde hizo amistad con Alexander Hamilton y con Aaron Burr.

                                     El verdadero Talleyrand

Acabado El Terror, Talleyrand retorna a Francia. El Directorio lo nombra encargado de relaciones extranjeras. Notando las habilidades militares del joven General Bonaparte, Talleyrand lo apoya para que, tras el golpe de estado de Fructidor, Napoleón se erija en Primer Cónsul de la nación gala. En agradecimiento, Bonaparte nombra al ex obispo su ministro de relaciones exteriores, cargo que Talleyrand seguirá ocupando durante el imperio. Eso de andar congraciándose con Bonaparte porque quiere ese puesto, como aparece en Careme, es falso.

Lo que si es cierto, es que Napoleón permite que su ministro adquiera el Chateau de Valenҫay para agasajar a los diplomáticos extranjeros. Es ahí donde creará su fama el joven Careme. Eso ayuda a su patrón a hacer buenas migas fuera de Francia lo que le acarrea suerte cuando le llega su Waterloo a Napoleón.  Talleyrand Perigord, rápidamente, cambia de acera política. Colabora activa y eficazmente en el Congreso de Viena y recibe triunfalmente al Zar Alejandro a su llegada a París, por supuesto con un banquete de Careme.

Los Patrones de Antonin

El Emperador de todas las Rusias se enamora de la comida del joven chef hasta el punto de que querrá llevárselo a San Petersburgo, pero Careme acepta antes ser el cocinero oficial del Príncipe Regente de Gran Bretaña . Ha sido un error, el clima londinense no va con los pulmones ya maltrechos de Antonin. Marie Antoine preferirá irse a cocinar para Lord Stewart, embajador británico en Viena. Desde Rusia lo llama el Zar, pero a Careme le disgusta el clima ruso. Vuelve a París donde se ocupará de las cocinas de la Princesa Bagration, una adinerada aristócrata georgiana.



Sus últimos años de vida, los pasará Antonín como chef del hombre más rico de Francia, el banquero James de Rothschild. Para entonces, Careme era un hombre muy rico y famoso gracias a su excelsa clientela y a sus numerosos libros de cocina que influirían por más de un siglo la cocina de reconocidos cocineros como James Beard y Julia Child.

Antoine Careme es acreditado con haber impuesto en Francia el servicio “ a la rusa” . Bajo la influencia de su patrono Zar Alejandro, Careme desterró la costumbre de apilar platillos sobre la mesa de un banquete virándola por la más cómoda de tener camareros acercando bandejas de vituallas a los comensales. Él fue quien inventó el sombrero blanco alto de los cocineros y también el título “chef” (jefe) para ellos.

En la pastelería, Careme no solo impuso sus croquembouches, las fantásticas obras arquitectónicas construidas con obleas y nougat. También creó los repollitos (choux), los famosos vol-au-vents, las mil hojas, e incluso platillos salados como los Tournedós Rossini.



Pasados los cuarenta años era obvio para el cocinero y para sus íntimos que su salud era precaria. Rothschild le ofreció trasladarlo a su mansión para ser atendido por buenos médicos, pero Antonín prefería la independencia de su propia casa. Murió a los 49 años. Incluso la causa de su muerte es desconocida.

Se cree que sus pulmones fueron afectados por el carbón de sus hornos. Otros creen que fue una sinusitis que se unió a una enfermedad de su maxilar provocada por la ingesta de azúcar, obligación de un buen pastelero. O sea murió de una infección a los dientes que alcanzó sus sinus, letal en días pre-antibioticos. De cualquier forma, se puede decir que la gastronomía lo mató

Se sabe poco de los últimos días del gran chef, solo que vivía con su única hija Marie-Agathe. Fue ella quien, por razones personales, quemó las ultimas notas y diarios de su padre. Se cree que hubo un desacuerdo entre el chef y su hija, pero no se conocen detalles.



Como verán, la vida de Marie-Antoine  Careme fue rica en creatividad, en viajes, en tener importantes patronos, pero no hubo grandes escándalos. Por eso Apple+ ha decidido crearle una biografía alternativa convirtiéndolosiendo apenas un adolescente en espía, casanova y maestro de la intriga. Tengan eso en mente cuando vean y disfruten la serie.

Algunos datos antes de pasar a reseñar Careme.  Como ya dije inicia en 1801 y acaba en 1804 con la llegada del Imperio. Los episodios 3 y 4 ocurren en 1802 gracias a la mención de fechas claves: matrimonio de Hortensia de Beauharnais y consecuente primer embarazo, y matrimonio de Talleyrand-Perigord y su querida Catherine. Ambos hechos son parte de la trama.

                                          La verdadera Catherine

El Atentado de la Calle Sainte Nicaise

Este suceso tuvo lugar en Nochebuena de 1800, pero la serie lo traslada un año más tarde, en otra fecha y de día. El episodio de ese atentado es otro aspecto de la historia alternativa confeccionada por David Serino. En la vida real fue parte de varios complots de la chouannerie, los rebeldes bretones que eran partidarios de un regreso a la monarquía y al catolicismo en Francia.

En vísperas de Navidad, y creyendo a sus enemigos neutralizados, Bonaparte accedió asistir a un oratorio de Haydn en la Opera. Estaba cansado y se quedó dormido despertando con la explosión. No hubo ni un cambio de ruta, ni la escolta militar fue advertida, ni Careme ni Talleyrand fueron parte del complot. Si este fracasó fue por un atraso al encender las mechas.

                           El atentado de la Rue Saint Nicasie

Fouché, el siniestro ministro de la Policía,  ahora temía que en su odio por los jacobinos Napoleón cargase contra él así que se empeñó en descubrir a los verdaderos culpables de la muerte de no se sabe cuántas personas ya que los historiadores discrepan sobre la cifra. Aunque Fouché eventualmente descubriría el plan de los chuanes, Napoleón exigió una redada de jacobinos que, por una vez, eran inocentes.

Cuatro fueron guillotinados, 130 fueron deportados, algunos a la Guayana Francesa. A Fouché, Napoleón lo despidió por andar contradiciéndolo y de esa manera acabó con el poder jacobino. El grupo no levantaría cabeza sino hasta 1873 con la Comunne.

Detesto a los jacobinos como detesto a toda la izquierda desbocada. Hegel y Marx los llamaron “los primeros comunistas”. Fueron los jacobinos los que convirtieron a la Revolución en un baño de sangre, torturando y matando de maneras horribles no solo a la nobleza y la realeza, sino también a campesinos, artesanos e intelectuales. De eso he hablado ya en otra entrada. Me incomoda que pongan a Careme de jacobino porque se supone que debemos admirarlos ya que el cocinero los sigue.

La serie muestra a los franceses odiando a Napoleón. Falso. La noche del atentado, el público de la Opera lo recibió con ovación de pie. Madame de Stael si escribía panfletos, pero era moderada, la serie nos quiere hacer creer que era jacobina. Falso. Ella se exilió, al igual que Talleyrand al comienzo del Terror. Después de todo, era baronesa. La lucha en contra de Bonaparte, a quien Germaine veía como un futuro tirano, se volvió casi personal y el cónsul exilió a la Baronesa de Stael de Francia. Fouché nunca fue a arrestarla en su propia fiesta.

                                Talleyrand  y Madame de Stael
                                    La verdadera Germaine de Stael


Hablando de Fouché, realmente era un jacobino de lo peor. Lo vemos torturar al pastelero Bailly y a Étienne y no miente cuando recuerda que fue el “Carnicero de Lyon”. Se ganó esa fama cuando, para ahorrar municiones, despedazó a sus prisioneros con balas de cañón. Aunque enemigo de Talleyrand, en más de una ocasión se unieron en contra de Napoleón.

                                     El verdadero  Fouché 

Sobre Napoleón y el Divorcio.

El Código Napoleón deja abierta la posibilidad de que el marido pueda solicitar el divorcio por varias razones, y de común acuerdo. También hay causales que permiten el fin del vínculo matrimonial, pero la esposa solo puede pedir el divorcio si el marido le ha metido a una concubina en casa (aunque sorprenda esto ocurría mucho en ese entonces, sobre todo si la amante era una criada).

Napoleón nunca se opuso al divorcio puesto que Josefina le fue infiel desde su primer día de casados. La relación de La Beauharnais con el joven oficial (menor que ella) Hyppolite Charles trascendía la cama, ya que ambos se enriquecieron con unos negocios turbios. En varias ocasiones, Napoleón intentó divorciarse de una mujer que no solo le pintaba el cuerno además era más manirrota que María Antonieta.  No fue la infertilidad de Josefina, la única ni la mayor causa del divorcio (1809).

Careme en Varsovia

No quiero meterme en esa divertida escapada de Careme a Polonia a tratar de convencer a Luis XVIII de renunciar al trono francés, aunque fue chistoso ver al cocinero dándoles órdenes a sus pinches de cocina (Henriette, Catherine de Talleyrand y Charles de Flahut). El espacio lúgubre y medieval donde cocinan no se parece ni al Castillo de Jelgava en Letonia, ni al Palacio Lazinski en Varsovia donde el Conde de Provenza (como lo conocemos en María Antonieta) y su corte se trasladaron a fines de 1801.

                                    El Palacio Lazinski

Interesante que nos ponen a Madame Royal (María Teresa) como una demente que juega con guillotinas como si fuera Wednesday Adams. En 1802, María Teresa, única hija sobreviviente de María Antonieta, ya estaba casada con su primo el Duque de Angulema y era muy devota de su tío Luis XVIII.  Incluso fue quien consiguió que la Reina Luisa de Prusia les proporsionara alojo en Varsovia luego que el Zar Pablo hizo salir a la corte francesa del territorio ruso.



                              Madame Royale, la Duquesa de Angulema




La presencia de Giuseppina de Saboya (muy joven para tener 60 años)tampoco es verosímil. Ella vivía en Alemania-separada de su esposo y junto a su amante Marguerite de Grebillon. Catherine no miente cuando dice que a la  Condesa de Provenza solo le interesa el vino y una mujer. La relación lésbica de Giuseppina con su lectora, una mujer de clase humilde, había causado escandalo aun antes de la Revolución.

                      Maria Josefina de Saboya, Condesa de Provenza

El Gran Bake-Off del Hotel Galliffet

No puedo terminar sin reírme del absurdo concurso de cocina que ocupa el capitulo cinco. Grimod de la Reyniere era un abogado de clase alta y amigo de la buena mesa que antes de la Revolución invitaba a cenar a sus amigos a su casa. Mandaba traer platillos de diferentes restaurantes y hacía que sus comensales los juzgasen y escogiesen el mejor. Pues la serie lo ha convertido en el inventor de un concurso de cocina anual. Todo el episodio se convierte en el Great Bakeoff en el cual los jueces son todos abogados, Josefina, a medio vestir,  llega a chantajear a los jueces y bueno... tienen que ver para creerlo.

Las competencias de cocina son una invención del siglo XX. Las famosas cenas de La Reyniere acabaron antes de la Revolución. El abogado, que no era ni afeminado, ni esnob, ni sarcástico, al retornar del exilio siguió ejerciendo un poco más profesionalmente sus facetas de gourmet y gourmand. En 1803 publicó la primera edición del Almanach des Gourmandsuna guía gastronómicalo que lo convierte en el primer critico de cocina de la historia.



Esa es entonces la verdad detrás del “drama erótico”  que la televisión francesa y Apple tv han creado para que conozcamos a un hombre que más se la pasó en la cocina que en intrigas políticas y románticas. ¡Ahora a ver Careme!

martes, 10 de junio de 2025

El Retorno de Wednesday y Algunos Dramas de Época: Verano del 2025

 

 


No puedo quejarme. Esta primavera, sobre todo abril, estuvo muy fértil en entretenimiento lo que me lleva a augurar que el period piece está recuperándose y que este otoño será su momento de imitar al ave fénix. Entretanto, podemos pensar que viene una avanzada en estos meses de calor.

JUNIO

16. Grantchester (PBS)

La décima temporada ya ha sido vista en Europa y ahora le toca al público estadounidense.



18. Outrageous (Britbox)

Es una ironía que la única serie que me interesa este verano la presente una plataforma a la que no estoy subscrita. Tampoco puedo recomendarla porque solo está al alcance del mundo angloparlante y no llega a Latinoamérica.



Esta serie pretende contarnos vida y obra de las Hermanas Mitford, sobre sus padres, sus hombres y sus amigos de lo que se conoce como la Generación Brideshead. Si los devotos (como servidora) de las novelas de Nancy Mitford, creen que Las Mitford eran como las hijas de Lord Alconleigh en sus novelas, andan un poco perdidos. Nancy ocultó en su obra los aspectos más oscuros de su familia en la que había nazis, comunistas, homosexuales y hasta una duquesa.

18. The Buccaneers:

Esta es la fecha en que Apple tv+ ha escogido para su segunda entrega. Espero sea la última de un esfuerzo mezquino que solo ha servido para enlodar la maravillosa novela de Edith Wharton.



22.The Gilded Age.

Casi como para rivalizar con Las Bucaneras, llega la esperada Tercera Temporada . Entre nos,  aparte de compartir milieu y época, no hay comparación. La serie de Lord Julien Fellowes supera al cachivache de Apple.

Esta temporada sabremos si la pobre Gladys se convertirá en Princesa del Dólar, tal como Consuelo Vanderbilt, su inspiración. Vemos a Phyllicia Rashad dar vida una afroamericana de la alta sociedad. Peggy encontrará un nevo amor , esperamos sea soltero, y veremos como Agnes van Rhijn se adapta a no dar órdenes ni ser el poder económico en su mansión. ¿Y cómo recibirá Bertha la noticia de que su heredero quiere casarse con una joven de gran apellido, pero pequeña fortuna?



29. Nautilus: Otra serie que no deseo ver, aunque haya sido muy publicitada, es esta versión desde una perspectiva india, del Capitán Nemo. Supuestamente, esta secuela de la novela de Julio Verne , 20.000 leguas de viaje submarino, es una denuncia al imperialismo británico. Ya ha sido trasmitida, sin mucho elogio en Europa. Gattocito, que la vio, no la recomienda. Al que le interese estará disponible en AMC+ tanto en USA como en América Latina. Creo que Disney la presentará en España.



Hablando de América Latina, en junio pueden esperar dos nuevos dramas de época en el canal digital Europa, Europa: la Segunda Temporada de Hotel Portofino y Archie, la bioserie sobre Cary Grant.



JULIO

No tenemos fechas, pero es posible que, a mitad del verano, Netflix nos traiga la segunda parte de Cien Años de Soledad.

Otra oferta veraniega es de Nadie nos vio partir en Netflix. Ya habían anunciado que el superventas de Tamara Trottner venía este verano.  En este libro,  Trottner ha novelado su trágica experiencia cuando a los cinco años, fue “secuestrada” junto a su hermanito por Leo, su padre, quien quería vengarse de su mujer infiel. La serie narrará los muchos viajes que Leo hace para separar a los niños de su madre, que los busca desesperadamente y de cómo la mente infantil puede ser manipulada .



AGOSTO

1. Chief of War (Apple)

Definitivamente Apple tv+ y Netflix se han convertido en los bastiones del drama de época. Esta serie es una biopia novelada de Ka’iani, el legendario guerrero hawaiano. Jason Momoa la protagoniza y la produce.



6. Wednesday (Netflix)

Me había prometido no verla, pero el tráiler se ve tan cómico que me hace olvidar las disparatadas declaraciones de Jenna Ortega y solo recordar que es buena actriz. No vimos mucho romance en el tráiler ni tampoco atisbos de cuál es el gran secreto alrededor del cual girará la trama este año. No importa, ahí vemos a Merlina de regreso a Nevermore, una escuela más locochona que Hogwarts.



Por tráiler y teaser sabemos que tendremos una visita de la abuela Adams (Joanna Lumley), que Pugsley será alumno de Nevermore y que Monstruo Harvey seguirá merodeando por donde camina Miércoles. Ohh y hasta tendremos un cameo de Lady Gaga.



8. Blood of my Blood (Starz)

Está escrita por los mismos guionistas de Outlander y Diana Gabaldón los asesora. ¿Por qué entonces tendría que interesarme la precuela de la saga Forastera? Pues porque suena novedosa esta exploración de los ancestros de Jamie y Claire, porque no tendremos viajeros del tiempo imponiendo sensibilidades modernas en el pasado, y porque no tendremos que soportar a la odiosa Catriona Balfe.



Se trata de una precuela en la que veremos el romance y eventual matrimonio de Brian Frazer y Harriet McKenzie en la Escocia de comienzos del siglo XVIII. Veremos también versiones jóvenes de Murtagh y la tía Jocasta. Más interesante me parece conocer la historia de Henry Beuchamps y Julia Morrison, los padres de Claire y su romance que tiene lugar sobre el trasfondo de la Gran Guerra

Esa es, hasta ahora, la oferta del verano. ¿Que les parece?

En cuanto al otoño, se anuncia un chaparrón de period pieces. PBS nos ha prometido la nueva adaptación de Los Forsyte. Gattocito me comentaba que será HBO/MAX la que nos traiga,  antes de invierno, la saga medieval de King and Conqueror. Quizás por eso, la plataforma decidió posponer el debut de la nueva saga martiniana, Un Caballero de los 7 Reinos para el 2026.

Quienes si van a traernos un trio de dramas de época son los de Netflix. Además de Frankenstein de Guillermo del Toro (noviembre) y la cuarta temporada de Bridgerton nos ha prometido tres period pieces limitados. Nos vamos al Oeste con Gillian Anderson y Lena “Cersei” Headley en The Abandons, conoceremos los entretelones de la famosa familia cervecera en House of Guinness, y Death by Lightening explora la extraña sinergia entre el presidente Andrew Garfield y su futuro asesino. Como ven, el drama de época sigue en pie.

jueves, 5 de junio de 2025

Huelva en Guerra: Espías en el Barrio Inglés

 


No es de sorprender que Barrio Inglés llegase a PBS Amazon justo cuando caducaban en ese streamer los derechos de Tiempo entre Costuras. La serie de RTV presenta muchas semejanzas con la joya de Antena Tres y aunque no le llega a la altura, está mucho mejor que otros intentos de retratar en la ficción la vida en la España de la Segunda Guerra Mundial.

Rio Tinto, 1940

La premisa es novedosa. La acción tiene lugar en el puerto de Huelva, en Andalucía, y en una compañía minera británica (las famosas minas de Rio Tinto). Estamos en 1940, en la primavera pre-blitzkrieg. Hitler está presionando a Franco de que si no va a la guerra junto con él, que al menos nacionalice las minas y se las traspase a los alemanes para que exploten sus yacimientos milenarios de cobre, oro y plata.

En la serie, la voz narradora nos dice que en Huelva conviven cordialmente las comunidades germanas y británicas. Ni tan cordiales, ya que los vemos en el Club de Caballeros de Amparo. De pronto, alemanes e ingleses, de las pullas pasan a sacar las armas. Los separan la dueña y Friedrich Dietrich que es un enviado de Berlín y juega a ser Mefistófeles del fatuo, ambicioso  e incompetente gobernador civil que, como Fausto, sueña con más poder.



La historia gira en torno de Lucía, muchacha humilde, hija de minero y costurera, que ha sido formada por una bibliotecaria inglesa. Miss Eva notó la inteligencia de su clienta y no solo le enseñó a hablar un perfecto inglés sino también a enamorarse de la cultura inglesa. Ya hecha mujer, Lucia postula a un puesto de secretaria en la minera.

                                 Miss Eva y Lucía 


Es entrevistada por Miss Parker y el gerente, el enigmático Mr. Smith. Ambos notan que la chica es muy lista y que posee memoria fotográfica. Después de someterla a pruebas , sin que Lucía lo note, en las que ella demuestra ser discreta, rápida para tomar decisiones en momentos de crisis y capaz de empuñar un arma, deciden contratarla y no solo para que escriba a máquina.

                   Lucía, Miss Parker y el enigmático  Mr. Smith

Sucede que en las entrañas de las oficinas está instalado todo un equipo de contraespionaje que se comunica directamente con Londres. Todos son agentes del Servicio Secreto Británico, incluyendo a Mr. Smith . Él se cree retirado luego de su última operación donde, al sacar la famosa maquina Enigma de Varsovia, fue herido por los nazis y vio morir ante sus ojos a Silvia, su colega y novia. Desde entonces, Smith vive traumatizado y los dolores en su mano herida lo hacen depender del láudano.

Lo que los entrevistadores también han notado es que Lucia les ha mentido al decir que no tiene novio. Está liada con el gobernador civil. El machista Francisco planea casarse con ella, pero da marcha atrás al saber que, sin su permiso, se ha ido a trabajar en las minas.



El gobierno inglés no está preocupado por las trifulcas entre los súbditos británicos y los agentes nazis en Huelva. Mas les preocupa el acercamiento de Franco con Hitler y como esto afecte los intereses del Reino Unido en España y principalmente en esa zona andaluza. Una preocupación es que ya no les venden petróleo y no se sabe dónde va este producto tan necesario para la guerra.

Los Astutos Alemanes y los Heroicos Ingleses

Una noche, un grupo de agentes, entre los que va Smith, espían el puerto para encontrar respuesta a la desaparición de la gasolina. Con ellos va Juan, hermano de Lucia y uno de los personajes mejor ubicado del puerto. Amante de Amparo, la dueña del club, contrabandea licor, le vende opio a Smith, y hace averiguaciones para los ingleses.

                         Smith viene donde Juan por su medicina

Esa noche, los del equipo ven como un submarino de la Kriegsmarine asoma a la superficie y se dispone a cargar petróleo. Llegan los alemanes, matan a un inglés y hieren a Juan. Para ayudar a su hermano, Lucía se relaciona de manera cercana con Peter Smith, un, hombre que, como le escribe a Miss Eva, la desconcierta. Sabe que guarda un secreto y se propone descubrirlo.




Digamos que esa es una subtrama. Tal como un posible triangulo entre Lucía, Francisco y el inglés; o el secreto de Cinta, madre de Lucía, que una vez fue sirvienta de la familia de Francisco; o lo que ocultaba Sylvia, la novia de Peter, antes que la matasen los agentes nazis.

Todos esos arcos están por debajo del interés que suscita la labor de espionaje de ambos bandos que es excelente, el factor que engancha al espectador y avanza la historia. La postura política es parecida a la del Tiempo entre Costuras: los ingleses son buenos, decididos y heroicos, los alemanes son retorcidos, brutales, pero muy astutos.

Cuando secuestran a Edward (el inglés que creímos muerto en el puerto), a Friedrich, que aparentemente es el jefe del espionaje nazi en la zona, se le ocurre crear un cuarto en el consulado, idéntico al del hotel donde se hospeda su prisionero. Cuando Edward despierta de la anestesia, se cree en el Excélsior y corre a ocultar unos microfilmes en donde se ocultan los secretos ingleses.



Los alemanes necesitan de las contraseñas para examinar el microfilme. Antes de revelarlas bajo tortura, Edward opta por suicidarse. De poco vale su sacrificio , los alemanes descifran parte del material y descubren que los ingleses han estado ocultando cargamentos de minerales que planean sacar clandestinamente de España vía Portugal.

Inmediatamente, el Gobernador Francisco ordena bloquear los caminos y las vías férreas a la nación vecina. Peter y su amigo de la infancia, Víctor, ahora están a cargo del espionaje británico en Huelva y se adelantan al enemigo. La Guardia Civil, acompañada de elementos de la Gestapo, solo encuentran vagones de tren vacíos y camiones cargados de fruta .

Los ingleses han ganado la primera partida, pero hay más en los microfilmes. Adentro está la lista de los españoles que trabajan para los británicos y los que planean reclutar. Entre ellos está el nombre de Lucia.



¿Qué Tienen en Común Lucia y Sira Quiroga?

En mi anterior entrada describí la trayectoria de estos ‘derivados” de El tiempo entre costuras y mi sorpresa de que se le resucitase. Operación Barrio Inglés es una amalgama de las series mencionadas lo que ya se manifiesta en el elenco. nuevamente una heroína se debate entre Rubén Cortada y Peter Vives, como la Sira del “Tiempo…”, y el nazi villano es Stefan Weinert repitiendo rol que hiciese en Dime quien soy y Jaguar.



Yo solo había visto a Aria Bedmar en Dime quien soy. Ahí era la nana del hijo de Amelia, y quien eventualmente se quedaba con el marido de la protagonista. Sin ser tan linda y buena actriz como Adriana Ugarte, Aria sabe llevar su rol, y sin ser tan simpática y querible como Sira Quiroga, Lucia llega a interesar y a convencer.



Lo que no ha convencido a muchos es que se trae un secreto mayúsculoen una serie en la que todos tienen secretos y que convierte la trama en un juego totalmente diferente. A mí me ha entretenido mucho esta nueva faceta de Lucía y me ha hecho Barrio Inglés mucho más digestible que Dime quien soy o Los pacientes del Dr. García.

Realidad vs Ficción en Barrio Ingles

Aunque Lucia Valbuena es un personaje ficticio, si hubo espionaje en Huelva que se manifestó en actos de sabotaje en contra de los barcos británicos en esa zona del Mediterráneo. Durante la Primera Guerra Mundial, ya había espionaje y a cargo de Adolfo Clauss, hijo del cónsul honorario alemán en Sevilla.

En el periodo de entreguerras, Clauss fue a Alemania, estudió agronomía, regresó a España donde se unió a la Falange. Durante la Guerra Civil sirvió en la Legión Condor en calidad de interprete. Totalmente asimilado, a nadie sorprendió que se estableciese en Huelva acabado el conflicto. Para 1940,  nadie sabía ni sospechaba que era el jefe de operaciones de la Abwehr en Huelva.

                                         Adolf Clauss

Un detalle interesante de esta serie es retratar el espacio de las minas de Rio Tinto que han tenido su historia y bien ligada a la de España. Desde la Era Romana que se han explotado sus ricos yacimientos, pero fueron abandonadas por siglos. En el Siglo XVIII, volvieron a ser recordadas las minas,  primero por suecos y luego por españoles, ninguno logró hacerlas producir.

El momento clave fue en 1873, cuando una compañía de inversionistas ingleses, encabezados por la Casa Rothschild, adquirieron todas las acciones y se apoderaron de las minas. Desde ese momento la producción alcanzó su máximo potencial convirtiendo la zona en un punto de referencia para la minería mundial.

                            Mina de Río  Tinto

Este auge de Rio Tinto convocó a muchos británicos a trabajar y establecerse en Huelva. Como a los ingleses les gusta vivir apartados de “los nativos” crearon el Bario Bellavista, conocido como el “Barrio Ingles”. Su arquitectura victoriana lo hizo muy particular. Para 1900, más de once mil personas lo habitaba. Eran ingleses en su mayoría, por eso el que los Valbuena, la familia de la protagonista de la serie, y siendo el padre un simple minero tenga permiso de vivir en tan exclusivo barrio ya debería darnos una pista de los secretos que ocultan.

                                     Casas del Barrio Inglés 

La serie nos muestra el descontento de los mineros y eso no es nuevo. Desde 1888, los mineros españoles habían exigido mejores salarios y condiciones de trabajo. Durante un breve espacio, al inicio de la Guerra Civil, las minas de Rio Tinto pasaron a ser propiedad de la República, pero la llegada de tropas del Bando Nacional acabó con la quimera de independencia.

Establecido Franco en Madrid, tanto él y como sus gerifaltes vieron con codicia la lucrativa compañía de minas de rio Tinto. No necesitaron de los alemanes para hostilizar a los británicos atrapados en un terreno no muy neutral intentando proteger los intereses de su nación y de sus inversionistas. Fue en 1954, casi una década de acabada la guerra, que el gobierno español nacionalizó las minas que decayeron totalmente tras este traspaso.

Otra queja de los críticos es que la trama evita toda mención de la Guerra Civil, de represalias (y las hubo fuertes en esa zona)  y no aparecen miembros de la Falange ni en Huelva ni en sus alrededores. Es como si ocurriese en Zúrich, o Estocolmo u otra ciudad de nación neutral.



¿Será por eso que a la serie la llevaron de horario en horario confundiendo a un auditorio que parecía estar entretenido? Tal vez por ese motivo no habrá segunda parte. Barrio Ingles puede verse en España por la plataforma RTVE a la Carta, en América Latina vía el canal digital Europa, Europa, y en Estados Unidos por PBS, sea a través de Amazon (por Walter Psesents) o Thirteenth Passport.

Contenido Violento o Gore: Escenas de tortura (tres)y muchas heridas abiertas.

                               Lucia  es torturada

Contenido Sexual y Desnudos: Varias escenas de jadeos besos y suspiros entre Aria y Rubén, pero que solo son foreplay porque el gobernador quiere esperar a su noche de bodas. Un solo topless y en el episodio final.

Factor Feminista; Se han burlado los críticos del personaje de Aria por considerarla un ejemplo del wokismo y de MarySue. ¿Como es que la hija de un minero, sin estudios, es poliglota y sabe emplear armas? La respuesta está en el secreto de Lucía. Sin embargo, si es un personaje un poco mitutero. “No necesito de nadie que me defienda” le espeta a Mr. Smith cuando este la rescata de un alemán armado.




Factor Diversidad: Es increíble, pero no hay actores de color o de origen marroquí. Es Andalucía y no hay gitanos, no hay refugiados por lo que la revelación de que Amparo es judía suena a inclusividad forzosa, pero eso es todo. Hay andaluces, ingleses y alemanes y un italiano que se vende al mejor postor.

 

lunes, 2 de junio de 2025

Derivados del Tiempo entre Costuras: Nazis vs ingleses en suelo español

 


Operación en el Barrio Ingles ha sido una sorpresa. Un viaje a un subgénero que estuvo de moda hace una década y creí superado. En resumen, esta serie de RTVE gravita entre Tiempo entre costuras y Los Pacientes del Dr. García, sin alcanzar la magnificencia de la primera ni la puerilidad de la última. El tema de España durante la Segunda Guerra Mundial ha sido llevado a las librerías y a la pantalla varias veces durante los días de la Memoria Histórica con resultados variables.

Los mejores ejemplos han sido series de novelas como las de Ignacio del Valle,  que giran alrededor de Arturo Andrade, una de las cuales (El tiempo de los emperadores extraños) fue llevada al cine en el 2012 bajo el nombre de Silencio en la nieve. La siguen la serie de Falcó de Arturo Pérez Reverte y novelas sueltas del mismo autor como El Italiano (RTVE amenazaba con filmarla) y La isla de la mujer dormida.



La Modista Espía

La virtud de estas novelas es que se alejan del maniqueísmo impuesto por la Memoria Histórica y que vemos en Los Pacientes del Doctor García que Almudena Grandes publicaría en el 2017. Es mi tesis que aunque la Grandes había escrito otras novelas sobre la guerra y la posguerra, esta obramás ambiciosa y más cosmopolita intenta borrar la impresión que había dejado en la psiquis española el superventas mundial de María Dueñas, El Tiempo entre Costuras y su subsecuente adaptación televisiva.



Publicada en el 2009, fue escrita por una catedrática que encontró un modo muy interesante de evadir las trampas de la Memoria Histórica que había impuesto el gobierno de Zapatero y que dominaban el zeitgeist de la intelectualidad ibera. Dueñas situó su novela en Tánger y así mató dos pájaros de un tiro. Se basó en experiencias de parientes que habían vivido la Guerra Civil en territorio marroquí y evitó hacer apología de ningún bando. Incluso hace un poco de mofa de esa división provocada por el conflicto reflejándolo en las peleas de los comensales de la pensión de Candelaria.




La Profesora Dueñas había querido novelar una gran historia de amor, la vivida por el Alto Comisario de Marruecos, el coronel Juan Luis Beigbeder y la británica Rosalinda Powell Fox. Consciente de que tener por héroe a un hombre de la corte franquista no iba sonar bien en días de la “memoria histérica”, prefirió darle a la pareja una posición secundaria aunque poderosa, sobre todo en la vida de la modista Sira Quiroga.

De costurera de Rosalinda, Sira pasa a ser su amiga y confidente. Acabada la Guerra Civil, cuando Beigbeder es nombrado ministro por Franco y Rosalinda lo acompaña a Madrid, será seguida por Sira, ahora convencida por su amiga de trabajar para el servicio de inteligencia británico. No sigo porque si no la han leído o visto, deben hacerlo. Es una joya, una de las mejores miniseries hechasy no solo en España en lo que va del siglo. La pueden encontrar en la plataforma de Atres Player y la de VIX.



Amelia Garayoa, Sonsoles y hasta los Lobos Gallegos

El impacto de Tiempo entre costuras fue tan mundial que tal vez propició que Julia Navarro publicase Dime quien soy, un año después de salida al mercado la saga de Sira Quiroga. Se trata de la historia de Amelia Garayoa  que, en 1935 y después de abandonar a su marido e hijo, huye a Buenos Aires con un comunista que la ha convertido en “un topo”, para utilizarla como espía sin que ella lo sepa.






Justo cuando Amelia descubre la traición de su pareja, justo cuando ha conocido al Barón Max von Schumann, un médico militar alemán,  por quien se siente atraída, justo entonces Pierre es convocado a Moscú. Amelia decide seguirlo. Después de sobrevivir los horrores del comunismo estalinista, y del asesinato de Pierre, Amelia logra escapar de la Unión Soviética gracias a un periodista inglés que será su nueva pareja. Será el quien la contacte con MI6 que la enviará a diferentes capitales europeas para espiar a su favor.

El éxito de esta novela, aunado al fenómeno que era Tiempo entre costuras, llevó a la periodista Nieves Guerrero a novelar uno de los escándalos de la crónica rosa de la época. Si Dueñas se enfocó en los amores de Beigbeder y su amante inglesa, Herrero tomó otro famoso affaire de la corte franquista que involucraba nada menos que al “ cuñadísimo” Ramón Serrano Suñer y a la Marquesa de Llanzol como centro de su Lo que escondían sus ojos.



De pronto, no se podía examinar la lista de los más vendidos sin encontrarse con uno de estos libros fuesen ficción como  los superventas de María Dueñas y Julia Navarro o Lo que escondían sus ojos, o el recuento de Jimmy Burns, Papa Espía, que nos daba una crónica de las actividades de su padre, diplomático en la embajada británica en Madrid durante la Segunda Guerra Mundial.

El próximo paso para convertir la ficción literaria en zeitgeist era trasladar el tema las pantallas. En el 2013 debutaba Tiempo entre costuras en Antena 3. Dos años más tarde, esta vez en pantalla grande, se estrenaba la poco conocida y poco apreciada Lobos Sucios.



Basada en la historia real de unas hermanas gallegas que ayudaron a refugiados judíos a cruzar la frontera portuguesa, esta película combinaba esa historia con las minas de wolframio, la codicia de los alemanes por ese mineral vital, la presencia de agentes ingleses en la zona y los prisioneros republicanos obligados a trabajar en ellas. Una hermana trabaja para los ingleses , la otra es cortejada por un alemán (el infaltable Pierre Kiwitt) que introduce un elemento fantástico en el cuento con el poco tratado tema del esoterismo nazi.



Al Amparo del PP

Un año más tarde y ya teníamos versión televisiva de Lo que escondían sus ojos. Aparte de algunas buenas actuaciones, la química entre los protagonistas, y del vestuario esplendoroso de Blanca Suarez,  hay poco que elogiar de este blanqueamiento de Ramón Serrano Suñer. Aunque es interesante ver como lo detestaban tanto la Falange como Doña Carmen Polo,  el “Jamón Serrano” no era el angelito que pretende mostrarnos la serie, prueba es la desgracia que les atrae a la hija adulterina que tuvo con Sonsoles de Icaza y a su hijo legal.



Para colmo, la serie incluye unas intrigas de espionaje donde los ingleses son los malos. Ben Temple, quien había dado vida a Alan Hillgarth en El Tiempo Entre Costuras, ahora era Sir Samuel Hoare, embajador británico. En muchas memorias y libros de historia, Hoare es descrito como un inepto cobarde. Aquí es un siniestro chantajista que obliga a la institutriz inglesa de la Marquesa de Llanzol a espiar a su señora (y al amante).

Hay que enfrentar un hecho. Los libros y las adaptaciones pudieron hacerse durante el gobierno de Mariano Rajoy que hizo cambios en la televisión española y reprimió la cultura de la Memoria Histórica. No soy del PP, pero estos cambios fueron para mejor. Sin embargo acabaron con la renuncia de Rajoy para ser reemplazados por…bueno, lo presente.

Un año antes de irse Rajoy, casi como un gesto de contracultura, Almudena Grandes publicaba Los Pacientes del Dr. García que tocaba el tema del espionaje aliado en España llegando a la posguerra y las investigaciones sobre criminales nazis refugiados en suelo ibero. El tema, que se relaciona con el Dr. García un médico republicano que vive bajo una falsa identidad en la España de Franco, era fascinante, pero el libro está tan mal escrito que se me hizo imposible de terminar, por lo que cifré mis esperanzas en la adaptación televisiva.



Antes llegaba al streaming la olvidable versión de Dime Quien Soy. Comenzó en España por Moviestar en diciembre del 2020. En América Latina la pasó HBO y en el 2021 llegó a la plataforma Peacock en Estados Unidos. Lo extraordinario es que solo una persona de mi circulo, Gato Rafa, la vio y eso porque casi lo obligué. A pesar de haberse gastado una suma millonaria, e incluso poder ser vista con subtítulos en una plataforma estadounidense, la producción ha sido ignorada.



Se entiende que Julia Navarro se mostrase reacia a vender los derechos. No es que le hayan hecho cambios trascendentales. Se sacó la estadía de Amelia en el campo de concentración de Ravensbruck. En cambio se amplió la aparición del desagradabilísimo personaje de Lola, la obrera comunista que funciona como la voz de la conciencia de la joven Amelia. Sin embargo, lo que me mató a mí fue la protagonista. Su egoísmo, la desdicha que atrae sin querer sobre los que la aman, principalmente el barón Max (como siempre Pierre Kiwitt), médico militar de la Wehrmacht.

Se ha dicho de Amelia Garayoa que es un personaje controversial, incluso los críticos la han llamado errática, pero en la serie es simplemente antipática. Creo que se debe a la actriz que la interpreta. Irene Escolar es impávida y fea, eso no se notó tanto en el rol que le dio fama, el de Juana la Loca en La Corona Partida. Pues aquí trae esa misma expresión inexpresiva a pesar de las desgracias que le acaecen. Debido a eso tal vez nuevos espectadores que no son lectores, se han quejado de lo inverosímil de la trama. Esa es la diferencia con Barrio Inglés donde lo increíble es aceptado como lo aceptamos en el Universo Marvel.



Casi al borde de la caricatura, a pesar del tema trágico, fue Jaguar que Netflix puso en pantalla el segundo año de la pandemia. El controversial tema del proceso de fuga e inmigración de criminales nazis y el amparo recibido en España chocaba con un escuadrón tipo Hunters compuesto no por judíos sino por republicanos sobrevivientes de campos de concentración entre los que se contaba Isabel , que de niña había sobrevivido Mauthausen.

Esta combinación de Hunters y El fotógrafo de Mauthausen tenía sin embargo su sello propio. Aun así pertenecía este grupo de relatos de espionaje en España y combinaba en su buen elenco a rostros conocidos del subgénero como Blanca Suarez (Lo que escondían sus ojos); Stefan Weinert (el villano nazi de Dime quien soy que aquí interpretaba a Otto Skorzeny) y Francesc Garrido  (el Comisario Claudio de Tiempo entre costuras)



No me avergüenza decir que me gustó mucho. No así a Netflix que prefirió invertir dinero en comprar Los Pacientes del Dr. García que tratabaen algún instante de su convulsa trama el tema de las “líneas de rata”. No me sorprende que esta última serie no haya gustado ni en Netflix ni en RTVE, donde su sintonía bajó de manera espantosa a partir del tercer episodio.



Ya he vociferado en contra de ella en otra ocasión, solo me queda decir que fue una perdida que Javier Rey, mi actor español favorito, tuviese tan mal papel protagónico, aunque solo él nos hizo agradable al médico. No se puede decir lo mismo de Veronica Echegui que hizo a Amparola que de miedo se orinaba en el armariomás desagradable que en el libro. Ni hablar de la peruana Stephanie Cayo que hacía de agente Tex-Mex de la CIA  (WTF?)

Pues consideraba cerrada, con este fracaso, los experimentos del género o subgénero, cuando el año pasado RTVE, de la nada, sacó Operación Barrio Inglés de la cual hablaré, primero D-s, este jueves.